Coronación y Consagracion a la

Santísima Virgen Maria

Todo hogar está llamado a esta devoción y a consagrarse al Corazón

Inmaculado de María.
En una época de muchos ataques a la familia, la Virgen María viene a
reparar y curar, a unir y consagrar. Incluso una madre que viva sola
con su hijito, una persona viuda o sola o un sacerdote en su casa
parroquial, pueden y deben coronar a la Virgen consagrándose a Ella
para Dios. Lo mismo en asilos de ancianos, hospitales, albergues para
necesitados, etc.

“María, Reina de la familia, Sede de la sabiduría, esclava del Señor,

¡Ruega por nosotros! ¡Ruega por nosotros, ruega por los jóvenes y los niños,
ruega por las familias y por nuestro Colegio! Amén.”

Acto de coronación y Oración de consagración

Se comienza el acto de coronación iluminando la imagen con una vela

y se adorna con flores naturales. Hacemos la Señal de la Cruz, rezamos
un Credo para pedir que nuestra familia y Patria conserve la fe
católica. Luego decimos la oración de San Luis María de Montfort y el
Papa Juan Pablo II:

Soy todo tuyo, Reina mía y Madre mía

y todo lo que tengo tuyo es.

Se procede ahora a colocar en la cabeza de la imagen de María la

Corona por parte de uno de los miembros de la familia diciendo:

¡Santa María, Madre de Dios y nuestra,

te coronamos como Reina de nuestra familia!

A continuación se realiza la Consagración de las personas y todos

juntos dicen la Oración de consagración de la familia:
 ¡Oh Madre! Queremos consagrarnos a Ti.
Y por eso te reconocemos a partir de este día
como Reina de nuestra familia.
Virgen María, hoy consagramos nuestras vidas a Ti.
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Sentimos necesidad constante de tu presencia

en nuestras vidas, para que nos protejas,
nos guíes y nos consueles.
Sabemos que en Ti nuestra alma encontrará reposo
y la angustia en nosotros no entrará.
Nuestra derrota se convertirá en victoria,
nuestra fatiga en Ti fortaleza es.
Dios nos conceda la Gracia de vivir para Ti,
de amar a tu Corazón Inmaculado con todo nuestro ser,
y que seas Tú, Madre nuestra,
la que limpie nuestras almas y las purifique.

Amadísima Madre, enséñanos a amar a Jesús.

Haznos dignos de Jesús y de Ti, Madre,
y que la Consagración de este día,
nos una más a Ti y a tu Hijo.

Santa María, Reina de nuestra familia, ¡Ruega por nosotros! ¡Ruega por los
jóvenes! ¡Ruega por las familias! Amén.

Rezo

 Llena de gracias: para obrar de gracia, es decir, de santidad, llena de gracia porque
fue habitada por Dios.

Dios te salve Maria….. Santa María

 El Señor es contigo: indica la presencia de Dios activa y eficaz para la misión

encomendada. Esta presencia llena de gozo y alegría. Dios está con Ella. Y al estar
nosotros con ella nos comparte este mismo regalo: Dios con nosotros
 Dios te salve Maria….. Santa María

 Bendita tú entre las mujeres: por ser la Madre de Dios, escogida y preferida… por
ser madre y virgen, única entre todas las mujeres… por ser concebida sin pecado
original… por ser más santa que todas las mujeres santas del mundo. Por eso, sólo a
ella le le veneramos ante todo el mundo y le han hecho altares, templos y ermitas.

Dios te salve Maria….. Santa María

 Y bendito el fruto de tu vientre: es Jesús ese fruto. Es un fruto hermoso, sabroso,

suculento, suave. Quien lo come quedará saciado. El fruto que nos ofreció Eva fue
un fruto de muerte. María nos ofrece el fruto de la Salvación. La fragancia de este
bendito fruto, viene exhalada en la Eucaristía.

Dios te salve Maria….. Santa María

 Jesús: palabra que añadió la Iglesia al final de la 1° parte del Ave María Jesús
significa la salvación de Yahvé.

Dios te salve Maria….. Santa María

 Santa María, Madre de Dios: Así comienza la 2° parte. Santa, Santa porque
cumplió fidelisimamente la voluntad de Dios en todo. Ser santos, para eso vinimos a
la tierra. Y es Madre de Dios, no madre de un serafín o de un querubín. Madre del
Soberano Dios.

Dios te salve Maria….. Santa María

 Ruega por nosotros: que estamos desterrados en este valle de lágrimas… que
somos pecadores… que estamos tentados.

Dios te salve Maria….. Santa María

  Pecadores: somos pecadores, lo contrario que ella. Pecamos con los ojos, por
inmodestia; con el oído, por oír conversaciones vanas: con la lengua, por hablar
mal; con el paladar, por gula en los manjares; con la fantasía, por imaginaciones
peligrosas; con el entendimiento, por pensar mal, con la memoria, por recuerdos
nocivos; con el corazón por malos deseos.

Dios te salve Maria….. Santa María

 Ahora: en este día, en esta hora en este momento de luz o de oscuridad, de paz o
desasosiego, de tentación o de calma. Ahora, cuando camino, cuando me subo al
autobús, cuando voy al trabajo, cuando salgo de vacaciones, cuando descanso.

Dios te salve Maria….. Santa María

 Y en la hora de nuestra muerte: que no sabemos cómo será, si cuándo será, ni

cómo nos sorprenderá. Es ese momentos el demonio nos traerá el recuerdo de
nuestros pecados pasados, el rigor de la justicia divina y la memoria del desprecio
de tantas gracias. En la hora de nuestra muerte, cuando el dolor de la enfermedad no
nos permita acudir a ti, que tengamos a nuestro lado a un sacerdote que nos
absuelva, que nos administre el Viático y nos dé la Unción de enfermos y nos
recomiende el alma, y así demos el último suspiro pronunciando tu santo nombre y
el de tu Hijo Jesús.Quien reza fervorosamente el avemaría tendrá la gracia de una
santa muerte. No olvidemos al acostarnos las tres Avemarías, prenda segura de una
buena muerte.

 Amén: así es. Así lo creo

Gloria al Padre….

Terminamos todos consagrándonos a ella que ella sea nuestra fuerza y compañía durante
toda nuestra vida…..