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Descripción.
La Metodología Integral de Asociatividad-MIA es una metodología pensada para fomentar que los
pobladores rurales se cohesionen e identifiquen la Asociatividad Productiva y de Participación
como una estrategia de aumento de su competitividad en los mercados y de representación en las
instancias de política pública agropecuaria; además, es concebida para ofrecer acompañamiento
constante y herramientas cognitivas que permitan facilitar la formalización de las iniciativas de
coordinación y fortalecer las organizaciones para aumentar su sostenibilidad en el tiempo
mediante la consolidación de sus bloques productivos y la integración con otros actores de la
cadena de productiva. Su ejecución se lleva a cabo mediante dos productos: Servicio de apoyo
para el fomento de la asociatividad y Servicio de asesoría para el fortalecimiento de la
asociatividad.
Justificación.
Tal y como lo estableció la Misión para la Transformación del Campo (DNP, 2015), la asociatividad
se configura en una estrategia básica para la inclusión productiva de las comunidades rurales más
vulnerables y no se limita a la coordinación productiva de productores individuales, pues el logro
de sus objetivos depende de la participación efectiva de las comunidades locales en los escenarios
de planeación del desarrollo productivo y del territorio en el cual ejercen sus actividades. En línea
con esto, en las Bases del Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022 “Pacto por Colombia, Pacto por
la Equidad” se establece que “Solo el acceso integral a la totalidad de activos productivos y a las
redes de cooperación que facilitan los esquemas asociativos, pueden garantizar la inserción
sostenible de los productores agropecuarios que emprenden en territorios rurales (CEPAL, 2014)”
(DNP, 2019, pp. 346-347).
La sociedad rural y el campo colombiano han sido ejes indiscutibles del desarrollo del país, su
atraso relativo en materia social y económica refleja los sesgos urbanos que ha tenido el desarrollo
en Colombia. De acuerdo con los resultados del 3er Censo Nacional Agropecuario (DANE, 2014), el
45,7% de las personas residentes del área rural se encuentra en condición de pobreza, esto es
2.344.668 personas. De acuerdo con el Plan Nacional de Desarrollo 2018 – 2022, el 47% de los
colombianos en asentamientos rurales está en condición de pobreza, en contraste con un 17% en
las grandes ciudades.
Tal y como se establece en las Bases del Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022 “Pacto por
Colombia, Pacto por la Equidad”: “La mayoría de los productores rurales se enfrenta a cuellos de
botella que impiden su inserción sostenible en las cadenas de valor agropecuarias. Por un lado, se
caracterizan por producir en pequeñas extensiones, y por no participar de esquemas asociativos: a
escala nacional el 70,4 % de las UPA81 tiene menos de cinco hectáreas y ocupa solo el 2,1 % del
territorio nacional; además, solo el 14,7 % de las UPA pertenece a algún tipo de esquema
asociativo (DANE, 2014) … Lo anterior limita la capacidad de los productores de crear economías
de escala que reduzcan sus costos e incrementen su competitividad.” (DNP, 2019, p. 346).
Problema.
Objetivo general.
Este proyecto contara con diferentes fases en todo su ciclo de vida, las cuales se desarrollaran en
la implementación de la Metodología Integral de Asociatividad-MIA la cual se implementará a las
organizacionales asociativas y pequeños productores agropecuarios en todo el territorio
colombiano, estableciendo los objetivos del programa, la metodología a seguir en su realización,
planificar y programar tareas y recursos, corregir y controlar desviaciones de las metas del
programa de fortalecimiento de las competencias organizacionales asociativas. Este proyecto se
divide en varias fases, que viene determinados por una o mas entregables o resultados concretos y
reales de los trabajos realizados en cada una de ellas, a fin de lograra un mejor control y de
facilitar las adecuadas conexiones con las actividades a realizar durante todo el ciclo de vida del
proyecto.
Fase de inicio.
Identificación de la necesidad.
Se debe identificar los productores agrarios involucrados en el problema: tanto los afectados por
el problema en mayor o menor medida, como las personas que tiene la capacidad de influir en sus
resoluciones o proporcionar algún cambio.
Creación del equipo del trabajo. Para el desarrollo de este proyecto se debe contar con el factor
humano. Las personas son las que se encargan de convertir en realidad los objetivos propuestos.
Este grupo de trabajo debe estar compuesto por personal especializado en el tema y debe contar
con la colaboración de personas cercanas e influyentes al proyecto.
Fase de planificación.
Cuando se tiene claro el propósito, los objetivos y los recursos es momento de marcar las
directrices a seguir. La planificación es fundamental para poder alcanzar el objetivo planteado y,
para hacerla correctamente es interesante apoyarse en técnicas de gestión de proyectos como:
Diagrama de Gantt, Pert, Camino de ruta crítica.
Fase de ejecución.
En esta etapa se desarrolla lo planeado, los equipos se ocupan de luchar por la consecucon de sus
objetivos, los recursos se consumen controladamente y el papel del Project Manager en una fase
más determinantes para su resultado.
Se debe puntualizar los aspectos a tratar durante la ejecución del proyecto, para poder aumentar
la precisión las actividades a realizar en la fase de planificación
La monitorización esencial para comprobar que se avanza hacia las metas planteadas. El
establecimiento de indicadores para la recogida de métricas sobre áreas relevantes que ayuden a
hacer seguimiento adecuado el progreso del proyecto. a la vista de los datos obtenidos se pofran
realizar los ajustes necesarios para no perder alineación con el objetivo general.
Fase de cierre.
Cuando la iniciativa se da por concluida y se firma que se ha logrado el fin propuesto. En este
momento se podrá asegurara que se ha logrado plantar cara a una desigualdad o se ha conseguido
mejorara las condiciones de vida de un grupo humano.