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Suicidología en línea 2020; VOLUMEN 11:1

ISSN 2078-5488

Investigacion original

Respuestas emocionales a la hospitalización psiquiátrica entre

Pacientes hospitalizados admitidos con y sin tendencias suicidas

Rivka T. Cohen-,1, Michelle Schönleber2, Kim L. Gratz3y Matthew T. Tull3

1Departamento de Psicología, Universidad de Pensilvania, Filadelfia, PA

2Departamento de Psicología, St. Norbert College, De Pere, WI
3Departamento de Psicología, Universidad de Toledo, Toledo, OH

Enviado: 1 de abrilcalle, 2019; Aceptado: 28 de abrilel, 2020; Publicado: 4 de junioel, 2020

Abstracto:Aunque comúnmente se usa para estabilizar a las personas que reportan riesgo de suicidio, la hospitalización psiquiátrica
puede aumentar las tendencias suicidas después del alta, y las emociones desagradables provocadas por la hospitalización podrían
contribuir a un mayor riesgo de conductas suicidas. Sin embargo, investigaciones limitadas han examinado la relación entre las
tendencias suicidas y las respuestas emocionales a la hospitalización psiquiátrica. Esta investigación preliminar examinó las diferencias en
las respuestas emocionales a la hospitalización psiquiátrica tanto durante la hospitalización como después del alta entre 21 pacientes
ingresados con y sin tendencias suicidas. Los participantes informaron niveles de emociones de rasgo y respuestas emocionales de
estado a la hospitalización al ingreso (retrospectivamente), en la unidad y 1-2 semanas después del alta. Los resultados indicaron que la
hospitalización provocó emociones desagradables más variadas para los pacientes hospitalizados con tendencias suicidas versus los que
no. Además, los pacientes hospitalizados con tendencias suicidas informaron un rebote posterior al alta en la ira relacionada con la
hospitalización y un alivio mínimo de la culpa relacionada con la hospitalización. Los resultados sugieren que los medios más directos para
abordar estas emociones durante y poco después de la hospitalización pueden ser beneficiosos para los pacientes ingresados con
tendencias suicidas.

Palabras clave:Emoción, Suicidio, Tendencia suicida, Paciente internado, Hospitalización

Los derechos de autor pertenecen al Autor(es). Suicidology Online (SOL) es una revista de acceso abierto revisada por pares que se publica bajo la Licencia Creative Commons 4.0.

El suicidio es la segunda causa principal de muerte entre los
estadounidenses de 10 a 34 años y sigue siendo un problema de
salud importante a lo largo de la vida (Centros para el Control de
Enfermedades, 2014). La hospitalización psiquiátrica breve se
usa comúnmente para el manejo de crisis de personas con
tendencias suicidas agudas y puede promover la estabilización a
corto plazo (Mellesdal, Mehlum, Wentzel-Larsen, Kroken y Arild
Jørgensen, 2010). Sin embargo, a pesar de los beneficios
potenciales, la evidencia sugiere que los pacientes pueden tener
un riesgo elevado de suicidio después de la hospitalización
psiquiátrica. Específicamente, en un estudio basado en la
población, Goldacre, Seagroatt y Hawton (1993) encontraron que
la tasa de suicidios era
-Rivka T. Cohen
Dirección: Universidad de Pennsylvania
425 S. University Ave.
Filadelfia, PA 19104
Correo electrónico: rivkac@sas.upenn.edu
aproximadamente 7 y 3 veces mayor para pacientes
masculinos y femeninos, respectivamente, en los primeros
28 días posteriores al alta de la atención psiquiátrica
hospitalaria, en relación con las 48 semanas restantes del
primer año posterior al alta. Además, al menos dentro de
algunas poblaciones de pacientes (es decir, pacientes con
trastorno límite de la personalidad), existe evidencia de que
el uso de servicios de crisis y hospitalización psiquiátrica
para pacientes internados está asociado con un mayor
riesgo de intentos de suicidio (Coyle, Shaver y Linehan, 2018;
ver también París, 2004).
Un factor poco estudiado que puede contribuir
potencialmente a un mayor riesgo de suicidio después del
alta es la naturaleza emocionalmente evocadora y, a veces,
estigmatizante de la propia hospitalización psiquiátrica (Link,
1987; Moses, 2011; Paris, 2004). La hospitalización
psiquiátrica puede provocar emociones desagradables que
en sí mismas están asociadas con tendencias suicidas
(incluidas ideas, planes o pensamientos suicidas).

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intentos), incluidas las emociones autoconscientes
(p. ej., culpa, vergüenza; Hendin y Haas, 1991) y las
emociones desagradables de alta excitación (p. ej.,
ira, ansiedad; Hendin, Maltsberger, Haas, Szanto y
Rabinowicz, 2004). Esto puede ser especialmente
cierto para los pacientes admitidos con tendencias
suicidas, dadas las asociaciones demostradas
entre pensamientos y conductas suicidas y una
mayor reactividad emocional (Nock, Wedig,
Holmberg y Hooley, 2008) y la tendencia a
experimentar ira, culpa y vergüenza (Brezo, París y
Turecki, 2006; Kelley et al., 1996). Por lo tanto,
además de tener antecedentes recientes de
tendencias suicidas, este subgrupo de pacientes
puede ser propenso a emociones desagradables
relacionadas con la hospitalización que exacerban
aún más el riesgo de suicidio.
Desafortunadamente,
El objetivo de este estudio fue realizar una investigación inicial
que comparara las respuestas emocionales a la hospitalización
psiquiátrica entre dos grupos de pacientes: los ingresados por
tendencias suicidas (incluyendo ideación, planes y/o intentos
suicidas) y los ingresados por motivos no relacionados con el
suicidio. También examinamos los cambios en las emociones a lo
largo del tiempo durante la hospitalización y después del alta,
con la hipótesis de que la hospitalización psiquiátrica provocaría
emociones desagradables más intensas de timidez y alta
excitación para los pacientes ingresados con tendencias
suicidas versus sin ellas. Además, predijimos que las emociones
desagradables relacionadas con la hospitalización serían más
persistentes (es decir, permanecerían más altas después del alta)
entre los pacientes ingresados con tendencias suicidas. Dada la
escasez de investigación en esta área, esperábamos que este
estudio proporcionara datos preliminares que pudieran ayudar
Tabla 1. Diagnósticos dentro de los grupos de tendencias suicidas vs. no tendencias suicidas.
Grupo de suicidalidad
Diagnóstico
n = 13; norte (%)
depresión unipolar
Cualquier trastorno de ansiedad
Trastorno del espectro bipolar
Trastorno por uso de sustancias
Trastorno de estrés postraumático
Esquizofrenia
Trastorno límite de la personalidad
Nota: Diagnósticos obtenidos a partir de la información disponible en las historias clínicas de los participantes. Los porcentajes no suman 100% debido a
diagnósticos comórbidos.
Medidas
Emociones de rasgo.La subescala de afecto negativo del
Programa de afecto positivo y negativo (PANAS-NA; Watson,
Tellegen y Clark, 1988), complementada con 6 ítems
adicionales (indicados en cursiva a continuación), se utilizó
para evaluar las emociones desagradables de rasgo. Con el
fin de incluir las emociones rasgo como covariables en
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en el desarrollo de hipótesis para futuras
investigaciones.
Método
Participantes
Veinticuatro pacientes (61,9% mujeres; edad media = 38,9 ±
12,3) fueron reclutados de una unidad psiquiátrica para
pacientes hospitalizados en el sur de los Estados Unidos. Los
pacientes identificados por el personal de enfermería de la
unidad que no habían experimentado síntomas de psicosis
en las últimas 24 horas fueron abordados por el personal del
estudio. Los 24 pacientes que fueron abordados y
participaron también fueron evaluados por la presencia de
psicosis en las últimas 24 horas por parte del personal del
estudio; ningún paciente dio positivo para esos síntomas.
Dos pacientes fueron excluidos por responder al azar (es
decir, seleccionar números al azar en las medidas sin leer los
ítems). Un tercer paciente se retiró durante la evaluación
inicial, lo que resultó en una muestra final de 21. Los
participantes incluidos fueron 66,7% blancos y
33,3% afroamericano. Aunque el 61,9 % completó al menos
alguna universidad/escuela técnica, los participantes
estaban predominantemente desempleados (61,9 %) y de
bajos ingresos (66,6 % ganaba <$19 999/año).
Según la revisión de las historias clínicas, 13 participantes fueron
admitidos por ideación/intención/intentos suicidas (Grupo de
Suicidalidad) y 8 participantes fueron admitidos por otras
razones y se les negó la ideación suicida en el momento de la
admisión (Grupo de No Suicidio). Las razones adicionales
documentadas para la admisión en ambos grupos incluyeron
depresión, manía, abuso de sustancias y psicosis en el momento
de la admisión (consulte la Tabla 1), aunque, como se detalla
anteriormente, se excluyeron las personas que reportaron
psicosis activa en las últimas 24 horas.
Grupo de No Suicidio
n = 8; norte (%)
7 (53,8%) 3 (37,5%)
5 (38,5%) 0 (0,0%)
4 (30,8%) 2 (25,0%)
4 (30,8%) 3 (37,5%)
2 (15,4%) 0 (0,0%)
1 (7,7%) 2 (25,0%)
1 (7,7%) 0 (0,0%)
análisis, se crearon compuestos (cf Schoenleber et al.,
2016) que evalúan rasgo de ira (hostil, irritable; α=.58),
ansiedad (nervioso, asustado, asustado; α=.66), culpa (
culpable, culpable de mis acciones; α=.46), tristeza (triste
), y vergüenza (inútil, inadecuado, defectuoso,
insatisfecho conmigo mismo, Avergonzado de mi mismo;
α=.63).
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Estado de emociones relacionadas con la hospitalización.El
Examen de emociones relacionadas con el tema (T-REX) se
utilizó para evaluar las emociones relacionadas con la
hospitalización del estado de ira (αs=.47-.54), ansiedad
(α=.58-.82), culpa (α=.31- . 62), tristeza (α=.68-.74), y
vergüenza (α=.58-.86). El T-REX es una versión modificada del
cuestionario de estado de emoción utilizado para evaluar la
respuesta emocional durante una prueba de percepción de
presión del dolor, que demostró una consistencia interna
aceptable (Schoenleber, Berenbaum y Motl, 2014). Cada
emoción se evaluó mediante 3 elementos que capturaban
los componentes subjetivo, cognitivo y conductual de la
emoción. Todos los ítems fueron calificados con un 0 (de
nada) para 4 (extremadamente), con la mitad de la escala
(una calificación de 2) correspondiente a un nivel moderado
de la emoción reportada. Se usaron diferentes tallos para
evaluar las emociones retrospectivamente al ingreso (es
decir, "durante o poco después de estar hospitalizado") y
actualmente mientras residía en la unidad y 1-2 semanas
después de ser dado de alta (es decir, "actualmente, cuando
estaba pensando en ser hospitalizado"). . La evaluación en la
versión actual del T-REX para evaluar las
emociones relacionadas con la hospitalización
después del alta.
Plan de análisis de datos
Los análisis de varianza unidireccionales (ANOVA) examinaron las
diferencias entre grupos en cada emoción en cada punto de
tiempo, y las pruebas t de muestras pareadas examinaron los
cambios de emoción dentro del grupo. Además, un conjunto de
análisis de covarianza (ANCOVA) de medidas repetidas mixtas 2 X
2 (Tiempo X Grupo) examinó las diferencias entre grupos en las
trayectorias de las emociones, lo que explica los niveles de los
rasgos de la emoción. Se realizaron ANCOVA para cada par de
puntos de tiempo (es decir, admisión en la unidad, en la unidad
para el seguimiento), por separado, para preservar la potencia
limitada. Dado el pequeño tamaño de la muestra, los tamaños
del efecto para todos los análisis se informan en la Tabla 2
(ingreso a la unidad) y la Tabla 3 (en la unidad al seguimiento).
Resultados

unidad se realizó una media de 3,7 días (rango = 1-10)

después de la admisión al hospital. Transcurrió una media
de 1,5 días (rango = 0-6) entre la evaluación en la unidad y la
fecha de alta de los participantes.
Procedimientos
Todos los procedimientos fueron aprobados por la Junta de
Revisión Institucional del centro médico. Los participantes fueron
reclutados durante su estancia hospitalaria. Después de la
selección de elegibilidad y después de dar su consentimiento
informado por escrito, los participantes completaron
cuestionarios relevantes, incluidas las versiones retrospectiva y
actual del T-REX (que evalúan el estado emocional al ingreso y
actualmente en la unidad, respectivamente). Finalmente, los
participantes fueron contactados por teléfono 1-2 semanas
después del alta para volver a administrar el
Todos los participantes (13 pacientes en el grupo de tendencias
suicidas y 8 pacientes en el grupo de no tendencias suicidas)
completaron las evaluaciones de respuesta emocional a la
hospitalización en el ingreso y mientras estaban en la unidad.
Después del alta, las tasas de respuesta para la evaluación de
seguimiento fueron del 54 % (n=7) y del 63 % (n=5) para los grupos de
tendencias suicidas y no tendencias suicidas, respectivamente. Como
era de esperar, la hospitalización psiquiátrica provocó angustia
emocional en todos los pacientes, aunque más en los pacientes
ingresados con tendencias suicidas. Los participantes del Grupo de
tendencias suicidas informaron niveles moderados
(aproximadamente 2,0 en el T-REX) de todas las emociones al
momento de la admisión, mientras que los del Grupo de no
tendencias suicidas informaron niveles moderados de culpa y
ansiedad solamente (Tabla 2).

Tabla 2. Diferencias dentro y entre grupos en la emoción a lo largo del tiempo, admisión a la unidad

entre grupos
Cambios dentro del grupo
diferencias
Consumo en la unidad
tUnidad de admisión d FConsumo FUnidad
Media (DE) Media (DE)

Grupo de tendencias suicidas (N = 13)

Enojo 1,90 (0,97) 1,00 (0,92) - 3,35** 0,95 5.65* 5.01*

Ansiedad 2,53 (1,00) 2.13 (1.04) - 1,99t 0.39 0.47 2.61
Culpa 2,46 (0,94) 2,00 (1,28) - 1.92t 0.41 0.16 2.60
Tristeza 2,03 (1,28) 1,31 (1,20) - 2,33* 0.58 0.72 0.97
Lástima 2,13 (1,24) 0,92 (1,33) - 3,70** 0,94 1.99 1.86
Grupo de No Tendencia Suicida (N = 8)

Enojo 0,88 (0,94) 0,21 (0,47) - 1.87 0.90

Ansiedad 2,17 (1,39) 1,21 (1,58) - 2.21t 0,64
Culpa 2,25 (1,47) 1,17 (0,89) - 3,39* 0.89
Tristeza 1,50 (1,53) 0,79 (1,11) - 1,79 0,53
Lástima 1,29 (1,44) 0,25 (0,50) - 2.24t 0.97

Nota: SD = Desviación estándar, Ingreso = Evaluación de ingreso, Unidad = Evaluación en la unidad.tp<.10, *p<.05, **p<.01

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Los participantes del grupo de tendencias suicidas informaron
una mayor ira en cada punto temporal que los del grupo sin
tendencias suicidas. Aunque ambos grupos informaron grandes
reducciones en el efecto de la ira desde la ingesta hasta la
evaluación en la unidad (no tendencias suicidas d = 0,90;
tendencias suicidas d = 0,95), estas reducciones fueron
estadísticamente significativas solo para el grupo de tendencias
suicidas (Tabla 2), probablemente debido al mayor tamaño de
muestra de este grupo. Además, la interacción Tiempo X Grupo
que captura las diferencias entre grupos en los cambios en la ira
desde la evaluación en la unidad hasta la evaluación posterior al
alta, aunque no estadísticamente significativa, se asoció
con un tamaño del efecto grande (F[1, 9]=4.16,pag=.072,
ηpag
2 =.32).1Específicamente, mientras que los participantes en el
El grupo de no suicidas informó una pequeña
disminución de la ira (d = 0,11), los del grupo de
tendencias suicidas informaron un aumento mediano de
la ira después del alta (d = 0,59).
La interacción Tiempo X Grupo que captura las diferencias entre
los grupos en los cambios en la culpa desde la admisión hasta la
evaluación en la unidad también se asoció con una
tamaño del efecto grande (F[1, 18]=3.74,pag=.069, ηp2 ag=.17),
sugiriendo posibles diferencias en las trayectorias de culpa entre
los grupos. Mientras que los participantes del Grupo de No
Suicidio informaron una disminución significativa en la culpa
entre las evaluaciones de admisión y en la unidad, asociada con
un tamaño de efecto grande (t[7]=-3,39; pag=.012, d=.89), la
reducción en la culpa reportada por los participantes del Grupo
de Suicidalidad no fue significativa y se asoció con solo un
tamaño de efecto pequeño (t[12]=- 1,92;pag=.079; d=.41).
Ninguno de los grupos informó cambios significativos en la culpa
desde la evaluación en la unidad hasta la evaluación posterior al
alta (Grupo de tendencias suicidas d = 0,04; Grupo de no
tendencias suicidas d = 0,24). Por lo tanto, después del alta, los
participantes en el Grupo de tendencias suicidas informaron una
culpa significativamente mayor que los del Grupo sin tendencias
suicidas (consulte la Tabla 3).

Tabla 3. Diferencias dentro y entre grupos en la emoción a lo largo del tiempo, en la unidad hasta el seguimiento

Cambios dentro del grupo entre grupos

diferencias
en la unidad Hacer un seguimiento
tUnidad-f/u d FUnidad Ff/u
Media (DE) Media (DE)
Grupo de tendencias suicidas (N =

7) Ira 0,81 (0,42) 1,52 (0,86) 2.12t 0.59 2.74 7,90*

Ansiedad 1,81 (0,79) 1,57 (1,03) - 0,62 0.54 0.01 0.03
Culpa 2,14 (1,43) 2,05 (0,78) - 0.16 0.04 1.94 5.67*
Tristeza 0,86 (1,00) 1,19 (0,94) 0,96 0.11 0.01 0.01
Lástima 0,57 (0,85) 1,24 (1,00) 1.15 0.27 0.47 1.62
Grupo de No Suicidio (N =
5) Ira 0,33 (0,58) 0,27 (0,60) - 1,00 0.11
Ansiedad 1,73 (1,82) 1,47 (1,28) - 0,75 0.18
Culpa 1.07 (1.14) 0,97 (0,77) - 0.16 0.24
Tristeza 0,93 (1,28) 1,27 (1,74) 0.54 0.33
Lástima 0,27 (0,60) 0,53 (0,87) 1.63 0.40

Nota: SD = Desviación estándar, Unidad = Evaluación en la unidad; f/u = seguimiento post alta.tp<.10, *p<.05, **p<.01

A diferencia de la ira y la culpa, no hubo diferencias notables Discusión

entre los grupos en ansiedad, tristeza o vergüenza en
ningún momento, ni en sus cambios a lo largo del tiempo.
Sin embargo, los análisis dentro del grupo revelaron
disminuciones significativas en la tristeza y la vergüenza
(asociadas con efectos de mediano y gran tamaño, d = 0,58 y
d = 0,94, respectivamente) entre las evaluaciones de
admisión y en la unidad solo para los participantes del
Grupo de Suicidalidad.
El objetivo de este estudio fue proporcionar un examen
inicial de las respuestas emocionales a la hospitalización
psiquiátrica entre pacientes ingresados con y sin
tendencias suicidas, con el objetivo de motivar futuras
investigaciones en esta área. Antes de interpretar
nuestros hallazgos, es importante reconocer la
naturaleza preliminar de este estudio. Dado el número
limitado de evaluaciones utilizadas y la pequeña muestra
en la que se realizaron los análisis, los resultados deben
interpretarse con cautela. Las interpretaciones que

1La repetición del análisis en la muestra de participantes que completaron las el tamaño de muestra más pequeño (n = 7 para el grupo de tendencias suicidas, n = 5 para
evaluaciones en todos los puntos de tiempo arrojó el mismo patrón de resultados el grupo de no tendencias suicidas) redujo la importancia de la interacción Tiempo x Grupo
para la ira, así como para la ansiedad, la tristeza y la vergüenza. El para la culpa apag= .272.

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proporcionamos a continuación son meramente especulativos, y
se necesita la replicación de nuestros hallazgos en muestras más
grandes antes de que se puedan sacar conclusiones definitivas.
Los resultados respaldan la relevancia de las reacciones
emocionales de ira y culpa, en particular, para la hospitalización
psiquiátrica entre pacientes hospitalizados con tendencias
suicidas. Específicamente, entre los participantes del Grupo de
tendencias suicidas, la ira relacionada con la hospitalización
aumentó después del alta y la culpa relacionada con la
hospitalización persistió en niveles moderados (media = 2,0 en
una escala de 0 a 4). El rebote de la ira relacionada con la
hospitalización puede estar relacionado con la naturaleza de los
compromisos involuntarios, que pueden ser más comunes entre
las personas con riesgo de suicidio inminente. Por ejemplo, la
investigación indica que los compromisos involuntarios generan
emociones desagradables más persistentes (Kallert, Glockner y
Schutzwohl, 2008). Dado que las personas cometidas en tales
circunstancias pueden experimentar una pérdida de control
personal, la ira puede ser prominente entre las emociones
experimentadas en relación con la hospitalización. La
persistencia de la culpa relacionada con la hospitalización, por
otro lado, puede reflejar el impacto percibido de la
hospitalización psiquiátrica del individuo en sus seres queridos.
Las personas con una tendencia suicida elevada pueden ser
propensas a culparse a sí mismas y a una mayor carga percibida
(p. ej., Van Orden et al., 2010; Yen y Siegler, 2003). Estas
percepciones pueden impedir la disminución de la culpa durante
o después de la hospitalización.
Dicho esto, la falta de diferencias entre grupos en ansiedad,
tristeza y vergüenza destaca otra dirección futura
importante para la investigación sobre las emociones
relacionadas con la hospitalización. Aunque esperábamos
diferencias grupales en estas emociones, es posible que
otras emociones distinguieran mejor entre individuos
admitidos con y sin tendencias suicidas. Específicamente, la
hospitalización psiquiátrica puede reforzar negativamente
las tendencias suicidas al reducir el contacto del paciente
con factores estresantes externos (Coyle et al., 2018;
Linehan, 1993). En este evento, las personas ingresadas por
tendencias suicidas pueden informar trayectorias
diferenciales para experiencias emocionales positivas, como
el alivio o la gratitud relacionados con la hospitalización.
Aunque los hallazgos presentes se suman al pequeño cuerpo de
investigación en esta área, varias limitaciones merecen consideración.
En primer lugar, como se indicó anteriormente, el tamaño muy
pequeño de la muestra limita tanto la generalización como la validez
de las conclusiones estadísticas de los resultados; por lo tanto, los
hallazgos presentados deben interpretarse con cautela y es necesario
replicarlos en muestras más grandes. Dicho esto, nuestros hallazgos
pueden proporcionar un punto de partida para futuras
investigaciones al brindar información sobre las experiencias
emocionales de una población vulnerable y difícil de reclutar. En
segundo lugar, la baja tasa de respuesta para las evaluaciones de
seguimiento posteriores al alta
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disminuyó nuestro poder estadístico y la generalización de los
hallazgos, lo que generó preocupaciones sobre los efectos de la
autoselección (por ejemplo, los pacientes suicidas que estaban
más enojados por su experiencia pueden haber estado más
dispuestos a completar una evaluación de seguimiento para
expresar sus preocupaciones). En tercer lugar, nuestro estudio
se basó en medidas nuevas o modificadas de respuestas
emocionales para las cuales aún no se dispone de datos
completos sobre sus propiedades psicométricas. Sin embargo, el
T-REX difiere de una medida utilizada anteriormente solo en su
contexto (es decir, evaluar las emociones relacionadas con un
evento específico, ver Schoenleber, Berenbaum y Motl, 2014).
Además, utilizamos un número limitado de evaluaciones, lo que
impide la exploración de explicaciones alternativas para nuestros
hallazgos (p. ej., comorbilidad psiquiátrica, características de
personalidad, número de intentos de suicidio anteriores, número
de hospitalizaciones psiquiátricas pasadas o uso de servicios de
crisis psiquiátrica). Por lo tanto, se necesitan estudios que
utilicen una batería más extensa de evaluaciones. Finalmente,
múltiples factores podrían haber influido en la capacidad de los
participantes para recordar las emociones que experimentaron
durante la ingesta, incluido el uso de medicamentos o la
angustia aguda. La investigación futura puede beneficiarse del
uso de la evaluación momentánea ecológica o diarios diarios
para capturar mejor las experiencias emocionales
probablemente complejas y frecuentemente cambiantes
asociadas con la hospitalización.
Los resultados de este estudio también destacan otras
direcciones importantes para el trabajo futuro sobre las
respuestas emocionales relacionadas con la hospitalización.
Primero, será importante investigar los mecanismos
potenciales a través de los cuales la hospitalización
contribuye a las emociones desagradables continuas,
particularmente otros factores relacionados con el paciente,
el hospital y/o el hogar que podrían mantener la ira y la
culpa incluso semanas después del alta. En segundo lugar,
los estudios futuros también se beneficiarían de examinar si
ciertas poblaciones de pacientes caracterizadas por una
mayor tendencia suicida y reactividad emocional (p. ej.,
trastorno límite de la personalidad; Links et al., 2007)
pueden tener un riesgo particularmente alto de suicidio
después del alta de la atención psiquiátrica hospitalaria, lo
que sugiere la necesidad de intervenciones más
especializadas. Relacionado, se necesita trabajo para
determinar las intervenciones más efectivas para la angustia
emocional relacionada con la hospitalización durante la
hospitalización y/o después del alta. Finalmente, la
investigación deberá considerar cómo las emociones
persistentes influyen en la voluntad del paciente para
participar en el tratamiento de seguimiento.
Desafortunadamente, la persistencia de la ira y la culpa
puede desanimar a los pacientes a buscar más tratamiento,
incluida la readmisión en hospitales psiquiátricos a corto o
largo plazo si reaparecen las tendencias suicidas.
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