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Facultad de Psicología
L.U.: 389284130
DNI: 25.914.007
Año 2020
Agradecimientos
¡Muchísimas gracias!
Sofía Luongo
1
Índice General
AGRADECIMIENTOS .................................................................................................. 1
ÌNDICE GENERAL ....................................................................................................... 2
RESUMEN ................................................................................................................... 3
ABSTRACT .................................................................................................................. 4
1.INTRODUCCION ...................................................................................................... 5
1.1 Planteo del Problema ........................................................................................ 6
2.MARCO TEORICO .................................................................................................... 8
2.1 Antecedentes ................................................................................................... 8
2.2 Definicion de Violencia Laboral........................................................................ 16
2.3 Fases de la Violencia Laboral ......................................................................... 18
2.4 Causas de la Violencia Laboral ...................................................................... 18
2.5 Consecuencias de la Violencia Laboral .......................................................... 18
2.6 Cultura Organizativa ....................................................................................... 20
2.7 Comunicación ................................................................................................. 21
2.8 Acoso Moral ................................................................................................... 22
2.9 Concepto de Trabajo ...................................................................................... 24
3.METODOLOGÍA ..................................................................................................... 26
3.1 Objetivo general ............................................................................................... 26
3.2 Objetivos específicos ........................................................................................ 26
3.3 Supuestos ........................................................................................................ 26
3.4 Tipo de Estudio................................................................................................. 26
3.5 Población.......................................................................................................... 27
3.6 Muestra ............................................................................................................ 27
3.7 Técnicas e instrumentos para la recolección de datos ...................................... 27
3.8 Procedimiento................................................................................................... 27
4.PRESENTACION Y ANALISIS DE LOS RESULTADOS ......................................... 28
5. DISCUSIÓN Y COMENTARIOS ............................................................................. 37
6.REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS ........................................................................ 40
7. ANEXOS ................................................................................................................ 46
7.1 Instrumento de recolección de los datos ........................................................... 46
2
Violencia Laboral en las Organizaciones: Percepciones y Experiencias de
Trabajadores en Relación de Dependencia
Sofía Luongo
Resumen:
3
Labor Violence in Organizations: Perceptions and Experiences of Workers in
Dependency Relationship
Sofía Luongo
Abstract:
4
1. Introducción
produciendo. (p.12)
5
psicología del trabajo pretende compatibilizar una dualidad de aspectos
concernientes a empresas. En primer término, el desarrollo de la eficiencia operativa,
con más la opción de preservar el equilibrio organizacional a favor de la promoción
de la salud y el desarrollo personal de sus integrantes. Seguidamente, pretender
visibilizar tales situaciones debido a que conforme los usuarios toman conciencia de
que ello puede ocurrir, podrán solicitar auxilio e incidir en que la situación se
modifique.
6
desconocer la magnitud real del problema. En ese orden, es más que considerado
indagar sobre esta temática ya que está relacionada con el área de salud mental, la
cual denota naturalmente un área de incumbencia.
7
2. Marco Teórico
2.1 Antecedentes
8
muchos casos, en cabeza de un solo actor. Por ende, la violencia queda
judicializada, aunque no tenga un tratamiento jurídico externo y no marque una
forma de intervenir sobre los procesos.
En tanto, Filippi y Napoli (2012), concluyen que la violencia laboral emerge de
factores psicosociales. Así, es imprescindible analizar no sólo lo vinculado con la
díada agresor-agredido, sino también la relación con testigos, de modo similar a que
los gerentes no contemplen en su gestión a la salud como un efecto del medio
psicosocial.
De una manera similar, otro estudio llevado a cabo por Ferrari, Filippi, Cebey,
Córdoba, y Napoli (2013), centrado en indagar el papel de la variable ambiente y las
condiciones sociodemográficas de los trabajadores en la predicción de los procesos
de acoso laboral.
Estos autores hallaron que las organizaciones grandes están frecuentemente
caracterizadas por sistemas de gestiones burocratizados, por lo que decisiones
como la salida o despido implicarían una serie de instancias y justificaciones, que, al
no ser accesibles, podrían dar lugar a la emergencia de procesos menos legítimos y
más efectivos para neutralizar o deshacerse de algunos trabajadores, sería un acoso
estratégico.
En cuanto a la posición subordinada u operativa, se observan conflicto y
ambigüedad del rol sumados a la carga de trabajo entendida como presión e
intensificación del trabajo. Respecto a los puntajes bajos en el factor clima afectivo y
acatamiento de las normas, este aspecto parece indicar que en este sector existe
menos posibilidad de generar un compromiso estable con los valores de la
organización y con sus miembros.
De ese modo se pondría en evidencia la dificultad de identificación y la baja
implicación que algunos trabajadores encuentran en los sistemas de la actividad
privada. En ausencia de soporte grupal, la exigencia forzada de trabajo grupal y la
competencia entre equipos, adicional respecto de la compensación utilizada por la
organización, promueven la competitividad interna. La condición competitiva de las
organizaciones privadas es un elemento motivador de frustración e insatisfacción a
nivel individual y relacional, lo que determina un bajo clima de apoyo social y facilita
el desarrollo de situaciones de acoso.
Asimismo, el trabajo de Ferrari, Filippi, Córdoba, Napoli, Cebey y Trotta
(2013), buscaba encontrar factores predictores en relación al acoso laboral. En
9
consecuencia, los resultados obtenidos dan cuenta de la interpretación sobre que las
variables socio-organizacionales y sociodemográficas tienen una vinculación
precursora y explicativa para la emergencia de situaciones de acoso. Uno de los
predictores más frecuentes ha sido para todos los factores estudiados la
autopercepción, la reflexividad que los protagonistas tienen a fin de identificar los
comportamientos organizacionales como de naturaleza diferente a los de un contrato
psicológico de expectativas positivas.
El tamaño de la organización es otro elemento de incidencia fuerte a la hora
de pensar en la emergencia y desarrollo de procesos de acoso laboral, donde las
organizaciones grandes son más frecuentemente afectadas, entre otras cosas, por
las formas estandarizadas de organización del trabajo, la frecuencia de
comunicaciones verticales o bien de tipo centro-periferia, y la delegación en distintos
niveles de supervisión con las personas y sus tareas.
Asimismo, Artigas y Córdoba (2016), encontraron ciertas diferencias respecto
hombres y mujeres. Inicialmente, los hombres no admiten intromisiones en su vida
privada y tampoco la descalificación como un modo de comunicación organizacional,
lo cual da cuenta de cómo es la visión masculina. Las mujeres, en cambio, se
muestran más sensibles a padecer sintomatología ligada a la vivencia del acoso
laboral, permitiéndose destacar el hecho de que todos los participantes de la
muestra perciben de modo similar el trabajar con un buen clima emocional y afectivo.
Otra diferenciación que aporta este estudio constituye aquellas cuestiones
producidas por el sector privado, en donde se evidencia que para los trabajadores
del contexto laboral privado se consideran como moderadores del malestar a la falta
de herramientas para el diálogo, las cuestiones que se silencian (sanciones y
despidos), el impacto de las fuentes de influencia en el día a día (jerarquía,
capacidad, antigüedad), los vínculos horizontales y verticales, la intromisión en la
vida privada, la descalificación y existencia de sintomatología.
A diferencia de los trabajadores públicos, para la existencia de fuentes
informales de poder que circulan en sus organizaciones, causándoles malestares,
podrán representar una disfuncionalidad para sus organizaciones, pudiéndose
pensar que estas diferencias que preocupan a los trabajadores de cada sector
provienen de su imaginario sobre sus organizaciones.
10
En líneas generales, la no existencia de condiciones que garanticen buen
clima, valores, buenos ambientes se vinculan de modo directo a la posible
emergencia del acoso laboral.
En esta misma línea de sentido, Bordalejo, Trotta y Napoli (2017),
encontraron que las distintas situaciones y procesos de violencia laboral no se
reducen en su configuración a las características personales de los actores
involucrados, sino que se suscitan en un entramado cultural que las deforma en
calidad de hábitos de ciudadanía organizacional. La cultura, en tanto conjunto de
valores y creencias de una organización, se constituye de ese modo en un objeto
fundamental para comportarse por parte de los trabajadores. De ese modo, se
tienden a retroalimentar los procesos perceptivos y se naturalizan ciertos tipos de
comportamientos en detrimento de otros. Consecuentemente, en base a los distintos
aspectos mencionados, se delimita considerablemente la calidad de vida laboral de
sus miembros, así como de sus desempeños.
Por otro lado, la investigación llevada a cabo por Artigas, Ferrari y Córdoba
(2017), halló que las relaciones entre jefes y colegas se asocian con la existencia del
malestar comunicacional provocado por modos deficitarios de comunicación verbal y
no verbal. Un factor que incide en las conductas de intromisión o irrespeto hacia la
vida de los trabajadores es la creencia acerca de que la organización no gestiona de
modo satisfactorio las diferencias, aumentando la posibilidad de incurrir los
trabajadores en conductas de irrespeto. El clima emocional de los trabajadores se
asocia a la posibilidad de contar con espacios de dialogo, la disidencia, los discursos
sin dobles mensajes. Además, estos actos descalificativos, son causa o
consecuencia de conflictos que impactan de modo negativo. De la totalidad de las
variables socio-demográficas estudiadas se seleccionaron para comunicación las
que han registrado diferencias u homogeneidades más significativas. Existen
acuerdos en cómo se percibe en ambos grupos al clima emocional y afectivo, que
explica el apego o devoción a los deberes del trabajo, incluyendo también temas que
afectan al ambiente de trabajo, y la correspondencia o el desajuste entre los valores
de la organización y los valores de los trabajadores.
Asimismo, la investigación llevada a cabo por Bordalejo, Bucosky Yolde,
Sicardi, Fusaro (2017), realizó una revisión teórica y su articulación con un caso.
En dicho caso, es posible encontrar ciertas conductas hostiles las cuáles son
características del acoso laboral, entre ellas: el ataque a las condiciones de trabajo,
11
los ataques personales, y la descalificación continua de la persona. Por otra parte,
se destaca la importancia del rol del psicólogo frente a este tipo de situaciones, en
las cuales se debe poder darle las herramientas al consultante para que pueda
correrse del lugar de víctima y rehacer su autoestima, rencontrarse con sus propios
valores y relacionarse tanto con sus pares como con sus superiores desde una
posición más sólida.
En lo que hace al contexto latinoamericano, Cardona y Ballesteros (2005),
definen al mobbing como una forma de violencia de tipo psicológico y discriminatorio
hacia una determinada persona por parte de sus superiores o de compañeros en el
lugar de trabajo, fenómeno que inicia con ataques suaves pero sucesivos, siendo
una violencia sin huellas que se va intensificando con comportamientos violentos o
agresivos por parte de los superiores o compañeros.
Según estos autores, tras un lapso de tiempo, los directivos de la
organización se ponen en conocimiento, pero no toman medidas y se llega a la
marginación y/o expulsión del acosado. El acoso psicológico en el trabajo es un
problema que afecta a la población trabajadora mundial, por tanto, es de vital
importancia abordarlo desde diferentes disciplinas para poder otorgar protección real
a la víctima, y no esperar que los acosadores se sigan amparando en la ignorancia
del problema o que se presenten casos graves para la toma de decisiones.
Asimismo, Castillo & Cubillos (2012) explican en su investigación que los
fenómenos de violencia laboral se viven en privado al accionar como objeto de
control individual escasamente expresados. Así se identifican dificultades para en su
momento referirse al mencionado fenómeno o para tomar a cargo el problema y
resolverlo. Estos autores agregan que, los individuos desarrollan cierto nivel de
tolerancia de magnitud a punto tal que dicha violencia lograría ser naturalizada, de
modo específicamente ambientado para considerar la capacidad que puede tener un
sujeto a resistir como una demostración de ser exitoso.
La violencia organizacional ofrece un espacio complejo de estudio no solo por
la naturaleza a veces invisible de los actos sino también por la influencia directa del
medio social, político, económico y familiar que contribuye a una especie de
naturalización del fenómeno en la vida laboral de las personas. Es decir, los actos
violentos en las organizaciones hacen parte de la estructura misma del trabajo, son
connaturales al trabajo y por tanto deben ser soportados y/o tolerados por los
individuos.
12
En esta línea de sentido, Soares Cugnier & Silva (2016), explican que las
organizaciones saludables son aquellas que tienen formas y prácticas de estructurar
y gestionar los procesos de trabajo de manera que hacen con que sus trabajadores
siéntanse más felices y relevantes. Es a partir de esto, que se generarán resultados
relacionados con la excelencia organizacional, como productos y servicios de alta
performance, además de mantener excelentes relaciones con los varios segmentos
del ambiente organizacional externo. Dichos autores, consideran importante que los
dilemas y discrepancias sean resueltos, buscando prevenir y cohibir el acoso moral
en el trabajo.
Por su parte, Porras Velásquez (2017), explica que es difícil coincidir a la hora
de identificar si un hecho particular es violencia o no, ya que entre otras cosas
depende del punto de vista de la persona.
La violencia suele aparecer como un abuso de poder. Así, la violencia en el
trabajo no tiene las mismas consecuencias ni provoca las mismas reacciones en
todas las personas, debido a que las diferencias entre las habilidades, capacidades
y recursos de afrontamiento entre ellas pueden ser muy distintas. Sin embargo, sus
consecuencias son devastadoras en la mayor parte de los casos.
A través de la promoción de salud se pretende prevenir riesgos, entre ellos
accidentes de trabajo, lesiones incluyendo enfermedades relacionadas con el trabajo
como es el estrés, y a su vez fomentar la capacitación individual con respecto a la
importancia de la salud para así contribuir a una mejora en la calidad de vida en
general. Para que exista un entorno laboral saludable, éste debe presentar ciertas
características, como promover la participación de los trabajadores y otros actores
sociales interesados en la realización de acciones conjuntas para controlar, mejorar
y mantener la salud y el bienestar de los trabajadores; y la realización de procesos
orientados a lograr el empoderamiento de empleados y empleadores (Barrios &
Paravic, 2006).
Palma Contreras, Ahumada Muñoz, y Ansoleaga Moreno (2018), concluyen
que cuando la violencia es reiterada y de tipo físico es mayor el afrontamiento activo.
Por el contrario, cuando se trata de hechos aislados estos tienden a afrontarse de
manera pasiva, apreciándose mejores resultados en el afrontamiento cuando poseen
apoyo social.
A diferencia de ello, los trabajadores/as que soportan la violencia laboral en
silencio poseen los niveles más altos de afecciones físicas y psicológicas. El
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afrontamiento pasivo individual es el que predomina en los relatos de los
entrevistados y entrevistadas; recurren al afrontamiento activo cuando el maltrato es
reiterado. La mediación del sindicato, el apoyo de parte de compañeros y de la
organización son valorados positivamente; y existen opiniones contradictorias frente
a la gestión de parte de organismos estatales.
A nivel mundial, Leymann (1996) fue el primer experto europeo en
proporcionar una definición operativa del concepto “mobbing”:
El terror psicológico o mobbing en la vida laboral implica una comunicación
14
los trabajadores por parte del personal administrativo. En esta fase la persona
acosada es señalada y estigmatizada de manera general. La cuarta fase plantea la
expulsión de la vida laboral. La persona se separa de la organización. La situación
puede generar en las personas enfermedades que le conducen a una incapacidad y
necesidad de ayuda médica y psicológica.
Barón Duque, Munduate Jaca y Blanco Barea (2003) explican que el acoso
moral en el trabajo se ha instaurado como una epidemia afectando a miles de
trabajadores. Definen al fenómeno como una conducta hostil o intimidatoria, la cual
se practica hacia un trabajador, ya sea desde una posición jerárquica superior o
desde un grupo de pares. Dicha conducta es reiterativa en el tiempo, pasando por
distintos tipos de agresiones. Se identifican en el moobing tres elementos
principales: a) El agente que ejerce la influencia, pudiendo ser éste una persona o
un grupo de personas; b) Los métodos de influencia o estrategias que se utilizan
para conseguir el propósito buscado con el acoso moral; y c) El destinatario de la
influencia, sobre la que recae, inicialmente al menos, la violencia del proceso y sus
consecuencias.
Estos autores enfatizan la importancia de que los sujetos acosados se
defiendan, y que lo hagan, si es posible, antes de que se produzca el daño. Dada su
complejidad, el abordaje del fenómeno requiere de una mirada multidisciplinar, tanto
en su conceptualización, como en la intervención para su prevención y su
tratamiento.
Por otra parte, Piñuel Zabala y Oñate Cantero (2006) determinan que las
razones de los agresores para desencadenar el moobing, son variadas. Suele ocurrir
que la víctima es envidiada por la aceptación o el aprecio que despierta en sus
compañeros, subordinados, jefes, etc. Puede desencadenarse también, por no
haberse dejado el trabajador manipular por otros, o por presentar ciertas
características que lo diferencian de los otros trabajadores. Las técnicas que se
utilizan para destruir psicológicamente al trabajador son muy variadas y hasta
pueden ser muy creativas. Comparten en común su intención de agobiar, calumniar,
atacar al trabajo, las convicciones, la vida privada del trabajador, ninguneando,
aislando, estigmatizando, etc.
Confirman estos autores a partir de su investigación que los sectores con más
casos de mobbing son las administraciones públicas, las empresas que proveen de
15
servicios sociales y personales a la comunidad, el sector sanitario y, en general las
actividades del sector terciario.
Por su parte, Hirigoyen (2014) explica que el acoso moral se produce cuando
varias personas se alían para perseguir a un colega mediante un acoso psicológico,
el cual, puede tomar distintas formas, como hacer comentarios negativos constantes,
criticar a la persona, aislarla, dejarla sin contacto social, o difundir informaciones
falsas sobre ella.
Una misma conducta puede llegar a tener diferentes efectos en función de la
persona contra la que se encuentra dirigida. De ese modo, el acoso moral tiende al
favorecimiento de que surjan en tanto específicos trastornos psicológicos o
psicosomáticos. Como se trata de un proceso evolutivo, la magnitud sintomatológica
es una función de la fase de la evolución. Cuanto más se prolongue y más aumente
la frecuencia junto a la intensidad, más se degrada la salud de la víctima expresada.
16
utilizar referencias sexuales para humillar, intimidar o agredir; c) elegir a la víctima
por motivos de su sexo. El hostigamiento racial es una conducta amenazante que
toma por base la raza, el color, la lengua, etc.
Otro concepto es el de amenaza, que Cebey y Trotta (2016) expresan que es
una promesa de uso de la fuerza física o poder que da por resultado temor al daño
físico, sexual, psicológico u otras consecuencias negativas. El acoso moral refiere a
un proceso intencionado y persistente que engloba a todo tipo de conducta abusiva
que atenta contra la integridad psíquica o física de una persona o contra su dignidad,
poniendo en peligro su empleo o haciendo un ambiente de trabajo degradante.
Asimismo, whistleglowing es una forma de acoso dirigida a callar a quienes
denuncian irregularidades o disfunciones dentro del sistema. El término Lijime,
asimismo, tiene que ver con las presiones grupales dirigidas a los ingresantes de la
Organización. Finalmente, el bullying o mobbing da cuenta de un comportamiento
ofensivo, repetido y sostenido en el tiempo, y se relaciona con la humillación o
desmerecimiento de un trabajador o de un grupo.
Podría nombrarse también, una nueva forma de violencia laboral, denominada
ciber-acoso, el cual se lleva a cabo a través de medios tales como mensajes de
texto, celulares, blogs, redes sociales, implicando un hostigamiento continuo, virtual
e intencional.
Por último, según el Manual de concientización y prevención sobre la
violencia laboral en las organizaciones empresariales (2016), la violencia laboral
puede manifestarse en diferentes acciones: sobrecarga o disminución de la
asignación de tareas, falta de información normativa laboral, falta de formación de
cuadros medios, obturación de los canales de comunicación, dirección con
liderazgos negativos, formas de ascenso no transparentes, inexistencia de espacios
de debates que posibiliten la opinión de los trabajadores.
Según la OAVL (2016), no se considera violencia laboral a los conflictos
laborales, es decir las divergencias o dificultades de relación entre las personas o
por reclamos relativos a las condiciones laborales; las exigencias organizacionales,
guardando el debido respeto a la dignidad del trabajador y sus derechos
patrimoniales excluyendo toda forma de abuso de derechos, siempre que sean
conformes al contrato de trabajo y a reales necesidades de la organización; el estrés
laboral como una consecuencia de una actividad o una tarea que se manifiesta en
17
una serie de alteraciones psicológicas y físicas; el burn out, el cual se manifiesta en
episodios de despersonalización y sentimiento de baja realización personal.
18
reducciones de plantilla, despidos), donde las condiciones y el clima de trabajo es
estresante y donde hay masificación y tiempos de espera largos.
Además la violencia en el trabajo suele darse en los trabajos que se realizan
en solitario, en los que implican intercambio regular de dinero con clientes, en los
trabajos nocturnos, en los lugares de trabajo que tienen bienes valiosos, en los que
se realizan servicios de seguridad privada, en los que se trabaja con público
(consumidores, usuarios, clientes, pasajeros, pacientes, etc.) y en los que se trabaja
con ciertos colectivos conflictivos o se desarrollan funciones de seguridad pública
(Cantera, Cervantes & Blanch, 2008).
19
producirse malestar entre los trabajadores, disminución en la productividad,
desaprovechamiento de las capacidades, pérdidas económicas y desprestigio social.
Según Filippi (2008), el contrato psicológico, entendido como “un conjunto de
expectativas no escritas en parte alguna, que operan a toda hora entre cualquier
miembro y otros miembros y dirigentes de la Organización” (p.34)., termina
lesionado.
Hoy en día surge una gran distancia entre lo que la empresa proclama y lo
que hace, sintiendo el sujeto que ese contrato ha sido violado. En lugar de que el
trabajo sea satisfactorio, que se pueda desplegar habilidades y crecer tanto personal
como profesionalmente generando reconocimiento, se genera un vínculo
insatisfactorio con uno mismo y con la organización de la que se forma parte,
pudiendo ocurrir que ese malestar no quede allí y que afecte tanto a los vínculos
familiares como a las relaciones amistosas.
20
son mejores, la apertura y el apoyo mayores, y la igualdad y el trato son justos, la
violencia dentro de la organización decrece.
En este sentido, Bordalejo y Ferrari (2017) sostienen que, si bien los estudios
sobre las condiciones y el medio ambiente laboral se han transformado en un gran
punto de interés para la psicología ya que estas variables influyen en la salud y
calidad de vida de los trabajadores, son escasos los estudios en relación a dicha
temática.
El psicólogo será quien, a partir de adoptar una visión compleja de la
situación, deba analizar e intervenir sobre los aspectos de la cultura organizacional
que se presenten como obstáculos para el bienestar y desarrollo profesional de los
trabajadores.
Asimismo, la Organización que tenga síntomas de violencia laboral, deberá
incluir en sus procesos de mejora continua algunas acciones como, por ejemplo,
números de emergencia, buzones de información, pantallas, carteles de divulgación
de la información para prevenir la violencia en el trabajo. Esto ayudará a que los
empleados tengan un buen ambiente de trabajo y mejoren su productividad. “Se
hace necesario la incorporación de nuevos valores a la cultura de la empresa,
mediante el establecimiento de una política preventiva y concretamente en materia
de violencia laboral, pautada y promovida desde la gerencia.” (Narváez et al., 2018,
p.18).
2.7 Comunicación
pero desde nuestro punto de vista, en dos aspectos, uno, como una de las
21
ya mencionado rumores que tienden asimismo a estigmatizar a las víctimas
mencionadas.
Así, el usuario violento usa la comunicación como herramienta de
manipulación. Ésta se halla localizada considerablemente en su conducta, mediante
la cual por un lado pretende ocultar su verdadera intención destructiva, al tiempo que
por el otro hace uso de la citada para ganar adhesiones en el entorno laboral. Por
otro lado, se piensa a la comunicación como medio de abordaje para resolver este
problema:
Es la construcción de un sistema de canales de comunicación en un grupo de
9).
22
En esta línea, Hirigoyen (2014), lo define como “toda conducta abusiva que
atenta, por su repetición o su sistematización, contra la dignidad o la integridad física
o psicológica de un trabajador y que pone en peligro su empleo o degrada el
ambiente de trabajo” (p. 23).
El principal objetivo es el desequilibrio y la eliminación del individuo que es
diferente, que no es conforme al sistema: lo que se busca es conseguir un grupo
homogéneo.
Es importante destacar lo siguiente: una misma conducta puede llegar a tener
diferentes efectos en función de la persona contra la que se encuentra dirigida. De
ese modo, el acoso moral tiende al favorecimiento de que surjan en tanto específicos
trastornos psicológicos o psicosomáticos.
Como se trata de un proceso, la magnitud sintomatológica es una función de
la fase de la evolución. Cuanto más se prolongue y más aumente la frecuencia junto
a la intensidad, más se degrada la salud de la víctima expresada (Hirigoyen, 2014).
Los aspectos que constituyen el acoso moral dentro del trabajo son los
siguientes: Conductas hostiles, las cuales pueden agruparse dentro de cuatro tipos;
aislamiento y negativa a la comunicación, donde se busca que el sujeto no pueda
buscar apoyo en sus colegas, para que el sujeto se aísle cada vez más hasta quedar
excluido; atentado contra las condiciones de trabajo, usando de lo citado al trabajo
como pretexto para descalificar o sabotear a otra persona; ataques personales,
buscando socavar la identidad de la persona mediante actitudes o frases ofensivas,
calumnias o rumores malintencionados. Se detectan puntos débiles y se ataca
donde más duele; intimidaciones, las cuales dan cuenta de manifestaciones de
violencia cuyo objetivo es aterrorizar a la persona.
Posteriormente las variables frecuencia y duración, al existir una repetición en
el tiempo y a largo plazo de una o varias conductas hostiles. En ese orden la
complementariedad, expresándose el acoso moral a través de una relación desigual
entre los protagonistas, en donde una de las partes dispone de más recursos que la
otra. Se cita asimismo a la intencionalidad, considerándose por algunos autores que
la intención de hacer daño es esencial para poder hablar de acoso moral.
Siguiendo a Filippi (2016), a partir de este fenómeno se produce un daño de
tipo existencial, ya que ataca al significado del trabajo. Una de las características
que presenta este fenómeno es la de aislar al sujeto, alejándolo de todos sus
vínculos para hacer que no pueda defenderse.
23
Bustos Villar y Varela (2013) definen las consecuencias del acoso moral en el
trabajador, las cuales pueden ser físicas, cognitivas, psicológicas, morales e
interpersonales, dependiendo de la utilización de los recursos de la persona, la
situación vital preexistente y la duración en el tiempo del hostigamiento padecido.
También definen las consecuencias que se producen en la Organización, como
puede ser la baja productividad, el deterioro de la calidad de vida laboral o el
incremento de ausentismo por solicitud de licencias por enfermedad y accidentes.
Así, Hirigoyen (2014) entiende que:
La realidad nunca es simple. Todo acoso, incluso el individual, se sitúa en una
24
Schlemenson (2002) argumenta que el trabajo es esencial en la vida del
hombre, debido a que constituye un aspecto central de su campo psicológico y su
espacio vital. Demuestra ser fundamental para sostener la subsistencia y para cubrir
las necesidades biológicas elementales, y las motivaciones más sofisticadas de
trascendencia humana y de desarrollo personal. Está relacionado con el crecimiento,
con ocupar un rol adulto. A través de él nos manifestamos, expresamos, ejercemos
nuestra creatividad, y al hacerlo, crecemos como personas. Concluirá diciendo que
el trabajo es un organizador de la personalidad y un sustento de la identidad.
25
3. Metodología
3.3 Supuestos
26
3.5 Población
La población con la que se trabajó, está compuesta por mujeres y hombres, que
trabajan en relación de dependencia en Gran Buenos Aires.
3.6 Muestra
3.8 Procedimiento
Para los datos cualitativos obtenidos a partir de las entrevistas se llevó a cabo
un análisis del contenido del discurso en función de la información que se buscó en
el presente estudio.
27
4. Presentación y análisis de resultados
28
del cual se pueden obtener ciertos recursos con los cuales el sujeto logra el
bienestar tanto propio como de su familia.
En cuanto a la indagación acerca de si reciben un reconocimiento por su
labor, las respuestas más significativas fueron las siguientes:
“Muy poco, Tal vez un mínimo a nivel salarial. En cuanto a la motivación, la
empresa no la tiene en cuenta en ningún momento” (Entrevistado n°1)
“No, más que algún agradecimiento por algún favor que me pide el
encargado, pero nada más, no ven el esfuerzo de uno” (Entrevistado n°8)
“No, ninguno. Sólo alguna que otra vez me dijeron que estaban conformes
conmigo”. (Entrevistado n°10)
“No, la verdad que no, de ningún tipo. Alguna que otra vez resaltaron que era
un empleado responsable, pero nada más” (Entrevistado n°11)
29
Organizaciones es desplegar estrategias para poder estimular la motivación, pero en
sí, esto tiene que ver con algo personal de cada persona. “No existen recetas y si
bien se puede suponer o inferir que esto o aquello es motivante, en sí no existe
ninguna pauta que pueda considerarse general” (Filippi, 2008, p.34) Podría
hipotetizarse, que tal vez lo que motive a este sujeto a desarrollar de la mejor
manera su trabajo, sea que reciba algún tipo de reconocimiento por su labor.
En cuanto a la pregunta acerca de qué entienden por violencia laboral,
algunos de los datos obtenidos fueron:
“Si, escuché. Creo que puede ser desde falta de respeto hasta violencia
física” (Entrevistado n°8)
“Entiendo que puede ser maltrato verbal, físico. Que te exijan hacer algo para
lo que no estás contratado” (Entrevistado n°6)
“Si, escuche hablar. Entiendo por ello cualquier tipo de daño físico o
emocional hacia un trabajador” (Entrevistado n°2)
física contra otra persona o grupo, lo cual puede redundar en daño físico,
emocional, y está dada por el uso intencional de poder contra otra persona o
30
“Me pasó de ser el blanco de expresiones humillantes. Mi ex jefa siempre que
podía aparecía detrás de mi PC, y me decía que yo “era un lobo disfrazado de
cordero”. También me pasó muchas veces que me explicaban la mitad de la
tarea y me dejaban que me mate sola tratando de resolverlo”. (Entrevistada
n°1)
“Mi anterior jefe abusaba de su poder, me pedía tareas que no eran las que
me correspondía y me lo pedía de mala manera. En vez de hacer mi trabajo,
lo atendía a él continuamente, era como su mucama” (Entrevistada n°5)
“En un laburo anterior me pasó que me hacían chistes con entonación sexual,
como comentarios sobre mi cuerpo, ponele. Tanto a mi como a mis
compañeras, pero a ellas no les afectaba tanto, a mí me daba mucha
vergüenza” (Entrevistado n°10)
31
clima determinado, por lo cual, la predicción del comportamiento individual basado
estrictamente en las características personales es insuficiente. Para este sujeto, el
clima que se generaba a partir del hecho, le resultaba totalmente desagradable,
haciendo que repercuta de alguna manera en su comportamiento. Puede verse
como en la pregunta siguiente, responde: “La verdad que me baja el ánimo, me saca
las ganas de trabajar. El clima se pone re tenso, sólo quiero que llegue el horario
para irme”.
Al indagar sobre que pensaban o sentían frente a estas situaciones, los resultados
fueron:
“Sentía vergüenza, sentí que los chistes los hacía porque yo daba lugar a eso.
Me sentí culpable. Y también obvio, me sentía super mal, no sé, angustiada,
con bronca” (Entrevistado n°10)
“Cuando todas estas cosas pasaban la verdad que me sentía horrible, volvía
llorando todos los días, iba sin ganas, pero no lo dejaba porque pensaba que
quizás era así en todos los trabajos y tenía que aguantármela, pensé que era
normal que te traten así en un trabajo por eso me acostumbré al maltrato.”
(Entrevistado n°11)
32
resulta interesante cuando dice que se terminó acostumbrando al maltrato que
recibía, se podría pensar, siguiendo a Bustos Villar & Varela (2013) que lo que
ocurre muchas veces es que las personas naturalizan vínculos laborales violentos
porque son cotidianos y los aceptan, de alguna manera se acostumbran a eso. Pero
en el fondo son conductas que enmarcan una violencia sutil y que pueden llegar a
consecuencias muy graves.
A partir de la pregunta sobre como creen que esta situación que les tocó
atravesar impactó en su vida cotidiana, resulta interesante destacar tres respuestas:
“impactó de buena manera, porque no volvería a dejar que nadie me diga
nada humillante en mi trabajo nuevo” (Entrevistado n°1)
“Yo creo que el trabajo para mí es una necesidad muy importante, y por eso
intenté que no me pudiera ganar, seguí adelante aprendiendo a dejar todo
eso malo a un costado, me hice más fuerte.” (Entrevistado n°6)
33
“Me tapaba mucho, no quería hablar con nadie, no quería llamar la atención,
no tenía ni ganas de ir a trabajar sinceramente” (Entrevistada n°10)
“Sí, vivía con dolor de cabeza, cansada, con dolor de estómago por los
nervios que pasaba, estaba super nerviosa” (Entrevistado n°7)
“Sí, totalmente. Tenía la espalda llena de manchas rojas por el estrés. Vivía
teniendo pesadillas, dormía entre cortado. No tenía apetito, había bajado de
peso” (Entrevistado n°11)
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sueño, conflictos en relaciones afectivas y los vínculos de pertenencia. A nivel físico:
afecciones psicosomáticas, patologías inmunológicas y oncológicas.
Los participantes repiten ciertas similitudes en cuanto a los síntomas que presentan,
entre ellos nervios, angustia, dolor de estómago, agotamiento. El entrevistado n°11
dice presentar cierta afección a nivel físico, en este caso manchas rojas en la piel.
A partir de la pregunta acerca de sobre la posible influencia en los vínculos
familiares-amigos, algunas de las respuestas más significativas fueron:
“Sí. Si a vos te tratan mal o pasas un mal día, esa mala onda o mala vibra la
transmitís en tu casa” (Entrevistado n°2)
“Por ahí llegaba a mi casa y me peleaba con mi familia, descargaba por ahí.
También me enojaba con mi novio por cualquier boludez” (Entrevistado n°5)
“Sí, me vivía peleando con mi familia. Yo estaba muy nerviosa tal vez y les
contestaba muy mal” (Entrevistado n°7)
“Cuando llego a casa no quiero hablar con nadie, sólo bañarme y acostarme”
(Entrevistado n°9)
“Al estar yo tan saturada del trabajo, trataba mal a mi familia. A mis amigos
mucho no los veía porque no tenía tiempo” (Entrevistado n°11)
Tal como explica Filippi (2016), lo que puede suceder en el trabajador, es que
el malestar generado a partir de la violencia en el ámbito laboral, se traslade tanto a
su casa, como a sus amigos, o a sus vínculos personales. Aparece en los dichos de
los entrevistados, cómo estas situaciones generaban no sólo síntomas a nivel
individual, sino que también, son trasladados al plano social, haciendo que estas
personas se peleen con su entorno familiar o no tengan ganas de compartir una
salida con sus amistades.
A la hora de preguntar acerca de si saben cómo accionar o a donde podrían
acudir frente a este tipo de situaciones, se pudo ver que la mayoría no sabía:
“Para denunciar o algo así, no tengo idea, tampoco en ese momento lo
pensé” (Entrevistado n°10).
“No, la verdad que no. Me sentí desprotegido, creo que podría haber ido al
ministerio de trabajo, pero sentí que no tenía a donde ir” (Entrevistado n°3)
35
“Sé que tendría que hablar con el sindicato, pero también sé que están
arreglados con mi jefe, asique medio que no tengo a quien acudir”
(Entrevistado n°9)
36
5. Discusión y comentarios
37
Se obtuvieron muchas vivencias consideradas como violentas donde
aparecieron distintas situaciones, desde comentarios con tinte sexual, hasta realizar
tareas no competentes. A partir de éstas, todos los participantes presentaron
distintos síntomas, pero en su mayoría se repetían: dolor de cabeza, dolor de
estómago, náuseas, angustias, crisis de llanto. También pudo encontrarse una gran
influencia en el ámbito social del trabajador, ya que había quienes trasladaban esa
tensión, enojo, o frustración a sus relaciones más cercanas, generando que sus
vínculos se vean afectados.
A partir de esto, podría agregarse, que, si bien a algunos pocos pudieron
tomar esta situación traumática y transformarla en una fuente de cambio y
crecimiento, desafortunadamente al resto de los entrevistados no les sucedió lo
mismo, hay quienes aún continúan en sus puestos laborales, aunque no se sientan
cómodos con ello. Se cree que lo que ocurre es que muchas veces los trabajadores
temen no poder encontrar otro empleo, o creen que este tipo de situaciones es
común y que ocurre en la mayoría de los puestos laborales.
Uno de los participantes, al contar su experiencia, comentó lo que le había
sucedido, era que se había acostumbrado al maltrato que recibía. Suele ocurrir que
las personas naturalicen estos vínculos laborales violentos porque son cotidianos y
los aceptan, de alguna manera se acostumbran a eso. Pero en el fondo son
conductas que enmarcan una violencia sutil y que pueden llegar a consecuencias
muy graves, por lo cual es importante advertir este tipo de situaciones y tomar los
recaudos necesarios para que terminar con la situación y evitar que se vuelva a
repetir.
En líneas generales lo que le ocurre al empleado que es víctima de violencia
laboral, es que siente que no tiene las herramientas necesarias para afrontar dicha
situación. En el transcurso de las entrevistas, se pudo contemplar a partir de los
dichos, que los entrevistados en el momento en que participaban de alguna situación
violenta, no sabían a quién acudir, o cómo actuar. Es por esta razón, que se plantea
la importancia no sólo de visibilizar este tipo de situaciones para poder abordarlas,
sino también, que el trabajador esté informado acerca de a qué lugares acudir para
poder recibir información, ser asesorado, y hasta realizar posibles denuncias.
Dada la magnitud de la problemática, es imprescindible que se realicen mayor
cantidad de estudios para reflexionar sobre sus efectos. Es importante también
pensar ciertas estrategias de prevención, para evitar llegar a que se produzcan este
38
tipo de situaciones, y que el trabajador pueda desarrollar al máximo su potencial en
un ambiente laboral agradable, ya que como explica Schlemenson (2002), el trabajo
le permite al sujeto no sólo manifestarse y expresarse, sino que también es un
organizador de la personalidad y un sustento de la identidad.
En consonancia con esto, será la Organización quien deba realizar esfuerzos
sistemáticos, planificados y proactivos para mejorar la salud de los empleados,
llevando a cabo buenas prácticas relacionadas con la mejora de las tareas, el
ambiente social, y la organización. Las organizaciones saludables deberían ser un
objetivo estratégico prioritario de muchas organizaciones, tanto privadas, como
públicas, en la sociedad actual.
De Board (1980) sostiene:
El empleado, es una persona total que no solo aplica su capacidad de trabajo,
sino que también introduce en él sus necesidades emocionales y una gama
completa de sentimientos. El trabajo y la situación laboral deben tomar esto
en cuenta y, al hacerlo, el individuo podrá obtener muchos beneficios
psicológicos que nada tienen que ver con una remuneración estrictamente
económica. (p.110)
39
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45
7. ANEXOS
Este cuestionario tiene por finalidad indagar cómo las personas viven en las
organizaciones, qué entienden por violencia laboral, si alguna vez padecieron algún
fenómeno referido a esto, y que influencia sienten o piensan que tuvieron esos
sucesos en su vida cotidiana.
Edad:
Sexo:
· Hombre
· Mujer
· Otro
Estado civil:
· Soltero/a
· Convive/Pareja de hecho
· Casado/a
· Divorciado/a
· Viudo/a
· Primario incompleto
· Primario completo
· Secundario Incompleto
· Secundario Completo
· Terciario Incompleto
46
· Terciario Completo
· Universitario Incompleto
· Universitario Completo
Puesto:
· Menos de 7hs.
· 8/9hs
· Más de 9hs.
Situación contractual:
· Contratado
· Monotributo
· Pasantía
· Otro
Sector:
· Privado
· Estatal
47
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____________________________
48
_________________________________________________________________
____________________________
10. ¿Alguna vez escuchó hablar de violencia laboral? ¿Qué entiende por este
concepto?
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_________________________________________________________________
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a) Si no sabe, son ataques individuales o grupales que atentan con la integridad
de un sujeto o grupo, puede ser:
· Ataques físicos
49
· No recibir información necesaria para poder desarrollar el trabajo de mejor manera
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50
13. ¿Sabe cómo accionar o a quién acudir frente a este tipo de situaciones?
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___________________________________________________________________
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_______________________
16. ¿Cree que podría repercutir de algún modo en sus vínculos familiares – amigos?
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___________________________________________________________________
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18. ¿Cómo cree que las Organizaciones deberían actuar frente a estas situaciones?
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ACLARACIÓN:
FECHA:
52