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Universidad Nacional de Lanús (UNLa)

Departamento de Planificación y Políticas Públicas (DPPP)

Licenciatura en Ciencia Política y Gobierno

Trabajo final integrador

Titulo:
“El rol de las Fuerzas Armadas en la construcción de la Soberanía
Nacional. Periodo 1920 – 1955”

Docente a Cargo: Miguel Trotta

Tutor: Juan Godoy

Alumno: Sánchez, Juan Manuel (DNI 30.414.328)


Índice
Introducción – Fundamentación y objetivo....................................................................... 3
Capítulo 1 - Breve historia de las Fuerzas Armadas....................................................... 5
Capítulo 2 - De 1920 al primer Golpe de Estado, la caída de Hipólito Yrigoyen el 6
de Septiembre de 1930. ........................................................................................................ 16
Acontecimientos históricos de los gobiernos radicales .................................................. 16
La defensa Nacional del petróleo. La creación de YPF y la visión de los Generales
Enrique Mosconi y Alonso Baldrich. .................................................................................. 17
Mosconi, el abanderado de la defensa nacional del petróleo. ...................................... 17
Alonso Baldrich, y la defensa del petróleo argentino...................................................... 24
La visión del Coronel Luis Ernesto Vicat sobre la defensa Nacional. .......................... 27
Capítulo 3 - De 1930 al fin de la década infame. ............................................................ 30
La creación de la Dirección General de Fabricaciones Militares. La visión de Manuel
Savio ....................................................................................................................................... 32
La Marina Mercante Argentina. Sus inicios y su relación con el industrialismo
naciente.................................................................................................................................. 37
Capítulo 4 - Desde el surgimiento del GOU a la caída de Perón en 1955................ 39
Se empieza a gestar una nueva Argentina ...................................................................... 39
El significado de la defensa nacional para Perón. .......................................................... 40
El Consejo Nacional de Posguerra .................................................................................... 46
Los planes quinquenales..................................................................................................... 48
El plan Siderúrgico Argentino. La base de la industria pesada..................................... 54
Las políticas del peronismo sobre Malvinas y la Antártida. ........................................... 55
Hernán Pujato y la Soberanía Nacional sobre la Antártida. .......................................... 56
Juan Ignacio San Martin y el desarrollo de la industria aeronáutica y automotriz. .... 62
La formación y desarrollo militar de Juan Perón. ............................................................ 69
Conclusión ............................................................................................................................... 89
Bibliografía ............................................................................................................................... 92
Introducción – Fundamentación y objetivo

En el presente trabajo de investigación, abordaremos la cuestión militar,


abarcando el período desde 1920, hasta el golpe de Estado perpetrado a Juan
Domingo Perón, el 16 de septiembre de 1955. En nuestra investigación,
analizaremos los diferentes momentos que atravesaron las Fuerzas Armadas,
con relación a la postura que tomaron determinados personajes de época sobre
la cuestión de la soberanía económica, social y política de nuestro país.

El trabajo de investigación cierra su análisis en 1955, porque entendemos


que la línea Nacional de las Fuerzas Armadas a partir del golpe de Estado
acaecido en dicho año, comienza un lento vaciamiento que quedará reflejado en
todo su esplendor durante el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976.

En este trabajo “El rol de las Fuerzas Armadas en la construcción de la


Soberanía Nacional. Periodo 1920 – 1955”, nos proponemos analizar la
articulación existente entre las Fuerzas Armadas, la conciencia nacional y la
conciencia industrial existente. La cuestión militar será abordada desde
diferentes pensadores (Abelardo Ramos, Arturo Jauretche, Norberto Galasso,
Juan Godoy, Juan Domingo Perón, Miguel Scenna, entre otros) de diversa
ramas, para establecer los parámetros de análisis. Sin dudas la cuestión de las
Fuerzas Armadas hoy en día es un tema tabú y tiene escasa agenda pública,
pero para engrandecer nuestra Nación debemos estudiar y comprender lo dicho
y hecho por estos personajes pertenecientes a las Fuerzas Armadas, para poder
combatir muchos de los problemas actuales que atraviesa el país.

La selección de personalidades militares y las temáticas tratadas están


ligadas sobre todo a la visión de Soberanía Nacional de éstos, que van
conformando la idea de la Defensa Nacional desde una visión integral.

Asimismo, la última dictadura cívico militar perpetrada en nuestro país a


partir de 1976, rompió la mirada sociocultural que se tenía de las Fuerzas
Armadas. Hoy en día si nos referimos al tema, gran parte de la sociedad
Argentina expresa una visión peyorativa de las Fuerzas Armadas, ligándolas al
terrorismo de Estado, a la desindustrialización, al endeudamiento y sobre todo a
la fractura social que generó dicho gobierno de facto. Por tal motivo, venimos a
realizar este trabajo de investigación, separando por periodos a los diferentes
proyectos de país: el primero (de 1920 a 1955) ligado al fortalecimiento de la
Nación; y el segundo ligado al imperialismo, sometiendo al país a un régimen de
semicolonia.

En este trabajo de investigación se utilizaran fuentes primarias, como las


obras descriptas en la bibliografía, y fuentes secundarias, como la revista editada
por el círculo militar, en la cual participaron gran parte de los personajes que
atraviesan estas hojas. Se buscara romper esa mirada social peyorativa del
militarismo abstracto (como lo define Juan Godoy), que califica negativamente
todo lo relacionado con las Fuerzas Armadas. En este análisis realizamos una
reivindicación de la institución militar.

Históricamente las Fuerzas Armadas han jugado papeles fundamentales


en la construcción de la historia de nuestro país, desde nuestra independencia
hasta los días más próximos. Su pensamiento también estuvo atravesado por
ideas industrialistas, nacionalistas, proteccionistas, liberales, etc.

Indagamos en el periodo de desarrollismo industrial que podemos


denominar de los “intelectuales militares”, que inicia a partir del divisamiento de
ciertas problemáticas que atraviesa el país, lo cual dió luz a la gesta de libros y
conferencias, en la búsqueda de soluciones para dichos problemas. Podíamos
ser país independiente en el ámbito político, pero desde lo económico éramos y
seguimos siendo un país dependiente, y estos intelectuales militares vienen a
romper esa hegemonía.

Por último, vale destacar que lo realizado en esta investigación está


enmarcada en el paradigma cualitativo, para lo cual se utilizaran técnicas de
análisis documental de los intelectuales militares. Cabe destacar que la
investigación tendrá dos partes bien definidas, la primera que consta del
desarrollo breve de la historia de las Fuerzas Armadas, y una segunda parte
donde se aborda el tema específico.

Finalmente, cerramos con la conclusión de nuestro trabajo donde


planteamos los interrogantes descriptos a través del trabajo de investigación.
Capítulo 1 - Breve historia de las Fuerzas Armadas

En nuestro trabajo de investigación, lo que buscamos, es la reivindicación


de las Fuerzas Armadas y para ello es necesario realizar una contextualización
de la temática y el reconocimiento desde sus inicios, que desde muy temprano
en nuestra historia jugaron un rol fundamental, como por ejemplo en la defensa
realiza en 1806 y 1807 contra las invasiones expansionistas de Inglaterra, donde
criollos y españoles (por no decir milicias populares) que habitaban esta tierra,
lucharon para defender su tierra, aun antes de lograr la emancipación de España
y donde por primera vez podemos ver el concepto de igualdad, dado que las
milicias elegían a sus líderes. El nacimiento del ejército argentino viene de la
mano de Santiago de Liniers, Teniente General del Rio de la Plata, que convoca
“a los vecinos de 16 a 50 años a fin de organizarlo en milicias. Estas milicias
populares tenían un carácter eminentemente democrático puesto que los
soldados elegían a sus oficiales y estos a los jefes superiores” (Ramos, 1959,
p.5).

Las milicias se organizan en cuerpos separados, según el lugar de origen,


tal es el caso que los naturales de Buenos Aires se unen a los patricios y los
procedentes del interior del país se suman al cuerpo de Arribeños. También los
españoles formaran su propio cuerpo, cuando conforman a los asturianos o a los
gallegos. Las fuerzas que contaba la Nación para enfrentar al imperio británico
contaba con “7.235 plazas, donde primaban los porteños” (Scenna, 1983, p.14).

La reconquista de Buenos Aires se da gracias al pueblo en armas ya que


las milicias que pelearon contra el invasor no eran profesionales sino que “eran
militares improvisados, ciudadanos arrancados a sus actividades ordinarias por
la emergencia derivada de la invasión” (Scenna, 1982, p.14).

Este acontecimiento fue el inicio del sentimiento por la patria y será el


comienzo de la organización militar que derivo en la conformación de los ejércitos
que pelearan por la independencia de América Latina. En este inicio de defensa,
“españoles peninsulares, y españoles criollos, se refundieron en un mismo
sentimiento contra la conquista inglesa” (López, 1883, p.554).
La Revolución de Mayo de 1810 viene atada a los acontecimientos que
se gestan en Europa con la aprensión de Fernando VII en manos de Napoleón
Bonaparte. La noticia llega a nuestra tierra y se busca romper los lasos del
modelo absolutista. De este modo la creación del Ejército también va de la mano
según la visión militar (y política) de José de San Martin, aquel revolucionario
hispanoamericano cuyo objetivo principal era expulsar a las fuerzas realistas
para instaurar una América hispana unida (la patria grande), la cual quedó
truncada por las oligarquías locales que implantaron el germen de la
balcanización en toda América (la visión de la patria chica); Como dirá Ramos
“San Martin era un revolucionario hispanoamericano cuyo objetivo central,
frustrado y grandioso, fue el de crear una América hispánica unida, democrática
e independiente (…) combatir denodadamente con la mezquindad de la
oligarquía porteña que solo deseaba la independencia para ejercer el comercio
libre, subordinado al Imperio Británico” (Ramos, 1968, p.19).

En el aspecto militar, temeos que destacar la visión de José de San Martin


al fundar el Ejercito de los Andes, donde se incorporaran “negros, mestizos,
esclavos liberados, también emigrados chilenos (…) es importante ver que no es
un ejército como dice Mitre, esencialmente argentino, incluso la bandera que
lleva no es argentina, sino del Ejercito de los Andes” (Godoy, 2021, p.120). Esta
visión está ligada a la misma visión que tendrá José Gervasio Artigas, Simón
Bolívar, la visión de la Patria Grande.

Entrado el año 1825 se da la guerra contra el Imperio del Brasil (cabe


destacar que era un imperio esclavista) donde se reestablece el Ejército
Nacional. El conflicto quedara marcado como una de las guerras más populares
de la historia militar. El “factor desencadenante de la guerra con el Brasil fue la
famosa expedición de los Treinta y Tres Orientales acullicados por Lavalleja”
(Ramos, 2012, p.81). Para dar respuesta a la guerra con el Imperio del Brasil “las
provincias movilizan sus efectivos para incorporarlos al Ejercito Nacional,
rehecho sobre los cuadros remanentes del ejercito de la Independencia”
(Jauretche, 1984, p.40). Todo el interior y los caudillos (entre ellos Bustos,
Quiroga y López) contribuían con hombres para formar el Ejército Nacional.
Lamentablemente la mano del Imperio Británico estará detrás de esto y el
conflicto finalizara con la independencia de la Banda Oriental, país tapón entre
la Argentina y el Brasil.

Otro gran acontecimiento se dará en 1845 con Juan Manuel de Rosas


(Gobernador de la provincia de Buenos Aires y responsable de las relaciones
exteriores del territorio nacional) que era presionado por las potencias
imperialistas de Francia y Gran Bretaña. La escuadra anglo-francesa presionaba
con la libre navegación del Rio Paraná, para llegar a Corrientes y el Paraguay.
El interés de Rosas era proteger a la pequeña industria del naciente Estado
Argentino. El conflicto derivo en la resistencia heroica las tropas nacionales al
mando del General Lucio Mansilla encargaron la defensa del territorio nacional
ante el avasallamiento de las tropas anglo-francesas, y esta defensa será
recordada como la batalla de la vuelta de obligado. Cabe mencionar será
respaldada desde el exilio por el General José de San Martin, quien le entregará
su sable por sostener con firmeza la república ante las presiones “del injusto
bloqueo con que nos hostigaban las dos primeras naciones de Europa” (San
Martin [Carta del General Don José de San Martin a Juan Manuel de Rosas,
1848 - AGN]).

Posteriormente llegara el decaer de Rosas, y la batalla de Caseros, hito


de un enfrentamiento de un Ejército Nacional sin la vocación de ser nacional ya
que tendría el apoyo del imperio británico, Uruguay y del imperio del Brasil. En
este sentido “la derrota del rosismo en Caseros representa la victoria de la patria
chica” (Godoy, 2021 p.156).

Luego en el año 1861 se llevara a cabo la batalla de Pavón, donde se


enfrenta el Ejército de la Confederación Argentina contra el Ejército de Buenos
Aires. Paradójicamente el Ejército liderado por Justo José de Urquiza (el Ejercito
de la Confederación Argentina) a pesar de ir ganando la batalla se retira y deja
la victoria al Ejército de Buenos Aires, al mando de Bartolomé Mitre. Esta derrota
del federalismo será la derrota del interior en manos del centralismo unitario de
Buenos Aires. En esta línea, Fermín Chávez lo explaya argumentando “el
verdadero vencido de Pavón fue el pueblo gaucho que había alimentado al
federalismo desde los tiempos de Artigas. Sarmiento se lo dirá a Mitre, apenas
tres días después de aquella batalla, en carta donde le aconsejaba: “no trate de
economizar sangre de gauchos. Este es un abono que es preciso hacer útil al
país. La sangre es lo único que tienen de seres humanos” (Chávez, 1985, p.259-
260).

Otro de los grandes acontecimientos militares que se dieron en el país


será la fatídica guerra contra el Paraguay en 1864. EL desarrollo de este
acontecimiento se llevara en terreno paraguayo y contara con una triple alianza
entre el ejército del Imperio del Brasil, el Estado Oriental del Uruguay y la
Argentina. Esta alianza contará con un cuarto integrante que será la mano
invisible del imperio de Gran Bretaña que apoya la guerra contra el mal ejemplo
paraguayo. Esta guerra “se la llama como la Triple Alianza (y Alberdi, en sus
años mayores rebautiza como Triple Infamia), en realidad es de la Cuádruple
infamia, por el papel británico” (Godoy, 2021, p.28).

Esta guerra será tan impopular, que los soldados que mandaban a la
guerra no desean ir, no desean pelear contra el hermano paraguayo, que había
roto las cadenas del sometimiento imperialista. En este sentido Jose Maria Rosa
comentara que “apenas declarada la guerra, Urquiza convoca a las milicias (…)
encontró relativo eco, usted nos llama para combatir el Paraguay –le escribe
López Jordan-. Nunca, general: ese es nuestro amigo. Llámenos para pelear a
los porteños y brasileños; estamos pronto; esos son nuestros enemigos” (Rosa,
1973, p.140-141). Por otro lado León Pomer dirá que “la guerra es mala, claro
para soldados: los financistas, agiotistas, especuladores, usureros y oligarcas de
toda laya no opinan lo mismo” (Pomer, 2008, p.70). Esta guerra será más que
beneficiosa para el gobierno centralista de Buenos Aires y para Mitre. Gran parte
del Ejército argentino que marcho al frente de la guerra infame tendrá “tal falta
de entusiasmo no era carencia de patriotismo ni provenía, como se ha dicho, de
un cansancio de pelear. La razón era mucho más profunda, pues se hallaba en
el rechazo popular la política general del liberalismo mitrista” (Chávez, 1970,
p.135). El pueblo paraguayo resistirá cinco años los embates del Brasil, Uruguay
y la Argentina. Esta resistencia estará ligada a la pasión que tenía el pueblo con
el sentimiento nacional. Para los atacantes el Paraguay era un mal ejemplo para
las elites de la región. La destrucción del Paraguay “termina en 1870, con la
muerte de Solano Lopez y con el Paraguay diezmado” (Godoy, 2021, p. 172). En
la guerra contra nuestros hermanos (porque a nadie se le podría pasar por la
cabeza que Paraguay fuese un país extranjero), en nuestro país se terminaba la
presidencia de Mitre. Terminado su periodo presidencial, “al surgir la candidatura
de Urquiza y de Alsina, el ejército decide expresarle a través del general Lucio
Mansilla, que lanza la candidatura de Sarmiento” (Ramos, 1959, p.39).

Como presidente de la Nación, Sarmiento , ayudado por el Coronel Martin


de Gainza, ministro de Guerra y Marina, crea el Colegio Militar de la Nación, el
11 de octubre de 1869, nombrando como director de la misma al coronel Juan
Czetz, quien fuera formado en las filas del ejército húngaro. El mismo funcionaria
en un principio en el caserón de San Benito ubicado en Palermo, el cual
perteneciera a Juan Manuel de Rosas. Luego pasara a San Martin y recién en
1937 se establecerá definitivamente en el Palomar. En un principio el Colegio
Militar no tenía los resultados esperados ya que “consideraban que la única forja
del soldado es el cuartel y el campo de batalla. Por otra parte, la carrera militar
no interesaba a las clases altas o a la incipiente clase media, que preferían las
aulas universitarias” (Scenna, 1980, p.82). En 1872 es creada la Escuela Naval
Militar, la cual fue impulsada por el Sargento Mayor de marina Clodomiro
Urtubey. El navío General Brown será el primer buque Escuela de la Marina
Argentina. Algo no menor durante la presidencia de Sarmiento será la sanción
de la primer “ley nacional de uniformes, que regulo las características del empleo
del vestuario, eliminando fantasías, y la primera ley de reclutamiento, ya
pergeñada bajo el gobierno de Mitre y sancionada en 1872” (Scenna, 1980,
p.83).

Estando Nicolás Avellaneda en la presidencia del país se dará un hecho


fundamental que será la protección de la industria manufacturera local
abandonando el librecambismo ejercido hasta el momento. Con este hecho se
empieza a emerger una pequeña industria, ligadas al agro. Con la llamada
Campaña del Desierto, llevada a cabo por el General Julio Argentino Roca, sobre
terrenos indígenas de la Patagonia, se creó la Oficina Topográfica Militar en
1879, la cual estará a cargo del General Manuel Olascoaga. Los trabajos
efectuados por dicha oficina además de trabajos trigonométricos, debía realizar
los trabajos geográficos, topográficos, cartográficos, investigar la historia natural
del terreno entre otros trabajos.

Este acontecimiento no será casual, ya que uno de los objetivos de la


oficina se enmarcaba en la necesidad del proceso de formación del Estado
Nacional. La designación de Roca estará atada a su carisma. Este por su
carácter era el candidato para suceder a Avellaneda. Visto desde la oligarquía
“la perspectiva de tener un tercer presidente provinciano consecutivo galvanizo
la oposición centrada en Buenos Aires, que a su vez postulaba (…) al gobernador
Carlos Tejedor” (Scenna, 1980, p.87).

La victoria de Roca en las elecciones contra el candidato de Buenos Aires,


Carlos Tejedor no caerá muy bien ya que “en junio del 80 detona el
enfrentamiento en Puente Alsina y los Corrales dejando un total de tres mil
muertos, el triunfo del roquismo sobre Mitre, la federación de Buenos Aires, la
nacionalización de la renta de la aduana, y como consecuencia la finalización de
la larga guerra civil que atravesaba el país hacia décadas” (Godoy, 2021, p.179).

En la misma línea Ramos relatara este acontecimiento en el que “Tejedor


se niega a reconocer su derrota y se lanza a la guerra. Sería la más sangrienta
de nuestras luchas civiles: 3.000 muertos quedaron sobre los campos de batallas
de Corrales, Barracas y Puente Alsina. El Ejército argentino llevo 40.000
hombres de las provincias hacia Buenos Aires, rescato la ciudad y fundo en ella
una Capital para todos los argentinos” (Ramos, 1968, p.61).

La mirada de Roca quedara plasmada con Jauretche que analizara el rol


de las fuerzas armadas diciendo “gracias a la tolerancia de las fuerzas armadas
hay por lo menos una Política Nacional, la del Ejercito, expresada por su
fundador, el General Roca, que tiene una Política Nacional de las fronteras y una
política económica a la que falta mucho para ser nacional, pero ya retacea el
librecambio impuesto por los vencedores de Caseros en obsequio de los
apóstoles del comercio libre. No llega con todo a constituir sino un mero atisbo
de Política Nacional: con ella solo se integrara por la presencia del pueblo en el
Estado” (Jauretche, 1984, p.98). Con Roca en el poder se establecerá la unión
del Estado, tal cual lo conocemos hoy, se acuñara una moneda estándar, se
terminara con las milicias provincianas, se nacionalizara la aduana entre otras
cosas.

Con Julio Argentino Roca se dará la modernización de las Fuerzas


Armadas. Esta modernización tendrá su origen en la destrucción de la vieja
sociedad, de la eliminación casi total de las montoneras, de la destrucción de la
pequeña industria local, etc. La población que anteriormente era empleada por
las montoneras no entrara en la nueva configuración social. Esto genera que “el
ejército se va transformando, y configurando con una nueva forma, en tanto estos
actores sociales que buscan escapar de la miseria se incorporan (muchas veces
a la fuerza), al ejercito como forma de sobrevivir. Este nuevo ejército rechaza al
mitrismo, destructor del Paraguay y del Noroeste argentino” (Godoy, 2021,
p.179). También la opinión de Ramos ira por el mismo camino escribiendo que
“Roca, por medio de Ricchieri, echara las bases de una moderna institución
castrense, cuyo origen montonero, es decir, popular será su mejor heráldica”
(Ramos, 1959, p.43-44).

Este origen de la modernización del Ejército tendrá por un lado la Ley de


Educación Común y sobre todas las cosas la Ley del servicio Militar Obligatorio
confeccionada por Ricchieri, que tenía como finalidad la difusión de la idea de
identidad y de igualdad ante la Ley. La Ley 4.031 que establece el servicio Militar
Obligatorio fue aprobada en 1901, lo cual trae aparejado varios aspectos como
por ejemplo la nacionalización de amplios sectores de la sociedad, el control
social y sobre todo un componente decisivo en la construcción de un Ejército
conformado por profesionales, en el marco de una política de defensa nacional.
La estructura del Ejército se configura en Ejército de Línea, Guardia Nacional y
Guardia Territorial. El Ejército de línea, incluye, además los cuadros de oficiales,
suboficiales y soldados voluntarios. Los ciudadanos de 20 a 28 años aptos para
el Servicio Militar son designados para el Ejército de Línea donde se dividen en
permanentes y de reserva; la Guardia Nacional se formaba con hombre entre 28
a 40 años; y por último la Guardia Territorial estaba compuesta por aquellos
hombres que tengan entre 40 a 45 años. Algo fundamental con la sanción de
esta Ley lo comentara el General Munilla, entendiendo el concepto de igualdad
donde “jóvenes de todas las condiciones, mezclado el analfabeto y el cerril con
el estudiante matriculado en las universidades, y esta diferenciación imponía a
los instructores una tarea extraordinariamente complicada y delicada a la vez”
(Munilla, 1916, p. 23-24).

A pesar de sus diferencias prima una causa común que será la formación
de la grandeza del Ejército Argentino. Otro de los aspectos fundamentales en la
modernización del Ejercito se dará con la compra de “las tierras de Campo de
Mayo en Buenos Aires y de Campo Los Andes en Mendoza para alojar los
amplios cuarteles de poderosas guarniciones que allí se establecerían” (Scenna,
1980 p.117-118).

Estas medidas revolucionaran el sentido militar hasta ahora conocido,


rompiendo el viejo modelo de promociones y ascensos por acomodo o status
familiar. La nueva propuesta impulsada por Ricchieri se fundaba en convocar a
los jóvenes de veinte años, sin distinción de clase para ser entrenados en los
cuarteles para ser utilizados ante cualquier adversidad que atravesase el país.
También otros de los fines que tuvo la implementación del régimen militar
obligatorio estuvo atado en buscar a los hijos de los inmigrantes para que estos
se incorporen al Ejército argentino. También había un problema que gran parte
de la población del interior del país era analfabeta, por lo cual esos “jóvenes del
interior y en las capas inmigratorias podían ser combatidas por las fuerzas
armadas, al aprovechar el año de servicio militar para alfabetizar a los
conscriptos sin instrucción” (Scenna, 1980, p.118-119).

Esta modernización del Ejercito tendrá diversas resistencias,


tempranamente por los viejos militares que no entendía el fin de realizar un
cambio tan complejo; un segundo momento en el cual, los civiles de altos rangos
que perdían su privilegio y por último los antimilitarismo que veían esta
modernización como negativo y que atentaba contra la democracia del país.

En 1905 se sancionara la Ley Orgánica del Ejercito (numero 4.707). La


misma fue promulgaba bajo la presidencia de Manuel Quintana. Dicha Ley no
tendrá grandes modificaciones con la Ley anterior (La Ley 4.031) respecto a las
disposiciones relacionadas con el reclutamiento y la composición de las Fuerzas
Armadas. Uno de los cambios fundamentales estará relacionada en cuanto a la
gestión de datos para concretar el enrolamiento y sobre todo las consideraciones
en torno a la carrera profesional de la carrera militar y una primera aproximación
al tema previsional.

La sanción de la Ley 4.031 se caracterizara por dos hechos


fundamentales, el primero tendrá que ver con la crisis entre la Argentina y Chile,
que influyo en la estructuración de las Fuerzas Armadas pero no es la causa
excluyente. Otro de los acontecimientos será la revolución (cívico-militar) radical
de 1905, donde surge la preocupación por parte del ejército aquellos que
apoyaron la sedición contra el gobierno vigente. Sin más palabras Ricchieri “en
su plan de modernización, entre otras medidas, dividió el territorio nacional en
distritos militares, reordena los cuadros en actividad, reestructuro al Estado
Mayo, construyo escuelas de mecánica, sanidad, de aplicación de clases,
archivistas y de regimientos, compro tierras para guarniciones militares, hizo una
renovación del material, implemento los legajos profesionales, reestableció el
Regimiento de Granaderos a Caballo, etc.” (Godoy, 2021, p.198).

Con todos estos avances se puede empezar a ver la profesionalización


militar, dotándolo no solamente de una autonomía funcional, sino que forjara
elementos de estabilidad laboral, prestigio, seguridad personal, la igualdad entre
las clases sociales, etc. Esto hará del militar un actor reconocido en las primeras
décadas del siglo XX. En 1905 se llevara a cabo la Revolución Radical, dirigida
por Hipólito Yrigoyen, en contra del Partido Autonomista Nacional (PAN), con la
finalidad de reclamar elecciones libres y democráticas. Este levantamiento
revolucionario tendrá “presencia en Córdoba, Santa Fe, Mendoza, entre otras
provincias del interior” (Godoy, 2021, p.204).

En este levantamiento, Yrigoyen tendrá varios adeptos militares jóvenes,


que serán devotamente fieles al radicalismo, pero por otro lado, la revolución “no
llego a gravitar dentro de los cuatros. La cúpula militar permaneció ajena a sus
insinuaciones, no gano a un solo jefe (…) alcanzo predicamento dentro de la
oficialidad joven. La masa permaneció desinteresada de la política (…),
encerrada en su profesionalismo” (Scenna, 1980, p.122). Por otro lado, Ramos
dirá que “Yrigoyen trabajo muy de cerca en los medios militares. Gran parte de
su tarea (…) consistió en adoctrinar y persuadir a jóvenes oficiales del Ejército
sobre la significación del radicalismo” (Ramos, 1959, p.56).

Pasado el tiempo, el 25 de Mayo de 1910 se celebra en nuestra república


el centenario de la Revolución de Mayo. Meses antes, exactamente el 13 de
marzo de 1910 se llevaran a cabo las elecciones presidenciales para designar al
sucesor de Jose Figueroa Alcorta. El elegido prácticamente sin oposición será
Roque Sáenz Peña (en la vicepresidencia quedara Victorino de la Plaza). Serán
las últimas elecciones de la generación del 80, donde el Partido Autonomista
Nacional tenía el poder absoluto. Durante el mandato de Sáenz Peña se dará
sanción a la Ley de sufragio universal (cabe aclarar que será exclusivo para
varones argentinos, nativos y naturalizados, mayores de 18 años). La sanción
de la Ley vendrá de la mano de “la presión que viene ejerciendo el radicalismo
yrigoyenista con los sucesivos levantamientos y su fuerte crecimiento” (Godoy,
2021, p.207). También Ramos ve otro punto fundamental del porqué de la
sanción de la ley afirmando que “la famosa ley electoral que lleva su nombre
obedeció a la sutil percepción de Sáenz Peña de los peligros que podía correr el
país en caso que las grandes masas descendientes de la inmigración no se
encontraran representadas en la estructura política del Estado” (Ramos, 2013,
p. 121).

Otro de los temas fundamentales para entender lo que viene es el rol que
jugo la Primera Guerra Mundial (1914-1918). A pesar de la neutralidad ejercida
tanto por Victorino de la Plaza como de Hipólito Yrigoyen, esta guerra cambiara
la mirada de las Fuerzas Armadas, planteándose un nuevo paradigma. Veían en
el modelo adoptado por el país (agro exportador), que el mismo presentaba
grandes falencias, por lo cual era necesario dar un “salto adelante en la
tecnología y en el poder industrial” (Scenna, 1980, p.132). La nueva morfología
que generó la Primera Guerra Mundial en torno a las nuevas tecnologías y la
importancia de la artillería, pondrá en evidencia la gran debilidad estructural que
tiene el país en la base industrial. En esta guerra cambia la noción de grandes
masas de individuos para dar lugar a la noción de la Nación en armas de Colmar
Von Der Goltz, quien desarrolla una teoría integral, donde convergen valores
económicos, políticos, sociales, filosóficos, donde plantea a grandes rasgos que
una Nación no puede afrontar un conflicto bélico, si no logra la movilización de
todos sus recursos, tanto los humanos, como los económicos e ideológicos. Tal
como lo plantea Godoy “la concepción de la guerra (…) sobrepasa lo meramente
militar, y se transforma en una estrategia de la nación toda, donde se cruzan
desde la acción política, económica e industrial hasta la moral” (Godoy, 2021,
p.208).

Establecida la Ley Sáenz Peña se darán las primeras elecciones con


sufragio secreto y obligatorio, que llevara al poder a Don Hipólito Yrigoyen, quien
producirá cambios en la estructura del país, como por ejemplo el acceso de los
sectores medios al aparato del Estado. También ocurrirá algo novedoso que será
la designación de Federico Alvarez de Toledo como ministro de marina y Elpidio
Gonzalez como ministro de guerra, ambos civiles. Años más tarde (en 1918)
ocupara el ministerio de guerra Julio Moreno, otro civil quien durante su mandato
intento la modernización de las Fuerzas Armadas aumentando el gasto militar
para el perfeccionamiento y mejoramiento del equipamiento militar. Esto rompe
la tradición de designar en esos puestos a integrantes de las fuerzas armadas.
Con Yrigoyen en el poder “el radicalismo gozaba de simpatías en algunos
sectores del ejército, sobre todo en los cuadros medios e inferiores” (Scenna,
1980, p.135). No será casualidad que Roca “le dijo un día a Ricchieri que siguiera
a Yrigoyen, la gran figura que se perfilaba en el horizonte político de la Republica”
(Ramos, 1959, p.55).

Durante la presidencia de Yrigoyen, existirán grandes críticas hacia su


gobierno por parte de la vieja oligarquía y los viejos cuadros militares que no
veían con buenos ojos los cambios establecidos (como por ejemplo el acceso al
gobierno de las clases medias o la designación de civiles al mando de los
ministros de guerra). Por otro lado Yrigoyen mostrara gratitud a aquellos oficiales
que han sacrificado su carrera militar por el movimiento en las revoluciones de
1893 y 1905.

Antes de llegar al próximo capítulo, queremos mencionar algo no menor


que serán las rebeliones sociales, dentro de las cuales la más infortunada será
la llamada “semana trágica” que se desarrollara del 7 al 14 de enero de 1919 en
los Talleres Vasena, donde la represión empleada por Luis Dellepiane quedara
expresada en sus palabras cuando declarara “enemigos del presidente Yrigoyen
intentara su derrocamiento” (Ramos, 2013, p.199). También ocurrirán conflictos
en la forestal y la Patagonia rebelde que serán acontecimientos que quedaran
en las páginas de nuestra historia.
Capítulo 2 - De 1920 al primer Golpe de Estado, la caída de Hipólito
Yrigoyen el 6 de Septiembre de 1930.

Acontecimientos históricos de los gobiernos radicales

El presente capítulo pondrá el foco en el recorrido de algunos de los


integrantes de las Fuerzas Armadas (Vicat, Baldrich y Mosconi), vinculados al
desarrollismo industrial, que discuten el tramado de la dependencia que tiene el
país con respecto al transporte, el acero, el petróleo y demás recursos naturales
que posee nuestra gran Nación. Se empieza a gestar la visión de la doctrina para
la Defensa Nacional (que el peronismo vendrá a sintetizar), según la cual sin los
recursos esenciales, el país estará sumergido en la dependencia absoluta. Este
capítulo atravesara las presidencias de Hipólito Yrigoyen y de Marcelo T. de
Alvear, que paradójicamente será el periodo de mayor estabilidad de los
gobiernos democráticos, que empezó en 1916 y terminara con el golpe de 1930.
Serán 14 años ininterrumpidos de democracias, que recién a partir de 1983
sucederá nuevamente prolongándose hasta estos días.

Durante la primera presidencia de Yrigoyen se producen transformaciones


sin precedentes y quizás una de las más importantes será el acceso de los
sectores medios al aparato del Estado. La relación con las Fuerzas Armada tenía
sus idas y vueltas, pero en si los cuadros medios e inferiores tenían una buena
relación con Yrigoyen. Antes de dejar el poder en septiembre de 1922, enviará
una reparación para reincorporar aquellos oficiales que participaron en las
revoluciones de 1890, 1893 y 1905. En 1921 quedará formada la Logia San
Martin, que logrará la conducción del Círculo Militar al año siguiente. De esta
forma se “logra evitar el nombramiento de Luis Dellepiane como ministro de
Guerra del recién asumido Marcelo T. de Alvear, puesto que ocupa Agustín P.
Justo” (Godoy, 2021, p.217). Durante la presidencia de Alvear no existirán
conflictos dentro de las Fuerzas Armadas. Se buscaba la designación de
Dellepiane para que este interfiera en las Fuerzas, para que éstas se mantengan
al margen de los conflictos de los trabajadores. El rechazo de su designación
quedará marcado por ejemplo, en el conflicto conocido como la Patagonia
Rebelde, sucedido entre 1921 y 1922, donde mueren más de 1500 obreros.
Ya con la segunda presidencia de Yrigoyen se vuelve a la senda nacional,
pero su gobierno durará menos de 2 años. Se tratara de enviar un proyecto que
implique la nacionalización de todo el combustible que posee el país, el
monopolio estatal de las exportaciones, el monopolio del transporte de
combustible, la prohibición de transferir concesiones, etc. Como era de esperar
este proyecto quedara atascado en el Senado. Estos acontecimientos, la crisis
de 1930 darán el sello final al gobierno democrático de Yrigoyen. El 6 de
septiembre de 1930, Uriburu dará el primer golpe de Estado en nuestro país.

La defensa Nacional del petróleo. La creación de YPF y la visión de los


Generales Enrique Mosconi y Alonso Baldrich.

Mosconi, el abanderado de la defensa nacional del petróleo.

Al finalizar la primer guerra mundial, se proclamó como esencial para las


Naciones, que estas puedan tener la posesión de reservas y yacimientos
petrolíferos. Por tal motivo (entre otros) a meses de dejar el poder, el 3 de Junio
de 1922 Hipólito Yrigoyen crea por decreto la Dirección Nacional de los
Yacimientos Petrolíferos Fiscales, con el fin de explorar y explotar los
hidrocarburos que se encuentran en nuestro país. Dicho acontecimiento será
uno de los hitos fundamentales en la historia del petróleo en la Argentina. Cabe
mencionar que será la primera empresa petrolífera estatal del mundo.

Uno de sus impulsores será el General Enrique Mosconi1, quien será


designado por el presidente Marcelo Torcuato de Alvear y le asignara el cargo
de Director General de la empresa. La gestión de Mosconi al frente de YPF
durara ocho años, hasta el golpe de Estado perpetuado el 6 de Septiembre de
1930, cuando es derrocado el presidente constitucional Hipólito Yrigoyen,

1
Nació el 21 de Febrero de 1877 en Buenos Aires, ingresando al colegio Militar en 1891, y egresa en 1894
como subteniente de infantería. Ingresa a la carrera de Ingeniería en la Universidad de Buenos Aires,
donde obtendrá el título de Ingeniero Civil cinco años después. En 1912 asciende a teniente coronel, en
1915 es subdirector General del arsenal de Guerra y en 1916 asume el cargo de director del arsenal. Desde
este espacio asciende a Coronel. En 1920 es designado director del Servicio Aeronáutico del ejército y por
último en 1922 será designado como director General de Yacimientos Petrolíferos Fiscales. El 31 de
Diciembre de 1933 paso a situación de retiro con el grado de general de División. Su vida se apagara el 4
de Junio de 1940.
asumiendo el poder el Teniente General José Feliz Uriburu. Dicho
acontecimiento traerá aparejado que días después, exactamente el 9 de
Septiembre el General Enrique Mosconi se alejara para siempre de YPF
exclamando “presento a V.E. la renuncia indeclinable del cargo de Director
General de Yacimientos Petrolíferos Fiscales con que fui honrado por decreto
P.E. de fecha 19 de octubre de 1922” (Mosconi, 1983, p.27).

En la misma sintonía Ramos comentara sobre el golpe de Estado “que la


mayoría del Ejercito continuaba apoyando al régimen constitucional; sus
hombres más representativos como el General Dellepiane, el General Baldrich,
el General Mosconi y otros, no se presentaran a las confusas maniobras de la
logia justista, que recién mostrara su verdadero rostro durante la década infame
de 1930-43” (Ramos, 1968, p.82-83).

Siguiendo la línea de Ramos, este detallara un acontecimiento no menor


con respecto a Mosconi cuando ocurre el golpe de Estado a Yrigoyen, afirmando
que “el 6 de Septiembre de 1930 cortara su acción defensora del petróleo y su
propia carrera. Cuando Yrigoyen asume el gobierno en 1928, a pesar de la
amistad de Mosconi con Alvear, confinara a aquel en su puesto técnico y apoyara
en su vigorosa campaña de organización de la riqueza petrolífera argentina”
(Ramos, 1959, p.60-61).

Cabe aclarar que para los años 20 la mayor parte del combustible utilizado
en el país era importado por la empresa estadounidense West India Oil Co, “es
decir, que nuestro país, que poseía ricos yacimientos en la Patagonia, importaba
el combustible líquido necesario para su vida, su defensa y su seguridad”
(Mosconi, 1983, p.29).

La creación de YPF es el despertar de la conciencia Nacional y la


búsqueda de la romper las cadenas del semi colonialismo económico que era
sometido Argentina por el imperialismo existente. Cabe mencionar que la
exploración y explotación del petróleo argentino tenía una férrea oposición de los
imperios británicos y estadounidenses. Este despertar de conciencia Nacional
tiene dos aspectos fundamentales, por un lado la naciente industrialización del
país que requiere de la energía fundamental para su desarrollo y por otro lado el
tema de defensa, que no podemos depender de la voluntad de una fuerza
extranjera para abastecer a nuestros buques, a nuestros aviones, etc. Este
enfrentamiento de romper con los trusts para Mosconi “era un hecho de
liberación económica, de ejercicio de la soberanía (…) Deja por sentado que la
explotación petrolera argentina abarca todo el proceso de esa industria:
extracción, almacenamiento, destilación, transporte y venta” (Roselli, 2005,
p.146).

Antes de la creación de YPF “la Nación se halla a merced del capital


extranjero que opera en nuestro territorio y cuya gravitación es lo suficientemente
poderosa como para hacer entrar en crisis, vulnerar, mediatizar a soberanía
nacional” (González, 1947, p.3).

Desde el lado de la defensa, el despertar nacional aparecerá reflejado en


un altercado fundamental para entender el porqué de la importancia de explotar
los recursos energéticos. En el Palomar, en la escuela de aviación a cargo del
Teniente Jorge Crespo le comunica a los aviadores que no podrán volar sus
aviones, porque la WICO, filial en Argentina de la empresa estadounidense
Standart Oil, la única en esa época que vendía nafta de aviones en el país, se
negaba a proveer nafta si antes no le pagaba al contado el suministro requerido.
Cabe aclarar que no se le debía ni un centavo, a lo que Mosconi reflexiona “¿y
si en lugar de tratarse de un simple raid de entrenamiento se debiera cumplir la
orden de atacar una escuadra enemiga que desde la rada amenazara con sus
cañones la Ciudad de Buenos Aires? (Mosconi, 1983, p.30).

Este hecho será fundamental, porque Mosconi se plantea el temor de que


el país este a merced de un proveedor de nafta extranjero, por lo que decide
reunirse con el gerente de la WICO para que le dé explicaciones de la decisión
tomada por la compañía de no abastecer de nafta a la escuela de aviación, ya
que la misma es fundamental para la defensa de la Nación. Al reunirse con el
gerente de la WICO, Mosconi tiene una discusión con éste, la que relata Raúl
Larra con exactitud: “¿es exacto que únicamente se entregará nafta contra pago
al contado? Sí, señor; así es la costumbre de la compañía” (Larra, 1957, p.23).

En ese mismo momento Mosconi entiende que la patria está en peligro, a


merced de las empresas extranjeras y se jura a sí mismo y por la patria romper
con los trust del petróleo, ya que “el petróleo es el puntal donde asentar la
emancipación económica” (Godoy, 2021, p.268).

El objetivo fundamental de esta política es manejo de los recursos


estratégicos que le darán la libertar de acción para el desarrollo de las industrias
nacionales. Esta libertad se lleva a cabo primero impulsando un marco normativo
más adecuado, segundo con una administración eficiente y por último con una
estructura sólida para competir en el mercado interno.

Para llevar a la práctica esta visión, Mosconi va a plantear un plan


estructurado en tres etapas. La etapa A, “se refería a la creación y montaje del
complejo y beneficioso organismo (…) que con el tiempo había de producir
combustible líquido en cantidad y calidad que el país necesitaba”. La etapa B, se
inicia al momento de “tomar la dirección de nuestro mercado de consumo,
llevando los precios a un nivel conveniente y equitativo para los intereses
nacionales” (Mosconi, 1983, p.32). Por último la etapa C que Mosconi no detalla
pero que será realizada ni bien se tenga las dos primeras.

Desde un comienzo Mosconi se pone al frente del proyecto emancipador


y por primera vez “con Y.P.F. el pueblo argentino comienza a tener conciencia
de su capacidad para administrarse a sí mismo” (Larra, 1957, p.47). Con esta
idea visionaria lo que se busca es romper primero con la idea que el Estado es
mal administrador de sus propios bienes y segundo es obtener la liberación
económica.

Esta visión de “emancipación económica de la Argentina solo puede ser


lograda a partir de la emancipación de la Patria Grande” (Godoy, 2021, p.268).
Por tal motivo, Mosconi emprendió una vasta campaña continental por México,
Colombia, Uruguay, Bolivia, ya que “al trust petrolífero se lo debe vencer no
solamente en Buenos Aires, sino también en Mejico, en Lima y en Caracas”
(Larra, 1957, p.61).

La travesía realizada por Mosconi tiene por finalidad, mostrar a toda


América Latina el modelo exitoso de YPF, que se verá reflejado con las
creaciones de empresas estatales como por ejemplo la Administración Nacional
de Combustibles, Alcohol y Portland (ANCAP) en Uruguay; Yacimientos
Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) en Bolivia; Petróleos Mexicanos en
México entre otros. La perla de la gestión de Mosconi al frente de YPF será “la
construcción de la monumental destilería de La Plata, iniciada en 1923 e
inaugurada por el presidente Alvear el 23 de Diciembre de 1925” (Scenna, 1983,
p.146). La misma tenía como objetivo la producción de naftas, kerosene, fuel-Oil
y nafta de avión. La construcción de esta refinería, trajo a partir de 1926 el
aumento de la capacidad de refinación de fueloil y nafta de avión. También
durante su gestión, se establecieron las “plantas de almacenamiento en
Concepción del Uruguay, Santa Fe, Dock Sud, Mar del Plata e Ingeniero White,
formo una flota petrolera con siete unidades, amplio las exploraciones en
Mendoza, Jujuy, Salta, Neuquén y Chubut” (Martin et al., 1983, p.321).

No obstante una de las políticas fundamentales que se buscaba, además


del abastecimiento de la fuerza aérea, era competir en el mercado interno e
imponer los combustibles argentinos por encima de los ofrecidos por la Standard
Oil o Shell. Para ello Mosconi planifica bajar el precio de las naftas y del
kerosene, ganando terreno y obligando a las empresas extranjeras a tener bajar
el precio para no perder el terreno en el mercado interno. Ni bien baja el precio
“tres meses después YPF rebaja de nuevo otros dos centavos (…). En Buenos
Aires o en Misiones. No importa que el transporte la encarezca. Eso se llama
solidaridad nacional” (Larra, 1957, p.82). Busca de esta forma el monopolio
estatal del mercado interno y llevar el logo de YPF a lo largo y a lo ancho del
país. En Febrero de 1930, Mosconi al frente de YPF, logra la uniformidad en el
precio de las Nafta en toda la República. En esta línea también se pronunciara
Hipólito Yrigoyen, quien dirá “la riqueza petrolífera del país, es sin duda suficiente
para proveer al consumo interno de este combustible líquido. La posibilidad de
producirlo en condiciones económicas para competir con el producto extranjero
está comprobada, de manera que la inversión de mayores capitales no podrá ser
obstáculo para su desenvolvimiento” (Del Mazo, 1945, p.92).

Para 1924, Mosconi realiza una gira por Salta y Jujuy para saber la
situación del petróleo en el noroeste argentino. ”En Salta, el gobernador Adolfo
Güemes había rechazado, a pesar de las enorme presiones e intentos de
soborno, la firma de un contrato con la Standard Oil” (Godoy, 2021, p.269).

A pesar de las presiones de las mejores familias salteñas, el gobernador


se negara rotundamente a firmar un contrato con la empresa norteamericana.
Por tal motivo Mosconi se plantea “que para paralizar la penetración de la
Standard Oil en el norte se necesita la ley de nacionalización, acometer la
reforma jurídica para asegurar al país la propiedad efectiva de su riqueza” (Larra,
1957, p.91). El motivo de querer las concesiones en el norte del país era para
realización del oleoducto entre Argentina y Bolivia para poder salir al mar por el
litoral. La negativa del gobierno hará que la Standard Oil buscara “el camino del
Chaco paraguayo, provocando así la sangrienta guerra que un lustro después
envuelve a dos repúblicas hermanas” (Larra, 1957, p102).

Con Hipólito Irigoyen nuevamente en el poder se busca aprobar la ley de


Nacionalización del petróleo, que tenía la aprobación en la cámara de diputados.
Se realizan las elecciones en “San Juan y Mendoza e Yrigoyen tendrá por
primera vez mayoría en el Senado, para la ley de nacionalización del petróleo,
ya aprobada en Diputados. Esta mayoría próxima abre la puerta a las grandes
soluciones trabadas por la composición de la Cámara Alta, y hay que impedirlas”
(Jauretche, 1984, p.118). En la misma línea, Fermín Chávez escribirá “el 22 de
Octubre de 1929, el presidente envió al Senado de la Nación un mensaje
mediante el cual le llamaba la atención sobre la necesidad de abocarse de
inmediato a la consideración de una ley orgánica del petróleo (…) pedía que se
organizase un régimen legal que consultara las exigencias del interés de la
Nación, poniendo en manos del Estado el dominio efectivo de los yacimientos
petrolíferos” (Chávez, 1985, p.341).

Siguiendo la misma línea Mosconi dirá: “Ningún europeo ni americano ha


intentado siquiera construir una organización integral como la nuestra que
después de áspera lucha vence todos los obstáculos y llena su misión reguladora
de los precios del mercado interno, contra las predicciones de economistas
ocasionales que predican teorías sin la compresión de nuestro momento
económico, y sin considerar los factores que debemos tener a la vista para
asegurar el desenvolvimiento de nuestra economía política y social” (YPF, 1972,
p.61).

Ocurrido el Golpe de Estado de 1930, Mosconi se alejara para siempre de


YPF, sufriendo primero el arresto justo a su gran compañero Alonso Baldrich,
para luego seguir la campaña de hostigamiento hacia su persona. Años después,
exactamente el 4 de Junio de 1940 apagara su vida. Años después, con la
presidencia de Juan Domingo Perón, la Constitución Nacional de 1949 en su
artículo n° 40 le rendirá homenaje a su lucha “La organización de la riqueza y su
explotación tienen por fin el bienestar del pueblo, dentro de un orden económico
conforme a los principios de la justicia social. El Estado, mediante una ley, podrá
intervenir en la economía y monopolizar determinada actividad, en salvaguardia
de los intereses generales y dentro de los límites fijados por los derechos
fundamentales asegurados en esta Constitución (…) Los minerales, las caídas
de agua, los yacimientos de petróleo, el carbón y de ganas, y las demás fuentes
naturales (…) son propiedades imprescriptibles e inalienables de la Nación”
(Fragmento del artículo 40 de la Constitución Nacional de 1949).

Para concluir el informe de YPF dirá que “la obra y acción del General
Mosconi insuflo una mística, un ideal patriótico, que constituye el punto de mira
de todos los hombres que integran la empresa petrolera estatal; la mística de
una empresa, de una obra, que tiende a que el petróleo argentino sea explotado
por y para los argentinos en beneficio nuestro y de futuras generaciones
argentinas” (YPF, 1965, p.25).

Este luchador tendrá un primer momento, menos conocido que lo


podemos denominar el impulsor de la aeronáutica y que lo llevara a realizar toda
la obra de YPF, entendiendo los problemas que padecía el país a raíz de la
dependencia del abastecimiento. Mosconi a partir de 1912 tendrá una
vinculación con la aeronáutica criolla, que empieza a desarrollarse lentamente
en nuestro país. En dicho año el presidente Roque Sáenz Peña firmará un
decreto creando la Escuela de Aviación Militar, gracias al aporte del Aero Club
Argentino, libre de todo costo, quedando éste a disposición del Ministerio de
Guerra. Terminada la Primera Guerra mundial, ocurrirán en el mundo grandes
transformaciones con la libración de la ciencia, la técnica y sobre todo la industria
aeronáutica y su importancia en la primera gran guerra. Cuando asume Mosconi
como director del Servicio Aeronáutico del Ejército en 1920 dirá “la aviación de
nuestro país, especialmente en su carácter de arma de guerra, es ya un
organismo de la institución militar y por consiguiente corresponde considerarla
como parte integrante de la misma, separándola por completo de todo lo que
signifique un ejercicio deportivo, para destinarla pura y exclusivamente a los
aprendizajes y maniobras que exige la buena preparación de los pilotos militares”
(Mosconi, 1977, p.11).

Asimismo vera la importancia de fomentar la aviación civil o particular.


Primeramente en un país con una gran extensión territorial es fundamental
acortar los tiempos en la comunicación o comercialización será de gran
importancia para la integridad territorial. Bajo su mando se dará “la creación de
cuatro líneas aéreas internas nacionales, para servicios aeropostales y de
transporte” (Mosconi, 1977, p.13). Un dato no menor lo planteara de manera
maravillosa Mosconi diciendo “Desarrollar la aviación civil es aumentar el poder
de la aviación militar” (Mosconi, 1938, p.53). Durante su gestión las instalaciones
se han multiplicado, los talleres contaran con el material adecuado, manejado
por personal idóneo, se crearan sesenta campos de aterrizaje distribuidos por
todo el territorio, entre otros acontecimientos. Esta crónica se complementara
posteriormente cuando sea designado como director general de YPF.

Alonso Baldrich, y la defensa del petróleo argentino.

Al igual que Mosconi, Alonso Baldrich2 será un férreo defensor de la causa


del petróleo, ya que “considera la necesidad de la nacionalización de todo
combustible, que el Estado tenga el monopolio de su explotación (…) que
controle también la exploración, al mismo tiempo que tenga el monopolio del
transporte” (Godoy, 2021, p.278).

Baldrich, al igual que muchos de los ingenieros militares de la época


comprendían “que la seguridad nacional debía sustentarse en la industrialización
del país, mediante un política proteccionista que, además, tuviera en cuenta el
mejoramiento del nivel de vida de los obreros” (Larra, 1981, p.35). El rol del

2
Alonso Baldrich, nació el 20 de Enero de 1870, ingresando al colegio militar en 1889. Sera participe de la
revolución del Parque, defendiendo a las autoridades nacionales. En ese mismo momento es ascendido a
cabo. Años después egresa como subteniente del arma de artillería para luego recién en 1895 es
ascendido a teniente. En 1903 junto a Mosconi egresa como ingeniero civil de la Facultad de Ciencias
Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires. En 1906 será ascendido a mayor para luego
pasar a teniente coronel tres años más tarde. En 1915 será ascendido a coronel. En 1925 se incorpora a
YPF, por pedido explícito de Mosconi. En 1927 es uno de los partícipes de la creación de la Alianza
Continental. En 1928 es retirado de la fuerza, de forma forzosa. Un año después será nombrado director
del diario la Argentina. Se apagara su luz a los 86 años, un 24 de Agosto de 1956.
obrero será fundamental para la construcción del país que deseaba, y en el cual
era fundamental el bienestar social.

En 1923 se hace cargo de la administración de los yacimientos de


comodoro Rivadavia. En tal acto a los operarios que trabajan en Comodoro
Rivadavia no deben pagar los alquileres, se establece un seguro de vida y un
subsidio por enfermedad, las primeras ideas de justicia social. Esta designación
vendrá de la mano de Mosconi, que necesitaba colaboradores que sean
“insobornables, patriotas, aguerridos, intrépidos. ¿Quién mejor que el coronel
Baldrich para instalarse en Cómodo Rivadavia como administrador de los
yacimientos más ricos y productivos? (…) Mosconi le advirtió: la lucha iba a ser
sin cuartel” (Larra, 1981, p.42).

La lucha contra los trust instalados en la Patagonia será constante, y la


que generará Baldrich no será menor. En la gestión de Comodoro Rivadavia
“organiza y reglamenta los servicios, reduce, a la tercera parte del costo, el precio
de los subproductos, así como el tiempo empleado en montaje de máquinas y
torres, rebaja el costo de perforación y aumenta el rendimiento” (Lopa, 2005,
p.131).

Por presiones de los trusts se tendrá que alejar de la administración de


Comodoro Rivadavia para hacerse cargo de la Dirección General de Ingenieros.
En su carta de despedida entre otras cosas dirá “mis afanes por el bienestar del
obrero son propósitos realizados, mejorando las condiciones de su vida y
poniendo remedio a situaciones afligentes, los que no he de enunciarlos aquí,
pues eso lo dejo reservado a los agradecidos que lo reconozcan y a los que
negándolo, lo ratifiquen, pues la negación es también otro modo de evidenciar la
realidad del beneficio recibido” (Baldrich, 1972, p.184). Este alejamiento no le
impedirá de seguir la lucha sin cuartel en la defensa del petróleo argentino. Junto
a Mosconi seguirán en la prédica de una ley por la nacionalización del petróleo.

El 3 de mayo de 1927 se funda la Alianza Continental, con el objetivo de


crear una unión latinoamericana para romper las cadenas de la dependencia
económica y dentro de este pensamiento estará el tema de la nacionalización
del petróleo. Dirá “la Republica Argentina sin perseguir hegemonías comerciales
ni imposición de tutelajes tendrá mediante la propiedad de su petróleo, uno de
los elementos básicos de su defensa nacional; y el control del Estado en su
explotación y distribución asegurara la tranquilidad necesaria a su progreso”
(Larra, 1981, p.59).

Siguiendo el tema de la nacionalización del petróleo Baldrich propondrá


“1°) Nacionalización de todo el combustible, 2°) Monopolio estatal de la
explotación, 3°) Control estatal de la explotación, 4°) Monopolio estatal del
transporte de combustible, 5°) Autonomía de Y.P.F., 6°) Prohibición de transferir
concesiones” (Yelpo, 1987, p.130).

La propaganda seria uno de los temas fundamentales para crear


conciencia nacional, en la cual Mosconi comentara que “era indispensable
sistematizar la propaganda que realizaba la institución nombrada en favor de la
nacionalización y el monopolio del petróleo (…) en defensa de la soberanía
argentina” (Mosconi, 1983, p.232). La prédica de la Alianza Continental será una
de las plataformas electorales del yrigoyenismo. Ponían énfasis en atacar al
imperio norteamericano que estaba ansioso del petróleo de Salta y Jujuy.
Baldrich dirá “el pulpo petrolero yanqui estuvo durante mucho tiempo
acaparando las más ricas zonas productoras de aquella provincia (Salta), pero
sin explotarlas, pretendiendo que ellas no eran productivas” (Yelpo, 1987, p.132).

Sin dudas el imperialismo usara toda su influencia para no tratar nunca el


tema de la nacionalización. El 26 de septiembre de 1927 ocurrirá un hecho
histórico para el país, que será la media sanción en diputados de la
nacionalización del petróleo y de su monopolio, pero quedara truncada en el
senado de la Nación ya que los trusts ingleses y norteamericanos “gravitaron con
sus influencias (…) para impedir la sanción definitiva de la ley” (Larra, 1981,
p.64). Para Mosconi, Baldrich, Yrigoyen, entre otros el tema de la nacionalización
era fundamental. Dirá Yrigoyen “los beneficios del petróleo para el pueblo de la
República (…) poniendo en manos del Estado el dominio efectivo de los
yacimientos petrolíferos y confiriéndole el monopolio de su explotación y
comercialización” (Del Mazo, 1945, p.91).

En 1929 será designado como director del periódico La Argentina. Desde


las páginas del periódico usurara todo el poder de la presión mediática para
imponer el tratamiento de la nacionalización del petróleo. Tampoco duda en
atacar a aquellos senadores que están con los trust, desnudando “sus intereses
malhabidos, en sus negocios de tierras” (Larra, 1981, p.77).

Desde las páginas del periódico y con su pluma informará la baja del
combustible en toda la Nación, la cual será una cuestión social y sobre todo una
gran medida del gobierno de Yrigoyen. También realizará una férrea defensa de
la industria nacional cuando el 5 de enero de 1930 publicara la defensa nacional,
pregonando “Es necesario dar a la industria elaboraria su verdadero significado
económico y social (…) da pan al obrero, tranquilidad a los hogares cuyos jefes
se disciplinan en el trabajo, reduce las compras en el exterior y pone en
circulación fuertes capitales que salen al mercado bajo la forma de salarios y de
compras de materias primas” (Larra, 1981, p.81). El 4 de mayo de 1930, el
general Baldrich abandonará la dirección del diario por problemas financieros,
pero fortalecido y peleando por los interese de la Nación y por una política
nacionalista.

Ocurrido el Golpe de Estado del 6 de Septiembre de 1930, tanto Baldrich


como Mosconi serán detenidos. Al primero se lo manda al sur y luego se exilia
en el Paraguay y a Mosconi se lo invita a exiliarse en el exterior. Baldrich crea
“una conciencia nacional en torno al petróleo” (Godoy, 2021, p.280) y en torno a
la defensa nacional. Luego del exilio volverá a su querida patria para apagar su
vida en agosto de 1956.

La visión del Coronel Luis Ernesto Vicat sobre la defensa Nacional.

La visión del Coronel Luis Ernesto Vicat3 está atada a las problemáticas
nacionales que afronta el país. Su pensamiento trae consigo vientos nuevos que
intentan romper con el primitivo modelo agro exportador (y de semi colonia). Esta
visión en torno a la defensa nacional que plantea, está ligada al desarrollo
industrial para la defensa, en torno a la nación en armas, donde toda la sociedad

3
Nació el 8 de Julio de 1872. Ingreso al ejército, pero recién con la Ley Ricchieri, con dicha modernización
su formación y desempeño fueron mayores. En 1886 ingreso como aspirante al Colegio Militar y egreso
como teniente segundo en 1890. Dos años después será ascendido a teniente primero. En 1895 fue
nombrado comandante de la sección artillería del colegio y poco más tarde pasara al arsenal principal de
guerra. En 1899 será ascendido a Mayor y recién en 1904 a Teniente coronel. En 1913 es promovido a
coronel y dos años más tarde paso a retiro. Fallece el 13 de Enero de 1940.
que habita el país, cumple un rol determinado. Esta misma visión, de la nación
en armas la tendrá años más tardes Juan Domingo Pero cuando en el discurso
del 10 de Junio de 1944 pronunciara “las dos palabras, Defensa Nacional,
pueden hacer pensar a algunos espíritus que se trata de un problema cuyo
planteo y solución interesan e incumben únicamente a las fuerzas armadas de
una nación. La realidad es bien distinta. En su solución entran en juego todos
sus habitantes; todas las energías, todas las riquezas, todas las industrias y
producciones más diversas; todos los medios de transporte y vías de
comunicación, etc., siendo las fuerzas armadas únicamente (…) el instrumento
de lucha de ese gran conjunto que constituye ‘La Nación en armas” (Perón, 1944,
p. 1-2).

Con esta visión, Vicat se empieza a cuestionar cual sería el rol del país si
sufriese un ataque extranjero, lo cual “observa claramente como la hipótesis de
un conflicto bélico enciende la alarma de la fragilidad de la Argentina para
encarar una defensa óptima” (Godoy, 2021, p. 310).

Entiende que para salir de vasallaje, debemos bastarnos a nosotros


mismos, crear nuestra propia industria nacional para atender nuestras propias
necesidades y no montar una economía según los intereses del extranjeros,
porque esta “dependencia que hace que toda nuestra vida nacional, incluso su
defensa armada, dependa de lo que nos puede venir del extranjero” (Vicat, 1964,
27).

Lo que se busca primero es desarrollar la industria y segundo que esté al


servicio de las instituciones armadas. Porque en la actualidad “producimos
muchas materias primas, tenemos muchas otras ocultas e improductivas, en el
subsuelo, en el mar, en los bosques y en las montañas y todavía ni sabemos ni
podemos elaborarlas sin enviarlas al industrial extranjero, lejos de nuestra
frontera (Vicat, 1964, p.41-42).

Lo que intenta mostrar desde un principio Vicat es la dependencia


permanente que tiene el país con el extranjero. Lo que tienen que buscar la
Nación es engendrar una conciencia industrial para el desarrollo y la
independencia económica. Se plantea que siguiendo el modelo actual (el
agroexportador) si el país entrase en un conflicto bélico, “no tendríamos
municiones para fusiles, cañones y ametralladoras; no tendríamos materiales de
teléfonos, telégrafos, puentes, ferrocarriles de campaña y zapadores,
alambrados, etc. (…) ni la madera ni las chapas galvanizadas para techo son de
origen nacional, y todo tendríamos que improvisarlo” (Vicat, 1964, p.40).

Para Vicat defender la industria nación significaba “insistir en la imperiosa


necesidad de que modifiquemos todo nuestro actual sistema económico e
industrial a fin de que seamos capaces de producir todo lo que necesitamos (…)
para poder considerarnos independientes de toda tutela extranjera” (Vicat, 1964,
p.26).

Dentro del pensamiento del desarrollo industrial estará el tema de la


metalurgia y siderurgia. Allí, es posible reconocer indicios claros de la nación en
armas y, también, de la preocupación social de los militares para el
mantenimiento del bienestar del pueblo. Vicat aseveraba que “debemos cesar
de mendigar nuestro progreso al extranjero, puesto que no han de mover ni un
dedo para auxiliarnos a desarrollar nuestra minería y sus industrias derivadas,
ya que eso va contra su interés” (Vicat, 1925, p.138).

Vicat será uno de los intelectuales militares que pregonara el desarrollo


industrial entre los militares.
Capítulo 3 - De 1930 al fin de la década infame.

Breves acontecimientos de la década infame

Luego del golpe del 30 comenzará la llamada “década infame”. Que inicia
la persecución del movimiento Yrigoyenista: donde serán detenidos militares y
delegados sindicales que tengan afinidad al radicalismo personalista. Dentro de
las Fuerzas Armadas encontraremos una división bien definida: “por un lado,
encontramos la de Uriburu, un proyecto corporativo, con apoyo militar, pero
pocos entre los civiles, que pretende suprimir la estructura política y jurídica. La
segunda línea es la que lidera Agustín P. Justo, un proyecto más bien de una
democracia limitada, en el sentido que su intención es convocar a elecciones,
pero sin la participación radical y/o con fraude electoral. Para este esquema
apunta a acercarse los sectores políticos que puedan ser afines a este proyecto,
mayormente por su anti-yrigoyenismo” (Godoy, 2021, p.224).

El enfrentamiento entre estas dos posturas estará atada también al tipo


de alianza que desea el país, por el lado de Uriburu su acercamiento se orientará
al eje de los Estados Unidos, y por el contrario Justo es el fiel representante de
la visión pro británica. El gobierno de Uriburu “creará el instituto para formar
Oficiales especializados en las distintas ramas de la técnica militar” (Savio, 2011,
p.33). Éste llevará el nombre de Escuela Superior Técnica, que era una idea del
General Manuel Savio, quien la dirigirá hasta 1935.

En julio de 1931, militares yrigoyenistas intentan un movimiento armado,


que tuvo como suceso central el levantamiento del Teniente Coronel Pomar.
Para ese entonces “Justo, que ya domina los mandos de tropa, presiona a
Uriburu poniendo como condición la convocatoria a elecciones para reprimir el
levantamiento” (Godoy, 2021, p.225). Se convoca a elecciones, donde el
radicalismo proclama la abstención. Sin el radicalismo y apelando al fraude
electoral, la fórmula que triunfa será la de Justo y su vicepresidente, el
conservador Julio Argentino Roca (H). La fórmula pro británica vuelve a someter
al país al régimen de factoría del imperio y “la juventud militar que hace su carrera
durante la década del 30 presencia el triunfo indisputado de la oligarquía más
cínica y cerril. Un general, Agustín P. Justo, es la personificación de un Ejército
específico, apolítico y profesional, que tolera y apoya las más grandes infamias
antinacionales que haya memoria en sus anales” (Ramos, 1968, p.89). Por su
parte Potash dirá que Justo “se mostró decidido desde el comienzo a desalentar
la participación de los militares en la política” (Potash, 1984 a, p. 122).

Esta década también significará la crisis del orden liberal, en gran medida
fruto de la crisis del 30, que pone en jaque al modelo agroexportador dependiente
de Gran Bretaña. Para salir de esta crisis el gobierno de Justo envía a su
vicepresidente, el cual firmará el famoso pacto Roca-Runciman que “se trataba
de un política inteligente y coordinada para restablecer en la Argentina las
condiciones de dependencia absoluta” (Jauretche, 1976, p.58). El pacto
establece concesiones en materia arancelaria, libertades para la importación de
carbón y manufacturas inglesas, la concesión se los servicios públicos y la
creación del Banco Central en manos de un londinense. Este pacto será
denunciado por FORJA, nombrándolo como el estatuto legal del coloniaje,
“mediante el cual considera que la oligarquía, a través del estado y sus
mecanismos restaura la intervención del estado en beneficio del Imperio
Británico, articula los instrumentos legales para colocar a la economía Argentina
como apéndice de la británica” (Godoy, 2015, p.282).

En 1938 se celebran nuevas elecciones pero no desaparece el


mecanismo fraudulento para ganar las mismas. El elegido será Roberto Ortiz, el
cual había sido electo como candidato de la Cámara de Comercio Británica.
Durante su presidencia estalla la Segunda Guerra Mundial y éste es aliando de
Gran Bretaña. En 1940 Ortiz le entrega el mando a su vice Ramón Castillo y
durante su gobierno se crea la Dirección General de Fabricaciones Militares
(1941).

Cabe destacar que durante los 30 empieza un fuerte impulso por parte de
las Fuerzas Armadas como por ejemplo con el nacimiento de la Fábrica Militar
de Aviones, la Escuela de Aviación Militar, la Fábrica Militar de Comunicaciones,
etc. Ramón Castillo tiene una vocación industrialista y “así, en octubre del 41,
toma una medida significativa como es la creación de la Flota Mercante (…). Otra
medida sustancial es la creación de Fabricaciones Militares también en 1941 y
dos años mas tarde los Altos Hornos Zapla” (Godoy, 2021, p.231). Hacia finales
de 1942, Castillo nombra a Urbano de la Vega como jefe del Servicio de
Informaciones, y el General Ramírez ocupa el Ministerio de Guerra. Con apoyo
del Ejército, Castillo podrá gobernar, y es por ello que “el partido conservador lo
jaqueo y le impuso para la renovación presidencial un candidato al que atribuían
intenciones rupturistas. Era don Robustiano Patrón Costa (…). Ante esta
amenaza, una nueva Logia, la del GOU, se formó y actuó rápidamente (…) Así
se produjo el 4 de junio de 1943” (Ramos, 1959, p.66-67).

La creación de la Dirección General de Fabricaciones Militares. La visión de


Manuel Savio

A Manuel Savio4 lo podemos denominar como el impulsor de la industria


pesada en la Argentina. Este visionario industrial entendía que el país se podía
industrializar si cumplía las tres etapas fundamentales que proponía, que
consistían en: la creación de la Escuela Superior Técnica, en donde el Ejército
tendrá que ser el soporte de esta obra; la segunda estará ligada a la creación de
la Ley de Fabricaciones Militares y la última etapa, la creación de un Plan
Siderúrgico Argentino. Pero este pensamiento no vendrá aislado, ya que se
tendrá a la vista algunos sucesos fundamentales que ocurrirán en el mundo. El
primero será el rol Estado en la primera guerra mundial y su forma de movilizar
a la industria y el segundo escenario será la crisis financiera que inicio en 1929
en los Estados Unidos, que generará un gran golpe a la economía dependiente.
El estancamiento de la economía agroexportadora, desembocará en una
tendencia de crecimiento industrial, llamada industrialización por sustitución de
importaciones que estaba destinada más que nada al abastecimiento de bienes

4
Manuel Savio nació el 15 de marzo de 1892 en Buenos Aires. Curso sus estudios primarios en la Escuela
de Graduados y la secundaria en el Colegio Nacional de Buenos Aires. Iniciará su carrera militar en 1909
cuando ingresa en el Colegio Militar. Egresa del mismo en diciembre de 1910 con el grado de subteniente.
Sera destinado al 5° Batallón de arma de ingenieros. En 1916 asciende a Teniente °1. Sera destinado al
Colegio Militar como instructor de cadetes. Después de ese curso asciende a capitán. Entre 1922 y 1923
cursa en la Escuela superior de Guerra. Sera destinado a Bruselas por la Comisión de adquisiciones en el
Exterior, donde visita los establecimientos industriales específicamente de Alemania y de Francia. En 1926
regresa al país con el grado de mayor. En 1930 será jefe del Curso Superior y Especial del Colegio Militar
de la Nación y profesor. Ascenderá a coronel en diciembre de 1929. Sera participe del golpe de 1930,
cercano a Uriburu. Ese mismo año la Escuela Superior Técnica y al año siguiente es reconocido como
ingeniero militar. Desde 1930 hasta 1935 se desempeñara como director de la Escuela Superior Técnica.
En 1941 será el primer director de Fabricaciones Militares. En 1947 impulsara el Plan Siderúrgico
Argentino, de la cual creara SOMISA, donde será el primer presidente. Fallese tempranamente el 31 de
Julio de 1948 a los 56 años.
de consumo. Esta primer etapa podemos observar una “industrialización,
espontaneo, anárquico, en base a un empirismo donde la improvisación y el
ingenio reemplazaban a la insuficiencia tecnológica” (Scenna, 1980, p.216).

La situación mundial estaba destinada al conflicto constante (la Guerra del


Chaco, el enfrentamiento Japón y China, etc.), lo que pronosticaba una inminente
segunda guerra mundial. Frente a este panorama alarmante de vulnerabilidad
que tenía nuestro país, que carecía de una industria pesada aparecerá la
claridad y visión de Savio, quien era consciente de la escasez de ingenieros
militares y la imposibilidad de formarlos. Desde esta carencia plantea la
necesidad de contar con un instituto que formase ingenieros militares y que sea
el ejército quien tome el rol de la implementación. La finalidad de la Escuela
Superior Técnica estaba atada a formar los primeros recursos humanos
dedicados a la industrialización del país y por otro lado capacitar para resolver
los problemas relativos en torno a la defensa nacional ya que “no es posible
contar con suficientes stocks de armas y municiones como para sostener una
guerra (…) el país debes entonces bastarse a sí mismo, porque puede verse
obligado, además, a soportar un bloqueo marítimo, obsesión de los responsables
del ejército. La Argentina debe crear fábricas de armamentos y las industrias
básicas necesarias para su funcionamiento” (Echagüe, 1999, p.36).

La Escuela Superior Técnica fue creada el 6 de noviembre de 1930, con


el fin de formar profesionales capacitados para impulsar la industria nacional. La
denominación del nombre vendrá de la inspiración de la Escuela Politécnica de
Francia. Para organizar este primer proyecto Savio “consiguió que los
principales profesores de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos
Aires fueran los encargados de las principales cátedras; los profesores militares
era muy pocos” (Savio, 2011, p.34). En ella se inculca la participación del ejército
en la modificación económica del país, a través de la exploración y explotación
de los recursos básicos y el desarrollo de la industria pesada, partiendo de la
industria del acero, que es el pilar de toda economía. Dirá Savio “la industria del
acero es la primera de las industrias; y constituye el puntal de nuestra
industrialización. Sin ella siempre seremos vasallos. La Argentina debe producir
acero para poder gravitar en el concierto de las naciones concordantemente con
su presente y con su futuro” (Savio, 1950, p.11).
En este sentido Savio plantea que no consiste solamente en el estímulo
de las industrias básicas, sino que debe estar el Estado como órgano regulador
del proceso económico y del desarrollo industrial. Esta participación que pregona
Savio “debe considerarse transitoria, de asistencia técnica y de respaldo moral
(…) la regulación de la producción, de la importación y de la exportación; y ello
es elemental, desde que el Estado a priori, debe proteger el producido mediante
un arbitrio tarifario o gravamen, los que, desde luego, no pueden ni deben ir más
allá de lo que convenga a los altos intereses de la Nación” (Savio, 1950, p.25).

El 15 de enero de 1937 será designado como director de Fábricas


Militares (creada en diciembre de 1936), dependiente de la Dirección General
del material del Ejército. Al hacerse cargo de la dirección recibió la fábrica de
municiones de armas portátiles, la fábrica de material de comunicaciones, la
fábrica de aceros, la fábrica de pólvora y explosivos y por último la fábrica de
munición de artillería. Éstas eran algunas de las pocas fábricas que
suministraban algunos elementos al Ejército Argentino. Con la sanción de la Ley
12.709, publicada el 24 de octubre de 1941 se crea la Dirección General de
Fabricaciones Militares. Éstas “estaban preparadas para la producción bélica
pero Savio nunca olvidaba que lo importante era la industrialización del país y
siempre tiene presente la idea de que las Fábricas Militares van a contribuir a
esa industrialización (…) también se ha previsto en cuanto a actividades de las
Fábricas Militares su posible aprovechamiento técnico económico en la
elaboración de elementos destinados al consumo general” (Savio, 2011, 36).
Este será el comienzo de expansión de la industria argentina. Esta Ley será
aprobada en un momento crucial, ya que se desarrollaba la Segunda Guerra
Mundial. La importancia y lógica de esta Ley estará ligada a la producción de
“materiales y elementos de guerra y al conocimiento de materiales del país, pero
está también presente el desarrollo industrial del país como misión” (Savio, 2011,
p.70).

Savio entendía que en tiempos de guerra, el país no podía depender del


extranjero, tal como lo relata Larra “a Savio le preocupara lograr la independencia
del extranjero: El propósito esencial que inspiro todos los trabajos y estudios que
habían de conducirnos al proyecto de ley de fabricaciones militares consistió en
alcanzar lo más pronto posible la propia capacidad para producir en el país las
armas y las balas indispensables para mantener la soberanía y el honor
nacionales; liberándonos a ese respecto de la dependencia del exterior. Confiar
en que en cualquier momento podremos contar con materiales de otra
procedencia que no sea la propia significa conspirar contra la seguridad de la
patria” (Larra, 1992, p.43).

Esta visión industrial de Savio tendrá algo novedoso, que será la Sociedad
Mixta, donde el capital del Estado y particulares generaran la explotación de
determinados sectores industriales. Este tipo de sociedad tendrá un determinado
fin “que sería una ideal conjunción destinada a fortalecer la iniciativa privada (…)
un eslabón intermedio del pasaje de la industria de manos del Estado a manos
del sector privado” (Savio, 1950, p. 30).

La participación del Estado cabe la reverencia al no tener la visión


comercial (la que si tiene la empresa privada), su participación será transitoria
ya que luego de puesta en marcha la empresa esta podrá subsistir sin necesidad
del Estado, salvo casos puntuales como lo será la razón en caso de defensa.
Algo no menor de Fabricas Militares era su función autárquica.

Dentro de la gama de productos elaborados no se limitara solamente a la


producción militar, sino que también se incursionara en la actividad privada como
la elaboración de material ferroviario, para los subterráneos o el primer televisor
argentino, químicos para el uso en frigoríficos, discos de arados, etc.

Siguiendo el propósito de la ley, la cual consta de explotar y explorar las


minas para la obtención de cobre, hierro, magnesio y demás materiales,
Fabricaciones Militares explotara varias minas, tales como el Establecimiento
Azufrero Salta, para la explotación de azufre; el establecimiento minero Capillitas
en Catamarca, para la obtención de cobre; la mina 9 de octubre o serranías zapla
en Jujuy serán algunas de las explotaciones en minas que realizara
Fabricaciones Militares. Con la dirección de Savio, Fabricaciones Militares creara
varias empresas con capitales del Estado y privados, que darán origen a las
Sociedades Mixtas. La principal será SOMISA (Sociedad Mixta Siderúrgica
Argentina); Atanor que se enfocara en la fabricación de productos químicos
esenciales para la defensa; Carboquimica Argentina Sociedad Mixta, que se
enfocara en la industrialización de productos de carboquimica, derivados de la
industria del alquitrán; Petroquímica General Mosconi, que tenía por finalidad la
fabricación de tolueno, plastificación para PVC, resinas sintéticas, etc.; Aceros
Ohler S.A. dedicada a la fabricación de estructuras de acero como por ejemplo
chapas, mástiles, etc.; Hierro Patagónico de Sierra Grande, que tenía como
finalidad la explotación de los yacimientos ferríferos; AFNE (Astilleros y Fabricas
Navales del Estado) que tenía por finalidad la industria naval, tanto para lar
armado como para la Marina Mercante Nacional y Prefectura, donde por ejemplo
en Astillero Rio Santiago se construirá la Fragata Escuela Libertad; Petroquímica
Bahía Blanca, que producía etileno; Salta Forestal, dedicada a la explotación de
bosques, donde se elaboraban por ejemplo varillas de quebracho blanco, carbón
vegetal, etc. Estas serán algunas de las principales empresas donde la
participación de Fabricaciones Militares y capitales privados unirán fuerzas para
la fomentación de la industria Nacional. En el periodo de peronismo esta
fomentación se incrementara notablemente.

En junio de 1942 dará un fervoroso discurso en la Unión Industrial


Argentina donde planteara entre otras cosas, la necesidad de contar con
empresas de acero nacional para fomentar la industria nacional. En dicho
discurso planteara “la necesidad de armonizar mejor el aprovechamiento de
todas nuestras fuentes de riqueza y de equilibrar más la economía general con
un desarrollo efectivo de las actividades industriales, con una utilización cada
vez más intensa de materias primas del país” (Savio, 1973, p.365). Esta visión
se verá reflejada cabalmente cuando se descubra los yacimientos de hierro en
Zapla, provincia de Jujuy donde se construyó y se puso en funcionamiento la
plata piloto de Palpalá, la cual se utilizaron elementos en desuso y los Altos
Hornos de Zapla. Este hecho será un acontecimiento fundamental para el país.
Savio dirá “esta tarde, coincidiendo felizmente con nuestro aniversario, en un
pueblo de Jujuy empezara a correr un chorro de hierro argentino. Su fulgor
resplandeciente ha de ser un fanal más que iluminara el ancho camino de la
patria hacia su porvenir grandioso” (Savio, 2011, p.45).

Algo también novedoso en Savio será su visión de no despoblar a la


Argentina. Con la construcción de Altos Hornos Zapla, lo que busca es
aprovechar los recursos que le da el lugar y evitar despoblar el interior del país.
Dirá Savio que se debe evitar “tal desequilibrio (…) emplazando fábricas en las
pequeñas poblaciones” (Echagüe, 1999, p.70).

Este puntapié inicial tendrá un gran valor emotivo y sobre todo de defensa
de la soberanía Nacional. Con la primera explotación de acero, en épocas de
guerra (cabe aclarar que se gestaba en Europa la Segunda Guerra Mundial)
Savio dirá “la defensa nacional requiere en forma impostergable contar con una
producción propia de acero. Los hechos ocurridos desde que estalló la guerra
ultima nos lo demuestran incontrovertiblemente, pues la carencia de los
productos de hierro repercute seriamente sobre todas las actividades del país”
(Larra, 1992, p. 62). Un aspecto no menor y fundamental a futuro fue la
intensificación en la búsqueda de reservas de uranio y de torio. Savio entendía
la importancia de preservar dichos metales pesados, relacionándolo con la
defensa nacional y el rol de la energía atómica. En 1945, mediante el decreto
22.855 se prohibió la exportación de uranio dado que en un período
relativamente corto de tiempo del uranio se obtendrá energía atómica para ser
aplicada a la industria.

Por último a modo de resumen porque se tratara en el siguiente capítulo


se implementara la última etapa que fomentaba Savio, que era el Plan
Siderúrgico Argentino, que entrara en vigencia a partir de 1947, mediante la ley
12.98, denominado Plan Siderúrgico Nacional o Ley Savio.

Este ingeniero militar desarrollista, apagará su vida tempranamente el 31


de junio de 1948, no sin antes dejar los cimientos de lo que vendrá.

La Marina Mercante Argentina. Sus inicios y su relación con el industrialismo


naciente.

Cuando estalla la Segunda Guerra Mundial en 1939, la Argentina tenía un


problema fundamental, que era la falta de una marina mercante de bandera
propia que acompañara el crecimiento industrial que se empezaba a gestar.
Cuando se incrementa el conflicto bélico en Europa, las marinas mercantes que
operaban en nuestro país empezaron a abandonar el tráfico con nuestros
puertos. Por tal motivo, el comercio internacional de la Argentina sufre una
recaída notoria, pero contrariamente el comercio interno se incrementa.
Transcurrida la guerra en los puertos argentinos se hallaban 26 navíos
inmovilizados de nacionalidad italiana, alemana, danesa y francesa, los cuales
serán adquiridos por el Estado argentino. En aquellos tiempos, el presidente
Ramón Castillo, mediante el decreto 103.316 del 16 de octubre de 1941,
celebraba la creación de la Flota Mercante del Estado, el cual actuaba como un
organismo autónomo, en la jurisdicción del Ministerio de Guerra. Entrado el año
1942 la flota mercante contaba con 42 barcos, afectados al comercio de ultramar.

Su mayor auge vendría de la mano del peronismo entre 1947 y 1955,


cuando se incorporaron nuevas embarcaciones, se reforzó el tráfico y control de
calidad y un dato no menor, es que a partir de 1947 toda mercadería comprada
o vendida por el Estado Argentino debía ser transportada por la Marina Mercante
Argentina. También hubo una mejora notable con relación a la tecnología
aplicada a los barcos, donde se incorporaron embarcaciones que contaban con
bodegas frigoríficas por ejemplo. Se explotó también el traslado de petróleo que
abarataba notablemente los costos del combustible al ser transportados por una
flota de bandera argentina. Para el año 1952 la flota Mercante Argentina era una
de las más grandes a nivel mundial y un dato no menor una de más modernas.
Tras el Golpe de Estado de 1955, la Revolución Libertadora decidió
desprenderse de la mitad de la flota Mercante Argentina, conservando los
buques más antiguos. Esto generará una pérdida de competitividad a nivel
regional irrecuperable.
Capítulo 4 - Desde el surgimiento del GOU a la caída de Perón en 1955.

Se empieza a gestar una nueva Argentina

A partir de la de la revolución del 4 de junio de 1943 se empieza a gestar


una nueva Argentina, que consiste en una nueva forma de bastarnos a nosotros
mismos. Las ideas pregonadas por Vicat, Mosconi, Baldrich, Savio y otros, en
esta época se volverán realidad. La revolución del 43, es el principio del fin de la
década infame. Ese día “marchan unos ocho mil soldados desde Campo de
Mayo hacia Buenos Aires. En la presidencia es designado Arturo Rawson, que
debía asumir formalmente tres días más tarde, no obstante, antes que eso
suceda se obtura su ascenso en relación con la aparente intención de romper la
neutralidad. Cuando es desplazado, ocupa la Primera Magistratura Pedro
Ramírez” (Godoy, 2021, p.242).

Dentro de la revolución se dará el crecimiento de la figura de Juan Perón.


Por otro lado, FORJA también se expresara sobre la revolución afirmando que
“el derrocamiento del régimen constituye la etapa primera de toda la política de
reconstrucción de la nacionalidad y de expresión autentica de la soberanía (…).
La imposición progresiva y armónica de un programa de emancipación
económica, política y cultural de un país, es demanda sustancial del pueblo”
(Jauretche, 1976, p.149).

Dentro de las políticas implementadas por los gobiernos junianos,


podemos encontrar por ejemplo: la eliminación de los aranceles en los
hospitales, la implementación de la enseñanza religiosa, las investigaciones del
fraude de la CADE. También se tomarán medidas en beneficio de los
trabajadores. La revolución “produjo el despertar de la conciencia colectiva de
nuestras masas y fue posible plantear, orgánicamente las reformas sociales ya
iniciadas, al recoger el anhelo de la colaboración y dignificación de esa masa e
incorporarlas ordenadamente a la estructura nacional (…). La revolución se
dedicó a la labor social, luego a la economía y finalmente a la labor política”
(Perón, 1963, p. 98).
En esta nueva Argentina ingresa la idea de la industrialización de Estado.
También como lo planteara Ramos se dará una nueva unión, entre el Ejército y
el pueblo. Dentro el periodo analizado encontraremos un plan de acción bien
definido que será arrebatado por la revolución libertadora en 1955. Durante este
periodo se crearan los primeros tribunales del trabajo, se dará el fortalecimiento
de los sindicatos, se fomentara la industria, se redactara una nueva Constitución
Nacional que incorpora los derechos laborales y sociales, la igualdad jurídica del
hombre y la mujer los derechos de la niñez y la ancianidad, los derechos al
trabajo y la retribución justa, a las condiciones dignas de trabajo, al progreso
económico, etc. Sin dudas será un momento donde quedaran sepultados los
conceptos de la vieja argentina pastoril para abrirse al nuevo modelo
industrialista que empieza a difundir Perón.

El significado de la defensa nacional para Perón.

La idea de la Cátedra de Defensa Nacional, que se dictaría en la


Universidad de La Plata, no era una idea nueva ya que se tenía la intención de
crearla con anterioridad pero la misma fue aprobada por unanimidad por las
Comisiones de Enseñanza y de Interpretación y Reglamento del Consejo
Superior el 28 de septiembre de 1943. El discurso de Perón será el que inaugura
las actividades de la catedra de defensa Nacional (que se llevan a cabo el 10 de
junio de 1944) y lleva como título “Significado Nacional desde el punto de vista
militar” y que se convirtió en un clásico de la doctrina militar. Esto resultaba
importante porque se explayaban conocimiento hasta el momento reservados
solamente para las Fuerzas Armadas. Dirá claramente Perón “no creo
equivocarme si expreso que durante mucho tiempo, solo han sido las
instituciones armadas las que han experimentado las inquietudes que se derivan
de la defensa nacional de nuestra patria, y han tratado de solucionarlas , creando
el mejor instrumento de lucha que han podido. Pero es indispensable, si no
queremos vernos abocados a un posible desastre, que todo el resto de la Nación,
sin excepción de ninguna especie, se prepare y juegue el rol que, en este
sentido, a cada uno le corresponde (Perón, 1964, p.98).
En el discurso inaugural de Perón (como Ministro de Guerra) enuncia la
palabra Defensa Nacional, pero a que alude cuando se refiere a Defensa
Nacional? Sin dudas, en resumidas palabras, es “asegurar la grandeza a que
nuestra Nación tiene derecho” (Perón, 1945, p. 51). Pero esta grandeza a la que
se refiere Perón, tiene un origen en la participación total de la población que debe
compenetrarse para alcanzar esa grandeza. Este planteo no se trata de un
problema que solamente las Fuerzas Armadas debe solucionar, sino que la
realidad es bien distinta, ya que para llegar al objetivo dispuesto entran en juego
todos los habitantes de la Nación, todas sus energías, todas sus riquezas, todas
sus industrias y las producciones más diversas que genere el país como por
ejemplo el trasporte y las comunicaciones.

Este concepto de Nación en armas, el cual Perón reconfiguró, según las


necesidades que tenía nuestro país. Él mismo en su discurso introduce las
“características del pueblo”, pensando la noción de la Defensa Nacional en
términos más integrales: que contempla los aspectos económico, moral, social,
educación, etc. La cuestión “de la defensa nacional no se vincula únicamente a
las Fuerzas Armadas, sino que tanto en su planteo como en su resolución
participan todos los habitantes” (Godoy, 2021, p. 409). Es por eso que la teoría
de guerra que Perón difundía está atravesada, además de por la historia
nacional, por la teoría alemana y en especial por las ideas que inculcaba Colmar
Von der Goltz y su concepto de nación en armas: donde en la Nación entera está
la solución a los problemas que puede atravesar el país.

Perón claramente visualiza la cuestión de la guerra, que si bien no es


deseable, estaba consciente de los conflictos que se dan en Europa, pero tiene
en claro que la guerra debe evitarse. Pensar un mundo sin conflictos seria
utópico y han existido diversos pensadores (que se los podría calificar como
utópicos) que piensan que la guerra podría evitarse. Perón pensaba que “no
resulta posible encontrar una solución ideal al conjunto de problemáticas
económicas, sociales, financieras, políticas, etc., que garanticen una paz en todo
el globo a lo largo de los tiempo” (Godoy, 2021, p. 410).

En este análisis Perón realiza un gran análisis del mundo, donde


encontramos países satisfechos y países insatisfechos. Dirá que “las primeras,
todo lo poseen y nada necesitan y sus pueblos tienen su felicidad asegurada, en
mayor o menor grado. A las segundas, algo les falta para satisfacer sus
necesidades: mercados donde colocar sus productos, materias primas que
elaborar, substancias alimenticias en cantidad suficiente, un papel político que
desempeñar en relación con su potencialidad, etc.” (Perón, 1945, p.55). Dentro
de esta división las naciones satisfechas estrechan los lazos del pacifismo
(descuidando el aspecto de la defensa), mientras que las naciones insatisfechas,
para satisfacer sus necesidades buscaran probablemente la guerra, por lo que
suele prepararse para ella. Nuestro país, según Perón, está dentro de las
naciones satisfechas ya que “nuestro pueblo puede gozar relativamente una
gran felicidad presente, pero por desgracia no podemos escudriñar el fondo del
pensamiento de las demás naciones” (Perón, 1945, p.56).

Muestra las características de la guerra y su evolución a través del tiempo,


llegando hasta la noción de nación en armas a la cual categoriza como la teoría
más moderna en torno a la Defensa Nacional. Esta noción teórica establece que
“la guerra aparece no solo en los campos de batalla militar, los mares y el aire
(…), sino también en la política, la economía, lo financiero, moral, industria, etc.”
(Godoy, 2021, p.411). Por eso hace hincapié que no solo los militares deben
entender la guerra sino que todas las inteligencias del país se esfuercen en
conocerla, en estudiarla y comprenderla para poder llegar a la solución integral
que necesita el país.

Perón expone que la Defensa Nacional es una tarea vasta y compleja que
lleva años y años. Aclara que para tener esta noción de defensa, el país debe de
plantease un objetivo político determinado. Este objetivo debe partir
principalmente de las necesidades que tiene el pueblo, de sus fortalezas para
poder cumplir con los objetivos que se plantea el país, y sobre todo el objetivo
está atado al sentir de su pueblo y sus necesidades. Aclara sabiamente que
nuestro país nunca tuvo principios de conquista como lo tuvo Gran Bretaña o
Alemania. Claramente entendía que podíamos engrandecer nuestra Nación
“mediante la explotación de nuestras riquezas y colocar el excedente de nuestra
producción en los diversos mercados mundiales, para poder adquirir lo que
necesitamos” (Perón, 1945, p.60).

Otro de los elementos fundamentales que destaca Perón es la acción de


la diplomacia, la cual tiene como finalidad estar alineada con los objetivos
políticos del país y generar las mejores condiciones para el engrandecimiento de
la Nación. Para Perón, “la gestión diplomática y uso de la fuerza militar vas
emparentadas” (Lopez, 2009, p.91).

Otro de los puntos fundamentales para la defensa son las Fuerzas


Armadas, donde las naciones deben prepararlas al máximo y aquellas (nos dirá
Perón) naciones que descuidaron la preparación de ellas siempre han de pagar
caro su error, desapareciendo o cayendo en la servidumbre. La preparación de
las mismas no puede darse de un día para otro, sino que la planificación es
fundamental ya que “las armas, municiones y otros medios de lucha , no se
pueden adquirir ni fabricar en el momento en que el peligro nos apremia (…) sino
que es necesario encarar fabricaciones que exigen largo tiempo” (Perón, 1945,
p.64). Por tal motivo la planificación será fundamental en la construcción de
Nación que visualizaba Perón.

A partir de este núcleo de defensa, aparece la cuestión de la política


interna y sobre todo de la cuestión social del país. Cabe recordar que la
formación militar de Perón estuvo atada al interior del país, donde diviso la
miseria que vivía el pueblo. Su análisis parte de la premisa de que si existen
necesidades básicas insatisfechas, difícilmente puede estar el pueblo dispuesto
a dar todo por la Nación. Claramente entiende que cuando el peligro de la guerra
se hace presente, la acción de la política interna tiene un rol fundamental que
“debe establecer una verdadera solidaridad social, política y económica” (Perón,
1945, p.67).

Veía que siendo conocidos como el granero del mundo año tras año un
elevado porcentaje de ciudadanos que se preparan para aprender a cumplir su
deber de defender a la patria “son rechazados por no tener las condiciones
físicas indispensables: muchas vienen una insuficiencia alimentaria y abrigo en
su niñez” (Godoy, 2021, p.412). Es por eso que para poder hablar de defensa
nacional tenemos que asegurar la felicidad del pueblo y es en este sentido donde
ira la idea de Perón.

También visualizará que para tener una defensa nacional óptima, es


fundamental tener un desarrollo industrial. En este sentido, Argentina es
plenamente un país agroexportador de materias primas. Perón visualiza “que la
actividad agropecuaria ocupa poca gente (…) el país exporta materias primas y
luego importa el articulo manufacturado en el extranjero con esa materia prima,
que el capital extranjero no quiere elaborar” (Galasso, 2015, p.214-215). Esto
trae como consecuencia un gasto en importaciones de material bélico,
maquinarias agrícolas, etc., todos los productos que el país no fabrica. Ahora
bien, cuando ocurre la Primera Guerra Mundial, el país que era netamente
agropecuario se vio envuelto en la problemática de importar aquellos bienes que
eran importados desde el extranjero. La capacidad industrial que surgió en ese
momento (aventurera ya que no contaba con una protección del Estado) nos
demostró que teníamos la capacidad técnica y los trabajadores para levantar
nuestra propia industria. Lamentablemente terminada la guerra “muchas de
estas industrias desaparecieron por artificiales unas, y por falta de ayuda oficial
otras, que debieron mantenerse; pero muchas sufrieron airosamente la prueba
de fuego de la competencia extranjera dentro y fuera del país” (Perón, 1945,
p.71).

Este impulso industrial no fue realizado desde el Estado, sino que su


impulso vino desde los sectores privados, algunos pioneros que debieron luchar
contra las adversidades de la época. El Estado no estuvo para guiarlos y
tutelarlos, para defenderlos del capital extranjero, el cual demostraba poco
interés en la industria nacional sino que le interesaba principalmente su materia
prima para luego inundar la nación con sus productos manufacturados. Perón se
referirá claramente al capital extranjero que buscaba invertir solamente en las
actividades comerciales, donde encontraban un lucro rápido y desreglado por el
Estado de turno, como lo fueron el establecimiento de servicios públicos
(electricidad, ferrocarril, etc.).

Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial la situación del país era


similar e incluso se fomentó más la industria nacional partir de la sustitución de
importaciones, donde aparecerá por ejemplo la creación de la Dirección General
de Fabricaciones Militares. También se dará la formación de técnicos en las
escuelas fomentadas por Manuel Savio que demostrará que los técnicos
argentinos son tan capaces como los extranjeros. En el mismo sentido, Perón
dirá “los técnicos argentinos se han demostrado tan capaces como los
extranjeros (…). El obrero argentino, cuando se le ha dado oportunidad para
aprender, se ha revelado tanto o más capaz que el extranjero” (Perón, 1945,
p.72).

A través del discurso en la Cátedra de Defensa Nacional, lo que quiere


fomentar es la industria nacional y no cualquier industria, sino una industria
pesada, tales como fábricas siderúrgicas, metalúrgicas, petroquímicas, etc. Para
que esto se pueda cumplir indudablemente es necesaria la acción del Estado
como protector e impulsor de esta industria pesada, quien será el encargado de
guiar y proteger a la industria nacional naciente. Perón dirá que el primer paso
fue la creación de la Dirección General de Fabricaciones Militares que contempla
varios de los problemas neurales que aquejan al país. El segundo paso a seguir
es guiar al pueblo que siga carreras industriales y oficios que se le asemejen
porque la Nación necesita de todos ellos. No será casualidad que en 1948 (con
Perón como presidente de la Nación) se cree la Universidad Obrera Nacional
(UNO) con la finalidad de formar profesionales y capacitar a la clase trabajadora
para que fortalezca la industria naciente.

Vera por otro lado la importancia del desarrollo de una política comercial,
tanto exterior como interior. Entra en juego el rol del Estado para controlar los
ferrocarriles, el puerto, las vías de comunicación, etc. Desde luego debe
fomentarse el comercio interior, asegurando una adecuada distribución de “los
productos destinados a satisfacer el abastecimiento de las fuerzas armadas y de
la población civil, evitando la especulación y el alza desmedida de los precios”
(Perón, 1945, p.75). Con respecto a las vías de comunicaciones terrestres y
fluviales tendrán un rol fundamental al momento de la defensa nacional. Años
más tardes dirá el Teniente Iturralde “los ferrocarriles son muy útiles al país
durante la paz, pero su valor durante la guerra, cuando la Nación juegue su
destino, será de tal trascendencia, que lo hacen indispensables (…) las
necesidades económicas de una nación imponen, como exigencia principal, la
unión de las zonas productoras con las distribuidoras y consumidoras, por
medios de elementos de transportes rápidos, baratos y de gran capacidad”
(Iturralde, 1950, p.156).

Sin dudas, a través de sus palabras, Perón pregona la necesidad de dejar


de ser un país semi-colonial, dependiente de algún imperio para pasar a ser un
país industrialista, que se conciba a sí mismo. Godoy dirá “pasar a la
industrialización de nuestra nación, política intrínsecamente vinculada a la
defensa nacional” (Godoy, 2021, p.414).

Para finalizar este recorrido Perón fundamentara que queremos el


engrandecimiento de nuestra Patria y la felicidad de nuestros hijos, tenemos que
dejar de ser un país netamente pastoril, en el cual solamente trae beneficios para
unos pocos; que indudablemente la guerra es inevitable pero en una Nación
pacifista como la nuestra siempre debe estar preparada para la guerra; que la
defensa de la Patria es un tema integral y no solo de las Fuerzas Armadas, en
su defensa, actúan todos los integrantes que habitan la nación; Y para que ello
ocurra, el pueblo debe tiene que estar satisfecho, tiene que existir una gran obra
social que haga que si fuese necesario en tiempos de guerra, el pueblo desee
con orgullo defender a su Patria. De esta Cátedra de Defensa Nacional, meses
después se creara el Consejo Nacional de Posguerra, para luego entrar en el
primer plan quinquenal.

El Consejo Nacional de Posguerra

Luego de la creación de la Catedra de Defensa Nacional, a los pocos


meses vendrá la creación del Consejo Nacional de Posguerra (CNP),
exactamente el 25 de agosto de 1944, mediante el decreto 23.847, que tendrá
como finalidad estudiar la situación historia y actual para desarrollar la industria.
El mismo estaba bajo la órbita de la vicepresidencia de la Nación, precedida por
Juan Perón. La dirección del CNP estaba en manos de Perón, mientras que la
secretaria general estaba a cargo del consejero técnico de la vicepresidencia,
José Figuerola. El CNP funcionaba gracias a las diversas subcomisiones, dentro
de las cuales podemos encontrar Hacienda, Trabajos Públicos, Desocupación,
Defensa, Trabajo y previsión Social, etc.

Una de sus finalidades estará ligada a los estudios económicos y sociales


para generar un plan de acción que tenga como resultado un ordenamiento
económico y social del país. Se avecinaba el fin de la Segunda Guerra Mundial,
donde Alemania y las potencias del Eje empiezan a ser derrotadas y los aliados,
liderados por Estados Unidos, Inglaterra y la Unión Soviética se alzan en la
victoria. En este contexto internacional, Perón ve la necesidad de que el país
diseñe una planificación a mediano y a largo plazo. El CNP delineaba dos
objetivos centrales: “uno, inmediato, a corto plazo, cuya finalidad era prevenir las
dificultades que pudieran presentarse derivadas del tránsito del estado de guerra
al de paz, en el orden mundial, para el cual debían adoptarse las medidas
indispensables, principalmente creación de fuentes de trabajo, coordinando la
actividad de los organismos del Estado que tenían programadas realizaciones
concretas; b) el otro a largo plazo, consistente en proyectar una planificación
ordenadora, sujeta a una orientación general con miras al porvenir económico”
(Galasso, 2015, p. 229).

El CNP será la primera herramienta de política económica industrial


creada por el gobierno militar, cuya misión será la planificación y sobre todo
neutralizar el despojo de la Nación, asegurando el mejor negocio para el país.
Perón dirá que el CNP tendrá la finalidad de “la recuperación nacional,
comprando todos los servicios públicos enajenados por los gobiernos anteriores
e incrementando con ello dos a tres veces el haber patrimonial del Estado
Argentino” (Perón, 1953, p. 91). La finalidad del CNP es asegurar la satisfacción
de todas la necesidades de los habitantes del país, sin tolerar el injusto
acaparamiento de bienes en manos de unos pocos y para ello se necesita
primero información estadística que permitiera conocer cómo está el país hoy,
para luego planificar a mediano y largo plazo para poder satisfacer las
necesidades demandas. Los estudios estadísticos realizados por el CNP serán
el cimiento y las herramientas utilizadas en la conformación de lo que se
conocerá como el Primer Plan Quinquenal. Cabe aclarar una vez que Juan Perón
asuma en el poder ejecutivo en Julio de 1946 el CNP dejara sus funciones para
transferírselas a la Secretaria Técnica de la Presidencia de la Nación, cuyo titular
era también Jose Figuerola. También se debe tener en cuenta que tal como lo
relata Piñeiro Iñiguez “el Consejo Nacional de Posguerra prácticamente nunca
funciono, al menos no en las funciones ejecutivas que se le atribuían” (Piñeiro
Iñiguez, 2010, p.636).

Sin dudas el plan de acción tenía entre sus objetivos el fomento de la


industria, impulsándolas para que satisfagan los intereses nacional y utilicen la
materia prima producida en el país; la descentralización industrial, expandiendo
y diversificando la producción, ubicando las fábricas cerca de los lugares de
producción de las materias primas (tal como ocurrió con Altos Hornos Zapla); la
explotación de las riquezas naturales que poseía el país; perfeccionamiento de
los conocimientos técnicos; estímulo al capital privado para realizar inversiones
de capital; la generación de empleos, manteniendo al máximo el nivel de
ocupación, implementando políticas de estímulo de un salario digno y viviendas
adecuadas para evitar el despoblamiento del interior; seguridad social donde el
Estado juegue un rol fundamental en la protección del trabajador; entre otras
cosas que planteaba este CNP.

Tal como lo mencionamos, el funcionamiento del CNP es relativamente


breve, va desde el 25 de agosto de 1944 (se reglamentó el 9 de septiembre de
1944), hasta el cambio en la coyuntura del país que empieza a partir del 17 de
octubre de 1945. El CNP interrumpe sus funciones y traspasa sus facultades y
personal a la Secretaria Técnica de la Presidencia de la Nación en julio de 1946
(Con Perón en la presidencia del país). A pesar de no poder explayar todo lo
ideado y mencionado, el CNP será las bases sólidas del peronismo y sobre todo
de lo que vendrá, el primer plan quinquenal.

Los planes quinquenales.

El primer Plan Quinquenal (1947-1951), constituye uno de los


instrumentos fundamentales de la acción de Gobierno de Juan Perón, el cual
fijaba como metas, logar una economía autosuficiente, reducir a cero la
propiedad extranjera de los servicios públicos y por último fomentar el consumo
interno de la población. El segundo Plan Quinquenal (1953-1958, el cual quedó
inconcluso por Revolución Libertadora en 1955), adopta una lógica más
desarrollista, que buscará el fomento de la industria pesada y sobre todo la
exportación de materias primas. La visión de Perón ya la esbozaba primero en
la Cátedra de Defensa Nacional y posteriormente en el CNP.

Perón se dirigirá a la Honorable Cámara del Congreso de la Nación


justificando la “finalidad que se ha perseguido es substancialmente de carácter
social; situar a la economía del país al servicio de todos los habitantes, para que
todos sean coparticipes de sus riquezas en proporción a su capacidad y al
esfuerzo que en bien de la comunidad realicen, al mismo tiempo que se aumente
la renta nacional como consecuencia de la movilización de la riqueza y de la
producción y también de la elevación del nivel económico de los ciudadanos que
ha de traducirse en mayor consumo” (Perón, 1946, p.67).

Este primer Plan Quinquenal tenía como finalidad tres ejes fundamentales
que eran, garantizar la plena ocupación; el aumento de la renta nacional
mediante la movilización de la riqueza del país, generando mayor consumo y por
último un carácter social en el cual la economía del país debía estar al servicio
de todos sus habitantes. Pero algo fundamental para poder llevar a cabo el plan
de acción del Gobierno era que debíamos planificar, algo que desconocíamos.
Recién con el CNP se empezó a tener estadísticas que reflejaron nuestra
realidad y “aprendimos a conocer nuestra patria, porque antes no la conocíamos
ni, la poseíamos. Solo se posee aquello que se conoce, y nosotros no
conocíamos la Argentina. ¿Si la conociéramos, íbamos a estar importando
carbón, por ejemplo, durante 50 años, teniendo millones de toneladas en Río
Turbio?” (Perón, 1952, p.7).

Perón tenía bien definido que para implementar un plan de acción, se


debía conocer a la Argentina en su totalidad. Cuando expone el segundo Plan
Quinquenal, se referirá al primero de la siguiente manera “el 1er Plan Quinquenal
(…) no pudo tener ni la racionalización absoluta de su contenido, ni tampoco los
estudios bases permitieron afirmarlo en realidades absolutas, desde que la falta
de estadísticas, la falta de censos y el desconocimiento en que el país vivía de
su propia realidad no me permitieron realizar una planificación perfecta” (Perón,
1953, p.11).

A pesar de ello cabe destacar que el primer Plan Quinquenal culmino la


realización de más de 75 mil obras en todo el país, en donde se destacan la
construcción de viviendas destinadas a la clase trabajadora, la construcción de
escuelas y los servicios de salud. En un segundo plano (y no por ello de menos
importancia) se dará la Nacionalización de los transportes, que estarán bajo la
órbita de la Empresa de Ferrocarriles del Estado Argentino (EFEA); incentivos a
la industria que eran otorgados por el Banco de Crédito Industrial Argentino;
protección de la industria nacional mediante barreras arancelarias; la
nacionalización de los servicios telefónicos que pasaran a la órbita de la Empresa
Nacional de Telecomunicaciones (EnTel); la creación de la flota mercante de
ultramar; la nacionalización de astilleros y la creación de nuevos astilleros, como
por ejemplo el Astillero de Rio Santiago; la creación del Instituto Argentino de
Promoción del Intercambio5 (I.A.P.I), entre otras obras realizadas.

Este primer plan tendrá también el apoyo de Cooke, marcando su visión


antiimperialista cuando estableció “queremos dejar constancia que intervención
ha habido siempre en este país, el intervencionismo no es nuevo. Lo que es
nuevo es el intervencionismo a favor de la clase necesitada y el intervencionismo
por medio de la planificación, porque puede haber intervencionismo sin
planificación y lo ha habido en este país; lo que no puede haber es planificación
sin intervencionismo; si se demuestra que la planificación es imprescindible, de
hecho quedara demostrado que no puede dejar el Estado de intervenir en la
relaciones del capital privado” (Cooke, 1998, p.56).

El primer Plan Quinquenal se propuso cambiar el perfil del país, pasando


de un modelo económico agroexportador, hacia una economía productiva con
una base sólida en la industria liviana, apoyada por la expansión del mercado
interno y sobre todo con la incorporación al mercado de los sectores que
anteriormente siempre estuvieron postergados como lo era la clase trabajadora.
La inversión que realizaba el Estado en salud, educación vivienda y prevención
social, conformaban de manera indirecta una mejora en la condición de vida de
la población, liberando recursos para que esta población olvidada pudiera
incluirse en el mercado y pudiera comprar productos durables, fortaleciendo el
consumo interno.

5
El Instituto Argentino de Promoción del Intercambio (I.A.P.I) fue creado bajo el decreto-ley 15350 en
mayo de 1946. Sera fundamental para la política implementada por el presidente electo
democráticamente Juan Domingo Perón. El organismo tenía como funcionalidad el control del comercio
exterior. El mismo se originó con el objetivo de intervenir en la actividad de exportaciones de carnes,
cereales y oleaginosas y así garantizar la transferencia de los recursos a los productores. La creación del
I.A.P.I viene a frenar la explotación de las exportadoras de materias primas que estaban dominadas por
capitales extranjeros. Lo que realizaba el I.A.P.I era comprar la producción interna de los productores para
que el Estado sea el exportador de esas materias primas. Otra de las funciones que realizaba era la
intervención para la compra de bienes de capital (entre ellas maquinarias, rodados, etc.) para proveer a
la industria naciente. Cabe destacar que poseía otra gran meta que era la transferencia de ingresos para
el desarrollo industrial mediante créditos blandos y subsidios.
También se dará la creación de Aerolíneas Argentinas (1950) y al mismo
tiempo se fomentara la construcción de automóviles y de aviones. Cabe destacar
que Argentina será el tercer país, después de los Estados Unidos y la Unión
Soviética en producir un avión a reacción, que llevara el nombre de Pulqui6 II.
Otro de los factores fundamentales estará dado en la vivienda, con el
otorgamiento de créditos hipotecarios blandos para la compra de vivienda y
sobre todo la creación de nuevos barrios sociales como por ejemplo el Barrio Los
Perales en Mataderos. La importancia que “tuvo la sanción de la ley de propiedad
horizontal, que permitió a muchos inquilinos convertirse en propietarios, como
así también la política implementada a través del congelamiento de alquileres”
(Galasso, 2015, p.518), dará estabilidad a gran parte de la población.

Posteriormente el Segundo Plan Quinquenal, se estipulaba implementar


a partir del 1 de enero de 1953 hasta el 31 de diciembre de 1957 (cabe aclarar
que este plan quedara trunco después del derrocamiento de Perón) y el mismo
estaba organizado como un árbol de objetivos donde se especificaba cuáles eran
los objetivos fundamentales, los generales y los específicos, generando una
mayor coherencia entre las distintas partes y una mejor organización del plan de
acción. Uno de los logos más importantes de este plan será la puesta en marcha
de la Sociedad Mixta Siderúrgica Argentina (SOMISA), que le permitirá a la
Argentina por primera, vez la elaboración de acero, complementando la
producción de hierro que se daba en Jujuy en los Altos Hornos Zapla. Será uno
de los hitos fundamentales para la explotación de la industria pesada. Sin dudas
el plan de acción apunto “a la industria pesada y de sectores básicos: siderúrgica,
maquinaria, petroquímica. Se complementaba, además, la convocatoria al
capital extranjero” (Cattaruzza, 2012, p.219).

El plan puede ser analizado desde cinco aspectos que son la acción social
donde estará planteada la organización total del pueblo, el desarrollo del trabajo
en general, los problemas que atraviesa la sociedad y las investigaciones que
lleva a cabo el Estado, referidas a salud, técnicas y educación; la acción
económica, que comprende la acción del Estado para fomentar el incremento de
la minería, la extracción de combustibles, el fomento de la explotación agraria y

6
El significado de Pulqui, en lengua Mapuche es “Flecha”.
el desenvolvimiento de la industrias en general; comercio y finanzas, que
comprende la política crediticia llevada a cabo por el Estado en temas
relacionados con la política monetaria y fiscal; servicios y trabajos públicos que
comprende la red de comunicación en general (donde podemos incluir los
puertos, las comunicaciones, etc.) y por ultimo planes militares.

En este plan, el Estado se ubica como coordinador de la acción del sector


privado, implementando créditos para que estos puedan fomentar la industria y
por otro lado el mismo da un giro más ortodoxo para que se permitiera la
atracción de capitales extranjeros. Perón se referirá a este giro diciendo que el
Segundo Plan Quinquenal es relativamente estatal y en sus realizaciones
preponderantemente privado. Cabe destacar que este segundo plan estará
netamente orientado a fortalecer el lazo económico, primeramente mediante el
I.A.P.I que concentraba el comercio exterior. Se buscaba aumentar los saldos
exportables provenientes del sector agropecuario para fomentar la industria
pesada que se empezó a gestar en el país. Con este nuevo plan, los capitales
que se incorporen deben crear empresas y no despojarnos de las que poseemos.

Esta estrategia la sintetizan Gerchunoff y Antúnez, afirmando que las


“fábricas, escuelas, empresas estatales, organismos públicos, ciudades y
pueblos de campaña se constituyeron en los múltiples blancos de una masiva
propaganda oficial orientada a promocionar el nuevo plan quinquenal. No era un
capricho. Aplicado a partir de 1953, el plan fue una pieza indispensable de las
reformas de carácter estructural que acompañaron al proyecto estabilizador de
1952. En uno de los múltiples documentos oficiales que explican el plan, se
reconocía sencillamente que: “el Primer Plan Quinquenal consolido en el país la
industria liviana y corresponde a este segundo plan arraigar la industria pesada”.
Esa visión secuencial mostraba las cosas más simples de lo que en realidad
eran. El cambio de prioridades no obedecía al hecho de que una etapa del
desarrollo argentino estaba concluida y se pasaba entonces a otra. Se trataba,
más bien, de una reestructuración de acuerdo con la cual el consumo popular ya
no diseñaría espontáneamente el patrón productivo, ni la producción se llevaría
a cabo exclusivamente para satisfacer las demandas inmediatas del consumo
popular. Había que garantizar que el crecimiento no fuera efímero, como lo había
sido entre 1946 y 1948, y eso requería un importante cambio de políticas”
(Gerchunoff y Antúnez, 2002, p.181).

El Segundo Plan Quinquenal lo que buscó desde un principio fue sentar


las bases para un desarrollo autónomo en las áreas estratégicas, que eran los
sectores siderúrgico y petrolero. A pesar que se ejecutó de modo parcial, el
mismo tuvo una intensidad notable como por ejemplo en la creación de Industrias
Aeronáuticas y Mecánicas del Estado (IAME), donde se diseñaran entre otras,
prototipos tecnológicos, fabricación de automóviles, herramientas, etc., y que
gracias a ella se estimuló centenares de industrias privadas que eran
proveedoras del IAME.

Para financiar este plan, Perón busco resolver la crisis que afecto años
anteriores al sector agrario fomentando la tecnificación la producción agraria
para encontrar excedentes que permitan financiar el nuevo Plan Quinquenal. En
esta visión Girbal-Blacha dirá que “el inconcluso Segundo Plan Quinquenal
(1953-1957) consolida esa nueva política agraria, con el fomento de una mayor
y mejor producción en relación con el mercado interno y los saldos exportables,
colonización y reordenamiento en el uso de la tierra, el crédito, mecanización de
las unidades de producción, tipificación de los granos, fomento del
cooperativismo y un sistema impositivo capaz de promover una explotación
racional de la tierra” (Girbal-Blacha, 2000, p.102).

Para finalizar podemos decir que la experiencia inconclusa del Segundo


Plan Quinquenal dejo profundas huellas en nuestra historia al momento de
planificar. Entre ellos podemos mencionar el crecimiento cuantitativo del empleo,
el fomento de la realización de nuevas actividades como planes de viviendas, de
salud, deportes, etc.; el desarrollo del Estado empresario con la creación de
empresas nacionales de servicios públicos y de bienes. Es por ello que el
Segundo Plan Quinquenal es la maduración primeramente de las estadísticas
del CNP, de la aplicación del Primer Plan Quinquenal y de la planificación
madurativa que se tuvo en estos años. Este tipo de planificación será la primera
experiencia en América Latina, que quedara trunca por el Golpe de Estado de
1955.
El plan Siderúrgico Argentino. La base de la industria pesada

Con el peronismo en el poder se aprobara el Plan Siderúrgico Argentino,


y posteriormente en 1947 se creara la Sociedad Mixta Siderúrgica Argentina más
conocida como SOMISA, la cual estaba representada por un 80% de capital
estatal (vale la aclaración que decir estatal es igual a decir que le pertenece a
todos los ciudadanos argentinos) y un 20% por capital privado. El plan en si era
ambicioso ya que tenía como finalidad la producción de acero, utilizando
minerales y combustibles argentinos. Ya no se buscaba depender del extranjero
sino lo que se buscaba era bastarnos a nosotros mismos. También se buscaba
abastecer a la industria nacional con acero de alta calidad, fomentar la
instalación de plantas de trasformación (como lo será por ejemplo las plantas de
Ramallo y Punta Argerich), y por ultimo buscar el afianzamiento de la industria
siderúrgica argentina. La importancia que pregonaba Savio de contar con una
siderúrgica y una metalúrgica propia era fundamental para formar nuestra
soberanía nacional.

El primer presidente de SOMISA será Savio pero al año siguiente fallece


a los 56 años. Los cimientos de la empresa se darán en el peronismo pero recién
inicio sus actividades en 1960, con la puesta en marcha de su primer Horno
Siemns Martin. Con el lanzamiento del Segundo Plan Quinquenal, el cual quedó
trunco por el Golpe de Estado de 1955 tenía como meta la consolidación de la
industria pesada y en especial la de SOMISA. Esta intención quedo manifestada
con la sanción de la Ley 14.222 de 1953 de Promoción Industrial y la Ley 14.122
de Inversiones Extranjeras. Ambas leyes tenían como finalidad la radicación de
empresas extranjeras y la inversión de capital extranjero y a su vez la
participación central del Estado. SOMISA sin dudas “desarrollo hasta su
privatización, siguiendo las ideas del Gral. Savio, una obra de envergadura
nacional; era una planta integrada que se constituyó en el soporte básico de la
industria siderúrgica argentina; producía acero de alta calidad y abastecía a las
plantas de transformación y laminado con un excelente acero en condiciones y
precios especiales respetando las disposiciones de la Ley Savio” (Savio, 2011,
p.62). En 1992 se decide la privatización de SOMISA y la misma pasara a manos
de Techint, quedando trunca las ideas de Savio, donde la producción siderúrgica
fuera la base de la industrialización nacional.
Las políticas del peronismo sobre Malvinas y la Antártida.

En el primer gobierno peronista, la cuestión antártica ocupo un rol


fundamental y sobre todo estratégico, para generar una conciencia sobre el
continente blanco y tal será que el presidente de la Nación afirma “El magno
asunto de la Antártida (…) tiene una sola directiva: defender la soberanía de la
Republica y acreditar ante el mundo los derechos imprescriptibles a la zona
discutida” (Perón, 1948, p.10).

Dentro del magno asunto, tal como lo define Perón, está el reclamo
pacifico sobre la posesión de la Antártida e Islas Malvinas. Se referirá al asunto
diciendo que “la Nación Argentina, defenderá celosamente su soberanía
territorial y, en la discusión pacifica de sus derechos, expresara su voluntad
indeclinable, de que no se alteren los títulos legítimos que ofrece” (Perón, 1948,
p.11).

Desde el primer día que asume la presidencia, Perón tiene en claro que
es fundamental para la Nación el tema de la Antártida y mediante el decreto
8944/46 establece “pautas para la publicación de mapas de la República
Argentina, prohibiéndose expresamente aquellas representaciones que (…) no
consagren en toda su extensión la parte continental e insular del territorio de la
Nación, que no incluyan el sector antártico sobre el que el país mantiene
soberanía” (Carrasco y Pestanha, 2016, p. 62).

Esta política implementada por el peronismo dará sustento al reclamo de


ejercer soberanía por derecho y de hecho sobre la Antártida como “al mismo
tiempo la Argentina tiene derecho sobre ciertas islas antárticas ocupadas
actualmente por otra potencia, en la misma forma como también tiene derecho
sobre las islas Malvinas, aunque no puede ejercer esa soberanía por ocupación
de facto que en las mismas mantiene otra potencia” (Perón, 1948, p.37).

El plan estratégico que se plantea, es generar una conciencia nacional


antártica por lo cual entre sus principales políticas están la de la promoción del
mapa bicontinental, en donde consta la dimensión total de territorio que posee
el país, donde se incluye la parte antártica y las Islas Malvinas; la emisión de
sellos postales con alegorías antárticas; publicaciones y divulgación de la
conciencia antártica entre otras cosas.

El Asunto Magno “intentara materializarse a través de una estrategia


diplomática coordinada. A modo de ejemplo puede citarse la declaración
conjunta (…) entre el canciller chileno (…) y el presidente de la Comisión
Nacional del antártico” (Carrasco y Pestanha, 2016, p. 64). En dicho acuerdo el
gobierno argentino y chileno mediante un mutuo acuerdo, pactan la protección
de sus derechos en la Antártida sudamericana.

Con esto se intentara fomentar una conciencia y reflexión sobre la


importancia que tiene el continente blanco no solo en el conocimiento sino
también por los recursos potenciales existentes en la región. Dirá Perón” la
Antártida no esa aun colonizada; por el contrario, es un país desierto, pero
llegara el día en que el mundo necesite lo que aquellas tierras encierran” (Perón,
1948, p. 65). Esta reflexión generara una fuerte conciencia nacional y el rol que
cumplirá Hernán Pujato para la instalación de bases científicas y la población de
la Antártida.

Hernán Pujato y la Soberanía Nacional sobre la Antártida.

El rol que cumplió Hernán Pujato7 será fundamental, ya que toda su vida
estará atada a fortalecer los lazos con el continente blanco, será un visionario en
fortalecer la Soberanía Nacional en la Antártida, mediante la ocupación en el
continente sur. Antes de Pujato cabe mencionar que desde 1904 el país tuvo
presencia ininterrumpida con la primera oficina meteorológica instalada en la
“isla Laurie de las Orcadas del Sur, perteneciente al arco de las Antillas del Sur
(…) mantuvo su ocupación, de manera permanente” (Genest, 1998, p.11).

7
Nacido el 5 de Junio de 1904, en Entre Ríos. Ingreso al Colegio Militar de la Nación en 1922, donde egreso
como Subteniente del Arma de infantería en 1924. En 1927 se incorpora al Regimiento de Infantería de
Montaña. En 1935 ingresa en la Escuela Superior de Guerra y egresa en 1938 con el título de Oficial de
Estado Mayor. En 1944 se desempeña como Jefe de Estado Mayor de la Agrupación Patagonia. En 1946
es designado como Agregado Militar en la embajada Argentina en la República de Bolivia. En 1951 será
ascendido a General de Brigada. Este mismo año será designado como presidente del Instituto Antártico
argentino “Coronel Hernán Pujato”. En 1954 será ascendido a General de División. En 1957 pide el retiro.
El 7 de Septiembre de 2003 a los 99 años fallece en el Hospital Militar de Campo de Mayo.
Esta presencia en el continente blanco, durante cuatro décadas continuas
se dará sin la ocupación física en el continente. En los 40 el Estado empieza a
tener una visión mucho más fuerte en la Antártida y acá será el momento de
Pujato, donde éste, durante su desempeño como agregado militar de la
Embajada Argentina en Bolivia, le presentará su plan a Juan Domingo Perón
(Presidente de la Republica) en una visita a la embajada. La implementación del
plan de acción, consta de cinco puntos fundamentales “1 – instalar al sur del
Círculo Polar Antártico, bases operativas (…), 2 – Creación del Instituto Antártico
Argentino (…), 3 – Adquisición de un buque rompehielos, para llevar a cabo a
penetración en los mares polares (…), 4 – intentar llegar al Polo Sur por vía
terrestre (…), 5 - Colonizar con familias el lugar más conveniente, que parecería
ser el área de bahía Esperanza, en el cual se construiría en caserío polar”
(Quevedo Paiva, 2001, p.62).

El plan ideado por Pujato generará un gran interés en Perón pero no tanto
en ciertos sectores castrenses que “no llegaron a comprender la dimensión
política del proyecto. La idea fue recibida con indiferencia y hasta con absoluta
frialdad” (Rigoz, 2002, p.63). El plan ideado, será aprobado por el poder ejecutivo
(decreto n° 2492/51) y constara de la expedición y establecimiento en el
continente sur. Este plan será llevado a cabo por militares y civiles
experimentados en el clima de del continente sur. Antes de llevarse a cabo la
expedición se debía resolver varios asuntos tales como el traslado, la vivienda
que instalarían para sobrellevar el clima de la Antártida, la capacitación del
personal. El plan estaba ideado hasta el más mínimo detalle.

Para Pujato la expedición en la Antártida sería fundamental desde lo


político para la ocupación del territorio y procurar nuestra soberanía, donde algo
novedoso será el rol de la mujer, a quienes involucra ya que “la Antártida
continental no ha sido pisada por ninguna mujer” (Pujato, 1954, p.13), donde
busca que haya nacimientos para ejercer el mayor título de derechos con
respecto a la soberanía; desde lo económico, para la época era la explotación
de aceite de ballena, los grandes yacimientos petrolíferos y las grandes
cantidades de minerales existentes; desde lo científico, esta todo por conocer,
un continente nunca explorado; desde lo estratégico la importancia que posee
tener posesión en la Antártida y por último desde lo moral como dirá Pujato “la
patria de San Martin debe tener su límite en el Polo Sur de la tierra (…) los
argentinos no pretendemos ninguna posesión en Europa, no nos corresponde,
como tampoco corresponde a ningún europeo venir pretendiente suelo
argentino” (Pujato, 1954, p. 14).

Aprobada la expedición empiezan las labores para establecerse en la


Antártida. El primer problema que surge será la falta de un barco que pueda
llevar “al personal, equipos, víveres y combustible hasta un lugar casi inaccesible
como lo eran los islotes Debenham” (Genest, 1998, p.31). La armada no contaba
tampoco con un barco de tales dimensiones para que se pueda llevar a cabo la
expedición por lo que se optó por la contratación de un navío que tenga tales
características y será “la Compañía Naviera y Comercial Perez Campanc s.a.,
accedió fletar el buque mercante Santa Micaela” (Quevedo Paiva, 2001, p.74),
en la cual la compañía no cobra el alquiler del navío ya que era un acto patriótico
y solamente expresa un valor simbólico de 1 $ m/n.

Con el navío a disposición se procede a los preparativos para dirigirse a


la Antártida. Se empiezan a embarcar dos casas, cinco galpones, trineos,
combustible, comida, equipos especiales para nieve, radios, etc. La expedición
tenía la misión de “efectuar el conocimiento y el reconocimiento de tierras de las
zonas polares (…) establecer la primera base científica experimental argentina
al sur del círculo polar antártico (…) llevar la Bandera de la Patria a la lejana
Antártida Argentina” (Genest, 1998, p. 31-32).

La travesía rumbo a Bahía Margarita se efectúa el 12 de febrero de 1951,


y el presidente de la Nación Juan Domingo Perón se dirige a Pujato diciendo
“señor coronel, usted lleva la responsabilidad de esta empresa. Yo lo conozco
desde hace años. Sé que no solamente es capaz de realizarla por sus
condiciones morales, por su espíritu militar y por su capacidad, sino que se
también que es un hombre acostumbrado a vencer en la montaña los obstáculos
más invencibles que opone la naturaleza” (Rigoz, 2002, p.88).

El navío Santa Micaela que transporta a Pujato y su delegación, llega a


destino el 8 de marzo de 1951. Una vez instalados, se procedió a la fundación
de la primer base científica Argentina en la Antártida, llamada San Martín, la cual
quedó efectiva el 21 de Marzo de 1951, en la cual Pujato se referirá diciendo “la
más austral de la República Argentina…, la más austral del mundo…, lo que para
muchos era una utopía…., es hoy una tangible realidad ¡Viva la Patria!”
(Quevedo Paiva, 2001, p.78). El primer punto de su plan estaba en marcha, la
instalación de la base científica en el continente blanco.

En este mismo año por primera vez se produce la emisión de un sello


postal, representando a la Argentina con la Antártida en su contorno, y con este
acto se demuestra la tendencia de fomentar la soberanía nacional en el
continente sur.

Durante su estadía, Pujato y compañía, enfrentaron las más duras


condiciones climáticas, que quedaran reflejadas en el informe del 21 de mayo de
1952, llamado “Expedición Científica a la Antártida. Sus actividades y
resultados”, en el teatro Enrique Santos Discépolo. Dentro de los resultados lo
más importante que podemos resaltar es el ejercicio de la soberanía argentina
en la Antártida; las investigaciones científicas que se realizaron (dentro de las
cuales podemos mencionar el reconocimiento geográfico, climático, etc.); el
reconocimiento topográfico; etc. En el mismo recinto Perón se referirá a la
expedición “defenderemos nuestros derechos y el tiempo los confirmara. No
tenemos ni apuro ni entraremos en hesitaciones de ninguna clase (…) por eso
debemos esperar tranquilos y lanzar las generaciones de argentinos en la
dirección de nuestra pertenencia antártica con todo su tesón, con toda decisión
y con toda energía” (Pujato, 1954, p.51).

Estando en la Antártida, se le cumplirá el segundo de sus planes de


acción, que será la creación del Instituto Antártico Argentino “Coronel Hernán
Pujato”, que será precedido por el coronel. El organismo se encargara de
centralizar todas las actividades que se lleven a cabo en la Antártida. La creación
del instituto tiene vinculación exclusiva con el objetivo de “que se hace una
expresa referencia a la soberanía de la Republica en la región y la relación
existente entre esta proclamación de derechos y las actividades que lleva
adelante la expedición a la Antártida Continental” (Genest, 1998, p.43).

A su regreso a Buenos Aires, Pujato, inicia las actividades como


presidente del Instituto Antártico Argentino, el cual lleva su nombre, para
“continuar asegurando en forma irrenunciable para la Nación Argentina los
derechos históricos, geográficos y territoriales que le asisten sobre el sector de
la zona antártica que le pertenece” (Rigoz, 2002, p.153). Realizada la primer
travesía al continente blanco , lo que se propone es seguir con su plan, el cual
consistía en penetrar aún más, para tratar de llegar al polo sur, la compra de un
rompehielo y por ultimo “fundar una población-factoría en el área de la bahía
Esperanza (…) la población tendrá carácter civil- militar y contaría con 200
personas (…) 120 militares de montaña (...) 80 civiles para el resto de las
actividades, de los cuales 20 serían esposas y niños de 8 o más años de edad”
(Genest, 1998, p.37).

Es interesante resaltar el testimonio del Capitán Jorge Julio Casimiro


Mottet (co-fundador de la Base General San Martin) en el cual comentaba que
“Pujato había comprendido que era imposible planear una penetración profunda
hacia el sur continental desde la ubicación geográfica de la Base. Por aquel
entonces, no tenía una idea clara de que se lo que haría después. Pero sabía,
definitivamente, que se debía continuar con la penetración continental desde una
nueva base a fundarse sobre la costa del Mar de Weddell. Por todo eso, el primer
tema que toco con el presidente Perón a nuestro regreso fue la necesidad de
contar con rompehielos” (Rigoz, 2002, p.154). Pujato tenía presente el apoyo del
presidente Perón, pero este le “manifestó la imposibilidad de construir el buque
de referencia , por cuanto según las averiguaciones efectuadas, costaría de 8 a
14 millones de dólares y llevaría un tiempo de construcción de 2 a 4 años (…)
Pujato asumió, en forma personal, las gestiones al respecto a esa adquisición y
consiguió que la firma alemana, se comprometiera a la construcción del buque
rompehielos en un plazo de 9 meses y al costo de 3 millones de dólares” (Genest,
1998, p.47).

El rompehielos en 1954 será nombrado A.R.A. “General San Martin”,


arribando al puerto de Buenos Aires el 29 de noviembre de 1954. En la primera
expedición el navío llevara a bordo a los integrantes de la primera expedición
Polar Argentina. Dicho rompehielos parte del puerto el 20 de Diciembre de 1954,
rumbo la Antártida, para penetrar el mar de Weddell, para así instalar la base
Belgrano. Desde esta base Pujato proyectaba llegar al polo norte.

La instalación de la Base Belgrano, será uno de los viejos anhelos de


Pujato, el poder instalar al fondo del Mar Weddell, donde nadie habita una base
desde ella se pueda llegar al polo sur. La base pudo edificarse “con la
participación conjunta del personal del Instituto Antártico y del personal naval, en
dos semana se construyó la base que fue bautizada General Belgrano (luego
Belgrano), inaugurada el 18 de enero” (Capdevila – Comerci, 2013, p.131).

Cabe mencionar que desde esta base se empiezan a dar vuelos de


reconocimiento por zonas que el hombre jamás visito. Un dato no menor en estos
reconocimientos “en cada lugar o accidente geográfico descubierto se dejó
dentro de un cilindro de metal con tapa roscada, la constancia de la imposición
del nombre y los derechos correspondientes –testimonios de soberanía-
firmados por el presidentes de la Nación y sus respectivos Ministros de
relaciones Exteriores y Culto (Genest, 1998, p.53).

La intención de Pujato era logran que el país pudiera reclamar el territorio


Antártico y que este reclamo no era meramente declarativo sino que se
sustentaba en la territorialidad, en los hechos y sobre todo en la ocupación del
espacio realizado por sus ciudadanos. Estando en la Antártida llegara el Golpe
de Estado de 1955 y la misión Antártica con el correr de los tiempos se ira
desvaneciendo.

Su plan ideado en 1947 será cumplido a lo largo de su mandato y sus


logos serán ocultados por la Revolución Libertadora. Fuera del periodo de
análisis cabe destacar el heroísmo de Pujato. A sus 78 años, “durante el conflicto
del Atlántico Sur, cuando sobre las Malvinas, la mayor amenaza eran los
portaaviones Invencible y Hermes, Pujato se presentó al Presidente de la Nación,
expresándole que no teniendo edad para ocupar un puesto de combate,
solicitaba se le proporcionara un avión antiguo, para estrellarlo como antiguo
piloto, contra el puente de mando del buque británico, que se le enseñara como
blanco, para utilizarlo, como suprema entrega e inmolación por su patria”
(Quevedo Paiva, 2001, p.269). Leopoldo Galtieri le negara el pedido realizado
por Pujato. El pionero de la Antártida apagara su vida el 7 de Septiembre de 2003
y sus restos descansan en el territorio antártico, su primer casa.
Juan Ignacio San Martin y el desarrollo de la industria aeronáutica y automotriz.

En Juan Ignacio San Martin8 podemos encontrar una vasta historia de


lucha por romper el orden semi colonial que atravesaba el país, fomentando
desde sus inicios la conciencia Nacional y trazando un proyecto de
industrialización que será fundamental para que la Argentina logre la plena
soberanía. Esta visión también será compartida por Hernández Arregui quien
afirma que para romper con el imperio es necesario “la lucha por la liberación
nacional en las colonias, se asocia siempre a la lucha por la industrialización”
(Hernández Arregui, 2010, p.37-38).

Sin dudas el momento más vigoroso de San Martín se dará durante la


presidencia de Juan Domingo Perón. También tenía en claro que la función del
Estado para el proyecto de industrialización sería fundamental. Dirá que “el
Estado debe ser el que impulse y encamine hacia la nueva actividad, de cuya
realización obtendremos la independencia económica, de no menor importancia
que la política” (San Martin, 1934, p.1291). También dará gran importancia al
Estado cuando este se convierta en productor e impulsor de aquellas industrias
que la burguesía industrial no seduce por el reducido margen de ganancias o
para aquellas industrias que se necesite una gran inversión. El Estado debe
estimular aquellas industrias que necesitan una gran inversión y dentro de ellas
esta los Yacimientos Petrolíferos Fiscales, la Fábrica de Aviones, entre otros.
San Martin planteara que la industria de la aviación al ser una industria pasiva,

8
Nació el 24 de Agosto de 1904. El 1 de Marzo de 1921 ingresa como cadete en el Colegio Militar de la
Nación. En Julio de 1924 alcanza el grado de subteniente de artillería. El 31 de Diciembre de 1927 es
ascendido a teniente. Orienta sus estudios a la formación técnica, en especial a las cuestiones
aeronáuticas. Entre 1931 y 1934 estudiara en Italia, en el Real Instituto Politécnico de Turín. En 1934 se
recibe de ingeniero industrial y al poco tiempo el Ejército le otorga el diploma de Ingeniero Militar. En
1935 se gradúa del Politécnico con el título de Doctor en Ingeniería Aeronáutica. Ese mismo año, es
ascendido a capitán. En 1936 presta servicios en la Dirección de Aerotécnica y Fabrica Militar de Aviones
de Córdoba. Entre 1936 y 1938 desempeña la Dirección General del Material Aeronáutico del Ejército. En
1938 será designado profesor de elementos de Aerodinámica en la Escuela de Mecánica del Ejército. En
1939 será designado Jefe de los servicios técnicos de la Base Aérea Militar “El Plumerillo”. Al año siguiente
asciende a Mayor. Posteriormente en 1941 volverá a ocupar la Dirección General del Material
Aeronáutico. Al año siguiente será designado presidente del mismo. En Diciembre del mismo año lograra
el ascenso a vice-comodoro. Posteriormente en 1949 asumirá como Gobernador de la Provincia de
Córdoba por el Partido Peronista. En 1950 será ascendido a Brigadier Mayor. El 2 de Octubre de 1951
renuncia como Gobernador para asumir como Ministro de Aeronáutica. Fallece el 16 de Diciembre de
1966 a los 66 años.
carece de una industria privada y es por ello que “solo el Estado está en
condiciones de poseer una empresa pasiva por un tiempo más o menos largo”
(San Martin, 1934, p.1922). La industria de la aviación para nuestro país será
fundamental y en esta línea Frenkel dirá que “la vanguardia modernizadora
militar, originariamente integrada por Mosconi, Savio, Baldrich, Oca Balda,
etcétera, fue completada por aviadores e ingenieros aeronáuticos como Juan
Ignacio San Martin, que no solo operaron en la investigación y desarrollo integral
del arma aérea, sino también lo hicieron como elite de reemplazo en un campo
crucial del desarrollo industrial” (Frenkel, 1992, p.140).

Esta visión de fomentar la industria también era compartida con Perón


entre otros, que en 1948 le propone ser candidato por el partido peronista en la
provincia de Córdoba con la finalidad volver a la provincia el centro del desarrollo
industrial del país. Al ganar las elecciones provinciales asume la gobernación el
12 de marzo de 1949, hasta el 2 de octubre de 1951, cuando renuncia por ser
designado Ministro de Aeronáutica. Dentro de la gestión como gobernador
podemos destacar que elevo los ministerios llevándolos a siete, otorgándole el
rango ministerial a las secretarias de Educación, Salud Publica, Asuntos
Gremiales y la Secretaria General de la Gobernación. En el año 1951 promulgara
la Ley de Promoción industrial que beneficiaba con exenciones impositivas a las
empresas industriales que se establecieran en Córdoba, lo que trajo como
consecuencia la transformación económica y social de la provincia, con un
impacto fuertemente en la parte demográfica ya que a partir de 1950 Córdoba
se convirtió en uno de los principales centros industriales del país, como también
en una de las ciudades más pobladas de la Argentina.

En 1951 quedará inaugurada la Fábrica de Motores y Automotores, regido


por el Decreto presidencial n° 24.103, e inmediatamente al mes siguiente se
declara de intereses Nacional la fabricación de partes y accesorios
fundamentales para los automotores y la maquinaria agrícola. Al año siguiente
se crea la Industrias Aeronáuticas y Mecanices del Estado (IAME), en reemplazo
del Instituto Aerotécnico. La finalidad que buscaba el IAME era producir aviones,
tractores, motocicletas y automotores. La empresa tendrá su epicentro en la
provincia de Córdoba, dentro del ámbito de la Fábrica Militar de Aviones. Algo
no menor es que el IAME se crea bajo la forma de una entidad autárquica. La
presidencia quedaba bajo la órbita del Ministro de Aeronáutica, en este caso San
Martin. Como funciones el IAME “además de la investigación, la fabricación y la
reparación de material aeronáutico, serian la promoción y la producción
automotrices” (Frenkel, 1992, p.98).

Con la presencia de San Martin dentro del IAME, este podrá profundizar
su pensamiento que venía peregrinando desde el Instituto Aerotécnico. Su
pensamiento como dijimos anteriormente está ligado a fortalecer la industria
nacional para obtener la independencia económica que tanto necesitaba el país.
El país si quería romper las cadenas del imperialismo y dejar de ser una semi
colonia debía “vencer las dificultades que se opongan al progreso industrial del
país es contribuir en el modo más decidido a mantener su independencia
económica y política, ya que es función de la primera” (San Martin, 1934,
p.1304). Es por ello que para romper las cadenas el país tenía que fomentar (y
ser un Estado proteccionista) de la industria pesada que estaba naciendo. Dentro
de esta visión se contempló la utilización de materias primas nacionales para
fomentar la industria local. En 1937, San Martín publicará “la capacidad argentina
para la construcción de aviones”, en la revista Servir y en ella detallara el análisis
que hará FMA y la posible utilización de material nacional en su elaboración. San
Martin dirá que “para la fabricación de hélices se recurre a maderas más duras
(…) entre nosotros se usan con éxito dos maderas argentinas para la fabricación
(…) el petiribí y el cedro de Misiones” (San Martin, 1937, p. 898).

La industria de la aviación para la Nación es fundamental, primeramente


con los acontecimientos que se dieron en la Primera Guerra Mundial, que luego
de terminada se desarrollaran diferentes doctrinas aeronáuticas. El Teniente
Coronel Jorge Crespo en 1924 abordará este tema con el trabajo “El problema
de la Aeronáutica en el país”, en donde conjugo las ideas plantadas por los
Generales Dohuey y Schwartz, respecto de la conducción del arma aérea.
Crespo afirmaba con mucha claridad que “parece inevitable que el dominio del
mar estará en adelante supeditado al dominio del aire. La próxima guerra, por
tierra o por mas, será ganada por la nación que obtenga el dominio aéreo”
(Crespo, 1924, p.56).

Cabe mencionar que cuando se da la revolución juniana, se promulga a


partir del 4 de enero de 1945 que la Fuerza Aérea nazca como una Fuerza
Armada independiente y esta asume en pie de igual con el Ejército y la Marina
de guerra. Un dato no menor que “la primera y más expresa manifestación de
apoyo a la autonomía del arma (…), estuvo encarnada en la figura del coronel
Juan D. Perón” (Frenkel, 1992, p.51).

En el marco del plan de gobierno para el quinquenio 1947-1951, la Fuerza


Aérea, bajo la órbita de la Dirección del Instituto Aeronáutico, donde se
desempeñaba Juan Ignacio San Martin, se desarrollara fuertemente la
producción nacional. Los desarrollos realizados durante su gestión será
sorprendente, dentro de los cuales podemos mencionar el “Calqui”, un avión
bimotor de ataque y bombardeo liviano, cuyo nombre significa águila real; el
“Pulqui”, cuyo significado en lengua originaria significa flecha envenenada, era
un avión caza a reacción que alcanzaba una velocidad de 720 Km/h. Una de las
realizaciones más importantes para la Nación fue la creación de este avión a
reacción ya que solamente cuatro países lo poseían, que era Alemania, Estados
Unidos, la Unión Soviética y Gran Bretaña y quinto Argentina. También será el
primero en Latinoamérica; el “Ñancú” que era un monoplano metálico destinado
al combate y a la caza nocturna; el “Colibrí” un monoplano biplaza, destinado a
tareas de adiestramiento y acrobacias; el “chingolo”, avión monoplano biplaza,
destinado al adiestramiento; el “Clen Antú” cuyo significado era rayo de sol, que
era un planeador biplaza de entrenamiento y del cual se llegó a fabricar cinco
unidades; en junio de 1950 hace el bautismo el “Pulqui II” cuyo diseño será
ideado por el ingeniero alemán Kurt Tank9, del cual será una de las realizaciones
más importantes para la Nación ya que el mismo sería uno de los aviones más
avanzados del mundo.

Otro de los grandes acontecimientos será la creación del Instituto


Aerotécnico que tendrá como objetivos la División de Proyectos Especiales “con
el objeto de realizar el estudio y ulterior desarrollo de vehículos aéreos

9
Kurt Waldemar Tank, nacido el 24 de febrero de 1898 será uno de los más notables ingenieros
aeronáuticos del Imperio Alemán. Discípulo de Albert Einstein. Llegará al país en 1947 con el nombre de
Pedro Matties. Terminada la Segunda Guerra Mundial, las potencias victoriosas (Estados Unidos, la Unión
Soviética, Francia y Gran Bretaña) trataron de hacerse con los servicios del notable científico (como lo
habían hecho con los físicos nucleares entre otros) que por decisión propia no acepto entrar en la disputa
de la polarización extrema de la Guerra Fría. En cambio aceptara el proyecto Argentino que le fue ofrecido
por Perón. Derrocado el gobierno democrático de Perón, Tank y su equipo se dirigieron a trabajar en la
industria aeronáutica de la India. Fallece a los 85, el 5 de junio de 1983.
teledirigidos y motores cohetes” (Frenkel, 1992, p.68). Durante la presidencia del
General Pedro Ramírez la Fábrica Militar de Aviones pasara a llamarse Instituto
Aerotécnico. A partir de la creación del Instituto y de la designación de San
Martin, comenzara una de la etapa más importante de la Nación, primera
mediante la toma de conciencia para la producción de aviones y segunda en la
capacitación del personal técnico para el desarrollo de la industria. San Martin
considera necesario la formación de ingenieros en nuestras universidades y uno
de los primeros pasos se da en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de
Córdoba que decide incorporar asignaturas relacionadas con la aeronáutica y se
designa al ingeniero Francisco de Arteaga como profesor de Aerodinámica
General.

Los años posteriores serán intensos en la vida de San Martin. El 30 de


noviembre de 1951, mediante el Decreto 24.103 se dará la creación de la Fábrica
de Motores y Automotores en la Ciudad de Córdoba, que luego se transformaría
en la Fábrica de Automotores. Al año siguiente, mediante el Decreto 6191 del 28
de marzo de 1952 se constituye la denominada Industrias Aeronáuticas y
Mecánicas del Estado (IAME). Con la creación del IAME se ampliará y se
diversificara el horizonte productivo del país mediante un fuerte impulso a la
industria automotriz y de los equipos agrícolas. Con la creación del IAME se daba
un nuevo impulso a la industria pesada que era fundamental para romper las
cadenas que nos tenían atados al imperialismo. San Martin le dirá a Perón
“Señor, si usted me permite, yo le voy a fabricar automóviles en el país. La
Respuesta del jefe del Estado no se hizo esperar: Si, bueno métale” (Frenkel,
1992, p.97).

El Estado asumirá el compromiso de fomentar el desarrollo de la industria


automotriz, tomando como estrategia, una fuerte postura de protector de la
industria naciente y como regulador de la misma. De esta manera “la producción
de automotores en IAME comenzó con el diseño de los prototipos
correspondientes a un automóvil sedan, y dos vehículos unitarios, una pick up
capaz de transportar 500 Kg de carga y un furgón de tres puertas” (Gonzalez,
2016, p.318).

El puntapié de la fabricación automotriz en serie se dará con el automóvil


llamado Institec “Justicialista”. Se necesitó “seis meses para preparar su
fabricación de acuerdo con las modernas tecnologías de producción” (Frenkel,
1992, p.103). La aparición del “Justicialista” será un paso fundamental en la
naciente industria automotriz, fundamentalmente porque será un diseño propio.
Al poco tiempo también se produce la pick-up Institec Justicialista o también
conocida como Chatita Justicialista. Siguiendo esta visión, el 1 de mayo de 1952,
en la inauguración de las nuevas sesiones ordinarias del Congreso de la Nación,
el presidente Juan Domingo Perón se dirigirá a la audiencia diciendo que “a partir
de la fecha se fabricaran 5.000 unidades en 1952, produciéndose asimismo
camionetas y pick-up. La fabricación nacional de automotores ha sido posible
gracias a la preparación de nuestros obreros y de nuestro técnicos, desarrollada
a través de muchos años de experiencia en la fabricación de aviones militares”
(Perón, 1952, p.30).

Por otro lado San Martín se caracterizó por promocionar el desarrollo de


los talleres privados para que estos se conviertan en proveedores de IAME, así
así que en 1953 se crea el Consorcio Industrial para la Producción Automotriz
S.A. (CIPA). Por otro lado continuando con las realizaciones, se encontrara en
el “Rastrojero”, una pick-up para el hombre de campo, que fue presentada en
julio de 1953. Las primeras 1000 unidades estuvieron para finales de 1953 y
contaban con un motor naftero. Posteriormente cuando la Nación da comiendo
a la fabricación de motores diésel se los equipa con los motores Indernor. El
mismo año también se construirá un automóvil con carrocería plástica reforzada
llamado Institec Justicialista “Súper Sport”. El mismo estaba equipado “con motor
Porsche, de una serie limitada para ensayo del empleo de los materiales
plásticos, como pocos países dedicados a la industria automotriz lo habían
realizado. Dicho material, en efecto solo había sido utilizado antes por Gran
Bretaña y en los Estados Unidos, por lo que la Argentina fue la tercera en el
mundo en producir automóviles de este tipo” (Frenkel, 1992, p.105).

Otra de las grandes obras realizadas será la fabricación de la motocicleta


“Puma”, que a partir de 1952 alcanzará una producción de 400 unidades
mensuales. La misma “al fabricarse en serie, a precios accesibles para un
público ávido de contar con movilidad propia, abrió rumbos en la motorización
masiva del país” (Frenkel, 1992, p.105-106). Era en si un vehículo ligero, de
calidad, ideal para el trabajador. En este sentido para aumentar la demanda de
construcción de motocicletas, el Gobierno Nacional realizara acuerdo con Siam
de Di Tella (que acordara con la firma italiana Lambretta) para la fabricación del
scooter conocido como Siambretta y por otro lado con la firma Gilera Argentina
Sociedad Anónima que a partir de 1953 se limitaba a ensamblar motos de
procedencia italiana pero a partir de 1955 comenzó con la producción de
motocicletas en el país.

Ese mismo año (1952) nacerá la primer Fábrica de Tractores, que


dependerá del IAME. A tan solo tres meses de creada la fábrica, inspirado en el
tractor Lanz de origen alemán, nacerá el tractor argentino “Pampa”. El mismo
tiene un bajo costo de mantenimiento, resistente y sobre todo con material
argentino. Con ello se buscaba la mecanización del sector agropecuario que gran
parte utilizaba todavía la tracción a sangre. Para producción de tractores “se
celebró un contrato entre IAME y Fiat por el cual esta última se comprometía a
brindar la asistencia técnica necesaria (…) además de conceder a IAME, el uso
de sus propias licencias” (Frenkel, 1952, p.107).

En 1953 se comenzara la producción motonáutica de dos lanchas de


material plástico, una de carrera y una de turismo. También se produce un velero
denominado “Tero”. En 1954 se llevara a cabo la construcción de 30 lanchas de
carrera y 17 veleros “Tero”. Algo no menor que “a través del proyecto de los
automóviles y las lanchas de plástico, la Argentina fue uno de los primeros países
del mundo que utilizo dicho material, luego generalizado a otras ramas
industriales” (Frenkel, 1992, p.110).

San Martín tenía la visión que se debía apoyar la industria local para que
abasteciera al mercado interno por lo que fomento la industria privada de
repuestos, accesorios, de fabricación de partes, de carrocerías, etc. Aquí
también fue fundamental el rol del Estado y sobre todo del IAME que “canalizó
la asistencia crediticia requerida por la industria para la modernización de sus
equipos, la disposición de materia prima y la preparación de la producción”
(Frenkel, 1992, p.111). El IAME fomentara diversos proyectos tales como Forja
Sociedad Argentina que tenía como finalidad la fabricación de llantas y ejes para
el transporte; el proyecto del Consorcio Industrial para la Producción Automotriz
Argentina Sociedad Anónima, que tenía como finalidad la comercialización de
los producción realizados por el IAME; o también el proyecto de mayor
envergadura que será con Industrias Káiser Argentina Sociedad Anónima (IKA),
para la fabricación de automóviles y vehículos livianos, con su planta instalada
en la Provincia de Córdoba. El convenio con IKA daría sus frutos recién en 1956,
cuando “entrego al mercado el primer jeep argentino, con un 39,5 por ciento de
elementos de procedencia nacional” (Frenkel, 1992, p.123).

Con el Golpe de Estado perpetrado al Gobierno constitucional de Perón


en 1955 comenzara el desguace y la persecución a Juan Ignacio San Martin. El
IAME pasara a llamarse Dirección Nacional de Fabricación e Investigación
Aeronáutica. Muchos de los proyectos impulsados por San Martin quedaran
paralizados u olvidados. Se dejarán de fabricar aviones, automóviles, autopartes,
etc. Finalmente en 1980 la Dictadura Cívico Militar (con la colaboración de su
Ministro de Economía, Martínez de Hoz) cerrará el complejo, dejando atrás un
legado fundamental en la defensa de la industria pesada y de romper las
cadenas que nos atan al imperialismo.

Durante la Revolución Libertadora San Martin será perseguido, acusado


falsamente, y decidirá presentar su defensa ante las autoridades. Es pasado a
retiro y en “1960 la justicia federal lo sobresee definitivamente en tolas las
causas… dejando expresa constancia que nunca ha sido procesado” (Galasso,
2005, p.161). Sufrirá un ataque cerebro vascular y tiempo después fallece en los
Estados Unidos. Un 16 de diciembre de 1966 se apagará la vida de un
pragmático, de un patriota que desde el principio lucho por la emancipación de
nuestra patria y buscando el fortalecimiento de nuestra conciencia Nacional.

La formación y desarrollo militar de Juan Perón.

La vida de Juan Domingo Perón10 estará atravesada por dos visiones: la


teórica (vinculada a lecturas militares, tanto nacionales como extranjeras; las

10
Nacido el 8 de octubre de 1895. Rendirá el ingreso al Colegio Militar en 1910 e ingresa al mismo en
1911. Egresa del mismo en 1913 con el grado de Subteniente de Infantería, y un dato no menor que lo
marcara para toda la vida es el regalo que le hará el padre, de tres libros que son las Cartas de Lord
Chesterfield a su hijo, Vidas paralelas de Plutarco y el Martin Fierro y en cada uno les pone una dedicatoria
el primero para aprendas a transitar entre la gente, el segundo para que te inspires siempre en ellos y el
ultimo para que nunca olvides que por sobre todas las cosas sos un criollo. El primer destino será el
Regimiento 12 de Infantería en la Provincia de Entre Rios. En 1915 lograra el ascenso a teniente. En 1916
clases que dictará como profesor en la Escuela Superior de Guerra y por último
el vínculo con militares tales como Jose Maria Sarobe o Bartolomé Descalzo) y
la práctica (que la obtiene que su praxis militar, observando las realidades del
interior argentino y también lo vivido en el extranjero). Sin dudas Perón será uno
de los representantes más importantes de los intelectuales militares que
desarrollamos en este trabajo. Sus grandes maestros tales como Jose Maria
Sarobe, Manuel Savio, Jorge Crespo, Bartolomé de la Colina, Luis Vicat, Enrique
Mosconi lo llevaran a construir un gran movimiento nacional que desembocará
en la Revolución de Junio de 1943, y posteriormente ocupará la presidencia de
nuestro País.

En 1911 ingresará como cadete en el Colegio Militar y en éste, como dirá


Perón, “crecí y me hice hombre. Me educaron a la espartana, sin condiciones no
blanduras” (Galasso, 2015, p.43). Por aquel entonces, Perón tendrá una visión
crítica sobre el ejército cuando esboza “estoy persuadido (dice) de que no puede
construir un ejército como una entidad sin alma, pura disciplina, sin conexiones
con el ser nacional, a menos de referirnos a un cuerpo de mercenarios, que se
instrumenta ciegamente, como una máquina de autómatas. Y eso que yo no me
incorpore al ejército en su peor época” (Pavón Pereyra, 1973 a, p. 21-22).

Cabe recordar que nuestras Fuerza Armadas se modernizaran con la


sanción de la Ley Ricchieri a principios del siglo XX y es en este ambiente adonde

será trasladado a la Provincia de Santa Fe. Hacia 1920 se incorporara en la Escuela de Suboficiales hasta
1925. Sera ascendido a Teniente 1°. A lo lardo de estos años redactara trabajos sobre la Moral Militar,
Higiene Militar, Campañas del Alto Perú, El Frente Oriental de la Guerra Mundial de 1914. En 1926 hará
el ingreso a la Escuela Superior de Guerra, donde se graduara con el grado de oficial del Estado Mayor.
Sera designado a comienzo de 1930 como profesor suplente de Historia Militar en la Escuela Superior de
Guerra, la cual asumió la titularidad a fines del mismo año. En 1931 será asignado a la Comisión de Limites
Internaciones y ese mismo año obtiene el grado de Mayor. En 1932 será designado como ayudante de
campo del Ministro de Guerra y publicara el libro Apuntes de la Historia Militar. En 1936 es designado
agregado militar en la Embajada Argentina en Chile. A principios de 1938 es designado al Estado Mayor
General del Ejército. En 1939 recorrerá la Patagonia y gracias a ello publicara Toponimia patagónica de
etimología araucana. Es mismo año hasta 1940 viajara a Europa donde se instala en Italia y se incorpora
a la División Alpina Tridentina (también visito Alemania, Francia, España entre otros). En 1941 se le
otorgara el grado de Coronel. En 1942 es trasladado a la Inspección de Tropa de Montaña. En 1943
formara parte del Grupo Obra de Unificación (GOU). Participara en la Revolución del 4 de junio de 1943 y
posteriormente ocupara la Secretaria del Ministerio de Guerra y luego Vicepresidente de la Nación. El 31
de mayo de 1946 ascenderá a General de Brigada. En 1950 se le otorgara el grado de General del Ejército.
Sera presidente democráticamente en tres oportunidades, de 1946 a 1955 (después será perseguido por
la Revolución Libertadora y permanecerá en el exilio en países tales como Paragua, Venezuela, República
Dominicana y España. Retornara al país luego de 17 años en el exilio, el 12 de noviembre de 1972) y de
1973 hasta el 1 de julio de 1974, fecha en la que fallece.
ingresará Perón, donde corre una profunda fuerza por la soberanía nacional. En
este sentido, Godoy afirmará “que el ejército carece de influencias británicas (que
si están presentes en la Armada), y que tampoco se nutre de la clase alta.
Predomina cierto anti-mitrismo (que viene, sobre todo, como vimos, de la
posguerra del Paraguay), y también cierta tendencia hacia el yrigoyenismo”
(Godoy, 2021, p.287).

Su enseñanza estará atravesada desde el primer año por cuestiones


tácticas y de estrategia. Dentro de los profesores que tuvo se encontraran: Cobos
Duract, Juan Jose Biebma, Ricardo Levene y Calleit Bois entre otros. Años más
tarde, Perón será crítico de la enseñanza diciendo que “durante más de medio
siglo la oficialidad argentina se ha graduado sin saber historia patria, huérfana
de toda orientación nacional, sin noción de servicio” (Pavón Pereyra, 1973 a,
p.33). También tendrá profesores militares tales como el Teniente Primero
Espíndola, el Capital Manuel Rodriguez, el Teniente Primero Von der Becker, al
Capitán Von Schneler, entre otros. En el primer año, Perón elige el arma de
Infantería, que se caracteriza por ser una fuerza de combate a pie. Del Colegio
Militar egresa en 1913, con el grado de Subteniente donde comienza su vida
militar. La primera experiencia será Paraná, exactamente en el Regimiento 12
de Infantería de Línea. Es en este momento que empieza a visualizar la realidad
del interior del país, las penurias que atravesaba nuestro pueblo. En Paraná
reflexionará “allí vi por primera vez, y a conciencia, las miserias fisiológicas y
sociales. En un país con cincuenta millones de vacas, el treinta por ciento de los
conscriptos eran rechazados del servicio por debilidad constitucional, y los que
se incorporaban venían semidesnudos” (Pavón Pereyra, 1973 a, p.41). Este
mismo análisis lo realizará años después en la Cátedra de Defensa Nacional,
dictada en la Universidad de La Plata esbozando que “un elevado porcentaje de
ciudadanos (…), deben ser rechazados por no reunir las condiciones físicas
indispensables, la mayoría de los casos originados en la niñez falta de abrigo y
alimentación suficiente” (Perón, 1945, p. 68-69).

En 1916 será trasladado a la Provincia de Santa Fe (el año anterior es


promovido a Teniente), donde “conoció a un hombre clave en su formación, el
capitán Bartolomé Descalzo” (Seoane y Marziotta, 2019, p.16). El Capitán será
una persona fundamental en la vida de Perón, marcándole el rumbo de su
formación. Estando en la provincia “atiende varios conflictos laborales” (Godoy,
2021, p.289). Dentro de los más importantes será su intervención en los
conflictos que existen en la empresa británica The Forestal Land, Timber and
Railways Company Ltd., más conocida como La Forestal, ubicada en Villa
Guillermina. En aquellos conflictos Perón visualizará las miserias que
atravesaban los obreros (carecían de agua y víveres, porque la policía que
pertenecía a La Forestal había dado esa orden y dentro del establecimiento era
un país dentro de otro país, con su propia moneda, sus propias leyes), y al
instante de arribar al establecimiento “da órdenes para que inmediatamente se
hagan funcionar las bombas y se brinde agua a la población (…), luego llama al
administrador y lo conmina a que habilite el almacén” (Pavón Pereyra, 1973 a,
p. 53). Por aquellos años también se dará en nuestro país la primera elección
nacional bajo la Ley Sáenz Peña, donde votará por Hipólito Yrigoyen. De acuerdo
a lo que señala el propio Perón, esto se debió a la influencia radical en el ejército.

A mediados de 1918, el Teniente abandona el Regimiento 12 de


Infantería, para pasar al Arsenal de Guerra “Esteban de Luca”. En enero de 1919
ocurrirá uno de los conflictos más oscuros de nuestra historia que es la llamada
“semana trágica”. Para sus enemigos políticos, Perón intervino en la represión
pero tal como lo menciona Godoy en su análisis “Tanto Norberto Galasso como
Fermín Chávez (a diferencia de Enrique Pavón Pereyra), sostienen que Perón
está en Buenos Aires cuando los acontecimientos conocidos como la semana
trágica, ya había pasado” (Godoy, 2021, p.289). En febrero del 1919 arriba
nuevamente al Regimiento 12 de Infantería, con asiento en Santa Fe.

En 1920 será trasladado nuevamente a Buenos Aires y obtiene el ascenso


a Teniente 1°, en la Escuela de Suboficiales “Sargento Cabral”, en la cual
ocupara el rol de instructor. En ella le corresponde brindar instrucción a los
aspirantes que llegan desde los lugares más inhóspitos del país. Entre esos
aspirantes, Perón “cala la miseria, en el marco de la crisis de la posguerra (…),
lo rescata como un gran aprendizaje” (Godoy, 2021, p.290). A lo largo de los
años Perón seguirá formándose en deporte (boxeo, escriba, natación, esquí,
entre otros) y continúa siendo un lector apasionado. Una de sus preocupaciones
como instructor es elevar el nivel intelectual y social de los aspirantes. En
aquellos años le recomienda a “los suboficiales y aspirantes eviten los bolichones
y tugurios donde se expenden bebidas y proliferan sujetos de dudosa moral”
(Pavón Pereyra, 1973 a, p. 62). Empleará una actitud paternalista y en 1923 el
articulo Ejercicios Corporales y posteriormente el Manual del Aspirante, donde
desarrolla las condiciones de carácter y conducta que debe presidir la vida militar
de los aspirantes.

También empezará a viajar por razones de servicio, primero a la Provincia


de Santiago del Estero, donde más lo impactarán las condiciones paupérrimas
que atraviesan al interior del país. En esta provincia visualizará en carne propia
cómo diversos reclutas no pueden ser incorporados a la fuerza por problemas
de salud (más que nada por desnutrición). Cuando Perón lee a Van der Goltz,
comprenderá que la actual sociedad, es una sociedad de masas y que la misma
conforma un Ejército de masas. Frente a esta realidad y la necesidad de una
enorme masa de hombres aptos, es imperante alcanzar el bienestar del pueblo:
porque un pueblo que no está bien alimentado, no defenderá a su patria. Años
más tarde Perón dirá que “la defensa nacional es así un argumento más, que
debe incitarnos para asegurar la felicidad de nuestro pueblo” (Perón, 1945, p.69).
Posteriormente viajará a la Patagonia, donde visualizara la realidad de aquel
terreno, conversará con “viejos pobladores indios e ir conformando las bases de
lo que será, años más tarde, su Toponimia araucana” (Galasso, 2015, p. 66-67).

En 1926 es trasladado a la Escuela Superior de Guerra “en la que se


diplomará como oficial de Estado Mayor” (Pavón Pereyra, 1973 a, p.81). En esta
ocasión el cuerpo de profesores está integrado por Von der Becke, Descalzo,
Arana, Rotjer, Rattenbach, Von Schwardz Cárdenas. Este último tendrá gran
influencia en el impartiéndole las ideas de la defensa nacional, la estrategia
nacional, la doctrina y el rol de la política. También lo introduce al pensamiento
de Clausewitz, Von der Goltz y el Mariscal Foch. Cabe destacar que la Escuela
Superior de Guerra, donde Perón está establecido “tiene como objetivo la
formación de los oficiales para la conducción superior del Ejército, sobre todo en
vinculación al Estado Mayor” (Godoy, 2021, p.291). El curso dura tres años,
donde se destacará como estudiante y empieza a publicar en la Revista Militar.
Cabe destacar que entre 1928 y 1929, Perón realiza críticas hacia ciertos
conceptos de la historia oficial Argentina. Siendo “ayudante de Rottjer en la
cátedra de Historia Militar comienza a reflexionar con mayor profundidad sobre
el sentido de la evolución nacional. Las investigaciones que realiza en esos años,
y que lo llevan a archivos y bibliotecas, parecen transformar muchos de los
puntos de vista que en él, como en otros jóvenes influidos por una visión
europeísta, se habían ido formando al amparo de la educación liberal” (Pavón
Pereyra, 1973 a, p. 99). Esta afirmación realizada por Pavón Pereyra es
compartida por Godoy que afirma que Perón se aleja de la historia oficial mitrista.
Sus investigaciones sobre la historia Argentina también se complementaran con
la historia internacional y en 1931 editará “El frente oriental de la guerra mundial
en 1914” con prefacio del Coronel Juan Lucio Cernadas. Dicho trabajo estará
enmarcado en el concepto de la “Nación en armas”, esbozado por Von der Goltz.

A finales de 1929 se dará en los Estados Unidos la caída de la bolsa de


New York, más conocida como Gran Depresión, que traerá grandes
consecuencia en nuestro país. Por aquellos años, es reelecto democráticamente
Hipólito Yrigoyen, pero con grandes críticas de los sectores oligárquicos, que
conspiraran para derrocarlo. El Golpe de Estado se llevará a cabo el día 6 de
Septiembre de 1930 (el primero de nuestra historia), donde se desplazan las
tropas del General Uriburu, quien le exige la renuncia a Yrigoyen, quien desde
La Plata dirá “ante los sucesos ocurridos, presento en absoluto la renuncia del
cargo de presidente de la Nación Argentina”. La revolución triunfo y “Descalzo y
Perón han tenido intervención activa en los acontecimientos” (Pavón Pereyra,
1973 a, p.113). Tiempo después “Descalzo le advierte a Perón que está sirviendo
intereses personales de otros (…), también se da cuenta de la desorganización
del movimiento (…), finalmente, toma cierta distancia de las responsabilidades
en el movimiento, se lo comunica al teniente Coronel Alsogaray que lo acepta”
(Godoy, 2021, p.292). Tiempo después (justamente al padecer lo mismo que
Yrigoyen), Perón reflexionará en una carta al Movimiento Peronista, con fecha
del 24 de Octubre de 1967, en donde dirá que “yo mismo, siendo un joven oficial,
participe del golpe que derrocó al gobierno popular de Hipólito Yrigoyen. Yo
también, en ese momento, fui utilizado por la oligarquía” (Perón, 2020, p. 378-
379). Haciendo hincapié en esta reflexión, reivindicara la política de Yrigoyen y
su error al participar de aquella revolución.

Al negarse a seguir participando, Perón será designado en la Comisión de


Limites Internaciones, pasando por Formosa y Jujuy y de esta forma seguirá
conociendo todo el país, algo no menor para conocer sus necesidades. Sus
maestros también correrían el mismo destino, Descalzó será relevado de su
cátedra en la Escuela Superior de Guerra y a Sarobe lo enviarán a Japón, como
agregado militar. Desde su regreso hasta 1935, se desempeñará como docente
de la Escuela Superior de Guerra. Como docente tendrá “su propio sistema de
enseñanza (…), que se caracterizará por el manejo exagerado de las ideas
generales. Se preocupa, en primer lugar, por analizar los hechos que los
alumnos puedan interpretar sin demasiadas dificultades” (Pavón Pereyra, 1973
a, p. 117). En la misma sintonía, Godoy ampliará el método pedagógico utilizado
por Perón primero con la edición de Apuntes de Historia Militar que tiene como
finalidad “eliminar la necesidad de que los estudiantes tomen apuntes en clase,
facilitando su atención” (Godoy, 2021, p. 293). El mismo Perón comprendía que
se necesitaba usar una pedagogía simple para los aspirantes, ya “que poner un
tema de historia militar concreto a un principiante que nunca ha tratado y
desconoce lo que es, por ejemplo un plan de operaciones y sobre su solución
hacerle las observaciones para que las aprenda, sería lo mismo que si a
aspirante a músico, en sus primeras lecciones, su maestro le dijera: siéntese y
toque el Himno Nacional, que yo se lo voy a corregir” (Perón, 1951, p. 15).

En los apuntes, aparece la noción de nación en armas (de Colmar Von


der Goltz) en la cual, la Nación debe movilizar todos sus recursos humanos,
económicos e ideológicos para poder imponerse en un enfrentamiento bélico, y
no solo una mera cuestión militar sino que está involucrada toda la Nación. Algo
no menor, de 1930 a 1935 se verá la faceta escritora de Perón, como por ejemplo
Moral Militar, Higiene Militar, ambos escritos en la Revista Militar; un estudio
sobre las Campañas del Alto Perú (1810-1814) también publicado en la Revista
Militar; El frente oriental de la guerra mundial en 1914, que será su primer libro;
Apuntes de Historia Militar en 1932; entre 1933-34 se publicara los dos tomos de
la Guerra Ruso-Japonesa; Memoria geográfica sintética del Territorio Nacional
de Neuquén y su anexo la Toponimia patagónica de etimología Araucana que
será elaborado con sus viajes a la cordillera y con base en los testimonios de
sus amigos los caciques Manuel Llauquin y Pedro Curruhuinca.

En 1936 emprende su viaja a Chile, como agregado Militar de la Embajada


Argentina en Chile. Se instalara en la capital trasandina y su presencia es bien
recibida por las Fuerzas Armadas del país hermano, ya que las obras de Perón
son estudiadas. Su designación según tiene una doble visión, ya que algunos
“opinan que este nombramiento obedece a los amplios conocimientos que posee
sobre la Patagonia, especialmente por su estadía en Chubut y Santa Cruz (…),
otros, más atentos a la interna militar” (Galasso, 2015, p.110). Será bautizado
cariñosamente como Che Panimavida (Che por ser argentino y Panimavida,
porque era el agua mineral que solía tomar). Desde Chile, Perón está atento de
los acontecimientos que se van dando en nuestro país, lo que lo lleva a “actualiza
sus análisis de la situación política y económica argentina: la incidencia británica
en el país es cada vez mayor” (Pavón Pereyra, 1973 a, p. 123). La influencia
británica en nuestro país cada vez será mayor, primero con el pacto Roca-
Runciman; la creación del Banco Central, que estaba precedida por Ernesto
Bosch (Financista Londinense, que en 1913, por ejemplo negocio la
transferencia de las Islas Orcadas del Sur diciendo que las islas “no tenía valor,
era meramente una cuestión sentimental respecto de la nación argentina), que
tenía el control de los créditos argentinos; la entrega del patrimonio nacional
(ferrocarriles, servicios públicos, etc.). Empieza a pensar una Unión Aduanera
con Chile (cuyo acuerdo se promulgará en marzo de 1953), y entabla una buena
relación con el futuro presidente de Chile, Carlos Ibáñez del Campo, pensando
siempre en la Unidad Latinoamericana. Perón tendrá una frase que repetirá en
varias ocasiones, donde comenta que “el 2000 nos encontrará unidos o
dominados”. En 1936 se le otorgará el ascenso a Teniente Coronel y es
nombrado agregado Aeronáutico.

Con la muerte de su primera esposa Aurelia Tizón de Perón, emprenderá


un viaje al sur de nuestro país en 1938, recorriendo 18.000 km junto al Coronel
Sanguinetti y el Capitán Ferrazzano. En 1939 “se le encomienda una misión a
Europa. Perón elige como destino Italia, país por el cual tiene profunda
admiración (también hablaba italiano a la perfección)” (Godoy, 2021, p. 296).
Realizara tres grandes viajes por todo el territorio italiano, incorporándose
posteriormente a la División Alpina Tridentina. La experiencia vivida en Europa,
claramente se verá reflejada en la Cátedra de Defensa Nacional. Por otro lado,
durante su estadía, Perón se “traslada a Milán y Turín para asistir a cursos sobre
sindicalismo y economía” (Galasso, 2015, p.122). En Turín por ejemplo tomará
contacto con la realidad social que atraviesa el sindicalismo y se nutre de la
sabiduría popular italiana. A principios de 1940 se traslada a Roma y desde allí
seguirá de cerca el proceso político europeo y la inminente incorporación de Italia
al nuevo conflicto mundial. Durante su misión en Europa, Perón recorrerá
diversos puntos del continente Europeo tales como Budapest, Roma, Milán,
Varsovia, pero una de las ciudades que más lo sorprenderá será Berlín, por su
“desarrollo y la pujanza de Estado-moderno alemán” (Godoy, 2021, p.297). Se
entrevistará con el Papa Pio XII y emprenderá su vuelta al país. Antes de su
regreso pasa por Madrid, donde recorre los principales escenarios del
enfrentamiento bélico reciente de la guerra civil española. En su recorrido “queda
aterrado por lo que ha visto; no atina a explicarse que ha sucedido. Toma el
drama de España como una lección que guardara para siempre: en 1955 –dirá-
yo no caí del gobierno; yo me fui del gobierno para evitar al país una guerra civil.
Jamás hubiera querido que en la República Argentina pasara lo que paso en
España” (Pavón Pereyra, 1973 a, p.159-160).

Regresa al país a principios de 1941 y teniendo como panorama la guerra


que se estaba sucediendo en Europa, plantea la cuestión social: atender a los
menos favorecidos, la necesidad una legislación laboral y sobre todo, que
debemos romper las cadenas de la dependencia, para ser un país
soberanamente independiente tanto en lo económico, como en lo social y en lo
político. Muchos “se alteran por estas ideas, y lo destinan a Mendoza, al Centro
de Instrucción de Montaña” (Godoy, 2021, p. 297). Al llegar a Mendoza, cabe
destacar que Perón tiene una vasta experiencia alpina gracias a sus
entrenamientos en los destacamentos italianos, que lo capacitan para realizar su
tarea en Los Andes con gran seguridad. Tiene un gran conocimiento también de
la Cordillera Real y la pre cordillera, por los diversos viajes que realizó al sur de
nuestro país y del sur de Chile. Con estos conocimientos, Perón trabaja con las
guarniciones y se “divide entre el cuartel y la alta montaña; en las maniobras (…),
construyendo acequias, relevando la topografía” (Pavón Pereyra, 1973 a, p.
174). A finales de 1941 asciende a Coronel y publica en la Revista Militar dos
monografías tituladas: “Tropas de Montaña” y “Comandos de Montaña”.
Obviamente no fue el precursor de la especialidad de montaña, pero sin embargo
Perón, es el impulsor gracias a sus conocimientos adquiridos en Italia en lo
referente a técnica, tácticas, enseñanza y equipamiento, a los cuales se les
agrega su talento militar y didáctico, que pudo desarrollar una doctrina propia.
Permanecerá en Mendoza hasta marzo de 1942, donde entablara una gran
amistad con Edelmiro Farrel. Sera trasladado a la Inspección de Tropas en
Capital Federal. En Buenos Aires, Perón “ha de tomar contacto (…), con un
grupo de camaradas que no han perdido el tiempo: organizaron en el ejército
una fuerza coherente, con objetivos bien delimitados. El proceso que se avecina
reconoce una larga etapa de maduración en la propia institución militar que será
su protagonista. Las marchas y contramarchas dentro del ejército no tardaran,
pues, en unificarse en un sendero común” (Pavón Pereyra, 1973 a, p. 179).

Estos contactos con el grupo de militares a los que hace referencia Pavón
Pereyra, será nada más y nada menos que el Grupo Obra de Unificación o más
conocido con sus siglas, GOU. Esta unidad “tienen fundamentalmente dos
motores: forjar la unidad del ejército contra la figura de Justo y aplicar un
programa nacionalista en lo económico, que rompiera con la corrupción, y que
sostuviera el neutralismo” (Godoy, 2021, p.298).

Serán miembros fundadores del GOU, el Teniente Domingo Mercante, el


Mayor Raúl Pizales, el Teniente Agustín de la Vega, Coronel Emilio Ramírez,
Coronel Juan Perón, etc. La organización del GOU estará distribuida en cinco
escalones: el primer escalón consta de 19 miembros, sin jefe y nucleados
horizontalmente (en este escalón se encuentra Perón y ocupará la tarea de
coordinador junto a Emilio Ramírez). Dentro de los objetivos que tenía el grupo
podemos destacar los siguientes: “unir a todos los jefes y oficiales combatientes
afectados a la idea básica de salvar al Ejercito (…), estabilizar al Ejercito,
asegurando una absoluta prescindencia política fuera del Ejercito, pero
manteniendo una actitud vigilante dentro del mismo (…), extender la doctrina
hasta poder inculcarla en todo el Ejercito” (Potash, 1984 b, p.29). También
podemos aportar los objetivos del GOU visualizados por Godoy: entre los que
podemos encontrar “unir a los oficiales (contrario al justismo), jerarquizar los
cuadros, distanciarse de la represión, del fraude, de los escándalos (…) sostener
la neutralidad (…) atender el desarrollo industrial, la cuestión social, etc.” (Godoy,
2021, p.299). Cabe destacar que el GOU tendrá una duración de
aproximadamente un año, disolviéndose el 28 de Febrero de 1944, con el
comunicado 18: donde se analiza la situación actual “y, pensando que podría ser
un obstáculo para la marcha norma del Gobierno, ser resolvió su disolución”
(Potash, 1984 b, p.182).

Cabe mencionar que cuando estalla la Revolución del 43, la misma tenía
como finalidad darle fin a la década infame, darle fin al fraude electoral y
transformar a la Argentina. Recordará Perón que “antes del 4 de junio y cuando
el golpe de Estado era inminente, se buscaba salvar las instituciones con un
paliativo o por convenios políticos a los que comúnmente llamamos acomodos.
En nuestro caso, ello pudo evitarse porque, en previsión de ese peligro,
habíamos constituido un organismo serio, injustamente difamado: el famoso
GOU. El GOU era necesario para que la revolución no se desviara, como la del
6 de septiembre (…). Conviene recordar que las revoluciones las inicial los
idealistas con entusiasmo, con abnegación, desprendimiento y heroísmo, y las
aprovechan los egoístas y los nadadores en rio revuelto” (Perón, 1963, p.93).
Con la revolución en marcha, Perón tiene la firme idea de avanzar en el
fortalecimiento de una alianza entre el Ejército y los trabajadores.

Producida la revolución, Perón ocupará la Secretaria del Ministerio de


Guerra y otros cargos menores en el Gobierno. Es por ello que en octubre de
1943 solicita desempeñarse en el Departamento Nacional del Trabajo, un
modesto organismo creado en 1907 ubicado en un viejo edificio del Club del
Progreso, que se dedicaba a los asuntos laborales y sindicales. Desde este lugar
Perón tendrá su contacto con la clase trabajadora, adentrándose en sus
problemas y sus necesidades e impartiendo la idea que “el Estado cuide de la
armonía social y adopte medidas que garanticen los derechos de los obreros”
(Pavón Pereyra, 1973 a, p. 241). Posteriormente convirtió al modesto organismo
en Secretaria de Trabajo y Previsión, amplio sus facultades y desde este lugar,
Perón le transmitirá al movimiento obrero una visión reivindicadora y nacional,
promoviendo la justicia social y sobre todo una legislación protectora de los
derechos del trabajador (dentro de las que podemos mencionar el estatuto del
peón rural y las leyes sociales). Posteriormente, el 8 de julio de 1944, será
designado como vicepresidente de la República Argentina, conservando el cargo
de Ministro de Guerra y la Secretaria de Trabajo y Previsión.
En este contexto la figura pública de Perón se engrandece: primero con
las ideas pregonadas en la Cátedra de Defensa Nacional dictada en la
Universidad de la Plata, su acercamiento al movimiento obrero y sobre todo su
pensamiento, que iba en contra del orden conservador. Se acrecentará su poder
político, lo que no era bien visto por los organismos de poder (la oligarquía y los
países imperialistas). Ante la inminente salida del gobierno, a Perón “se le
permitió despedirse de empleados y simpatizantes en la Secretaria de Trabajo y
Previsión, e incluso pronunciar un discurso por cadena nacional de radios. Sus
seguidores quedaron perfectamente alertados y trabajando para procurar una
contra-jugada (…). Otros militares, advertidos de las intenciones de Perón
decidieron (…), llevarlo detenido a la Isla Martin Garcia. Esta movida no impidió
que los seguidores de Perón siguieran trabajando (…). Ese 17 de octubre se
produjo una inédita y colosal movilización obrera y popular sobre Buenos Aires,
desde los extramuros de la ciudad y alrededores suburbanos, que rescato a
Perón y lo llevo hasta la Casa Rosada. Hablo desde allí (…), y recupero el centro
de la escena política” (Lopez, 2009, p.81). Para no explayarnos en el tema (ya
que el trabajo tiene como finalidad la formación militar de Perón) terminare con
una reflexión de Eva Duarte de Perón, que dirá “el 17 de octubre puede ser
analizado como episodio y en su significación. Como valor histórico, tiene valor
en sí mismo, por sus consecuencias. En si el mismo 17 de octubre es algo
excepcional, que no se ha dado en la historia de la humanidad (…). Yo no niego
que haya habido otros movimientos populares de tanta magnitud como el que
realizo el pueblo argentino el 17 de octubre de 1945; pero el nuestro fue un
movimiento pacífico y aun fue alegre” (Perón, s.f., p.127).

Ese 17 de octubre fue la máxima victoria política y por lo tanto Perón era
el candidato obligado a ocupar la presidencia del país, ya que una importante
masa de la población así lo requería. En las elecciones de febrero de 1946 “era
elegido presidente de la Republica en elecciones impecables, que fueron
garantidas y custodiadas por las fuerzas armadas. Uno de los primeros cuidados
del flamante Congreso electo, en las sesiones preparatorias fue otorgar el grado
de general al nuevo mandatario” (Scenna, 1980, p.214-215). Para ser exactos la
Ley 13.896 del 1 de mayo de 1950, le otorgará a Perón la promoción de grado a
General de División.
Las elecciones se llevaran a cabo el 24 de febrero de 1946, que tendrá
como ganador a Perón (y Hortensio Quijano para vicepresidente), el cual obtiene
el 54% de los votos y superando por 10% a la fórmula de la Unión Democrática
(Jose Tamborino y Enrique Mosca). Una vez en la presidencia, Perón siempre
lucirá su flamante uniforme de General. Desde un principio diagramó el rumbo
que debía llevar la Nación y planificó “un plan de acción en el que proyecto
político general, concepción y política de defensa y profesionalización militar se
entrecruzaban; plan de acción se desplego en cuatro planos: a) desarrollo de la
industria para la defensa y de materiales críticos; b) reforma militar,
contemplando entre otros aspectos, el requipamiento militar , la reforma orgánica
y la de los escalafones; c) mejoras en las condiciones de vida de los uniformados;
d) administración de la política de personal militar de manera tolerante,
reconociéndole un lugar al mérito , pero sesgada: a semejanza de merecimientos
primaba la lealtad, lo mismo que a la hora de asignar destinos” (Lopez, 2009,
p.103).

Este plan de acción tendrá un rumbo muy importante en el modelo de país


que se buscaba. La noción de fomentar la industria de la defensa y de materiales
críticos tuvo un fuerte impulso. Ya se había creado la Dirección General de
Fabricaciones Militares en 1941 y con Perón, entre otros hitos, quedarán
conformados SOMISA; se le dará un fuerte impulso a la Fábrica Militar de
Aviones con el arribo de Kurt Tank y Juan Ignacio San Martin; la Fabrica Naval
de Explosivos de Azul (FANAZUL) dentro del cual podemos destacar el Astillero
Rio Santiago; se puso en marcha el plan atómico con el Proyecto Huemul (que
fue suspendido) y se creó la Comisión Nacional de Energía Atómica, a cargo de
Jose Antonio Balseiro. Como podemos apreciar la industria era orientada hacia
la visión de la defensa, pero el desarrollo tuvo tal magnitud que se extenderá a
diversas ramas como la automotriz (donde cumplirá un rol fundamental las
Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado, mejor conocido como IAME) o
la industrias de consumo masivo.

En el segundo plan de acción destinado a la reforma militar “se avanzó


definitivamente sobre la motorización y la mecanización en el Ejercito, superando
el ya anacrónico estadio hipomóvil (equipos y personal traccionados a mula o a
caballo) y se avanzó también en la organización de unidades blindadas” (Lopez,
2009, p.106). Por otro lado se constituye como fuerza independiente a la Fuerza
Aérea; con la reforma, se amplió el número de oficiales dentro de los cuales
podemos observar un incremento de capitanes y mayores; y por último, ligado al
concepto de Nación en Armas se dictó la Ley 13.234 (1948) de “Organización de
la Nación en tiempos de guerra”. La ley incluía la regulación de los órganos
superiores de conducción, la movilización y la Defensa Civil, y la creación del
Estado Mayor de Coordinación, antecedente del actual Estado Mayor Conjunto.

También se avanzó en el tercer plan de acción que estaba relacionado


con la mejora de las condiciones de vida de los uniformados. Con el
reequipamiento realizado por el Estado y la reorganización institucional, se gestó
una nueva profesionalización de las fuerzas. También se avanzó con la
construcción de viviendas para los oficiales, la mejora de los hospitales militares,
etc.

Con casi 40 años desde su ingreso al Ejercito y luego de presenciar dos


Guerras Mundiales, Perón tiene clara la necesidad de generar una intensa
transformación política, social y económica. Sin duda la Nación debía
independizarse y dejar de ser una semi colonia del imperio, y para ello era
necesario realizar un esfuerzo industrial que nos sacara de la vulnerabilidad y
dependencia, para ser un país libre y no depender de los países centrales. En
cuanto al proyecto político Perón siempre aspiró a la soberanía política, la
independencia económica y la justicia social. Los resultados fueron
contundentes ya que la Argentina nunca ingreso al FMI (recién lo hará
formalmente el 20 de septiembre de 1956 por decreto, firmado por el entonces
presidente Pedro Eugenio Aramburu, uno de los conspiradores que derrocó al
gobierno democrático de Perón), se duplicaron los establecimientos fabriles, se
nacionalizaron los ferrocarriles, puertos y servicios públicos, se crearán más de
2.000 escuelas, se logrará la gratuidad de la universidad, se extenderán los
derechos del sufragio universal dando derecho al voto femenino, se erradicó el
paludismo, etc.

Con el tiempo Perón ira extrapolando conceptos de la teoría militar al


campo de lo político. Es por ello que a partir de 1951 será inaugurada la Escuela
Superior Peronista, y la doctrina impartida en las aulas quedará unificada en el
libro titulado “Conducción Política”, que en si “no fue pensado como libro sino
que pertenece a una recopilación de clases (…). Por lo tanto, las palabras de
Perón tienen un sentido pedagógico y didáctico orientado a la formación de
cuadros políticos que se nutrieran en la teoría para garantizar la continuidad de
la revolución peronista” (Guidi, 2020, p. 33). No es un dato menor que éste sea
el texto donde mejor se revela su concepción de la Nación en Armas, y donde
están presentes los conceptos de Von der Goltz y Clawsewitz. Por su parte,
Pavón Pereyra reproducirá una afirmación de Perón, con respecto de “la Escuela
Superior Peronista, está destinada a preparar los cuadros que capacitadamente
han de impartir después, en toda la República, esa enseñanza para la elevación
de la cultura cívica y social de la Nación” (Pavón Pereyra, 1973 b, p. 93). La
faceta escritora de Perón seguirá en pleno auge y cabe mencionar que en 1949
escribirá “la comunidad organizada”, que fue presentado en el Congreso de
Filosofía de Mendoza, en la cual asisten importantes intelectuales del país y del
mundo tales como Carlos Astrada, Bertrand Rusell, Benedetto Croce, Jose
Vasconcelos. La clausura del congreso estará en manos de Perón que “sostiene
que el justicialismo ofrece la comunidad organizada como modelo social
superador tanto del capitalismo, que explota al hombre, como del colectivismo,
que lo insectifica al endiosar al Estado” (Galasso, 2015, p. 547).

En el año 1951 comienza a gestarse el golpe de Estado, en manos del


General Eduardo Lonardi y del General Benjamín Menéndez, como los
principales referentes. La idea del mismo era llevarlo a cabo el 1 de agosto del
mismo año, “sin embargo, cuando se aproximaba el momento, Lonardi evaluó
que era mejor postergar el movimiento pues no había condiciones para el mismo”
(Lopez, 2009, 115). A continuación llegara el renunciamiento a la vicepresidencia
de Eva Duarte de Perón, el 31 de agosto de 1951, que será aprovechado por el
antiperonismo. El intento de golpe de Estado se produce el 28 de septiembre de
1951 dirigido por Benjamín Menéndez, pero el mismo “fue un perfecto fracaso
desde su iniciación. Con un centro en la Escuela de Caballería de Campo de
Mayo, no logro siquiera dominar lo que debió ser el núcleo de la revolución.
Fueron más oficiales leales que los rebeldes (…). De 180 tanques que debieron
marchar sobre la Capital Federal, solo tres salieron de Campo de Mayo rumbo
al Colegio Militar, que también se negó a plegarse a la rebelión (Scenna, 1980,
p.233). Lopez también aportará algunos datos de la rebelión fallida comentando
que “un tribunal militar enjuicio por rebelión al cabecilla y a muchos de los
implicados. Menéndez fue condenado a 15 años de prisión y los demás penas
más reducidas. Varios oficiales fueron dados de baja y otros obligados a pedir
retiro” (Lopez, 2009, p.116).

Luego del intento de rebelión, Perón siente la necesidad de explicar la


obra política, social y económica a los oficiales de las Fuerzas Armadas. Días
más tarde, el 11 de noviembre de 1951, se llevaran a cabo las elecciones
presidenciales que elegirá nuevamente a Perón como presidente obteniendo el
62% de los votos, y en la cual cabe destacar que por primera vez las mujeres
pudieron ejercer su derecho a voto y quedará en el recuerdo el voto en su lecho
de enferma de Eva Duarte de Perón, artífice del sufragio femenino.

Con el triunfo de Perón, su figura se vería nuevamente amenazada por un


nuevo intento de golpe de Estado, previsto para el 3 de febrero de 1953. En esta
ocasión fue liderado por el Coronel retirado Jose Francisco Suarez que conformó
la logia Sol de Mayo, en la cual participaban militares y políticos opositores al
peronismo y tenían como finalidad: tomar la Casa Rosada, el Correo Argentino
y el Departamento Central de la Policía Federal. Su principal objetivo era el
asesinato de Perón y de Evita. Este plan fue disuelto “por la inteligencia de la
Aeronáutica y se apreso a Suarez y a sus principales colaboradores” (Lopez,
2009, p.118). Con estos acontecimientos que se estaban gestando en las
fuerzas, se decide a partir del 1952 impartir cursos de adoctrinamiento y de
doctrina nacional. Otro de los grandes acontecimientos que se darán en el año
1952 es la muerte de Evita (el 26 de julio), y los severos problemas económicos
consecuencia de las malas cosechas de 1951 y 1952 a consecuencia de las
sequias que asolaron al país.

Al año siguiente retornará la violencia y el 15 de abril de 1953, durante un


acto en la Plaza de Mayo estallaron bombas que produjeron víctimas fatales.
Estos acontecimientos Perón no los dejara pasar y dirá desde el balcón de la
Casa Rosada “eso de la leña que ustedes me aconsejan ¿Por qué no empiezan
ustedes a darla? Esa misma noche, bandas de activistas atacaron las sedes de
los partidos Socialistas, Radical y Demócrata (conservador) y la lujosa sede del
exclusivo Jockey Club de Buenos Aires” (Lopez, 2009, p.119). Se empezó a
buscar a los culpables de los atentados, lo que desencadeno la aprehensión de
dirigentes políticos y opositores. A partir de noviembre de 1954, Perón entrará
en conflicto con la Iglesia (en realidad con sectores episcopales, no con la iglesia
como institución) en lo referente a la política. Dentro de estos conflictos políticos
podemos señalar que “se produce la separación de funcionarios y docentes
católicos, se detiene a sacerdotes, se pide a los periodistas que denuncien las
actividades de los elementos clericales perturbadores (…).Permite a todos los
cultos la entrada a los hospitales, cárceles y demás instituciones oficiales; se
modifica la ley de profilaxis; se quita la adscripción y la exención de impuestos a
colegios católicos” (Pavón Pereyra, 1973 b, p.241).

La pelea de Perón con la iglesia y con determinados sectores de la


sociedad, empezó a crispar las relaciones de poder y a partir de 11 de junio de
1955 se empezaba a gestar un nuevo golpe de Estado. Es mismo día en el centro
de la ciudad se celebraba el Corpus Cristi, lo que tuvo de novedoso es que
cientos de personas se manifestaron en contra del presidente de la Nación.
Ramos nos detalla a la perfección este acontecimiento diciendo que “una
multitud llena la Plaza de Mayo, pero no es para aclamar a Perón. Se trata de un
verdadero acto político y de un enfrentamiento público entre la policía y los
procesantes. Una columna, al salir de la Catedral, marcha hacia la Plaza del
Congreso y procede a izar una bandera del Vaticano en el Congreso de la
Nación. Al mismo tiempo, aparece una bandera argentina semiquemada. Esto
último ocasiona un gran escándalo. El gobierno atribuyo tal acto a los católicos,
y estos al gobierno” (Ramos, 2013, p.146). Este atropello a la bandera generara
un paro general que lo llevara a cabo la CGT, colmando la Plaza de Mayo. Perón
“si bien apunta a la necesidad de la lucha, intenta contener toda acción
espontanea de los sectores populares: Les pido a los trabajadores que en los
asuntos que se están suscitando en estos días, me dejen a mí que juegue el
partido (…) Sé por experiencia lo valores que se encierran en los corazones de
nuestros hombres de trabajo. Los he visto luchar, los he visto decididos a triunfar
o morir (…) y por qué estoy decidido a actuar en defensa y en cumplimiento de
la ley, les pido al pueblo tranquilidad y paciencia” (Galasso, 2015, p. 686).

Llegará la masacre del 16 de junio de 1955, que desemboca en el golde


de Estado del 16 de septiembre de 1955, derrocando al General Perón. Para
sintetizar estos aberrantes actos llevados a cabo por una parte de las Fuerzas
Armadas de índole liberal vamos a reproducir las palabras escritas por Rouquie,
Potash y Scenna. Existen diversos estudios sobre el mismo pero es interesante
el análisis de estos tres autores. Por su parte Potash afirmara que “los hechos
del 16 de junio de 1955 constituyen un cruento capítulo de la historia argentina,
y que las armas de guerra, adquiridas con el ostensible propósito de defender a
la nación contra un ataque extranjero, fueron empleadas contra los propios
argentinos por miembros de sus Fuerzas Armadas y por civiles armados. Las
victimas de ese día, entre muertos y heridos, llegan a ser casi 1.000; la mayoría
fueron civiles sorprendidos por la lluvia de balas y metrallas que cayó sobre la
Plaza de Mayo y las calles que van desde ella hacia el edificio del Ministerio de
Marina” (Potash, 1984 b, p.259). Por otra parte Rouquie se referirá a los hechos
que “el golpe no había tenido nada de los clásicos pronunciamientos, de los
paseos militares pacíficos y declamatorios, sino que había presentado las
características sangrientas y odiosas de la guerra civil: los rebeldes deben haber
estados cegados por el odio para haber ametrallado a civiles indefensos en la
Plaza de Mayo” (Rouquie, 1982, p. 109). Por ultimo Scenna nos dirá que “por
primera vez Buenos Aires era bombardeada desde el aire. Se asistió a
espectaculares picadas de los pilotos que, tras descargar las bombas, atacaban
a la Casa Rosada con fuego de ametralladoras. Hubo combates aéreos con
aparatos leales que interceptaron a los rebeldes, provocándoles algunas bajas,
pero también se asistió al terror de cientos de civiles atrapados en esa trampa
mortal, a la que debieron pagar un pesado tributo en vidas. Cerca de medio millar
de muertos inocentes fue el saldo de la acción, tan difícil de justificar o explicar
racionalmente” (Scenna, 1980, p. 240).

La consigna del ataque era matar a Perón, que después del atentado
hablo por radio nacional, prometiendo fusilar a los culpables rebeldes. Caerá la
noche y las masas quemaran iglesias, atacaran locales partidarios de la
oposición. Esa noche la Argentina estaba inundada de odio y violencia. En los
días siguientes, Perón no aparecerá y estará ideando la estrategia a seguir.
Recién lo hará el 5 de julio dirigiéndose al pueblo argentino: “numerosas vidas
inocentes han sido tronchadas por el criminal intento, como asimismo muchos
heridos han soportado las consecuencias. En ambos casos (dice) han merecido
nuestra preocupación, con el cariño que merece esos héroes anónimos del
pueblo humilde, abatidos por la infamia y la fatalidad. El pueblo (agrega con
severidad) marcara con caracteres indelebles en la historia criminal argentina el
nombre de los causantes, para que en cien generaciones no se olvide” (Pavón
Pereyra, 1973 b, p.281).

El 16 de septiembre de 1955 se gestara la insurrección militar que


derrocara al General Perón. En el noroeste han caído en manos de los
sublevados algunos cuarteles tales como la base de Curuzú Cuatiá, las bases
navales de Puerto Belgrano y Rio Santiago entre otras. La escuadra sublevada
era comandada por el Almirante Isaac Rojas, “desde uno de sus buques, declaro
el 18 de septiembre el bloqueo de los puestos y amenazó con atacar los
depósitos de petróleo de Dock Sud y la refinería de YPF de La Plata (…). Perón
con algunas dificultades, hubiera podido controlar la situación en el territorio, ya
que había conseguido que una mayoría de unidades permaneciera leal. Pero el
enfrentamiento con la Marina, en las condiciones que esta estaba planteado las
operaciones, era otra cosa (…). La destrucción de valiosos bienes públicos más
allá del material militar (o naval) y la probable pérdida de vidas entre la población
civil” (Lopez, 2009, p.129).

El 19 de septiembre Perón entrega una ambigua renuncia (que en realidad


según palabras de Perón no era una renuncia ya que no estaba dirigida al
Congreso de la Nación) que será aceptada por la Junta Constitutiva Nacional. El
20 de septiembre Perón se refugia en la Embajada de Paraguay y se embarcó
poco después, en una cañonera de ese país. El gobierno peronista ha caído y
su líder emprenderá un duro y largo exilio que lo llevará primero a Paraguay,
Panamá, Nicaragua, Venezuela, República Dominicana y España. Estará
exiliado 17 años, regresando nuevamente al país el 17 de noviembre de 1972.

Luego del golpe de Estado, el 12 de octubre de 1955 se le inicia Tribunal


Superior de Honor, con sentencia el 27 de octubre del mismo año que lo degrada
de grado y se le prohíbe la utilización del uniforme. Esta decisión quedara firme
por el decreto 2.03411 del día 31 de octubre de 1955. Esta resolución quedará
extinta con el decreto 5.404. Posteriormente el 17 de noviembre de 1972, Perón

11
Decreto 2.034. Recuperado el dia 15 de Julio de 2022 de
https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/10918946/19551110
vuelve a su patria. Desde el exilio, cabe destacar, que seguirá escribiendo y
publicará en 1956 La Fuerza es el derecho de las bestias, que fue escrito en
Panamá; en 1957 Los Vendepatrias que es publicado en Venezuela; en 1958
Del Poder al exilio. Como y quienes me derrocaron; en 1963, Tres revoluciones
militares; en 1967, Latinoamérica, ahora o nunca; en 1968 La hora de los pueblos
y por ultimo (una de sus mejores obras) en 1974, Modelo argentino para el
proyecto nacional. Las elecciones del 23 de septiembre de 1973 llevarán a Perón
a su tercera presidencia. El 12 de junio de 1974 se dirigirá al pueblo por última
vez diciendo: “yo llevo en mis oídos la más maravillosa música que, es para mí,
es la palabra del pueblo argentino”. Días después de su último discurso, la vida
de Juan Domingo Perón se apagara a los 78 años de edad, el 1 de julio de 1974,
siendo una de las personas más influyentes de nuestra historia.
Conclusión

En primer lugar se debe resaltar la importancia que tuvieron las ideas de


estos intelectuales militares en torno a diversas cuestiones. En nuestro análisis
podemos visualizar que su pensamiento está ligado a dos grandes ejes, el
primero relacionado con el tema de la defensa nacional y el segundo con la
necesidad de romper las cadenas de la dependencia para llegar a ser un país
plenamente soberano, desde lo político, lo económico y lo social. También cabe
destacar que los militares que analizamos, se nutren de las realidades que
atraviesa el pueblo, de ver sus miserias y sus necesidades.

Los acontecimientos tanto de la Primer Guerra Mundial como de la


Segunda Guerra Mundial, marcaran también el impulso por industrializarnos y
no tener que depender de los imperios (en especial de Gran Bretaña). Los
intelectuales militares esbozan un modelo de país al que desean llegar, muchas
veces partiendo desde la visión de la defensa para luego engrandecer la Nación.

Estos militares identifican las vulnerabilidades que tiene nuestra patria y a


través de esas vulnerabilidades construir una Nación soberanamente libre. Esta
visión quedo reflejada en Mosconi y Baldrich por ejemplo peleando por el
petróleo, un recurso indispensable para la defensa, o el mismo Pujato
defendiendo el territorio antártico y las Malvinas. La visión también del mismo
Savio que fomento la industria pesada, o Perón que junto a San Martin pudieron
visualizar un modelo de independencia económica que nuca más pudimos
explotar, con la industria aeronáutica y automotriz, que desde aquella época
quedo en el olvido.

En estos intelectuales podemos divisar la posibilidad latente de un


conflicto armado (más que nada después de la Primer Guerra Mundial) y la
necesidad que la Argentina pueda establecer medidas de defensa adecuadas.
Nuestro país no puede ser meramente agroexportador sino que debe fomentar
la industrialización, que primero fue pensada para la defensa pero luego el
derrame del crecimiento se fue dando en diversos rubros, sobre todo en el
periodo del peronismo.
A lo largo de nuestro trabajo lo que buscamos es demostrar la visión que
poseen estos intelectuales militares para romper la noción semi colonialista que
se intentaba inculcar. Con la revolución de 1930 y en especial con la política
implementada con Justo, en torno al fraude electoral, la entrega del país al
imperio británico, el desaliento que las Fuerzas Armadas participen en política
se empezó a germinar un pensamiento crítico a esta visión dependiente. Es por
ello que en esta época tendremos pensadores como Savio, San Martin, Perón,
Mercante, Pujato, etc. Serán pensadores que buscaran el engrandecimiento de
la Nación.

En estas páginas también se desarrolla la noción de la defensa nacional


como un todo y no solamente un mero elemento de exclusividad militar. La
defensa nacional se hace con las Fuerzas Armadas pero no es solo militar sino
es político donde está integrada toda la Nación. Es por eso que aquí entra la
visión de que para la defensa no se puede tener un pueblo debilitado sino todo
lo contrario, se debe lograr tener un pueblo en buenas condiciones para la
defensa.

Esta generación de militares que estudiamos, todos tenían la finalidad de


defender los recursos naturales que posee el país. Que son fundamentales para
las generaciones actuales y para las venideras. Tener estos recursos es una
ventaja pero si no se los defiende de la manera adecuada son un peligro por
avidez de otros países que lo desean.

Hace varios años la cuestión de las Fuerzas Armadas fue abandonada,


sin un rumbo claro. Debemos recuperar la senda de estos intelectuales militares,
pensar en términos integrales y recuperar su visión en torno al desarrollo
industrial, al desarrollo social, cultura y político. Para ello es necesario una
política de Estado que sea clara y que busque nuevamente la unión entre
Fuerzas Armadas y pueblo para la construcción de una Nación libre, justa y
soberana. Aprender del pasado para construir los cimientos del presente y
planificar el futuro que nos merecemos como Nación.

Por ultimo no solo pensar en nuestro país, sino también pensar la noción
de la de la gran Nación americana, la Patria Grande, porque no somos países
enemigos, somos países hermanos, tal como lo pregona San Martin, Bolívar,
Artigas, Perón entre otros.
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