CDA/Fintrac
Boletín Técnico de
Producción
# 14 - Noviembre, 2000
Proyecto Chile Jalapeño CDA/Fintrac
EL MANEJO DE VIROSIS EN LOS CULTIVOS
DE HORTALIZAS - MIP
La mayoría de virosis que atacan los cultivos se
pueden clasificar, de acuerdo a la permanencia
del virus en el vector, como persistentes y no
persistentes. Debido a su epidemiología, las
implicaciones de control de sus vectores son
radicalmente distintas. A continuación se explica
cada tipo de virosis, su permanencia en el vector
y su modo de transmisión.
Virus De Tipo No Persistente
Estos virus, como su nombre lo indica, no
persisten en el vector, sino que son portados por
el mismo en forma externa, en el aparato bucal o
estilete. Los vectores más comunes son los
áfidos, especialmente las especies Aphis
gossippy (el áfido del algodón, comúnmente
hallado también en melón), y Myzus persicae
(generalmente común en tomate y otras
hortalizas). Otras especies de áfidos, como el
áfido de las leguminosas (Aphis fabae), de color
negro y frecuentemente presente en fríjol común
y fríjol alacín, el áfido del maíz (Ropalosaphis
maidis) o el áfido amarillo (Aphis nerii) presente
en malezas lechosas del sur de Honduras, son
portadores y transmisores poco eficientes de los
virus no persistentes.
Los áfidos, a diferencia de la gran mayoría de
insectos, localizan a sus plantas hospederas por
vista y no por censores que detectan el olor
característico de cada planta. Tienen una gran
preferencia por los colores verde tierno y amarillo.
Además, como son malos voladores y
generalmente dependen del viento para su
dispersión, prefieren plantas aisladas o que
hagan contraste con suelo desnudo, para dejarse
caer en las mismas con facilidad. A eso se debe
que la distribución de virosis no persistente
trasmitida por áfidos en los lotes de siembra no
tenga una aparición homogénea en todo el
campo, sino que se concentre inicialmente en los
Fintrac CDA
bordes, donde las plantas contrastan con un
camino o un quinel de riego.
Debido a que únicamente los áfidos alados
pueden movilizarse a plantas distantes entre sí,
éstos son los que realmente tienen capacidad de
propagar la virosis rápidamente si las condiciones
son favorables. Un áfido alado puede llegar
infectado a un campo de cultivo por dos razones:
1) nació en una planta virótica (por ejemplo en
rastrojo abandonado de sandía, melón u otro
cultivo susceptible), o 2) nació en una planta
sana, salió de ella, pero en su intento por
encontrar un nuevo hospedero pico una planta
virótica y adquirió la enfermedad de manera casi
instantánea, y siguió volando hasta llegar al
cultivo. De allí la importancia de empezar
cualquier siembra con la menor cantidad de
inóculo o fuente de virosis posible, para disminuir
al máximo la infección de los áfidos alrededor del
campo mismo de siembra. La siembra con
rastrojo en la vecindad, por el contrario,
constituye la más alta probabilidad de fracaso de
cualquier siembra por tenerse una fuente
abundante de inóculo y un alto número de
vectores infectados.
El áfido adquiere el virus de manera casi
instantánea al picar una planta enferma. El virus
se localiza en la parte externa del estilete o
aguijón del áfido, y el áfido puede transmitirlo de
forma mecánica, casi instantáneamente al
introducir su estilete en la planta donde se posa y
pica. Si la planta elegida por el áfido para
probarla con su estilete es susceptible al virus,
ésta lo adquiere de manera casi inmediata y
mostrará sus síntomas entre 7 y 14 días después
de la infección inicial, dependiendo de la edad y
tamaño de la planta (a más grande la planta, más
tarda el virus en llegar a manifestarse en los
nuevos brotes). Si la planta elegida por el áfido
no es susceptible al virus portado por éste, sólo
1
Tipos de Virosis
servirá para limpiarle el pico o estilete al áfido de
manera mecánica. Con picadas sucesivas, el
áfido pierde la capacidad de transmitir la virosis.
El control químico de los áfidos en el cultivo no
previene la virosis, sino que puede por el
contrario, incrementar la infección inicial de virosis
por provocar nerviosismo en el áfido y motivarlo a
picar más de una planta antes de morir por
envenenamiento. En otras palabras, el áfido
muere en un par de horas por efecto del
insecticida, pero es capaz de transmitir la virosis
casi inmediatamente después de picar las plantas
donde se posó antes de morir. Por lo tanto, la
estrategia más efectiva para prevenir virosis de
tipo no permanente es evitar la llegada de los
áfidos, o en su defecto asegurarse de que
aquellos que lleguen vengan limpios de virosis o
se limpien el estilete en plantas no hospederas
antes de picar en el cultivo. Esto puede lograrse
con una o más de las siguientes medidas de
manejo de virosis no persistente:
1. Utilice plástico plateado para prevenir durante
las primeras semanas la llegada de insectos
chupadores al cultivo. Está científicamente
probado que el número de insectos
chupadores y otros que llegan a plantas
sembradas con cobertura plástica de color
plateado es significativamente menor al que
se presenta en coberturas plásticas de otro
color o a plantas en suelo desnudo. Este
efecto desaparece con el tiempo por el
cubrimiento de la cobertura plástica por el
cultivo. El plástico plateado tiene un efecto
parecido al de un espejo que refleja la luz
solar, cegando a quien lo mira o indicando al
insecto que en ese espacio reflejado no hay
vegetación sino agua (los cuerpos de agua
como lagos o lagunas reflejan la luz de
manera similar), previniendo así la bajada del
insecto.
2. Evite el efecto borde en el cultivo, permitiendo
únicamente el crecimiento de zacates
inmediatamente antes del borde del cultivo.
3. Haga ronda alrededor de su campo de
siembra eliminando cualquier maleza de hoja
ancha que pudiera ser portadora de virosis y
permitir la infección de áfidos en los
alrededores del cultivo. Permita, en la
medida de lo posible, el crecimiento de
zacates para limpiarle el estilete a los áfi dos
que lleguen a las rondas. Idealmente, las
rondas deberán hacerse con por lo menos
tres semanas de anticipación para evitar la
migración inmediata o la sobre vivencia de los
insectos que viven en las rondas.
Fintrac CDA
4. Siembre bordas o barreras de sorgo forrajero
o sureño alrededor del cultivo para evitar el
efecto borde directamente sobre el cultivo,
permitiendo que los áfidos que lleguen al
cultivo choquen primero con las barreras por
tener éstas mayor altura que el cultivo. Las
barreras deberán sembrarse preferiblemente
con una o dos semanas de anterioridad al
cultivo, tipo chorro corrido o guatera. La
barrera además tendrá otras funciones como
la de protección del cultivo contra el viento,
trampa para gusanos cogolleros (Spodoptera
spp.) y mantenimiento de enemigos naturales.
5. En la medida de lo posible, en casos de
siembra en suelo desnudo, evite mantener
inicialmente el cultivo limpio en extremo. La
infección por virosis no persistente es
cuestión de probabilidades: si sólo hay en el
campo cien plantas del cultivo y llegan diez
áfidos infectados, la infección por virosis será
del 10% (10 en 100). Sin embargo, si en el
campo hay cien plantas del cultivo y otras
cien malezas y llega el mismo número de
áfidos infectados, la probabilidad de infección
se reduce a 5% (10 en 200). Idealmente,
limpie de malezas alrededor de la plántula,
evitando inicialmente competencia directa.
Posteriormente, haga un control total de la
maleza.
6. Si el costo de la semilla es pequeño, y la
siembra es en suelo desnudo, utilice una
densidad inicial de siembra mayor a la que
tendrá posteriormente en campo, y ralee las
plántulas viróticas a medida que éstas se
presenten. El mantenimiento de plantas con
virosis antes de la floración sólo contribuye a
la infección temprana del cultivo por contagio
de vectores dentro del cultivo ya que la
producción de plantas con virosis temprana
es insignificante.
Virosis De Tipo Persistente
La virosis de tipo persistente es aquella que
persiste en el vector a través del tiempo, por lo
que el vector permanece infectivo toda su vida.
Este es el caso típico de virosis transmitida por
mosca blanca. A diferencia de la virosis no
persistente, la virosis persistente no puede
adquirirse ni transmitirse de manera casi
inmediata sino que requiere de un período de
adquisición que puede tardar horas o días, un
período de incubación de varios días en el vector
y posteriormente un período también largo de
alimentación del vector (horas a días) antes de
2
Tipos de Virosis
poder transmitir el virus. La estrategia aquí no es
limpiarle el virus al vector, ya que esto no es
posible, sino evitar que el vector permanezca vivo
y alimentándose en el cultivo por un período
prolongado de tiempo. Afortunadamente, en la
actualidad esto es relativamente fácil con el uso
de insecticidas sistémicos de acción prolongada y
de alta selectividad a benéficos.
Si bien este tipo de virosis es, desde el punto de
vista práctico, más manejable con control
químico, la eliminación de hospederos alternos de
mosca blanca y virosis es igualmente importante.
La limpieza temprana de las rondas alrededor del
cultivo es indispensable para evitar la migración
de mosca blanca infectada, que se mantiene viva
en hospederos alternos hasta que nuestro cultivo
emerge. En el caso particular de los gemini virus
transmisibles por mosca blanca hay un agravante
más, éstos pueden transmitirse de la hembra
madre a sus hijos por infección de los ovarios, lo
que implica que al cabo de pocas generaciones
pudiéramos tener una alta proporción de la
población de moscas blancas infectadas por
virosis, las cuales persisten en malezas alrededor
de los cultivos aún fuera de las épocas de
siembra.
El abuso de insecticidas (sub-dosificaciones,
sobre-dosificaciones, selección inadecuada de
productos, uso demasiado frecuente, falta de
rotación de insecticidas, entre otros) puede tener
un impacto tremendo en el manejo de mosca
blanca, llevando a condiciones casi incontrolables
de la plaga y contribuyendo a la diseminación
creciente de los gemini virus. El agricultor debe
empezar la época de siembra consciente de la
presión existente en ese momento de mosca
blanca y los virus que ésta transmite,
reconociendo que si ésta está presente pero no
es la causante principal de virosis, no debe
alarmarse por su control ya que la mosca blanca
como chupador causa daño insignificante a
cualquier cultivo, a menos que esté presente en
poblaciones tan altas que promueve la aparición
de fumagina e interfiere con fotosíntesis.
Debe aclarase además, que las moscas blancas,
por lo general están presentes en una gran
diversidad de hábitats y que sus poblaciones son
reguladas de manera natural por parasitoides y
depredadores manteniéndose a niveles por
debajo del daño económico. En las malezas
coexisten varias especies de moscas blancas, las
cuales son fácilmente diferenciables únicamente
en el estado de ninfa por tener distintas
características morfológicas, aunque a simple
vista los adultos de distintas especies no sean
Fintrac CDA
fácilmente distinguibles. En la zona sur de
Honduras, con la salida del invierno, es frecuente
la aparición de poblaciones altas de moscas
blancas en vegetación que permanece verde,
pero dichas poblaciones bajan naturalmente al
cabo de dos o tres semanas por la falta de
reproducción de mosca blanca en dicha
vegetación y/o por la acción de los enemigos
naturales. Por lo antes mencionado, es
indispensable conocer las especies de moscas
blancas presentes en y alrededor de nuestros
cultivos, ya que únicamente la especie Bemisia
tabaci es eficiente en transmisión de gemini virus
y otros, mientras que las otras especies no son de
importancia económica. La presencia de otras
especies de mosca blanca distintas a Bemisia
tabaci en el cultivo y en malezas implica
generalmente que no hay peligro de transmisión
de virosis, y por el contrario indica la posibilidad
de regulación natural de las poblaciones
existentes ya que todas las moscas blancas
tienen enemigos naturales en común, tal como el
parasitoide Encarsia sp.
La estrategia de mantener viveros limpios de
virosis, la aplicación preventiva de insecticidas
sistémicos de larga acción y alta selectividad
antes del transplante y la supervisión continua de
los alrededores del cultivo, eliminando
hospederas alternas de virosis y mosca blanca
son la mejor manera de prevenir virosis de tipo
persistente. El uso indiscriminado de insecticidas
generalmente empeora la situación del cultivo en
casos de presunción errónea de virosis (se cree
que es por mosca blanca y es por áfidos),
provocando la aparición de mosca blanca como
plaga secundaria. Esto suele suceder en casos
donde la llegada de áfidos alados no es detectada
debido a que éstos no colonizan el cultivo,
mientras que mosca blanca es notoriamente
visible y es a ella a quien se le atribuye la virosis.
Para evitar este tipo de errores, es recomendable
el uso y revisión de trampas pegajosas amarillas
que sí detectan la presencia de áfidos alados
migrantes.
A continuación se listan las alternativas de control
de virosis, independientemente de su tipo:
1. Empiece con la menor cantidad posible de
inóculo de virus, independientemente de su
tipo. Ronde su cultivo, elimine plantas
hospederas de insectos chupadores y virosis
preferiblemente con tres semanas o más de
anticipación.
2. Inspeccione los alrededores de su campo de
cultivo. Observe presencia de mosca blanca,
3
 Tipos de Virosis
áfidos, virosis, y plantas de la misma familia
que su cultivo para descartar presencia de
alguna otra plaga o enfermedad, y evalúe su
situación de riesgo por posibilidad de
infección temprana del cultivo para tomar
decisiones sobre el uso o no de insecticidas
tempranamente. Si colinda con predios sobre
los cuales usted no tiene control, verifique
que plantas de hoja ancha crecen allí, y si
esto constituye peligro para usted para tomar
cualquier acción que sea pertinente. Si está
dentro de sus posibilidades, consiéntase a
sus vecinos enseñándoles, no obligándoles,
para que ambos se vean beneficiados.
3. Si posee siembras escalonadas, empiece
sembrando en la última posición contra el
viento, para evitar que las plagas se pasen de
los lotes más viejos a los más nuevos con la
ayuda del viento.
4. De ser posible transplante. Es más fácil
cuidar adecuadamente un área reducida de
Para mayor información sobre cualquiera de los tópicos aquí presentados favor contactar
al Gerente de Producción del CDA, Ing. Ricardo Lardizábal: Tel.:668.2078, Fax: 668.1190,
e-mail: raca@fintrac.com Autora del Documento MSc. Lorena Lastres
Fintrac CDA
plantas, y permite asegurar plantas libres de
virosis antes de la floración.
5. De ser posible empiece con altas densidades
del cultivo para eliminar sin problemas plantas
enfermas.
6. Utilice trampas pegajosas amarillas alrededor
de su cultivo para detectar tempranamente la
llegada de mosca blanca, áfidos alados y
minadores.
7. Ralee o destruya las plantas viróticas antes
de la floración. Tómese el tiempo de
enseñarle a sus trabajadores cuales son las
características de una planta virótica para que
las detecten y eliminen tempranamente.
8. En el caso específico de plantas solanáceas,
evite su manipulación por gente fumadora en
semillero o campo, ya que el virus del
mosaico del tabaco es altamente transmisible
por contacto.
Esta publicación ha sido posible gracias
al apoyo brindado por la oficina de
Agricultura y Recursos Naturales de La Agencia
Internacional para el Desarrollo de Los Estados Unidos
en Honduras, bajo los términos del contrato No 522-A-
00-00-236-00. Las opiniones aquí expresadas
corresponden a los autores de las mismas y no
necesariamente reflejan la opinión de la Agencia
Internacional para el Desarrollo de Los Estados Unidos.
4