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Los agentes económicos

Las actividades económicas son todas aquellas que tienen como finalidad la
satisfacción de las necesidades humanas de carácter económico, es decir,
aquellas que se satisfacen mediante recursos que son escasos.
Como vimos en el tema anterior, las necesidades se satisfacen mediante el
consumo de bienes y servicios, que previamente hay que fabricar y hacer llegar
a los consumidores.
Las actividades económicas, por tanto, comprenden todas aquellas
relacionadas con la producción, la distribución y el consumo de bienes y
servicios.
Los protagonistas de las actividades económicas somos todos los ciudadanos,
y en cuánto participantes de la vida económica, se nos denomina agentes
económicos.
La Economía estudia el comportamiento de los agentes económicos
suponiendo que siguen el principio económico de racionalidad. Esto quiere
decir que tienen un objetivo claro y toman decisiones que los acerquen a ese
objetivo, con la limitación de los recursos que tienen disponibles.
Según el papel que juegan en la actividad económica dentro de nuestro
sistema, los agentes se agrupan en tres categorías: economías domésticas o
familias, empresas y sector público. Esta clasificación se realiza suponiendo
una economía cerrada, es decir, sin relaciones con el exterior.
Economías domésticas o familias

Están formadas por personas solas o agrupaciones


familiares y constituyen la unidad básica de consumo. Persiguen obtener la
máxima satisfacción posible mediante el consumo de bienes y servicios,
teniendo en cuenta su presupuesto limitado y sus preferencias o gustos.
También son las propietarias de la mayor parte de los recursos o factores
productivos que las empresas necesitan para llevar a cabo la fabricación de
bienes y servicios.
Recordemos la hipótesis de la que parte la Teoría Económica sobre el
comportamiento racional de los agentes económicos: ¿realmente crees que,
como consumidor, tu conducta es racional? Reflexiona después de ver el
vídeo.
https://youtu.be/6f1rdIegyec
Empresas
La empresa es la unidad básica de producción, debido a que su papel principal
es la fabricación de bienes y servicios con el objetivo de conseguir el máximo
beneficio posible, dadas sus limitaciones presupuestarias y tecnológicas. Para
desarrollar esta actividad deben disponer de recursos o factores productivos
que contratan y compran a las economías domésticas. Tradicionalmente se
han considerado tres factores productivos:
● Tierra, comprende los recursos naturales y las materias primas
● Trabajo humano, tanto físico como intelectual
● Capital, físico (maquinaria, instalaciones, etc.) y financiero (dinero,
créditos, etc.)
Actualmente se suele añadir un cuarto factor, la capacidad organizativa para
coordinar eficientemente los tres anteriores.

Al conjunto de recursos productivos se


les llama también inputs (entradas) y a los bienes y servicios obtenidos outputs
(salidas). Desde esta perspectiva se contempla a la empresa como un sistema
que transforma los inputs en outputs a través de una tecnología determinada,
tal como muestra el esquema.
La tecnología es la aplicación del conocimiento científico que da lugar a una
combinación concreta de los diferentes factores productivos o inputs para
obtener una determinada producción. En cada momento histórico se dispone
de un conjunto de alternativas tecnológicas para fabricar un bien concreto.
Por ejemplo, para confeccionar un vestido se dispone de un abanico de
alternativas: desde hacerlo de manera completamente artesanal, con una
técnica manual y pocas herramientas (aguja, dedal y tijeras), hasta realizarlo de
forma prácticamente mecanizada, con máquinas cortadoras y de cosido y muy
poca mano de obra. En el primer caso se trata de una técnica intensiva en
factor trabajo, mientras en el segundo es intensiva en capital. Entre ambos
extremos existen opciones intermedias: confección manual con ayuda de una
máquina de coser, o cortado a máquina y cosido manual, etc.
Sector público

Comprende todas las administraciones públicas: el estado,


las comunidades autónomas, las diputaciones y los ayuntamientos.
Desempeña un importante papel en la vida económica, que abarca varias
funciones:
● Regular la actividad económica, estableciendo el marco legal en el que
actúan los agentes.
● Dotar a la sociedad de las infraestructuras necesarias para que la
actividad económica se realice en buenas condiciones: carreteras y
calles, puertos y aeropuertos, canalizaciones de agua y gas, alumbrado,
etc.
● Proporcionar bienes y servicios de carácter público (por ejemplo, la
justicia) o considerados prioritarios (como la sanidad o la educación).
● Redistribuir la renta para paliar las grandes desigualdades existentes.
Para ello se sirve de la política fiscal: parte de los impuestos recaudados
a los que más tienen, los dedica a proteger a los más necesitados
(subsidios de desempleo, salario mínimo, etc.)
● Es propietario de una parte de los factores productivos: recursos
naturales y materias primas y capital.
Su objetivo es lograr el máximo bienestar económico de la sociedad utilizando
los ingresos limitados de que dispone. Incluye todos los niveles de la
administración pública (estatal, autonómico y local, así como superestatal) y los
organismos y empresas de propiedad pública.
En la siguiente tabla se resumen las funciones de cada agente económico, sus
objetivos y sus limitaciones:
 
Agente Funciones Objetivos Limitaciones
económico

       
Economías Consumo Máxima satisfacción Renta y
domésticas preferencias

       
Empresas    Producción Máximo beneficio     Presupuesto
financiero
 y tecnología

       
Regulación
Sector público  Suministro de Máximo bienestar    Ingresos públicos
bienes públicos y económico colectivo
básicos
 Redistribución

Las relaciones entre los agentes

En la vida diaria de cualquier país existen millones


de consumidores que toman sus decisiones de compra, y numerosas empresas
que desarrollan su actividad tomando decisiones sobre la producción y
distribución de bienes y servicios; todo ello enmarcado en la actuación del
sector público que, con sus propias decisiones, condiciona la conducta de los
consumidores y las empresas.
Para poder desarrollar su función, los agentes económicos se necesitan
mutuamente, por lo que deberán establecer relaciones entre ellos.
Las relaciones entre economías domésticas y empresas
Consideremos en primer lugar el caso más simple, el de una economía cerrada
en la que no existe sector público y, por tanto, sólo participan los dos agentes
privados: las familias y las empresas.
El sistema económico en el que vivimos se basa en la propiedad privada de los
factores productivos, que pertenecen a las familias. No todas las familias tienen
posesiones como terrenos, locales, pisos o dinero; de hecho sólo una minoría,
las más ricas, tienen propiedades de este tipo. Pero todas las personas
disponen de un factor productivo que pueden vender: su propia fuerza de
trabajo.
Por otra parte, las empresas, para producir bienes y servicios, necesitan
disponer de esos factores productivos, o inputs, que poseen las economías
domésticas: tierra, trabajo y capital. Surge entonces la primera relación entre
los dos agentes, que implica un doble flujo como resultado del intercambio
entre ambos:
Las familias venden o contratan sus recursos productivos a las empresas y
reciben a cambio una remuneración o renta, en forma de alquileres, salarios,
intereses y beneficios. Este intercambio se realiza mediante el mercado de
factores productivos, que recoge un flujo físico o real (entrega de tierra, trabajo
y capital) y un flujo monetario (remuneración de los factores).
Lo que se llama "mercado de factores" en realidad son varios mercados
diferentes, en los que se intercambia cada factor concreto. Por ejemplo, el
mercado laboral para el factor trabajo, el inmobiliario para terrenos, pisos o
locales, el mercado financiero para el dinero, el de bienes para la maquinaria,
etc. Las empresas, a través de estos mercados, se ponen en contacto con las
economías domésticas y pactan una renta por la contratación del factor del que
se trate. Así, una renta es un cobro periódico por la contratación de un recurso
productivo.
La renta que produce cada uno de los factores recibe un nombre distinto: los
alquileres son la renta de los terrenos y bienes inmuebles, el salario es la renta
o remuneración del trabajo, los intereses la renta del dinero depositado en una
cuenta bancaria, y los beneficios la renta de las inversiones.
Una vez que los factores productivos están en manos de las empresas, éstas
los transforman en bienes y servicios que las economías domésticas compran
con el dinero obtenido por la venta de sus recursos. Aparece así la segunda
relación entre los dos agentes, que nuevamente implica un intercambio y,
consecuentemente, un doble flujo:
Las empresas llevan su producción al mercado de bienes y servicios,
estableciendo un flujo real, y las familias acuden a comprarlos a cambio de un
precio, que da lugar a un flujo monetario.
El siguiente esquema, denominado Flujo Circular de la Renta (o de la actividad
económica), representa estos intercambios realizados entre las familias y las
empresas. La línea continua roja representa los flujos reales, mientras que la
discontinua azul se refiere a los flujos monetarios.
En el siguiente vídeo se puede ver un esquema similar del Flujo Circular, ahora
en movimiento:
https://youtu.be/6TaN3xOG6as
El flujo circular de la renta
Observa que todo intercambio, como su propio nombre indica, supone una
prestación y una contraprestación, un dar y un tomar... en los mercados se
realizan intercambios de bienes, servicios o factores productivos a cambio de
una cantidad de dinero, por lo que siempre habrá un doble flujo. La mayoría de
las veces uno de esos flujos será real y el otro monetario, aunque en ocasiones
los dos flujos pueden ser monetarios: es el caso del mercado financiero, en el
que se intercambia dinero por dinero.
Ejemplo 1:
Supongamos una familia propietaria de los siguientes recursos: un terreno
cultivable en el pueblo, la fuerza de trabajo de dos de sus miembros, y 22.000 €
de dinero en efectivo. Para aprovechar estos recursos la familia acude a los
diversos mercados de factores productivos:

1. Contacta con una inmobiliaria que consigue arrendarles el


terreno a cambio de una renta.
2. A través de un anuncio en la prensa, el hombre es seleccionado para un
puesto de trabajo en una empresa, con la que contrata su salario.

3. La mujer consigue un trabajo tras contactar con una empresa


de selección de trabajadores a través de Internet, que le ofrece un sueldo
mensual.
4. Negocian con su banco habitual la constitución de un depósito a un plazo de

3 años por valor de 20.000 €, con un tipo de interés del 4%.


Los intermediarios que han participado en estas operaciones de colocación de
los recursos propiedad de la familia, forman parte de lo que se ha denominado
"mercado de factores productivos": la inmobiliaria, el periódico que anuncia
puestos de trabajo o la agencia de colocación de trabajadores a través de
internet, y el banco.
La entrega de los factores constituye el llamado "flujo físico o real", cuyo
destino no son estos intermediarios, sino las empresas que finalmente los
utilizarán para transformarlos en bienes y servicios.
La familia, a cambio de prestar cada uno de sus recursos, recibe una
remuneración en forma de dinero, su renta total: el alquiler o renta del terreno,
los salarios de la pareja y los intereses del depósito bancario, que conforman el
"flujo monetario" de contrapartida.
Una vez que la familia tiene en su poder el dinero, podrá comprar todo lo que
considere necesario en su vida: alquilará o comprará una vivienda, un coche,
alimentos, vestidos, viajes, etc. Es decir, acudirá a los distintos "mercados de
bienes y servicios", abastecidos por las empresas.
La corriente de productos que se establece desde las empresas a la familia es
el "flujo físico o real", y su contrapartida es el "flujo monetario" que representa
el dinero que la familia tiene que entregar cada vez que adquiere un bien o usa
un servicio.
Y con ello, se cierra el círculo, el flujo circular de la renta, que representa la
situación descrita para todas las familias y todas las empresas de una
economía que no mantiene relaciones con el exterior.
El sector público en el Flujo Circular de la Renta
El mismo Flujo Circular de la Renta o de la actividad económica se amplía si se
añade el tercer agente económico de una economía cerrada, el sector público.
La actividad de éste es más compleja, ya que mantiene relaciones con los dos
agentes anteriores, familias y empresas, e interviene en los mercados de
factores y de bienes y servicios.
El sector público y las economías domésticas
Entre ambos agentes se establece un doble flujo monetario: las familias deben
realizar pagos al sector público (impuestos, tasas, etc.), y éste a su vez efectúa
transferencias a las primeras (pensiones, becas, subsidios de desempleo, etc.).
Se denomina transferencia al pago que realiza un agente económico a otro sin
contraprestación, sin recibir nada a cambio. Generalmente es el sector público
el que realiza este tipo de operaciones, por ejemplo cuando concede una beca
de estudios.
El sector público y las empresas
También en este caso existe un doble flujo monetario: las empresas pagan
impuestos al sector público y éste a cambio concede subvenciones a las
empresas que considera más necesitadas.
En definitiva, el sector público obtiene la mayor parte de sus ingresos de las
familias y de las empresas mediante los impuestos y otras cargas fiscales. Una
parte de estos ingresos públicos revierte en algunas economías domésticas y
empresas a través de las transferencias y las subvenciones. En este
intercambio se plasma la función redistributiva de la renta por parte del sector
público, como se señaló en el apartado anterior: si los que más tienen pagan
más impuestos, y los más necesitados reciben mayores transferencias y
subvenciones, se habrá cumplido en mayor o menor medida con esta
importante función estatal.
La participación del sector público en los mercados
Además de sus relaciones con los otros dos agentes, el sector público participa
en los mercados, comprando y vendiendo tanto factores productivos como
bienes y servicios.
En el mercado de factores interviene como comprador (de recursos naturales,
trabajo y capital) y como vendedor, ya que una parte de esos factores son de
propiedad pública. Y lo mismo ocurre en el mercado de bienes y servicios, en el
que vende la producción que obtienen las empresas públicas y compra lo
necesario para desarrollar su actividad. De esta forma en ambos mercados se
establece un doble flujo físico y otro monetario.
El siguiente esquema muestra el Flujo Circular de la Renta con la incorporación
del sector público y sus relaciones con las familias y las empresas, así como su
intervención en los mercados.
Ejemplo 2

Consideremos la familia del ejemplo anterior y analicemos


su relación con el sector público. Cada año debe pagar una cantidad de dinero
a éste en concepto de Impuesto sobre la Renta. Además, cada vez que realiza
una compra tiene que pagar el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). Estos
pagos de impuestos conforman el "flujo monetario" que sale en dirección al
sector público. Por otra parte, el hijo que tiene la pareja ha conseguido una
beca para estudiar en un país europeo, que constituye una transferencia o
"flujo monetario" desde el sector público hacia la familia.
Veamos ahora el caso de una empresa. Igual que las familias,
tiene que pagar impuestos: anualmente el Impuesto sobre la Renta de
Sociedades, y trimestralmente el IVA correspondiente a la diferencia entre lo
que cobra en sus ventas y lo que paga por sus compras. Aparece así el "flujo
monetario" desde la empresa al sector público. ¿Y la contrapartida?. En las
relaciones con el sector público puede ocurrir que no exista tal contrapartida, o
puede que sí, si la empresa recibe algún tipo de subvención y se produce
entonces un "flujo monetario" desde el sector público a la empresa.
El sector público también participa en los mercados de factores y de bienes y
servicios. Observemos una empresa de propiedad pública, como la RENFE.
Para desarrollar su actividad debe disponer de los factores productivos
necesarios: terrenos para construir las vías férreas, hierro y acero, los vagones
de los trenes y su mobiliario, mano de obra, etc. Para adquirir estos factores
acude a los mercados correspondientes, adquiriéndolos a cambio de un precio:
este intercambio se representa mediante el "flujo físico" de entrega de los
factores desde los mercados hacia el sector público, y su contrapartida de
entrega de dinero como pago de los factores comprados o "flujo monetario"
desde el sector público hacia los propietarios de los recursos. Una vez todos
los inputs en poder de RENFE, comenzará a prestar su servicio de transporte
ferroviario, que ofrecerá a los usuarios a través de su red de oficinas, de su
página web o de su servicio telefónico: cualquiera de estos medios constituye
un mercado, un punto de encuentro entre los individuos que quieren hacer uso
del viaje en tren y la empresa que los ofrece, la RENFE. Se establece de esta
manera una relación o doble flujo, real y monetario, entre el mercado de
servicios y el sector público: a cambio del servicio de transporte prestado o
"flujo real", recibe un pago o "flujo monetario".

Los sectores económicos


Las actividades económicas de producción y distribución de bienes y servicios
son muy diversas y las realizan las empresas o el sector público. Dada la gran
variedad de las mismas tradicionalmente se han agrupado en tres categorías o
sectores económicos:
1. Sector primario, que comprende aquellas actividades
relacionadas directamente con los recursos naturales sin que éstos se
transformen, dedicadas solamente al desarrollo de los mismos. Incluye la
agricultura, la ganadería, la pesca, la minería, etc.

2. Sector secundario o industrial, que abarca todas las


actividades que transforman físicamente las materias primas o bienes en otros
más aptos para el consumo. Estas actividades fabriles son muy diversas:
energía, textil, metal, maquinaria, química, electrónica, automóvil, y un largo
etcétera.
La clasificación tradicional incluye la construcción, pero debido a la gran
importancia de esta industria y a sus particularidades, con frecuencia se la
considera de manera independiente.
3. Sector terciario o de servicios, que engloba al resto de actividades no
incluidas en las categorías anteriores, caracterizadas por proporcionar la
prestación de servicios, y no bienes tangibles: comercio, enseñanza, sanidad,
transporte, comunicaciones, turismo, banca, etc.
Estos tres sectores económicos están interrelacionados y se necesitan
mutuamente.
En el caso de la agricultura, se necesitan una serie de herramientas y
máquinas, abonos y semillas que previamente se han producido en la
industria; una vez obtenidos los bienes agrícolas vuelven a conectarse a los
otros sectores: o bien se dirigen a la industria para su transformación (por
ejemplo, las frutas para hacer mermeladas), o bien se comercializan en fresco
a través de los servicios de almacenaje, transporte y venta al por menor.
También el sector industrial requiere para su actividad del sector primario, que
le abastece de materias primas, y del terciario, para llevar sus productos desde
las fábricas hasta el consumidor (comunicaciones, transporte, comercio,
publicidad, etc.).
O pensemos en la prestación de un servicio, como puede ser el trabajo de un
médico: para ejercer su actividad necesita disponer de material e instrumentos
y un local, muebles, etc., obtenidos todos ellos en la industria. Además el
médico tendrá que utilizar una serie de servicios adicionales, como la
comunicación, el transporte o la formación.
Por otra parte, la existencia de un sector de servicios suficientemente fuerte es
imprescindible para el buen desarrollo de los otros sectores, debido a que
incluye las infraestructuras básicas. Por ejemplo, un país que no cuente con
una sólida infraestructura de servicios como el transporte, las comunicaciones,
la banca o los servicios profesionales, difícilmente podrá desarrollar de forma
eficiente su industria o el sector primario.
En relación a este tipo de infraestructuras, recientemente la Unión Europea ha
aprobado un plan de construcción de ejes ferroviarios de alta velocidad para el
transporte de mercancías en España, que podemos leer en la siguiente noticia
del diario El País.
En principio se podría pensar que los tres sectores deberían estar equilibrados.
Sin embargo, suele ocurrir que a medida que un país se desarrolla
económicamente, pierde protagonismo el sector primario a favor de las
actividades industriales y, sobre todo, de servicios. Es lo que se denomina
terciarización de la economía.

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