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Adolescente promedio

Título: Adolescente promedio

Personajes: 
Madre 
Hijo

(Madre entra a escena, Hijo está sentado frente a la computadora)

Madre: Hijo llevas horas sentado frente a tu computadora, de hecho es lo único que haces últimamente,
levantarte, darte un baño y encender esa maldita maquina hasta que todos los demás estamos durmiendo
¿Por qué no sales un rato a dar una vuelta o algo?

Hijo: ¿Madre en serio te estás quejando de el hecho que prefiera mantenerme en un ambiente seguro, el
cual es mi hogar, en vez de salir a la calle y posiblemente ser asesinado o inducido a las drogas? ¿No has
leído como ha subido el nivel de inseguridad en todo el país? Soy prácticamente el adolescente que menos
problemas causa a sus padres en todo el mundo.

Madre: No intentes pasarte de listo con toda tu habladuría ingeniosa, soy tu madre no uno de tus amigos a
los que quieres impresionar; Obviamente aprecio lo mucho que no has facilitado a tu padre y a mi esta fase
adolescente y no nos hayas hecho dramas estúpidos como lo hacen los otros muchachos de tu edad pero
discúlpame si quiero que mi hijo salga un poco al aire libre y se divierta como cualquier otra persona
normal.

Hijo: Voy a la escuela, ese es todo el tiempo de “aire libre” que necesito, son casi siete horas de sol, nubes,
libros, risas y muchachos con dramas estúpidos. Y soy como cualquier persona normal, con la única
diferencia que mis habilidades sociales son casi mediocres y mis habilidades… no sé, digámosles mentales
son mejor que las del promedio.

Madre: Hijo ¿No quieres tener amigos? ¿Salir a divertirte con ellos?

Hijo: ¿Amigos? Madre estoy seguro que olvidare a más de la mitad de la gente que conozco en esta etapa
de mi vida, si no fuera por el pase de lista olvidaría sus nombres cada fin de semana.

Madre: Tu padre y yo tenemos amigos que conocimos desde que teníamos tu edad.

Hijo: Amigos que al primer signo de que van a pedir su ayuda huyen… o simplemente no responden
llamadas.

Madre: ¡Oye! Eso fue innecesario.

Hijo: Innecesario pero cierto.

Madre: No salgas si no quieres, vuélvete un ermitaño si lo deseas pero quiero que uses menos tiempo la
computadora o tendremos que dejar de pagar el internet, la cuenta de luz está llegando carísima y no
podemos seguir pagando por tu vicio.

Hijo: Usar una computadora no es un vicio.

Madre: En no sé qué parte de Asia lo es, tienen hasta campamentos de rehabilitación


Hijo: En Asia comen ciempiés.

Madre: ¿En serio?

Hijo: Yep.

Madre: Apaga la computadora, quiero que me ayudes a limpiar antes de que regrese tu padre de viaje.

Hijo: Dame una hora estaba viendo una película.

Madre: Ok, pero después ya no prenderas de nuevo la maquina.

Hijo: Ok, ok, ok.

(Madre sale de escena)

Fin.
Odio mi trabajo

Título: Odio mi trabajo 

Personajes: 
Jorge 
Manuel 
Jefe de Jorge 
Jefe de Manuel 

ACTO 1

Escenografía: Sala de una casa, un sofá en medio del escenario. 

(Manuel está sentado en el sofá leyendo un libro, Jorge entra molesto a escena)
Jorge: ¡No es posible! 
Manuel: (Sin moverse) ¿Qué cosa? 
Jorge: ¡Decidieron rebajarme el sueldo de nuevo en la revista! 
Manuel: ¿Es eso posible? Con lo poco que te pagan hubiera sido mejor que te despidieran. 
Jorge: Ya lo decidí, mañana renuncio y comienzo a escribir cuentos de nuevo. 
Manuel: En los cuatro años que llevo viviendo contigo… 
Jorge: (Interrumpiendo) ¡Dios! Cuatro años contigo, en serio debo de ser pobre. 
Manuel: En cuatro años que llevo viviendo contigo, has dicho al menos una vez al mes lo mismo. 
Jorge y Manuel: (Al mismo tiempo) Pero esta vez es verdad.
Jorge: ¡Hey! 
Manuel: Mejor busca otro trabajo. 
Jorge: ¿Haciendo qué? Tú la tienes fácil, lo único que haces es ver dos o tres películas a la semana,
criticarlas y recibir un cheque con cuatro ceros en el. 
Manuel: ¿Cuál es la gran diferencia? Tú haces exactamente lo mismo. 
Jorge: ¡Que a mí me pagan menos y en efectivo! 
Manuel: (Ríe) No es tan lindo como parece, cada nuevo “amigo” que hago en un festival se molesta
conmigo al final de la semana. 
Jorge: Si te molesta deja de decir que sus cintas son mediocres y con falta de originalidad. 
Manuel: (Suspira) Ni me lo recuerdes, mañana tengo que ir al estreno de “Una mirada dentro de ti” la
opera prima de uno de esos nuevos muchachos indie, con problemas existenciales y con la necesidad de
llamar la atención que no consiguieron de papi y mami. 
Jorge: Al menos te invitaron al estreno, a mi ni siquiera me quieren pagar el boleto. 
Manuel: Pero tú puedes elegir la película, yo estoy cansado de historias de desahuciados sociales que no
consiguen que la niña bonita se enamore de ellos, adolescentes bulímicos con padres violentos y artistas
deprimidos. 
Jorge: Para este momento pensé que tendría mi novela publicada. (Se sienta en el sillón) 
Manuel: Yo pensé que estaría en Francia grabando mi obra maestra. 
Jorge y Manuel: (Al mismo tiempo) Odio mi trabajo. 
(Fin de escena)

ACTO 2 

(Jorge entra a la oficina de su jefe) 


Jorge: Señor, es hora de decirle lo que pienso. 
Jefe de Jorge: Siéntate Jorge, dime que es la cosa tan urgente que tienes por decirme. 
Jorge: Siento decirle que si mi salario no aumenta tendré que renunciar a la revista. 
Jefe de Jorge: Muchacho creo que es hora de que amplíe sus horizontes, nosotros no lo detendremos,
hasta luego. (Se levanta de su asiento) 
Jorge: ¿Me está despidiendo? 
Jefe de Jorge: No, usted está renunciando, hasta luego. 
Jorge: Pero… 
Jefe de Jorge: (Interrumpiendo) Hasta luego. 
(Fin de escena) 

ACTO 3 

(Manuel está en la oficina de su jefe)


Jefe de Manuel: Manuel por favor, esta revista te necesita, eres el más reconocido crítico de cine del país. 
Manuel: Lo siento, amigo pero es hora de que amplíe mis horizontes y creo que me he detenido mucho
tiempo en este trabajo.
Jefe de Manuel: Hagamos algo, le pondremos un cero más al cheque de este mes si te olvidas de la ridícula
idea de renunciar. 
Manuel: No me interesa el dinero, hasta luego.
Jefe de Manuel: Pero… 
Manuel: (Interrumpiendo) Hasta luego.
(Fin de escena) 

ACTO 4 
(Jorge y Manuel se encuentran de nuevo en la sala, ambos tienen una caja con cosas de sus respectivos
trabajos, se miran.) 
Jorge: (Perdido) Creo que me despidieron. 
Manuel: (Entusiasmado) ¡Renuncie a mi trabajo!
Jorge: ¿Cómo?
Manuel: Renuncie y todo es perfecto, ambos estábamos cansados de lo que hacíamos y ahora ya no
tendremos que hacerlo. 
Jorge: (En voz baja) Pero… Yo no renuncie. 
Manuel: ¿Dijiste algo? 
Jorge: ¿Qué haremos ahora? 
Manuel: No te preocupes ya lo tengo todo pensado, hagamos una película, tu escribes el guion, yo la dirijo
y la financio. 
Jorge: No es mala idea. 
Manuel: No, no es mala idea y lo mejor es que tendremos completo control en las ideas.
Jorge: No tendré un editor diciéndome que cambiar en lo que escribo. 
Manuel: Bueno… (Jorge lo mira a ver) Nada, olvídalo. 
Jorge: Hagámoslo, el que no se arriesga no gana. 
Fin
Título: Ya no soy una niña 

Personajes: 
Naira 
Oscar (Padre) 
Cecilia (Amiga) 
German (Novio) 

Ambientación: Naira y Oscar en el living

Naira: Ay que aburrido está el día 


Oscar: ¿Naiara quién era ese chico que estaba aquí el otro día? 
Naira: ¿Qué chico papá? 
Oscar: El chico alto 
Naira: ¿de que día me estás hablando? 
Oscar: No me acuerdo el día pero creo que era antes de ayer 
Naira: ¿Ahora me estás controlando? 
Oscar: No, pero soy tu papá y se supone que debo hacerlo 
Naira: Era un amigo (Naira mira para otro lado) 
Oscar: ¿Un amigo? 
Naira: Sí, un amigo ¿algún problema con eso? Que acaso no puedo tener amigos ahora, primero que me
vestía de una forma, y ahora me sales con esto, ¿Tanta desconfianza me tienes? 
Oscar: Hija es que ya no sé qué pensar te veo tan pequeña, tan indefensa... 
Naira: Claro, por eso te fijas en lo que dicen las personas, y yo que me muera ¿no? Es increíble 

(Oscar quiere decir algo pero se arrepiente, Oscar sale de escena y entra Cecilia con un cuaderno en las
manos) 

Cecilia: ¿Qué es increíble?


Naira: (Se ríe) Le hice un discursito de que German era un amigo y se lo creyó
Cecilia: Bueno pero tienes que tener cuidado eh mira que todo el barrio sabe sales con German 
Naira: Si ya sé, pero igual no lo voy a dejar de ver 
Cecilia: ¿Para tanto es?, ¿tanto lo quieres? 
Naira: Sí, lo amo (sonríe) 
Cecilia: Bueno, toma (le da el cuaderno a Naira) sólo pasaba a dejarte los apuntes de la clase, ya me voy.
Naira: Bueno, chau 

(Cecilia se va y de repente entra German)

Naira: ¿Por dónde entraste? 


German: Por la puerta, estaba abierta 
Naira: Ay, Cecilia dejó la puerta abierta, pero ya te dije que mi papá no quiere que tenga novio no nos
puede ver juntos… 

(German la abraza, entra Oscar y los ve)

Oscar: (con voz alta) ¿Qué es esto? 


Naira: ¡Papá! (Sorprendida) 
Oscar: Ya te vas jovencito y tú (mirando a Naira) me vas a tener que explicar un par de cosas

(German se va) 
Naira: Papá yo lo quiero 
Oscar: Y a mí que me importa, Además ¡me mentiste! (Grita) 
Naira: no me grites 
Oscar: ¿Cómo quieres que no te grite?, si me vives mintiendo, yo realmente trato de darte todo, trato de
hacer todo lo que está a mi alcance para que estés bien pero no lo logro, ¿Qué consigo? Una mentira, estoy
decepcionado de ti 
Naira: pero papá yo quiero hablar contigo, quiero que entre nosotros haya confianza (lo dice casi llorando)  
Oscar: Es lo mismo que yo quiero, pero tú te alejas cada vez más 
Naira: Como quieres que no me aleje, si tú no quieres que haga nada, quieres que me quede aquí
encerrada, sin ver a nadie 
Oscar: Es que tú no entiendes, eres mi niña 
Naira: Pero ya no soy una niña, tengo mis amigos y aunque te cueste aceptarlo tengo novio y lo quiero 
Oscar: (Da un suspiro) 
Naira: Papá escúchame, Qué haya crecido no significa que me tenga que ir o que deje de quererte. Te amo
papá. 
Oscar: Perdóname, es que te amo mucho hija y no quiero perderte 
Naira: Jamás me perderás (sonríe) 
Oscar: (Sonríe) Está bien, tendré que comprender que ya no eres una niña, Dale, ven abrázame.

(Se abrazan)

 Fin
Título: Los cínicos de mis papás 

Personajes: 
Tatiana 
Sandra (Mamá) 
Raúl (Padre) 

Ambientación: Tatiana y Sandra están en la cocina de la cada hablando. 

Sandra: Hija ¿sabes qué? Llamo tu papá y pregunto por ti. 


Tatiana: ¿Y a mí qué? 
Sandra: Ay hija, tu papá quiere saber de ti. 
Tatiana: ¡Mamá eres una cínica! Viviste hablando toda tu vida de lo maldito que fue papá de cómo nos dejó
y ahora te atiende un poco y claro tus hormonas suben un poquito ¡No me jodas! 
Sandra: Tatiana que piensas eh, que tengo 16 años… Que soy unas de esas pendejas para que me trates así.
Soy tu mamá, a mí me tratas bien o... 
Tatiana: ¿o qué? Ay, ya sé, me vas a pegar ¿no? (lo dice sarcásticamente) ¡deja de joder! ¿Vas a hacer que
yo te tenga respeto? (se ríe) ¿Sabes qué? ¡Me das lástima! Quieres que te tenga respeto... Cuando ni tú
misma te respetas (grita)… por eso mismo te lo digo, porque ya estás grande y te tendrías que hacer
respetar, no te das cuenta que ¡no nos quiere! (lo dice alterada) 
Sandra: Hija eres muy chica para entender algunas cosas, no están fácil 
Tatiana: Claro, mamá yo te entiendo, como que necesitas afecto, cariño (lo dice sarcásticamente) (se ríe)
Deja de joder mamá ¡estás re necesitada!( Sonríe) 
Sandra: ¡Que dices! ¡Eres una irrespetuosa! Te crié, te di todo, sabes lo mucho que me costó salir adelante
contigo, las dos solas (lo dice angustiada) 
Tatiana: Me estás echando en cara… Si fue tan difícil no me hubieses tenido y te hubieses ahorrado este
arrepentimiento 
Sandra: ¡No digas eso! (grita) Eres lo mejor que me paso en la vida hija 
Tatiana: ¿Si? ¿Seguro? Yo no creo… traes a ése a esta casa, a nuestra casa mamá, te maltrato y nos dejó,
bien sabes que para mí sólo tiene el nombre de papá pero para mí no lo es… el sólo puso su esperma y
nada más, no me crió, no vivió nada conmigo… No sabe de mis experiencias, él no sabe nada de mí y ahora
viene a hacerse el padre fatal ¡Que a mí no me joda! Porque le voy a decir las cosas como son y yo te juro
que me voy mamá 
Sandra: Hija por favor te lo pido, no seas así, sabes que yo te quiero mucho y tu papá quiere acercarse a ti,
quiere formar una relación padre a hija ¡el cambio, no es el mismo! 
Tatiana: (Sonríe) Mamá reacciona, estás ciega parece que estás hecha una tremenda estúpida, date cuenta
que el tipo tiene mujeres por todos lados, anda a saber si tiene hijos… igual a mí no me importa 
Sandra: ¿Sabes qué? No voy a discutir más contigo. 
(De repente entra Raúl) 

Tatiana: ¿Y tú que haces acá? 


Sandra: Ya te dije Tati, el cambió. 
Tatiana: Tú cállate mamá 
Raúl: Hija vine a verte 
Tatiana: Ahora vienes a verme, creo que tuviste toda mi vida para verme (llora)
Raúl: Perdóname 
Tatiana: Que te perdone Dios, No esperes nada bueno de mí hacia ti porque para mí eres una basura
Raúl: No me faltes el respeto Tatiana. 
Tatiana: Otro que viene a hablar de respeto, No eres nada para que yo te tenga respeto, ¡me das asco! ¿Y
saben qué? Muéranse (grita) (Tatiana se va y termina la escena) 
Título: Pacto Mortal 

Personajes:
Ernesto Mendieta 
La Muerte

Escena I 
(Entra Ernesto a su sala algo preocupado y con un papel en las manos. Se sienta y ve)

Ernesto: ¡No puede ser! ¡Me moriré en seis meses! ¡Tengo los días contados! (Se encuentra con una
expresión de angustia y desesperación) Necesito vivir más, tengo tanto dinero que seis meses es un tiempo
muy corto para gastarlo (Se pone de pie y camina de una lado a otro; tira un vaso al suelo de la
desesperación y se coge la cabeza) Yo no voy a morir, no, yo tengo muchas cosas que hacer en ese mundo
(Se sienta en el sofá y pone una mirada de loco. Luego, mira al público y dice) Daría hasta mi alma con tal
de vivir un poco más, ¡¡¡Hasta mi alma!!!

(En eso, un cierto escalofrío comienza a sentirse en la casa y detrás de él, aparece una figura algo extraña;
con un hábito negro parecido al de un monje, con una capucha encima de la cabeza que le impedía ver su
rostro y en la mano derecha, lleva un pergamino enrollado, es la muerte quién al escuchar su ruego, no
dudó en hacer acto de presencia y con una voz tétrica, lo llama)

La Muerte: ¡Ernesto Mendieta! Él joven voltea rápidamente y asustado, se aleja de él) 


Ernesto: ¿¡Pero, quién eres tú!? 
La Muerte: Soy la muerte, y he venido a concederte lo que me pides. 
Ernesto: ¿¡De verdad!? 
La Muerte: Por supuesto (Le muestra el pergamino) Solamente tienes que firmar este contrato, y vivirás
más que solo seis meses. 
Ernesto: ¿No me estás engañando? 
La Muerte: La Muerte jamás engaña; cuando ella dice que llegó la hora de morir, la hora de morir llega
(Ernesto lo mira algo preocupado y muy lentamente, comienza a estirar su mano pero con algo de duda
hasta que finalmente, lo toma. Comienza a leerlo y al estar de acuerdo con las condiciones, firma). 
Ernesto: Aquí tienes, Muerte. 
La Muerte: Entonces, el trato está hecho. Permiso, me retiro (Va caminando de espaldas y mientras lo hace,
le sigue hablando) Nos veremos… Ernesto Mendieta

(La Muerte desaparece y Ernesto se pone a pensar en lo que hizo y si fue correcto pero también
comprendía que ya no podía dar marcha atrás, ya el pacto, estaba hecho)

Escena II 
(Ernesto llega a su casa totalmente ebrio. En eso, se cae al suelo y comienza a reírse)

Ernesto: Jajaja… ¡Ya ni puedo quedarme de pie! ¡Esto es el colmo! Jajaja…

(Mientras se carcajeaba, nuevamente una figura de negro apareció ante él, era otra vez la muerte quién
vino a darle un aviso)

La Muerte: ¡Ernesto Mendieta! (Ernesto lo mira pero debido al estado en el que se encuentra, no lo
reconoce). 
Ernesto: ¿¡Pero quién eres tú!? (Lo señala con el dedo y sonríe burlonamente) Ah ya sé quién eres, tú eres
“Chicho” mi primo ¿Pero qué haces con eso encima? ¿Vas a actuar en algún teatro o qué? (La Muerte
extiende su mano y le quita la embriaguez) ¿¡Pero, qué pasó!? 
La Muerte: Llegó la hora de llevarme tu alma al abismo. 
Ernesto: ¿¡Qué!? ¡Pero si solo han pasado seis meses, nada más! 
La Muerte: Permíteme corregirte. Han pasado seis meses y un día (Ernesto lo mira sorprendido con lo que
dijo) 
Ernesto: ¿¡Seis meses y un día!? ¡Pero eso no es justo! ¡Me engañaste! 
La Muerte: Yo no te engañé (Se va acercando a él) El contrato que firmaste decía que vivirías más de los
seis meses, viviste seis meses y un día, trato cumplido. 
Ernesto: ¿¡Solo por un día más!? (Retrocede un poco) ¡Esto no puede ser! 
La Muerte: Y llegó el momento que tú cumplas con el tuyo, nos vamos inmediatamente. 
Ernesto: (Comienza a desesperarse y se arrodilla ante La Muerte) ¡Por favor, piedad! ¡Piedad!(La Muerte
levanta extiende su mano derecha y Ernesto, de la desesperación, comienza a correr pero a unos pasos,
algo lo deja inmóvil, como petrificado) No me hagas esto, por favor dame unos meses más, por el amor de
Dios (La Muerte se acerca a él y tocándolo en la cabeza, lo tira al suelo) 
La Muerte: ¡Ernesto Mendieta, levántate! (Ernesto se levanta y sorprendido, se revisa todo el cuerpo
tocándoselo pero no encuentra nada anormal) 
Ernesto: ¿¡Qué me hiciste!? (Con su dedo, La Muerte le señala el piso. Ernesto, asustado, voltea muy
lentamente y ve su cuerpo que aún está tirado) ¡No, no! ¡No puede ser! ¡Esto es… imposible! 
La Muerte: Llegó la hora (Saca de su manga una cadena y con ella, comienza a atarle los pies. Luego, lo
empuja y lo arrastra hasta llevarlo al abismo) Estarás toda la eternidad a mi lado yo seré tu única
compañera en tu soledad (Se abre como una especie de portal y comienzan a oírse gritos de dolor y
lamento) 
Ernesto: ¡¡¡Noooooooo….!!!

Fin
Título: Así se escribe un cuento 

Personajes: 
José 
Carolina 
Fernando 
David 
Mamá

José está sentado en un escritorio con una libreta y una pluma, está tratando de escribir un cuento pero no
puede. Lo vemos escribir un poco para después notar su cara de disgusto, romper la hoja y tirarla en un bote
de basura que tiene en ese mismo cuarto.

(Tocan la puerta de su cuarto) 


José: Adelante 
(Se abre la puerta y Fernando, Carolina y David entran al cuarto. José se levanta y los saluda uno a uno,
luego regresa y se sienta, quedando frente a sus amigos) 
José: (sonriendo) ¿qué los trae por aquí? 
Carolina: ¿Qué más? Venimos a ayudarte, a sacarte del cautiverio en el que te encuentras. 
David: Amigo, sé que no sales de tu casa por trabajo y no porque te desagrademos pero como pasa mucho
tiempo sin verte empezamos a dudar. 
José: Saben bien que no es así... 
Fernando: Sabemos que tienes suerte y talento, que ahora escribes cuentos para una revista muy famosa de
estados unidos y que te pagan bien pero ¡recuerda que sigues teniendo 18 años! No es sano para alguien de
tu edad estar tanto tiempo encerrado. 
José: Lo sé, pero es que este cuento me está costando mucho terminarlo. Es el mismo que ya les conté y sólo
me falta el final. 
Carolina: Pues entonces te ayudamos ahora mismo a terminarlo para que nos acompañes a cenar. 
José: (Con una sonrisa) Muy bien... Ya saben cómo va ¿qué sugieren que pase ahora? 
Carolina: Mmm…Pienso que la protagonista y su nuevo vecino deberían terminar juntos, a ella le gusta él
desde la primera vez que lo vio y él se ha estado enamorando de ella de poco en poco. (Mira a ver a
Fernando) Cómo que ya es hora de que cada uno demuestre sus sentimientos... 
(Tocan la puerta) 
José: ¡Está abierto! 
(Entra la mamá de José) 
Mamá: (con cara confusa) Hijo, ¿con quién hablabas? 
José: Con nadie mamá, sólo estoy escribiendo. ¿Lo vas a leer cuando lo termine? 
Mamá: Claro que sí, bueno, apúrate para que bajes a cenar. 
(La mamá sale del cuarto y cierra la puerta detrás de ella) 
David: No, espera. ¿Qué hay de David, el amigo de la infancia de la protagonista? (Mira a ver a Carolina) Él
también siente algo por ella y para complicar las cosas es muy buen amigo del vecino (Mira a ver a
Fernando). ¿Vas a arruinar su amistad? La protagonista y el amigo de la infancia es una relación más bonita
y duradera. Los que lean el cuento van a estar encantados con un final en el que ellos dos terminen juntos
para siempre. 
Fernando: Yo creo que nadie debería quedarse con nadie, los finales felices son muy comunes en los cuentos
y la verdad es que ya me cansé de ellos. Mejor que haya una escena final en la que todos digan sus
respectivos sentimientos y en donde todos se molesten con todos, el vecino se va de viaje, David se suicida y
Carolina la protagonista se queda amargada para siempre. Fin 
José: (aplaudiendo) Todas son muy buenas ideas y me han dado inspiración, he decidido cómo va a terminar
el cuento... ¡Todos van a morir! (se levanta de su asiento muy excitado y feliz, cómo si acabará de descubrir
que se ganó la lotería. Mientras tanto Fernando, Carolina y David se ven los unos a los otros sin decir nada).
¡Es el final perfecto! ¿Recuerdan que al principio del cuento el padre de Carolina muere? Pues haciendo que
todos mueran al final es como si cerrará todo un ciclo, les explico... 
(Fernando, Carolina y David salen corriendo del cuarto) 
José: (mirando al público) Supongo que no les gustó el final (se encoge de hombros y luego toma asiento en
su escritorio). 
Fin

Título: Armas y Mujeres

Personajes:
Coffy 
Sheba
Pam 
Jackie

Ambientación: Dos bandas conformadas ambas por dos mujeres (En el primero Pam y Jackie, en el segundo
Coffy y Sheba) se encuentran en un solitario estacionamiento después de una disputa que ha durado muchos
años. 

Pam: Estamos aquí, exactamente como ustedes mis queridas reinas lo solicitaron.
Jackie: Espero que se pueda confiar en sus palabras.
Sheba: Niña, mentirosas no somos. 
Coffy: Todas tenemos tantas ganas de acabar con ésto tan rápido como ustedes, ya mucho se ha pagado por
peleas ajenas. 
Jackie: Estoy de acuerdo, quienes comenzaron con la pelea ya están muertas y enterradas.
Sheba: Bueno, de eso solo ustedes pueden contestar las preguntas, nosotras nunca vimos cadáver alguno. 
Pam: ¿Qué quieres decir?
Sheba: Sabes bien que es lo que quiero decir.

(Pam mete sus manos a la blusa, Sheba repite el movimiento pero antes de que ambas saquen sus armas
Jackie y Coffy las detienen) 

Coffy: No tenemos que enloquecer por palabras vacías, lo importante es terminar con todos nuestros
problemas.
Pam: ¿Meterles una bala en medio de la cara no es una forma de terminar con los problemas de todas? 
Jackie: Pam, guarda silencio.
Sheba: Así que te llamas Pam, creo que para liberar la tensión lo mejor sería hablarnos por nuestros
nombres, por ejemplo yo soy Sheba. 
Jackie: Te seguiré el juego, mi nombre es Jackie y conozco muy bien a Coffy así que no hace falta que me
recuerdes tu nombre. 
Coffy: Hola, vieja amiga ¿Cómo has estado? 
Pam: No me habías dicho que las conocías.
Sheba: ¿De dónde se conocen? 
Coffy: Eso no importa.

(Pam saca su arma y apunta a Coffy, entonces Sheba saca la suya y apunta a Pam, Jackie asustada con su
arma apunta a Sheba y por ultimo Coffy apunta a Jackie.)

Pam: Claro que importa. 


Jackie: Pam baja tu arma, toda esta tensión no es necesaria. 

(Pam saca otra arma y apunta a Jackie, Jackie hace lo mismo y apunta a Pam)

Pam: Pero si ninguna de nosotras esta tensa ¿Estás tensa Sheba?


Sheba: Solo confundida ¿Qué diablos está pasando?
Pam: Al parecer estas dos ya tenían un plan preparado y ahora que lo pienso posiblemente tu también estés
en él. 
Coffy: Y ahora que llegaste a ese punto, ¿Cómo le harás para apuntarle a Sheba también? No creo que
tengas otra arma guardada o una mano extra.
Sheba: Ella no, pero yo sí. 

(Sheba saca otra arma y apunta a Coffy, Coffy hace lo mismo y apunta a Sheba)

Coffy: Creo que esta no fue tan buena idea al fin y al cabo.
Pam: No, la mala idea fue decir que ustedes dos se conocen.
Jackie: Estudiamos juntas la secundaria, eso fue hace mucho tiempo.
Sheba: Claro que me voy a creer eso.
Pam: Sabes, algo me decía que esto estaba mal, que no debía presentarme, de ahora en adelante debo hacerle
más caso a mis instintos, y como veo que Sheba tampoco sabía nada de esto, me pregunto para qué diablos
nos necesitaban a nosotras aquí.
Sheba: Yo, yo no entendí por que debíamos de juntarnos con las líderes, muertas la guerra terminaría por sí
sola. 
Pam: Al menos de que no quieran terminar la guerra ¿Me estoy acercando? 
Jackie: Caliente. 
Sheba: ¿Pero por qué no quieren que la guerra termine? Coffy tu hermana murió por culpa de este infierno. 
Coffy: ¿No se han dado cuenta? En nuestras manos hay en total 8 razones por las que queremos que todo
siga tal y como esta.
Pam: ¡Las armas! Son iguales, ustedes han estado traficando y vendiendo armas a ambas bandas.
Jackie: ¡Bingo! 
Sheba: Malditas perras, sobre todo tu Coffy, tu mataste a tu hermana, la líder iba a hacer un trato con ellas y
lo único que le hizo seguir peleando fueron tus suplicas cuando encontramos a tu hermana en la calle.
Pam: Entonces pensaron que cuando nuestras amigas encontraran mi cuerpo y el de Sheba sin vida la guerra
continuaría, yo creo que han visto muchas películas blaxploitation, en la vida real algo así nunca
funcionaria. 
Jackie: Siempre se puede intentar 
(Jackie comienza una ráfaga de disparos en la cual las cuatro terminan muertas.) 

Sin Reflexión

Personajes: 
Gabriel
Pamela 

Ambientación: Un pequeño estudio con una mesa y una silla en frente, Gabriel estará sentado en ella,
encima de la mesa se podrá percibir una libreta y varios papeles desorganizados y algunos arrugados, como
si fueran ideas descartadas, Gabriel sostendrá un lápiz en la mano durante toda la obra, jugara con él entre
sus dedos.

(Gabriel escribe en su libreta, Pamela entra a escena pero él no mira a verla no parece haberse dado cuenta
de que entró por lo tanto ella sólo se queda mirándolo, segundos después Gabriel desgarra la hoja
violentamente y la tira, algo parece haberle molestado.)

Pamela: Bravo, (aplaude una sola vez) te felicito veo que has hecho un gran avance con tu libro. (Con tono
de sarcasmo)
Gabriel: Pamela, no molestes estoy trabajando, por favor te lo suplico. 
Pamela: Mira Gabriel, no te dije nada cuando dejaste tu trabajo para poder “concentrarte” (Hace las comillas
con los dedos) en tu escritura, pero hombre ya pasaron tres meses y yo no puedo mantenerte por siempre. 
Gabriel: Te pedí que me dejaras vivir contigo sólo por un tiempo, hermanita, lo único que necesito es un
poco más de paciencia. (Apunta con el lápiz hacia ella como si fuera una clase de amenaza.)
Pamela: Un poco más de paciencia… Ya eres un niño grande Gabriel, debes de darte cuenta que no serás un
gran escritor, estás a nada de cumplir 25, ¿Te gusta que la gente te trate como si sintieran pena por ti?
Gabriel: Sabes al final de todo nuestra madre tenía razón en algo, debajo de tu linda cara solo eres otra perra
cruel. 
Pamela: Quiero que te largues de una vez de mi casa. (Enojada pero sin gritar)
Gabriel: ¿Recuerdas alguna de las cosas que solía decir? (Sonríe) 

(Pamela lo mira fijamente y ninguno habla por unos segundos, Gabriel sigue sonriendo, mira a su libreta,
cuando regresa su mirada a su hermana la sonrisa se ha borrado.)

Gabriel: Y cito: (Actuando como una persona femenina alcoholizada mínimamente) Una vez los doctores
me dijeron el hecho de que la niña haya nacido unos meses antes no afectaría por ninguna razón en su
intelecto; Me mintieron mi hija es una idiota, guapa, pero idiota.

(Pamela mientras que su hermano lo cuenta baja su mirada hacia un lado, al finalizar lo mira de nuevo.) 
Pamela: Hoy, llévate lo que quieras, si quieres te doy dinero prestado pero quiero que te vayas hoy.

(Pamela sale de la escena, Gabriel la persigue con la mirada, cuando por fin sale de escena, él mira hacia su
libreta, escribe algo, suspira, se levanta de la silla con el lápiz en la mano y sale de escena.)

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