Una familia conformada por padre, madre y sus dos hijas, gozaban día a día de su riqueza,

hasta que un día despidieron al padre de su trabajo. Después de unos meses viviendo a
base de préstamos y empeños, quedan en banca rota, tuvieron que vender su casa y gran
parte de cosas que les quedaban. Finalmente decidieron mudarse a la casa de la difunta
abuela materna, una decisión que les traería muchos bienes, ¿o no?…

Padre: Amor, ya no podremos seguir pagando la renta de esta casa, no es suficiente el

dinero
Madre: Está bien, amor, hay que buscar un hogar, no podemos dejar a las niñas sin un
lugar estable, necesitan descansar bien
Padre: Tienes razón... ¡Oye!, ¿y que hay de la casa de tu madre?
Madre: ¡No!! no me gustaría pisar esa casa una vez más
Padre: ¿Por qué no?, ahí podemos estar mientras logramos recuperarnos
Madre: ¡Ya dije que no!
Padre: Amor, entiende, nuestras opciones son eso o dormir en la calle
Madre: Está bien, mañana a primera hora marco al pueblo
Padre: Okey, vamos a dormir y mañana empacamos todo

Al día siguiente…

Madre: Amor, ya marqué

Padre: Yyy, ¿qué han dicho?
Madre: Me han dicho que nos entregarán las llaves a las 10 a.m., o sean, en 2 horas
Padre: Uy, vámonos ya, no creo que quieras llegar tarde

Llegando a la casa…