Las disciplinas de la sexología se dividen básicamente en nueve áreas
generales.
La sexología clínica tiene como objetivo el diagnóstico, tratamiento y
rehabilitación cuando las personas enfrentan trastornos sexuales como lo son las parafilias y los trastornos del orgasmo.
La sexología forense está enfocada en la intervención, evaluación y peritaje
asistiendo en el foro jurídico en los casos sexuales con víctimas y victimarios como por ejemplo la violencia de género, los abusos y agresiones sexuales. Por otro lado, las investigaciones para las clasificaciones, diagnósticos y el entendimiento de la desviación del comportamiento sexual están encauzadas en las funciones de la sexopatología.
La disciplina sexológica de la erotología “estudia el erotismo y las prácticas
eróticas que ha habido y sigue habiendo en las distintas civilizaciones y culturas a lo largo de la historia; y nace de la necesidad de entender la evolución sexual desde dentro, de un modo vivencial, y no sólo desde fuera, de un modo científico” (Bacale, 2019).
Mientras que la sexopedagogía (andragogía sexual y educación sexual) es el
sistema de transmisión de conocimientos generales y específicos relacionados al sexo, género, sexualidad y sensualidad por medio de técnicas e instrumentos de capacitación, adiestramiento, orientación, asesoramiento y/o consultoría. Su propósito es modificar estructuras de pensamiento, resocializar, reeducar y fomentar la prevención de disfunciones y trastornos sexuales.
La instrumentología sexual investiga, categoriza y describe las funciones que
poseen los instrumentos utilizados para complementar la sexualidad humana y/o para tratamientos de trastornos sexuales, como lo son los incorrectamente identificados como juguetes sexuales (vibradores, estimuladores, etc.).
La sexología comunitaria se concentra en el bienestar sexual colectivo por
eso “investiga y busca optimar la organización social de la sexualidad humana, facilitando que cada ciudadano puede desplegar su personal manera de vivirla” (Lucas Matheu, 2020).
La neurosexología está encargada de estudiar las relaciones entre el cerebro,
el sistema nervioso y el comportamiento sexual.
Por último, la sexología de estudios del género es una práctica
interdisciplinaria donde se investiga las prácticas culturales y nociones institucionales concernientes al sexo, el género, la sexualidad, la orientación y la identificación sexual.
Hay mitos y creencias incorrectas que se le han adjudicado a la sexología. Entre
ellos que es una ciencia de las relaciones sexuales, siendo totalmente incorrecto, dado a que abarca mucho más que las relaciones sexuales, como es la comunicación y compatibilidades sexuales, el erotismo, las relaciones de convivencia, las posiciones sexuales, la admiración corporal, apoderamiento psicosexual, prevención e intervención de los trastornos sexuales. Los(as) sexólogos(as) no utilizan las películas o revistas pornográficas como herramienta de educación o tratamiento.
La ciencia y disciplina de la sexología es parte de las profesiones de la
sociedad puertorriqueña para la salud sexual y mental. Sobre todo en las variadas necesidades que enfrentamos como pueblo para entender y poner en práctica la diversidad, la equidad, la igualdad y la inclusión.