IGLESIA VISIÓN LUZ PARA LAS NACIONES

Capacitación Destino

Pensemos sobre la
bondad...
 Dios es bueno.
 “Todo lo que Dios
hace por ti y a través
de ti, lo hace porque
es un Dios bueno.”
Pastor Rik s.
 “Gran parte de la
Frutos del Espíritu
bondad consiste en
querer ser bueno.” (Parte 2)

 La bondad de Dios.
BONDAD

Tu bondad alivia y alegra el

alma de las personas que tie-
nes a tu alrededor.
 BONDAD (Fruto del Espíritu Santo)
La bondad es uno de los frutos del
Espíritu Santo. Este se suele con-
fundir con la benignidad y si, aun-
que tienen mucha relación entre
ellas, en forma más específica la
bondad hace referencia a la mane-
ra cómo debemos vivir.
Debemos vivir de tal modo que
demos testimonio de la existencia
de Dios, porque como dice Derek
Prince “la bondad de Dios en la
vida de un creyente confronta al
mundo con la existencia de Dios”.
El concepto bíblico de bondad
comprende la idea de experiencia,
especialmente en el campo moral y
se aplica principalmente a Dios,
pues Él es el único
bueno, como lo
enseño Jesús con
Su vida, Su sacrifi-
cio y Sus propias
palabras, en Mar-
cos 10:17-18.
Cuando Asimismo, el fruto de la bondad
Jesús hace permite al creyente estar prepara-
referencia do para no ceder ante las tentacio-
en la cita y nes o cualquier otra presión del
en todo el enemigo que lo incite al pecado,
relato del con este fruto se asume el compro-
joven rico, miso de hacer el bien, porque éste
es que la es la principal estrategia para de-
bondad rrotar la maldad, como se señala en
está basada en lo que Dios es y ha- el Salmos 97:10 y el apóstol Pablo
ce, pues es el único en quien puede lo confirma, diciendo que el bien es
encontrarse la excelencia moral la estrategia precisa para quebran-
unida a la perfección de su honra- tar las fuerzas del mal (Romanos
dez y su justicia. 12:21).
Es por ello que al conservar un tes-
timonio genuino (verdadero) pode-
mos ser vasos, es decir, recipientes
de la condición bondadosa de Dios
y entonces el fruto del Espíritu será
una realidad en nuestra vida. Un
excelente testimonio que facilite el
reflejo de la bondad de Dios como
esencia de Su ser, implica conser-
varnos de tal modo que todos pue-
dan leer nuestra vida como una
carta abierta (2 Corintios 3:2-3).