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Fuentes y Poder Financiero Copia-91-120
Fuentes y Poder Financiero Copia-91-120
do ex novo los cinco impuestos municipales: 1Bl; Impuesto sobre Actividades Económicas
(IAF); Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM); Impuesto sobre Instalaciones,
Construcciones y Obras (ICIO) e Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de
Naturaleza Urbana (IIVTNU); pero dos de ellos (ICIO y IIVTNU) son potestativos, es decir, los
municipios pueden decidir exigirlos o no en su territorio.
En definitiva, se puede afirmar que la bonificación potestativa establecida por el art.
74.4 TRLRHL que se examina en esta actividad no es contraria al principio de igualdad, dado
que la ley fija las condiciones básicas comunes y el margen de decisión de los municipios
queda comprendido en el ámbito de su autonomía financiera, dentro de su poder para de-
adir el ingreso y el gasto en su territorio.
De estos tributos, son tributos cedidos los cinco primeros que se mencionan: el IMpyo.
to sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados; el Impuesto sobre $ .
cesiones y Donaciones; el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas; el Impuesto sobr,
el Patrimonio; y la tributación sobre el juego. Eso no quiere decir que sean los Únicos trityyy ]
cedidos, pero son los tributos que se destacan y que aparecen a la primera pantalla de Es
página web. Los otros dos tributos mencionados en la web (Gravamen de Protección Ciyjj :
Impuesto sobre Grandes Establecimientos Comerciales) son tributos propios autonómicos .
Con respecto a los tributos cedidos, la Constitución no establece una enumeración; sjpp.
plemente los menciona como recursos de las Comunidades Autónomas, en el art. 1573
apartado a). Es la LO 8/1980, de 22 de septiembre, de Financiación de las Comunidades
Autónomas (LOFCA) la que establece la relación de posibles tributos cedidos, en su art, 17
Este precepto ha experimentado diversas modificaciones. Desde el año 1980, el ITPAJO, el
15D, el IP y la tributación sobre el juego son tributos tradicionalmente cedidos a las CCAA, en
el 100% de la recaudación. En cambio, el IRPF se cedió en el año 1996, con carácter parcial
hasta el límite máximo del 33%. Otros impuestos, como el Impuesto sobre el Valor Añadido
(actualmente cedido hasta el 35%) y los Impuestos Especiales de Fabricación (actualmente
cedidos hasta el 40%), fueron objeto de cesión en el año 2001 (puede consultarse la relación
completa de tributos cedidos por el Estado a las CCAA en el art. 11 LOFCA).
Lo que caracteriza a los tributos cedidos es que son tributos de titularidad estatal, esta-
blecidos y regulados por el Estado, pero cuyo rendimiento se cede, total o parcialmente, a
las CCAA (art. 10.1 LOFCA). Los criterios espaciales que sirven precisamente para determinar
la atribución del rendimiento a cada Comunidad Autónoma son los denominados puntos de
conexión. Estos criterios son diversos, según el tributo: pueden consistir en el domicilio fiscal
del sujeto pasivo; el lugar del consumo; el lugar donde radica el inmueble; etc. (art. 10.4
LOFCA). Aparte de esta atribución total o parcial del rendimiento, el Estado puede delegar la
gestión del tributo a la Comunidad Autónoma. Además, desde el año 1996, las CCAA pueden
ejercer su competencia normativa para regular determinados aspectos del tributo, aunque
la regulación básica y supletoria es, en todo caso, de competencia estatal.
En la respuesta de la actividad sólo hacía falta seleccionar dos de estos tributos cedidos
y exponer cómo se reparten las diferentes manifestaciones del poder tributario (competen-
la
cia normativa, de gestión y de atribución del rendimiento). No obstante, expondremos
del
Cuestión en relación con los cinco tributos cedidos que aparecen en la página principal
Portal e-Tributs de la Generalidad de Cataluña.
En relación con el IRPE, el Estado tiene competencia para la regulación básica (Ley
35/2006, del IRPF), pero las CCAA pueden regular la tarifa del impuesto y las deducciones de
la cuota (art. 19.2.a LOFCA y art. 38 Ley 21/2001). La gestión no está delegada a las CCAA; la
mantiene el Estado (art. 19.2 LOFCA). La atribución del rendimiento es compartida, entre el
Estado y las CCAA (33% de la recaudación, aunque está previsto ampliarse al 50%). El punto
de conexión es la residencia habitual de los sujetos pasivos (art. 10.4.a LOFCA y art. 22 de la
Ley 21/2001). Con respecto al IP. la competencia normativa es del Estado (Ley 19/1991, de
6 de junio, del 1P), pero las CCAA pueden regular el mínimo exento, la tarifa, deducciones y
bonificaciones (art. 19.2.b LOFCA y art. 39 Ley 21/2001). La gestión está delegada a las CCAA
(art. 19.2 LOFCA). El rendimiento del IP se cede totalmente (100%) a las CCAA (art. 11 LOFCA
y art, 18.1.A de la Ley 21/2001). El punto de conexión es la residencia habitual del sujeto
pasivo (art. 23.2 de la Ley 21/2001).
2 42 | ACTIWIDADESDEDERECHO FINANCIERO
Y TRIBUTARIO. UN ENFOQUE
POR COMPETENCIAS
a) ¿Cuáles son los principales límites constitucionales a los tributos propios au-
tonómicos?
Como sabemos, en el sistema de financiación de las CCAA de régimen común, los tri-
butos cedidos son cuantitativamente los más importantes. No obstante, los tributos propios
autonómicos, en la medida en que son establecidos, regulados y gestionados por las CCAA,
constituyen una manifestación más importante, desde un punto de vista cualitativo, del
ejercicio del poder tributario autonómico.
A pesar de eso, el establecimiento de tributos propios autonómicos cuenta con impor-
tantes limitaciones, derivadas de la CE y de la LOFCA. En primer lugar, se prevén límites
. POR comperencias
UN ENFOQUE | 243
ACTIVIDADES DE DERECHO FINANCIERO Y TRIBUTARIO
de carácter genérico al poder tributario autonómico, como, por ejemplo, los principios
de
coordinación - con la Hacienda e statal y de solidaridad entre todos los españo les (art. 1567
CE y art. 2 LOFCA).
Existen también otros límites más específicos, como los previstos en el art. 157.2 de
la Constitución, según el cual «las Comunidades Autónomas no podrán, en ningún caso,
adoptar medidas tributarias sobre bienes situados fuera de su territorio o que supongan
los
obstáculo para la libre circulación de mercancias o servicios». Este precepto contempla
principios de territorialidad y de neutralidad, que se regulan también, con mayor detalle,
en el art. 9 de la LOFCA.
La propia LOFCA, en su artículo 6, apartados 2 y 3, añade dos importantes limitaciones
que la Constitución no contempla. El art. 6.2 LOFCA dispone que «los tributos que estable.
can las Comunidades Autónomas no podrán recaer sobre hechos imponibles gravados por
el Estado». Este precepto establece una prohibición de doble imposición, disponiendo la
preferencia del Estado en la definición de los hechos imponibles. Por su parte, el art. 6.310-
FCA señala que «las Comunidades Autónomas podrán establecer y gestionar tributos sobre
las materias que la legislación de Régimen Local reserve a las Corporaciones Locales, en los
supuestos en que dicha legislación lo prevea y en los términos que la misma contemple. En
todo caso, deberán establecerse las medidas de compensación o coordinación adecuadas en
favor de aquellas Corporaciones, de modo que los ingresos de tales Corporaciones Locales
no se vean mermados ni reducidos tampoco en sus posibilidades de crecimiento futuro»,
El análisis de estos dos preceptos, aplicados con frecuencia en la jurisprudencia consti-
tucional, es objeto de la pregunta siguiente.
b) ¿Cuál es la diferencia entre el límite del art. 6.2 LOFCA y el límite del art. 6,3
LOFCA?
El art. 6.2 LOFCA, como hemos señalado, establece la preferencia del Estado en laelec
ción de los «hechos imponibles» gravados por los tributos. Dado que la mayoría de mani-
festaciones de riqueza, sobre la renta, el patrimonio y el consumo, ya están gravadas con
tributos estatales, las CCAA disponen de un escaso margen de regulación para la creación
de nuevos tributos propios autonómicos.
Ya en la primera jurisprudencia constitucional sobre la cuestión, el Tribunal Constitucio-
nal señaló que lo prohibido por el art. 6.2 LOFCA es la duplicidad de «hechos imponibles»,
pero no la existencia de dos tributos diferentes (con hechos imponibles diferentes) sobre
una misma «materia imponible» o fuente de riqueza (STC 37/1987, de 26 de marzo). Por
«hecho imponible» se debe entender «un concepto estrictamente jurídico que, en atención
a determinadas circunstancias, la Ley fija en cada caso para configurar cada tributo y cuya
realización origina el nacimiento de la obligación tributaria» (STC 186/1993, FJ 4).
En cambio, el art. 6.3 LOFCA se refiere precisamente al término «materias», para señalar
que, si las Comunidades Autónomas establecen tributos sobre «materias» reservadas a las
Corporaciones Locales, necesariamente tendrá que ser en los supuestos previstos en la le-
gislación de régimen local y, en todo caso, deberán preverse las medidas de compensación
o coordinación adecuadas en favor de las Corporaciones locales, de forma que los ingresos
de éstas no se vean disminuidos ni reducidos en sus posibilidades de crecimiento futuro.
Según la doctrina constitucional, el término «materia imponible» es mucho más amplio
que el de «hecho imponible», pues señala toda fuente de riqueza, derivada de la renta,
Entre los pronunciamientos más recientes sobre el tema, encontramos la SIC 179/2006, de
y
27
-13 de junio, que resuelve una cuestión de inconstitucionalidad sobre la Ley de Extremadura
A
7/1997, que establece un tributo sobre la producción y transporte de energía que inciden
sobre el medio ambiente. Este tributo autonómico ha sido declarado inconstitucional y nulo
A
- balear sobre instalaciones que inciden en el medio ambiente, y que también se declaró
- inconstitucional, con un voto particular.
DR
ol?
2) El Sr. Thomas Kluwer, ¿es contribuyente por el IRPF españ
Según el artículo 11 LGT, que regula los criterios de sujeción a las normas tributarias ,
de residencia o territorial idad que esta-
«los tributos se aplicarán conforme a los criterios
blezca la ley en cada caso. En su defecto, los tributos de carácter personal se exigirán con-
forme al criterio de residencia y los demás tributos conforme al criterio de territorialidad que
resulte más adecuado a la naturaleza del objeto gravado».
En consecuencia, hay que examinar cuál es el punto de conexión establecido en la Ley
reguladora del IRPF. La Ley 35/2006, de 28 de noviembre del IRPF, define el IRPF como un
impuesto de carácter personal (art. 1 LIRPF) que se exige en función del criterio de resi-
dencia. Precisamente, el art. 8 de la LIRPF señala que son contribuyentes por el IRPF las
personas físicas que tengan su residencia habitual en territorio español (art. 8.1.a LIRPF). La
residencia habitual se define en el art. 9 de la LIRPF, con carácter general, como la perma-
nencia durante más de 183 días, a lo largo del año natural, en territorio español, incluyendo
las ausencias esporádicas.
Pues bien, el Sr. Thomas Kluwer, dado que reside habitualmente en Palma de Mallorca,
es contribuyente por el IRPF español, y tendrá que tributar por la totalidad de las rentas que
obtenga, «con independencia del lugar donde se hubieran producido y cualquiera que sea la
residencia del pagador» (art. 2 LIRPF). Por lo tanto, tendrá que tributar en España también
por las rentas derivadas del alquiler de su inmueble situado en Colonia. Eso no excluye que,
en virtud del principio de territorialidad, tenga que tributar también, como no residente, en
Alemania, por las rentas obtenidas en aquel país. Para evitar o disminuir esta doble imposición
resultante de la combinación de los criterios de residencia y territorialidad, existen Convenios
internacionales para evitar la doble imposición, como el firmado entre España y Alemania, fa-
tificado el año 1968, que se puede consultar en la web del Ministerio de Economía y Hacienda
(www.meh.es), en el apartado «Normativa/Tributaria/Convenios doble imposición»).
b) Su hermano, el Sr. Michael Kluwer, ¿debe tributar en España por la renta del
alquiler obtenida?
El Sr. Michael Kluwer no es residente en España y, por lo tanto, en virtud de los arts. 8
y 9 de la LIRPF, no es contribuyente por el IRPF español. Este sujeto reside habitualmente
en Alemania y, por lo tanto, será contribuyente por un impuesto similar en Alemania, el Im-
puesto sobre la renta alemán, que gravará la totalidad de las rentas obtenidas por el sujeto,
con independencia del lugar donde se produzcan.
No obstante, el Sr. Michael Kluwer tendrá que tributar también en España por las rentas
derivadas del alquiler de su inmueble situado en Palma de Mallorca. En este caso, se aplica el
criterio de territorialidad, en virtud del cual, el Sr. Michael Kluwer, que no es residente en España,
tendrá que tributar por el Impuesto sobre la Renta de No Residentes y será gravado por las ren-
tas obtenidas en territorio español. La situación, por lo tanto, es inversa a la de su hermano.
En definitiva, el Sr. Michael Kluwer tendrá que tributar en España, en aplicación del Real
Decreto Legislativo 5/2004, de 5 de marzo, por el que se aprueba el Texto Refundido de la
Ley del Impuesto sobre la Renta de No Residentes (TRLIRNR). También para eliminar la doble
imposición producida por el gravamen en el Estado de residencia (Alemania, que grava la
«renta mundial» del sujeto, incluida la obtenida en otros Estados) y en el Estado de la fuente
de la riqueza (en este caso, España, donde se encuentra situado el inmueble del cual deriva
la renta), se aplicará el Convenio internacional para evitar la doble imposición entre España
y Alemania, antes mencionado.
A fin de que la contestación tenga efectos vinculantes, se tienen que dar cuatro requi-
sitos, previstos en el art. 89, apartados 1 y 2, de la LGT: 1) que no se haya modificado la
legislación o la jurisprudencia aplicable al caso; 2) que la consulta se haya formulado en
el plazo previsto en el art. 88.2 LGT, antes mencionado; 3) que no se hayan alterado las
circunstancias, antecedentes y otros datos recogidos en el escrito de consulta; y 4) que no
se planteen cuestiones relacionadas con un procedimiento, recurso o reclamación iniciado
con anterioridad.
Estos efectos vinculantes no se producen sólo respecto del sujeto que haya formulado la
consulta, sino que la Administración tendrá que aplicar los mismos criterios expresados en la
contestación a cualquier otro obligado tributario, siempre que exista identidad entre los he-
chos y circunstancias de este obligado y los que se incluyan en la contestación a la consulta.
Finalmente, hay que señalar que la contestación a las consultas tributarias escritas tiene
carácter informativo y no se puede interponer recurso contra la misma. El obligado tributario
podrá recurrir el acto o actos administrativos que se dicten posteriormente en aplicación de
los criterios manifestados en la contestación (art. 89.4 LGT). Por ejemplo, en el caso exa-
minado en esta actividad, aunque la contestación a la consulta entiende que puede haber
un conflicto en la aplicación de la norma tributaria y que no resulta aplicable el beneficio
tributario en cuestión, el consultante podría decidir aplicar igualmente la deducción en su
autoliquidación del IRPF. Si la Administración, posteriormente, practicara una liquidación
exigiéndole la deuda tributaria más los intereses de demora, el sujeto podría interponer
recurso contra la liquidación. Los Tribunales competentes decidirían la cuestión, aplicando
el criterio que considerasen más adecuado, dado que no se encuentran vinculados por el
criterio expresado por la Administración en la contestación a la consulta.
COMPETENCIAS | 249
ACTIVIDADES DE DERECHO FINANCIEROY TRIBUTARIO. UN ENFOQUE POR
o. La analogía:
a) No se admite en la aplicación de las normas tributarias.
b) Se admite en todo caso si hay identidad de supuestos tributarios en razón
del principio de igualdad.
e) No se admite para extender más allá de sus estrictos términos los beneficios fiscales.
ta cuestión jurídica planteada por la consultante, analiza si es posible que la consulta que se
le plantea tenga tal carácter,
nece.
La Dirección General concluye que la consulta planteada no cumple los requisitos
sarios para adquirir el carácter de vinculante, al no haber sido formulada por una entidad
englobada en las categorías jurídicas de personas consultantes: no se trataba ni de colegio
profesional, cámara oficial, organización patronal, sindicatos, asociaciones de consumidores,
asociaciones de empresarios U organizaciones profesionales. Sin embargo, con la regulación
consul-
actualmente vigente, cualquier obligado tributario tiene legitimación para plantear
tas tributarias vinculantes.
ante, entra en el fondo
A continuación, la consulta 0182-00, con carácter de no vincul
ón de
de la cuestión planteada por la consultante y realiza una interpretación de la deducci
las obras de adecuación de la vivienda habitual por razón de minusvalía, sea del propio
él conviva, esta-
contribuyente, de su cónyuge O de ascendiente o descendiente que con
ón. También se
bleciendo los requisitos necesarios para que pueda aplicarse dicha deducci
razón de la minusvalía,
analiza el supuesto distinto de traslado a otra vivienda habitual por
por razón de minusva-
entendiendo en este caso que, de requerirse UN cambio de vivienda
residido en la vivienda
lía, la vivienda tendrá el carácter de habitual, aún cuando no se haya ón
disfrutar de la deducci
anterior durante el plazo mínimo de tres años que exige la ley para
por adquisición de vivienda habitual.
la de-
Finalmente, la consulta resuelve la concreta cuestión planteada: la aplicación de
a los propieta rios
ducción por obras de adecuación de la vivienda habitual por minusválidos
de la vivienda habitual cuando la discapacidad afecta a un hijo distinguiendo, si es relevante,
s o
que éste sea mayor o menor de edad y que la vivienda sea propiedad de ambos cónyuge
sólo de uno de ellos, o del hijo discapacitado en el Impuesto sobre la renta de las Personas
ación
Físicas. La respuesta que da la consulta a esta cuestión tendrá el carácter de interpret
jurídica cualificada de los arts. 51 y 55 de la anterior Ley del IRPF (Ley 40/1998), por razón
de la autoría de la interpretación, DGT,
La consulta tributaria, ¿tiene el carácter de fuente del Derecho? ¿En qué términos
vincula y a quién?
En cuanto al valor normativo de las consultas tributarias, las consultas tributarias no
tienen la consideración de fuente del Derecho, por tanto no tienen carácter normativo, sino
meramente interpretativo. Su función es la de interpretar o esclarecer los términos de la ley
y normas tributarias, en general, éstas sí con carácter normativo. A través de las consultas
tributarias el obligado tributario obtendrá una interpretación autorizada sobre el régimen
jurídico aplicable a un supuesto determinado, o sobre cuál es la calificación tributaria que le
corresponde según el criterio de la Administración.
De conformidad con el art. 89,1 LGT, la consulta tributaria tiene, con carácter general,
la consideración de vinculante para la Administración tributaria respecto de un sujeto dado,
el consultante, y respecto de los hechos planteados por éste. En cambio, no tiene carácter
vinculante para el contribuyente, dado que no necesariamente ha de someterse a la inter-
pretación que efectúe la Administración tributaria (art. 89.4 LGT).
Para que una consulta tributaria sea aplicable a otros sujetos tributarios distintos del
consultante, es necesario que exista una identidad entre los hechos del obligado tributario
que pretende su aplicación y los que figuran en la contestación a la consulta.
La virtualidad que tiene seguir los criterios interpretativos establecidos en una consulta
tributaria por parte del obligado tributario es que le eximirá de responsabilidad por una
posible infracción (art. 179.2 LGT). Es decir, si en la aplicación de la norma tributaria ha se-
guido la interpretación dada por la DGT no se puede entender que ha cometido infracción
tributaria alguna a efectos de ser sancionado.
¿Cuáles son los requisitos que tiene que cumplir una consulta tributaria para que
sea vinculante?
El primer requisito esencial estas consultas es que se formulen por escrito (art. 88 LGM),
y que el objeto de la consulta verse sobre el régimen, la clasificación o la calificación tribu-
taria que en cada caso les corresponda a los obligados tributarios consultantes.
Otros requisitos para que tenga el carácter de vinculante son que se formule antes de
transcurrido el plazo en el que los derechos y obligaciones del contribuyente han de ser
ejercidos, así como que la consulta escrita se dirija al órgano competente de la Administra-
ción tributaria
La Administración tributaria competente deberá contestar por escrito las consultas que
reúnan los requisitos ya señalados en el plazo de seis meses desde su presentación (apar-
tado 2 del art. 88 LGT). La falta de contestación en dicho plazo no implicará la aceptación de
los criterios expresados en el escrito de la consulta.
Si la consulta efectuada por el contribuyente no reúne los requisitos legalmente exigi-
dos se archivará sin más trámites.
Es el art. 89 LGT el que determina los efectos que surtirán las consultas vinculantes.
Así, en su número 1, establece que la contestación a las consultas tributarias escritas tendrá
efectos vinculantes, en los términos previstos en este artículo, para los órganos y entidades
de la Administración tributaria encargados de la aplicación de los tributos.
a) El Sr. Moreno decide dar a su hija Ana 180.000 €. Para evitar la aplicación de
esta norma, ha pensado fraccionar la donación de la siguiente manera: una pri-
p) De la misma manera, el Sr. Moreno quiere darle un piso a otro hijo, Pedro. De-
bido a que el tipo impositivo del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales
Onerosas es más bajo que el del Impuesto sobre Donaciones, decide documen-
tar la transmisión mediante la formalización de un figurado contrato de com-
praventa, sin que exista un precio real ni entrega efectiva de dinero a cambio
del inmueble. ¿Ante qué supuesto nos encontramos? ¿Qué norma tendrá que
aplicar la Hacienda Pública?
hubiera correspondido a los actos o negocios usuales o propios o eliminando las ventajas
fiscales obtenidas, y se liquidarán intereses de demora, sin que proceda la imposición 4»
sanciones.«
A su vez, la simulación es una operación en la que hay una contradicción entre la ye.
luntad interna y la declarada y se crea una apariencia jurídica para encubrir la verdadera
realidad (art. 16 LG). Los efectos de la declaración de la existencia de simulación son que ef
hecho imponible gravado será el efectivamente realizado por las partes; y en la regulariza-
ción que proceda como consecuencia de la existencia de simulación se exigirán los intereses
(art. 16.1 y 3 LGT).
de demora y, en su caso, la sanción pertinente
será
Por su parte, el n? 2 de dicho precepto prevé que »la existencia de simulación
acto de liquidación, sin que
declarada por la Administración tributaria en el correspondiente
dicha calificación produzca otros efectos que los exclusivamente tribut arios.» Es decir, que la
Admin stración tributa ria no tendrá efectos civiles o mercanti-
declaración efectuada por lala Admini
dica del contrato.
les, no cambiará la naturaleza jurí
abierta y directa del or-
Y finalmente, existe el incumplimiento, que es una violación aria
co que infringe el mandato de una norma tribut y que da lugar a la
,
,
denamiento jurídi
delito fiscal.
comisión de una infracción tributaria o un
venta-
Cuestión distinta es la economía de opción, que es la elección de la vía fiscal más
elusión del impues-
josa, permitida por el Derech o, y en la cual no hay ninguna maniobra de
re la finalidad perseguida por el contribu yente.
to ni ninguna anomalía en lación con
una si-
En el primer supuesto que se plantea en esta actividad, vemos que se produce
única
mulación contractual civil, al realizarse dos contratos diferentes, que responden a una
causa, con la pretensión de eludir una norma tributaria, que, en cualquier caso, ya ha previsto
esta eventualidad (art. 30.1 de la Ley 29/1987). En efecto, el legislador ha previsto esa posible
eventualidad, estableciendo que en este caso se considerará una Única transmisión a los efec
tos de liquidar el impuesto. Por tanto, la celebración de los dos contratos es adecuada a Dere-
cho, pero a efectos tributarios no puede desconocerse lo dispuesto en el mencionado art. 30.1.
Si el Sr. Moreno procede a liquidar las dos donaciones como independientes, desconociendo lo
que dispone dicho precepto, nos hallaríamos ante un supuesto de infracción tributaria del art.
191 1GT que, además de determinar la liquidación de la deuda correspondiente, supondrá la
imposición de los intereses de la deuda correspondiente y la imposición de una sanción.
Ahora bien, y dado que hay una norma que expresamente prevé el supuesto de una ul-
terior donación al mismo donatario, Ana, dentro de los tres años, el Sr. Moreno, si ya liquidó
un primer impuesto en octubre de 2003 por los 90.000 euros, en octubre de 2004, debería
realizar una liquidación por el importe global, y, en su caso, ingresar la diferencia entre lo ya
liquidado y lo resultante, a efectos de evitar la actuación inspectora y sancionadora.
Por su parte, en el supuesto b), se está de nuevo ante un supuesto de simulación
relativa, tanto de contrato civil como tributario. Se simula la existencia de un contrato de
compraventa, cuando no existe transmisión del bien a cambio de precio cierto, pues no hay
desembolso monetario, sino establecimiento de un precio ficticio; la causa de la transmisión
no es un intercambio oneroso, sino que hay una donación de un bien. En consecuencia, en
este supuesto, la Administración tributaria procederá a practicar la liquidación que corres-
ponde por el contrato realmente celebrado. Se gravará la donación efectuada, aplicando el
tipo que corresponde de la tarifa del Impuesto sobre Donaciones sobre el valor del bien, con
aplicación de los intereses correspondientes, y, en su caso, la sanción que se establezca.
Del mismo modo, puede verse respecto al estudio de la simulación, la reciente Senter
cia de la Audiencia Nacional, Sala de lo contencioso-Administrativo, sec. 2”, de 28 de lo
de 2007, recurso 526/04. >
Dicha sentencia determina que para que exista simulación relativa, sería preciso que ;
negocio jurídico creado externamente por las partes no sea querido por aquellas, que de
can otro negocio jurídico distinto (simulado). Es decir, se produce cuando no existe la Pa
que nominalmente se expresa en el contrato, por responder éste a otra finalidad juridica
distinta. Por su parte, la simulación absoluta se produce cuando se crea la apariencia de tn
contrato pero en realidad no se desea que nazca y tenga vida jurídica; por tanto, en este
caso el contrato está afectado de nulidad total por falta de causa civil. :
258 | ACTIVIDADEFINANCIERO
SDEDE Y TRIBUTARIO.
RECHOUN ENFOQUE POR COMPETENCIAS
Progresividad Supone que a medida que se au- Art. 63 LIRPF: establecimiento de una escala
menta la riqueza de cada persona progresiva del impuesto, es decir, cuyo tipo
debe aumentar su contribución a impositivo, establecido en un porcentaje se
las cargas públicas incrementa conforme se incrementa, por tra-
mos, la renta neta percibida gravada
No Exigencia de que el sistema tri- Ejemplos claros son el establecimiento de un
confiscatoriedad butario, en general, y un tributo, mínimo personal y familiar, por debajo del
en particular, no determine ago- cual no existirá gravamen. Asimismo, la tari-
tar la riqueza imponible, so pre- fa del impuesto determina que el importe a
texto del deber de contribuir; o pagar solo sea un porcentaje del total de la
en otros términos, que el tributo renta percibida
no llegue a privar al sujeto pasi-
vo de sus rentas o riquezas
otra Comunidad Autónoma, dado que no nos lo precisa el supuesto, veremos qué impuesto;
se devengarán en España y cuáles en el extranjero.
Del supuesto planteado podemos observar la existencia de tres actos que pueden acre.
ditar una capacidad económica y, por tanto, susceptibles de ser calificados como hechos
imponibles y, por tanto, gravados por impuestos. Así están sujetos al impuesto:
— la percepción de rentas del trabajo,
— la adquisición del bien inmueble,
— el propio hecho del fallecimiento siendo titular de bienes, puesto que determinará un
derecho de sucesión de terceras personas, susceptible de ser gravado.
En los impuestos personales el punto de conexión suele ser la residencia habitual, la
cual determinará la sujeción al impuesto.
De conformidad con lo dispuesto en el art. 9.1 de la Ley 35/2006, de 28 de noviembre,
del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y de modificación parcial de las leyes
de los Impuestos sobre Sociedades, sobre la Renta de no Residentes y sobre el Patrimonio,
se entenderá que el contribuyente tiene su residencia habitual en territorio español cuando
«permanezca más de 183 días, durante el año natural, en territorio español. Para determi- '
nar este período de permanencia en territorio español se computarán las ausencias espo- y
rádicas, salvo que el contribuyente acredite su residencia fiscal en otro país. En el supuesto
de países o territorios considerados como paraíso fiscal, la Administración tributaria podrá
exigir que se pruebe la permanencia en éste durante 183 días en el año natural.» |
"e
Por su parte, el art. 6 de la Ley/1987, de 18 de diciembre, del Impuesto sobre Sucesio-
mor mn
nes y Donaciones, regula la obligación personal de contribuir en España, mientras que la |
mm
obligación real de contribuir lo será para aquellos que tienen bienes o derechos en España.
Así el artículo 6.1 de la Ley determina que «a los contribuyentes que tengan su residencia
habitual en España se les exigirá el Impuesto por obligación personal, con independencia
de donde se encuentren situados los bienes o derechos que integren el incremento de pa- MW
trimonio gravado.» Remitiéndose en su número 2 a las normas del Impuesto sobre la Renta h
de las Personas Físicas para determinar la residencia habitual. e
Por tanto, el Sr. Puertas deberá tributar en España por el Impuesto sobre la Renta de
las personas físicas, en tanto residente, por el total de las rentas obtenidas, tanto en España
como en el extranjero. Y, del mismo modo, estará sujeto al Impuesto sobre Sucesionesy
Donaciones en España, sin perjuicio que pueda tributar por obligación real en Francia por
=
por su empresa empleadora española a Francia. Los ingresos que refiere el supuesto Son
totales del año, es decir, tanto percibidos en España, como por la prestación de servicios en
Francia. Por tanto, en principio, en tanto trabajador español, contrato por empresa española
==
en España, los rendimientos son pagados en España; por tanto, ninguna relevancia jurídico
tributaria puede tener ese desplazamiento temporal a prestar unos servicios en Francia. No
S
siendo, por ende, de aplicación el Convenio entre el Estado español y la República Francesa |
para evitar la doble imposición en materia de impuestos sobre la renta y sobre el patrimo- |
PL
Por su parte, finalmente, constituirán tributos propios el Impuesto sobre Grandes Esta-
blecimientos Comerciales y el Gravamen de Protección Civil, establecidos y regulados por
leyes dictadas por la Generalitat de Cataluña, en concreto, Ley 4/1997, de 20 de mayo, de
Protección Civil de Cataluña, y la Ley 16/2000, de 29 de diciembre, del Impuesto de Grandes
Establecimientos Comerciales.
3. El principio de no confiscatoriedad:
a) Se predica como una exigencia lógica del deber de contribuir.
b) Se predica como una protección al deber de contribuir.
c) Es un principio que está plenamente clarificado por la doctrina.
A
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A.M. DELGADO + R. OLIVER e M. CASANELLAS + A, CORCUERA * A.B. MACHO + S, MARTÍN + M.L. PÉREZ
AA
norma
0) En el caso de que se tratara de un tributo local, ¿quién debería aprobar la
reguladora del citado tributo?
su fun-
La atribución de poder financiero a las Corporaciones Locales tiene también
a las citadas
damento, lógicamente, en la propia CE. En efecto, su artículo 137 reconoce
ción que
Corporaciones «autonomía para la gestión de sus respectivos intereses», declara
las provincias
se reitera de manera específica para los municipios en el artículo 140, y para
en el artículo 141.2. En buena lógica, el reconocimiento de autonomía exige atribuir a estos
entes territoriales poder financiero, esto es, poder en materia de ingresos y de gastos públi-
e
cos. Junto a los preceptos citados, el artículo 142, también del texto constitucional, establec
que «las Haciendas locales deberán disponer de los medios suficientes para el desemp eño
n-
de las funciones que la ley atribuye a las Corporaciones respectivas y se nutrirán fundame
talmente de tributos propios y de la participación en los del Estado y de las Comuni dades
Autónomas», plasmándose así el denominado principio de suficiencia financiera. En la ver-
tiente de los ingresos públicos, en particular de los de naturaleza tributaria, debe tenerse
en cuenta lo dispuesto en el artículo 133.2 de la CE, según el cual «las Corporaciones Locales
podrán establecer y exigir tributos, de acuerdo con la Constitución y las leyes».
Al respecto, el problema que se plantea es que las Corporaciones Locales carecen de
potestad legislativa, por lo que no están en condiciones de cumplir por sí mismas con el
principio de reserva de ley que rige en materia tributaria, pudiendo solamente establecer
tributos o decidir sobre la regulación de sus elementos esenciales si cuentan para ello con la
habilitación explícita de una ley estatal, que al propio tiempo debe predeterminar dentro de
límites precisos las características de dichos tributos. De esta forma, como afirma Menéndez
Moreno, la expresión «establecer tributos» del artículo 133.2 de la CE no puede entenderse
del mismo modo para las CCAA y para las Corporaciones Locales, ya que éstas sólo pueden
establecer tributos en el sentido de acordar, por decisión del Pleno de la Corporación, la
«puesta en vigor» en su territorio y, en su caso, completar lo establecido en la ley en la
regulación de alguno de sus elementos esenciales —básicamente, los tipos de gravamen—
cuando la propia ley así lo prevea.
Por ello, dado que el Real Decreto Legislativo 2/2004, de 5 de marzo, por el que se
aprueba el Texto Refundido de la Ley Reguladora de las Haciendas Locales, es la norma a
través de la cual el Estado ha desarrollado el poder financiero de las Corporaciones Locales,
sería necesaria su modificación por las Cámaras Legislativas estatales para incluir un nuevo
tributo a implantar por las Corporaciones Locales.