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Conmemoración de los Fieles Difuntos

Primera lectura Isaías 25, 7-9

Lectura del libro del profeta Isaías

En aquel día:
el Señor de los Ejércitos preparará,
para todos los pueblos en este monte,
un banquete con manjares frescos,
un banquete con buenos vinos
y manjares exquisitos.
Y arrancará de este monte
el velo que cubre a todos los pueblos
y el paño que cubre a todas las naciones.
Aniquilará a la muerte definitivamente.
El Señor secará
las lágrimas de todos los rostros,
y quitará el oprobio de su pueblo.
Se dirá aquel día:
«Aquí está nuestro Dios:
de quien esperamos que nos salve;
llenémonos de regocijo
y alegría por su salvación.»

Palabra de Dios.
Conmemoración de los Fieles Difuntos

SALMO RESPONSORIAL: Sal 114

Caminaré en presencia del Señor

El Señor es benigno y justo,


nuestro Dios es compasivo;
el Señor guarda a los sencillos:
estando yo sin fuerzas, me salvó.

Tenía fe, aun cuando dije:


«¡Qué desgraciado soy!»
Yo decía en mi apuro:
«Los hombres son unos mentirosos.»

Mucho le cuesta al Señor


la muerte de sus fieles.
Señor, yo soy tu siervo,
rompiste mis cadenas.
Conmemoración de los Fieles Difuntos

Segunda Lectura: 1 Cor 15,51-57

Lectura de la primera carta del apóstol san


Pablo a los Corintios

Hermanos:
Les voy a declarar un misterio: No todos
moriremos, pero todos nos veremos
transformados.
En un instante, en un abrir y cerrar de ojos, al
toque de la última trompeta; porque resonará, y
los muertos despertarán incorruptibles, y
nosotros nos veremos transformados.
Porque esto corruptible tiene que vestirse de
incorrupción, y esto mortal tiene que vestirse de
inmortalidad. Cuando esto corruptible se vista
de incorrupción, y esto mortal se vista de
inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra
escrita:
«La muerte ha sido absorbida en la victoria.
¿Dónde está, muerte, tu victoria?
¿Dónde está, muerte, tu aguijón?»
El aguijón de la muerte es el pecado, y la fuerza
del pecado es la ley.
¡Demos gracias a Dios, que nos da la victoria
por nuestro Señor Jesucristo!

Palabra de Dios.
Conmemoración de los Fieles Difuntos

Evangelio: Mateo 25,31-46

+ Proclamación del santo Evangelio Según San


Mateo

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:


Cuando el Hijo del hombre venga, rodeado de
esplendor y de todos sus ángeles, se sentará en
su trono glorioso. La gente de todas las
naciones se reunirá delante de él, y él separará
unos de otros, como el pastor separa las ovejas
de las cabras. Pondrá las ovejas a su derecha y
las cabras a su izquierda.
Y dirá el Rey a los que estén a su derecha:
‘Vengan ustedes, benditos de mi Padre; reciban
el reino que está preparado para ustedes desde
que Dios hizo el mundo. Pues tuve hambre, y
ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me
dieron de beber; anduve como forastero, y me
dieron alojamiento. Estuve desnudo, y ustedes
me vistieron; estuve enfermo, y me visitaron;
estuve en la cárcel, y vinieron a verme”.
Entonces los justos preguntarán: “Señor,
¿cuándo te vimos con hambre, y te dimos de
comer? ¿O cuándo te vimos con sed, y te dimos
de beber? ¿O cuándo te vimos como forastero, y
te dimos alojamiento, o desnudo y te vestimos?
¿O cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y
fuimos a verte?”
Conmemoración de los Fieles Difuntos

El Rey les contestará: “Les aseguro que todo lo


que hicieron a uno de estos hermanos míos más
humildes, a mí me lo hicieron”.
Luego el Rey dirá a los que estén a su
izquierda:
“Apártense de mí, malditos, váyanse al fuego
eterno preparado para el diablo y sus ángeles.
Pues tuve hambre, y ustedes no me dieron de
comer; tuve sed, y no me dieron de beber;
anduve como forastero, y no me dieron
alojamiento; estuve desnudo, y no me
vistieron; estuve enfermo, y en la cárcel, y no
me visitaron”.
Entonces ellos le preguntarán: “Señor, ¿cuándo
te vimos con hambre o con sed, o como
forastero, o falto de ropa, o enfermo, o en la
cárcel, y no te ayudamos?”.
El Rey les contestará: “Les aseguro que todo lo
que no hicieron por una de estas personas más
humildes, tampoco lo hicieron conmigo”.
Esos irán al castigo eterno, y los justos a la vida
eterna.

Palabra del Señor.

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