Está en la página 1de 9

1. La Nación y la Riqueza.

1. La nación: el príncipe y el absolutismo

  Según Maquiavelo, los Estados nacen de la violencia y con frecuencia deben mantenerse
gracias a ella. Por esa razón resulta que las reglas de la eficacia política contradicen las
enseñanzas de la moral y de la iglesia. “Siendo como son”, los hombres utilizaran su libertad para
actuar en contra de los intereses del Estado y esto nos conducirá al caos social y, finalmente, a la
disolución de la Nación. El papel del Príncipe consiste entonces en obtener, conservar y aumentar
su poder. Así, Maquiavelo, el padre de la razón de estado nos aporta la primera pieza del
absolutismo. 

   Para Bodin, la soberanía es la esencia de La República, el principio mismo del Estado. Para


que exista soberanía debe existir, a un mismo tiempo, un marco jurídico (la ley) y una autoridad
(el orden). Tal soberanía, indivisible, absoluta y perpetua es una prorrogativa exclusiva del
monarca y se impone al pueblo por intermedio del gobierno. Sin embargo, Bodin era un
absolutista matizado que no dejo de advertir sobre los peligros de una soberanía sin límite; estos
límites deben estar, según Bodin, en la ley divina y en la ley natural. 

   Thomas Hobbes, concluye que las grandes desgracias de la sociedad ocurren cuando las
personas no saben a quién obedecer; cuando la soberanía desaparece. Cuando esto ocurre, la
sociedad puede regresar al “estado de naturaleza”, es decir, a esa situación en la que cada quien
puede hacer todo lo que considere útil para su supervivencia o su felicidad, en la que es
permanente la amenaza para la vida y para los bienes de cada quien, y donde la vida de los
hombres es “solitaria, miserable, sucia, animal y breve”. El “miedo constante a la muerte” lleva a
todos a convencimiento de que, para salir del “estado de naturaleza”, es necesario que cada
quien convenga en ceder sus derechos a una autoridad superior, a la que será confiada la
soberanía. La obediencia a la soberanía asegura entonces la supervivencia y la prosperidad de la
ciudad. 
 ¿Cómo enriquecer la nación?

  Los mercantilistas no entienden la riqueza como bienestar o como mejora en os niveles de vida
de los súbditos, más bien de lo que se trata es de construir o incrementar un patrimonio. De ahí
que los dos lemas principales del mercantilismo sean precisamente el dinero y la balanza
comercial.

   Para el mercantilismo las naciones que participen del comercio internacional, más que socios
comerciales que buscan acuerdos mutuamente favorables, son naciones rivales. Nadie puede
ganar a menos que uno pierda. El objetivo de enriquecer la nación es entonces conflictivo. Por
esos motivos, no es sorprendente que, justo con la diplomacia y con la guerra, las políticas
económicas de la época se integren dentro de una estrategia general de poder.

   Al contrario de lo que ocurre entre las naciones, para muchos mercantilistas, dentro del mismo
país el interés privado y el interés colectivo no están en conflicto. La prosperidad individual se
puede extender sin limitación dentro de las fronteras nacionales. Los métodos del éxito se pueden
copiar, y a través de la copia se generalizan. 

3. Un estado fuerte e intervencionista.

Para los mercantilistas los estados que prosperan son los estados poderosos. La fuerza es la
mejor garantía de existo de los intereses individuales, el comercio exterior solo prospera cuando
la armada del príncipe protege al mercader y cuando la expansión colonial y la guerra abren
nuevos mercados. Del mismo modo, el comercio interno solo se desarrolla cuando impera la paz
civil y está protegida la propiedad privada. 
   Montchrestien aporta argumentos originales: El estado debe velar por el pleno empleo, ya que
el paro es un desperdicio de recursos y crea un déficit de riquezas que deberá ser cubierto
comprando al extranjero. Por ello hay que obligar a las personas a trabajar y se deben crear
talleres con ese fin. Sus argumentos seria Lugo recuperados por William Petty, para defender
que el estado debe poner su máxima atención en utilizar la fuerza laboral y mantener en orden
sus aptitudes”. En caso de necesidad los parados deberían emplearse “construir una pirámide
inútil o cosas semejantes para mantener sus mentes disciplinadas y obedientes y sus cuerpos
aptos para realizar trabajos provechosos cuando sea necesario”.

   El estado debe jugar también un papel en la formación de las personas a través del desarrollo
de la enseñanza.

   En materia de comercio exterior, el estado debe proteger los bienes que produzca o pueda
producir la nación. Debe estimular la colonización, ya que esta aumenta la demanda de bienes y
da acceso a nuevas fuentes de materias primas. 
 Los Temas Esenciales del Mercantilismo.

 
 El dinero y la riqueza.
   Para los mercantilistas el dinero es sinónimo de riqueza. El dinero es riqueza porque es poder
de compra.

   El dinero, o los metales preciosos, poseen ventajas indudables. Son duraderos, de valor
elevado y divisibles, características que los hacen adecuados para efectuar pagos y para la
conservación de la riqueza. En este razonamiento se encuentra el reconocimiento explícito de las
tres funciones clásicas del dinero: unidad de cuenta, instrumento de cambio y reserva de valor. 

   Thomas Mun, insistirá sobre la necesidad de retener metales preciosos para las necesidades
de los intercambios internacionales. Por la misma razón, el comercio interior debería servir para
economizar encajes monetarios y, según Mun, dentro del país el papel del dinero lo puede
cumplir adecuadamente los billetes a la orden y las letras de cambio. 
 

   El Príncipe debe conseguir las armas, preparar la flota, conducir la guerra y todos los gastos
debe cubrirse con dinero contante y sonante. 

2. El Dinero y los Precios.

La historia económica de la Europa del siglo XVI está marcada, al mismo tiempo, por la entrada
de grandes cantidades de oro y plata provenientes del “nuevo mundo”, y por el aumento
sostenido de los precios. 
   Según Malestroit, la pérdida del poder adquisitivo del dinero en circulación es completamente
imputable a la disminución del contenido metálico de la unidad de cuenta. Este autor se empeña
en demostrar que, aunque los precios nominales aumenten, la relación de intercambio entra cada
uno de los bienes y el oro y la plata, han permanecido estable. De modo que el precio alto de las
cosas de uso común sería una ilusión. Malestroit concluye entonces que, para evitar esta
inflación de unidades de cuenta, lo único que hacer falta es aplicar la ortodoxia monetaria de la
época manteniendo constante el contenido metálico de las monedas. Malestroit subraya, que
aferrarse a los valores nominales sin tener en cuenta el contenido metálico de las monedas es
arriesgarse a sufrir perdidas de capital. 

      Bodin contestara a tales ideas. El aumento de los precios de los bienes esenciales es muy
superior a la depreciación de las monedas. La inflación no es entonces solamente “nominal” (en
unidades de cuenta), sino también real (de los precios en términos de oro y plata). Una vez
demostrado que la inflación no es una ilusión, Bodin pasa a discutir sus causas. El mayor
crecimiento de la oferta de metales preciosos en relación con la oferta de los demás bienes
disminuye los precios relativos del oro y la plata con respecto a los demás bienes, o, en otros
términos, aumenta los precios de los bienes en términos de oro y plata.

      Este autor añade otras causas del aumento de los precios, entre las que se cuentan: el
despilfarro que resulta de la moda que crea demandas artificiales y cambiantes, el desarrollo de
las exportaciones que reduce la oferta interior, los monopolios y las alianzas que frenan la
competencia y, finalmente, los príncipes cuyos gastos son excesivos. 

3. El Dinero y la Tasa de Interés.

Para los mercantilistas la abundancia del dinero tiene una ventaja indudable: permite la
disminución del tipo de interés.

      Culpeper argumenta. Cuando el topo de interés es alto, los mercaderes más afortunados se


retiran, ya que para ellos es más seguro y más rentable prestar dinero que dedicarse
directamente a los negocios. Los negociantes jóvenes y endeudados se ven conducidos a la
ruina. De la misma manera las inversiones agrícolas disminuyen y el valor de la tierra cae
abruptamente. 

 Una tasa baja de interés es considerada favorable al comercio. Pero esa es solo una condición
necesaria y no suficiente para la prosperidad de los intercambios. Thomas Mun, dice que un tipo
bajo de interés puede ser el reflejo de un comercio deprimido y en consecuencia de una baja
demanda de capitales. Con esta excepción, los mercantilistas piensan que una baja tasa de
interés es el resultado de la abundancia monetaria.

      En caso de que el gobierno se encuentre en situación de escasez, la ley debe suplir al
mercado. La exigencia de un respaldo legal es, con una frecuencia comprensible, la única
respuesta de los comerciantes en el conflicto que les enfrenta al poder financiero. Ambos
intereses, los del banquero y el mercader, son claramente contrapuestos y los mercantilistas se
preocuparán por distinguir con claridad entre la tasa de interés (legitima) y la usura (abusiva). 

4. El dinero y la Balanza Comercial.

  Para los países que no tenían acceso directo a las fuentes de metales preciosos, la única forma
de conseguirlos estaba en los excedentes de la balanza comercial. Como el oro entraba en
España y Portugal, era necesario que los déficits comerciales lo hicieran salir.

      En un primer momento, el saldo favorable de los intercambios comerciales se


consiguió mediante una política de prohibiciones, restricciones y controles.

      Sin embargo, la explosión de los intercambios internacionales debilitara progresivamente la


eficacia de tales disposiciones. Por lo tanto, si el comercio es deficitario, el oro saldrá
inevitablemente del reino. 

      Con la crisis comercial de 1620, aparece en Inglaterra, Gerald Malynes. Este autor busco la


razón del déficit comercial en los mecanismos de cambio. Su razonamiento es el siguiente. En un
sistema de dinero mercancía, la paridad viene dada por el contenido metálico respectivo de las
distintas monedas y el tipo de cambio debe ajustarse a ello. La paridad de las monedas asegura
el equilibrio en los flujos de dinero, ya que una vez, alcanzado el tipo de cambio adecuado no se
producirá ningún movimiento de dinero, ya que no existirá la posibilidad de obtener ganancia
alguna de intercambio de monedas o mediante la exportación o importación de
especies. Malynes concluye, “el abuso del tipo de cambio”, es decir la sobrevaloración de la
moneda es la causa del déficit comercial. 
      Contra este análisis reaccionaran E. Misselden y T. Mun. Estos dos autores sostienen que
son los movimientos comerciales los que causan las variaciones del tipo de cambio de los flujos
monetarios.

      Misselden es el primer autor en emplear la expresión “balanza comercial”, aunque para él


esta se limite a los intercambios solamente de un país.

      Thomas Mun, insistirá que lo que realmente importa es el balance global y que no es
reprochable que el comercio con tal o cual país sea deficitario, siempre que conduzca a
excedentes globales. 
 
La política de la balanza comercial.

    El estado debe, a través de una potente flota, garantizar la seguridad de los barcos mercantes.
Evitar exportar las materias primas o bienes de subsistencia. Desestimular las importaciones de
bienes de lujo. Incitar a los comerciantes extranjeros instalados en el territorio a consagrar sus
ganancias a la compra de productos nacionales. Incitar a los comerciantes nacionales en el
extranjero a repatriar sus ganancias. Exportar los bienes con mayor contenido de mano de obra. 

Fisiocracia (quienes sostienen el papel preponderante de la naturaleza) 

Situación: Ya había aparecido el capitalismo mercantil y el artesanado que lo surtía con sus
productos.

. Su tema central era el papel de la agricultura como fuente de riqueza. Reconocían las
debilidades públicas de la estructura económica y política contemporánea, indicando que
deficiencias debían superarse.

a) Quesnay (Médico)

b) Turgot (Hijo de comerciante, medio fisiócrata)

c) Du pont (Dinastía industrial, molinos de pólvora)

Su principal objetivo era conservar mediante reformas una antigua sociedad en la que los
propietarios rurales gozaban de superioridad social y privilegios, rechazaban las intromisiones del
capital mercantil y las vulgares fuerzas industriales.

Su principio básico era el de derecho natural el cual en última instancia regía el comportamiento
económico y social.

La norma orientadora en materia de legislación debería ser laissez faire, laissez passer.

Laissez faire sería la consigna de rigor contra toda forma de intervención del Estado en materia
social. En cualquier cuestión concebible, menos en materia de defensa nacional, si se deja la
situación librada a sí misma la solución vendrá por sí sola.

Se formulo otra nueva doctrina, el produit net que afirmaba que toda riqueza se producía en la
agricultura y en ninguna otra actividad. Manifestaba que los mercaderes, las industrias,
compraban y vendían el mismo producto sin agregarle nada en este proceso. 
 
1_Terratenientes o Propietarios: que presidían la producción agrícola, que se adjudicaban el
produit net y en ellos recaían las responsabilidades sociales y políticas de la comunidad y del
Estado.

2_Productores: practicaban la ganadería y labraban la tierra y solo una vez que se le pagaba su
remuneración el produit net pasaba a manos de terrateniente o propietarios.

3_Mercaderes, Artesanos y Manufactureros: Clase improductiva.

Dado que la riqueza era la fuente de riqueza del Estado y de todos los ciudadanos, los impuestos
al sector rural deberían ser bajos.

Los fisiócratas también analizaron la fijación de los precios y a la fijación de los salarios según el
mínimo necesario para la subsistencia del trabajador.

Los fisiócratas también desarrollaron Tablean Economique ideado por Quesnay con el propósito
de demostrar como los productos circulaban del productor al terrateniente, de este a los
mercaderes, de estos luego a otras clases estériles y luego retornaba a manos de productor, así
el sistema de compraventa se revelo como un sistema de interconexiones.

Los fisiócratas intentaron reformar el viejo sistema y al mismo tiempo defenderlo, querían limpiarlo
de esas impurezas, de el derroche, la corrupción, etc, considerando el viejo sistema como
superior al nuevo e invasor mercantilismo y capitalismo industrial.

Quizás se podría haber prevenido la Revolución Francesa, pero la falta de inteligencia y el orgullo


es un obstáculo evidente. La Revolución Francesa arraso al mundo que los fisiócratas habían
tratado de defender y de salvar. “Este sistema...con todas sus imperfecciones, es, quizás, una de
las mejores aproximaciones a la verdad que haya sido publicada hasta la fecha sobre el tema de
la economía política”.

ADAM SMITH

CAPITULO I

La División del Trabajo.

El aumento considerable en la cantidad de productos que un mismo número de personas puede


confeccionar, como consecuencia de la división del trabajo, procede de tres circunstancias
distintas:

1) De la mayor destreza de cada obrero en particular. Los trabajadores a medida que repiten


un trabajo van adquiriendo nuevas habilidades y por ende haciendo el trabajo mucho más rápido,
dedicándose una sola labor, que a varias distintas.

2) Del ahorro de tiempo que comúnmente se pierde de pasar de una ocupación a otra. Si los
trabajadores deben cambiar constantemente de actividad, hay un tiempo que se pierde mientras
termina una y comienza otra, lo que se conoce hoy como el “set up” o puesta a punto de actividad
o una máquina. Además, cuando un trabajador comienza una nueva actividad nunca está
preocupado al 100% de esa labor, por ende, tiene un tiempo perdido hasta que logra trabajar
eficientemente.

3) De la invención de una gran numero de máquinas. Un factor no menor que ha mejorado la


productividad es el uso de la maquinaria correcta, para un determinado trabajo. Como el
trabajador se encuentra especializado en una máquina él puede realizar mejoras a ellas, para
aumentar su productividad.
CAPITULO II

Del Principio que motiva la División del Trabajo.

Lo que motiva principalmente a la división del trabajo es la necesidad del hombre de permutar,
cambiar y negociar una cosa por otra.

Por ejemplo, uno nunca ha visto a dos perros intercambiar justamente un hueso, ni los seres
humanos, ni ninguna otra clase de persona hace eso. Cuando uno necesita algo va donde la
persona lo tiene y lo persuade para obtenerlo. Dame lo que necesito y tendrás lo que deseas, es
el principio de cualquier oferta. Como necesitas permutar o comprar cosas es que lo que origino
la división del trabajo.

Hay un ejemplo de una tribu una persona es más hábil en hacer flechas y arcos, generalmente los
va a cambiar a otro de la tribu que sea mejor cazador, por carne o caza y él se dedicara a la
confección de arcos y flechas. Así como esta persona es buena en hacer arcos y flechas, hay otra
que es buena en hacer la cubierta para las carpas, este es el carpintero.

Los hombres son iguales, la especialización en determinadas actividades no es la causa de la


división sino talvez el efecto de ella. Por ejemplo, lo hombres nacen iguales, si uno ve dos niños
hasta la edad de los 8 o 10 años no hay diferencias, después de esta edad comenzaran a
diferenciarse según el grado de educación y sus gustos personales.

David Ricardo: Principios de economía política y tributación

CAPITULO 1

SOBRE EL VALOR

El valor de una mercancía depende de la cantidad relativa de trabajo que es necesaria para su
producción, y no de la mayor o menor compensación que se pague por ese trabajo.

Una vez que poseen utilidad las mercancías reciben su valor de cambio de dos fuentes: de su
escasez, y de la cantidad de trabajo necesario para obtenerlas.

Hay mercancías cuyo valor está determinado exclusivamente por su escasez. La cantidad de
estos bienes no puede aumentarse con el trabajo y su valor no puede verse reducido por un
aumento de la oferta –estatuas, cuadros caros, libros monedas escasas, vinos de especial
calidad, etc.-. Su valor es independiente por completo de la cantidad de trabajo que haya sido
necesaria ordinariamente para producirlos, y varía con las variaciones de la riqueza y los gustos
de quienes desean poseerlos.

Son una parte muy pequeña de la masa de las mercancías que se cambian a diario en el
mercado. Por ende, cuando hablamos de mercancías, de su valor de cambio, y de las leyes que
rigen sus precios relativos, siempre que nos referimos únicamente a las mercancías que pueden
aumentarse en cantidad mediante el ejercicio de la habilidad humana, y en cuya producción
funciona la concurrencia sin obstáculos.

Si la cantidad de trabajo realizada en las mercancías rige su valor de cambio, todo aumento de la
cantidad de trabajo tiene que incrementar el valor de la mercancía a la cual se aplica, así como
toda disminución tiene que reducirlo.
Para Ricardo la remuneración del trabajador no es siempre proporcional con lo que el produce,
porque de ser así la cantidad de trabajo gastada en una mercancía y la cantidad de trabajo que
esa mercancía compraría, serían iguales, ¡pero no lo son!, la primera, en muchas circunstancias,
es un patrón invariable que indica correctamente las variaciones de otras cosas; la segunda está
sujeta a tantas fluctuaciones como las mercancías que con ella se comparan

La proporción entre las cantidades de trabajo necesarias para adquirir diversos objetos parece ser
la única circunstancia capaz de proporcionar alguna norma para cambiarlos entre sí.

El trabajo de distintas calidades recibe distinta remuneración. Esto no constituye causa alguna de
variación en el valor relativote las mercancías.

El trabajo es el fundamento de todo valor y la cantidad relativa de trabajo es la que determina en


forma exclusiva el valor relativo de las mercancías

Las revoluciones en el campo del bienestar general afectan tanto la tasa general de los salarios,
cuento la de la ganancia, por lo que afectan por igual en todos los empleos diferentes, y así la
proporción de las diferencias entre estos tiene que mantenerse igual.

No solo el trabajo aplicado directamente a las mercancías afecta su valor, sino también el trabajo
que se gasta en los instrumentos, herramientas y edificios de que se vale ese trabajo.

Como el caso del cazador, en donde el valor no solo está regido por el tiempo que se tarda en
destruir al animal sino el trabajo necesario para proveer el capital del cazador, es decir, el arma
mediante el cual mata los animales.

El valor de las cosas depende de la cantidad de trabajo necesario para fabricarlas y llevarlas al
mercado, lo que incluye todos los trabajos necesarios en el medio como la construcción del buque
de transportes o de los edificios.

Cuando se aplica una mejora, cae el valor del producto ya que se requiere una cantidad menor de
trabajo para la producción, y por consiguiente este se cambiaria por una cantidad menor de
cosas.

Toda mejora que ahorre trabajo en la fabricación de la mercancía tanto como para la obtención
del capital mediante el que se la produce reduce el valor relativo de una está.

Cuando las ganancias son altas o bajas, los salarios son bajos o altos.

Acerca de una medida invariable del valor

Cuando las mercancías variasen en su valor relativo, seria desea disponer de los medios
necesarios para determinar cuál de ellas experimenta una caída, y cual un aumento, de su valor
real, por este motivo Ricardo intenta buscar un patrón invariable de cambio, pero llega a la
conclusión de que es imposible encontrar uno, aunque parece continuar ilusionado, en el fondo,
en que el oro puede presentar esas características.

CAPITULO 2

SOBRE LA RENTA

La renta es la porción del producto de la tierra que se paga al terrateniente por el uso de las
fuerzas originarias e indestructibles del suelo (por el uso de las fuerzas productivas, cultivar,
cosechar, etc.) Sin embargo, a veces se confunde con el interés y la ganancia del capital, y se le
aplica el término de todo lo que paga anualmente un granjero al terrateniente., como por ej. Lo
que se pagaría por el uso del capital empleado en mejorar la tierra y en levantar construcciones
necesarias para obtener y preservar el producto.

Esta distinción entre renta y ganancia tiene gran importancia debido a que las leyes que rigen el
avance de la renta difieren ampliamente de las que rigen el de las ganancias, y rara vez actúan
en la misma dirección.

Para el señor Smith, la compensación se pagaba por el permiso de extraer y vender la madera
(por ej.), no por el permiso de cultivarla. El habla también de la renta de las minas y de las
cantoras, es decir, la compensación que se da por la mina o la canora se paga por el valor del
carbón o de la pierda que pueden extraer de ellas y no guarda relación alguna con las fuerzas
originarias e indestructibles de la tierra.

Sólo se comenzó a pagar renta luego de que la tierra fue considerada propiedad privada porque
antes eran como el aire y el agua, disponibles en la naturaleza y en gran cantidad.

El hecho de que la tierra no existe en cantidad ilimitada, que su calidad no es uniforme; y que, con
el crecimiento de la población, se pasa al cultivar tierra de calidad inferior, es la única razón de
que se pague renta por el uso de ella.

Cuando, con el avance de la sociedad se pasa a cultivar tierras del segundo grado de fertilidad,
aparece renta en las de primera calidad, y la magnitud de esa renta dependerá de la diferencia de
calidad existente entre estas dos porciones de tierras

Cuando se pasa a cultivar tierras de tercera calidad, aparece renta en las de segunda, y esta
renta está regida, por la diferencia existente entre ellas en cuanto a sus fuerzas productivas. Al
mismo tiempo, aumentará la renta de la de primera calidad, esta tiene que ser siempre superior a
la renta de la de segunda calidad.

La renta es la diferencia en el producto que se obtiene, empleando dos cantidades iguales de


capital y de trabajo.

Si existiesen tierras en cantidad mucho mayor que la necesaria para la producción de alimentos
para una población en aumento no podría aumentar la renta porque la renta proviene
invariablemente del empleo de una cantidad adicional de trabajo con un rendimiento
proporcionalmente menor.

El valor de cambio de todas las mercancías está regido siempre por la mayor cantidad de trabajo
que tienen por fuerza que gastar en su producción quienes no tienen tales facilidades, quienes
siguen produciéndolas en las condiciones más desfavorables.

La razón por la cual aumenta el valor comparativo de los productos primos es que se
emplea más trabajo en la producción de la última porción obtenida y no que se pague renta
al terrateniente

Las mejoras en la agricultura son de dos clases: las que incrementan las energías productivas de
la tierra y las que nos permiten, mejorando nuestra maquinaria obtener el producto de aquella con
menos trabajo. Es una cualidad esencial de las mejoras la de reducir la cantidad de trabajo que
antes, se requería para producir una determinada mercancía y esta disminución no puede ocurrir
sin que caiga el precio.

CAPITULO 7

DEL COMERCIO EXTERIOR


El desarrollo del comercio exterior contribuirá poderosamente a aumentar la masa de artículos
disponibles, por consiguiente, la suma de satisfacciones.

El valor de todas las mercancías extranjeras se mide por la cantidad del producto de nuestra
tierra y de nuestro trabajo.

Hay dos modos de acumular capital: este puede ser ahorrado como consecuencia de un aumento
de los ingresos o por una disminución en el consumo, es decir de gastos.

El comercio exterior, es muy beneficioso para un país toda vez que aumente la cantidad y
variedad de los objetos en que pueden gastarse las rentas y proporciona incentivos al ahorro y
acumulación del capital, por la abundancia y baratura de las mercancías, no tiende a hacer subir
los beneficios del capital.

Los beneficios nunca aumentan por una mejor distribución del trabajo, por la invención de
maquinaria, por el establecimiento de cambios y canales ni por otros medios de economizar
trabajo en la manufactura o en el transporte de las mercancías. Estas son causas que actúan
sobre el precio –beneficiosas para los consumidores-.

Los beneficios dependen de los salarios, pero de los salarios reales, no de los nominales, es
decir, no del número de libras que se paguen anualmente al trabajador, sino del número de días
de trabajo necesarios para obtener esas libras.

La disminución en los salarios hace subir los beneficios, pero no produce efecto alguno sobre el
precio de las mercancías.

En un sistema de comercio perfectamente libre, cada país, dedica su capital y trabajo a los
empleos que le son más beneficiosos, utiliza más eficazmente las facultades peculiares y
distribuye el trabajo más eficaz y económicamente. Con esto difunde el beneficio general, une por
medio de los lazos del interés y el intercambio, la sociedad universal de las naciones, ya que es
más fácil importar aquellas cosas que cuestan más producir y exportar aquellas que podemos
producir más cómodamente (más beneficioso aplicar todo el capital a aquello en lo que somos
buenos produciendo, que a aquello que nos cuesta más).

También podría gustarte