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APUNTE 9
TEMA: La coordinación
Prof. Eduardo Bibiloni
A veces se suelen reconocer dos tipos más, los ilativos (ergo, luego,
conque, etc.) y los causales (pues). No trataremos de ellos aquí.
Hay algunas particularidades de cada una de estas unidades: ni contiene un
rasgo de negación, que tienen empleos muy restringidos: solo puede unir verbos
iguales; sino se emplea después de un primer coordinado negativo; mas es de uso
escrito solamente; e reemplaza a y y u reemplaza a o cuando los segundos
coordinados comienzan, respectivamente con (h)i y (h)o.
Hay ciertas diferencias generales: los coordinantes copulativos y
disyuntivos son poliádicos y simétricos; los coordinantes adversativos, en cambio,
son diádicos y asimétricos. Es decir: los primeros pueden unir más de dos
coordinados y el orden, en general, no es pertinente; los adversativos, por su
parte, sólo pueden unir dos coordinados y éstos no pueden permutarse.
(2) a b.
cte
cte
1
En primer lugar cabe decir que las conjunciones no parecen tener
restricciones en lo que respecta a la selección categorial, como se ve en los
siguientes ejemplos.
De una oración como la de (5) a una oración como la de (4) se suponía que
actuaba una regla llamada de reducción de la coordinación que eliminaba uno de
los elementos iguales. Lo mismo ocurría cuando la coordinación se daba en el
predicado, como se ejemplifica en (6).
2
que resulta interesante en este ejemplo es que (8.c) sólo puede ser entendida
como denotando dos acciones diferentes; (7.c), por su parte, tiende a ser
entendida como una sola acción realizada en conjunto por Juan y Pedro. Lo que
decimos de (8.c) parece exacto, pero lo dicho de (7.c) claramente no lo es: (7.c),
en realidad es ambigua y puede denotar una acción o dos acciones. En este
segundo sentido podría admitirse que derive de (8.c) pero en el otro, no. Por tal
razón no vale sostener la hipótesis de la derivación, ya que una oración derivada
de otra debería tener todos los sentidos de aquella y sólo los sentidos de aquella.
El otro problema de la hipótesis de reducción de la coordinación, mucho
más grave aun ya que la ataca con más generalidad, se muestra en contrastes
como el siguiente.
Adviértase que los ejemplos propuestos en (9) son semejantes a los de (6)
en cuanto a la estructura de la coordinación. Si aquellos parecían dar sustento a la
hipótesis de la reducción de la coordinación, ello se debía exclusivamente a que
estaban construidos con nombres propios. Si en vez de un nombre propio
tenemos una expresión cuantificada mediante el artículo indefinido, como en (9), la
equivalencia se quiebra y ya no es posible pensar en que la primera sea derivada
de la segunda.
Como consecuencia de todo ello parece que hay que aceptar que los
coordinantes no establecen restricciones en cuanto a la selección categorial, ni en
cuanto al nivel de complejidad de sus coordinados. Ilustraremos esto en lo que
sigue.
3
teoría: al pasar de la forma profunda a la superficial debe cambiar la estructura de
la oración. Para no hacerlo deberíamos tal vez volver a pensar en un esquema de
coordinación como el de (2.b). Dejaremos este problema abierto.
Semejantes discusiones y problemas se suscitan en el análisis de la
coordinación de otras categorías. Veremos algunos ejemplos de SN y SA, para
completar el cuadro.
Para dar cuenta de las diferencias de (14) hay que proponer tres análisis
diferentes, que consignamos en (15), respectivamente.
4
sintáctico y da como resultado un sintagma de esa misma categoría y nivel.
Esto mismo puede representarse en forma de árbol de alguna de las
siguientes maneras.
(21)
a. b.
X
cte X cte X