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La Sociedad

Dentro del concepto civil es el contrato por medio del cual dos o más personas se obligan mutuamente con una
prestación de dar o de hacer, con el fin de obtener una utilidad apreciable en dinero, la que dividirán entre ellos en la
proporción de sus respectivos aportes o de lo que hubieren pactado.

En una definición comercial, la sociedad mercantil es un contrato por el cual dos o más personas se unen, poniendo
en común sus bienes e industria, para practicar actos de comercio, con ánimo de lucro que pueda corresponder y
soportar asimismo las pérdidas en su caso.

La sociedad Civil
Contrato por el que dos o más personas convienen en poner en común bienes o servicios, para ejercer una actividad
económica y dividirse las ganancias. (art. 1728). Alessandri y Somarriva, dice que la sociedad es el contrato por el
que dos o más personas estipulan poner algo en común, con la mira de repartirse entre sí los beneficios que de ello
provengan. Para Sánchez Medal, es un contrato plurilateral por el que dos o más personas aportan bienes o
servicios para la realización permanente de un fin común lícito y de carácter preponderantemente económico, que no
sea una especulación comercial.
La sociedad civil es una persona jurídica, creada por un contrato, a la que dos o más personas aportan bienes o
servicios, a fin de constituir un patrimonio que se destinará a una actividad económica lícita, cuyas utilidades se
repartirán entre los socios.

Elementos:
1) Personal: un contrato en que participan dos o más personas. Para la validez del contrato de sociedad se
requiere, por lo menos dos contratantes. Los socios deben tener capacidad de ejercicio, pues el contrato
de sociedad requiere de un consentimiento válido, expresado por las partes que en él intervienen (ver arts.
1736 al 1740 C.C.)
2) Real: El capital, o sea los aportes de bienes o servicios, esfuerzos o recursos, por parte de los socios, que
son el medio material para realizar una actividad económica, que produzca utilidades o ganancias a
repartirse entre los socios. El elemento real constituye el objeto mediato del contrato. El capital es único y
determinado.
3) Formal. El contrato de sociedad es un contrato solemne y formal, pues el art. 1729 debe formalizarse en
escritura pública e inscribirse en el Registro Civil (art. 438 C.C.) para que
la sociedad adquiera personalidad jurídica. La inscripción registral, no solo da publicidad al hecho de la
constitución de la sociedad, sino que tiene un efecto constitutivo, al otorgarle la personalidad jurídica. En la
misma forma, toda modificación del contrato de sociedad, sea por ingreso o retiro de socios, aumento o
reducción de capital, cambio de objeto o por cualquier otro motivo, debe formalizarse en escritura pública e
inscribirse donde corresponde.

Si el contrato de sociedad no consta en escritura pública, el contrato será inválido (art. 1577 C.C.) y nos encontramos
ante lo que la doctrina denomina “sociedad de hecho”. Si el contrato, no obstante haberse celebrado en escritura
pública, no se inscribió en el Registro Civil, su resultado será una “sociedad irregular”.
Ver art. 46 del C. De N. = Requisitos que deben contener la escritura de constitución de sociedad.

Figuras Afines:
1) La sociedad civil es diferente de la sociedad mercantil, tanto por su forma, como por su objeto.
Por su forma las sociedades constituidas bajo alguna de las formas detalladas en el art. 10 del C. De C.,
son siempre sociedades mercantiles cualquiera que se su objeto o fines. Todas las formas mercantiles de
sociedad (con excepción de la sociedad colectiva), tienen caracteres que las hacen inconfundibles con la
sociedad civil y así vemos que la existencia de dos categorías de socios (unos con responsabilidad
personal y otros con responsabilidad limitada) caracteriza a las sociedades en comandita simple y a las
sociedades en comandita por acciones y que la limitación de responsabilidad de los socios, que es una
institución puramente mercantil, tipifica inconfundiblemente a las sociedades de responsabilidad limitada y
a las anónimas.
Las sociedades civiles de las colectivas, tienen rasgos comunes que las hacen muy similares. El único
criterio que existe en nuestra legislación para diferenciarlas, aparta de su forma, es su objeto, pues las
sociedades civiles deben tener un objeto no mercantil. Por ello, si una sociedad en la que los socios tiene
responsabilidad personal, tiene por objeto una actividad mercantil, será necesariamente colectiva y, por lo
tanto, regida por el C. De C., en tanto que si la sociedad tiene un objeto no mercantil, puede ser una
sociedad civil. Decimos que esa sociedad, con un objeto no mercantil puede ser una sociedad civil, pues
las sociedades organizadas bajo una de las formas mercantiles, pueden tener un objeto no mercantil, pero
aun si así fuere, siempre son atraídas hacia el régimen de las sociedades mercantiles.

2) Las sociedades civiles se asemejan a las personas jurídicas no lucrativas (arts. 15 C.C.) pues todas tienen
un carácter no mercantil, nacen de un negocio jurídico en el que concurren voluntades y gozan de
personalidad jurídica; pero se diferencian porque unas son lucrativas, y otras no.
3) El contrato de participación, también llamado contrato de negocios en participación, es una figura jurídica
que se asemeja a la sociedad civil, pues implica que un grupo de personas aportan bienes o servicios, a fin
de realizar una actividad económica y repartirse las ganancias que obtengan. El elemento diferenciador es
que la sociedad civil es una persona jurídica, que tiene un patrimonio propio, en tanto que, del contrato de
participación, no nace una persona jurídica 8art. 862 CdeC.) sino una relación contractual que no trasciende
de las partes.

Características:

1) Solemne: (art 1729) debe celebrarse en escritura pública. En efecto, la sociedad que no se constituye en
escritura pública y que se manifiesta públicamente como tal, es una sociedad de hecho, y los terceros con
quienes ha contratado, tienen acción contra la persona que contrato en nombre de ella, y contra los socios
de la misma.
2) Plurilateral: En el contrato de sociedad, las prestaciones de todas las partes son paralelas. (1744)
3) Oneroso: No sólo se hace evidente por el hecho de que todos los socios deben hacer aportes a la sociedad,
lo que implica la necesidad de una prestación de cada uno de ellos para poder adquirir la calidad de socio,
sino además por el fin económico de obtener utilidades y repartirlas entre los socios.
4) Principal: subsiste por sí solo y no tiene por objeto el cumplimiento de otra obligación 8art. 1589)
5) Consensual: Se perfecciona y surte todos sus efectos, cuando se ha manifestado el consentimiento de ellas
en la forma requerida por la ley y el aporte o realización de las prestaciones de las partes no es requisito
para la existencia del contrato. (ver arts. 1728, 1744 y 1771 C.C.)
6) Conmutativo: Porque las prestaciones de las partes son ciertas desde que se celebra el contrato, aunque es
de reconocer que ninguno de los socios está en capacidad a preciar inmediatamente el beneficio o pérdida
que le cause éste (art. 1591). Por no tratarse de
un contrato bilateral, sinalagmático, sino multilateral y de organización, los socios tienen certeza de su
participación como tales y de sus derechos dentro de la sociedad y frente a los demás socios, derechos que
si bien son cualitativamente iguales, no necesariamente lo son cuantitativamente.
7) Intuito personae: el elemento personal adquiere importancia relevante y fundamental y nace de lo que la
doctrina llama “affectio societatis” (art. 1760).

Terminación:

Puede rescindirse el contrato de la sociedad parcialmente, o disolverse y extinguirse en su totalidad: (art. 1766)
Parcialmente: a) Si un socio para sus negocios propios usa del nombre; b) si ejerce funciones administrativas el
socio a quien no corresponde desempeñarlas: c) si el socio administrador comete fraude en la administración; d) si
cualquiera de los socios se ocupa de sus negocios privados; e) Si se ha ausentado el socio que tiene obligación de
prestar servicios personales a la sociedad. Rescindido parcialmente el contrato, queda el socio culpable excluido de
la sociedad (art. 1767).
Disolución Total: a) por concluirse el plazo de la constitución; b) por la pérdida de más del 50% del capital; c) por
quiebra de la sociedad; d) por muerte de uno de los socios; e) por la interdicción judicial de uno de los socios; f) por
quiebra de cualquiera de los socios; g) por voluntad de uno de ellos.

Derechos y obligaciones de los socios:


Los socios tienen los siguientes derechos:
a) Participar en la toma de decisiones dentro de la sociedad;
b) Derecho de información y vigilancia, que es correlativo a la obligación de los administradores de
informar a los socios sobre las actividades de la sociedad y de rendirles cuentas de su
administración (1764);
c) Derecho a las utilidades es inherente a la condición de socios y de la esencia del contrato, pues el
fin último de la sociedad (obtener utilidades y repartirlas entre sus socios) arts. 1782, 1783 y 1784;
d) Derecho de administrar la sociedad, en caso la escritura no contuviere convenios especiales sobre
la administración (arts. 1757 y 1758)
e) Derecho de veto a cualquier transmisión de derechos en la sociedad que un socios desee hacer a
otra personas o a la delegación que un socio administrados desee hacer a un tercero de sus
funciones (art 1760);
f) En las sociedades constituidas por tiempo limitado, los socios tienen derecho de denunciar el
contrato y provocar con ello la conclusión de la sociedad (art. 1768, 1769 y 1774).

Las principales obligaciones son:

a) Efectuar el aporte que se comprometió a realizar, sea de efectivo de bienes o de industria, entregándolo a la
sociedad y respondiendo por el saneamiento 8arts. 1734,
1744 y 1745 y 1746)
b) Obligación de lealtad y fidelidad, que les impide competir con la sociedad, aprovecharse de ella o de los
bienes sociales para beneficio propio, participar en la discusión y decisión de asuntos en lo que ellos o sus
parientes puedan tener interés, y el incumplimiento de tales obligaciones, es causal de expulsión.
c) Responsabilidad personal ante los acreedores de la sociedad, si los bienes de esta son insuficientes para
cubrir las deudas (art. 1742)
Órganos de la Sociedad

a) Junta de Socios: En el contrato de sociedad civil, debe proveerse a la organización y funcionamiento de la


Junta de Socios, quien debe desempeñar las funciones de los arts.
1764 y 1776 del C.C. y 46 C. De Notariado.
b) Organo de Administración: Arts. 46 C. De Notariado 1730 y 1757 C.C.
c) Organo de Representación Art. 16 C.C.

Terminación de la Sociedad:
El contrato de sociedad puede terminar en forma parcial o total. Hay terminación parcial cuando solamente se
destruye uno o algunos vínculos y, dada la multilateralidad del contrato, subsiste este y se mantiene la persona
jurídica y hay terminación total cuando se extinguen todos los vínculos y muere la persona jurídica.
Art. 1766 Causas de Rescisión del contrato de sociedad
Art. 1768 Causas de Disolución
EL ARRENDAMIENTO

Contrato por el cual dos partes se obligan recíprocamente, la una a conceder el uso o goce de una cosa, o a ejecutar
una obra o prestar un servicio, y la otra, a pagar por este uso, goce obra o servicio un precio determinado en dinero.
Se llama también de locación y de alquiler. Es un contrato consensual, sinalagmático y conmutativo.

En el Derecho Romano, no se conocía el arrendamiento, sino que existía el contrato de locación, con tres
modalidades principales, la locación de cosas, la locación de obra, y la locación de servicios.

Para Borda el contrato de locación es aquel por el cual una persona (locador) se obliga a entregar el uso y goce de
una cosa durante un cierto tiempo a otra (locatario) que a su vez se obliga a pagar un precio en dinero. Sánchez
Medal, dice que por el contrato de arrendamiento una persona llamada arrendador se obliga a conceder el uso o
goce temporal de una cosa al arrendatario, a cambio de un precio cierto.

Puig Brutau, es el contrato de tracto sucesivo por el que una de las partes se obliga a mantener a la otra en el goce o
uso de una cosa, durante un tiempo determinado, a cambio de un precio cierto, generalmente pagado por períodos y
en cuantía proporcional a su duración.
Art. 1880 C.C. el arrendamiento es el contrato por el cual una de las partes se obliga a dar el uso o goce de una cosa
por cierto tiempo a otra que se obliga a pagar por ese uso o goce un precio determinado.

Características:
a) Consensual: se perfecciona mediante el simple acuerdo de voluntades en cuanto a las obligaciones que
recíprocamente asumen las partes, el arrendador o arrendante a dar el uso o goce de una cosa por cierto
tiempo y el arrendatario, a pagar por ese uso o goce un precio determinado.
b) Bilateral: del mismo se derivan obligaciones recíprocas para las partes.
c) Conmutativo: Las prestaciones recíprocas de las partes son conocidas y determinadas desde la
celebración del contrato.
d) De tracto sucesivo: Su cumplimiento se prolonga necesariamente a través del tiempo, lo que origina la
realización o existencia de prestaciones de carácter continuado por cada una de las partes.
e) Principal: existe independientemente y subsiste por sí solo. Pude incluir contrato accesorio, como la
fianza.
Figuras Afines:

a) Compraventa: Contrato de Arrendamiento con opción a compra, el usuario o arrendatario paga


determinada cantidad por un plazo estipulado, al momento de cancelar la totalidad de la suma pactada,
puede optar a la propiedad de la cosa. En el arrendamiento simple únicamente paga por el uso y goce de la
cosa.
b) Depósito: Si bien el depósito transmite al depositario la posesión de la cosa, hay muy serias y graves
diferencias con el arrendatario: i) el depositario no tiene el uso y goce de la cosa, sino únicamente su
guarda y cuidado y tiene prohibición de usarla o gozar de ella; ii) el depósito es una contrato real y su
existencia requiere de la entrega de la cosa al depositario, en tanto que el arrendamiento es consensual; iii)
el depósito puede ser gratuito, en tanto que el arrendamiento es típicamente oneroso y no se concibe un
arrendamiento gratuito; iv) en el depósito, oneroso, es el depositario, quien no tiene la propiedad, sino la
guarda de la cosa, quien recibe la remuneración en tanto en el arrendamiento, la renta la recibe el
arrendador (quien tiene la propiedad y permite el uso y goce de la cosa); y v) dada la conmutatividad del
arrendamiento, las obligaciones y responsabilidades del arrendatario, en cuanto a la cosa objeto del
contrato, son más extensas y rigurosas que las del depositario.
c) Comodato: Tanto el arrendatario, como el comodatario, tienen el uso de la cosa; pero uno lo tiene en forma
gratuita (comodatario) y el otro, a base de una renta (arrendatario). Además las diferencias entre estos
contratos se notan al observar que: i) el arrendamiento es un contrato consensual, en tanto que el comodato
lo es real, pues no puede existir dicho contrato si la cosa que es su objeto, no ha sido entregada al
comodatario; ii) el comodato otorga al comodatario un derecho personal, intransferible, en tanto que el
arrendatario puede subarrendar la cosa, salvo pacto en contrario; y iii) el comodato únicamente otorga el
uso de la cosa, en tanto que el arrendamiento también incluye el goce y disfrute.
d) Usufructo: El usufructo en un derecho real por el cual una persona obtiene el uso y goce de una cosa, en
tanto que el arrendamiento otorga el uso y goce de la cosa, como efecto de una relación contractual, no
real. I) el usufructo puede originarse de o resultar en un negocio jurídico gratuito u oneroso, en tanto que el
arrendamiento siempre es oneroso y conmutativo; ii) el usufructo puede derivar de un contrato o de
cualquier otro negocio jurídico, incluyendo herencia, donación, etc, en tanto que el arrendamiento
únicamente puede constituirse por contrato; iii) el usufructuario, como titular de una derecho real, puede
ejercer acciones reales, en caso de verse perturbado el ejercicio de su derecho, en tanto que el
arrendatario tiene a su disposición únicamente acciones personales y de carácter posesorio; iv) el
usufructuario puede libremente disponer de sus derechos y aún
dar la cosa objeto del usufructo en arrendamiento, en tanto que el arrendatario no puede ceder sus
derechos en el contrato, sin contar con el consentimiento del arrendador.
Elementos:
1) (Formales)Consentimiento: El consentimiento de las partes, no sólo debe llenar todos los
requisitos necesarios para que el negocio jurídico surta sus efectos normales, sino además debe
versar sobre a) la naturaleza del contrato, b) la cosa objeto del contrato, c) el precio o la renta, d) el
tiempo de duración del contrato y e) el uso para el que se destina la cosa.
2) (Personales)Capacidad: (art. 1881 C.C.) puede dar bienes en arrendamiento, el propietario que
tenga capacidad para contratar, así como el que por ley o pacto tenga esta facultad respecto de los
bienes que administra. (ver arts. 1690, 1884, 1793, 131, 1882, 716, 748, 1883, 498, 1884 del C.C.
y 47 del C. De C.)
3) (Reales): Por ser el arrendamiento un contrato conmutativo y bilateral, ambas partes tienen
obligación de realizar una prestación. (ver arts. 1880, 1125, 1576, C.C. arts. 30 dto. Ley 153-85 y
32 al 34 del Convenio Centroamericano para la Protección de la Propiedad Industrial; arts 356 y
358, 363, 1898, 1899, 1929, 1645, 462, 1896, 1885, 1582, 1317 C.C.; 655, 664, 657 C de C.; 1934,
1907, 1538, C.C.).

Obligaciones del Arrendador:

1. Entregar la cosa al arrendatario de forma que este pueda usar y gozar de ella.
2. Conservar la cosa en estado de servir al arrendatario
3. Garantizar dicho uso
4. No mudar la forma de la cosa

Ver Art. 1897, 450, 1320, 1815, 1937, 1429, 1898, 1903, 1930, 1645, 1900, 1912, 1901, 1902, 1907, 1909, 1910,
1648, 1929, 1559, 1911, 1906, 1893, 1583, 1433. CC

Obligaciones del Arrendatario:


1. Recibir la cosa arrendada
2. Usar y gozar de ella de conformidad con lo convenido de acuerdo con la naturaleza y el destino normal de la
cosa
3. Pagar la renta en el monto, tiempo y forma convenidos
4. Cuidar de la cosa y evitarle daños
5. Devolver la cosa al arrendador al vencimiento del contrato
Ver Art: 1429, 1930, 1904, 1384, 1391, 1330, 1912, 1914. CC
Subarrendamiento:
Del subarrendamiento nace una relación contractual nueva entre el subarrendador y el subarrendatario, que aunque
subordinada el contrato de arrendamiento es diferente de este. Existen dos contratos, el de arrendamiento como
fundamental y el de subarrendamiento que se apoya y recibe su fuerza de primero, aunque posee substantividad
propia, es un contrato de arrendamiento con todas sus características pero hecho por el arrendatario.

Ver Art: 1589, 1890, 1593, 1598. CC

Cesión de Derechos:
El arrendatario no puede ceder el contrato sin expreso conocimiento del arrendador. Ver Art. 1890

Mejoras:
Barbero define las mejoras como las obras del arrendatario, que sin asumir una fisonomía individual, confieren a la
cosa un aumento de valor. Art. 1915. CC Autoriza al arrendatario a realizar en la cosa arrendada, las mejorar que
quiera gozar durante el arrendamiento y que no alteren la forma de la cosa.

Clases de Mejoras:
Necesarias: Arts. 1901, 1902, 1915 CC
Mejoras Útiles y de Recreo: Tienden a aumentar el valor de la cosa y acrecientan, facilitan o hacen más útil bella o
cómoda la cosa arrendada
Mejoras no Abonables: Serán las que realizar el arrendatario sin que exista pacto expreso o tácito de abono de
mejoras, o porque el contrato de arrendamiento terminó por vencimiento de su plazo o por motivos imputables al
arrendatario (Art. 1921, 1924 CC)
Mejoras Abonables: (Art. 1917, 1918, 1921, 1922, 1923, 1924, 1925, 1926, 1927 CC)

Terminación:
Ver Art. 1928, 1929, 1930, 1939, 1940 CC
LA POSESION

Antecedentes:
La figura jurídica de la posesión, desde sus orígenes, ha sido motivo de discrepancia y centro de debates jurídicos entre
los más destacados juristas, desde SAVIGNY hasta José CASTAN TOBEÑAS. No se ha logrado unificar un criterio en
cuanto a su concepto, su naturaleza jurídica, el fundamento de su protección o inclusive sus efectos, siendo el hecho
mismo de establecer la dificultad de encajar y conceptualizar la posesión el único criterio unificado. Federico PUIG PEÑA,
en un intento de establecer las causas del problema doctrinario y legislativo de la posesión, establece que “en el afán de
dar a la misma un encaje jurídico a toda costa se ha ocasionado un verdadero conflicto doctrinal y legislativo, que data ya
de muchos siglos y que los juristas, no obstante, su decidido empeño, han sido impotentes para resolverlo ante la mayor
fuerza del dislate de normas y disciplina.” Criterio compartido por Daniel PEÑAILILLO ARÉVALO y Néstor Jorge MUSTO,
éste último dice que “a partir del concepto, la etimología de la palabra y el origen de la institución, pasando por sus
elementos constitutivos, su naturaleza, el fundamento de su protección, hasta los efectos que de ella se derivan y las
funciones que cumple; todo ha sido motivo de discrepancia entre los autores y de minuciosa lucubración teórica. En lo
fundamental, la dificultad estriba en la circunstancia de que la institución excede del campo del derecho, y no se deja
atrapar por los esquemas teóricos del jurista.”

Definición:
La posesión, tal y como era entendida por los romanos, puede ser definida, según PETIT como el hecho de tener en su
poder una cosa corporal, reteniéndola materialmente, con la voluntad de poseerla y disponer de ella como lo haría un
propietario. De la anterior definición, se pueden extraer dos elementos que influenciarán en las definiciones de la
posesión a través de los años, siendo estos, que la misma es un hecho y el reflejo externo de un derecho. Al respecto
Henri MAZEAUD y otros establecen que “la posesión es el poder de hecho. La propiedad, el usufructo, otro derecho real,
es el poder de derecho.” Complementándose, lo establecido en el párrafo precedente, con ROJINA VILLEGAS quien
define la posesión como “una relación o estado de hecho, que confiere a una persona el poder exclusivo de retener una
cosa para ejecutar actos materiales de aprovechamiento, animus dominio como consecuencia de un derecho real o
personal, o sin derecho alguno.” Así mismo, según BRAÑAS, “para algunos autores la posesión es un estado o un poder
de hecho, pero fundamentalmente la exteriorización de la propiedad, del derecho de propiedad; o, en cierto sentido y en
ciertas oportunidades, que la posesión es el inicio de la propiedad. Ahora, en su sentido intrínseco, no se admite que la
posesión sea la exteriorización de la propiedad. Tiende a afirmarse que la posesión es una presunción legal de la
propiedad.”
Los bienes como objeto de posesión:
Son objetos de posesión, en primer lugar y sin duda alguna, las cosas materiales o corporales, tanto bienes muebles o
inmuebles. Para que dichas cosas sean susceptibles de posesión, VALIENTE NOAILLES señala dos requisitos en
particular, siendo el primero, que sean cosas propiamente dichas y, el segundo, que estén en el comercio. Al respecto de
las cosas, según DIEZ-PICAZO pueden ser objeto de posesión las cosas materiales o corporales consideradas en su
individualidad en cuanto posean autonomía jurídica, así como las partes de cosas tratadas jurídicamente como cosas
independientes (un piso, por ejemplo) y los conjuntos de cosas consideradas jurídicamente como universitates facti (un
rebaño o una biblioteca, por ejemplo). Así mismo, para César CARRANZA ÁLVAREZ y Francisco TERNERA BARRIOS,
“la posesión se reconoce sobre bienes corporales: muebles o inmuebles.” Complementando lo señalado en el párrafo
anterior y ampliando los requisitos mencionados, VALDES y ORCHANSKY aclaran que “como el dominio sólo puede
existir sobre cosas especialmente determinadas, también la posesión exige la individualización de las cosas o de las
cantidades que hayan de ser objeto de ella.” Por otra parte, al referirse específicamente al segundo requisito que
establece que las cosas estén en el comercio, coinciden PLANIOL y RIPERT, AGUILAR GUERRA y ALBALADEJO en
señalar que la posesión únicamente puede aplicarse a cosas susceptibles de propiedad privada, excluyendo así todas las
cosas que no lo sean, como los bienes de dominio público y cosas que no sean posible poder aprehenderlas, como el
aire. Sin embargo, sobre las cosas destinadas al uso público, VALIENTE NOAILLES concluye que estas “no pueden ser
objeto de posesión por los particulares, es cierto, pero sí lo son por la nación, provincia o municipalidad.”

La posesión en el Registro General de la Propiedad:

En primera instancia, tal y como lo expone AGUILAR GUERRA, “la posesión de inmuebles no accede al Registro de la
Propiedad, ni como hecho ni como derecho, en virtud de que los títulos referentes al mero o simple hecho de poseer no
serán inscribibles.” Sin embargo, lo que sí publica el Registro de la Propiedad es el derecho a poseer que forma parte del
contenido de la propiedad y demás derechos reales susceptibles de posesión. Por su parte, BRAÑAS señala que “existe
posesión registrada cuando se inscribe un título supletorio sobre un bien inmueble, conforme lo dispuesto por la ley de la
materia; y posesión no registrada cuando se posee un inmueble con los requisitos previstos en esa ley, pero no se han
iniciado las diligencias de titulación o no se ha inscrito la resolución judicial.”

La posesión como una propiedad Aparente:

Resulta necesario distinguir la posesión de la propiedad aparente, ésta última surge cuando a una persona se le
considerada como propietario por un error. MAZEAUD y otros señalan que “la propiedad aparente se basa, pues, sobre la
creencia de los terceros, y no sobre el comportamiento del propietario aparente con respecto a la cosa; el propietario
aparente es la persona a la que se cree propietaria; el poseedor es la persona que actúa como un propietario. El
propietario aparente no es nunca el propietario verdadero: la apariencia es contraria a la realidad; mientras que, casi
siempre, el propietario y el poseedor son una misma persona.”

Semejanzas entre la Posesión y la Propiedad:

Existe una íntima relación entre la posesión y la propiedad405, toda vez que tal y como afirma MUSTO la posesión
“representa el contenido, la forma natural de su ejercicio y, unido a otros factores, puede ser el medio de adquisición del
dominio.” Por su parte, ALESSANDRI RODRÍGUEZ señala como las principales semejanzas que “tanto el uno como el
otro deben recaer sobre cosas determinadas. No se puede tener el dominio, ni tampoco la posesión de una cosa
indeterminada. En seguida, tanto el dominio como la posesión son exclusivos, lo que no impide que, así como hay
copropiedad pueda haber también coposesión. Y finalmente, el dominio y la posesión producen mutuas ventajas, que son
más o menos idénticas.” Por último, según PUIG BRUTAU, aparte de la protección posesoria, la posesión concede al
poseedor todas las ventajas de un propietario, siempre que el estado posesorio no haya sido destruido o desvirtuado por
la acción de quien ostente mejor derecho.

Diferencias entre la Posesión y la Propiedad:

Muchas veces dicen que la posesión es la antesala de la propiedad, sin embargo, tal y como afirman FERNÁNDEZ BULÉ
y otros, “no todos los poseedores son propietarios y, al contrario, no todos los propietarios son poseedores de sus
bienes.” La principal diferencia según la doctrina es que la propiedad es un derecho real y la posesión no lo es. Así
mismo, como agrega PAPAÑO, “si el derecho real es violado, su titular cuenta, además de las acciones posesorias, con
las acciones reales o petitorias. El poseedor carece de derecho, sólo puede defenderse por medio de las acciones
posesorias.” En síntesis, tal y como lo expone ALESSANDRI RODRÍGUEZ, la propiedad y la posesión se diferencian, en
primer lugar, tal y como ha quedado expuesto, en que el propietario tiene un derecho, mientras la posesión solo entraña
una relación de hecho. En segundo lugar, se puede poseer por varios títulos. Por último, la propiedad está protegida por
la reivindicación, mientras que la posesión está protegida por las acciones posesorias. Como explica MUSTO, “la
propiedad es el poder jurídico que el hombre adquiere sobre las cosas de conformidad con la voluntad general que es la
ley. La posesión, por el contrario, es el poder jurídico que el hombre establece sobre las cosas de conformidad a su
voluntad individual.”

La imposibilidad del Registro de la Posesión:


Tal y como lo expone AGUILAR GUERRA, la posesión es un modo de publicidad de los derechos reales, distinto a aquel
que ofrece el Registro de la Propiedad. Es por lo anterior que existe una imposibilidad de inscribir la posesión en dicho
Registro, toda vez que éste último ofrece un sistema más sofisticado de publicidad, basado exclusivamente en el título en
que se inscribe y que determina la titularidad formal de quien tiene inscrito su título. La posesión en cambio, es un
sistema de protección a la apariencia jurídica, basada en los hechos.

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