Está en la página 1de 2

El agradecimiento y la alegría multiplican nuestra buena fortuna

La forma de elevar nuestro estado de vida conlleva el rechazo a la negatividad y una

práctica basada en la alegría y el agradecimiento.

«Lo importante es el corazón», recalca el Daishonin.*1

Cuando tenemos que hacer algo, ¿lo encaramos con actitud negativa, protestando: «¡Ay,

será posible, otra vez esto! ¡Qué fastidio!»? ¿O con actitud brillante, sintiendo: «¡Muy bien,

es una oportunidad de incrementar mi buena fortuna!»?

Esta discrepancia postural, pequeña y sutil en apariencia, puede marcar una diferencia

tremenda en nuestra vida; representa un cambio de 180 grados. Es lo que nos enseñan el

Sutra del loto y la doctrina de los «tres mil aspectos contenidos en cada instante vital».*2

La mente es invisible, pero el budismo ofrece una comprensión muy amplia de los principios

que gobiernan su funcionamiento. En tal sentido, representa la forma más elevada de

psicología, de neurociencia y de psicoterapia.

El agradecimiento y la alegría multiplican nuestra buena fortuna, mientras que la queja y la

negatividad la erosionan.

En nuestro esfuerzo por propagar el budismo Nichiren, los actos que surgen de nuestro

deseo sincero de ayudar a los demás y de enseñarles la grandeza de la Ley Mística se

traducen en inmensos beneficios y buena fortuna.

«Lo importante es el corazón». No hay palabras más ciertas.

Los seres humanos podemos ser débiles y propensos a la queja, el resentimiento, la envidia

y el desaliento.
Pero en esto es donde difieren los que practican el budismo Nichiren. No manifiestan

descontento ni viven en la órbita de la insatisfacción y la negatividad. Cultivan un estado

interior que los vuelve positivos y seguros. Y su corazón rebosa de gratitud y de

reconocimiento.

A menudo vemos que las personas que viven en las ciudades ansían la vida rural; los que

viven en el campo anhelan mudarse a las áreas metropolitanas; los solteros sueñan con

casarse, y los que conviven con su pareja, con librarse del yugo matrimonial… Es una

tendencia habitual en el ser humano.

Pero la felicidad no se encuentra en un lugar remoto. Es algo que debemos lograr por

nosotros mismos, a través de la lucha real, aquí y ahora.

Cuando tenemos una actitud positiva y agradecida hacia nuestra comunidad, las actividades

que llevamos a cabo adquieren mayor convicción e impulso. Eso «contagia» a nuestro

alrededor la alegría del kosen-rufu.

Del discurso pronunciado en una reunión conjunta de Kyushu y Okinawa, celebrada en

Okinawa el 3 de marzo de 1998.

La «sabiduría para ser feliz y crear la paz» es una selección de las obras del presidente

Ikeda sobre temas clave.

También podría gustarte