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Con la firma del Plan Nacional de Desarrollo 2018 – 2022, se introduce la Estrategia
Nacional de Economía Circular (ENEC), la cual busca fortalecer el modelo de
desarrollo económico, social y ambiental del país. Dicha estrategia impulsa la
productividad, la innovación tecnológica, el cierre de ciclo de materiales, la
colaboración y nuevos modelos de negocio a través de la implementación de modelos
sistémicos y holísticos, los cuales se basan principalmente en el desarrollo de
mecanismos de gestión en seis líneas de acción descritas a continuación:
Flujo de materiales industriales y productos de consumo masivo:
Esta línea de acción se enfoca en los flujos de materiales utilizados por los procesos
industriales, asegurando la responsabilidad extendida al productor para garantizar la
gestión de materiales a lo largo del ciclo de vida pasando por la fabricación, puesta en el
mercado y disposición final del producto como residuo en la etapa de posconsumo.
Actualmente el país cuenta con leyes que obligan al productor a generar gestión de sus
materiales a lo largo del ciclo de vida y estas aplican por ahora para:
Actualmente menos del 10% de los residuos de empaques y envases son aprovechados
de alguna forma, lo cual constituye un serio problema a nivel social y ambiental, a la
vez que presentan grandes oportunidades para la economía circular, pues a través de
diferentes herramientas se busca la reducción, optimización y aprovechamiento
sostenible. Las técnicas son:
Sin embargo, su deficiente gestión ocasiona actualmente más del 50% de las emisiones
de gases efecto invernadero que produce el país, de ese 50%, el 17% proviene de tala de
tierras forestales, 14% de fertilización de pastizales,(9% de emisiones de metano por
actividades ganaderas, 8% del uso agroquímicos en tierras de cultivo y un 8% de otras
actividades.
En ese sentido, la economía circular encuentra oportunidades con este tipo de residuos.
A través de su implementación se puede lograr la fabricación de orgánicos y
acondicionadores de suelos o la generación de bioenergía.
Las actividades económicas anteriormente mencionadas se traducirían en numerosos
beneficios que no solo mejoran la economía nacional y local, sino también tienen
potencial para recuperación de suelos degradados.
Fuentes y flujos de energía.
El sistema de producción de energía eléctrica colombiano está soportado principalmente
por las hidroeléctricas, que tienen la capacidad de producir más del 70% de la energía
generada en el país, seguido por el 27% de las termoeléctricas y el 3% restante por otras
fuentes de generación (MADS, 2019). Por su parte, su uso genera más del 30% de las
emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI) del País, pues la quema de combustibles
fósiles aporta a la atmósfera cantidades significativas de dióxido de carbono (CO2) y
otros contaminantes atmosféricos como dióxido de nitrógeno (NO2) y dióxido de azufre
(SO2). Los sectores con mayor demanda de energía son:
En este sector productivo, la economía circular encuentra una gran oportunidad pues
busca aumentar el valor agregado por unidad de energía utilizada y disminuir las
emisiones de gases efecto invernadero, todo esto mediante cambios en los procesos
tecnológicos para aumentar su eficiencia tales como la conversión tecnológica, el
aprovechamiento de residuos como biomasa, la implementación de programas de ahorro
y uso eficiente de la energía y el uso de fuentes renovables no convencionales.
Flujos de Agua
El país cuenta con una gran oferta hídrica que ronda los 1,214,258 millones de m3/año,
haciendo que el país pueda dotar a toda su población con la cantidad suficiente para
asegurar su bienestar y supervivencia. Sin embargo, según datos del DANE en 2018,
más del 35% de la población vive en zonas de estrés hídrico moderado o alto, esto
ocasionado principalmente por disminución de la oferta natural, el crecimiento
poblacional, la variabilidad climática o la insuficiencia de infraestructura de distribución
(IDEAM, 2018). De acuerdo al último Estudio Nacional del Agua, se advierte que cerca
de 391 municipios se encuentran en riesgo de escasez. Las principales fuentes de agua
del país son: