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seguir.
triste.
sentido,
El guerrero pacífico.
Año 19 9
vida.
Pasaba
muchas
horas
allí,
conseguir
el
mejor
resultado
superficie de cristal.
se
perderían.
Y,
si
al
final
terminaban
convirtiéndose
en
Año 2002
montar
a
caballo?
—Harriet
—zanjó
Angie,
que,
sin
ser
«Quizá
por
eso
estaba
tan
Harriet.
Porque
no
se
había
amiga.
Madison
viene
de
visita
los
—Siempre se enfada.
carta.
—¿Te
acompaño
se
lo
preguntamos juntas?
muñeca
le
sientan
mejor.
Quédatelos.
amasado
una
buena
fortuna
esperado
tener
una
familia
además,
anhelaba
tener
hijos
mayoría
de
edad
que
le
ignorante.
percatarse de su presencia.
—Ya estoy aquí —anunció Harriet.
—Y ya lo hago. Me ocupo de mi
aprende
cocinar,
entonces.
televisor.
sabe
hacerse
cargo
de
sus
responsabilidades. —Chasqueó la
Harriet
seguía
confundida
Año 2007
algunas
amas
de
casa
de
Newhapton.
Guisos,
legumbres,
tanto chocolate.
cosas…
Año 2009
Harriet
había
crecido,
convirtiéndose
en
una
chica
atractiva
que
no
pasaba
desapercibida.
Pero
eso
solo
verdad?
anuales
que
celebraban
cada
apretando la suya.
propia.
¿Puedes
esperar
un
de espiarme.
—Claro.
controladora
se
inquietaba
hija
tomaba.
Aunque
pudiese
correcta.
en la espalda, y al girarse se
galletas.
dieciséis
años,
despertaba
iguales.
Eliott
Dune
había
visto
entre su cabello.
—¿Puedes dármela?
especial.
Un
recuerdo.
Pero
enseguida
Harriet
advirtió
lo
sus palabras.
No lo hizo.
hoja de jazmín.
dicho.
Ni
que
llevo
meses
pensándolo.
silencio
los
envolvió
mientras
presidía la plaza.
La
multitud
comenzó
papel.
surcaron
el
cielo
llevándose
consigo
los
deseos
Newhapton.
acompañarla a su casa.
—Me encantaría, pero Angie y yo
mamá en la cocina.
ahora
estaba
totalmente
hablado?
extraño
que
no
se
ciudadanos,
pero
también
lo
vecinos.
supongo.
—¿Crees en el destino?
—A veces. ¿Y tú?
—¿Por qué?
ti?
controlar el futuro.
Harriet
emitió
una
risita
silencio de la noche.
—Eso es muy…
—Vamos, dilo. No te cortes
«aburrido»?
joven,
una
de
las
pocas
de «aburrido».
nadie
era
realmente
sincero
Harriet.
—Sí.
haremos?
comienzo.
Año 2010
interior
del
bosque,
que
la
acompañaba en sus enfados, aquel
puro.
día?
—¿Y me quieres?
mejor…?
sabes.
Año 201
su mejilla.
medicina.
profundamente
su
compasión,
intento
decirte
—susurró—.
Te
consciente de ello.
desmoronándose a pedazos a su
protegerlo.
infierno!
Eliott bufó.
—Montar la pastelería.
oídos…
decir Eliott.
bramó su padre.
premeditado, evidentemente, y…
más irreparable.
Harriet
notaba
su
estómago
del médico.
Dame la mano.
llevasen a la clínica. Ya no le
y yo le esperaría e intentaría
conozco.
unos segundos.
Se
escuchó
una
ligera
por el interfono.
Año 2014
Trent.
Y,
aunque
Harriet
era
momento.
relativo.
sorprendida
joven—.
Además,
que
mañana
contrajeses
hicieses,
deberías
devolver
la
tu
padre,
iría
parar
herencia.
testamento
es
legal
—contestó
pueda
causarle,
pero
nuestra
pasaría
ser
propiedad
del
Ayuntamiento y…
matrimonial?
—Exacto.
—La
vivienda
le
pertenece,
disponer
del
beneficio
correspondiente.
—¿Eso es todo?
que lo sabría.
dólares.
estabilidad
laboral,
había
tanto
anhelaba
(aunque
había
Año 2015
(Parte 1)
hacer
sonar
la
melodía
de
sentenció Angie.
alejarte.
de
la
boca.
Siempre
estaban
dijo
mientras
se
acercaba
al
señorita.
contrario.
—¿Ocurre algo?
regalo de cumpleaños.
advirtió Angie.
—¿Tiene
garras,
colmillos
—Sabemos
que
tu
primera
y…
aceptarlo.
—Un
plan
maléfico.
—Jamie
sonrió
entrecerrando
los
ojos
—Y el plan es el siguiente: tú y yo
marido!
¡Bieeeeen!
—Alzó
los
brazos
en
alto
modo
de
celebración.
en Las Vegas?
—Porque
está
miles
de
de la barra.
—Eso es ruin.
porque
les
pareció
tan
intentarlo
solo
por
tener
la
sabores
exóticos.
Conocer
rompiendo
el
hilo
de
sus
pensamientos.
clásico
prometían
costar
una
fortuna,
la
moqueta
estaba
conocida marca.
genial.
—Aplaudió
varios
poder
encontrarte
un
marido
decente.
poco decente.
púrpura.
sus amigotes.
—Eso es.
blancas.
—prosiguió
Angie.
No
habían
Nada
demasiado
exagerado.
—No
seas
negativa.
Solo
necesitamos un golpe de suerte.
tumbonas—.
En
primer
lugar,
Eliott y…
—Relájate.
del
momento.
Tengo
el
rodado
si
conseguimos
que
maravillosa?
previo aviso.
terminaban
los
abdominales.
vista
y
encontrarse
con
sus
crujiente césped.
filosofía de vida.
—¿Estás bien?
habitación
para
dejarlo
todo
carcajada
despreocupada
que
pasar desapercibido.
Año 2015
(Parte 2)
El
local
tenía
varias
salas
diferenciadas por la decoración y la
donde
sonaba
una
música
mullidos
sillones
blancos.
Farolillos de aire vintage que
contenían
orquídeas
malvas
blancas.
luego.
estamos
estupendas.
Deja
de
volveremos
estar
en
casa,
pueblo…
con suavidad.
de su piel.
—Perdona. Toma.
—Gracias.
el
pendiente
—dijo
con
voz
ya
está
bien
—sobreactuó,
cerveza.
—¿Y bien?
no se giró.
alrededor.
Fue
bastante
parecía
agradable
bastante
amigos
estaban
celebrando
su
parecer,
era
un
momento
—Es
decir,
que
ni
siquiera
confirmó Angie.
creyendo
que
encontraría
un
marido en Las Vegas?
botellas
brillantes
de
cristal
entusiasmada—.
De
hecho,
pidámonos un chupito.
Pidieron uno. Y después otro, y
pareja
que
venía
de
Miami,
abejitas.
purpurina!
—Harriet
aceptó
la
en su lugar.
prorrumpió
en
una
sonora
carcajada.
fracaso.
casi insoportable.
soltar un taco.
de hablar.
digo tacos.
imbécil,
gilipollas,
cabrón,
preferido
es
«joder» —sonrió
la aclaración. Si me disculpas…
intentar
apartarse
terminó
tirada.
—¿En serio consigues ligar así?
alcohol,
tenerle
tan
cerca
le
paso.
—Estás borracho.
—exclamó indignada.
dónde eres.
—No es verdad.
talones—.
¿Conseguirme
unas
cómodas zapatillas?
calzas?
competitivo.
¿Treinta
siete?
¿Treinta y ocho…?
obediente.
—Volveré en seguida.
medianamente
normal?
¿Y
si
mirarlas andar?
Venga. Arriba.
Harriet fue entonces consciente de
deportivas.
Cuando
volvió
—¿Cómo
has
conseguido
las
zapatillas?
Tenía
la
boca
seca.
No
fue
de su rostro.
acento, ¿entendido?
—Entendido.
—Reprimió
una
Francisco.
—Qué típico.
—Gracias.
Fisherman’s
Wharf?
¿O
en
volumen de la música.
—¿Beber tequila?
cruce en tu camino.
simplemente me recuerdes a mi
hermana?
silencio.
—En absoluto.
menos…
indicado.
Luke le dedicó una mirada
como
aquél.
Su
mirada
era
cómo etiquetarlo.
reto.
«Encontrar
un
marido
para
aclararse la garganta.
—Hum. Reto.
mí.
como
si
la
sala
donde
se
—Adelante.
—¿Perdona?
mismo de ti.
—Ya, pero me toca a mí hacer las
preguntas.
—Reto.
nadie más.
susurró.
dulce.
adorables.
verdad.
ácido.
voz pastosa.
horneando
pasteles?
Estaba
jodidamente bien.
bailando
lentamente
como
si
—¿Luke?
—¿Sí?
—¿Esto es raro?
—¿El qué?
—Estar
abrazada
un
desconocido.
llevar.
—Creo
que
no
deberíamos
acostarnos.
piel.
—Tranquila,
no
me
va
reflejado en ella?
encanta?
Las
margaritas.
Son
margarita
no
tener
que
digo…
sonó
extrañamente
rasgada
espalda,
su
aroma
masculino
envolviéndola…
hablando.
Son un asco.
fútbol?
—Claro.
El
partido
de
los
—Harriet…
—Dime.
—Creo
que
quiero
casarme
contigo.
se encontraba en el interior de
—¿Casharme?
¡Yo
no
quiero
casharme!
siseó su amiga.
matrimonio
del
que
ella
no
que casarse?
a separarse.
contundente.
Harriet
antes
de
césped
que
crece
bajo
las
margaritas.
olvido.
Notó
la
bilis
quemándole
la
garganta
y,
algo
desorientada,
sintió
unas
manos
cálidas
Harriet se asustó.
ambarina.
—Tómate
esta
aspirina.
—Le
—Las dos.
—¿Del mediodía?
Nada.
—Llevas todo el día durmiendo.
minibar.
que…?
mientras
presionaba
superarás.
—¿Qué demonios…?
Angie.
Un jodido tatuaje.
Respiró hondo.
pequeños
que
parecían
volar
preocupada.
siempre la acompañarían en el
algo más?
que
acababas
de
ganar
una
—¡NO!
sobre
la
mesilla—.
Tuve
que
simbolizaban la libertad.
la velada.
presupuesto),
luego
mujer casada!
corazón.
siquiera
advirtió
que
estaba
mejillas.
original.
vio,
ahí
estaba,
claro
casada.
—¡Sí!
repitió.
—¡Dios mío!
medianamente
bien,
estaba
pequeña
bolsita
azul—.
Hace
encima.
La
nueva
tenía
una
—Angie, te quiero. Y no te
UN AÑO Y SIETE
MESES DESPUÉS
años
atrás.
Estaba
más
que
más
cercana
la
despensa.
de bailar y divertirse.
Jamie.
Angie?
ya sabes.
demás,
porque
constantemente
y se mudase a Dallas.
paladar
que
vale
millones
colocarlas
sobre
la
encimera
anchos.
Barbara
Flaning
solía
que
lo
caracterizaba,
que
su
así, holgados.
Al ser todavía jueves, la noche fue
instante.
fuerza.
verás.
—Y a mí también. Necesito
perderla de vista.
—Mientes. La adoras.
Angie puso los ojos en blanco.
barra.
—Te
adoraría
si
fueses
un
habitación roja y…
dichoso Grey!
—bromeó Angie.
vayamos ya.
tomado.
marquesina
de
la
casa.
Era
multitud
de
almohadones
de
estancia
que
le
había
hecho
clientes
ante
ellos,
como
las
trabajos
quedarse
hasta
la
pasteles
sin
siquiera
haberlos
cuando
ocurría,
cuando
escuchaba
algún
comentario
Eliott
Dune
(halagándolo,
por
supuesto), fijaba la vista en los
Por
alguna
extraña
razón
la
Todavía
no
había
amanecido
más
que
necesitaba.
Después,
medio
el
nombre
del
de
madera.
Harriet
la
había
muestra.
Había
varios
hornos,
cámaras
metal.
Harriet
dispuso
los
delantal
mientras
organizaba
conservar
algunos
de
los
ingredientes y la anticipación de
todo lo posible.
—Tartaleta
de
hojaldre
con
chocolate.
de galletas de mantequilla. No se
dulces,
mientras
ultimaba
los
producto fijo.
gráfico.
para la geografía.
—¿Harriet Gibson?
—¿Qué desea?
por favor.
Él se quitó las gafas de sol y
aquel embrollo.
más
fieles,
entró
en
el
establecimiento.
mantenerse callada.
señaló.
en otro momento.
demonios
mi
abogado
lleva
buscándote desde entonces. ¿Te
llamo…
incluso
habían
localizado
el
poder
pedir
el
divorcio
sin
consecuencias.
del
mundo
para
mi
querida
cantar.
enfrente.
El cabello rubio le llegaba a media
divorcio, claro.
peligroso.
una
pausa
tras
hablar
todo.
más
horas
seguidas
de
lo
acompañaba la sensación de no
dirección de un establecimiento
hacer.
contestar.
primera hora.
favor…
hecho.
—Tú no lo entiendes…
hombre soltero.
una
brusquedad
innecesaria,
produciendo
un
ruido
ensordecedor,
salió
del
había llegado.
pastelería
que
le
daba
más
Aquella
noche
aguantó
—Estás rara.
afirmación.
estante alto.
periodo.
serenarse.
Jamie
estaba
que…?
—¡Suéltalo!
Solo un poco.
formalizar el divorcio.
—Harriet,
dime
qué
está
Sabes
que
puedes
contarme
cualquier cosa.
algo…
Gracias.
matrimonio
su
vida
estaría
completamente arruinada.
entrar.
caseros
que
haces.
Estaban
el turno de trabajo…
que lo avise?
está la salida.
planta
estaba
oscuro
poco
musculoso.
la pastelería.
la palabra «intimidad»?
—¿Puedo pasar?
este lugar?
menos…, ya sabes.
—No, no lo sé.
medios?
cuestión de gustos.
su mirada.
—Lo que me cabrea es lo que estás
mier…
gustado
preguntarle
por
qué
realmente.
que no.
no lo entiendes?
hermanita de la caridad.
Ella ni siquiera se había percatado
—Deja de llorar.
convertida en un montón de
para
mantener
un
negocio.
posibilidades.
manos
al
rostro,
intentando
digo en serio.
escándalo
público
—agregó,
metiese en la estancia.
¿En serio?
suerte
para
Harriet,
estaba
completamente vestido.
tan grande?
sorpresas.
Odio
las
jodidas
sorpresas.
bien…
—masculló
Luke
entre
dientes.
contenerse—. Perdona.
ceño
fruncido—.
Te
estresas
divorciarnos?
punta
punta,
parando
en
albergues,
sin
horarios
ni
ninguna
responsabilidad.
Su
más su desesperación.
resultado?
Seguía
notando
un
aquello
era
diferente,
nuevo,
mientras tanto…
una
vida
en
común,
bienes
compartidos,
mucho
amor
desinteresado en la enfermedad y
blablablá.
—Es… es imposible.
—¿Por qué?
simpático.
siento
mucho.
Lamento
las
molestias
que
haya
podido
pretenderlo…
indignada.
pensártelo.
Mientras
tanto,
te
Y cierra al salir.
poco de viento.
barro
otras
sustancias
no
lo invitó a pasar.
veo.
grueso y suave.
frescas.
—Luego
te
explicaré
dónde
guardo
cada
cosa,
pero
te
voz monótona.
especie
de
altruismo
que
le
embargaba en su presencia. A él le
wifi.
segundos.
—Déjate de bromas.
aquí metida?
alrededor.
Aquel
lugar
resultaba
ahora
al lado de la plaza.
que
tenía
enfrente.
Decidió
compadecerse
de
su
patética
un extraño.
fío de ti.
estaría
aquí
hablando
—Ahí es.
vez
desde
que
había
pisado
ir echándole un vistazo.
montón
de
cajas
de
cartón
así.
quedase a la vista.
—Perdona.
—¿Cuántas veces al día pides
perdón?
volvió a hablar.
listo?
—Eso no va a suceder.
—Claro
que
sí.
No
pienso
noche.
contestó
con
una
brusquedad
inusual en ella.
que
entretenerme.
Contaré
Ella
le
clavó
una
mirada
desafiante.
que nada.
una llamada.
—Menuda excusa. —Puso los ojos
haberse
casado
con
una
llamada
que
llevaba
horas
posponiendo.
más.
solucionar.
—Sally…
—Dime.
que te apetezca.
—Eso espero.
ropa.
que
las
máquinas
quitanieves
—Evidentemente.
—Puedes
estar
tranquilo,
la
temporada
de
nieve
ya
ha
terminado.
persiana
estaba
medio
bajada
aspecto similar.
preocuparles.
No se lo aseguró. Simplemente se
encogió
de
hombros
con
indiferencia.
de aspecto casero.
elegir.
almacén.
barra.
Alzó
las
cejas
significativamente
la
miró
sonriente.
a Luke.
—¡Tú…!
Jamie.
Harriet.
—¿Qué trato?
amigos.
duerme en el cobertizo. Y me
un
completo
desconocido!
Jamie.
de diversión en la voz.
la
escoba,
será
mejor
que
tiempo.
almacén.
—¿Qué
esperabas?
Eres
una
especie de amenaza.
—¿Y
tenéis
algún
tipo
de
empleadas?
millonario.
Luke
leyó
las
diferentes
especialidades
de
cerveza
que
servían.
como se diga.
manos.
Le tendió la cerveza.
hacer.
La
noche
avanzó
sin
más
hábilmente.
su
cara
era
angelical.
Dulce.
labios
de
la
desconocida
se
algo achispado.
mirada.
algo…
—Ya.
mí
tampoco
me
pulpos pegajosos.
espejismo irreal.
Harriet secamente.
—Eres
demasiado…,
hum,
demasiado…
—Demasiado tocapelotas.
ojos.
decepciones
los
éxitos
inalcanzables.
Lo primero que le llamó la atención
y se dirigió a la pastelería.
Luke
se
presentó
ante
las
caballero.
fueses a hacerlo.
inusitado interés.
—No te importa.
países?
tú todo esto?
—¿Qué me recomiendas?
deshacía en la boca.
—¡Joder!
—Traduce eso.
cliente
entró
en
el
exclamó.
migaja.
El tipo pareció algo confuso
—Vale—sonrió—.
Ponme
dos
trozos.
—¿Cómo
has
hecho
eso?
Convencerlo así.
—Ya lo hago.
muestra
que
había
sobre
el
mostrador.
—No es verdad.
Qué divertido.
desempleo.
mierda de estas?
ocurriese algo.
Luke, ampliamente.
Ya
había
anochecido
cuando
resultaba
extraño
compartir
sobre sí mismo.
—¿Y qué se supone que haremos
ahora?
entrar en casa.
quieren vigilarte.
—¡Joder!
Había
olvidado
el
partido —alzó la voz consternado—.
diese comienzo.
entiendo.
mantequilla de la nevera.
—¿Qué
hago?
—Luke
se
Es insoportable.
miró de reojo.
—Entendido, jefa.
hasta
que
Luke
empezó
desesperarse y habló:
de
pizza
con
una
facilidad
sorprendente.
concentró
en
unir
todos
los
tomate.
—Paso. No me apetece.
bromeó,
dejó
escapar
una
le
dirigieron
una
mirada
interrogante
que
respondió
desorientada
por
todas
las
novedades de los dos últimos días.
ceño.
contestó Luke.
nachos.
disputa.
cierto recelo.
central.
rozaban.
Para
cualquier
otra
estaba
acostumbrada
esa
disimulo.
estadísticas
que
se
sabía
de
memoria.
jugada.
Harriet.
segundo.
—No es necesario.
en tu salón.
limón?
raro.
razones
supermisteriosas
quiere
Harriet
estuvo
punto
de
calificarla
como
una
mierda.
parecía feliz.
cañón
te
está
aturdiendo
mentalmente.
amor.
sonreír.
recordó
Harriet,
ignorando
la
ganas de reír.
por traer.
de sus labios.
bufó Angie.
razones
obvias;
solía
tragarse
Los
dos
se
miraron
unos
dormir.
se
tensaban—,
¡una
salsa
de
arándanos! Sí, eso es.
—Prefiero no contarlas.
armarios
los
ingredientes
que
loca?
supongo.
Luke
sonrió
terminó
de
de su estómago.
decir ella.
cohibido.
madera
del
porche—.
¿Cuánto
—Todavía no lo he decidido.
noche
anterior,
le
resultaba
inquietante saber que Luke estaba a
Luke…
absolutamente nada.
parecido a su padre…
nada.
Harriet suspiró, se dio la vuelta en
pastelería.
podía.
6
insistentemente a la puerta. Ni
pastelería?
—¿Tenemos?
—Eso he dicho.
cabeza.
¿los
venden
por
packs
para
matrimonios felices?
en
una
sonora
habitación.
acercarla en su coche.
cocinar
en
la
trastienda
y,
leche salado.
demasiado
segura
de
cómo
pegaba
la
bronca
porque
embargo,
el
viernes
al
mediodía,
Luke
rompió
esa
misteriosa
rutina
cuando
le
un trapo.
—Volveré antes de que cierres.
Él se encogió de hombros y se
inmovilizaba.
sentido
extrañamente
animado,
tiempo
suficiente.
¿El
tiempo
descartaba
con
la
misma
intensidad y rapidez.
mostrador.
barra.
al camarero.
millar
de
notificaciones.
De
desconexión.
enviar.
Tenía varios emails de su antiguo
conjunta:
Jason: Al menos, podrías molestarte en
CÓGELO.
como tú.
algo así.
Te resulto adorable.
JESSICA ALBA!
apenas un mocoso.
Hasta hacía unos meses, habían
conversación.
demasiado,
quizá
por
eso
le
cosas buenas.
comenzaba a teclear.
siendo un capul o!
exterior.
Luke: Casi.
Luke: Casi.
te pego.
me preocupa.
Mike: Pues ya somos dos.
borracho.
tan lejos.
vaqueros
y
gruesos
jerséis
camisetas cómodas.
organizar
por
motivo
del
bicentenario
de
Alfred
Greg ,
fundador
de
Newhapton.
Un
aburrimiento de conversación.
de tu novio, es soportable.
Suena bien.
teléfono,
mientras
las
mujeres
irritante conversación:
otra.
pastelería
en
el
bar
del
zarrapastroso y la maleducada de su
—Pobre Eliott…
macabra.
justificase
por
qué
había
alguien,
lo
hacía
de
forma
incondicional.
cuándo
volveré.
No
cuentes
pienses
en
nada
disfruta.
rincón de la casa.
—¿Necesitas ayuda?
comedor.
Angie
de
camino
aquí
y,
vacaciones.
ensalada.
raro.
Eh,
¿prefieres
queso
parmesano o mozzarella?
mí de ahora en adelante.
en la mano.
disimulo.
los problemas.
Ya
en
el
comedor,
ambos
tanteó Harriet.
—Siempre
quise
tener
una,
andar.
—Pues me alegra que no os
parezcáis en nada.
como
ella.
Tiene
mucha
personalidad.
tienes?
empezaste a cocinar?
personales.
quieras.
antes de hablar.
—¿Qué recuerdas de lo que
ocurrió
en
Las
Vegas?
¿Nos
hicimos
en
el
baño
de
un
restaurante y luego…
Terminó prorrumpiendo en una
más fuerte.
eso.
«capullo».
Pero
mejor.
el vino en la boca.
liamos, ¿cierto?
hubiésemos
acostado
tú
lo
recordarías. ¿No te he dicho que
cocinar?
Notó
el
calor
sacudiendo
su
«follar»?
—Enarcó
una
ceja,
divertido—.
¿Qué
edad
tienes,
Harriet?
—¿Importa eso?
pueda contestarte.
nadie esperándote…?
pollo y lechuga.
Las Vegas?
viaje.
se moviese.
el cristal.
—¿Qué es?
—Licor de cereza. Lo único con
casa.
Sigamos
con
esto
de
—¿Sobre mí…?
tenían
una
opinión
llena
de
prejuicios.
con el café.
—¿Qué hiciste qué…?
mundo
dramatiza
exagera
—¿Por qué?
preguntas más?
personal.
Jamie.
pretendía
dar
tranquilidad,
de que empieces.
Guardó
silencio
mientras se sentaba.
embarazada.
—Pero no aceptó.
—¿Y tu madre…?
—¿Mierda?
hacerlo, a veces.
—¿Es psicóloga?
esas…?
—Señoras.
—Iba a decir algo más divertido,
pero vale.
familias
más
adineradas
de
Newhapton,
regentan
varios
telenovelas
mexicanas
menos
dramáticas.
—Hostia.
después.
—Y
ahora
me
debes
tres
preguntas.
segunda
opción
tenía
muchas
dicho.
entrecerrados de lo normal.
infancia.
muy rara.
—¿Feliz? ¿Triste? ¿Difícil…?
—Muy feliz.
cómodo, tranquilo.
naciese.
Era
soldado.
Estaba
divertido.
fuese.
niños?
pregunta
—apuntó
antes
de
Mike.
un erizo en la cadera?
—Te has fijado…
como
si
estuviese
intentando
de lo que hablo…
—Los pajaritos —sonrió.
Harriet
estalló
en
una
durante
demasiado
tiempo.
Y,
haciendo avances.
—¿Tú
bailas?
—preguntó
sorprendida.
My way.
—Esto es raro.
—¿Por qué?
—Estamos bailando.
un sonido estridente.
tiempo…
cómo llueve.
viento…
girándolo
entre
sus
dedos,
interior.
—Me
tranquiliza
hacerlos.
—¿Por qué?
por favor.
—¿Qué?
eso o…?
brusquedad—.
Sé
que
suena
estúpido,
pero
solo
es
una
preferidas,
desechando
otras,
decidimos darle.
dedo
antes
de
encogerse
de
obligación hacerlo.
—No.
—¿Estás segura?
Demasiado acelerado…
voy a vomitar.
—¿Estás de coña?
pie.
gracia?
horrible.
desconocido.
te acompañaré a la cama.
sola, gracias.
Seguía
notando
el
estómago
alcohol,
pero
nada
realmente
aquello y se marchase ya al
extrañamente
melódico
y a hierba húmeda.
Luke
estaba
allí,
durmiendo
plácidamente en su sofá.
manos
muy
cortas,
algo
mirándome?
recobrar la compostura.
Luke se desperezó.
—Ni lo sueñes.
de su proximidad. Su presencia la
inquietaba
hacía
que
se
todo?
de
que
cierras
por
asuntos
horror.
—Puedes. Y debes.
funcione.
—Está bien, déjalo. Aprovecharé
—¿Quién es Barbara?
travieso—.
Desde
tiempos
raro.
La casa de Barbara Flaning estaba al
bronceada.
Estás
se
ha
pasado
las
vacaciones
tostándose al sol.
teclado.
profesor
de
surf…
todo
un
—¡Mi amigo!
nos
estamos
conociendo.
De
en contacto.
ojos en blanco.
complicado
divorcio,
se
había
Angie me ha contado lo de tu
Los
Ángeles
tintinearon
atención en el ordenador.
fuese a trabajar?
¿queda claro?
idea de la cabeza.
hablar contigo.
conoces.
fío de nadie.
Angie.
olvidar
momentáneamente
esa
nervioso.
y…
quieres saberlo?
noticias
relacionadas
con
ese
durante un tiempo…?
fuerte!
casa.
—¡Mamá!
—Déjame ver.
leyó.
«El
entrenador
Luke
Evans,
juveniles
del
Condado.
Como
reconocimiento a su labor, la
las
actividades
extraescolares.
alumnos».
grandes,
en
ambas
se
podía
—Era
entrenador…
—susurró
pueblos de alrededor.
alguna ocasión.
nada?
cabeza!
y…
daño! —gritó.
—Claro.
—Pero…
todo…!
estará esperándome.
antes de hablar:
ya.
Me
alegra
que
—rio suavemente.
—Quiero conocerlo.
—No sé si va a gustarte…
Si
pudiese
conseguir
que
el labio inferior.
primer
día
que
puedas
salir
cenar. Lo prometo.
—Buena chica.
acababa
con
la
paciencia
de
amablemente,
todos
le
habían
colchón.
algunas
cajas
que
seguían
mundo.
de los demás!
contestó—.
Entonces,
¿podemos
rastro
de
diversión
había
gemido afligido.
abertura desigual.
«Querido Fred:
Ellie»
con nerviosismo.
—¿Qué ocurre?
—Escóndelas
—susurró—.
Guárdalas en algún lugar donde no
pueda encontrarlas.
—¿Por qué?
Ni
siquiera
un
«¿cómo
está
Harriet?».
Nada.
Absolutamente
mirada
curiosa
de
Luke
la
soledad.
recuerdos.
del
escaparate?
¡Vendidas!
(se
cometer
más
errores).
Ya
le
Era
extrovertido,
hablador
voz
adquiría
ciertos
matices
diferentes
según
quién
se
estuviese dirigiendo. Harriet tenía la
asuntos.
(Luke
odiaba
habrá zombis?
algo.
—¿Cuántos
meses
crees
que
comida.
mirada de su boca.
—¿Perdona?
volvió
preguntarle
por
sus
hermanas
la
relación
que
mantenía con ellas; lo hizo cuando
era patético.
aceptó.
es primavera.
complicidad.
de que empiece.
bajo.
florecer.
Newhapton.
—¿Adónde me llevas?
Llevaba
pensando
en
aquello
accedido
no
romper
su
convertirse en un montón de
sentía
extrañamente
feliz.
Le
gustaba
tenerlo
alrededor.
Su
disputaban
los
partidos
de
expresión contrariada.
esto…
nerviosismo.
No
consiguió
controlarse.
cabeza…
—Suéltame.
La soltó de inmediato.
—Harriet…
—Solo… deja que me marche
encogerse
sobre
sí
mismo
fingir.
nadie.
Escapó de entre sus brazos.
descubrió
que
tenía
los
ojos
tus lágrimas.
que
irme…
—respiró
hondo—.
congelado.
alambrada.
—¿Por qué?
ser feliz.
con mi Luke?
10
por
buscar
algún
tipo
de
mirar el calendario.
sustituto.
ahínco.
dulce.
botellas
interrumpiese
la
conversación.
—Hey, mañana iremos al lago, ¿os
entre risas.
caramelo.
mano
quitarse
después
la
sabido
catalogar.
No
sabía
—Hace frío.
—Eso es frío.
mano en la madera.
—dijo ella.
pájaros
Jamie
Angie
utilizar.
Harriet
miró
embelesada
el
reflejo
de
las
dorados…
—¿Cómo qué?
Apetecible. Y diferente.
Harriet
se
quedó
paralizada
haciendo?
—¡Eh,
vosotros!
¿Qué
estáis
Sujétala
mira
cómo
debes
trasto.
—Luke rio.
de
sus
manos
colocarla
hombro.
estupenda.
contempló
el
horizonte—.
¡Me
mediodía.
Harriet
estaba
ensimismada
disfrutando
del
verdad.
—¿Qué verdad?
siquiera lo conozco!
equivocando.
fruncido—. No lo conoces en
tiempo.
él se irá…
camiseta.
—Sonrió
traviesa—.
blanco.
la visitaba de improviso.
de un modo melodramático—. Y, a
sitio, ¿verdad?
semana.
tiempos
pasados
intentaban
marcaba severamente.
siguió.
—Te ha dado demasiado el sol.
bostezó.
—¿Sabes
qué
deberías
hacer
empiezo a defenderme.
me encargo yo.
instantes.
pantalla. «Sally».
—¿No lo coges?
sacó la bolsita.
para ver
el
partido
mientras
problemas?
—Hasta
donde
recuerdo,
no
suspiro.
pero sí entenderlo…
cordelito marrón…
intentando
visualizarlos
desde
delante.
—Léela tú.
«Fred:
Necesito tiempo.
Ellie»
terminó de leerla.
—Lo mismo.
—¿El qué?
escuchando
cosas
durante
los
padre
cuando
llegó
aquí
de
cerca de ella.
¿Tú no lo crees?
Descríbela.
levantarse.
garganta.
puntito travieso…
—¿Estuviste enamorada de Eliott
Dune?
hacerlo.
gracia.
qué?
—Harriet
se
—Ya sabes…
—¿…responsabilidades?
llevaba en la mano.
olvídalo.
divertido.
consolador.
—Ay,
la
hostia,
¿tú
quieres
entonces,
¿cuántos
novios
has
tenido?
vida?
demasiado.
—¿Follar?
sucedían
los
últimos
quince
que
la
haría
disfrutar
para
Qué mierda.
más
tiempo
de
lo
y se tumbó allí.
arrastraba consigo.
Harriet.
cielo…
despertar.
duermes, abejita.
irnos.
Recorrieron
las
calles
hasta
al llegar al establecimiento, lo
así?
sabrías,
después
de
que
incomodidad.
—Ah.
ayudarme?
fuera.
—Suena lógico.
la pastelería.
—De acuerdo.
Harriet
tenía
las
manos
podía
escuchar
la
respiración
que
haya
nada
tirante
entre
nosotros…
cuentas?
camino,
disfrutando
de
la
tranquilidad
de
la
mañana.
aquellas
calles
laberínticas
de
aquellos
que
Ya en la cafetería, pidió un
límite.
problemas de la pastelería.
mientras
engullía
los
huevos
antiguo
jefe,
de
promociones
Rachel.
Estaba
en
verde,
conectada.
Luke: Hey.
Rachel: Gran saludo.
¿Cómo estás?
por ahí?
Y lo de «zanahoria» es el colmo de la
originalidad. Bravo.
sí.
exclusividad.
público.
será.
Luke.
apilados.
—¿Feria anual?
domingo.
Uno
de
los
pocos
—¿Cómo
habéis
conseguido
participar?
permisos en el Ayuntamiento.
sonriente—. Gracias.
Harriet
solían
preparar
tras
ridícula o si pensaba en la
gigantes
de
color
púrpura
atrás…
uno
de
los
ejercicios
del
valla.
parado, chaval?
—¿Cómo dice?
tatuajes a la vista.
no le echo un vistazo a la
Constitución…
¡Eres un palurdo!
cojones.
—Deberías
estar
aquí
en
y aturdido.
chavales.
campeonato regional?
delicadeza.
venga
los
entrenamientos.
redondos y azules.
aparente
entusiasmo—.
¡Vendré
acuerdo?
Tengo
algunas
cosas
oportunidad.
quiero
venir
un
puto
entrenamiento! —siseó.
—Llámame de usted.
—¡No me jodas!
12
la ensalada.
—A mí ni siquiera me ha dicho
regla.
protestar
por
lo
bajo.
Estaba
tiempo.
Harriet
notó
su
estómago
sus
dedos
cuando
se
giró
fija en el televisor.
—¿Una cita?
gestión de la pastelería.
—¡Ah,
eso,
claro!
—exclamó
tres
horas
más
tarde,
nos
aroma
la
ayudó
percatarse de su presencia.
mano
en
su
hombro
para
vio
masticar
mientras
sonreía
tímidamente.
Vestía
unos
preciosa.
mañanas
deberían
ser
así.
dar un paseo…
—Tienes
una
imaginación
apetecible,
con
cierto
toque
otro
sitio
agenciarles,
estaban
me
gustaría
que
me
dejases
tiempo.
—¿Cuánto tiempo? —Tragó con
marches?
problema.
—Luke…
tragó saliva.
debería
estar
deseando
que
dulces. A ti.
un hilo de voz.
esté
puedo
seguir
cuanto al producto…
—¿Qué pasa?
muchas
cosas,
ni
siquiera
el
negocio
vaya
creciendo,
paulatinamente.
Todo es necesario.
—¡No!
¿Cómo…?
¡No
puedo
pensado
más
cosas,
como
la
posibilidad
de
asociarnos
con
alguna
cafetería,
que
pudieses
innovaciones
en
repostería
empujón a Pinkcup.
—Sí.
La
próxima
semana
parte
de
la
repostería.
El
conseguido eso?
suavidad
entre
los
cojines—.
En el Ayuntamiento me aseguraron
que
durante
la
feria
acude
algún modo.
muy rara.
trabajo?
funcionan
solos.
Él
tiene
un
sus
sonrisas
tranquilizadoras.
Newhapton
paseándose
su
suyas,
que
eran
cálidas
y
masculinas.
acabase
de
inaugurarse
un
aquí y allá.
empezaba a temblar.
Respiró hondo.
la siguió contrariado.
abejita.
existir
una
sensación
más
dentro…
amonestó a sí misma.
importaba
demasiado
lo
que
chorras.
«¿Preferirías
morir
tiburón?»
Por
un
león,
de dolor.
—Te lo estás inventando.
gatitos gigantes.
podría correr…
los leones.
más genial.
Luke se puso en pie.
pastelería.
conversaciones
que
siempre
tan
aletargada
que,
cuando
Barbara.
interrogante.
—¿Qué estás haciendo aquí?
pastelería.
—¡Me desesperas!
—¡Y tú a mí!
mostrador.
Estaba
más
que
Angie.
está
tu
misterioso
marido?—
masculló su madre.
gana nadie.
finalizada
la
conversación,
las
iría pronto.
nuevo la cabeza.
—Sí, claro.
entrecerrados.
hacer
algún
estudio
persona.
—¿Incluso?
terminó
por
encandilarla—.
chavales.
—Ten, para ti.
una ceja.
las
manos,
inaugurando
la
caramelo.
Harriet—.
Cada
producto
que
—Pero
los
lunes
seguiré
nueva.
ocho años?
esas cosas?
más o menos.
hubierais
hincado
los
codos…
universidad.
Yo
estaría
muy
orgullosa.
—Lamento
haber
sido
un
universidad?
—Ni me lo planteé. ¿Para qué? Mi
menos.
serio.
Machista.
Controlador.
No
le
llevarle la contraria.
de lo que valen.
haría!
riquísimos!
en
tienda
—refunfuñó
Luke
puntuaciones.
asuntos?
—Qué moderna.
surja.
Jamie
es
solo
una
de
sus
suposiciones estúpidas.
evitar reír.
deducir nada.
cerezas,
tarta
de
mousse
de
rellenos,
galletas
de
canela y bombones.
Ha muerto.
temperatura descendía.
montón
de
diminutas
cerillas
del pueblo.
—Supongo
que
sí.
—Pareció
algún momento?
—Nunca me ha gustado—contestó
enfadada—.
¿De
dónde…?
¿De
dónde
has
sacado
una
idea
semejante?
veces.
Como
si
necesitases
todos
los
momentos
difíciles,
durante el aborto, el funeral de mi
relucientes
anillos
que
le
sigamos
teniendo
estúpidas
equivocadas.
Estaba
respirando
de
forma
entrecortada.
Apenas
había
su corazón retumbándole en el
estaría escuchando.
segundos.
hacer
siempre
preguntas
tan
con tu vida.
te despidieron?
—¡Nada, joder!
—Vale.
Está
bien.
¿Puedes
apartarte…? Quiero ir a casa.
de aire.
pasó.
Lo sé.
mí?
—No solo «algo». Creo que sé
indescriptible en el hecho de
Resultaba reconfortante.
embaucador
como
ella.
Era
probarla. Quería…
—Luke…
—Dime.
contra
su
cuello,
haciéndole
Harriet.
—Deberíamos, pero…
Miró
sus
labios.
Eran
tan
apetecibles…
Húmedos, tiernos, perfectos.
mismo
qué
demonios
estaba
porque entonces…
contra su cuerpo.
—Entonces no me controlaré.
buscando.
Aquello pareció calar hondo en
en la solitaria calle.
—No.
Yo
lo
he
empezado.
Volvamos a casa.
13
pudiese
distraerla
el
tiempo
firmeza…
conseguido
liberarse
de
aquel
dulces
ya
preparados
para
la
mujer
con
la
que
ya flotaba en el aire.
tienen
los
dulces;
espero
mercancía —rio.
—¿Un
dónut
por
un
café?
¿Trueque?
—¡Luke!
—bramó
Harriet,
avergonzada.
especialidades,
con
vainilla,
chocolate, caramelo…
feria.
Luke
había
accedido
mancharse.
Para
cuando
los
tonos
anaranjados
del
atardecer
tardó
en
ir
apareciendo
cuentagotas,
paseando
por
las
mostaza.
Jason.
—Va.
menos.
—¡Claro que vivo allí, joder! —
contestó—.
Tengo
algunas
clientes
japoneses
que
me
Sería perfecto.
—¿Y desde cuándo se te resiste un
cliente?
supuestas
vacaciones
se
están
permanecer
en
ese
pueblo
no va contigo.
no.
amigos.
Porque
tienes
una
vida
que
recuperar.
Pensativo, Luke se pasó una mano
dulces…
sus sueños.
—No lo sé.
—Está ella.
el negocio.
—¿Así, en plan caritativo? Vaya,
te importa.
—Sí me importa.
el
teléfono
móvil
antes
de
Indefinidamente.
feliz.
No
era
una
felicidad
sensación
de
aceptación,
de
conformidad,
sin
grandes
expectativas
la
vista
que
había
tenido
que
hacer
más
También
aprovecharon
para
preguntó divertido.
—¿Qué le pasa?
—Quiero ir.
—¿Adónde,
exactamente?
—Barcelona. Ibiza.
—Suena bien.
debido.
dentro
de
aquella
más
cerca,
mirándolo
con
curiosidad.
ojos enrojecidos y…
carcajada.
destrucción
en
esas
cosas
un codazo juguetón.
de Jamie.
—¡Buenas
noches,
pareja!
—
risita maliciosa.
mientras tanto.
—¿Tienes la espalda destrozada?
parezca a un entrenamiento. A él lo
—apuntó Jamie.
enganchado.
molestia.
—Puedo
apañármelas
—gruñó
Harrison.
tan testarudo?
malditos
entrenamientos,
pero
Angie,
entra
aquí
hazme
las ventas.
—¡Mamá!
buena idea.
Vamos.
choque.
volante.
mientras
deambulaban
por
la
transitada calle.
en seco.
no
prestaban
atención
al
sonrió
de
aquel
modo
tan
estaba bien.
de marca cara.
—Harriet…
—Cariño,
¿no
piensas
atrapada.
—Sí,
claro…
—logró
decir
Eliott.
—Encantado.
intimidante al frente.
vale.
minuto.
cabeza
hacia
ella,
mientras
revivir.
—¿Es tu novio?
alternativamente.
—Gracias.
y seguras.
madrugada.
cartas?
—¿Ahora? No sé si es el mejor
momento.
«Querido Fred:
¿Qué
quieres
que
te
diga?
Siempre
estabas
ahí,
detrás,
controlándome,
atento…
Fred?»
14
Harriet
le
había
dado
tanta
con
su
abogado
dejar
ocurriese algo.
insistió Harriet.
veces, inquieta.
«algo»
que
lo
hacía
queda…
Ya
casi
había
empezado
él.
Eliott
cerró
la
puerta
con
hacerme un encargo.
—Yo solo…
problemas.
frente bronceada.
—¿Pensando?
—Era
como
si
al hablar.
error.
contestar.
en el cumpleaños de tu padre? —
Olvídalo.
que piensen.
vez
que
Harriet
advirtió
la
derecho, pero…
todos
los
demás
ricachones
gruñó.
—¿Qué te preocupa tanto?
feliz?
si pasase algo.
le estaba diciendo.
con
delicadeza—.
Gracias
por
entenderlo, Luke. Gracias. Porque
15
Aquel
cumpleaños
era
más
mientras
comían
diminutos
reían
animados.
Todos
ellos
vestidos de diseño.
enorme
jardín,
decorado
con
ofrecer el catering.
hacer.
Se
removió
incómodo,
marchó.
incordiarte, ¿no?
hecho,
ha
estado
ocupada
pequeña,
de
reluciente
chocolate blanco.
—¿Hablar de qué?
están.
—¿Luke?
escapar.
mundo
creía
cualquier
rumor
descabellado.
que
le
temblaban
nervios!
¿Y
qué
demonios
ella.
Harriet…
simple
«hola».
Estaba
tan
suyo.
Condado?
—No me sorprende.
poco.
—Ahora iré.
—No tardes.
termines.
preocuparse
tanto,
tentada
de
recriminarle
que
fuese
tan
cierto
modo,
Luke
le
estaba
podía tenerlo.
empezó
recoger
todas
sus
apareció de nuevo.
—Gracias.
el
estampado
de
diminutas
carecía de expresión.
Los
labios
de
Minerva
se
fruncieron.
te perdone?
hace tiempo.
Harriet
contempló
la
luna
molestado en enfrentarme a mi
—. Simplemente no encajabas en mi
no tú en la mía?
instantes.
sido… ¿A ti no te pasa?
—No —mintió.
ocupada
con
él,
divirtiéndose,
del destino.
—Tendrías derecho a estarlo —
a la puerta.
—No es necesario.
—Quiero hacerlo.
quedarme
por
aquí
una
temporada…
Harriet.
esas prácticas.
pulmones,
desorientada
y
confundida entre aquel aroma a
sentimiento.
Giró
la
cara
se acercaba demasiado.
16
no vas a saberlo?
tramo de su ser.
eso?
reproche.
abrazado.
Solo
eso.
no
hombros.
me jodas!
capullo.
Temblando,
Harriet
abrió
la
tío…
—Luke…
acariciaba la piel.
todo…
todo
lo
que
nosotros
dejo
de
decir
estupideces
supercursis.
más.
curvatura
cada
detalle.
Inútilmente,
Harriet
intentó
sus piernas.
vaqueros.
difícil.
Luke
deslizó
la
mano
que
mantenía
entre
sus
muslos,
ascendiendo hasta arriba, incapaz
—Más.
modo…
oscuridad
hasta
empezar
El
corazón
le
latía
atropelladamente.
sentirlo en su interior…
Harriet
liberó
su
miembro
suavidad
ambos
terminaron
cintura.
Harriet.
lo hicieses.
hecho
de
que
le
parecía
increíblemente sexy cuando más
la
cabeza
de
pensamientos
Harriet le importaba.
Le importaba de verdad.
dientes
el
aire
que
estaba
ahora.
mejor.
ha pasado en años.
Sus palabras sonaron casi como
segura
de
cómo
sería
seguir
adelante
cuando
se
marchase,
mientras
seguía
respirando
con la boca.
hombros.
favor.
echar
el
freno.
Se
deshizo
en su cartera un preservativo
placer.
—Mírame, Harriet.
memoria,
esa
sensación
después
por
cada
terminación
nerviosa.
salvajes.
desesperación
se
derrumbó,
sintiendo
sus
pulsaciones
oscuridad de la noche.
17
—Deberíamos ir a casa.
Luke alzó la cabeza al escuchar
tomar.
exuberante
una
belleza
especialmente llamativa, pero para
jodido.
un susurro.
cabeza,
sin
apartar
aquellos
cansada.
Estaba aterrada.
dichosas piedrecitas.
Luke
no
obtuvo
ninguna
explicación.
Algo
que
pueda
entender.
eternidad en contestar.
—Harriet…
gimió.
los separaba.
haré.
en la frente.
en ese coche.
—Quédate.
Se hizo a un lado en la cama.
lunares,
las
diminutas
—Memorizarte. Tocarte.
mi preferido.
—A mí también me gusta. —
escudo
del
equipo
de
la
amigos
del
club
después
de
número tres…
dedo
índice
el
contorno
del
respondió divertido.
sola.
hablar.
contorno
de
sus
labios.
Le
del erizo.
—Sí.
tenemos nosotros?
una
mala
época.
Pensé
en
mano en su pecho.
época?
dubitativo.
el mundo se derrumbase. Y ya
yo
lo
había
planeado…
Permaneció
unos
instantes
en
silencio—. Me comporté como un
horas…
de
hecho,
intentó
cítrico
que
desprendía
la
preocupado de su voz y le
mordisqueó la barbilla con suavidad
encontrarte a ti mismo.
—Y deprimido —adivinó.
probarte y lamerte…
respiración
mientras
Luke
le
con
aquellos
ojos
verdes
entrecerrados
que
la
hacían
escapó de su garganta.
18
enredaderas.
—. Salúdala de mi parte.
en mente.
vehículo.
—Absolutamente
todos,
sin
excepción.
Observó cómo el coche se alejaba
vivienda.
Angie.
pesada!
existe.
Harriet se quedó paralizada en la
pestañear.
—¿Estás embarazada?
cautela.
varias semanas.
realidad.
pronunciar
palabra
dio
media
pasos a su espalda.
—¿Puedes
dejarnos
solas,
Barbara
la
soltó
tras
unos
segundos.
misma
mientras
seguía
instantes.
—Perdóname. De verdad.
disfrutar…
punto…
mañana?
ofendida.
transformando lentamente en un
mío…
alegría, tonta.
—¿Puedo tocarlo…?
dentro, en mí.
padres increíbles.
frente.
lerda
—bromeó
mientras
se
limpiaba un par de lágrimas—. Estoy
mejores,
pero
también
mucho
amiga.
niña.
—A mí también. Es perfecto.
ventanas.
de
la
palabra
señora.
ofensivo!
llévame pronto!
oído:
contarte.
—Mamá,
de
verdad
que
sí
prohibida.
maduro.
Los vecinos…
los ojos.
el ceño.
—Lo estabais deseando desde
créeme.
—¿Qué insinúas?
en
plan
melodramática
de patatas peladas.
—Eh, no.
—¿Nada?
—No.
ya estáis casados.
él.
gritito angustiado.
saberlo
—admitió—.
Sé
cómo
no haberlo hecho.
—¿Lo amas?
ahora.
—Los
problemas
están
para
superarlos
—contestó
con
una
19
De
hecho,
llevaba
días
pensándolo.
se
levantaban
hasta
que
se
conocer
otro
chico
no
esto.
rebelde.
perfecto?
—Sorpréndeme
—contestó
divertida.
lo grande.
tenerlo
cerca
era
demasiado
Harriet?
hacerlo…
encendida.
—. ¡Cumpleaños feliz!
molestia.
fijamente.
¡vamos!
—¿Un deseo?
—Sí, claro.
dejó
tras
de
sí
el
aroma
se
había
equivocado
con
las
reojo.
encanta.
un vuelco en el estómago al
ladeó la cabeza.
labio inferior.
puertas
que
llevaban
abiertas
segura?
recuerdos.
demasiado.
Respiró profundamente.
—Voy a confesarte algo —dijo, y
empadronarme
falsamente
en
Luke?
nada.
—Luke…
sus ojos.
20
los
chicos—.
Llegar
casa,
follable esperándome…
diversión.
Luke sonrió.
Harriet
tembló
de
deseo
al
rubia
de
mis
fantasías
es
dicho ya?
especie de gemido.
mejor de mí y no perderme ni un
Sus
ojos
verdes
chispearon
—Estás loco.
etapa en su vida.
posó
los
labios
sobre
los
—Voy
probarte
—susurró
—confesó.
Joder,
joder
—repitió—,
para,
placer…
bajo
su
piel,
en
su
cabeza,
abrazándole el corazón…
—Un reloj gigante aparece en el
cabra.
opción.
idea.
porque
es
taaaaaan
hombros.
—Harriet…
mamada.
dedicó—.
Está
bien,
intentaré
agradable.
carta.
—Trato hecho.
sociales
concluyeron
que
no
ternura.
—Como
tenía
que
acabar,
—Le pegaste.
de la limpieza y llamó a la
Harriet lo abrazó.
—¡Es horrible! Lo siento mucho,
Luke.
por eso.
hacer?
cabeza.
abandonaste a ti mismo?
—Sí, más o menos —admitió—.
hacía
feliz.
Saber
que
podía
suya.
ocurrirá mañana.
—Iré a por esa carta. Espera aquí.
algo.
verlo
desde
mi
perspectiva,
Sobrevivir, en eso se ha
desde
luego,
fracasé
como
la que me encontraba?
conocí.
nuestro
funcionase,
que
que debería?
Lo lamento. Lo lamento de
veras.
merecías la vergüenza y la
merecía
una
suerte
tan
Hasta siempre.
Ellie Gibson»
21
todas direcciones.
—¿Tú
lo
sabías?
—preguntó
cocina.
miró fijamente.
—¿Acordasteis?
—Yo y tu padre.
—Cuéntamelo
todo.
Quiero
saberlo.
alto.
estábamos en la habitación de la
aquel
entonces,
estaba
—Pero me equivoqué. No lo
interés.
Y,
conforme
ella
se
alguien
normal,
tranquilo,
a
convertirse en un monstruo. Se
infundiéndole calor.
Harriet.
protegemos, lo eres.
Paul
Dune.
Si
ya
se
había
endurecido hasta entonces, lo que
misógino. Y el sentimiento se
después.
de ti como siempre.
gesto.
jamás.
ella no sabía…
—. No llores.
lo sé.
enrojecidos.
—No, no te disculpes. Si no
frente
los
rizos
que
caían
suavemente
en
su
interior,
hundiendo los dedos en la piel de
ritmo
de
sus
movimientos
respiración
cada
respiración
volvían loco.
bajito.
atravesarlo.
—¿Qué has dicho?
Ella
tragó
saliva
mientras
aniquilaba su cordura…
—¿Y si es verdad?
él.
—¿Y si te quiero?
una mueca.
—¿Por qué?
palabras de Luke.
llorar,
porque
llevaba
horas
haciéndolo,
desde
que
había
en ella.
Luke.
—Joder.
permaneció
unos
instantes
mirándola
en
silencio,
en
la
Harriet…
clavada en el cielo.
Seguía
oyendo
aquellas
dos
golpe.
22
solo día.
el
aire
que
había
estado
dejar
que
nadie
volviese
en su interior.
—Además,
tienes
razón.
callado?
Me
estás
poniendo
nerviosa.
posesivos y firmes.
—No
me
quieres
—quiso
asegurarse.
piernas.
dulce.
—Vale.
muchos
menos
hinchados
algo
enrojecidos.
en su día.
—Sí,
tranquila
—le
sonrió—.
desagradable.
Llevaba
algunos
mostrador.
—No es verdad.
cambiando de tema.
resfriado,
pero
ya
está
casi
barriguita.
juntos.
«Temporalmente», pensó ella.
preguntarle
qué
demonios
le
«Ruanda,
Nigeria,
Eritrea,
Mozambique, Túnez, Togo, Zambia,
puerta agitarse.
momento.
Tenía
los
dientes
perfectos,
demasiado
blancos,
demasiado
rectos.
Sus
ojos
amabilidad—.
¿En
qué
puedo
ayudarte?
Harriet
sonrió—.
Tengo
veinte
me recomiendas?
—Todavía te acuerdas.
perfecto.
De
hecho,
quería
siseó furiosa.
del lugar.
Harriet
tenía
la
respiración
agitada.
derecho!
Él
le
dirigió
una
mirada
humor.
el ceño.
—Para tirártelo. ¿Es eso?
Ahora.
cojones…
mirada.
Lo sigo haciendo.
más
rápido
por
las
calles
empedradas.
«No
te
quiero.»
Rachel.
atrapado, Rachel.
decir eso!
—Luke, pero…
—masculló
con
rotundidad
llamado
«hogar»
durante
los
últimos meses.
San
Francisco.
Al
cerrar
la
dos.
23
un
ejercicio
bastante
sencillo,
participando en un corrillo en el
permiso.
Al
fin
al
cabo,
—¿Nunca
te
cansas
de
demás?
buena colleja.
cambiado?
ha picado.
los
chavales
que
seguían
—¿Adónde?
—Vuelvo a casa.
fruncieron.
—Dame
una
explicación
razonable —bramó.
muy pillado.»
«razonable».
—Llevo aquí demasiado tiempo.
nariz.
—Todavía no.
encontrando…
eso?
ahora.
respirando agitados.
jornada.
hasta el hombro.
en el suelo.
sintiéndose
extrañamente
matizó Harrison.
—. ¿Por qué?
fingida indiferencia.
conciencia
cada
detalle,
cada
nunca más.
cuenta
mucho
antes
de
lo
complicadas
que
se
estaban
como un idiota.
—Estoy
preparando
tu
cena
sentido?
aplastando
los
pulmones
brazos.
cabeza.
—Sea
lo
que
sea,
puedes
contármelo.
que…
hirviendo.
súplica.
fijamente.
—¿Tengo
pinta
de
estar
demasiado
tarde,
porque,
solo
—Luke…
vidas.
dejar
que
el
cabello
cayese
Harriet…
todo aquello.
Cuando
terminó
de
las noches.
hecho.
mientras
escuchaba
aquellas
ambos
sus
movimientos
cama,
emitió
un
gruñido
fuerza, jadeante…
interior.
miedo?
—Cagarla.
Hacer
algo
mal.
Perderte
—acarició
su
mejilla
espejo.
—Pero tú…
—Dime.
Prométemelo.
Había un resquicio de temor e
labios.
24
Luke.
llegamos tarde.
pasando
por:
«¿Pueden
los
comercios lo hacen.
que te escapes.
—Luke…
—había
una
leve
bromeó,
aunque
se
estaba
caricias.
ámbar
que
tanto
decían
sin
nada.
—¿Qué tópicos?
mejor persona.
—¿Y es verdad?
un
hospital
cuando
viniste
sangrando
porque
una
roca
cabeza.
preguntó riendo.
cabello oscuro.
desbocado.
piensas.
cuello.
que no.
boca pastosa.
la vuelta.
me explique.
y miedo.
querías?
—Precisamente porque me di
—parpadeó
inútilmente—.
No
dolor.
—Suéltame.
con
delicadeza,
intentando
abrochando
los
botones
del
piernas
le
respondiesen
para
superficie
cuando
divisó
la
inconfundible
figura
de
Luke
remedio
en
aquella
mirada
Harriet.
—¿Y en qué situación me deja eso?
explicárselo a ella?
confundido.
de decepción.
Harriet.
Te
prometo
que
me
no puedes.
ahora…
prioridad?
—¡No lo sé! —Cerró los ojos y
el
corazón.
Harriet
intentó
mientras
todos
los
demás
lista.
hacia ella.
—Déjalo.
No
quiero
seguir
discutiendo.
fuera de sí.
mira,
la
típica
idiota
sin
las
consecuencias,
rompiéndolo
dentro!
hizo
con
voz
temblorosa
suplicante.
nada.
modo
retorcido,
Luke
había
muchas
cosas.
Era
caos
bien.
de sí.
Minerva
Dune
nunca
había
pasado
toda
una
vida
—¿Qué?
No.
No
quiero
tu
compasión. No la necesito.
—Pero…
—Vamos.
desahogase.
atropelladamente
sin
poder
Se estremeció al recordar la
sólidos.
—Todos
parecen
diferentes,
contrario,
era
duro
como
el
con mi madre?
carente de alegría.
decir.
Al
mediodía
regresó
la
los
recuerdos
que
parecían
tanto
dulce,
y,
por
alguna
Tal
como
esperaba,
cuando
desprendía
su
cuerpo,
porque
—No, no lo hagas. No me lo
merezco.
Intenta descansar.
25
rompiéndose
en
su
interior,
26
mismo.
diferentes
estancias
intentó
cambiado de lugar.
un
par
de
horas
decidió
dar
media
vuelta,
y solo.
el chasquido de la cerradura al
de la puerta de su habitación y lo
miró sorprendido.
ocurrido?
sabes, ¿verdad?
ahora.
—Pero se despejará. Beberá. Y
olvidará.
una
mirada
que
significaba
temprano.
—Encontraremos la forma de
arreglarlo.
—Luke,
tú
no
eres
ningún
problema.
Giró la cabeza para mirar a
videoconsola.
Mike y Jason.
conserve.
los erizos.
sentirse
orgullosa
por
haber
conseguido llegar a ti, porque no es
nada fácil.
nada
más
complejo
que
las
tiempo
son
una
maraña
de
verás.
dolor.
—Dale tiempo, Luke. Y date
el techo de la habitación.
agotado
después
de
conducir
con
champiñones.
Seguro
que
—Vale, gracias.
en algo…
he dejado…?
—Un
juicio
contra
Anthony
Lamento
que
tuviésemos
que
palabra,
pero
después
del
vuelvas;
los
resultados
de
la
temporada
empeoraron
27
tranquila.
muebles
vintage,
carteles
de
fuego.
Le
gustó
que
fuesen
Rachel
se
había
encontrado
semanas
atrás
cerca
de
un
contenedor
de
basura
de
la
—Mantequilla, deja
hueco
un mando de la videoconsola y le
hacer, entonces?
estaba libre.
¡Anda, anímate!
maletín
morado
colgado
del
beso a Mike.
preguntó.
minutos
—concluyó
antes
de
hervidas.
mirarla.
acababa de beber.
tratar
con
los
clientes
más
Qué
raro
que
Jason
hubiese
olvidado las llaves.
uñas.
En
la
mano
derecha,
verte!
—¿Qué haces aquí, Sally?
de centímetros de piel de su
momentos?
intentó calmarse.
—¿Y…?
—Alguien especial, Sally.
— «Atarme» no es la palabra.
aburrirás de eso.
Te conozco —sentenció.
28
—¿Qué
haces
despierto?
preguntó Jason.
joderme.
ignorando la quemazón en la
garganta.
Luke?
grande.
—¿Entrenar
no
te
parece
suficiente?
—No, nadie.
conteniendo.
Un
objetivo
marcado
en
el
felices.
—Me siento como un puto niñato
contenido de un trago.
primero
suficientemente
bueno
para ti.
profundamente.
un buen día.
—¿Ella? ¿Harriet?
—No,
estoy
harto
de
oírte
parlotear sobre ella —bromeó y
alguien así.
ti mismo.
Joder.
Jason deslizó el vaso por la mesa
29
dos
hermanas
lo
miraron
también
tenemos
sentimientos,
que
el
chiquillo
se
recupere
mirada.
—¿Qué te hace tanta gracia?
alinearse.
—Cállate —gruñó.
absoluta.
Después,
una
leve
recuperación,
seguida
de
otra
su plato.
—Podría
echarte
una
mano.
ocurrió?
Somos
chicas.
Todas.
Podemos aconsejarte.
—No es una buena idea, Jane.
mi familia me odie.
muy malo.
ojito derecho.
—Estoy lleno.
madre.
puso
en
pie—.
Sois
unas
decía nada.
que no se creía.
lleno
de
flores
vivaces
que
bien?
menos.
Eliott
pareció
pensar
sus
siguientes palabras.
el
rumor
de
que
te
habías
marchado,
el
abogado
del
30
—¿Qué
estás
haciendo
aquí?
puerta
entornada—.
¿Podemos
suministrando
la
medicación
necesaria.
—Joder. —Luke se pasó una mano
por el pelo.
recuperará.
culpa.
Luke.
finalmente
el
curso
de
la
el dinero al Ayuntamiento, mi
complicada.
—¿Tu madre?
Eliott?
—Porque
siempre
me
ha
ella y no me di cuenta de la
te quiere.
la calle.
—¿Por qué estás tan seguro?
camino…
fotogramas de felicidad.
—¿Eliott?
lado de la cama.
—No es verdad.
—No, Luke.
mejor.
—No.
—Harriet…
esconderse de él.
de respuesta—. ¿Harriet?
respirar.
hundidas
unas
ojeras
adoptó el de ella.
arreglaré todo.
fiebre.
—No —murmuró—. Ya no te
quiero, Luke.
—Pues
haré
que
vuelvas
quererme.
él.
—¿Cómo te encuentras?
tan
poca
fuerza
le
resultaba
la basura.
—¿Qué
estás
haciendo?
—le
preguntó, y él pareció sorprenderse
fuego.
vaso de leche.
serio.
visto?
Estás…
muy
delgada.
Necesitas recuperarte.
volvieses.
demasiado tarde.
Paseó
la
mirada
por
su
estremecer.
Newhapton
cuando
finalmente
respondiendo
unas
cuantas
dejando
cierta
distancia
entre
cortos
él
tuvo
que
hacer
—Totalmente.
No
pueden
demasiado
agradable
ser
—No.
Ya
no
tienes
que
alejados,
callados,
sin
siquiera
Barbara
Angie,
mantuviese ocupado.
virtudes a destacar.
cohibida.
aclaró.
Harriet.
en
la
habitación
favor.
—No puedo…
—¿Por qué?
comprenda.
quizá
demasiadas,
hasta
dolor.
—Tú
me
haces
sentir
muy
certezas. Es seguridad. Y tú no
frotó el mentón.
me
da
bien
explicarme.
Las
siento…
en su habitación. Se sentó en un
podía
evitar
pensar
que
él
impotencia.
Por
no
conseguir
años.
anochecido.
Enfadada
consigo
botes
con
manos
temblorosas,
dejarla marchar.
suave clic.
Todos.
manos.
segundos
en
incorporarse
y
—¿Estás lista?
—Vale, pues…
especias,
en
las
estanterías
colores doblados.
quieras.
—Luke…
—Toma.
domingos.»
favor.
papel.
«Tragarme
todos
los
hacia él.
certezas.
el
aire
que
había
estado
conteniendo.
todo, Luke.
lentitud.
gruñó.
—¿Quieres
empezar
a
hombro
mientras
ella
dejaba
«ducha» de la lista.
Epílogo
Ibiza, España
detenido
desde
que
hacen.
susurra al oído.
—No te muevas.
haciéndome reír.
labios.
—Pues tiene su parte práctica esto
del toples.
noche.
pongo
los
vaqueros
cortos
deshilachados
una
camiseta
blanca
con
los
hombros
al
empedradas
y
las
enormes
me mira preocupado.
pensando, Harriet?
Me muerdo el labio inferior
frunce el ceño.
bajo.
personas!
Qué
complicado
pitido de un mensaje.
es
la
cosa
más
adorable
cuando volvamos.
Luke
asiente
satisfecho
promocionarla
tras
su
estamos
planeando
ampliar
especiales
para
todo
tipo
de
celebraciones.
Y
eso
era
deseado,
que
todo
estuviese
en lo de la franquicia. —Luke se
necesitamos.
adelante, Luke.
y chasquea la lengua.
ensalada
entre
risas
y
pregunto.
—Divertirme.
Bailar
contigo.
Acabar en el hotel.
Luke me coge de la mano antes de
y el ambiente.
cabeza.
mordisquito en el cuello y yo me
derrito entre sus brazos.
—Harriet…
—Dime.
mirarme al espejo.
(gracias a Dios).
espérate! —protesto.
—¿Estás bien?
manos.
—¿Es un tatuaje?
¿Cuándo?
¿Cómo?
¿Por
qué?
Es una abejita.
FIN
Agradecimientos
Escribir
es
experiencias.
y mi correctora, Berta.
palabra,
«empujones
hacia
desear.
Rocío,
por
quedarte
de
historia de Luke.
claro, siempre.
nunca, nunca.
mundo
(unas
7.229.916.048
nuevo.
Document Outline
Año 1999
Año 2002
Año 2007
Año 2009
Año 2010
Año 2011
Año 2014
Año 2015 (Parte 1)
Año 2015 (Parte 2)
UN AÑO Y SIETE MESES DESPUÉS
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
Epílogo
Agradecimientos