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Direceién de Ignacio Arellano (Universidad de Navarra, Pamplona) con la colaboracién de Christoph Serosetzki (Westfilische Wilhelms-Universitit, Minster) y Mace Vise (Université de Toulouse Le Mirail/Toulouse 11) Subdlireceién Juan M. Escudero (Universidad de Navarra, Pamplons) Consejo asesor: Patrizia Bora Universiti La Sapienza, Roma José Maria Diez Borque Universidad Complutense, Madrid Rath Fine ‘The Hebrew University of Jerusiler Edward Friedmann, ‘Vanderbile University, Nashville Aurclio Gonzilez EI Colegio de México Joan Olea Universidad de Valencia Felipe Pedeaza Universidad de Castilla-La Mancha, Ciudad Real Antonio Sinchez Jiménez Université de Neuchitel Joan Luis Suirez ‘The University of Western Ontario, London Edwin Williamson University of Oxford Biblioteca Aurea Hispinica, 91 AMBITOS Y ESPACIOS PASTORILES EN OBRAS Y AUTORES AUREOS DOMINICK FINELLO ‘Universidad de Navarra + Iberoamericana * Vervuert * 2014 3. LA GALATEAY EL PASTOR DE FILIDA EN EL AMBITO TEORICO 1. Teoria Al bucolismo se le habia ubicado entre los géneros liricos menores, aunque en la época posterior a Garcilaso la critica se dio cuenta poco a poco de que la poesia pastoril pertenecia al Ambito mis amplio de la teoria estética derivada de los escritos neoplat6nicos. Los tratados de los moralista: Antonio de Guevara y Fray Luis de Leén, entre otros— ddominaron esa categoria, aunque posteriormente en Italia If pastor fido de Giovann. Battista Guarini (conservado de forma manuscrita en 1583) apareci6 en el discurso teérico acerca del teatro. Guarini deno- ‘min6 su drama pastoril como «nuevo», mientras que Giason Denores, cen Discorsoiatorno & gue prncipi, cause, et aecrescimenti, che fa comedia, la agedia, et i poema evicovicevono dalla philosophia morale (Padua, 1588), ‘moralista postridentino y partidario de las interpretaciones arstotélicas estrictas, lo ncluy6 en los debates como tragedia pastor legitima! Una defensa aristotélica del pastor literario sefalaria sus inusitados y poco probablessituaciones y entornos. Sin embargo, la aparente verdad a medias de la miscara pastoril ¢s lo que hace vulnerable la nocién de veracidad de lo pastoril segiin los principios de sus contemporineos De hecho, uaa especie de advertencia llegaba a ser tentacion constante para Jos novelists pastoriles, ya que sus personajes asimilaban conscien= temente en su propio sistema de comportamiento los valores de los pastores fcticios anteriores, Ellos segufan de cerca alos paradignnaslite- "11 pustorfdoravo resonancias en Espafa con taducciones y representaciones; {is detalles en el estudio 4 de este trabajo, concretamente en el apartado I ‘Sobre la tori) 2 DOMINICK FINELLO rarios como gufas, lo cual era un acto que presumia que el escritor poseia una cierta originalidad, mientras que reconocta que sus antepa- sados lo ayudaban a subir aquella cuesta, Por lo demis, los novelistas entablaban un diflogo con sus antecesores y con los textos més anti- ‘guos para offecer una redefinicién del personaje bucélico. En la Anadia (1598) de Lope de Vega, el método disefiado es la duplicacion interior, que resulta del compromiso de la literatura consigo misma, Hacia 1590, Lope escribi6 varias obras pastoriles sobre a aventutada juventud del daque de Alba. Estas piezas son prolongaciones de su novela compues- ta para audiencias pequeas ¢ intimas localizadas en la corte de Alba de TTormes. Los personajes pertenecian a un citculo pastoril forjado en este pucblo y los cortesanos maniféstaban sabiduria, letras y creatividad en tun mbito saturado de Dianas y Filidas —segrin Edwin Morby, es emis literatura que vider—, que borra aquellas fronteras por medio de una verdad lirica pastor o, en palabras de Herrera, el limite entre res y verb invencién y elocucién, con mas dedicacién a esta dkima®. La vida en aquellos lugares, metamorfoseada asi ra, con frecuencia, lo suficiente~ ‘mente crefble para satisfacer las dudas provocadas por las censutas te6ri- cas, porque la ficcién pastoril esta consagrada @ aquellos mismos que representan la ficcién pastor en la que logran cambios de identidades ‘como pastores, Estas transformaciones son un procedimiento principal no solo para Ia investigaciOn erudita del género, sino también para la cexpresin artistica como respuesta a las anticipadas sospechas del pibli- 0 tocante a la libertad del poeta-pastor, que tiene el fin, como creador, de engendrar y ocasionar una experiencia estética Esta forma de existencia de la novela pastoril va en contra de la opinién de los neoaristotéicos estrictos, quienes a menudo considera ban la ficci6n como shermosa mentiras, Por lo tanto, el artista patoril no podia escapar el intento de trastocar las llamadas reglas de su fic~ cidn, La escasez de una teoria procotipica, asi como la de la narrativa ‘que deriva de fos principales trtados de Alonso Lopez Pinciano, Lis Alfonso de Carvallo y Francisco Cascales (1596, 1602, 1604 respectiva~ ‘mente), no pudo servir, como se sabe, para la aplicacion a los libros de pastores en particular. Sin unos prineipios tebricos firme, los novel tas dispersaron sus respuestas y explicaciones para la materia eglogica * Morby ed. 1975, pp. 11-12 ® Bianchini, 1976, p.29. 2. La GALATEAY BL PASTOR DE FiLIDA “ cen lugares periféricos de las obras o ftera de ls propias obras. Sefalan- do su conocimiento de los prejuicios contra la literatura imaginativa, informaron l lector, por ejemplo, de que habian sido animados por amigos 0 colegas a publicar sus libros, aprovechéndose de motivos de sdisculpa» y A fin de events, la novela pastoril se dees a las diseusiones sobre I iters- tua o al gozo que se implica ls interpretacin de papelesliteraios amorosos. “Morby, eds 1975, pp. 9-13, esribe concisamente en su edicién de Araia que los lectores dento de esta fiecin de Lope podrian encontrase asi mismos y a sus dramas personales al hojeat a novela de Lope sobre la corte ce Alba. “FH Quit, 1, 6,p. 85. El cura empleasgraciosory edsparatador para caracte- rizarlo,y mi tarde en el Vig del Parmar, Cervantes se mots del libro. 80 DOMINICK FINELLO Belidea, en cuya caracterizacién se combinan patrones diversos de ret6rica amorosa. Agui y en todos lados, el acercamiento vacilante de Loffasso le lleva a inventar a Belidea, que es Ta que neutraliza el poder de Cupido y le da la oportunidad de experimentar con los métodos de las ideologias del amor, aunque la envergadura épica de su novela lo tiene extraviado «en un exceso de aventura herofsmo. Su instinto lo leva a salvo a Bar~ celona después de verse involucrado en un asesinato. Sigue el viaje a Barcelona que le inspira alabanzas a esta ciudad y luego los tributos hhacia las mujeres de la ciudad filtrados a través de tensiones autobio- srificas mezcladas con ceremonia, lamentos y una cancién compuesta «en sardo. Después, el marco eseénico se taslada al prado de Barcelona, El espacio campestre se convierte ahora en tn escenario diseiiado para festivales y torneos. Las interpolaciones invitan a mis pastores a la nartativa, entre ella, la de Floricio y Argentina es la mas larga. Con todo, la novela define un hibrido pastoril con trazos de imigenes de la vida contemporinea derivadas de la lectura de libros pastoriles que la nobleza solia efectuar Lo heterogéneo de su libro puede estar relacionado, pues, con el hecho de que Loffasso fuera un soldado con un interés secundatio en Ja escritura. Subraya el hecho de que emplea el disfraz pastoril en la #Carta a los lectoress (pp. 5-6), el cual concuerda con el camino que ha ‘modelado como estilo personal, especialmente en la primera parte del volumen (Cerdefa). Lofiasso se dedica particularmente a la geografia, que se convierte en claves estructurales. Los diez libros de Fortuna de Amor también tiene presente lo pastoril réstico y anuncia el espirita del encomio de las novelas posteriores. A pesar de las conocidas difi- eultades de Lofrasso con la fluidez narrativa y la continuidad de los sucesos de su obra, su libro de 1573 sugiere modalidades espaciales que no pasaron inadvertidas para los novelists posteriores, En la Primera parte de ninfs y pastors de Henares de Bernardo Gon- vilez de Bobadilla, parecida en Alcalé de Henares en 1587, Bobadilla nnos cuenta que durante la juventud su actividad académica lo lev6 a lo pastoril, puesto que habia sido con frecuencia un medio para atraer ripidamente a los lectores. Las historias de la novela de Bobadilla inclu- yen, en especial, asus estudiantes-amigos: una andiencia pequeita, pero dedicada y fiable. Como ya se indi, esta técnica del roman & cle, fue utilizada por la mayoria de los novelistas pastoriles; sin embargo, el hecho de que el libro de Bobadilla no abarcase mis que su pequefia 4. LA NOVELA PASTORIL, 8 provincia literaria podria sugerir que quizis no tuviese la intencién de seguir trabajmdo en la vena novelistico-eglégica después de los estu- dios de derecho en la Universidad de Salamanca, De todas maneras, las historias sor intimas y cotidianas, como demuestran la de Florino y Roselia y muchas otras sobre los personajes cuya fama provenia de la poblacidn estudiantil de la Universidad de Aleali Este no fie el caso de La eonstante Amarls (Madrid, 1609) de Cris- ‘bal Suarez de Figueroa, que posee pases intimos de la relacién amo- rosa entre Menandro y Amarilis y otras parejas secundarias’. Exhibe una fianqueza soxprendente que el libro pastoril buscaba como medio para sw articulacion posterior de la vida interna de los pastores. El siguiente texto es un ejemplo de la categoria de la importancia de los actores de 1a vida real y sus oyentes que serin representados en los didlogos de sus intercambios académico-cortesanos tan intimos como los demas suas [pustoras], pues, con sus presencias recrearon los entretenidos pas ores; yen fin, rogadkas a detenerse, se sentaron sobre Ja hierba que les sir \i6 de visosa alfombra. Amaba Menandro, con firme atencién y palabra de efectua el casamiento, a J sin par Amarlis, sol ausente, y por st causa cencerrado entre envidiosas nubes, Amaba también Cintio a Elisa, Sileno a Flori, Olimpio a Amaranta,a Silvia Arsindo, Corioliano a Matilda, Aurelio « Laura, Meliseo 3 Elpina..Vivia hasta entonces Dinarda esenea de amoro- sas leyes; iendo la prudente Clorinda como norte y gobernalle de tan Iheemosas ragals, st fel consgjera en los menesteres,y la ley abedecida de sas dudosos pensamientos. Danteo ardi6 un tiempo por Rostura, mas dej6 pequetia ocasién de celos a é...¥ mientras se hallaban ocupados wos sce Ue vibun, Patteuio autastelads de Ata ‘uu ex varios dinarsum y da, y en 81 opinion no bien correspondido en favor de Rosea, cerca de AL. (Suirer de Figueroa, La constante Amari, p. 19) Las posibilidades de lo que puede ocurri entre los personajes fiti~ cios y los oyentes fvera del marco de la obra son miitiples. La acumu- lacién de nombres produce una literalidad y una calidad colectiva en las eelaciones de los pastores. Es mis la unidad que cada uno siente se finde con kes otras personalidades en la mente del lector, de manera gue asoma un sentido colectivo junto con un grado de consideracion © Menando es Juan Andrés Hurtado de Mendoza hijo de Garcia Hurtado de Mensloza, marqués de Cafet y virrey del Peri. 2 DOMINICK FINELLO responsable del otro en el ambiente del amante. Suarez de Figueroa, como novelista, proyecta a personajes que perciben los peligros del ais- amiento; por Io tanto, el instinto del amante es la afirmacién de una dependencia comtin, Al agruparse, los pastores honran a Menandro también por la gloria de sus amistades. A este hecho le siguen unos vversos alabando a la casa de Mendoza: A este sitio putes legaton los dos nuevos amigos a tiempa que le hallaron bien ocupado. Estaba Menandro en el, que como en todo se aventajaba a Jos dems, venia en ls conversaciones el asiento mis sefiaado: a su mano derecha se veia el prudente Clarisio, pastor anciano, de aviso singular, dado grandemente a todo género de letras, Fue soldade, y luego cortesano, pretensor, mas ya con mis claro conacimiento acogido al sagrado de la auieta vida pastor, Seguian el fuerte Atsindo, Aurelio, Meliseo, Cintina, Olimpio y Danteo.¥ a la otra mano estaba el venerable Rosanio, grande dobservador de la antigua sencillez y pureza. Tras él Partenio, Coriolan, Sileno y Manilio, En llegando, Felicio dio a conocer a Damén, introdu- cigndole con el generoso mayoral, de quien fue recibido con muestra de amor y cortesia.¥ habiendo hablado gran rato de diferentes cos, dijo ‘Menandro, seri bien, se gaste parte de la siesta en tat Damen tocar ser primero, porque deseamos oir vuestta vor, que no fultaré después quien os sucedas. Suirez de Figueroa, La constante Amari p. 14) Los versos siguientes, de caricter heroico y pastoril, proclaman la igtandeza de la casa de Mendoza. En los que se citan a continuacién Damén alaba a Menandro con un tono plenamente pastorl: Pues cada cual te reconoce y Hama ‘gran mayoral de este florid valle Por descender de nobles ganaderos, fen tal extremo a Histima te mucva bien puedes encargarle tus conderos seguro de que el lobo se le atreva (Suirez de Figueroa, La onstante Amari, p. 13) Esta poesia, que apunta la dinsmica particular que e226 Ia novela pastoril entre ef mundo exterior y la fiecién, es resultado del interés especial que tenian los autores pastoriles por tratar de establecer un vvinculo directo entre los personajes reales o inventados, pero también «es consecuencia del uso del distiaz, recurso intrinseco del género, tee rica que era utilizada ya en la égloga del siglo xv. 4. LA NOVELA PASTORIL 8 ‘Otro hecho de mayor relieve de la novela bucélica trata sobre los sfalsos» pastores que manipulan sus mascaras tradicionales para ampliar las posibilidades del género narrativo. Asi, ajustaron su expresién a renovadas concepciones del amor y la amistad, resucitando nociones anteriores del petrarquismo y del platonismo en wna etapa, quiaés, mis lidica del ginero y no necesariamente decadente. El hecho de que la novela pastoril se permitiese penetrar espontineamente en el mundo interior de su autor debe considerarse primordial entre todas las estra~ tegias inventivas alas que da cabida. La novela pastoril espafiola habria egado a su fin répidamente si no hubiese sido por la visién cognosci tiva que bro de la diversas eoncepeiones acerca del amor en las eta- pas previas ¢e las novelas. A menudo, los sucesos en las novelas suclen subrayar los momentos en los cuales los personajes distrazados de pas- tores cantan, crean poesia y se definen a si mismos filos6ficamente debatiendo temas estticos de la actualidad de su tiempo, relatando his- torias y participando en juegos y concursos relacionados con estas reflexiones. La actividad puede definirse como un impulso compartido de consolacisn mutua y de compromiso emocional, una imagen de las

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