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Rev. Febrero 2021

Autor:
Enrique Molina.

Método Risicar

Introducción

Como parte de la gestión de los riesgos en una Organización, existen distintos

métodos y herramientas que nos pueden ayudar a tratar la información
relacionada y relevante sobre los mismos además de una serie de estrategias para
administrarlos.

En este caso, el método que nos ocupa, es el método Risicar, el cual se basa en
aportar una herramienta administrativa que proporciona información relevante
sobre los riesgos y las estrategias para administrarlos, generando un mapa de
riesgos.

Debemos recordar qué es y en qué consiste un Mapa de Riesgos.

Concepto: Es una herramienta que permite organizar la información sobre los

riesgos de las Organizaciones y visualizar su magnitud, con el fin de establecer
las estrategias adecuadas para su tratamiento. Los mapas de riesgos pueden
representarse con gráficos o datos.

• Los gráficos, corresponden a la calificación de los riesgos con sus

respectivas variables y a su evaluación de acuerdo con el método utilizado
en cada Organización.

• Los datos, pueden agruparse en tablas, con información referente a los

riesgos; a su calificación, evaluación, controles y los demás datos que se
requieran para contextualizar la situación de la empresa y sus procesos,
con respecto a los riesgos que la pueden afectar y a las medidas de
tratamiento implementadas.
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Respecto de los beneficios que aportan, podemos destacar:

• Permite un mejor entendimiento en relación con la situación de los riesgos

de la Organización en su conjunto y de sus procesos o sus proyectos, al
proporcionar información en forma global o discriminada.

• Se promueve el trabajo en equipo, lo cual incrementa el entendimiento de

los participantes sobre los procesos analizados y crea un mayor nivel de
responsabilidad y colaboración entre las dependencias, porque con ellos
se logra entender las relaciones que tienen los procesos entre si y sus
implicaciones en la generación y administración de riesgos.

El Mapa de riesgos que genera este método, se establece en 2 niveles: el

estratégico y el operativo. En cada uno de ellos se proporciona información útil
que permite, en el primero, la definición de políticas para administrar los riesgos
más significativos de la empresa y, en el segundo, el diseño de controles. También
facilita el monitoreo de las medidas de tratamiento definidas como resultado de
estos 2 análisis. Como el método Risicar se basa en el modelo de operación por
procesos, el mapa de riesgos se adjunta al Plan de gestión de riesgos y se actualiza
al igual que él. Esta actualización debe realizarse cada vez que se efectúen nuevos
análisis de riesgos y se establezcan nuevas medidas de respuestas ante los
detectados. Normalmente, cuando se presentan cambios inesperados en el
entorno o se inician nuevos proyectos institucionales, se recomienda revisar el
mapa de riesgos para establecer los posibles cambios que se puedan generar e
impliquen mayores riesgos a tratar.

Contenido

Con la aplicación del método Risicar, que como ya hemos comentado, consiste
en la identificación, calificación, evaluación y el diseño de las técnicas de
tratamiento, obteniendo un mapa de riesgo en el cual se describen las causas y
efectos que generan los riesgos en cualquier tipo de Organización con
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independencia de su tamaño, actividad, etc. Su objetivo es presentar las distintas

etapas y herramientas para mejorar la administración de riesgos en todas sus
modalidades, aportando beneficios como la efectividad del método, a partir de:

• Inclusión de todas las etapas necesarias en la gestión de riesgos.

• Garantía de que los riesgos son administrados íntegramente.
• Totalmente compatible con los sistemas de calidad y medio
ambientales.
• Cuenta con una estructura concreta y coherente en su aplicación.
• Involucra a todo el organigrama de una Organización.
• Fácilmente aplicable.
• Aporta conocimiento y aprendizaje a nivel empresarial.
• Genera la definición de criterios para la posterior toma de decisiones
en el tratamiento de los riesgos.
• Rentabiliza los recursos económicos.
• Ayuda a mantener una línea de trabajo basada en el autocontrol y
mejora continua. (Sistemas integrados de gestión).

Etapas del Método Risicar.

1. Identificación. Para llevar a cabo una correcta identificación, trataremos

como imprescindible elementos como riesgo, descripción, generador,
causa y efecto, consiguiendo máxima claridad sobre el riesgo analizado, lo
que nos ayudará a obtener la correcta calificación y evaluación posterior,
así como el diseño de medidas de actuación o tratamiento sobre el mismo.
2. Calificación. En este caso las variables utilizadas son dos, la frecuencia y
el impacto, entendiendo por frecuencia, como el número de veces que el
riesgo pudiera presentarse en un espacio de tiempo en la Organización,

VALOR FRECUENCIA DESCRIPCIÓN

1 Baja 1 vez / año
2 Media Entre 1-5 veces / año
3 Alta Entre 6-11 veces / año
4 Muy Alta Más de 11 veces / año
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Y por impacto, aquellas consecuencias que le pudiera generar a una

Organización.

VALOR IMPACTO TÉRMINOS TÉRMINOS TÉRMINOS

ECONÓMICOS/ OPERACIONALES/ CUMPLIMIENTO
PÉRDIDAS INTERRUPCIÓN OBJETIVOS
HORAS
5 Leve ˂ 5.000 $ ˂ 4 Horas ˂ 25 %
10 Moderado 5.100 A 10.000 5 h A 1 día 25 A 39 %
$
20 Severo 10.100 A 2 A 10 días 40 A 60 %
50.000 $
40 Catastrófico ˃ 50.000 $ ˃ 10 días ˃ 60 %

3. Evaluación. La evaluación, representa en qué grado está expuesta la

Organización ante el riesgo con las variables Aceptable, Tolerable, Grave
e inaceptable.

FRECUENCIA
4 Muy alta 20 B 40 C 80 D 160 D
3 Alta 15 B 30 C 60 C 120 D
2 Media 10 B 20 B 40 C 80 D
1 Baja 5 A 10 B 20 B 40 C
Leve Moderado Severo Catastrófico
5 10 20 40
IMPACTO

No se requerirían medidas de actuación en el caso en el que la valoración

estuviera en la zona verde (A), ya que la frecuencia es baja y su impacto es leve.
Siendo por el contrario la zona roja (D) y con una calificación de 160 la aplicación
de forma urgente de medidas inmediatas, ya que la Organización puede sufrir
consecuencias muy graves.
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4. Medidas de Tratamiento.

Control de Riesgos.

• Evitar. Cuando existe un alto nivel de probabilidad de ocurrencia y las

consecuencias para la organización puedan ser catastróficas, se puede
eliminar la actividad que genera el riesgo.

• Prevenir. Tiende a ser la medida cuya efectividad es mayor, ya que trata

de anticiparse a aquellas situaciones que pudieran afectar a la integridad
de la Organización por producir hechos negativos.

• Proteger. Cuando no son suficientes las medidas de prevención, la

Organización, tratará de mitigar las posibles consecuencias negativas que
pudieran generar los riesgos en caso de llegarse a producir.

Financiación de pérdidas.

• Aceptar. Un riesgo se acepta por considerarlo de baja importancia o que

no necesite de actuaciones que reduzcan su probabilidad de ocurrencia,
ya que las consecuencias serían mínimas.

• Retener. La retención se produce generando un fondo que cubra las

pérdidas que pueda acarrear un riesgo, una partida en el presupuesto o
una provisión, aceptando dicho riesgo.

• Transferir. Esta opción es utilizada cuando la Organización no puede

asumir íntegramente las pérdidas generadas y se transfiere parte de las
mismas a un tercero.
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FRECUENCIA VALOR
MUY ALTA 4 20 40 Pv/Pt/T 80 160 E/Pv/Pt
Pv/ Pv/Pt/T
R
ALTA 3 15 30 Pv/Pt/T 60 120 E/Pv/Pt
Pv/R Pv/Pt/T
MEDIA 2 10 20 Pv/Pt/R 40 60 Pv/Pt/T
Pv/R Pv/Pt/T
BAJA 1 5A 10 Pv/R 20 Pv/T 40 Pt/T
IMPACTO LEVE MODERADO SEVERO CATASTRÓFICO
VALOR 5 10 20 40

A Aceptar el riesgo
T Transferir el riesgo
Pv Prevenir el riesgo
E Eliminar la actividad
Pt Proteger la empresa
R Retener las pérdidas

5. Puesta en marcha de la medidas de tratamiento.

La correcta puesta en marcha de las medidas de tratamiento, pasa porque la
alta dirección esté involucrada y respalde las mismas de forma continuada,
para que dichas medidas sean efectivas y la Organización pueda alcanzar sus
objetivos conforme a:

• Diseñar un Plan de Gestión de riesgos.

• Contar con el respaldo de la dirección.
• Contar con los recursos necesarios.
• Establecer los recursos humanos responsables.
• Establecer prioridades en la puesta en marcha de las medidas.
• Crear un cronograma de actuaciones límite de ejecución.
• Medir los resultados esperados.
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6. Monitoreo y evaluación.
Como ya hemos comentado en el tema anterior, el proceso de gestión y
tratamiento de los riesgos, es un proceso continuo, que no cesa y que se
retroalimenta a sí mismo, ya que está en permanente revisión y mejora. Para
poder determinar la efectividad de un Plan de gestión de Riesgos, se
incorporan en nuestro método, una serie de indicadores, que van a ayudar a
realizar el autocontrol necesario para que la efectividad sea máxima. Este
autocontrol, podrá ser realizado por el personal interno de la Organización, o
recurrir a expertos externos independientes que auditen el Plan.

En el proceso de tratamiento y gestión de riesgos, cada Organización debe

incorporar aquellos indicadores que le sean necesarios para poder
implementar y determinar la información que requiera.

Entre los principales indicadores de riesgo, el método Risicar recoge:

• De frecuencia de Riesgo. Definido como el número de veces que

se presenta un riesgo en un periodo de tiempo determinado.

• De impacto del Riesgo. Se trata de registrar la pérdida ocasionada

según el valor correspondiente relativo a cantidades monetarias,
interrupción de horas de producción, % de pérdida de mercado,
etc.

• De causas. Registra la ocurrencia de las causas que generan los

riesgos para poder establecer los motivos de su materialización.

Conclusiones

El tratamiento de los Riesgos por parte de cualquier Organización, es un tema

muy importante que debe involucrar sobre todo a la alta dirección, ya que va a
formar parte de muchas de las decisiones que deban tomar, así como de propiciar
soluciones en lo referente a la parte económica que pueda afectar a dicho
tratamiento de riesgos.
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En este caso, el método Risicar, hace especial mención a esta faceta, ya que dicho
método, se basa en la identificación de riesgos operativos en procesos,
actividades, procedimientos, productos, instalaciones, cargos, funciones, etc.

Incluye todas las etapas básicas de cualquier método, garantizando la

administración integral de los riesgos, enfocado a la operación por procesos, con
un enfoque estructurado y coherente y de fácil implementación en cualquier
Organización.

Otro aspecto importante del método, es la eficiencia en la utilización de los

recursos económicos, tan necesario en la actual situación económica empresarial,
provocando además conocimiento y aprendizaje en la Organización y facilitando
el autocontrol y mejora continua, tan importante en cualquier sistema de gestión.

Algunos matices resultantes del uso de este tipo de método podrían ser establecer
auditorías y controles periódicos, generando trabajo en equipo entre las áreas de
las Organizaciones.

Utilicemos el símil de un coche y los posibles accidentes de tráfico.

Los accidentes de tráfico suceden, y no por ello dejamos de usar un vehículo para
trabajar o viajar. Para poder reducir posibles consecuencias mayores en dichos
accidentes, los vehículos modernos, vienen equipados con dos tipos de sistemas
de seguridad. Por un lado, están los sistemas de seguridad pasiva y por otro, los
de seguridad activa.

Los de seguridad pasiva, son los que actúan en caso de accidente para minimizar
los daños que se puedan ocasionar. Siendo los sistemas de seguridad activa,
aquellos que intentan evitar un accidente, por lo que su misión, es ofrecer
estabilidad y eficacia en la conducción. Para que estos sistemas actúen en caso de
ser necesarios, debemos tener en cuenta, que hay que mantenerlos revisados así
como seguir los consejos de los fabricantes.

Si trasladamos estas medidas a la gestión de riesgos en nuestra Organización,

dotarla de estabilidad y eficacia mediante revisiones periódicas y análisis de los
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mismos, no deja de ser un sistema de seguridad pasiva para la misma. De igual

manera, contar con una serie de medios para que en caso de “accidente”, se
minimicen los daños en nuestra Organización, puede ser motivo para poder
seguir con nuestra actividad mirando al futuro.