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Hipertensión Arterial
Hipertensión Arterial
DEFINICIÓN
La hipertensión se define como una presión arterial en consulta de 140/90 mmHg o
superior.
No obstante, los datos epidemiológicos muestran relaciones positivas continuas entre
riesgo de muerte por enfermedad arterial coronaria (EAC) y accidente cerebrovascular
con valores de presión sistólica y diastólica bajos, del orden de 115/75 mmHg
EPIDEMIOLOGIA
Principal causa de muerte en el mundo y el motivo más común de visitas ambulatorias
al médico; es el factor de riesgo tratable más fácilmente reconocible de ACV, IAM,
insuficiencia cardiaca, enfermedad vascular periférica, disección aortica, fibrilación
auricular y nefropatía terminal.
Sexo y raza/etnia
Antes de los 50 años menos frecuente en mujeres que en hombres, posible efecto
protector de los estrógenos. Tras la menopausia es más común en mujeres que en
hombres.
En afroamericanos se inicia a edad más temprana, es más grave y causa mayor grado de
lesión de órganos diana, discapacidad prematura y muerte.
Sin embargo, la prevalencia de la enfermedad es mayor en las poblaciones blancas de
algunos países europeos (Finlandia, Alemania y España) que en los afroamericanos y
menor en los africanos que viven en África si bien su incidencia está aumentando en
general en los pauses en desarrollo, debido a la occidentalización del estilo de vida.
BIOPATOLOGÍA
En el 90-95% de los pacientes hipertensos no es posible identificar una única causa
reversible, y de ahí que en ellos se hable de hipertensión primariacomportamientos
fácilmente identificables –consumo excesivo de calorías, sal o alcohol– contribuyen a la
elevación de la presión arterial.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Es un trastorno crónico asintomático que, si no se detecta y se trata., va dañando
sigilosamente los vasos sanguíneos, el corazón, el cerebro y los riñones. Aunque las
cefaleas son comunes en pacientes con hipertensión leve o moderada, sus episodios no
se correlacionan con fluctuaciones de la presión arterial. DIAGNÓSTI
DIAGNÓSTICO
Evaluación inicial de la hipertensión
1) determinar el nivel de evolución de la presión arterial;
2) valorar los factores de riesgo cardiovascular adicionales, y
3) detectar indicios de hipertensión secundaria que requieran una evaluación posterior.
Valores recomendados son una presión arterial media inferior a 135/85 mmHg durante
el día, menor de 120/70 mmHg durante la noche e inferior a 130/80 mmHg durante 24
h.
Hipertensión ≪solo en la consulta≫ o ≪de bata blanca≫.- causada por una
respuesta adrenérgica transitoria a la medición de la presión arterial en la consulta.
Alrededor del 20% de los pacientes con presiones arteriales elevadas en consulta
registran presiones domiciliarias o ambulatorias normales. Se denomina asi cuando la
presión durante el día es < a 135/85 mmHg (o, preferiblemente, a 130/80 mmHg) y no
hay lesión de órganos diana a pesar de las continuadas lecturas elevadas en consulta. Si
no existen otros factores de riesgo (p. ej., síndrome metabólico), el riesgo cardiovascular
es similar al de las personas con presión arterial normal uniforme.
≪agravamiento de bata blanca≫.- Obedece a una reacción superpuesta a una
hipertensión fuera de la consulta de bajo nivel, cuyo tratamiento es en cualquier caso
necesario. Por ejemplo, hasta el 30% de los pacientes tratados que presentan lecturas
elevadas persistentes en consulta tienen un control adecuado, o incluso excesivo, de la
presión arterial, según se demuestra en su seguimiento ambulatorio, por lo que es
preciso eliminar el sobretratamiento.
En otros casos, las lecturas en consulta infravaloran las presiones arteriales
ambulatorias, presumiblemente por una hiperactividad simpática (por estrés laboral o
doméstico, o consumo de tabaco) que se disipa cuando el paciente acude a la consulta.
Esta ≪hipertensión enmascarada≫ comporta el mismo aumento del riesgo CDV que la
hipertensión sostenida, en consulta o domiciliaria, y es particularmente común en
hombres, personas de edad avanzada y pacientes con diabetes o nefropatía crónica.
El
DIAGNÓSTICO
La TC realzada con contraste y la angiografía por RM detectan una estenosis de la
arteria renal.
La RM realzada con gadolinio está contraindicada en pacientes con nefropatía crónica
avanzada, para evitar una fibrosis sistémica nefrógena inducida por gadolinio,
potencialmente mortal.
La displasia fibromuscular produce una lesión en ≪collar de cuentas≫ en la parte
media de la arteria renal, mientras que las lesiones ateroescleróticas en la arteria renal
son proximales y aisladas.
La angiografía renal invasiva es el patrón de referencia para confirmar el diagnóstico de
estenosis de la arteria renal.
TRATAMIENTO
Tratamiento de elección de la displasia fibromuscular angioplastia con balón
Por el contrario, la mayor parte de las lesiones ateroescleróticas de la arteria renal no
causan hipertensión ni insuficiencia renal progresiva, y la mayoría de los pacientes que
la presentan no se benefician de la revascularización (angioplastia con balón o
colocación de endoprótesis).
Como consecuencia de ello, el tratamiento médico de la hipertensión y de los factores
de riesgo ateroesclerótico asociado es abordaje de primera línea para la estenosis de la
arteria renal ateroesclerótica, excepto en pacientes con hipertensión resistente a
fármacos verdadera, deterioro progresivo de la función renal (nefropatía isquémica) o
edema pulmonar agudo («relámpago») recurrente, que pueden beneficiarse de la
revascularización con endoprótesis.
BIOPATOLOGÍA
Las principales causas de aldosteronismo primario son el adenoma productor de
aldosterona unilateral y la hiperplasia suprarrenal bilateral. La producción excesiva de
aldosterona genera un exceso de intercambio Na+-K+ renal, que a menudo induce
hipopotasemia.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS Y DIAGNÓSTICO
El diagnostico debe sospecharse siempre que la hipertensión vaya acompañada de
hipopotasemia no provocada (concentración sérica de potasio < a 3,5 mmol/l en
ausencia de tratamiento con diuréticos) o de tendencia a desarrollar hipopotasemia
excesiva con el tratamiento (concentración sérica de potasio < a 3 mmol/l).
No obstante, más de un tercio de los pacientes no registran hipopotasemia en la
presentación inicial, y el diagnostico tambien ha de considerarse en cualquier paciente
con hipertensión resistente.
Las pruebas de detección de hiperaldosteronismo han de limitarse al reducido número
de hipertensos que presentan hipopotasemia o hipertensión grave resistente a fármacos.
Si el resultado de la prueba es positivo –concentración sérica de aldosterona elevada e
inhibición de la actividad de la renina plasmática– y se considera la suprarrenalectomia
laparoscópica
TRATAMIENTO
La suprarrenalectomía laparoscópica y el bloqueo del receptor de mineralocorticoides
con eplerenona (de 50 a 100 mg/ día)
FEOCROMOCITOMAS Y PARAGANGLIOMAS
Tumores infrecuentes productores de catecolaminas de las células cromafines
suprarrenales, mientras que los para gangliomas son tumores, incluso más infrecuentes,
de las células cromafines extrasuprarrenales.
El diagnostico debe sospecharse cuando la hipertensión es resistente a fármacos o
paroxística y, en especial, cuando va acompañada de episodios paroxísticos de cefalea,
palpitaciones, palidez o diaforesis. En ciertos casos el feocromocitoma se diagnostica
erróneamente como trastorno de pánico.
Se detectan accidentalmente en pruebas de imagen abdominales para indicaciones no
suprarrenales. Si el tumor no se diagnostica, el flujo de catecolaminas a partir del puede
causar una crisis hipertensiva no sospechada en el curso de técnicas quirúrgicas.
Aunque la farmacoterapia a corto plazo con dosis bajas de antagonistas del receptor de
angiotensina (ARA) puede prevenir la conversión de prehipertensión en hipertensión
manifiesta, la presión arterial se eleva con rapidez cuando se suspende el tratamiento.
Así pues, el uso permanente de medicamentos es la base del tratamiento eficaz de la
hipertensión primaria, y la modificación del estilo de vida es un complemento muy
importante, pero no una alternativa. El objetivo es reducir la presión arterial y las
anomalías metabólicas asociadas, en la medida suficiente para aminorar el riesgo de
episodios cardiovasculares y de nefropatía terminal, sin comprometer la calidad de vida
del paciente.
Fármacos antihipertensores
Clases de antihipertensores orales
Fármacos de primera línea para la hipertensión
Tienen efectos aditivos o sinérgicos si se usan combinados:
1) Antagonistas del calcio
2) antagonistas del sistema renina-angiotensina (inhibidores de la ECA o ARA),
3) diuréticos de tipo tiacídico.
Efectos secundarios.
Las dihidropiridinas de acción corta no deben emplearse para tratar la hipertensión.
Precipitan episodios de isquemia/infarto de miocardio
Las dihidropiridinas de acción prolongada edema de tobillo dependiente de la dosis,
mucho más común con 10 mg de amlodipino que con dosis menores. Dado que este
edema vasógeno es causado por dilatación arterial selectiva, mejora si se añade un
inhibidor de la ECA o un ARA, que inducen dilatación arterial y venosa equilibrada. En
ocasiones infrecuentes, provocan rubefacción y cefalea.
Todos los AC inducen a veces hiperplasia gingival, infrecuente. Relajan el músculo liso
del esófago distal y en ocasiones agravan la ERGE. El diltiacem deteriora la conducción
cardíaca, en especial en ancianos tratados también con digoxina, b-bloqueantes o
simpaticolíticos centrales.
DIURÉTICOS
Mecanismo de acción.
Los diuréticos de asa bloquean el transporte de Na+-K+-2Cl− en el asa ascendente
gruesa de Henle, donde una buena parte del sodio filtrado se reabsorbe.
Los diuréticos tiacídicos y el derivado de la indolina indapamida bloquean el
cotransportador Na+-Cl– en el túbulo contorneado distal, donde se reabsorbe una
pequeña porción del sodio filtrado.
Principios terapéuticos.
La clortalidona, un diurético tiacídico, es al menos tan efectiva como el lisinopril o el
amlodipino en la reducción de la presión arterial y la prevención de las complicaciones
cardiovasculares concomitantes.
Una dosis de 25 mg de clortalidona es aproximadamente equivalente en cuanto a
potencia que una de 50 mg de hidroclorotiacida.
Los diuréticos de asa son antihipertensores menos eficaces y han de reservarse para la
hipertensión en un contexto de nefropatía crónica avanzada (fase 3 o superior). La
clortalidona también es eficaz en la nefropatía crónica en fase 3.
Efectos secundarios.
Agravan la intolerancia a la glucosa (dosis altas y combinados con un b-
bloqueante), producen hipopotasemia e hipomagnesemia,
precipitan la gota
elevan las concentraciones séricas de lípidos (triglicéridos)
dermatitis fotosensible
disfunción eréctil
hiponatremia
En pacientes hipertensos con nefropatía crónica, las dosis elevadas de diuréticos de asa
pueden precipitar la descompensación renal aguda, sobre todo en combinación con dosis
altas de inhibidores de la ECA o ARA. Los fármacos pueden volver a administrarse
cuidadosamente en dosis bajas una vez que la FG recupere su nivel basal.
BLOQUEANTES B-ADRENÉRGICOS
Los b-bloqueantes vasodilatadores (labetalol, carvedilol y nebivolol) también son
eficaces como fármacos añadidos para tratar la hipertensión resistente, a diferencia de
los b-bloqueantes estándar (p. ej., metoprolol, atenolol).
Efectos secundarios. Predisponen al desarrollo de diabetes, particularmente si se
combinan con una tiacida, y ofrecen menos protección contra ACV que otros
antihipertensores. Aportan una modesta protección contra los episodios
cardiovasculares, pero no reducen la mortalidad por cualquier causa. Además de ser
hipertensores relativamente débiles, son menos eficaces que otros fármacos en la
reducción de la presión arterial aórtica central, ya que la bradicardia deja más tiempo
para la reflexión de las ondas y, por tanto, aumenta la presión central.
Los b-bloqueantes vasodilatadores son antihipertensores mucho más potentes y no
afectan de manera adversa a la tolerancia a la glucosa, El labetalol es eficaz para las
urgencias hipertensivas, aunque su acción es breve, por lo que no se recomienda para la
hipertensión crónica. Efectos secundarios frecuentes, como la fatigabilidad, generan
elevadas tasas de suspensión de la administración de todos los b-bloqueantes, que
también alteran la conducción cardíaca, precipitan el broncoespasmo agudo y favorecen
la ganancia de peso.
BLOQUEANTES A-ADRENÉRGICOS
SIMPATICOLÍTICOS CENTRALES
VASODILATADORES DIRECTOS