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Pasado, presente y futuro de la Psiquiatría biológica

Su relevante papel…

- Recientes debates nosológicos

- Rol del diagnóstico y clasificaciones

-Los avances de la bioquímica y fisiología cerebral y de la genética

-de investigaciones neurocientíficas

-neuroimágenes

*Explicaciones causales

*Implicaciones terapéuticas y

*Prevención

Identificación de marcadores biológicos de enfermedades mentales.


HISTORIA
La psiquiatría (griego, psyche: alma, iatréia: curación) es una especialidad de la medicina dedicada
al estudio, prevención y tratamiento de las enfermedades mentales y los trastornos
del comportamiento. Surge como rama científica del cuerpo médico en el siglo XIX, en una época
tardía con respecto a otras especialidades

PSIQUIATRÍA BIOLÓGICA

Como primera aproximación podemos decir que vincula estrechamente a la psiquiatría a la


biología del cerebro

La primera ola en la segunda mitad del siglo XIX puede entenderse mejor como un nuevo
programa de investigación

No se caracterizaba tanto por la idea de que el sistema mental y el nervioso están estrechamente
vinculados; esto ya lo postulaban los filósofos antiguos, sino más bien por la ambición de

descubrir la relación entre la mente y el cerebro mediante una investigación sistemática que
vincule la neuropatología y el trastorno mental y mediante el uso del método experimental en
animales y humanos. Wilhelm Griesinger (1817-1868), una de las figuras más importantes

de esta primera ola dijo “los trastornos mentales son trastornos del cerebro”.

Esto no fue pensado principalmente como una afirmación reduccionista, sino más bien como una
declaración destinada a delinear sus ideas frente a los dos enfoques predominantes de esa época:
el enfoque moral por un lado, y el enfoque somático por otro que vinculaban el trastorno mental
con los procesos corporales en el pulmón, el hígado o otros órganos, por otro lado.

A principios del siglo XX, hubo un declive en los enfoques biológicos a través de varios desarrollos.
Emil Kraeplin, uno de los psiquiatras más influyentes de su época, comenzó como un oponente a la
psiquiatría biológica, y desarrolló su diagnóstico sistema de observaciones sistemáticas de los
síntomas y el curso de trastornos mentales, sentando las bases para el DSM posterior. También,
Los modelos psicológicos, inspirados en el psicoanálisis y el conductismo, se pusieron cada vez más
de moda y tuvieron un gran impacto en
Terapia.
La segunda ola de psiquiatría biológica comenzó solo en la segunda mitad del siglo XX impulsado
por dos nuevos descubrimientos. El primero fue la genética, que podría
muestran que los trastornos mentales graves, en particular la esquizofrenia, tienen un fuerte
componente genético. El segundo fue el descubrimiento serendípico de una medicación eficaz
para diversos trastornos mentales (1949 litio, 1952 clorpromazina, 1957 imipramina, 1958

haloperidol, 1963 diazepam). Pronto, el concepto de desequilibrio neuroquímico de


neurotransmisores se convirtió en el modelo explicativo favorito para desórdenes psiquiátricos.
Curiosamente, al mismo tiempo que la psiquiatra intenta por primera vez utilizar medicamentos
eficaces, surge el movimiento de la antipsiquiatría
la tercera ola ha comenzado en las dos últimas décadas del siglo XX y ahora está en pleno
progreso. De nuevo, ha sido impulsado por el progreso metodológico y tecnológico. Desde la
declaración de la última década del siglo XX como la década del cerebro por el presidente de los
Estados Unidos, la neurociencia se ha convertido en uno de los mayores programas de
investigación Mundial. Según mi punto de vista, hubo dos desarrollos particularmente relevante
en la transición de la segunda ola a la tercera ola.
El primero es el progreso de las neurociencias moleculares. La revista Molecular Psychiatry,
fundada en 1997, es ahora uno de los campos más prestigiosos y se convirtió en una de las revistas
más citadas. Cada vez es más claro que los efectos de las drogas psiquiátricas no se ejercen
principalmente a través del sistema de neurotransmisores en la hendidura sináptica, sino que hay
una regulación hacia arriba y hacia abajo de los receptores, efectos en cascadas intracelulares, e
incluso el nacimiento de neuronas en el hipocampo y el bulbo olfatorio. La imagen de los cambios
neurobiológicos subyacentes a los trastornos psiquiátricos y al tratamiento se volvió mucho más
complejo y diferenciado y se hizo evidente que los diferentes niveles de organización cerebral son
importantes que interactúan en una forma compleja.
El segundo desarrollo fue el nacimiento de la neurociencia cognitivay las neuroimagenes. Este
campo estudia el procesamiento de información en el cerebro combinando los métodos de la
psicología experimental con herramientas para registrar la actividad cerebral o para estimular
el cerebro. De hecho, la neuroimagen, en particular la resonancia magnética funcional (fMRI), ha
contribuido mucho al público "Conciencia cerebral", al sugerir (aunque erróneamente) que
podemos literalmente observar "el cerebro en funcionamiento". Con el primer estudio en
humanos publicado en 1991, fMRI se ha convertido en la actualidad en una importante
herramienta de investigación tanto en psicología como en psiquiatría. Este desarrollo no pudo
han tenido lugar sin un gran aumento en la potencia computacional

QUÉ SON LOS TRASTORNOS MENTALES?

El DSM-IV es agnóstico sobre la etiopatogenia, es decir, la génesis causal de los trastornos, ha


puesto énfasis en establecer un esquema intersubjetivo confiable para los diagnósticos a nivel
psicopatológico. Pero ¿Qué pasa con la validez, es decir, lo que se mide o más bien se pretende
medir con los criterios del DSM?

A finales del siglo 19 se pierde un poco la controversia organicismo-psicologismo


durante el XIX, olvidando incluso el "Tratado de las enfermedades del cerebro y
sus membranas".
El siglo XX[editar]
El nacimiento de la psiquiatría organicista[editar]
Con el siglo XX va forjándose un nuevo concepto de enfermedad mental, más
ligado a una concepción orgánica y biologicista, heredera de las doctrinas
degeneracionistas y del positivismo radical, que basaba sus observaciones no ya
en los locos situados en el medio social, sino en las colecciones de especímenes
humanos clasificados en los manicomios morales. El representante más genuino
de esta orientación por la influencia posterior que ha tenido fue Emil
Kraepelin (1856-1926) que propone un acercamiento, observación estrictamente
clínico en el que la narrativa del enfermo es reducida de síntoma a signo.
Kraepelin se centró en la clínica, como herramienta diagnóstica y terapéutica
superior a la formulación de hipótesis e incluso a la anatomía patológica. Describió
por primera vez la dementia praecox (más tarde conocida como esquizofrenia) y
la psicosis maníaco-depresiva. En 1883 publicó la primera edición de su obra más
importante: Lehrbuch der Psychiatrie, que tendría enorme difusión, alcanzando la
novena edición en 1927. Sin embargo, la influencia de Kraepelin fue limitada fuera
de Alemania hasta el primer tercio del s.XX, puesto que sólo en este periodo la
psiquiatría se incardinó como especialidad médica y abandonó la condición
de ciencia especial o de alienismo que había mantenido durante el siglo XIX.

A estas alturas, el enfoque o marco general de la tercera ola de la psiquiatría biológica debería
haber quedado claro. Se centra en un enfoque multinivel inspirado en la investigación para
comprender

- qué son los trastornos psiquiátricos,


- qué mecanismos subyacen a los signos y síntomas y
- cómo la comprensión de esos mecanismos podría ayudar en la clasificación, diagnóstico,
pronóstico y tratamiento.

Todavía se podría argumentar que el marco favorece lo neurobiológico sobre otros factores, ya
que implica la idea de que los trastornos psiquiátricos son trastornos cerebrales

No hará ninguna diferencia si llama a los trastornos psiquiátricos "trastornos del cerebro" o
"trastornos de los circuitos cerebrales" y, por lo tanto, no Justicia para lo mental dentro del
concepto de trastornos mentales
Debemos mencionar que, en ocasiones, la propia psiquiatría ha sido causante de sus propias
vicisitudes.

ANTIPSIQUIATRÍA

Desembozado oportunismo, aprovecharon nuestras propias inseguridades, cuestionamientos y


baja autoestima profesional, para generar el debate de si la psiquiatría debería existir (2). Resulta
obvio que movimientos de “anti pediatría” o “anti cardiología” son inimaginables.

LÓPEZ IBOR: “La psiquiatría atraviesa una profunda crisis como disciplina y como especialidad
médica”

1)El recurrente fiasco de la nosología,

2)La persistencia de perspectivas dualistas en la investigación

3)La continuidad de un localizacionismo inadecuado para explicar el comportamiento normal y


patológico.

1) El modelo médico exige la existencia de diagnósticos los cuales constituyen un paso crucial en
escoger el tratamiento más apropiado, predecir el pronóstico y curso del trastorno, educar al
paciente y su familia. En psiquiatría el valor del diagnóstico es muy a menudo cuestionado

4 orientaciones fundamentales: la humanitaria, la psicológica, la


sociocultural y la biológica.
La humanitaria representa un acercamiento al paciente y a la enfermedad mental desde una
filosofía de dignidad y preocupación ética y terapéutica que demostró, en la práctica, ser de gran
valor. Quizás su mayor representante sea Pinel

Hacia fines del siglo XIX aparece el abordaje psicológico (Freud y Watson)

La orientación sociocultural tiene sus raíces también, en cierto modo, vinculadas la Revolución
Francesa y al Siglo de las Luces. Su estudio está centrado en entender la alteración mental desde
un marco social y cultural y a partir de eso encontrar explicaciones y metodología terapéutica. En
esta etapa, la psiquiatría deja de preocuparse por la enfermedad mental y centra su atención en el
enfermo mental; igualmente, el psiquiatra sale del hospital psiquiátrico y convierte a la sociedad
en objeto de estudio señalando sus problemas y esbozando así los inicios de la medicina social y
comunitaria : el concepto del hombre como un ser indivisible bio-psico-social
La psiquiatría biológica también se inicia entre los siglos XVIII y XIX. La escuela alemana
especialmente, puso énfasis en neuroanatomía e histopatología. En el siglo XX, denominado el
siglo de la Física, se lograron enormes avances de instrumentos tecnológicos que llevaron a un
gran desarrollo de las ciencias básicas, con mejores equipos de microscopía, mejores técnicas de
imagenología tales como resonancia magnética y tomografía por emisión de positrones,
habiéndose llegado incluso a la nanotecnología que será ampliamente utilizada en el desarrollo del
“Proyecto Cerebro”, auspiciado por el gobierno de Estados Unidos para la próxima década.

LA RUTA BIOLÓGICA

El desarrollo de la psiquiatría biológica está ligado a avances en tecnología. Uno de los más
resaltantes se dio sin duda con la identificación serendípica de neurotransmisores y receptores
que intervenían en el mecanismo de acción de fármacos y que luego fueron perfeccionados para
producir bloqueos o activaciones de aminas biogénicas. Surgieron entonces teorías de desbalances
bioquímicos con déficit de uno u otro neurotransmisor. Estas teorías han ido cambiando desde
déficit de neurotransmisor o alteraciones en la sensibilidad del receptor a alteraciones en la
respuesta de segundos y terceros mensajeros. A pesar de que es claro que “algo” está alterado a
tales niveles, hasta el momento no es posible, sin embargo, no se han logrado marcadores
biológicos confiables, aunque al parecer las técnicas actuales de exploración están empezando a
dar frutos. nunciar una teoría cien por ciento certera.

Mayberg

Una razón por la que sabemos tan poco sobre la biología de las enfermedades mentales es que
sabemos poco sobre los circuitos neuronales que se alteran en los trastornos psiquiátricos; sin
embargo, ahora estamos comenzando a discernir un circuito neuronal complejo que se desordena
en las enfermedades depresivas. Helen Mayberg, de la Universidad de Emory, y otros científicos
han utilizado técnicas de escaneo cerebral para identificar varios componentes de este circuito,
dos de los cuales son particularmente importantes. Uno es el Área 25 (la región
cingulada
subcallosa), que media nuestras respuestas autónomas y motoras al estrés
emocional; la otra es la ínsula anterior derecha, una región que se activa
durante las tareas que involucran la autoconciencia, así como las tareas que
involucran la experiencia interpersonal. Estas dos regiones se conectan con otras
regiones importantes del cerebro, todas las cuales pueden alterarse en una enfermedad
depresiva. En un estudio reciente de personas con depresión, Mayberg le dio a cada persona una
terapia cognitivo-conductual o un medicamento antidepresivo (McGrath et al., 2013). Encontró
que las personas que comenzaron con una actividad inferior a la media en la ínsula anterior
derecha respondieron bien a la terapia cognitivo-conductual pero no al antidepresivo. Las
personas con una actividad inicial superior al promedio respondieron al antidepresivo pero no a
la terapia cognitivo-conductual. Mayberg en realidad
podría predecir la respuesta
de una persona deprimida a tratamientos específicos a partir de la actividad
inicial en su ínsula anterior derecha. Aunque necesitamos averiguar qué causa esta
actividad diferencial de línea de base, los resultados nos muestran varias cosas importantes sobre
los trastornos mentales.

KANDEL
Eric Kandel (9) estos hallazgos recientes muestran cuatro aspectos importantes en relación a la
salud mental: “Primero, que los circuitos neuronales alterados por enfermedades psiquiátricas son
muy complejos. Segundo, podemos identificar marcadores específicos y medibles de un trastorno
mental, y estos biomarcadores pueden predecir el resultado de dos tipos diferentes de
tratamiento: psicoterapia y medicación. Tercero, la psicoterapia es un tratamiento biológico, una
terapia cerebral, la cual produce cambios duraderos y detectables en el cerebro, de la misma
manera que lo hace el aprendizaje. Y cuarto, los efectos de la psicoterapia pueden ser estudiados
empíricamente”.

GENÉTICA
- Cross-Disorder Group of the Psychiatric Genomics Consortium Identification of risk loci
with shared effects on five major psychiatric disorders: a genome wide analysis. Lancet.
2013
Se publicó un artículo en la revista The Lancet en el cual se demostraba que cinco
desórdenes psiquiátricos de inicio en la infancia o en edad adulta (trastorno de déficit
atencional, trastorno bipolar, autismo, depresión y esquizofrenia) comparten comunes
factores genéticos de riesgo

- Otra área de investigación genética se orienta al estudio de cómo las mutaciones


genéticas influencian el desarrollo del cerebro. La mayor parte de las mutaciones
producen pequeñas diferencias en nuestros genes. Investigadores como Murdoch y State
(12) han descubierto un importante número de variaciones copiadas del cromosoma 7.
Una copia extra de un segmento de este cromosoma incrementa enormemente el riesgo
de autismo, el cual se caracteriza por la tendencia al aislamiento social. Lo más interesante
es que la pérdida del mismo segmento resulta en el síndrome de Williams, trastorno
caracterizado por una intensa sociabilización. Este segmento del cromosoma 7 contiene
alrededor de 25 de los aproximadamente 21 000 genes del genoma humano. A pesar de
esta pequeñísima cantidad, una copia extra o una copia que no tenga este segmento tiene
profundos y radicalmente diferentes efectos sobre la conducta social. E

- Otro hallazgo genético nuevo son las mutaciones puntuales de novo. Estas mutaciones
surgen espontáneamente en el esperma de hombres adultos. Por lo tanto, un padre
puede transmitir una mutación puntual de novo a un hijo sin transmitirla a sus otros hijos
o sin tener la mutación él mismo. Los espermatozoides se dividen cada 15 días. Esta
división y copia continua del ADN conduce a errores, y la tasa de error aumenta
significativamente con la edad: un hombre de 20 años tendrá un promedio de 25
mutaciones puntuales de novo en su esperma, mientras que un hombre de 40 años tendrá
65. Estas mutaciones son una de las razones por las que los padres mayores tienen más
probabilidades de tener hijos con autismo. Los padres mayores también corren un mayor
riesgo de tener hijos con esquizofrenia. Gulsuner y sus colegas identificaron 50 mutaciones
de novo específicas que ocurren en niños que desarrollan esquizofrenia pero cuyos padres
no tienen la enfermedad (Gulsuner et al., 2013). Gulsuner, S., Walsh, T., Watts, A.C., Lee,
M.K., Thornton, A.M., Casadei, S., Rippey, C., Shahin, H., Nimgaonkar, V.L., Go, R.C., et al.;
Consortium on the Genetics of Schizophrenia (COGS); PAARTNERS Study Group. (2013).
Spatial and temporal mapping of de novo mutations in schizophrenia to a fetal
prefrontal cortical network. Cell 154, 518–529.

FUTURO: Proyecto internacional denominado “Cerebro”

Los avances en esta psiquiatría denominada biológica están y siguen estando ligados al desarrollo
de tecnologías. Se ha mencionado ya que en el futuro próximo obtendremos mucha información
sobre el cerebro a partir de desarrollos en nanotecnología, microelectrónica, y biología sintética
que serán puestos a disposición de neurocientíficos para experimentos e investigación antes
impensables tales como implante de nano sensores, fibra óptica inalámbrica y células vivas
genéticamente diseñadas para penetrar el tejido cerebral y reportar qué, cómo y cuándo las
neuronas están respondiendo a varios estímulos

¿Qué es lo que se piensa obtener con este ambicioso proyecto? “Cerebro” aspira llegar a
entender cómo es que el cerebro produce pensamientos, sueños, recuerdos, deseos, agonías y
éxtasis, percepciones y conciencia. Estudiar cómo el cerebro va cambiando en respuesta al
aprendizaje, a vivencias y experiencias, a un traumatismo o simplemente al paso del tiempo

CONCLUSIÓN

Los cambios de paradigma no ocurren con facilidad y se da más bien la tendencia pendular (ir de
un extremo a otro) que, en unas ocasiones conduce a la “descerebración” y en otras a la
“despsicologización” del conocimiento.
Resulta difícil entender que lo que sentimos, lo que pensamos, lo que tememos, lo que
recordamos, esté relacionado con una serie de procesos neurofisiológicos. Quienes hacemos una
psiquiatría biológica, somos vistos como una especie de autómatas atontados y capturados por la
industria farmacéutica que nos ofrece productos a ser utilizados en pacientes-víctimas, a quienes
convertiremos en adictos a sustancias de las cuales jamás lograrán deshacerse

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