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Constitución de La Republica 1880

La Constitución de Honduras de 1880 fue la quinta constitución vigente del país, promulgada el 1 de
noviembre de 1880 en la capital Tegucigalpa. El 5 de febrero de 1880, el entonces Presidente
constitucional Marco Aurelio Soto llamó a elecciones para una Asamblea Nacional Constituyente.

La Constitución de 1880, época de la reforma liberal y una de las más avanzadas de la época expresa
que el Poder Judicial República se ejerce por una Corte ...

La constitución se clasificar por: su forma jurídica, sus reformas y por su nacimiento.

A).- POR SU FORMA JURÍDICA: Nos referimos a que las constituciones de forma jurídica pueden ser
codificadas o dispersas.

Tenemos una Constitución Codificada, Como su nombre lo indica, son aquellas que están escritas en
un volumen o código.

B).- POR SUS REFORMAS: Son las constituciones que derivado de sus características pueden ser
rígidas o flexibles.

Tenemos una Constitución Rígida: Son las que exigen un procedimiento especial, se requiere de un
órgano específico (poder constituyente aunque en otros países se le puede dar una denominación
distinta), quien está facultado por la misma constitución para realizar las reformas correspondientes.

C).- POR SU NACIMIENTO: De acuerdo a las situaciones históricas, políticas y sociales, el nacimiento
de una constitución puede ser otorgada, impuesta o pactada.

Tenemos una Constitución Pactada: Son las más comunes en Latinoamérica y gran parte del mundo,
producidas por luchas sociales, donde se aportan ideas y principios que moldean una constitución
pro sociedad.

La Asamblea inició funciones el 1 de septiembre en Tegucigalpa. El 30 de ese mes autorizó el


traspaso de la capital de Honduras de Comayagua a Tegucigalpa. Finalmente promulgó una nueva
constitución el 1 de noviembre, la cual fue firmada por:

1. Manuel Gamero Presidente, Diputado por el Departamento de El Paraíso.

2. José Manuel Zelaya Vicepresidente, Diputado por el Departamento de Olancho.

3. Rosendo Agüero Diputado por el Departamento de Olancho

4. Faustino Dávila Diputado por el Departamento de Tegucigalpa.

5. José Estefan Lazo Diputado por el Departamento de Tegucigalpa.


6. Celeo Arias Diputado por el Departamento de Tegucigalpa.

7. Lucas Calderón Diputado por el Departamento de Comayagua.

8. Rafael Alvarado Diputado por el Departamento de La Paz.

9. Francisco Cruz Diputado por el Departamento de La Paz.

10. Francisco Fiallos Diputado por el Departamento de Gracias.

11. Rafael Villamil Diputado por el Departamento de Gracias.

12. Trinidad Ferrari Diputado por el Departamento de Gracias.

13. Victoriano Castellanos Diputado por el Departamento de Copán.

14. Constantino Guirst Diputado por el Departamento de Copán.

15. Salvador Díaz Diputado por el Departamento de Copán.

16. Manuel Sebastián López Diputado por el Departamento de Santa Bárbara.

17. Jesús Manuel Gonzales Diputado por el Departamento de Santa Bárbara.

18. Tranquilino Bonilla Diputado por el Departamento de Yoro.

19. Carlos Alberto Ucles Diputado por el Departamento de Yoro.

20. Adolfo Zuñiga Diputado por el Departamento de Olancho.

21. Cornelio Moncada Diputado por el Departamento de Olancho.

22. Crescencio Gómez Diputado por el Departamento de El Paraíso.

23. Bruno Arriaga Diputado por el Departamento de El Paraíso.

24. Ponciano Planas Diputado por el Departamento de Choluteca

25. Miguel Augusto Lardizabal Diputado por el Departamento de Choluteca.

26. Abel Cubero Diputado por el Departamento de Choluteca.

27. John Dacus Mc. Lean Diputado por las Islas de la Bahía.

28. Salomón Ordóñez Diputado por el Departamento de la Mosquitia.

29. Luis Bogran, Secretario Diputado por el Departamento de Yoro.

30. Jerónimo Zelaya, Secretario Diputado por el Departamento de Santa Bárbara.


Contenido
La constitución tenía 86 artículos y estaba estructurada de la siguiente manera:

Parte primera. Declaraciones, principios, derechos y garantías fundamentales

Capítulo primero. Declaraciones y principios

Capítulo segundo. Derecho público hondureño

Capítulo tercero. Derecho público referido a los extranjeros

Capítulo cuarto. Garantías de orden y de progreso

Capítulo quinto. De la nacionalidad, de la ciudadanía y de las elecciones

Parte segunda. Departamento del Gobierno

Capítulo sexto. Del Departamento Legislativo

Sección primera. De su organización

Sección segunda. Atribuciones del Congreso

Sección tercera. De la formación, sanción, promulgación de la Ley

Capítulo séptimo. Del Departamento Ejecutivo

Sección primera. De su organización

Sección segunda. De las atribuciones del Poder Ejecutivo

Capítulo octavo. Del Departamento Judicial

Parte tercera. Del Gobierno Municipal

Capítulo noveno. Del Municipio y de las municipalidades

La constitución comienza abogando por la reinstauración de la República de Centroamérica, y


definiendo al gobierno como «democrático, representativo, alternativo y responsable». Reitera
garantías y derechos como el Habeas Corpus (art. 7), expresa que «el esclavo que pise el territorio
hondureño queda libre» (art. 8) y declara «para siempre» abolida la confiscación (art. 11). Mantiene
la división de poderes: un Ejecutivo al mando de un Presidente de la República; un Legislativo a
cargo de un Congreso; y un Judicial a cargo de una Corte Suprema de Justicia conformada por 5
Magistrados, más los tribunales (art. 82).

Eran ciudadanos los mayores de veintiún años, con profesión, oficio, renta o propiedad que les
aseguren la subsistencia; y los mayores de 18 que supieran leer y escribir o estuvieran casados. La
ciudadanía se perdía por aceptar empleo de otro gobierno que no fuera centroamericano. Los
centroamericanos que se hallasen en territorio hondureño eran considerados «hondureños por
nacimiento», mientras que los hispano-americanos con domicilio en Honduras eran «hondureños
naturalizados» (art. 30-34). Para establecer un municipio se requería que la población tuviera al
menos 500 habitantes.
La nueva constitución fue especialmente permisible con los extranjeros, enfatizando que estos
tenían los mismos derechos civiles que los hondureños (art. 13); esto como parte de la misión
reformista del gobierno de Soto de atraer extranjeros para colonizar tierras nacionales (art. 25).1 Los
extranjeros no estaban obligados a admitir la naturalización, la cual se obtenía tras un año de vivir en
el país. Este requisito no aplicaba para «los colonos», para quienes se establecieran en lugares
habitados por indígenas o en tierras despobladas, para los que realizaran importantes trabajos de
utilidad general, los que introdujeran valiosas fortunas al país, y los que se recomendaran por
invenciones o aplicaciones de gran utilidad para el país. Los extranjeros podían aspirar a cargos
públicos, navegar todos los ríos y sus matrimonios eran reconocidos por el Estado mientras
estuviesen legalmente celebrados.

Con esta constitución se instaura el fuero militar y el servicio militar obligatorio, siendo «soldado del
Ejército activo» todo hondureño de 18 a 35 años, y «soldado de la reserva» los mayores de 35,
exceptuando por 10 años los soldados naturalizados (art. 16); y se declara que «ningún cuerpo
armado puede deliberar». Se establece que la educación es laica en todos los niveles y gratuita en el
nivel primario (art. 24). Se prohíbe que ministros religiosos dirijan centros de enseñanza estatales o
ejerzan cargos públicos (art. 10). Además desaparecen las condicionantes económicas que existían
desde la Constitución de 1848 para optar a importantes cargos públicos.2

El Presidente debía ser hondureño natural mayor de 30 años, su periodo era de 4 años iniciando el 1
de febrero, con posibilidad a una reelección continua —prohibida en la anterior constitución— y a
una tercera elección una vez transcurridos 4 años desde el segundo mandato. Como en legislaciones
anteriores, el presidente electo era declarado por el Congreso; si ningún candidato alcanzaba la
mayoría absoluta, el Congreso escogía al presidente electo de entre los tres candidatos con más
votos. Para ser diputado, ministro o magistrado se requería ser mayor de 25 años. No podían ser
diputados quienes ejercieran ciertos cargos públicos (art. 41), y estos podían ser reelectos
indefinidamente.

Los altos funcionarios podían ser acusados ante el Congreso de «traición, concusión, dilapidación» y
violación de las leyes; limitándose el «juicio político» a la deposición del empleo del acusado y a su
entrega a los tribunales comunes (art. 23). Se define como sedición a la persona o personas «que
asuman el título de representación del pueblo, se arrogue sus derechos, o represente en su
nombre», y al Estado de sitio como la suspensión de la constitución en el territorio donde éste se
declarase. Y se establece que toda autoridad usurpada y toda decisión acordada por intimación de
un cuerpo armado o de una reunión de pueblo es ilegal (art. 19-21).

Las reformas a la constitución se harían mediante una Asamblea Nacional Constituyente aprobada
por las dos terceras partes del Congreso, excepto si de reinstaurar la República de Centroamérica se
tratase (art. 27).

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