Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Edad Del Bronce
Edad Del Bronce
Mapa de la difusión metalúrgica durante el Bronce Antiguo. Las zonas oscuras son
las más antiguas.
La Edad del Bronce es el período de la historia en el que se desarrolló
la metalurgia de este metal, resultado de la aleación de cobre con estaño. El
término, que acuñó en 1820 el arqueólogo danés Christian Jürgensen
Thomsen para clasificar en tres edades las colecciones de la Comisión Real para
la Conservación de las Antigüedades de Copenhague, abarca un período entre
aproximadamente el 3300 y el 1200 a. C., pero esta cronología solo tiene valor en
el Próximo Oriente y Europa, puesto que a la metalurgia se llegó a través de
procesos distintos en las diferentes regiones del mundo. Su estudio se divide
en Bronce Antiguo, Bronce Medio y Bronce Final. Aunque, generalmente,
al bronce suele precederle una Edad del Cobre y seguirle una Edad del Hierro,
esto no siempre fue así: en el África subsahariana, por ejemplo, se desarrolló la
metalurgia del hierro sin pasar por las del cobre y bronce.1
La tecnología relacionada con el bronce fue desarrollada en el Próximo Oriente a
finales del IV milenio a. C.,2 fechándose en Asia Menor antes del 3000 a. C.; en
la antigua Grecia se comenzó a utilizar a mediados del III milenio a. C.; en Asia
Central el bronce se conocía alrededor del 2000 a. C.,
en Afganistán, Turkmenistán e Irán, aunque en China no comenzó a usarse
hasta 1800 a. C., adoptándolo la dinastía Shang.
Hachas
planas de bronce europeas.
Las grandes ciudades de Mesopotamia acogían varias decenas de millares de
personas y estaban gobernadas por un rey-sacerdote, máximo representante del
dios local y dueño de todas las tierras. El templo era su centro neurálgico, donde
se concentraba el poder religioso, político y económico. La sociedad estaba
jerarquizada en clases bien diferenciadas: sacerdotes, funcionarios, artesanos,
campesinos y esclavos. La centralización administrativa, facilitada por la escritura,
permitía la gestión de los recursos a largo plazo y la planificación de grandes
obras. Se utilizaba un calendario de doce meses, el día se dividía en 24 horas y el
círculo en 360 grados.5
Uruk fue la ciudad sumeria más grande conocida en la transición del IV al
III milenio a. C., con una superficie de 5,5 km² y varios templos de carácter
monumental, entre los que destacaba el dedicado al dios An y a la diosa Inanna.
Conocían ya la rueda, el arado, la navegación, el sello cilíndrico y la escritura.6
Posteriormente prevaleció, durante siglo y medio, el Imperio acadio. Tras su caída
se produjo un renacimiento sumerio durante el cual la III dinastía de Ur tuvo un
papel dominante. Los soberanos de Ur fueron considerados reyes de las cuatro
regiones, creando un potente aparato burocrático que controlaba los tributos de
todas las provincias y ciudades sometidas. Durante esta época se levantó el
enorme zigurat de Ur.7
Babilonia la reemplazaría durante el Bronce final. La referencia más antigua sobre
Babilonia procede de una tableta datada en el siglo XXIII a. C., correspondiente al
reinado de Sargón I de Acad. En el siglo XVIII a. C., durante el reinado
de Hammurabi, Babilonia alcanzó su máximo esplendor: utilizando la fuerza y la
diplomacia extendió sus dominios a toda Mesopotamia, que administró de manera
centralizada mediante una compleja burocracia y un completo código legislativo
(Código de Hammurabi).8 Para esta época, la lengua de uso oficial era el acadio,
de origen semítico, mientras que el idioma sumerio se usaba ya solo para ritos
religiosos y actividades científicas. Babilonia jugó un papel fundamental como
centro cultural durante todo el Bronce y el Hierro inicial, continuando así incluso
cuando cayó bajo dominio externo.