Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Apunte Diplomado Completo Por Juan Andrés Barría
Apunte Diplomado Completo Por Juan Andrés Barría
La familia servía como estructura, para poder transmitir un patrimonio. Las uniones
entre jó venes eran acuerdos entre los padres, que no tomaban en cuenta la vida afectiva ni
sexual de los involucrados. Estos constituían su familia sometiéndose a la autoridad patriarcal
de sus ascendientes.
2.- Familia Moderna (Segunda mitad del siglo 18 a mediados del siglo 20)
Ya se vislumbran uniones entre 2 sujetos que buscan una relació n má s íntima y sexual,
pero que ya no tiene los otros componentes de importancia social ni de interés patrimonial.
Esta familia encarna en sí todos los problemas que tiene la sociedad, transformá ndose en
uniones inestables y temporales. Existe entre la familia una crisis de autoridad, y una
identificació n de problemas propios de la familia como rupturas, separaciones,
recomposiciones o reconstrucciones de familias ensambladas.
- Disminució n de la fecundidad
- Aumento de la esperanza de vida
- Disminució n de los matrimonios
- Aumento de la participació n laboral femenina (crisis de los roles, surgiendo con fuerza
como la igualdad entre hombres y mujeres es un tema importante al interior de la
familia)
1
misma situació n con de dificultad de la mujer con má s estudios). Edad promedio de
matrimonio, mujeres 33,21; hombres 35,92.
2
En nuestro país y Latinoamérica, los hijos nacidos fuera del matrimonio son mayoría.
Respecto del nú mero de divorcios y nulidades que se produce cada añ o en Chile. Las
nulidades son mínimas; y respecto del divorcio se dan unos 40.000 al añ o, encausá ndose la
ruptura matrimonial en Chile por este ú ltimo.
Cuanto duran las relaciones de pareja de las personas que hoy está n separadas?
3
Tasas de fecundidad en Chile: En 1960 nacían 5,6 hijos, hoy nacen menos de 2. Han
variado mucho la cantidad de hijos que una mujer tiene, contra los que declara haber querido
tener (motivos econó micos o razones de pareja).
4
Esto ú ltimo depende mucho de la edad y estado civil de las mujeres:
Algunas respuestas:
- Famulus Osco/Famel=Siervo
- Vama Hogar, habitació n
- Fames Hambre (alimento/sexo)
5
Elementos articuladores de la relació n familiar
- Comunidad de personas.
Se necesita una pluralidad de sujetos, al menos 2 sujetos humanos. Familia no
es una sola persona, y existe consenso en ello. Es entonces cualquier grupo humano,
en que al menos exista a lo menos una persona bajo el cuidado de otra (segú n la Unió n
Europea)
- Affectiofamiliaris.
6
integrador o articulador de lo que entendemos por familia. Lo que es importante en
estos casos, es que entre los miembros exista una comunicació n armó nica y fluida, así
como en el interés de volver a vivir juntos. (ejemplo ver bien familiar)
Definició n jurídica:
FUNCIONES DE LA FAMILIA
La familia natural educa en la lengua, la higiene, las costumbres, las creencias, las
formas de relació n legitimadas socialmente y el trabajo. Esta transmisió n está
afianzada por normas que protegen el derecho primario de los padres de educar a sus
hijos, existiendo entonces una potestad de los padres de inculcar a sus hijos la lengua,
costumbres, etc.
7
c.- Socializació n
La familia funciona cuando ofrece una experiencia para todos sus integrantes
de afirmació n de la persona por sí misma, es decir, cuando el carácter suprautilitario
de las personas se salvaguarda y se promueve.
8
CONFLICTO FAMILIAR JUDICIALIZADO
9
¿El derecho de familia es propiamente derecho privado? ¿Por qué la comprensió n de
las instituciones del derecho de familia son distintas al de otras ramas? ¿Las relaciones de los
miembros de una familia solo importa a esos miembros? El derecho de familia regula las
relaciones de ellos con terceros, en materia patrimonial fundamentalmente (como en la
compra de bienes raíces de parte de terceros).
Lo propio de un derecho pú blico es que sus normas sean indisponibles, que sean de
orden pú blico.
Lo propio del derecho privado es que exista una autonomía de la voluntad de las
partes, que se expresa en su capacidad y posibilidad de estipular, modificar, pactar las
clá usulas propias de la contratació n.
En este caso, el derecho está en torno a un debate, dado que muchas de sus normas
son normas de orden pú blico, y no está n sujetas a una renuncia ni disposició n de las partes.
Ademá s, en muchas de sus normas hay una restricció n de la autonomía de la voluntad. Esto ha
hecho que la discusió n sea vá lida. Existen algunos civilistas que critican que sea
verdaderamente un derecho privado, pero lo cierto es que si bien la mayoría de sus normas
son de orden pú blico, no hay que perder de vista que al derecho de familia regula relaciones
entre privados, por ejemplo, entre los miembros de la misma familia. Cabe preguntarse
entonces: ¿está presente el Estado? Si, podría estar, podría haber alguna intervenció n, por
ejemplo a propó sito de un esquema de vigilancia hacia la autoridad de la familia. Teniendo
claro entonces que el Estado podría intervenir entre las relaciones de estos privados, pero de
todas maneras la relació n propiamente tal y los vínculos jurídicos que establece el derecho de
familia, no dejan de ser Derecho Privado. La conclusió n es que sigue siendo derecho privado.
10
elementos que muchas veces son los que verdaderamente tienen fuerza a la hora de tomar
una decisió n.
- Persona Jurídica, al referirse a ella como un ente autó nomo, titular de ciertos derechos
y obligaciones, distinta de las personas que la forman. También por ser una persona
moral, titular de ciertos deberes morales, por lo que podría considerarse jurídica por
los intereses distintos de sus miembros. La personería implica ciertas categorías que
se adquieren, que desde luego no cabe señ arlas a sus integrantes.
Ha sido rechazada por la mayor parte de los autores. En ese sentido, el derecho
civil moderno se estructura sobre la base de la persona individual y no de la familia, y
no se le atribuyen a ella derechos y obligaciones, sino a sus miembros, y
particularmente al jefe de familia.
- Organismo jurídico
Plantea que la familia sería un organismo, puesto que entre los miembros de la
familia no hay derechos individuales, sino recíprocos, vínculos recíprocos,
interdependencia, subordinada a fines superiores, lo que harían que sea un organismo
similar al Estado (en el cual hay una interdependencia de toda la estructura
institucional, y en el caso de la familia serían relaciones análogas, en el caso del Estado
sujeto a un interés estatal, y en el de la familia a un interés familiar).
Sin embargo, hablar de un organismo jurídico implicaría a llevarnos a una
abstracció n que sea inadecuada respecto de algo tan tangible y concreto como la
familia.
11
permitiría un mayor respeto por parte de la sociedad, y considerarla má s allá de ser
un fenó meno privado.
12
respecto de terceros (nadie puede negar que soy hijo de X, có nyuge de X…). Esto también
tiene que ver con que son intransmisibles, no está n a disposició n de las partes, sin embargo,
podría disponer de ciertos efectos patrimoniales de mi estado civil.
C.- En las normas del derecho de familia hay un claro predominio del interés social por
sobre el individual. No importa en el derecho ú nicamente el individuo, sino la relació n que
entabla con otros. Por eso se dice que ese interés social podría corresponder a un interés
familiar, o podría corresponder a un interés aú n mayor al familiar. Esto no significa que
neguemos la existencia de una “soberanía familiar”, ya que cada familia tiene la potestad de
definir su forma de vida y de relacionarse, sin embargo, eso no puede transgredir ciertos
mínimos, como los derechos fundamentales de sus miembros (los padres no pueden decidir
darle al hijo un estilo de vida que transgrede sus derechos fundamentales, como una
alimentació n vegetariana a un bebé; o irse a vivir a un lugar sin escolarizació n, pues los roles,
como los de la niñ ez tienen un rol importante).
D.- Las normas que pertenecen al derecho de familia son de orden público. Los derechos
que establecen estas normas son intransferibles, intransmisibles, son irrenunciables. Mueren
con el individuo, no los puedo comercializar. (como el que no puedo renunciar a mi acció n de
reconocimiento de paternidad, a mi acció n de pedir alimentos…).
I.- La mayor parte de sus actos son solemnes o formales, y se manifiesta mediante el
cumplimiento de ciertas solemnidades o formalidades (ej: presencia de funcionario de
13
Registro Civil; o en capitulaciones matrimoniales que sea escritura pú blica y subinscrita al
margen de la partida de matrimonio).
Esto tiene mucho que ver con la evolució n del derecho de familia, puesto que al
parecer hemos avanzado de un derecho de normas hacia un derecho de principios. En un
principio teníamos algunas normas derecho de familia en el Có digo Civil, a propó sito del
matrimonio y sus efectos, pero con el tiempo hemos tenido un aumento explosivo de normas
en leyes especiales, y se ha rodeado de principios que lo informan. Desde ese punto de vista,
cuando decimos que hay un sistema normativo en el derecho de familia, con normas que han
sido rodeadas de principios, no decimos que haya implicado una prevalencia de principios
(aunque a ratos sí), pero en definitiva este rodearse de principios del derecho de familia, ha
implicado una tarea mayor para el juez, y para cualquier interprete de la norma. Las
transformaciones del derecho de familia que han determinado un cambio radical en los
principios, ha implicado que la interpretació n tradicional de la norma haya cambiado, y por lo
tanto algunos de estos principios del derecho de familia incluso han permeado aú n má s allá
del derecho de familia, y han llegado a otras á reas del derecho (ver sentencia de precario que
se dio a lugar por el interés superior del niñ o)
14
De los principios originarios del derecho de familia, han surgido y reemplazo nuevos
principios, los cuales han inspirado el cambio de las normas. Y a la vez, ha habido veces que el
cambio profuso de las normas, han determinado un cambio de los principios que se entendían
vigentes.
Esta era la base fundamental del derecho de familia. El Có digo Civil mantuvo vigente lo
que existía en las partidas y que estaba vigente, un matrimonio celebrado ante la
autoridad cató lica, que era el ú nico vá lido y que generaba efectos civiles. El tema de
los impedimentos, formalidades, jurisdicció n eran establecidos por la Iglesia Cató lica.
No obstante, también establecía que los NO cató licos, debían casarse de todos modos
ante un sacerdote cató lico, que actuaba como ministro de fe para los efectos de dar
validez al matrimonio (ademá s de 2 testigos).
La existencia del matrimonio religioso e indisoluble, se mantiene hasta el añ o
1884, añ o en el cual se dicta la ley de matrimonio civil, que produce la secularizació n
del matrimonio, y abandona la idea del matrimonio religioso, y la autoridad civil
entonces exige una forma civil de matrimonio. La ley se va perfeccionando con normas
respecto de los efectos del matrimonio, y con la forma de celebració n del mismo. A
partir de esa fecha quien quisiera estar casado civilmente, debía adscribir a la forma
civil de celebració n, y no se le daba valor al matrimonio realizado ú nicamente de
manera religiosa. Todo esto se mantuvo hasta el añ o 2004, en que se dicta la nueva ley
de matrimonio civil, que instaura por primera vez en el país una regulació n del
divorcio vincular (ojo, que en la antigua ley de matrimonio civil SI existía el divorcio,
sin embargo, este no disolvía el vinculo matrimonial, sino que solo habilitaba a los
có nyuges a vivir separados y suspender por cierto ciertos deberes matrimoniales, no
pudiendo volver a casarse. En la prá ctica el ú nico modo de disolver el divorcio, era con
la anulació n del mismo. Los efectos de ese antiguo divorcio eran similares al de la
actual separació n judicial, suspendiendo deberes como el de habitació n, el de la vida
en comú n. Dicho divorcio podía ser temporal o perpetuo, dependiendo de la gravedad
de la causal).
Este principio del añ o 1884, se morigera con el art. 20 de la nueva ley de
matrimonio civil, el que vuelve a dar valor o reconocer al matrimonio religioso, que
permite que si el matrimonio se celebra ante una entidad religiosa con personalidad
jurídica de derecho pú blico, entonces puede tener valor civil.
15
Este principio encontraba justificació n en la figura preminente del pater
familias, que Andrés Bello recogió en el Có digo Civil, y que quitaba toda injerencia a la
mujer, y tenía efectos sobre los bienes del hijo. La patria potestad y los poderes
absolutos del padre de familia, se mantuvieron hasta el añ o 1925, con un DL., que
permitió a la mujer ejercer la PP en ausencia del padre; y en 1989 se le permite a la
mujer que obtuvo el cuidado personal, ejercer u obtener la patria potestad (añ o en que
igualmente se le concede ademá s plena capacidad a la mujer casada).
Si bien la PP siguió encardinada en el padre, esto desaparece en el añ o 2013,
con la ley 20680, que unifica el sistema de patria potestad junto con el de cuidado
personal, por lo que ya no hay preferencia por el padre.
Tratá ndose de cuidado personal podríamos decir que fue al revés, pues incluso
antes del cambio de las reglas de la PP, se le reconoció primeramente a la madre
(respecto de los hijos menores de 7 añ os, luego cambio de reglas como que si era niñ a,
correspondía siempre a la madre, si eran niñ os sele privilegiaba hasta los 12 añ os)
(vemos una dicotomía, ya que a la madre se le daba el cuidado personal, pero al padre
la patria potestad, cuestiones que debían ir juntas, como se logró con la ley 20680).
Este principio tuvo fuerte vigencia hasta la entrada en vigencia de la ley 19585 del añ o
1998 (ley de filiació n) (respuesta a pregunta random: cuando el cuidado personal es
compartido, la patria potestad puede ejercerse de consuno, aú n cuando uno tiene el
cuidado exclusivo si así lo pactan).
Ya con la ley de filiació n, se establece que todos los hijos cuya filiació n esté
determinada, tendrá n los mismos derechos respecto de padre. ¿Có mo se determina le
filiació n? 3 formas: legal, voluntaria y judicial en defecto de las otras 2, esto por la libre
investigació n de la paternidad.
16
La mujer casada en soc. conyugal es relativamente incapaz. La razó n detrá s de esto, era
una por una necesidad, para mantener la unidad del régimen matrimonial. No era incapaz
por el hecho de estar casada, sino por el hecho de estar casada en soc. conyugal, y hasta
ese momento, solo era posible casarse bajo ese régimen. La idea tras esto, era que hubiera
solo un administrador, habiéndose optado por el varó n dada la mínima participació n de la
mujer en el mundo laboral.
Esto ligado a lo anterior. Andrés Bello prefiere someter a la mujer a la administració n del
marido, porque prefirió tener un administrador ú nico. En la actualidad a partir de 1989, a
pesar de la plena capacidad de la mujer, se sigue manteniendo este principio de la
administració n unitaria y concentrada en el marido. Las progresivas reformar nunca han
recaído sobre este principio, no obstante señ alar, que actualmente existen proyectos de ley
que pretende modificaciones a la soc. conyugal respecto de la administració n de la misma, y
entre ambos có nyuges podrá n elegir al administrador, o bien podrían ejercerla
conjuntamente, pero la principal dificultad se refiere a que hacer con patrimonio reservado,
pues si se permite que la mujer administre, ¿se le debería permitir al marido tener un
patrimonio reservado?
Estos principios, producto de sucesivas reformas legales, han ido teniendo una
configuració n completamente distinta, moviéndonos prá cticamente al principio o sentido
opuesto (salvo el de la adm. unitaria del marido), y se han visto influenciados por líneas
rectoras de libertad, igualdad y equidad, y en base a estas líneas, nos hemos movido a
principios distintos del derecho de familia, que no solo dicen relació n con el matrimonio
(dado que al principio solo decían relació n con el matrimonio y a la filiació n matrimonial, la
relació n fruto de ese matrimonio).
17
b.- Protecció n del Matrimonio
c.- Igualdad
- Entre los có nyuges. Lo principal aquí fue la derogació n de la potestad marital que era
el conjunto de facultades que tenía el marido sobre la mujer, y que le permitía entre
otras, ser el que fijaba el domicilio, e incluso negarse a la mujer trabajara. La plena
capacidad de la mujer en 1989 se unió a la derogació n de esta potestad marital, lo que
hace que en el añ o 1989 se haya añ adido al artículo 150 del Có digo Civil, la posibilidad
de la mujer pueda ejercer libremente un empleo.
Esta derogació n de la potestad marital vino acompañ ada de una distinta nomenclatura
de los deberes maritales, que ahora pasan a ser recíprocos, y los derechos y deberes
del marido, son los mismos que tiene la mujer. Hasta antes de la reforma por ejemplo
el adulterio como deber de fidelidad, solo lo cometía la mujer, y el marido, en caso de
transgredir ese deber de fidelidad, solo podía ser culpado de amancebamiento, cuando
la amante la tenía dentro del hogar, o la tuviera con escá ndalo; y en el caso de la mujer,
cualquiera fuera la relació n.
Esta llega en el añ o 2013, tras una reforma a la ley 20.680, que permite situar al padre
y a la madre que hayan reconocido a un hijo, en un pie de igualdad en el ejercicio de la
autoridad paterna y patria potestad. Hoy en día se prefiere a aquel de ellos que sea
mejor para el hijo, juzgá ndose en base al interés superior del niñ o. Hasta antes del
2013, un padre sí podía obtener el cuidado personal, pero para ello necesitaba
acreditar una inhabilidad moral y física de la madre, pero mucho má s enfocada al lado
moral.
Se permite que ciertos acuerdos se prefieran por sobre la ley, si es que cumple
parámetros mínimos, y es aprobado por el juez. Está también está presente en temas relativos
a divorcios de comú n acuerdo y sus acuerdos reparatorios.
18
e.- Protecció n del má s débil: có nyuge; interés del niñ o; de la persona mayor
El interés superior del niñ o también expresa este principio, puesto que hoy está
resguardado por normas filiativas, o su interés superior en torno a la satisfacció n de sus
necesidades materiales y espirituales. El niñ o no puede representarse a sí mismo, ni la misma
capacidad que un adulto, por lo que el juez debe considerar todas las circunstancias del niñ o
cuando deba decidir algo sobre el mismo.
Sin duda hoy en día tiene mucha importancia en materia filiativa… libre investigació n
de la paternidad… existe hoy un momento completo en cuanto a la determinació n respecto de
las nuevas formas de filiació n tecnoló gica (del cual solo hay un artículo en el CC. Que se refiere
a ella), técnicas de reproducció n humana asistida; maternidad subrogada, donació n de
espermios y ó vulos.
19
TERCERA CLASE 09-04-2021
En general en nuestro derecho, había muy poca reflexió n global, sin embargo, lo que
determinaron los cambios son de alguna manera una reproducció n de reformas habidas en
otros países (Españ a y Argentina los que má s imitamos).
La regulació n de las familias, se han ido mirando desde otras perspectivas, así como de
líneas rectoras, a partir de las cuales se empieza a escrutar toda la regulació n codificada, y a
mirar desde otros ejes:
a.- Igualdad
En el orden personal, se suprimen las diferencias entre los deberes recíprocos (en el
CC original el marido debía respeto y la mujer obediencia, pues los deberes no eran
recíprocos). Luego tenemos la supresió n de los resabios de discriminació n (caso de adulterio
y las exigencias para cada uno). También se va a mirar la relació n entre ellos (como en el caso
20
de la mujer que no podía trabajar sin la autorizació n del marido, y era también incapaz
relativa, al considerar que solo debía existir un solo administrador de la sociedad conyugal).
También hay una paulatina igualació n de los derechos de los padres respecto de los
hijos, esto en cuanto a derechos y deberes, en cuanto al cuidado personal, y en cuanto a la
patria potestad.
b.- Libertad
Luego en materia de terminació n del matrimonio, se pasó de ser indisoluble hasta que
se introduce el divorcio vincular, y dentro de este, incluso a llegar un divorcio unilateral, que
constituye una clara manifestació n de este potenciamiento de la autonomía de la voluntad en
materia de familia.
Y en materia de patria potestad y cuidado de los hijos, la primera regla hoy, para
determinar a quien le corresponde el cuidado, o quien debe tener la patria potestad, es el
acuerdo que exista entre los padres. (Contractualizació n del Derecho de Familia
21
pú blico comienza a decaer, y nos acercamos má s a una regulació n de orden privado,
quedando má s entonces en el terreno del orden privado de seguir así. Tomar ejemplo de
Brasil, en que se puede llegar a diseñ ar su propio régimen).
c.- Equidad
Una amplia libertad podría llevar a vulnerar y afectar a ciertos miembros má s débiles
de la familia (como la mujer que depende econó micamente del marido), permitiéndose
consecuencias injustas. Para poder morigerar entonces el impacto de la libertad (autonomía).
¿Qué grandes equilibrios se explican por la equidad? Serían el interés superior del
niñ o y la protecció n al có nyuge má s débil (su herramienta de protecció n es la protecció n
econó mica). La profesora Domínguez entiende por có nyuge má s débil al que depende
econó micamente del otro. Este eje que protege al có nyuge má s débil, se incorpora al momento
de introducirse el divorcio unilateral (el que en caso de no existir, le permitiría al marido
poner término al matrimonio sin ninguna consideració n a la situació n en que su mujer
queda).
Aspectos positivos:
Nota random: No debiera hablarse principio de interés superior del niñ o, sino de “el mejor
interés del niñ o”, lo que nos ha llevado a una indebida comprensió n del principio, el que
pareciera indicar que su interés está por sobre cualquier otro, y lo que en realidad debemos
buscar es su mejor bien.
Aspectos negativos:
Poca evolució n en materia de los adultos mayores, pues las reformas se han centrados
en niñ os y en mujeres.
Aspectos debatibles
22
- Una desprotecció n de la familia fundada en el matrimonio, al contrario de lo que se
expresaba en el Có digo Civil original. En nuestro C.C. original la familia era entendida
como aquella fundada en el matrimonio, y la forma o medio que Andrés Bello
consideró que era la mejor manera de protegerla, era distinguiendo entre hijos
nacidos dentro y fuera del matrimonio. En esto CC. Los hijos legítimos tenían la
prerrogativa de derechos y deberes respecto de sus padres, y la razó n de esa
discriminació n era solo para protegerla. Luego, al haberse igualado los efectos entre
los hijos, es que ese mecanismo de protecció n desaparece.
23
casá ndome? Anteriormente un gran incentivo era que los hijos se legitimaban, o antes
se tenía la seguridad de que quienes se casaban en sociedad conyugal, podían adquirir
una parte de la herencia, pero hoy en día con el divorcio, perfectamente podrían
divorciarse unilateralmente antes, y la otra parte simplemente no se lleva herencia.
Tal vez lo má s rescatable, sería que si se contrae matrimonio, se tendría un
conjunto de reglas claras que regulan la relació n afectiva – que pasa con los bienes,
derechos y deberes, relaciones entre có nyuges, etc. -, pero incluso sin matrimonio, está
en Acuerdo de Unió n en Pareja, que regula lo mismo.
- Cambio en la perspectiva con que se legisla
Hemos olvidado el rol exacto de la ley, ley que no va a suplir al padre, ni suplirá
la honra o deberes. La ley intenta garantizar un piso mínimo de respeto a la dignidad,
24
de estabilidad familiar - pero tampoco hará que se quieran má s -, lo cual obviamente
no significa que no sea importante.
Hacemos reformas sin tener una claridad respecto de la realidad, sin tener un
diagnó stico claro de esa realidad.
- Debe acotarse el concepto de familia: no olvidar los fines que la fundan y justifican. Lo
que distingue al vínculo de familia es la solidaridad.
- Debe revisarse la perspectiva desde la cual se está mirando a la familia: no es una
estructura de poderes, sino una comunidad de vida y amor. A veces miramos a la
regulació n del Derecho de Familia como un constante enfrentamiento de poderes, lo
cual puede ser, hay poderes y abuso, pero también hay un conjunto de familias que
tienen problemas, y no por eso significa que no puedan sobrevivir – hemos construido
una noció n de familia perfecta, considerando que es perfecta aquella que no tienen
problemas, lo que hace que muchos escondan esos problemas hasta que estalla. Todas
las familias tienen conflictos, un desafío de construir familia -.
CUARTA CLASE
25
La primera gran influencia que ha modelado nuestro Derecho de Familia ha sido
justamente en la concepció n misma de familia. Hay un cambio no solo de nomenclatura, sino
también de concepció n de la familia que el derecho regula, pasando desde una familia
patriarcal a una posmoderna.
Lo que en definitiva nos ilustra este cambio de conceptos está justamente en el cambio
que hemos tenido desde los derechos establecidos para el marido o padre, y las obligaciones
de la mujer e hijos, a los principios de igualdad, de libertad -reconocimiento de los acuerdos
familiares y soberanía familiar -, y dejando un espacio a los derechos de potestad que está n
dados para la protecció n de ciertos miembros de la familia.
26
consideramos en conjunto todos estos derechos, ellos se corresponden a un concepto o un
sustrato normativo que garantiza derechos incluidas las relaciones de familia. No está
presente solo en el Derecho de Familia, pero adquiere importancia.
Principalmente para el Derecho de Familia los instrumentos de los cuales deriva esta
noció n de sustrato, está n:
A nivel interamericano:
Estos instrumentos entonces, lo que han hecho, es reconocer los siguientes valores:
27
- La familia como elemento natural, que merece un reconocimiento, y NO una
intervenció n respecto de lo que la familia ya es;
- Familia como base y fundamento de la sociedad, y a partir de esto, por eso los
derechos de los niñ os a tener unan familia, del hombre y la mujer a formar un
matrimonio; de los adultos mayores a tener una relació n con su decendencia.
- Familia como institució n fundada en el matrimonio;
- Familia autó noma: Derecho de los padres sobre la educació n de sus hijos, es decir, una
soberanía para determinar su funcionamiento y diná mica, y dentro de esa autonomía,
aparece el derecho de los padres sobre la educació n de sus hijos, que en Chile aparece
a nivel legal y constitucional;
- Derecho de la familia a la protecció n de la sociedad y del Estado.
Con todos estos tratados, se ha producido un cambio de mirada en las ú ltimas décadas,
que se aprecian y obedecen fundamentalmente a través de los comités que tienen a su cargo
que los países cargo de estos tratados, vayan incorporá ndolos efectivamente dentro de sus
ordenamientos internos.
Debemos mirar a la legislació n y la prá ctica del Estado, má s que al concepto uniforme
de familia.
También han observado, y reconocido la diversidad presente entre los tipos de familia:
nucleares, extendidas, monoparentales, y parejas de hecho con hijos.
28
Ese concepto tradicional supone actitudes preconcebidas… Tenemos entonces una
referencia a un contexto que se va a ampliando a propó sito de los derechos sociales y
culturales – pensemos entonces en cual es la familia que debiera ser protegida respecto de las
políticas y planes sociales; el Estado pone a disposició n de los distintos tipos de hogares
familiares, distintos programas y políticas en orden a protegerlos, pero no hay una distinció n
-.
MUJER Y MATERNIDAD
29
INFLUENCIAS
- Violencia intrafamiliar
- Dañ o moral en el ámbito familiar (la transgresió n de deberes matrimoniales comienzan a ser
indemnizables)
30
En el grupo consideramos que no se agotaron las instancias que ofrece Chile para
poder resolver su problema, por lo que siendo un comité de derecho, no admitimos a
tramitació n.
Estas reformas parciales sin duda han alterado su fisionomía original, pero no del todo, lo
que ha determinado que la soc. conyugal sea un régimen atípico, porque por una parte
tiene como fundamento un principio de protecció n de la mujer, y también de prevalencia
del marido, pero por otra parte en estas modificaciones se ha avanzado a una igualdad, de
modo que completar una modificació n de la soc. conyugal exclusivamente en torno a la
igualdad, desechando la idea de que en un principio no era un régimen igualitario, parece
ser una empresa muy difícil. Entre sus ejemplos, se señ ala la presunció n de que la mujer
que adquiere una vivienda del SERVIU, se encuentra separada de bienes respecto de la
vivienda que adquiera a dicho organismo, rigiendo a su favor efectivamente todos los
derechos que se establecen en el art. 150 CC., mismo asunto respecto de la propiedad
adquirida por el DL 2695, esto aú n cuando el marido haya aportado dineros para su
adquisició n; inmueble adquirido por la mujer a titulo oneroso durante la soc. conyugal
obliga a que la acció n de los acreedores se dirija contra el marido por ser éste el
administrador de los bienes sociales y de los propios de la mujer; embargo de bienes
sociales por deuda del marido permite a la mujer actuar como tercera interesada en el
ejercicio de su derecho de preservar el patrimonio de dicha sociedad.
31
Proteger al có nyuge má s débil
Estas son estructural y funcionalmente diferentes a las familias que le dieron origen.
Tienen ademá s un denominador comú n: que todos han vivido circunstancias familiares que
han supuesto conflictos o pérdida de convivencia con un padre/madre o hijo.
Existen ademá s relaciones entre progenitor e hijo que anteceden a las de la nueva
pareja, y existen relaciones de hecho entre hijos y nuevas parejas de sus padres.
Si el padre bioló gico no renuncia a sus derechos parentales y la custodia del niñ o, el
matrimonio subsiguiente del otro padre no puede crear una relació n paterna o materna.
Ahora, no está claro cuales deberían ser los papeles formales de crianza, los derechos
o responsabilidades, y tampoco el como se les presenta socialmente, cuestió n que a menudo
deja a los padres en conflictos inesperados entre sí, sus ex có nyuges y los niñ os.
32
Es aú n menos claro para los hijastros cuales son o deben ser las relaciones
interpersonales entre ellos y sus hermanastros; entre ellos y su padrastro; e incluso entre
ellos y sus padres bioló gicos. Los roles y expectativas de ellos cambian a medida que se
mueven entre los hogares y las familias de ambos padres bioló gicos.
Problemas que se han resuelto en otros países, y no en Chile, o bien se han resuelto de otro
modo.
33
- Modalidad de custodia;
- Voluntad del progenitor guardador y del padrastro, y en su caso la del otro progenitor
(no custodio)
Medios legales para acceder a una posició n y relació n jurídica que les garantice un
status:
Por ú ltimo, hay otros ordenamientos que crean una nueva relació n, similar a la que
existe entre padres e hijos a fin de incluir a los padres afines a los hijos de sus parejas, lo
cual exige una decisió n judicial a solicitud de custodia compartida, pudiendo implicar un
cambio de apellido, e incluso acceso a custodia en caso de que el progenitor muera,
ademá s de un derecho a régimen de relació n, y una obligació n a proporcionar alimentos.
34
En Argentina, se incluyó esa figura, le establece deberes como colaborar en la crianza y
educació n, ademá s de colaborar en las labores domésticas, y obligaciones de alimentos,
pero sin afectar los derechos del padre bioló gico.
QUINTA CLASE
B.- Matrimonio como base principal de la familia (art. 3 LMC), lo que quiere afirmar es que hay
un bien comprometido en la existencia del matrimonio. Por ello el Estado no puede debilitar
la institució n del matrimonio. Sin embargo, desde el punto de vista legal y de las políticas
pú blicas, no hay mucho incentivo a contraer matrimonio.
35
c.- Principio de no discriminació n, que no un principio propiamente tal del derecho de familia
propiamente tal, sino constitucional y a nivel de tratados internacionales.
El juez tomará, a petición de cualquier persona, todas las providencias que le parezcan
convenientes para posibilitar el ejercicio legítimo de este derecho cuando, por acto de un
particular o de una autoridad, sea negado o restringido arbitrariamente.
No podríamos decir que es un principio del derecho de familia, sino que del derecho
patrimonial. En el derecho de familia lo que hay es un ensanchamiento de la autonomía de la
voluntad.
Tampoco es un principio propio del derecho de familia, sino que un principio del
derecho general.
Recordar que el art. 102 del CC. no se modificó luego de la nueva ley de familia,
entendiendo que la concepció n del matrimonio no ha cambiado, ya que los contrayentes se
casan sin la intenció n de divorciarse; pero el á nimo no tiene que ver con la disolubilidad o
indisolubilidad, pues no puede ser que el art. Señ ale que el matrimonio es indisoluble, y
existan disposiciones que regulen y permitan el divorcio. Cuando se incorporó el divorcio
vincular, el matrimonio en su concepció n cambió .
No es un principio solo del derecho matrimonial, sino que es el principio cardinal del
derecho de familia. Es lo que caracteriza la vinculo de matrimonio, que se manifiesta entre
có nyuges y entre padres e hijos, vínculo que no tiene ni se manifiesta en el acuerdo de unió n
civil, en que no hay deber de socorro.
Está el deber del juez de intentar preservar el matrimonio – art. 3 ley de matrimonio
civil –
36
k.- Protecció n del interés superior del niñ o
Que es má s bien un principio procesal, en un sentido de que una vez dictado del
divorcio, con la sentencia se espera se resuelvan todos los conflictos que pueda derivar de la
ruptura (como el convenio regulador, pues su idea es que con la sentencia queden
solucionadas las situaciones que se producirá n tras el divorcio).
Que el matrimonio religioso generaría efectos civiles si se cumple con los dispuesto en
el art. 20 de la ley de matrimonio civil, respecto de inscribirlo dentro del plazo de 8 días. La
ley reconocería entonces el consentimiento prestado en sede religiosa, no el matrimonio, el
que entonces produce efectos civiles. Recordar que produce efectos de manera retroactiva.
No estaba al inicio en la tramitació n del proyecto de ley del matrimonio civil, sino que
se incorpora en el segundo trá mite de dicho proyecto, esto en concreto con la idea de la
compensació n econó mica, con la idea de la cláusula de dureza, y con el control del convenio
regulador. También explica por qué quedó deficientemente regulada.
37
divorcio, si no se está al día con los alimentos; y está en convenio regulador, en que
claramente se proteja al có nyuge má s débil.
No existe una fuente clara de la compensació n econó mica. Hay otros autores que
plantean que el principio si estuvo desde antes, en otras disposiciones. Se encuentra
incorporada de manera expresa en el art. 3 inc. 1 de la LMC.
Primero: una concepció n má s amplia, que refiere “al que se encuentra en una posició n
econó mica, psíquica, emocional o fisioló gica desmedrada”.
Segundo: una concepció n restringida, que refiere “al que se encuentra en una posició n de
desmedro econó mico frente al otro para comenzar su vida de forma separada e
independiente”.
- Patrimonio Reservado. Son activos y pasivos que la mujer casada puede obtener al
haber trabajado durante la vigencia de la misma. No puede renunciar a este
patrimonio (por ser de orden pú blico), y puede administrarlos independiente del
marido.Es una figura posterior al CC. Original. Es un principio que como tal se
reconoce desde el añ o 2004. Lo que permite es ofrecer a la mujer un cierto equilibrio o
margen de operació n, un espacio para ejercer la plena capacidad de la mujer casada.
- Pacto de separació n total de bienes (art. 1715 inc. 2 CC).
- Posibilidad de sustituir el régimen durante el matrimonio (art. 1723 CC).Por primera
vez se permite la migració n a otro régimen de bienes. De todos modos, este cambio
solo es posible teniendo en cuenta un acuerdo entre los có nyuges.
- Limitaciones a la administració n del marido (art. 1749 CC). En el CC original el marido
administraba con plenitud de facultades, y muy pocas restricciones, má s que el de la
mujer de demandar la separació n judicial de bienes. Posteriormente ya hay no solo
limitaciones de origen legal, sino también convencional, como el de las capitulaciones
matrimoniales. Está n justamente consideradas en orden a proteger los bienes
econó micos má s importantes de la familia – como bienes raíces y el comprometer el
patrimonio social con garantías dadas a terceros -.
- La acció n de separació n judicial de bienes (art. 152, 155 y 156 CC) Es una forma de
protecció n para la mujer – solo para la mujer -, cuando estuviese comprometido el
patrimonio por una mala administració n del marido, un riesgo de que este patrimonio
social estuviese comprometido o gravemente comprometido.
38
- La renuncia a los gananciales (art. 1781 CC) Esta solo para la mujer, o sus herederos o
cesionarios. Puede juzgar de manera objetiva cual es el resultado patrimonial de su
patrimonio reservado y del haber social. A través de ese aná lisis, puede elegir si se
queda con su patrimonio reservado ú nicamente, o lo suma al patrimonio social y luego
se divide. Es un derecho absoluto que tiene la mujer.
- La mujer que hace las deducciones primero a la sociedad conyugal (art. 1773 CC),
antes que el marido; principalmente las recompensas – de todas las recompensas que
obran en su beneficio, tiene derecho a hacer retiro previo -.
- Beneficio de emolumento (art. 1777 CC), que permite que la mujer limite su
responsabilidad respecto de las deudas sociales, solo hasta la mitad de los gananciales
que recibe. Ella no va a responder de las deudas de la soc. conyugal má s allá de lo que
haya ganado.
¿Cuá les son las formas de protecció n que podemos encontrar en el régimen de
participació n en los gananciales? Hay en no otorgar cauciones a terceros; obligar el
patrimonio con terceros. Pero también existen otras en orden al cá lculo que hace del
patrimonio originario del final
¿En los bienes familiares? Permite una paridad o un poder de negociació n al có nyuge má s
débil, esto por la autorizació n que se requiere para poder enajenar o gravar, o prometerlo. Así
ese có nyuge má s débil, puede ver si accede o no. Mejora entonces su posició n, pese a no ser
una forma de protecció n propiamente tal. El legislador apuesta a que el có nyuge no
propietario, que se queda viviendo en el bien inmueble, es el có nyuge má s débil
¿En los alimentos? Hay una protecció n del có nyuge má s débil, pero también en general en
favor de la familia. Tiene derecho a demandarlo no solo el có nyuge, sino también los hijos y
también los familiares. Recordar también que es posible demandarlos no solo cuando hay
matrimonio, sino también cuando existe un acuerdo de unió n civil. (Las expensas para la litis
también podrían considerarse como una protecció n, pero solo en el caso de la mujer).
El deber de socorro. Es importante ver que existe una protecció n en general de la familia,
y no solo en el có nyuge má s débil.
¿En el convenio regulador? Que es la que debe acompañ ar todo proceso de separació n
judicial o divorcio ambos de comú n acuerdo. No solamente tiene que satisfacer los requisitos
que plantea el legislador, sino que también sea suficiente, la que se alcanza cuando entre otras
cosas se tutela al có nyuge econó micamente má s débil, pues el juez debiera entrar a juzgar si
má s allá de un asunto resuelto, en el fondo la situació n planteada efectivamente protege al
có nyuge má s débil.
¿En materia de violencia intrafamiliar? Hay algunas normas que permite asegurar
patrimonialmente al menos en una primera instancia, al có nyuge má s débil.
39
A partir del añ o 2004, se reconoce a un có nyuge má s débil, a proteger una vez finalizada la
relació n matrimonial.
La ley nos exige ciertos requisitos de procedencia del mismo, ademá s de otros criterios
para determinar el monto de éste.
Como primera idea, el matrimonio produce efectos que son personales, que forma una
comunidad de vida, que implica efectos personales entre los có nyuges y luego hacia los hijos
que pueda haber en comú n, pero también genera efectos de índole patrimonial.
40
indisponibilidad, siendo transversales. Cualquiera sea el régimen pactado, estará n estas
normas respecto de los có nyuges y de los terceros.
El interés del estudio del régimen primario radica en demostrar que una cierta
regulació n es necesaria para el matrimonio. Es decir, que la existencia de un “anti-regimen”
(la separació n de bienes) de alguna forma tiene que conectarse con esta vida en comú n y con
algunas exigencias que cedan a la vida en comú n.
Como se trata de una lectura doctrinal de esta legislació n esparcida, no hay un nú mero
cierto de cuantas son las reglas que lo conforman. No se trata de algo que haya permanecido
invariable en el tiempo, sino que ha ido construyéndose en la medida que el derecho
evolucionaba en el tiempo. Tampoco existe una terminología para referirse a ella - algunos los
tratan como simplemente los deberes de los có nyuges o bajo la regla de unirlos todos bajo el
concepto de régimen matrimonial primario -.
¿Que podríamos decir que incluye el régimen patrimonial primario? Incluye varias
materias. La primera de ellas se refiere al marco legal, en donde está el principio de libertad
de estipulació n, es decir, los có nyuges son libres de elegir el régimen de bienes que deseen
para el matrimonio y regule sus relaciones entre sí (incluye claro a los convivientes civiles).
Por cierto, cada uno de esos regímenes tendrá una disciplina propia, y una disciplina que será
41
má s o menos compleja segú n el régimen de que se trate. Así, el régimen de separació n es má s
simple, pues los patrimonios de los có nyuges está n separados entre sí, y en el otro extremo,
está la sociedad conyugal, que tiene toda una regulació n detallada, en donde distinguimos los
haberes, es decir, cual es el activo de esa sociedad conyugal – distinguiendo entre haber
propio y relativo -. Luego existen reglas de administració n ordinaria y extraordinaria, y otras
sobre la disolució n y liquidació n de la sociedad conyugal. Por ú ltimo, entre ambos se haya la
participació n en los gananciales (no obstante durante el matrimonio los có nyuges
permanecen en patrimonios separados entre sí, hay algunas normas relativas a la vigencia del
régimen - como aquella que señ ala el art. 1792 n° 3 CC respecto de las cauciones sin
consentimiento de los otros có nyuges - , pero el interés se produce al final, cuando debemos
determinar quien obtuvo beneficios durante el matrimonio, para luego ser repartidos o
compensados entre los có nyuges).
Este marco legal tiene dos aspectos adicionales:el primero, que debe necesariamente
haber un régimen patrimonial supletorio (en el caso del matrimonio la sociedad conyugal, y
en el caso del AUC el de separació n de bienes), de manera que en realidad lo que hacen los
có nyuges o convivientes civiles sería optar por otro régimen. La segunda idea es dotar de un
régimen de bienes má s exhaustivo a los matrimonios o AUC celebrados en el extranjero. La
cuestió n está en que no solamente nos interesa ese matrimonio o AUC por la calidad o
reconocimiento que le vamos a dar a esos contrayentes, sino también nos interesa el có mo
van a regular sus relaciones de bienes en Chile, y eso significa que dentro del marco legal debe
haber una norma que otorgue un régimen de bienes por defecto o supletorio a esos có nyuges
que se casaron en el extranjero. Todo ello va de la mano del derecho privado internacional, y
en especial de modo de evitar el fraude de ley – que consiste en que se cambia el factor de
conexió n que prevé una determinada norma, de modo que cambiando ese factor, pareciera
que la norma no se está infringiendo -.
Luego tenemos los llamados elementos bá sicos – segundo elemento -. Estos está n
relacionados con la contribució n de las cargas del matrimonio y la potestad doméstica (quien
está cargo de la direcció n de la familia).Estas dos ideas en nuestro país está n recogidas de
manera distinta. En el caso de la contribució n de las cargas del matrimonio, está n reguladas
como uno de los deberes de los có nyuges; y la potestad doméstica solo está prevista respecto
de los hijos bajo la figura de la patria potestad ejercida conjuntamente por los dos padres.
Respecto de la contribució n de las cargas del matrimonio, el CC la regula dentro de las normas
de obligaciones y derechos entre los có nyuges, y lo expresa mezclando derechos de contenido
má s bien personal, como patrimonial - deber de socorro, respeto y ayuda mutua -. Luego el
art. 134 CC señ ala que el marido y la mujer deben proveer a las necesidades de la familia en
comú n atendiendo a sus facultades econó micas y al régimen de bienes que medie entre ellos –
siendo el juez si fuere necesario el que regulará la contribució n - , significa que el régimende
bienes que pueda haber entre ellos, no afecta la obligació n primaria de contribuir a las
necesidades de la familia en comú n, porque la contribució n está conectada con el hecho del
matrimonio, y no de manera directa con el régimen de bienes que existe entre los có nyuges. El
42
régimen de bienes influye sobre la manera en que debe cumplirse ese deber – porque si se
trata de la sociedad conyugal, la administració n de los bienes de la sociedad conyugal, los
propios suyos y los de la mujer la tiene el marido, de modo que la contribució n a las
necesidades de la familia debe ser del marido.
Esto está en parte tratado de forma distinta en la ley de AUC, que señ ala que los
convivientes civiles se deben ayuda mutua, y está n obligados a solventar los gastos generados
por la vida en comú n de conformidad a sus facultades econó micas y al régimen patrimonial
que existe entre ellos – la misma ayuda mutua y de contribució n a los gastos está presente en
este AUC, por lo que pasa a ser parte del régimen primario-. Hay que tener presente una
discusió n de si el AUC entrañ a o no el deber de prestar alimentos al otro conviviente, pues los
alimentos son una manifestació n del deber de socorro, el cual no está señ alado de manera
expresa en el AUC.
Luego hay un tercer elemento: que son los llamados elementos objetivos de
protecció n, que está n relacionados con los bienes familiares y con la protecció n de la vivienda.
Los bienes familiares está n regulados en el CC, reconociendo 3 clases de bienes susceptibles
de afectació n (inmueble que es residencia principal de la familia, mobiliario que lo guarnece, y
las acciones o participaciones sociales de la sociedad que es propietaria del inmueble donde
tiene su residencia principal la familia), y aquí la jurisprudencia ha ido dilatando el sentido
original de protecció n de los bienes familiares, pues cuando se regularon los bienes familiares
y quedaron en el Có digo Civil (art. 141 y ss), su protecció n estaba vinculada a la existencia y
subsistencia del matrimonio, y eso se manifiesta sobre todo en dos puntos: el primero es que
su legitimació n activa corresponde al có nyuge no propietario; pero sobre todo porque su
desafectació n está vinculada a la existencia del matrimonio, y por eso señ ala que se podrá
pedir la desafectació n si el matrimonio se ha declarado nulo, se ha terminado por muerte por
uno de los có nyuges, o por divorcio – en tales casos se podrá formular al juez la petició n
correspondiente -, y es en este punto donde la jurisprudencia ha dilatado la protecció n,
porque ha entendido que en realidad el bien familiar no está protegiendo el interés del
matrimonio (sentido original), sino el de la familia, por lo que aú n cumpliéndose esas
causales, el bien puede seguir estando afecto como bien familiar, en la medida que siga siendo
residencia principal de la familia. Sin embargo, para el mismo fin, existen otras instituciones
que cumplen con el objetivo, e incluso de manera má s eficaz, como un usufructo en materia de
alimentos.
Hay que tener presente que el destino de la vivienda familiar no solo tiene su
protecció n a través de esta institució n – y de la pensió n de alimentos que permite usufructo, y
de la compensació n econó mica -, sino también se regula en materia sucesoria, como el
derecho preferente de adjudicació n del có nyuge o conviviente civil sobreviviente (en el caso
que el matrimonio termina por muerte). La norma nos señ ala que el có nyuge tiene derecho a
que se le adjudique con cargo a su cuota, el inmueble donde ha vivido – mantener status quo
en la vida de quien ya ha sufrido por la muerte del có nyuge o conviviente civil - , y en caso de
43
no lograrse, se puede pedir la constitució n de un derecho de uso y habitació n sobre esos
bienes, con carácter gratuito y vitalicio.
Luego hay un elemento subjetivo que tiene que ver con el consentimiento o con la
participació n en el consentimiento de los có nyuges, que nose manifiesta igual en todos los
regímenes, porque en la sociedad conyugal paulatinamente se fueron estableciendo
limitaciones a la administració n del marido – que no tenía mayores límites salvo excesos que
pudiera cometer -, que son los que hoy está n recogidos en el CC (no puede enajenar bienes
raíces, hipotecar, constituir garantías…), por lo que el consentimiento del otro có nyuge pasa a
formar parte de la sociedad conyugal como un contrapeso a las facultades de administració n
del marido. En la separació n de bienes el consentimiento no está presente, ambos patrimonios
se miran como separados. Y en el caso de la participació n en los gananciales, está recogido en
el art. 1792 n° 3 CC, en que el consentimiento pasa a ser un límite respecto de la facultad del
có nyuge para constituir garantías personales en favor de terceros, pues las garantías
personales comprometen el patrimonio de la persona y no afecta un bien en específico – y es
el patrimonio el que se va a usar para hacer el cá lculo del crédito cuando termine el régimen, y
haya que determinar si hubo o no gananciales -. Pero sobre todo, el consentimiento de los
có nyuges se manifiesta en las capitulaciones matrimoniales, que está n reguladas en el CC bajo
la forma de convenciones que pueden celebrar los có nyuges para regular determinados
aspectos de la vida en comú n antes, durante y después del matrimonio, dependiendo del
momento de que se trate y se celebre.Si se hace al momento de celebrar el matrimonio, la
posibilidad se limita a elegir el régimen; durante la vigencia del matrimonio la ú nica
capitulació n matrimonial que se puede convenir es la sustitució n del régimen por otro, en que
resulta importante la protecció n a terceros.
Luego dentro de estos elementos que incluye el régimen primario, hay otro aspecto
que tiene relació n con la protecció n judicial, que son las expensas para la litis, que el CC
también regula dentro de las normas generales que se refieren a los derechos y obligaciones
entre sí. De acuerdo al art. 136 CC “Los cónyuges serán obligados a suministrarse los auxilios
que necesiten para sus acciones o defensas judiciales. El marido deberá, además, si está casado
en sociedad conyugal, proveer a la mujer de las expensas para la litis que ésta siga en su contra,
si no tiene los bienes a que se refieren los artículos 150, 166 y 167, o ellos fueren insuficientes”.
Como vemos, esta norma tiene 2 partes, la primera de ellas, forma parte del régimen primario;
44
y la segunda parte referida concretamente a la sociedad conyugal, recayendo sobre el marido
como administrador de la misma sociedad conyugal.
Hay que tener en cuenta que las normas de régimen primarios se componen de
normas, pero también de principios, los que tienen que ver con esta ordenació n del régimen
primario, desde la existencia de un régimen de matrimonio y reglas supletorias, hasta las
ú ltimas normas que tienen que ver con publicidad y registro.
CASO:
No hay duda en que el ACS en la parte que el marido daba a la mujer la mitad del bien,
es un título traslaticio de dominio, pero que debía ser inscrito en el CBR para que hubiera
45
tradició n. ¿Pero qué pasa con la otra mitad derivada de la liquidació n? Hay jurisprudencia que
señ ala que no es necesario inscribirla, porque se trata de un título declarativo, y la liquidació n
no hizo má s que especificar la propiedad de la mujer y por lo tanto ella siempre fue dueñ a, y
que no es necesario inscribir esa declaració n, porque el artículo 1723 CC lo ú nico a que obliga
es a inscribir el pacto de separació n de bienes, por lo que los terceros quedarían protegidos
mediante la publicidad del pacto de separació n de bienes, sin necesidad de inscribir el bien
raíz; pero claro, esto se contradice con las normas registrales aplicables en esta materia, la
primera es una norma del matrimonio, art. 1750 CC que señ ala que el marido se considera al
marido respecto de terceros, como dueñ o de los bienes que figuran en el haber social, de
manera que las relaciones entre los có nyuges respecto de los bienes son siempre internas,
porque hacia afuera hay reglas de protecció n como este referido artículo. Por tanto, para
romper esa regla, debe haber una medida de publicidad referida al bien concreto, y no
solamente al matrimonio en su conjunto. Y lo segundo es una norma registral, que se
encuentra en el reglamento del CBR, que se refiere a las subinscripciones – art. 89 del
reglamento “pero si en la subinscripción se requiere una variación, en virtud de un título nuevo,
se hará una nueva inscripción, en la cual se pondrá una nota de referencia a la que los
interesados pretenden modificar, y en ésta, igual nota de referencia a aquélla” - . La liquidació n
de la sociedad conyugal es un título declarativo, por lo tanto cabe dentro de esta norma, y en
segundo lugar se está modificando uno de los elementos de la inscripció n – nombre, apellido y
domicilio de las partes -. Esto nos demuestra que los principios de registro y publicidad
también van en la línea del régimen primario.
Hay también un aspecto relacionado con el régimen primario, que ha dado lugar a
alguna discusió n por parte de la jurisprudencia, y que está relacionado con el título para vivir
en el inmueble residencia principal de la familia. Durante mucho tiempo la pregunta se había
formulado y resuelto a partir de la idea del precario entre có nyuges, y se concluyó que no
existía precario entre ellos, porque el artículo 2195 inc. 2 se refiere que debe ser sin contrato
alguno, entendiéndose que el contrato a que se refería debía permitir la tenencia del bien, que
justificara la tenencia del bien (debe o no haber contrato?????). Hace algunos añ os, comenzó a
cambiar la jurisprudencia en dos líneas. La primera se refería a la invocació n de la sociedad
conyugal como título para vivir en el respectivo inmueble y por tanto enervar la acció n de
precario, y después directamente el matrimonio entre demandante y demandado, lo que era
suficiente para enervar el precario, y que no se diera lugar a ello. Esto ha ido de la mano con la
extensió n jurisprudencia de las excepciones al precario. El “sin contrato alguno” se ha dilatado
a tal punto, que casi cualquier situació n es considerado un contrato que permite enervar la
acció n.
¿El hecho de que el Có digo Civil cuando habla de los derechos y deberes entre los
có nyuges, respecto de vivir juntos, podría proyectar un contenido patrimonial que pueda
oponerse a terceros como en los casos de precario?El art. 133 CC señ ala que ambos có nyuges
tienen derecho y el deber a vivir en el hogar comú n, salvo que a alguno le asistan razones para
46
no haberlo. Esa norma esta fundada en el reforzamiento de la idea de comunidad de vida que
supone el matrimonio, y no parece tener un contenido patrimonial especifico, sobre todo
porque el legislador a previsto supuestos concretos para suponer una titularidad de derecho
real al có nyuge o los hijos, concretamente se trata del derecho de usufructo que se puede
constituir sobre el bien familia – art. 147 CC -, del modo de pago de la compensació n
econó mica – por divorcio o nulidad -, y por ultimo el art. 11 de la ley 14.908 en materia de
pensió n de alimentos, que reconoce su pago también mediante la constitució n de un derecho
de usufructo. En todos estos casos hay una titularidad real que ingresa al Registro y la
Publicidad, y que por tanto si tiene un contenido patrimonial – usar y gozar de un bien
concreto - , y ese usufructo puede ser por el tiempo convenido o incluso vitalicio. No obstante
la jurisprudencia parece haber ido hacia la posició n de ampliar las posibilidades de defensa
del demandado en un juicio de precario, con lo cual se restringe el campo de aplicació n de la
acció n, y uno de ellos ha sido el reconocimiento del matrimonio o situaciones relativas al
derecho de familia – como la existencia de una sociedad conyugal - , para poder enervar la
acció n de precario, y garantizar que el có nyuge o ex có nyuge pueda seguir viviendo en dicho
inmueble.
Otro aspecto relacionado con el contenido patrimonial del matrimonio son los
alimentos, al punto que estos parecerían también formar parte de este régimen primario por
dos razones: primero porque se entiende comprendido en el deber de socorro – uno de ellos
se encuentra obligado a socorrer a otro, y no estando vinculados a un régimen concreto,
formarían parte del régimen primario, tratá ndose se una respuesta elemental a un problema
cotidiano. Incluso el art. 321 considera en primer lugar al có nyuge -. Esto lleva a considerar
varias cosas, entre ellas la configuració n del derecho de alimentos en relació n con los
regímenes patrimoniales que podrían existir, así como la coordinació n de las normas sobre
alimentos con las normas sucesorias, porque los alimentos está n tratados en el libro I del CC,
pero también en el libro III en la sucesió n por causa de muerte, como una asignació n forzosa.
¿Có mo se coordinan?, porque ademá s de la ló gica de los alimentos, hay normas también con
una funció n asistencial que está n fuera del CC, como lo es el caso de los fondos previsionales
que se reciben como herencia, o las eventuales pensiones derivadas de esos fondos
previsionales, de modo que las normas del derecho comú n en materia de alimentos, se
superponen a estas normas especiales del derecho de la seguridad social, cuestió n que sería
importante porque se podría producir un desbalance importante en favor de uno de los
alimentarios. – De acuerdo a las normas sucesorias, entre las asignaciones forzosas está n los
alimentos que se deben a ciertas personas, 1167 CC; art. 1168 CC los alimentos que el difunto
ha debido a ciertas personas, gravan la masa hereditaria a menos que el testador haya
impuesto la obligació n a uno o má s participes, lo cual significa que como gravan a la masa
hereditaria, se continú an devengando las obligaciones alimenticias hasta que expira la
necesidad del alimentario, lo que significa que hay que calcular hasta el momento en que
cesarían dichas necesidades, conforme a lo que se debe, es decir, si se trata de una suma
determinada en pesos habría que ver la progresió n por inflació n, lo mismo si es en UF. Se trata
47
entonces de una baja general de la herencia (art 959 CC), antes de lo que vaya repartir, y dado
que se pagan antes por tanto de cualquier reparto, significa que se deben pagar primero los
alimentos, y con lo que quede, repartir entre los herederos, por lo que suponiendo que la
masa hereditaria es de 100, y de deben 25 en alimentos, la masa a repartir es de 75, que se
reparte entre los herederos, e incluso, si el alimentario también es heredero, también aparte
de esos alimentos se la suma la asignació n.
Incluso, si eventualmente hay una pensió n derivada de los fondos previsionales, ello es
aparte, y ademá s de los 50 que llevaría como alimentante y como heredero, se llevaría lo que
le corresponde por pensió n de la AFP, porque la ló gica de las pensiones en materia de AFP, no
sigue una ló gica sucesoria ni alimentaria, sino asistencial que está detrá s de la seguridad
social, y este es el desbalance al que nos referíamos.
Si por el contrario, no considerá ramos estos aspectos, los 100 se repartirían en partes
iguales, lo que significaría que cada uno, en ese mismo ejemplo se llevaría 1/3, pero el
problema es que habría un heredero que dado que tiene que destinar ese tercio a sus
necesidades alimenticias, en realidad ese heredero no gozaría de su tercio, sino de su tercio
menos lo que gaste en alimentos, por lo que en la realidad su parte sería menor a la de los
otros herederos, mostrá ndose en definitiva la desproporció n por la manera en que el Có digo
Civil entiende la sucesió n, que está basada en el principio de continuidad jurídica de la
persona del difunto, lo que significa que la sucesió n pasa a ocupar la posició n jurídica que
tenía el difunto, y por eso el art. 1168 CC señ ala que los alimentos gravan a la masa, pues
tienen que gravarlos a todos, ya que todos está n representando a la persona del causante – así
es como que el causante continú a pagando los alimentos -.
48
Con todo, el art. 1170 CC de todas formas concede al juez la facultad de moderar los
alimentos que parezcan desproporcionados a las fuerzas del patrimonio efectivo, en busca de
equilibrar los eventuales desequilibrios.
La complejidad de los alimentos radica má s que la dimensió n teó rica, por sus
consecuencias prá cticas, sobre todo por los altos índices de su incumplimiento, lo que hace
que los medios de apremio en ese sentido tengan un tratamiento especial. Así la cosas, la
Convenció n Internacional de Derechos Humanos, prohíbe la prisió n por deudas, salvo las
deudas por alimentos. En nuestro país la ley 14.908 contiene medios de apremio y de
establecer el pago de los alimentos de manera mucho má s amplia que para el cumplimiento
de otras obligaciones.
En cuanto a los requisitos para poder solicitar los alimentos, se nos exige que haya
necesidad del alimentario, facultad y capacidad en el alimentante, y un titulo legal que habilite
para pedir alimentos. – art. 321 y 326 CC -. Se establece un orden para poder pedir alimentos
– art. 326 CC -, porque es la manera en que se reflejan determinados deberes de solidaridad
respecto de otros, fundado en la existencia del matrimonio o de un vinculo de parentesco,
saliendo de la regla el caso de la donació n, que impondría un deber de gratitud y de
solidaridad en caso de que tenga necesidad.
Como vemos, estas reglas para el régimen primario, las desprendemos de normas y
otras por vía de principios generales o bien aplicables a materia de alimentos.
49
tiempo pasamos desde un régimen ú nico, a la incorporació n de la separació n de bienes como
un régimen alternativo, y luego el de la Participació n en los Gananciales. La separació n de
bienes estuvo motivada por la paulatina incorporació n de la mujer al mundo del trabajo
separada de su marido, por lo que sería ló gico pensar que podría adquirir un patrimonio que
podía administrar separadamente de este.
Por su parte, la participació n en los gananciales se pensó como un régimen nuevo, que
originalmente sería el régimen supletorio. Finalmente se reguló en el añ o 1994. Se debe tener
presente que esta tiene dos posibilidades de configuració n: una comunitaria y otra crediticia.
La comunitaria, significa que los bienes son tenidos en comunidad durante el matrimonio, y al
final, se realiza un có mputo de quien obtuvo mayor o menor beneficio. Aquí no hay una
divisió n entre la propiedad y la administració n de los bienes (que existe en la sociedad
conyugal). La modalidad crediticia, que fue la adoptada en nuestro régimen, considera a los
có nyuges separados de bienes durante el matrimonio – salvo el art. 1792 n° 3 CC, respecto
del consentimiento para otorgar garantías personales en favor de terceros -. La discusió n se
produce entonces al término del matrimonio, al enfrentar los patrimonios originales y finales,
y determinar si hubo ganancias, porque el CC da reglas sobre el modo de acreditar los
respectivos patrimonios originales y finales, en lo que podrían producirse problemas
probatorios para determinar los gananciales. Eso hace que estadísticamente sea el régimen
menos utilizado.
Luego el AUC trajo consigo un régimen, y ahí optó por una tendencia, de la separació n
de bienes como régimen basal y supletorio en materia de regímenes matrimoniales. Aquí cada
uno es dueñ o y cada uno administra sus respectivos bienes sin ninguna conexió n entre si –
salvo tema del régimen primario, como obligació n de contribuir a las cargas de la familia -. El
AUC reconoció una modalidad comunitaria, pero que remite a las normas de la comunidad del
CC. Esto tiene varios problemas de interpretació n, porque junto con la remisió n a las normas
del CC, la ley 20.830 dio algunas normas sobre la manera de regular esta comunidad,
concretamente una de presunció n, cuando se regula el AUC.
1ª. Los bienes adquiridos a título oneroso durante la vigencia del acuerdo se
considerarán indivisos por mitades entre los convivientes civiles, excepto los
muebles de uso personal necesario del conviviente que los ha adquirido.
2ª. Para efectos de esta ley, se tendrá por fecha de adquisición de los bienes
aquella en que el título haya sido otorgado.
50
3ª. Se aplicarán a la comunidad formada por los bienes a que se refiere este
artículo las reglas del Párrafo 3° del Título XXXIV del Libro IV del Código Civil.
La segunda regla evidentemente rompe con lo que dice el CC – del modo dual de título
y modo, y su adquisició n se cumple con la tradició n – , sin embargo aquí sucede que se
considera la fecha del título, algo que también está reconocido en materia de sociedad
conyugal – art. 1736 CC, que trata de resolver un problema que se puede producir entre el
momento de otorgamiento del título y el de adquisició n efectiva, y ahí señ ala que prevalece la
fecha del título -. La regla que presenta má s problemas de interpretació n es la primera. Esta
significa que la comunidad se extiende sobre bienes inmuebles, y bienes muebles que sean de
uso compartido o no personal. La duda surge en como determinamos cuales son los muebles
de uso personal, porque el CC lo que define en el art. 574 es un concepto algo distinto – de los
muebles de una casa - , quedando la duda entonces de si es o no un mueble de uso personal; y
respecto de los otros bienes, la comunidad se establece mediante un sistema de ficció n legal,
es decir, la ley simplemente da por establecido el hecho de la comunidad, fijando las cuotas de
los respectivos convivientes civiles. Esto significa dos cosas: la primera es que no es posible
que los convivientes civiles pacten cuotas distintas, dado que se trata de un régimen de orden
pú blico, por lo que cualquiera sea el aporte de cada uno, se entiende por mitades; y segundo,
es que esa norma parece dar un reconocimiento legal aunque indirecto al mandato tácito y
recíproco de los comuneros. EN materia de comunidad se ha admitido sin que haya una
norma expresa, la existencia entre los comuneros, que se extiende a los actos de
administració n – tácito porque no se ha convenido, y recíproco porque cada uno de los
comuneros goza del mismo - , y ese mandato permite realizar los actos de administració n sin
contar con el consentimiento de los demá s. Está reconocido con una particularidad, es esto es
que se reconoce solo para la adquisició n del respectivo bien, parece existir para un acto de
adquisició n: quien adquiere un bien lo hace para él y para el conviviente civil, y el modo para
dividir la propiedad de ese bien, es por mitades. Esto puede provocar en teoría problemas,
dado que uno representa a los dos, y entre ellos se forma una comunidad, aunque solo
comparezca uno, provocando dudas acerca de la titularidad del bien – en la prá ctica en los
Bancos exigen la concurrencia de ambos para que no haya dudas -.
La convivencia
51
El problema de la convivencia en Chile se produjo por hechos socioló gicos y jurídicos,
por el creciente nú mero de hijos nacidos fuera del matrimonio, y desde el punto de vista
jurídico, en el añ o 1925 se promulgó la LMC, y se comienza a reconocer jurisprudencialmente
un cuasi contrato de comunidad entre los convivientes, y se régimen vendría siendo esta
suerte de cuasi contrato de comunidad. Si lo miramos en perspectiva, esa misma idea terminó
recogida en el AUC. Ese añ o también es importante porque se promulga el DL que introduce la
posibilidad de que la mujer desarrolle una actividad econó mica separada de su marido, y la
separació n de bienes como régimen alternativo. Este DL tuvo la particularidad o debilidad, ya
que simplemente no ordenó la modificació n del Có digo Civil, no realizó los ajustes tampoco en
el Có digo de Comercio, lo que generó una serie de problemas interpretativos, los que debieron
ser resueltos a través de una ley. Ese añ o también fue importante dado que la CS comienza a
aceptar la nulidad por incompetencia del oficial de Registro Civil.
Junto con este “régimen de bienes”, estaba el problema sucesorio. En parte se fue
solucionando bajo leyes de seguridad social, reconociendo a “la madre de los hijos naturales”
la posibilidad de ser beneficiaria de las prestaciones previsionales. Aú n así, la dejaba en una
posició n desmejorada frente a lo que hoy sería la situació n del có nyuge o de un conviviente
civil, porque quedaba privada de derechos sucesorios (las primeras formas de lograr cierto
reconocimiento se dieron con una compensació n econó mica demandada del conviviente
sobreviviente por enriquecimiento sin causa respecto del có nyuge de su pareja fallecida,
demostrando con eso la necesidad de buscar un ajuste entre las posiciones entre los
convivientes de hecho).
Ahora bien, los regímenes matrimoniales que reconoce nuestro régimen son esos 3. De
hecho, los matrimonios celebrados en el extranjero necesariamente pasan a adaptarse a los
regímenes celebrados en nuestro país, y así, el régimen basal, es el de separació n de bienes.
Esos regímenes pueden tener algunas modificaciones, dadas por el hecho de que la mujer ha
recibido una donació n o herencia con prohibició n de que administre el marido, o que se le
hayan asignado por capitulaciones matrimoniales determinados bienes para que administre
de manera independiente, o en el caso má s comú n, de que la mujer ejerza una industria u
oficio separada del marido. Se han producido algunos problemas por aquellas leyes que
entienden existir, por el solo ministerio de la ley, un patrimonio reservado - como las leyes de
viviendas sociales, que asumen que la mujer beneficiaria se encuentra regida por las reglas del
art. 150 CC -. Esto también ha dado problemas en materia de interpretació n también cuando
toca al otro có nyuge ser curador del otro có nyuge, cuando ha sobrevenido su demencia – las
normas a considerar son el art. 462 n° 1, y art. 503 CC. El primer artículo refiere que se puede
deferirse la curaduría del có nyuge demente al có nyuge que se encuentre separado
judicialmente, porque la guarda no solo implica el cuidado de bienes, sino también el cuidado
personal; ademá s de que el cese de convivencia procede de la propia voluntad de los có nyuges
que ya no viven juntos, o procede de una hecho que afecta la convivencia entre ellos, porque
supone una falta imputable al otro que incide sobre las obligaciones o derechos entre los
có nyuges y los hijos. El problema se produce con el art. 503 CC, … en los casos de separació n
52
parcial, porque la norma está pensada para los curadores del otro có nyuge que está n
totalmente separados de bienes, es decir, los casos de separació n parcial no quedarían
comprendidos - este art. Se modificó , y eliminó por error el inciso final que precisamente
trataba esa situació n, produciéndose la paradoja de que podría llegar a adm. los bienes que
antes podría -. Hay que hacer presente también la obligació n de cambiar el régimen de bienes
de matrimonio, en razó n de la demanda ante la CIDH en el caso de Sonia Arce, y el
compromiso adquirido por el Estado en esa materia, sin embargo, hacer presente que los
proyectos no han fructificado en ese sentido, por el hecho de que la mayoría de los proyectos
y atenció n han estado hacia la relació n con los hijos, co parentalidad, cuidado personal y
relació n directa y regular.
53
la sociedad conyugal. Eso significa que la sociedad conyugal es una sociedad puramente
interna, que ocurre al interior entre los có nyuges, es una manera de regular las relaciones
patrimoniales entre los có nyuges. Tenemos que dentro del derecho societario se ha acuñ ado
una divisió n entre sociedad externa e interna, siendo la externa aquella que tiene
personalidad jurídica, se comporta como una persona distinta y autó noma de los socios que la
componen, mientras que aquella interna, regula las relaciones entre los socios y solamente
entre ellos; y es entonces que la sociedad conyugal parece pertenecer entonces a la sociedad
interna, tratá ndose de un conjunto de normas que suplen la voluntad de las partes, regulando
las relaciones econó micas entre sí.
¿Es o no es la mujer propietaria respecto de los bienes? Lo que nos señ aló Andrés
Bello, es que la mujer solo tiene un crédito que se va a hacer realidad al momento de la
disolució n de la sociedad conyugal y se la adjudique, es decir, no tiene un derecho concreto
solo los bienes que la componen, sino sobre la totalidad. Esto es importante porque incide
sobre la manera en que se reconoce y funciona el patrimonio reservado de la mujer casada –
ver art. 150 inc 2 CC-. ¿Cuá l es el carácter de los bienes que forman parte de ese patrimonio
reservado? ¿pertenecen o no a la sociedad conyugal?Esta pregunta tiene que ver con una regla
que contiene el art. 150 CC, referido al destino de los bienes a su disolució n, y en este punto,
hay 2 opiniones: la primera es que dado que se trata de bienes adquiridos a titulo oneroso, se
trata de bienes que ingresan al patrimonio social, y por tanto son bienes sociales, solo que
tienen una administració n separada que corresponde a la mujer y no al marido, es decir, la
mujer administra los bienes, pero estos está n radicados en el haber social. Y la segunda
postura, sostiene que se trata de bienes propios de la mujer, y por tanto la excepció n no está
en donde ingresan, sino en quien los administra. La regla general en materia de sociedad
conyugal, es que los bienes propios no obstante ser propios, son administrados por el marido;
y la excepció n estaría en que este bien propio pasa a ser administrado directamente por la
mujer y no por el marido. La regla entonces parece ser que, disuelta la sociedad conyugal, se
colaciona con el patrimonio social, a menos que la mujer o los herederos renuncien a los
gananciales, y en ese caso los bienes siguen siendo propios, y el marido no responde de las
obligaciones contraídas por la mujer en su administració n. ¿Dó nde está problema? En el art.
750 CC, se señ ala algo que no es completamente coincidente con lo que contempla el Có digo
Civil, el cual en el régimen general tiene dos normas que se refieren al tema, que son el art.
1781 y 1782 CC. De acuerdo al art. 150, la mujer se considera separada de bienes respecto del
ejercicio del patrimonio reservado, lo que significa que la titularidad de los bienes parece
estar a su nombre – como en las inscripciones conservatorias -. El bien entonces está a su
nombre, y patrimonialmente le corresponde, por lo que la interpretació n segunda que vimos,
parece ser la correcta, pero el problema se produce con la renuncia, la que determina
finalmente el destino de los bienes, de si los bienes pasan a la sociedad conyugal o pasan al
patrimonio de la mujer. ¿Cuá ndo tiene que producirse esa renuncia? No obstante que el art.
150 y el 1781 CC son coincidentes en que disuelta la sociedad conyugal puede la mujer
renunciar, los efectos y la ló gica que hay detrá s son distintos, porque el art. 150 CC señ ala que
54
los bienes está n en poder de la mujer y ella figura como titular – no rige respecto de esos
bienes la presunció n del art 1750 CC -, lo que significa que el “colacionamiento” automá tico
tiene un problema desde el punto de vista de la titularidad aparente, porque una de las
consecuencias en caso de los inmuebles, existe un sistema inmobiliario sujeto a registro, y
entre sus efectos, está el de legitimació n, el cual significa que mientras no se pruebe lo
contrario, el titular del respectivo derecho es quien figura en la inscripció n, y por lo tanto,
quien quiera desconocer esa calidad, tendrá la carga probatoria. Siendo así, el
“colacionamiento” automá tico del art. 150 CC, produce un problema, porque produce que el
bien no obstante estar inscrito a nombre de la mujer, ya no sería de la mujer, sino que
pertenecería a una comunidad formada como marido y mujer como consecuencia de
disolució n de la sociedad conyugal, lo que trae consigo fijar el momento de la renuncia,
porque precisamente es la facultad de renuncia lo que determina la suerte de los bienes.
Como parte de una sentencia de divorcio tiene que existir un acuerdo completo y
suficiente – art. 21 y 23 LMC -, abarcando entonces las relaciones patrimoniales entre los
có nyuges, y patrimoniales y personales entre padres e hijos. El problema se ha producido
respecto de estos inmuebles adquiridos como viviendas sociales, pues llegado el momento de
dictar la sentencia de divorcio, se señ ala la existencia de este bien social inmueble a repartir, y
se fija una compensació n econó mica hacia la mujer, pero el problema es que se debería
entender que el hecho de quedar incorporado el inmueble al acuerdo completo y suficiente,
trae consigo que el bien ha quedado colacionado por una manifestació n de voluntad que es
contraria a la de renuncia, produciéndose la dificultad porque con posterioridad a eso, la
mujer renuncia por escritura pú blica, la que se subinscribe, produciéndose un desequilibrio
en lo pactado por los có nyuges en el acuerdo completo y suficiente, porque el CC cuando
ordena fijar la compensació n econó mica, señ ala una serie de factores a tener en cuenta para
determinar la existencia del menoscabo econó mico y la cuantía de la compensació n
econó mica, pero aquí, el régimen de bienes no está considerado, pero si se alude a la situació n
patrimonial de ambos, que es consecuencia del régimen de bienes que hubiera existido entre
ambos – si hubiera separació n de bienes, no es problema, pues se determina má s o menos el
patrimonio que ha ido conformando cada có nyuge durante la vigencia del matrimonio; y
respecto de la participació n en los gananciales, viene un proceso aparte para proceder a la
determinació n del crédito, confrontando el patrimonio final de cada có nyuge, de modo que el
que obtuvo má s compartirá ganancias -. Finalizada la sociedad conyugal, pues disuelta, es
necesario liquidarla – la regla general que da el art. 1774 CC es que por principio ejecutadas
las deducciones que correspondan, el residuo se divide por mitades entre los có nyuges -, y ese
es un factor a tener en cuenta respecto de la determinació n de la compensació n econó mica, y
por lo tanto, la decisió n de renunciar o de no renunciar, se debe tomar al momento en que se
produce la disolució n de la sociedad conyugal porque ahí habrá que practicar las
inscripciones que corresponden. La determinació n de a quien corresponderá el respectivo
bien, debería quedar al momento de la dictació n de la sentencia. En caso que no hubiera
manifestació n de la voluntad al momento de disolver la sociedad conyugal en el sentido de
55
renunciar a los gananciales de modo de conservar la propiedad plena sobre el patrimonio
reservado, hay que entender que operó la regla del art. 150 CC, y es decir el patrimonio
reservado la mujer casada se colacionó con la sociedad conyugal, si no lo hizo, es decir, no
renunció , no podría renunciar posteriormente, sería extemporá nea, porque produce un
desequilibrio patrimonial entre la situació n de los có nyuges. Nota: la mujer debe renunciar a
los gananciales para adquirir la vivienda social adquirida por el art. 150 CC, de no ser así, y se
produce la colació n significa que el bien ahora dejó de pertenecer a la mujer, y ahora es
comú n.
Introducció n
56
Hay tratados que ademá s establecen compromisos de carácter internacional, pues la
comunidad internacional ha establecido que los Estados se comprometan y responsabilicen
en ello, pero incluso no hay solo responsabilidad de los estados, sino también responsabilidad
jurídica de las personas, con lo que advertimos una especie de ruptura de aquellos principios
clá sicos del derecho, pero que apuntan a que haya una justicia ya no solo a nivel nacional, sino
también internacional.
57
Se considera que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el
reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los
miembros de la familia humana.
Se resalta la referencia que hace la declaració n del concepto de familia de una manera
analó gica. La noció n de familia es referente para hablar de la humanidad, e indicando
pertenencia - y que los derechos humanos tienen en cierto sentido una dimensió n familiar -.
58
2.- Cualificació n de la familia
59
El concepto de familia en organismos de las Naciones Unidas
60
En la Cumbre Mundial sobre la Familia de 1990:
61
62
La Santa Sede y los Derechos de Familia
63
64
65
66
67
Clase 28 de Mayo 2021. Profesor Wilson Moya
La clase se referirá a algunos aspectos tributarios generales que tiene que ver con las
capitulaciones matrimoniales, las pensiones que se pueden pactar ahí, y las exclusiones de
ciertos bienes o derechos del régimen de sociedad conyugal.
¿Có mo tributan los có nyuges? Depende del régimen de bienes del matrimonio. La
norma fundamental es el art. 53 de la ley impuesto a la renta, respecto de la cual hay varios
dictámenes del Sii y jurisprudencia.
Las reglas básicas en esta materia. Si los có nyuges está n separados de bienes o en
participación en los gananciales, cada uno tributa de forma separada, presentando su
propia declaració n de impuestos- con el formulario 22 en el mes de abril en cada añ o -, aun
cuando uno de los có nyuges tenga mandato general de administració n de bienes respecto del
otro; esto sea cual sea el motivo de la separació n de bienes (judicial, convencional total o
parcial…).
¿Qué pasa cuando estamos en una sociedad conyugal que se ha disuelto por cualquier
causa, y no se ha liquidado? Hay una comunidad que se forma por partes iguales entre los
có nyuges. Los có nyuges comuneros deben presentar una declaració n mancomunada de la
renta, con ciertas particularidades – recurrir al boletín tributario -.
En el caso de AUC, hay que hacer una distinció n, porque los convivientes civiles no
obstante aplicarse las mismas reglas, hay 2 tipos de regímenes de bienes: si nada se pacta, la
regla general es la separació n total de bienes - tributan por separado -; pero si hay pactado la
68
comunidad especial de bienes (art. 3 AUC), tendrá n que tributar por iguales partes,
presentando declaració n mancomunada – porque se trata de una comunidad espacial -.
¿Qué pasa respecto de los hijos menores de edad? Los menores de edad si tributan y
deben presentar declaració n de impuestos, cuando generen impuestos o réditos por sobre los
montos exentos que establece la ley tributaria. El padre o madre, quien ejerza la PP o su tutor
o curador, su representante legal, tiene la responsabilidad de presentar la declaració n y pago
de esos impuestos.
Cuando se produce el término del matrimonio o del AUC, los gananciales se reparten
por mitades en la sociedad conyugal; en la de gananciales se hace un cálculo. Los gananciales
son ingreso no renta (art. 17 nú mero 30 ley de la renta), por lo que este ingreso no se debe
tributar, porque son dineros que ya está n tributados, dado que el có nyuge o los có nyuges por
separado hicieron las declaraciones y pago de los impuestos, y por tanto ese dinero ya se
encontraba tributado.
¿Qué pasa con la compensació n econó mica? El art. 17 nú mero 31 de la ley de impuesto
a la renta, dispone que estos son un ingreso no renta, cualquiera que sea su monto. Esto no fue
así desde el principio. En el añ o 2004 se incorporó esta figura de la compensació n econó mica,
y el SII tenía el criterio que si era establecida judicialmente, consideraba que era una
indemnizació n del añ o moral, por lo que se encajonaba en el art. 17 nú mero 1 de la ley a
renta; en cambio cuando se regulaba de manera convencional, y como su fuente era
voluntaria, entonces se debía pagar. Así las cosas la ley 20239 incorporó el numeral 31 del art.
17 a los ingresos no renta, por lo que ya no se debe pagar.
CASO
Resulta que nunca se inscribió ese traspaso del bien, y cuando la ex có nyuge intentó
inscribir el bien raíz a su nombre con la sentencia, se encontró con que el marido no obstante
pagar los dividendos, pero que nunca pagó el impuesto territorial. También resultó que el
bien estaba embargado por deudas del marido, por lo que alzar el embargo y todo, resultaba
muy gravoso.
69
La primera que se establezca que la mujer tenga derecho al pago de una suma
perió dica; y una segunda referida al caso de exclusió n de ciertos bienes o derechos de carácter
mueble de la sociedad conyugal.
Sucedió el caso de una suma como la referida de una suma perió dica pactada con
anterioridad, pero con la cláusula de que se pagaría aú n tras un posible divorcio, y sin
perjuicio de una posible compensació n econó mica. El profesor les indicó que los dineros que
se siguieran devengando, debían tributarse, y se pactó por el marido que él pagaría ese
impuesto.
¿Con cargo a que parte del patrimonio la sociedad conyugal se pagan estas pensiones
perió dicas?El art. 1740 inc. Final CC, señ ala que es un pasivo absoluto de la sociedad conyugal,
es decir, no hay derecho a recompensa, salgo que se haya establecido que la obligació n es del
marido, pero la regla general es que es un pasivo absoluto.
Los bienes muebles que se tienen al momento decontraer matrimonio bajo el régimen
de sociedad conyugal pasan a la administració n del marido, lo que puede traer inconvenientes
de orden legal, como por ejemplo si la mujer que tuviera fondos mutuos a su nombre, y se casa
en éste régimen, ella probablemente va a mantener su relació n con el banco, liquidar y
disponer de ellos, pero con ello se pasarían por alto las facultades de administració n del
marido. Existe jurisprudencia que señ ala que cuando la mujer dispone de este tipo de bienes,
esa disposició n o actos serían nulos absolutamente. Entonces es ú til que la mujer pueda
excluir ciertos bienes como acciones, fondos mutuos, derechos en sociedad civiles y
comerciales… Si la mujer por ejemplo es socia de una sociedad civil, y se casa en régimen de
sociedad conyugal, sería el marido quien ejerce los derechos de la mujer frente a la sociedad,
es decir, toma la administració n de esos derechos, lo que significa en términos prá cticos que
las utilidades que provienen de esa sociedad pertenecen al haber absoluto de la sociedad
70
conyugal con derecho de recompensa, por lo que no puede obtenerlos en especie de vuelta.
Ojo que solo se pueden excluir los bienes muebles, no los inmuebles.
Cuando uno se casa, no pierde capacidad para celebrar actos y contratos, pero en
materia comercial hay que tener algunas consideraciones. El art. 349 Có digo Comercio señ ala
que la mujer casada en sociedad conyugal necesita autorizació n del marido para constituir
una sociedad comercial, pero se encuentra tácitamente derogada por la ley que concede plena
capacidad a la mujer – 18.802 -.
Art. 1796 CC refiere que está prohibida o es nula la compraventa entre có nyuges no
separados judicialmente, sería nula absolutamente – misma situació n con la permuta -.Lo que
está prohibido el título de compraventa y permuta, no la tradición entre cónyuges,
porque esta ú ltima – la tradició n - admite infinidad de títulos traslaticios de dominio, y aquí
solo se prohíbe la compraventa y la permuta, pero se abre un gran abanico de otros títulos
traslaticios de dominio, como por ejemplo la renta vitalicia, la dació n en pago, la donació n, la
rendició n de cuentas, etc. – La tradició n entre có nyuges y convivientes civiles no está
prohibida, solo 2, la compraventa y la permuta -.
Ocurre muchas veces que en las relaciones entre familia, se pasan dineros para hacer
ciertas adquisiciones a nombre de otro, lo que se conoce como mandato sin representació n.
71
Luego de ello llega el momento de la rendició n de cuentas, que es un contrato en que se
respaldan pagos y compras, se señ ala el origen de los fondos, se rinde la cuenta, y luego esta
puede hacerse de título traslaticio de dominio, reconociendo la deuda, y entregando el
producto de la gestió n, cediendo el dominio del inmueble, o simplemente se realiza una
escritura reconociendo la deuda, y con una escritura simultá nea y paralela, se hace una dació n
en pago. Así, en lugar de hace una compraventa simulada, se hace una dació n en pago.
Clá usula de --- “el vendedor declara que no tiene el cará cter de vendedor habitual, por lo que
no se encuentra afecta al Iva. Las partes acuerdan expresamente que en caso de que
posteriormente el SII determine que está afecta al IVA, será de pago del vendedor”.
RENTA VITALICIA
Es un contrato en que una de las partes se compromete a pagar una renta a cambio de
un precio, la que se pagará durante toda la existencia natural de una de las partes o de un
tercero. Compro el derecho a percibir una renta, y es vitalicia porque es por toda la vida – le
pago a alguien para que me pague una renta vitalicia. Respecto de la vida de una de las partes
puede ser del rentista o de un tercero que se puede designar -.
Eso se puede establecer respecto de una de las partes, del beneficiario (rentista) de
una tercera persona.
¿Porque se dice que es un contrato aleatorio? Porque imaginemos que una de las
partes paga un precio, y se constituye la obligació n de pagar una renta vitalicia, entonces el
negocio será bueno o malo dependiente del tiempo que dure el pago de la renta vitalicia. Esta
figura se usa mucho para sortear la prohibició n de venta entre los có nyuges, o como una
herramienta de elusió n tributaria. Desde el punto de vista tributario, este ingreso mensual es
un ingreso normal de primera categoría, por lo que paga ese impuesto, y después se tendrá
que imputar o descontar del impuesto global complementario.
+ Es aleatorio por el carácter incierto que proporciona el cará cter vitalicio, de si el beneficiario
muere antes, entonces ese incremento patrimonial que recibe la persona, no está afecto a
impuesto.
CONTRATO DE MUTUO
Los prestamos entre parientes y có nyuges son muy habituales, y no es requisito que
estén formalizados.
72
Recordar que es un contrato real, y consensual en ciertos casos.
Cuando nos enfrentemos ante una situació n importante, se puede pedir un dictamen
del SII, los que pueden ser generales, y otro vinculante, reglamentado en el artículo 26 bis del
Có digo Tributario, y de la respuesta, esta será vinculante para el servicio, la que se puede
insertar en contratos o escrituras.
SEGURO DE VIDA
Si el seguro indica que el seguro será percibido “por la có nyuge”, se entiende que será
el có nyuge o la persona que tenga esa calidad al momento de la muerte, y no al de la
contratació n del seguro. Este seguro no es herencia, no pasa a la sucesió n, por lo que se podría
repudiar la herencia y aceptar el seguro. No paga impuestos.
La regla general es que deben ser insinuadas, y pagar el impuesto. Las que se realizan
entre los ¿esposos? – o ¿có nyuges? -, no deben necesariamente insinuarse, pero si pagar el
impuesto, salvo aquellas que se realicen con una finalidad meramente alimenticio.
wmoya@wmd.cl
73
Clase DERECHOS HEREDITARIOS
29 de Mayo 2021
Al tiempo del Có digo, había una cuarta asignació n, que era la porció n conyugal, en que
la ley establecía que la có nyuge tenía derecho a ella cuando careciera de lo necesario para su
congrua sustentació n. Por tanto, la naturaleza de sucesoria de estos derechos para el có nyuge
era alimentaria.
¿Qué pasaba con el có nyuge sobreviviente? Este no era heredero, y tenía derecho solo
a esa parte llamada porció n conyugal, la que era forzosa y tenía un carácter alimenticio. Para
poder llevar esa porció n, debía ser un có nyuge pobre, que no tuviera bienes, porque si los
tenía, para poder llevar esa porció n, debía renunciar a esos bienes, y que se incorporaran a la
masa hereditaria, y poder llevar su porció n conyugal completa.
74
En la sucesió n intestada, habían solo 2 ó rdenes sucesorios: regular e irregular,
dependiendo de siel causante era hijo legítimo o natural y no tenía ascendientes legítimos.
En el orden sucesorio irregular – cuando el causante era hijo natural que no había
dejado descendientes legítimos - el có nyuge concurría desde el segundo orden, porque en el
primero era excluida por lo hijos naturales, que se llevaban todo.
Se produjo la primera modificació n con la ley 10271 de 1952, que permitirá reformar
la filiació n en varios aspectos, así como en el derecho sucesorio. Mejorará la situació n del
có nyuge sobreviviente, permitiendo que la porció n conyugal pueda ser aumentada, al
acumularse a cualquier otra asignació n o donació n hecha por el causante en el testamento.
Permite que si el testador le deja algo, no se le impute a lo que ya podía llevar, no se le va a
descontar. Por eso en este momento es la porció n conyugal pierde el cará cter alimenticio que
se otorgaría al có nyuge sobreviviente pobre, sino que esta puede ser sumada.
¿Porqué se introdujo? Porque la doctrina señ ala que en el fondo se había introducido a
la fecha el régimen de separació n de bienes (1934), luego la mutabilidad (1943), y luego lo
75
que se observaba es que había disminuido el nú mero de personas que se casaba en sociedad
conyugal, por lo que la situació n del có nyuge casado en separació n de bienes se había visto
empobrecida, quien en definitiva no llevaba nada. Todo el sistema sucesorio de la
porció nconyugal se había construido sobre la idea que el có nyuge sobreviviente se llevaba
siempre la mitad de los gananciales, quedando protegido en definitiva. Entonces solo debía
llevarse algo si es que la sociedad conyugal había andado mal, y la có nyuge era pobre. Pero
este razonamiento no había considerado la separació n de bienes, y entonces con el objeto de
mejorar su situació n sucesoria de todo có nyuge, es que se va a modificar la cuota en los
ó rdenes sucesorios, aumentá ndola entonces en los ó rdenes.
Se introdujo también un cuarto orden de sucesió n irregular que era solo para el
conyuge sobreviviente. Hasta ahora el có nyuge nunca llegaba solo, y se podría llevar todo a
falta de hijos, padres y hermanos. Y la segunda medida para reformarlo, va a ser aumentar la
porció n, y otra permitir acumular la porció n con otras.
Luego está la reforma de la ley 19.585 de 1998, reforma filiativa que igualó a los hijos,
pero también fue una gran reforma sucesoria, que introduce al có nyuge sobreviviente como
legitimario, por el razonamiento de que si se igualan a los hijos fuera del matrimonio, no
correspondería para el có nyuge sobreviviente que nada tiene que ver con el hijo nacido del
matrimonio el verse perjudicado en ese sentido, viéndose agravada su situació n, y de este
modo se le podría compensar; llevando ahora su cuota con plena prescindencia de otros
factores, por lo que concurre en la legitima, y puede ser asignatario – si se testa - de la cuarta
de mejoras, e incluso de la cuarta de libre disposició n, y lleva la porció n en la legítima, podría
llegar a llevar 3/4 partes de la masa hereditaria.
Una tercera forma de protecció n, art. 988 CC, la ley le va a asegurar una porció n
mínima “… pero en ningú n caso la porció n que corresponda al có nyuge bajará de la cuarta
parte de la herencia o de la cuarta parte de la mitad legitimaria en su caso…”
76
guarnece siempre que ellos formen parte del patrimonio del difunto (1337 nú mero 10). Así, al
tiempo de la partició n, el có nyuge puede pedir que su cuota hereditaria se pague
preferentemente con cargo a la vivienda.
CONCLUSIONES
Las sucesivas restricciones han generado una utilizació n muy reducida del testamento,
pues prá cticamente no se testa en Chile.
Pueden constatarse fraudes a la legitima. Se constata que para burlar los limites a la
libertad de disponer encontramos frecuentemente actos simulados del causante en vida
mediante los cuales traspasa su patrimonio a uno de los legitimarios a través de un tercero. Se
le vende a un tercero, el cual luego le vende después al heredero. Eso es bastante frecuente.
Vemos también que se ejerce escasamente la acció n de reforma de testamento y los acervos,
porque suponen que el causante haya tenido muchos y variados bienes, lo cual no sucede
normalmente.
Aspectos debatidos.
- La calidad de legitimarios
De los hijos
De los ascendientes
77
tendría sentido, y ensanchar la parte de libre disposició n, y así llegar a la mitad de libre
disposició n. Antes tenía sentido para mejorar a loa ascendientes o al có nyuge.
En otro aspecto, varios consideran que hay una sobre protecció n de la mujer como
có nyuge sobreviviente (pues histó ricamente se ha visto que la mujer sobrevivirá al hombre
por la esperanza de vida). Lo que ha ido pasando es un cambio en có mo se protege a la familia.
Andrés Bello veía la protecció n a la familia a través de los hijos, y lo que habríaido sucediendo
en la evolució n, es que se habría cambiado ese eje, haciendo la protecció n a la familia a través
del có nyuge sobreviviente, así, se busca proteger no solo a la mujer, sino también a la familia
matrimonial a través de la mujer. Otros plantean que ya no hay un principio de protecció n a la
familia matrimonial, sino que se habría ensanchado a la familia no matrimonial también –
pues en el añ o 2015 se incorporó la protecció n al conviviente civil, otorgá ndole los mismos
derechos que a una có nyuge -.
MATICES
78
Clase 04 de Junio 2021 - Prof. Marcelo Barrientos
Disuelta la sociedad conyugal (art. 1764 CC: por disolució n del matrimonio; por
presunció n de muerte de uno de los có nyuges; por sentencia de separació n judicial o
separació n total de bienes; por declaració n de nulidad del matrimonio; por pacto de partició n
de gananciales o separació n total de bienes), se generan efectos inmediatos - art. 1765 CC
“Disuelta la sociedad, se procederá inmediatamente a la confección de un inventario y tasación
de todos los bienes que usufructuaba o de que era responsable, en el término y forma prescritos
para la sucesión por causa de muerte” -, formá ndose una comunidad a título universal, que
recae sobretodo un patrimonio, con activos y pasivos. Entre los activos incluimos todos los
bienes que eran sociales, incluidos los bienes reservados de la mujer que administraba de
manera separada – incluyendo toda la categoría del art. 166 y 167 CC y todo lo que provenga
de los frutos - . Dentro del pasivo entendemos las deudas sociales, incluidas las que contrajo la
mujer con su patrimonio reservado. Y solamente si la mujer ha renunciado a sus gananciales,
entonces estos pasivos no entran a la comunidad que se va a formar.
A propó sito de la fijació n del activo y pasivo, todos los bienes que formaban parte de la
sociedad conyugal, ingresan automá ticamente a la comunidad. Así, si cualquiera de los
có nyuges adquirió un bien luego de disuelta la comunidad no pasa a esa comunidad. Por lo
tanto el có nyuge sobreviviente y los descendientes del otro có nyuge, van a pasar a tener en
aquello que es comú n, la calidad de comunero, y en lo que adquieran en má s, como dueñ os de
manera singular.
Aquí comienzan los problemas. ¿Dedó nde saca ese có nyuge sobreviviente dinero para
adquirir algo luego de haberse disuelto la sociedad conyugal tan rá pidamente? En los casos de
la adquisició n de algú n bien en aquel periodo que va entre la disolució n y la liquidació n de la
sociedad conyugal, la ley presume (presunció n simplemente legal) que el bien fue adquirido
con los bienes sociales, por lo que deberá igualmente recompensa por ese bien que ha
adquirido. Ello se estableció hace poco, en el art. 1739 CC, donde aparece esta presunció n que
es clara en sus ú ltimos dos incisos – “se presume que todo bien adquirido a título oneroso por
cualquiera de los cónyuges después de disuelta la sociedad conyugal y antes de su liquidación, se
ha adquirido con bienes sociales. EL cónyuge deberá por consiguiente, recompensa a la sociedad,
79
a menos que pruebe haberlo adquirido con bienes propios o provenientes de su sola actividad
persona” -. Ello soluciona el problema de los orígenes de las adquisiciones en esa época.
Dentro de los requisitos que se establecen en esta parte, entre ellas la propia
liquidació n, se deben practicar una serie de operaciones sobre si existen o no existen
80
gananciales, o si hay un pasivo del que hacerse cargo, o si se deben recompensas, o ponerse de
acuerdo de cual es el pasivo. Es un acto complejo que tiene inventario, tasació n, formació n de
acervo, formació n de acervo líquido, que va a llevar o no a la partició n de gananciales, y que
debe hacerse cargo de un pasivo. Todos estos casos suelen complejizarse luego de añ os sin
haberse practicado.
La situació n de la facció n que es la primera, del artículo 1765 CC, en cuanto inventario
y tasació n de los bienes en los términos y formas prescritos por la sucesió n por causa de
muerte. La ley quiere con esto evitar que estos bienes pasen a confundirse en el acervo bruto
de la sucesió n por causa de muerte, con los bienes propios de la apertura de la sucesió n: ¿Qué
es ahora parte de la sucesió n por causa de muerte, y que es parte de la liquidació n de la
sociedad conyugal?
Que es lo que debe inventariarse? El art. 1765 CC. Señ ala una regla extremadamente
amplia: que son todos los bienes de que usufructuaba o de que era responsable – o sea todos
los bienes sociales en principio, los propios de cada có nyuge porque la sociedad conyugal
disfrutaba de ellos, los reservados de la mujer siempre que no se hayan renunciado, y todos
los bienes que está n en poder de cualquiera de los có nyuges sobrevivientes por la presunció n
de que son sociales -. ¿Qué pasa aquí con la sucesió n por causa de muerte? Entonces dentro de
estos bienes también se comprenden las deudas sociales, y por lo tanto las de la mujer casada
en esa sociedad conyugal que no ha renunciado a los gananciales.
Aquí hay una primera exclusió n, pues debiéramos dejar fuera los bienes del art. 166 y
167 del CC:
A propó sito de este ú ltimo, los frutos de esos bienes, si forman parte de la comunidad
quedada al fallecimiento, por lo que también deben inventariarse conforme al art. 1765 CC.
Señ alá bamos que no hay un plazo para realizarlo, aunque la ley señ ala que debe
hacerse inmediatamente, en el término y forma prescritos para la sucesió n por causa de
muerte, por lo que es ahí en donde estará n las reglas, en el art. 1253 CC – “En la confección del
inventario se observará lo prevenido para el de los tutores y curadores en los artículos 382 y
siguientes, y lo que en el Código de Enjuiciamiento se prescribe para los inventarios solemnes” - .
Si nos vamos al art. 382 CC – “El inventario hará relación de todos los bienes raíces y muebles de
81
la persona cuya hacienda se inventaría, particularizándolos uno a uno, o señalando
colectivamente los que consisten en número, peso o medida, con expresión de la cantidad y
calidad; sin perjuicio de hacer las explicaciones necesarias para poner a cubierto la
responsabilidad del guardador. Comprenderá asimismo los títulos de propiedad, las escrituras
públicas y privadas, los créditos y deudas del pupilo de que hubiere comprobante o sólo noticia,
los libros de comercio o de cuentas, y en general todos los objetos presentes, exceptuados los que
fueren conocidamente de ningún valor o utilidad, o que sea necesario destruir con algún fin
moral” – Esta regla se complementará con el art. 384 CC – “Debe comprender el inventario aun
las cosas que no fueren propias de la persona cuya hacienda se inventaría, si se encontraren
entre las que lo son; y la responsabilidad del tutor o curador se extenderá a las unas como a las
otras” -. Se colige entonces que se inventaría todo, y por lo tanto si luego resulta ser que
existen nuevos bienes, vamos al art. 383 CC, o acrecieren nuevos bienes a la hacienda
inventariada, se hará un inventario solemne, y se agregará al anterior.
¿Qué clase inventario puedo realizar? El inventario puede ser simple – o privado - o
solemne. El solemne tiene unas características precisas, y podemos observarlas en el art. 858
CPC – “Es inventario solemne el que se hace, previo decreto judicial, por el funcionario
competente y con los requisitos que en el artículo siguiente se expresan. Pueden decretar su
formación los jueces árbitros en los asuntos de que conocen” -. Todo no reú na estos requisitos,
pasa a ser un inventario privado. ¿Cuá ndo debo hacer un inventario de tipo solemne en el caso
de disolució n de la sociedad? Art. 1766 inc. 2 CC, que señ ala “Si entre los partícipes de los
gananciales hubiere menores, dementes u otras personas inhábiles para la administración de sus
bienes, serán de necesidad el inventario y tasación solemnes; y si se omitiere hacerlos, aquel a
quien fuere imputable esta omisión, responderá de los perjuicios; y se procederá lo más pronto
posible a legalizar dicho inventario y tasación en la forma debida”. Así, en y en todos los demá s
casos en que no estemos frente a este tipo de personas, es suficiente un inventario privado.
Basta con que uno de los comuneros desee que el inventario sea solemne para que
dicho inventario sea practicado así – art. 1284 CC parte final -.
¿Hay alguna sanció n en caso que el inventario haya debido hacerse solemne, y se hizo
privado? El art. 1766 CC refiere que si en algunos casos se omitiere hacerlo, aquel a quien
fuere imputable, deberá responder de los perjuicios. La ley ha señ alado que si se omite el
inventario solemne, no invalido en ningú n caso dicho inventario y tasació n, sino que se
procederá lo má s pronto posible a legalizar dicho inventario y tasació n en la forma debida.
Por su parte, el art. 1766 CC, refiere que el inventario y tasació n siendo solemne, es
oponible – sea por fecha, por el lugar en se hizo, por la autenticidad -; y el que sea simple, no
se va a considerar de la misma manera, no tendrá valor en juicio, sino contra el có nyuge, los
herederos o los acreedores que lo hubieran debidamente aprobado y firmado, por lo que no es
oponible a los acreedores. Entonces, ¿Có mo voy a oponerme por tercería a la acció n de los
acreedores que permitan sacar bienes de ese inventario, si no es a través de un inventario
solemne? Habrá entonces un problema de prueba en esa condició n. Ahora, la mujer también
82
tendrá un problema, conviniéndole hacer un inventario solemne, para invocar ese beneficio
de emolumento que refiere el art. 1777 CC, donde puede probar que hay un exceso en la
contribució n por documentos auténticos, no responderá de las deudas de la sociedad, sino
hasta la mitad de los gananciales.
EL art. 1768 CC, refiere que aquel de los có nyuges o sus herederos que dolosamente
hubiere ocultado o distraído alguna cosa de la sociedad, perderá su porció n en la misma cosa
y se verá obligado a restituirla doblada - la acció n en este tipo, sería ordinaria, con un plazo de
prescripció n de 4 añ os siguiendo a Manuel Somarriva; otros proponen una responsabilidad
contractual de 5 añ os -.
Dentro de la tasació n, el art. 1765 CC expresa la idea de que lo que se tasa, son en
principio son los bienes que se inventariaron; y a eso se refiere aquel artículo. Debemos
considerar las reglas de la sucesió n por causa de muerte. Para tasar se requiere cierta
capacidad, y el CPC vino a complementar estas reglas, y aquí entran los peritos – art. 1335 CC
“El valor de tasación por peritos será la base sobre que procederá el partidor para la
adjudicación de las especies; salvo que los coasignatarios hayan legítima y unánimemente
convenido en otra, o en que se liciten las especies, en los casosprevistos por la ley”. Así tenemos
una situació n de establecimiento claro del precio que tendrá n las cosas -.En el art. 657 CPC –
“Para adjudicarse o licitar los bienes comunes, se apreciarán por peritos nombrados en la forma
ordinaria. Podrá, sin embargo, omitirse la tasación, si el valor de los bienes se fija por acuerdo
unánime de las partes, o de sus representantes, aun cuando haya entre aquéllas incapaces, con
tal que existan en los autos antecedentes que justifiquen la apreciación hecha por las partes, o
que se trate de bienes muebles, o de fijar un mínimum para licitar bienes raíces con admisión de
postores extraños” -, y así es como hacemos participar a los peritos en esta materia, salvo la
excepció n de su inciso segundo. Entonces, la norma del CPC es distinta de la del CC en esta
parte, llegá ndose a la conclusió n de que no se requiere tasació n solemne incluso cuando entre
los interesados haya personas incapaces si solo se trata de bienes muebles, cuando haya
antecedentes justifiquen la apreciació n hecha por las partes, y cuando se trate de fijar un
mínimo para licitar bienes raíces con admisió n de postores extrañ os.
Caso…
Una institució n jurídica que en algú n sentido acompañ a a los problemas que se han
planteado, está en el art. 1318 CC, inc. 2. “en especial, la partición se considerará contraria a
derecho ajeno si no ha respetado el derecho que el art. 1337, regla 10, otorga al cónyuge
sobreviviente”, que aplicaría desde la disolució n de la sociedad conyugal, porque recordemos
que se deben aplicar las normas de la sucesió n por causa de muerte, por lo que habilita a la
có nyuge para el uso y goce gratuito incluso en espera de que se realice la partició n de la
comunidad hereditaria. Se trata de un privilegio que proviene de la sucesió n por causa de
muerte, lo que lo convierte en un título especial que se tiene como legitimario del có nyuge
fallecido, de un privilegio que asiste en su calidad incluso de heredero. Recordar que los
83
legitimarios está n aú n antes del fallecimiento del causante, y como legitimario la có nyuge
tiene ese derecho, que subsiste mientras tenga esa calidad. Ese título especial la habilita a usar
el bien, y no parar de usarlo. Si llega a ejercer esa facultad, se está frente a un título legal para
poder adjudicarse preferencialmente esa vivienda principal de la familia, que opera desde el
fallecimiento del causante, y que se arrastra por sobre las reglas de la liquidació n de la
sociedad conyugal.
05 de Junio de 2021
Contexto
84
a ese añ o que no eran inalcanzables, en muchos casos excedía los ingresos totales del hogar, lo
que es señ al inequívoca de insolvencia o incapacidad absoluta de cumplir con esas
obligaciones. Cuando pensamos en la deuda por consumo, pensamos en el endeudamiento
para adquirir bienes innecesarios como primer criterio, al consumo por ostentació n,
especialmente por cierto grupo que se da a nivel mundial. El segundo criterio causal para
endeudarse, es el pagar deudas, lo cual no necesariamente es negativo, pues en ocasiones
puede resultar má s conveniente endeudarse con una tasa de interés má s bajo, para pagar otra
deuda que tiene un interés mayor. En este destino de la deuda, también encontramos deudas
que se contraen para la satisfacció n de las necesidades má s bá sicas.
85
persona, el procedimiento era el mismo, visto desde el punto de vista comercial - con
procedimientos concursales muy largos, costosos y complejos, y es aquí en donde la nueva ley
incorpora procedimientos simplificados para cierto tipo de deudor - la persona deudoraes
necesariamente una persona natural -. Estos procedimientos nuevos se caracterizan por la
figura del “descargo de la deuda” o “extinció n del saldo insoluto de las obligaciones”, que
significa que cuando se termina un procedimiento de liquidació n de bienes, aquellas deudas
que no hayan podido pagarse, el saldo de ella se extingue por el solo ministerio de la ley y
para todos los efectos legales. Esta idea también existía en la ley anterior, pero era poco
probable que una persona natural se sometiera a su procedimiento, porque ese deudor estaría
unos 7 u 8 añ os en quiebra, en cambio hoy en día es muy probable que se someta a este
procedimiento, lo que hace que todos como consumidores y como deudores seamos má s
riesgosos para el sistema, con lo que hay una tendencia al alza de los intereses, pero como
sabemos, esta ley es inmediatamente a la ley 20.715, por lo que estas leyes establecieron un
techo, rebajando el interés má ximo convencional.
Así las cosas, lo que pasó entre el añ o 2014 y 2017 no son necesariamente buenas
noticias, porque está n dando cuenta de esta exclusió n financiera y des-bancarizació n de la
familia, que no es positiva por estar fuera de políticas seguridad social que permitan que esas
mismas personas que ya no tienen acceso a créditos, puedan efectivamente suplir la totalidad
de sus necesidades.
Otro aspecto a tener en cuenta entre los mecanismos, es que los anteriores hacen
referencia a “hogares”, pues en Dicom la estadística se mira de manera individual, por lo que
varias personas dentro del hogar puedan estar en esta estadística de deuda, y multiplicar su
deuda, por lo que podrían considerarse incluso que ese $1.894.721 es por 2 o 3 en esa familia.
86
Con el retiro de los 10% se pagaron muchas deudas, y con ello ha bajado la carga
financiera, por ello se nota menor deuda en el grá fico.
87
La medida que mayor impacto ha producido, han sido los retiros de AFP, con el que se
han pagado deudas. Todas las demá s alternativas, han sido para mirar al futuro, incluso
algunos, como FOGAPE y líneas de crédito Covid 19, no permiten pagar deudas.
88
realizar, se refiere ú nicamente a mis propias capacidades de pago; y cuando ello no es
suficiente, entonces puede darse la opció n de que un tercero garantice su cumplimiento.
La ley 20720, distingue dos tipos de deudor: empresa deudora y persona deudora. En
el espíritu de la ley, en el caso de la empresa, se presume un patrimonio má s complejo, y en el
de una persona un patrimonio menos complejo; asumiendo que los activos y su estructura
general será má s complejo, así como con la forma de liquidar y regular o reorganizar. En el
caso de las personas es mucho menos complejo desde sus activos como sus pasivos , y en ese
sentido normalmente lo má s complejo será un bien inmueble y el menaje, así como un
automó vil; y en el caso de sus pasivos, será n deudas en casas comerciales, gastos comunes,
servicios. Entonces, como sus activos y pasivos son má s simples, la decisió n de como liquidar
será má s simple – incluso ciertos procedimientos no son judiciales, sino administrativos -.
89
¿Quiénes forman parte de la empresa deudora? Si es una persona de derecho privado
sea o no con fines de lucro. Siempre será considerada aquí. No tenemos mayor problema salvo
que se está n creando procedimiento para PYME.
La persona deudora es aquella persona natural que no califica como empresa deudora.
No es contribuyente de primera categoría ni contribuyente del art. 42 n° 2 de la ley de la
renta. Así, es aquella trabaja de manera dependiente; o aquella que no tiene rentas o ingresos
no constitutivos de renta, como estudiantes. Eso significa que la definició n de persona
deudora, es residual – porque está definida como “la persona que no califica como empresa
deudora” -, sino también porque son muchos los casos de personas que trabajan de manera
independiente.
90
también busca un acuerdo entre el deudor y acreedores que forman al menos el 50% de la
deuda. De no llegar a un acuerdo en esa audiencia con los acreedores, entonces se procede al
otra audiencia, de ejecució n, y se propone un plan de ejecució n por parte de la
superintendencia - que es el procedimiento concursal de liquidació n de bienes -.
91
Aspectos a considerar en el caso de la sociedad conyugal.
92
*Fiado = a crédito
93
94
Extinció n de los saldos insolutos y obligaciones de derecho de familia
Se refiere a la resolució n de término, en que la ley nos señ ala que cuando esta está
firme y ejecutoriada se produce la extinció n de los saldos insolutos.
Se deja de deber, no siguiendo el espíritu del resto del Có digo Civil – y su idea de
perseguir la deuda hasta el final de los días del deudor sobre todos sus bienes -.
95
En el caso de los alimentos se mira el interés superior del niñ o, por lo que se ha
concluido que no procede, pues la ley no ha dado una respuesta expresa.
La ley tampoco se refiere a la compensació n econó mica. El art. 2 del oficio de la SIR
refiere que no pueden ser renegociadas por esta vía, ni se pueden extinguir por el descargo,
aunque esto no es vinculante para los tribunales.
96
(Esta respecto a crédito universitario) . Es una interpretació n jurisprudencial.
18 de junio de 2021
Debemos tener presente que la configuració n final con la que quedó es original del
derecho chileno, aunque algo confusa. No corresponde y no recoge exactamente los modelos
que tuvo a la vista otras fó rmulas en otros países, y por lo tanto, má s que ser original por un
modelo distinto, lo es por ser confuso, de manera insuficiente, con una serie de problemas que
la acompañ an al día de hoy.
97
Lo difícil de tratar esta materia, es que se intenta disciplinar y sistematizar una figura
que aú n está en construcció n, y que mientras no se reforme legalmente, seguirá provocando
problemas.
Consideraciones iniciales
Otra cosa es que en el diseñ o de esta figura, también hay otra particularidad que la
distingue del sistema compensatorio de otros países, pues en nuestra ley se facultó la
demanda no solo en el caso de divorcio, sino también en el de la nulidad, y claro está que en el
caso del divorcio se explica la compensació n econó mica - que pone término al deber de
socorro y demá s - , por lo que hay un aporte a la subsistencia econó mica que el có nyuge
pierde, y que viene a compensar a ese có nyuge que se dedicó al cuidado del hogar bajo la
confianza del estatuto protector del matrimonio, y por lo tanto lo que se quiere compensar es
la perdida de ese estatuto protector. ¿Pero porqué se aceptó en la nulidad? Resulta má s bien
inexplicable, porque la nulidad opera con efectos retroactivo y vuelven las partes a su estado
anterior, y la razó n por la que la incluyeron está en que uno de los senadores estimó que ello
podría llegar a ser un incentivo al divorcio, pero no resulta un fundamento en sí.
98
divorcio, por lo que simplemente se quiso avanzar y cerrar el debate, incluso sin dejar en claro
su naturaleza.
¿Cuá les son los principios que inspiran la compensació n econó mica?
- Random. Mujeres con viviendas adquiridas por al art. 150 no impide que puedan demandar
compensació n econó mica, pues ello significa que trabajó durante todo el matrimonio, pues
pueden haber estado ciertos añ os trabajando y el resto dedicada a las labores del hogar –
Lo que bá sicamente quiere regular es el hecho de que hay un có nyuge que por hacerse
dedicado a los hijos y al hogar, en el momento que se declare el divorcio quedaría librada a su
propia suerte si es que no le damos algo para compensar eso, y estamos mirando hacia el
futuro. ¿Qué es exactamente lo que la compensació n implica?
Naturaleza de la compensació n
Durante el tiempo ha habido sentencia que van en uno u otro sentido. Los que
proponen la naturaleza alimenticia, fundamentan su posició n en que si el deudor no tiene
bienes suficientes para solucionar el monto de la compensació n, el juez podrá dividirlo en
cuotas, y así el art. 66 lo considerará alimentos para el efecto de su cumplimiento, así, al darle
ley el sistema de garantía de los alimentos, así lo entienden. Quienes sostienen que tiene una
naturaleza propia, refieren que en realidad sería má s bien no una indemnizació n propia de la
99
responsabilidad civil, sino una indemnizació n por sacrificio, que es distinta, por lo que no se
podrían aplicar las reglas de la responsabilidad civil de manera supletoria, no siendo una
indemnizació n propiamente tal.
100
razona sobre la idea de que ya hay un perjuicio, y evitar que hacia el futuro esa persona quede
completamente desvalida.
Se encuentran en el art. 61, relacionadas con el art. 62. El art. 61 y 62. EL art. 61 señ ala
en que consiste y sus requisitos; y el art. 62 ha dado razó n a debates, siendo requisitos y
condiciones de procedencia, ademá s de servir para fijar el monto.
El art. 61 señ ala que tiene derecho a ella UN CÓ NYUGE. Posteriormente se otorgó a los
convivientes civiles. Ahora, por efecto de la redacció n de la norma, resulta evidente que como
el legislador solo se refirió al có nyuge, no poniendo “apellido a ese có nyuge”, por lo que
resulta que se mira esta parte de la regla, el legislador quiso desvincular el derecho a la
compensació n como con la conducta del có nyuge, siendo contradictorio con que en el art. 62
inc. 2, señ ala que el divorcio es por culpa, el juez puede negar la compensació n o rebajarla. O
sea, dependerá de la conducta del có nyuge acreedor, pero por otra parte señ ala que no
dependía de la situació n del có nyuge acreedor. No se logra entender entonces si la
compensació n econó mica tiene o no un cará cter punitivo, porque parece que depende de la
regla que se mire, pues en una parece tener un carácter punitivo por vinculá rsele con la
conducta del que tiene derecho a ella, pero por otra parte parece que la conducta que haya
tenido quien la demanda nada importa, con lo que si miramos la compensació n desde el
101
deudor, seria objetiva, pero se desde la ó ptica del acreedor, es subjetiva, por lo que no queda
claro si es una prestació n objetiva o subjetiva.
El segundo requisito es que ese có nyuge no puede haber desarrollado una actividad
remunerada o lucrativa, o si lo hizo debe haber sido en menor medida de lo que quería y
podía. Hay problemas de expresiones… ¿en menor medida de qué? ¿De quién? ¿del có nyuge?
¿De otro profesional de la misma profesió n? ¿Relació n con la jornada laboral? ¿podía sería
algo objetivo? ¿el quería sería algo subjetivo? Todas estas expresiones deberían suprimirse, y
aclarar los casos de procedencia de la compensació n econó mica, como en otras legislaciones,
en que trata de una cuestió n objetiva.
102
La segunda condició n de procedencia de la compensació n econó mica es que esa falta de vida
laboral o su disminució n debe encontrar su causa en el hecho de haberse dedicado al cuidado
de los hijos o a las labores del hogar comú n. ¿A que hijos se refiere? Propios o de la pareja?
Parecería que es indiferente. ¿Respecto de la carga de la acreditació n? ¿Situació n previsional
que reclama la compensació n, es o no una prueba de que trabajó ? NO, pues puede estar
afiliada y no haber trabajado, o haber cotizado de manera voluntaria.
Como tercer requisito, estaría el que esa falta de vida laboral o su disminució n debe
encontrar su causa en el hecho de haberse dedicado al cuidado de los hijos o a las labores del
hogar comú n.
Otro requisito es que el có nyuge debe haber experimentado un menoscabo econó mico.
¿Qué vamos a entender por menoscabo econó mico? El concepto se referiría solo a una pérdida
patrimonial, lo que se dejó de ganar econó micamente, y no se trata de un dañ o o menoscabo
moral. Lo que intenta compensar es la perdida de oportunidad.
¿Qué pretende cubrir? El perjuicio econó mico que impide afrontar la vida de modo
independiente, y también el costo de oportunidad laboral. Queremos compensar ese costo, el
que habría podido trabajar, pero no pudo, en razó n de haberse dedicado al cuidado de los
hijos o del hogar comú n. No es un lucro cesante, es una pérdida de oportunidad
103
se puede compensar como que “hubiera trabajado”, pues no trabajó . Se debe
compensar el costo de oportunidad, y no el patrimonio del có nyuge deudor -.
Cuando vemos los criterios que señ ala el art. 62, vemos criterios que miran hacia el
pasado, como la colaboració n que hubiera prestado a las actividades del otro có nyuge; y otros
criterios que miran hacia el futuro, como la cualificació n profesional y las posibilidades de
acceso al mercado laboral. Entonces, para fijar el menoscabo econó mico y para cuantificarlos,
debemos mirar hacia el pasado y hacia el futuro – por ejemplo, X no trabajó durante 10 añ os, y
en su trabajo un profesional promedio percibe 1,5 mill, y pretende multiplicar esos 1,5 mill x
120. Pero claramente a ese monto, debemos rebajar todos los gastos que esa persona tendría
que haber realizado para poder trabajar, pues claramente de haber trabajado, debería haber
incurrido en gastos de transporte, alimentació n, vestimenta, y debió haber contribuido a la
mantenció n del hogar, lo que no hizo antes porque no tenía trabajo, pues no puede pretender
que llevarse todo ese monto de manera bruta, má s otros conceptos por previsió n -. – El
problema viene cuando se trata de una persona que no tiene una profesió n, en donde
deberíamos considerar solo el pará metro del salario mínimo -. – no pagaremos lo que no
percibió , sino la pérdida de oportunidad -.
Con todo, resulta que el art. 62 se refiere a la buena o mala fe, entonces aunque hemos
dicho que no tiene cará cter punitivo, hay aquí un problema, que podría llegar a considerar el
cará cter punitivo.
El art. 62, entre uno de sus criterios se refiere a la situació n patrimonial de ambos, y no es
que pretenda equilibrar los patrimonios, porque lo que se quiere compensar es la perdida
de oportunidad, y no el desequilibrio que se produce, pues nosotros sabemos que el
divorcio producirá un desequilibrio y una reducció n en la calidad de vida del có nyuge má s
débil. De pensar lo contrario, de compensar patrimonios al divorcio o nulidad del matrimonio,
no tendría sentido optar por uno u otro régimen matrimonial.
Respecto del origen de los criterios, estos parecen haber sido tomados del derecho
españ ol y del CC Francés, pero modificando algunos. Lo importante de los criterios del art. 62
es que no son taxativos y considerados en conjunto, mirando al pasado y al futuro, pero no
104
significa que el juez deba usar todos los criterios, sino elegir aquellos que considere má s
ú tiles.
Apremio y compensació n. Un debate que se ha dado ha sido respecto de si la cuota del art.
66 que la considera alimentos para efectos de su cumplimiento, si es o no constitucional, pero
con todo, el TC ha considerado que la regla de la prohibició n de prisió n por deudas, no es
inconstitucional, porque la finalidad que cumple, sería la misma alimenticia, es decir,
respondería a la subsistencia del có nyuge má s débil.
Respecto del AUC, resulta que el legislador decidió incorporarlo a este régimen, pero
genera una serie de problemas. Primero que no se entiende porque se concedió compensació n
econó mica en este AUC, pues prá cticamente no hay deberes entre ellos, como el de socorro,
que es fundamento que justifica la compensació n econó mica en el matrimonio, así como el
estatuto protector que le ofrecía el matrimonio. Ademá s el AUC es un estatuto de pareja y no
filiativo, por lo que el que un ose haya dedicado al cuidado de los hijos, no es un fundamento, y
al final solo se incluyó por ir comparando este estatuto con el del matrimonio.
18 de Junio 2021
105
Al día de hoy, se ha eliminado la idea de que en la familia no se reparan los dañ os
causados entre sus integrantes, y que se ha desechado completamente la concepció n de que la
especialidad del derecho de familia impide la aplicació n de los principios de la
responsabilidad civil.
106
Los elementos de la responsabilidad, y que cambian, son:
b.- Otra cosa es que se prescinde la antijuridicidad – como cuando el Estado indemniza
luego de expropiar -. Entonces lo importante no es la antijuridicidad – algo contrario a
derecho -, sino que lo importante es el dañ o injusto – que pasa a ser condició n y objeto de la
responsabilidad, pues si no hay dañ o no se puede solicitar indemnizació n -, que se debe
reparar independiente de la ilicitud de la conducta – hay conductas licitas, pero que
igualmente generan la obligació n de indemnizar. En el ámbito del derecho de familia, hay
situaciones en que se admite esta posibilidad
c.- La relació n de causalidad, que es vinculo que existe entre el hecho, acció n u omisió n
culpable, del dañ o. Para determinar esa vinculació n, hay que establecer formas de
determinarla, y antes de ello, hay que valorar la importancia que tiene la relació n de
causalidad.
107
los dañ os -, surgiendo la pregunta de hasta donde responde, para lo cual se utilizan distintas
teorías y valoraciones, como la material, y luego un juicio normativo.
Se debe reparar solo el dañ o y nada má s que el dañ o. La aplicació n de este principio de
que todo dañ o debe ser reparado…
Los titulares de esta acció n son los integrantes de la familia, así como también los
titulares pasivos, abriendo un cauce gigante de reclamació n.
108
la fuente de las obligaciones (art. 1437 CC), está que la ley es fuente de la obligació n, entonces
respondo de indemnizaciones de perjuicios, porque existen deberes filiales a los que la ley nos
obliga a responder. En materia de deberes matrimoniales, se tienen ciertos deberes de
cuidado con el otro, porque se ha asumido voluntariamente someterse al estatuto del
matrimonio. Esto no significa que se quede sin cuidado si no está n casados, solo que no
responden de ciertos deberes que impone el matrimonio, y entonces deberían responder en
otras materias, como penal.
Respecto de los deberes de filiació n y matrimoniales la fuente está en la ley, por lo que
hay una responsabilidad legal. Pero, como Andrés Bello no estableció un régimen particular
para las obligaciones legales, sino que estableció un régimen para las obligaciones y otro para
los delitos y cuasidelitos, la respuesta pasa por determinar cual es el régimen comú n de
responsabilidad, que sería el régimen extracontractual.
109
Relaciones de familia en las que se pretende la reparació n del dañ o provocado por un
integrante de la familia a otro miembro del grupo familiar.
En este ámbito tenemos uno interno – entre los mismos miembros - y uno externo –
que terceros le han provocado a un integrante de la familia y por consecuencia al grupo
familiar -.
En externos:
110
Jurisprudencia
111
hereditarios -. Es una cantidad de dinero que se inserta dentro del deber que tenemos de
responder cuando nosotros hemos provocado dañ o. No es para castigar al culpable, sino para
reparar a la víctima, que injustamente ha sido víctima de dañ o. Debemos dejar de pensar que
el derecho de familia en esta materia es auto suficiente, pues cuando no tiene respuesta, debe
ir al derecho general. Lo que si, existen menciones expresas en el derecho de familia para
demandar indemnizació n: el có nyuge puede ser demandado de indemnizació n por
administració n grave o negligente de los bienes sociales y propios de la mujer; indemnizació n
cuando se obtienen alimentos con dolo; cuando se ha obtenido la declaració n de bien familiar
de manera fraudulenta; cuando se demanda una acció n de reconocimiento de estado de
manera temeraria; en la ley de pago de alimentos también existe obligació n solidaria de quien
impide el cumplimiento de la obligació n.
Ejemplos en jurisprudencia:
Responsabilidad Civil derivada del dañ o provocado por la vulneració n de los derechos del
NNA en el Derecho de Familia
¿Existe dañ o en estos supuestos? ¿El ordenamiento jurídico nacional contempla esta
posibilidad?
112
En nuestro país, respecto de los supuestos de reparació n, se han dado principalmente
por el no reconocimiento voluntario del hijo, y en el no pago de pensiones de alimentos. Los
fundamentos jurídicos que podrían servir para dar lugar a una compensació n de ese tipo,
serían tratados constitucionales como la Convenció n Americana de los derechos del hombre,
el Pacto de San José de Costa Rica, y principios como el interés superior del niñ o, como
principio que se debe considerar en materia de reparació n de dañ os, debido a que constituye
una garantía del disfrute pleno y efectivo de todos los derechos reconocidos por la
Convenció n y el desarrollo holístico del niñ o. Sin embargo, recordar que no podemos fallar en
virtud de tratados internacionales - existen dos fallos que refieren que el afecto y el apego son
fuente de la filiació n -, pero al contrario que en nuestro ordenamiento, en las legislaciones
extranjeras ello está resuelto, como en el derecho francés – por ejemplo ordenando pagar
indemnizació n a favor de marido, luego que la madre impugnara su paternidad con el fin de
legitimar a filiació n del hijo debido a que tras la disolució n del matrimonio se casó con el
verdadero padre -.
La Convenció n sobre los Derechos del Niñ o establece el derecho del niñ o a conocer
quienes son sus padres y preservar su identidad, por lo que tienen un interés protegido
jurídicamente, teniendo entonces un derecho subjetivo, por lo que si puede recurrir ante los
Tribunales en el caso que sea vulnerado. En la especie se alega la vulneració n, y en ese caso
demandar indemnizació n. Al igual que en el derecho comparado, la idea de la reparació n del
dañ o moral es muy amplia, por lo que no es necesario ni siquiera que haya vulneració n a un
derecho subjetivo, sino que bastaría que lo sea a un simple interés, con un dañ o legítimo. La
ley 19.585 que modificó el Có digo Civil, incluyó una parte en materia de filiació n, inspirada en
el principio de igualdad de los hijos, reconociendo la superioridad del interés del niñ o, su
mayor desarrollo posible, y su derecho a conocer sus orígenes. Pero en nuestro país no hay
una disposició n expresa que permita indemnizar el dañ o por el no reconocimiento voluntario
de paternidad, ni ha sido reconocido por la jurisprudencia, no obstante haberse intentado
varias acciones.
Fundamentos jurídicos que pueden dar respaldo a una demanda de esta naturaleza:
113
En cuanto a los ordenamientos comparados – panorama general de la reparació n del dañ o
provocado por la vulneració n de los derechos de NNA –
114
115
En nuestro país:
116
En nuestro país puede haber dañ o a un simple interés para que haya derecho a
solicitar una indemnizació n…
117
118
Responsabilidad civil por no pago de alimentos en nuestro derecho
119
Vemos que hay una extensió n de la responsabilidad civil al derecho de familia. Aunque vamos
lentamente y con sentencias negativas, esto confirma que el principio de la reparació n
integral aú n no está bien asentado.
Revisió n evolutiva
- Hacia el pasado
- Derecho Romano. Se construye a partir de la figura del pater familia, quien tiene la
plenitud de facultades y potestades sobre los hijos, un poder absoluto sobre la persona
los bienes de los hijos, incluso llegar a decidir sobre su vida. La madre no tenía poder
alguno sobre los hijos, no existía desde un punto de vista jurídico
120
- En el caso de nuestro derecho distinguimos el cuidado personal y otra respecto de los
bienes de los hijos, diferencia grande con el derecho romano, el cual junto a otras
legislaciones las consideran juntas en la patria potestad -
Esto comienza a cambiar desde mediados del siglo XX, de una manera absoluta, por la
influencia de los tratados internacionales, los que van a comenzar a establecer el principio de
igualdad, y entonces este cambio va a empezar a influir en los derechos internos, comenzando
con una igualdad de sexos - con lo que se le reconocen entonces derechos a la madre, y no se
le discrimina solo por ser mujer -; y un cambio de perspectiva de la relació n filial, que hasta
ese entonces era mirado solo como un conjunto de derechos que el padre tenía respecto de los
hijos, a mirarla ahora desde la perspectiva del interés superior del niñ o, ratificados por el
pacto internacional derechos humanos, y luego Convenció n de los Derechos del Niñ o, entre
otros. Este impacto de los tratados internacionales comienza a producir un cambió el derecho
interno, pues comenzaron a ser invocados para dichas reformas, dando lugara:
121
-La determinació n de la paternidad, pues hay un cambio gigantede perspectiva,
comenzando a reconocer la investigació n de la paternidad y su reconocimiento forzado, lo que
cambió tremendamente respecto de la idea del CC original, en que el reconocimiento debía ser
voluntario. Cambiamos entonces por influjo de los Tratados Internacionales, y en concreto se
reformó el derecho filiativo, abriendo las puertas a la investigació n de la paternidad,
convirtiéndose en un principio del derecho de familia, conocido como el derecho a la
identidad, abriendo las puertas a acciones de reclamació n filiativa, de pruebas periciales como
ADN u otras bioló gicas, para facilitar su determinació n, o incluso presunciones. Respecto del
derecho a la identidad – que deriva de la determinació n de la paternidad -., la propia
Convenció n señ ala que no es un derecho absoluto, pues se reconocen excepciones como en el
caso de la posesió n notoria, o de los hijos nacidos de reproducció n asistida.
- Respecto del contenido de patria potestad- como la figura que contiene los derechos de
los padres respecto de las persona y de los bienes, pero también tendrá una reforma muy
grande, pues va a ir pasando que la mayor parte de los países la verá n reformada para
conceder el cuidado a ambos padres conjuntamente -y contenido; nuevos conceptos de
corresponsabilidad, cuidado compartido, cuidado conjunto, entre otros, con lo que pasamos
desde una PP concentrada en el padre, a ser compartida por ambos padres, y que también
solucionaba la situació n del quiebre matrimonial. Al día de hoy - en el añ o 2013 -ocurre que
existe una molestia por la excesiva concentració n de las facultades en la madre, y en el caso de
los padres, por el hecho de ser hombres, se les restan facultades.
Con todo, han ido surgiendo entonces nuevos conceptos, como corresponsabilidad,
cuidado compartido, cuidado conjunto, entre otros.
122
Lo que ha ido sucediendo luego, es que hemos ido transitando desde la mirada del
bienestar de ambos padres para que estén en la vida del hijo, pero hay cosas que no se nos
deben olvidar, como que la igualdad es un principio rector, que es conforme a la dignidad del
ser humano, pero en materia filiativa, la igualdad no puede significar uniformidad, pues padre
y madre no son iguales ni tienen un aporte idéntico, y sus aportes son distintos. Así, estando
claros en que es correcto igualar la posició n de la madre con el padre, esto no significa que sea
irrelevante si hay o no un padre o una madre, pues hay un bien comprometido, y que las
posibilidades de un niñ o son distintas si cuenta con ese padre y/o una madre.
123
124
Antes de la reforma, la filiació n protegía la filiació n legitima, y la autoridad ante los
hijos está concentrada en el padre; pero luego de la reforma del añ o 1998 ley 19585, se van a
introducir como principios filiativos el principio de igualdad, del interés del menor, el
derecho de la identidad. Luego tras la reforma de la ley 20680 del añ o 2013, el principio de
la corresponsabilidad parental.
El principio de igualdad
En dos sentidos:
a.- Igualdad entre madre y padre: mejora la situació n jurídica de la mujer desde el punto de
vista de la filiació n;
b.- Igualdad entre los hijos nacidos dentro fuera del matrimonio;
Igualmente se igualan los hijos en el parentesco – hijos naturales con los adoptivos -, y
se extiende la Patria Potestas a todos los hijos no emancipados (los padres tendrá n la PP de
todos los hijos, no solo los matrimoniales).
En materia sucesoria todos los hijos llevan la misma cuantía, todos pueden ser
asignatarios de mejoras; llevan la misma cuantía, y se suprime el orden sucesorio irregular, y
tenemos un solo orden sucesorio por no haber distinció n entre los hijos naturales y legítimos.
Desde un punto de vista jurídico, no es una igualdad absoluta, sino una igualdad de
efectos. Los derechos y deberes que surgen de la filiació n entre padres e hijos son los mismos,
pero no es igualdad absoluta, porque hay distintos estatutos absolutos filiativos, pues la forma
de determinarla no es la misma, dependiente de si son matrimoniales, no matrimoniales,
filiació n tecnoló gica, o adoptiva. La filiació n se distingue en las formas de determinar la
filiació n. En los hijos matrimoniales se determina por el parto y la presunció n constando la
identidad de la madre y el hijo, o una acció n de reconocimiento. Respecto de los padres por
125
presunció n; en la no matrimonial, se determina por el reconocimiento voluntario o forzado;
en la tecnoló gica, son padre y madre son quienes se someten al procedimiento; y en la
filiació n adoptiva por sentencia judicial; por lo que no hay un ú nico estatuto filiativo, pero una
vez determinada la filiació n los efectos son los mismos. Ahora, respecto de los efectos,
tampoco hay igualdad, pues antes de la reforma los hijos ilegítimos podían llegar a tener
derecho de alimentos cuando concurrían elementos de la posesió n notoria y no todos, pero
hoy no existe esa posibilidad – es decir, se priva de todo derecho a los hijos de filiació n no
determinada -. Otro punto importante de la reforma filiativa fue mejorar los derechos de la
madre.
Aná lisis
126
El art. 206 regula cuando procede una acció n de reclamació n respecto de los
herederos de un padre o madre fallecido. Regula en que condiciones esa persona que dice ser
hijo de otro, puede ejercer la acció n contra los demá s descendientes. Artículo 206 del Có digo
Civil: “Si el hijo es póstumo, o si alguno de los padres fallece dentro de los ciento ochenta días
siguientes al parto, la acción podrá dirigirse en contra de los herederos del padre o de la madre
fallecidos, dentro del plazo de tres años, contados desde su muerte o, si el hijo es incapaz, desde
que éste haya alcanzado la plena capacidad”.Regula entonces cuando procede una acció n de
reclamació n respecto de los herederos de un padre o madre fallecido. ¿El artículo 206 CC
establece los ú nicos casos en que puede reclamarse? ¿Es una acció n amplia que se puede
deducir en cualquier tiempo, o solo en esos plazos que dispone? En el añ o 2004, en una
sentencia se abre un gran debate a nivel de doctrina y jurisprudencia. Por una parte hay
quienes sostienen que la acció n de reclamació n solo puede establecerse contra los herederos
en esos 2 casos; y quienes sostienen que puede interponerse de manera amplia.
En la otra posició n, consideran que puede ser siempre ejercida en contra de los
herederos, fundados en el inc 2 del art. 317 CC (“Son también legítimos contradictores los
herederosdel padre o madre fallecidos en contra de quienes elhijo podrá dirigir o continuar la
acció n y, también,los herederos del hijo fallecido cuando éstos se hagancargo de la acció n
iniciada por aquel o decidanentablarla”), y como segundo argumento el principio de la libre
investigació n de la paternidad y derecho a la identidad. Ademá s de ello el art. 195 CC que
señ ala que la acció n de reclamació n es imprescriptible; el art. 1097 CC que establece que los
herederos son continuadores de la persona del causante sucediéndolo en todos sus derechos
y obligaciones transmisibles; la cuestió n relativa al derecho a la identidad; una invocació n
correcta del principio de igualdad; y por ú ltimo el artículo o regla 5 transitoria de la ley
127
19585 que establece que no puede reclamarse la paternidad o maternidad de las personas
fallecidas con anterioridad a entrada en vigencia de la ley, por lo que concluyen que SI puede
hacerse respecto de las personas fallecidas después de que entrada en vigencia de la ley.
Posició n de la profesora
Considera clara la disposició n del art. 206 CC. Ademá s la historia de la tramitació n de
la ley así lo confirma; la ubicació n sistemá tica de las reglas; la aplicació n de las reglas de
interpretació n – recordemos que se invoca como argumento el art. 317 CC, el cual no está
dedicado a regular las acciones de reclamació n, sino pruebas del estado civil; y la ú nica regla
que regula las acciones filiativas relativas a los herederos del fallecido, es el art. 206 CC -. Por
otro lado, tenemos que le ley debe interpretarse en conformidad a lo anterior. Luego está el
tema del derecho a la identidad, el cual no es un derecho absoluto, de hecho, en la Convenció n
de los Derechos del Niñ o no se establece que “siempre” habrá derecho a conocer los orígenes
bioló gicos, como las excepciones que existen en nuestra legislació n, con lo que no se puede
justificar todo en base a ese derecho, y se debería ver en que sentido se inculcaría, hay que
fundamentarlo, porque recordar que hay derechos en colisió n, como el derecho a preservar la
memoria, el derecho a la libertad religiosa en el caso de las exhumaciones.
Una cosa es que se esté en desacuerdo con la regla, y que pareciera que lo correcto es
permitirlo, pero la regla es clara, y en ese caso se debería realizar una reforma a la
disposició n. Claramente esto se resolvería manteniendo la regla y cerrando el debate, o
modificá ndola.
128
Heydi Romá n
A propó sito de los principios de la reforma del añ o 1998, se reconoce por los autores y
legislador, que los grandes principios que se trajeron a colació n, decían relació n con el interés
superior del niñ o, el principio de igualdad entre los hijos, y luego un principio de la libertad en
la investigació n de la paternidad o maternidad, en donde veremos como se ha ido avanzando
en que no es una mera investigació n de la identidad bioló gica, sino que también una
investigació n en un sentido má s amplio, y que va de la mano con otro principio que se ha ido
incorporando, que es el desarrollo de la identidad, que es má s particular, y se ha ido
construyendo con el tiempo, siendo recogido por el Derecho Internacional, aunque no por
nuestra legislació n nacional explícitamente, por lo que ha sido la jurisprudencia construye ese
derecho dá ndole el contenido a propó sito de distintos instrumentos, y principalmente en la
dignidad, por lo que se parte del art. 1 de la Constitució n. – El interés superior del niñ o tiene
mucho que ver esta materia, el que debe reflejarse en aquel derecho del niñ o de participar en
la decisió n que le va a afectar, con su opinió n, y como esta puede ser oída en juicio, lo que
claro, va de mano con la autonomía progresiva, y con las designaciones de Curadores Ad-
Litem –
129
Del derecho de la identidad. La jurisprudencia ha avanzado principalmente ya no
desde un punto ú nico bioló gico y está tico, avanzando a un aspecto de características
diná micas. La primera y está tica, dice relació n con el aspecto bioló gico – ló gica de la libre
investigació n - , y de la faz dinámica, hay un reconocimiento a otros elementos del sujeto no
solo relacionados con el aspecto bioló gico, sino má s bien en como construye su identidad con
otros elementos, como los culturales, emocionales, y como se identifica y se diferencia de
otros. La ló gica del derecho a la identidad es que ambas dimensiones está n coordinadas.
En esta materia, los medios de prueba, admite toda clase de ellas. Debemos considerar
que no toda la prueba será de ADN exclusivamente. En principio tenemos la comparació n de
otros elementos como la sangre, y otro tipo de pruebas. También esta libertad probatoria está
en quien puede finalmente ofrecer la prueba, y no es tan solo el juez quien las decreta.
Eventualmente si el demandado ha fallecido, debemos demandar a los herederos.
130
No debieran entonces negarnos como elemento probatorio la toma de un segundo
examen, el que se puede producir incidentalmente ya desde la audiencia de juicio, en virtud
del art. 63 bis de la ley 19.968, el que dice relació n con la hipó tesis de la incorporació n de
prueba nueva en una instancia procesal distinta de la audiencia preparatoria, y en una de esas
hipó tesis, dice relació n con la prueba sobre prueba o meta peritaje, pudiendo entonces
incorporarse un segundo informe pericial en un juicio de esta naturaleza. – La forma de
promoverla sería presentarlo 1 o 2 días antes de la audiencia, para forzar el debate en la
audiencia como una cuestió n de previo y especial pronunciamiento, y ahí deberemos justificar
cual de las hipó tesis del art. 63 bis sería, pero tendría que ser la de prueba sobre prueba, que
busca acreditar o desacreditar un medio probatorio ofrecido en la instancia anterior -.
131
predicar esta posesió n notoria, debe ser del al menos 5 añ os continuos, ademá s de que haya
un conjunto de testimonios; y de otros antecedentes o circunstancias que entre todos
armó nicamente permitan al juez probar los 3 grandes elementos del instituto: nombre, trato y
fama, que no son má s que el ejercicio de los derechos que produce la filiació n.
Respecto del Concubinato de los Padres (art. 210 CC), será una verdadera prueba o
presunció n que le permitirá al juez revolver.
Acció n de reclamació n
132
Si bien se establece un plazo de 3 añ os para la caducidad de la acció n, la intenció n del
legislador es la imprescriptibilidad. El Tribunal Constitucional se ha pronunciado al respecto,
a través del recurso de inaplicabilidad por inconstitucionalidad, que recordemos, puede ser
interpuesto por cualquiera de los intervinientes en un proceso judicial, así como por los
jueces, quienes consideren que de la aplicació n de la norma al caso concreto, se genere un
efecto contrario a la Constitució n. Ya en el añ o 2011 se plantea al TC que esta norma es
inconstitucional porque hay una infracció n grave al principio y derecho a la igualdad, en la ley
y ante la ley – se acompañ ará n 3 fallos, de la má s amplia a las má s restrictiva. El 1 y 2 acogen
la inaplicabilidad, y que la acció n puede ser en cualquier tiempo, y el nú mero 3 se niega
considerando que caduca en el plazo de 3 añ os, en virtud de que el constituyente nunca
prohibició n la discriminació n, sino que prohíbe la discriminació n arbitraria, con lo que hay
una diferencia justificada, en la paz familiar. Con ello se cambió el criterio, que venía de
manera constante -.
133
Por vicios se refiere a propó sito de la fuerza y el error.
134
__
¿Puede el tercero que se pretende progenitor impugnar la filiació n matrimonial del hijo?
135
¿Puede la madre impugnar el reconocimiento del hijo hecho por el padre?
No podría impugnarlo, salvo que lo haga en representació n del hijo (art. 216 CC)
- Casos claros
- Caso discutido
Argumentos a favor
Argumentos en contra
Jurisprudencia de la Corte Suprema
136
Los autores han definido a la filiació n como una relació n real que se produce producto
de la generació n.
Cuando hablamos del elemento formal, lo que el legislador protege es la buena fe como
principio que hay detrá s de esta verdad formal, porque en la determinació n de la filiació n
siempre va a tener importancia la buena del padre o madre, de quien declara reconocimiento,
y quien se comporta como tal en ese rol. Contraste con esta buena, y la reafirma las sanciones
que pudiera tener el hecho de que alguien no quisiera responder por esa filiació n (art. 203 CC,
conservando las obligaciones y perdiendo los derechos, salvo restablecimiento de ellos de
parte del hijo).
137
Podría haber un dañ o indemnizable producto del engañ o sobre una verdadera
paternidad, y eventualmente indemnizar a un tercero – como en el caso Solabarrieta, por un
engañ o que sufrió el marido de la madre, que podía ser indemnizado -. Pero también podrían
haber indemnizaciones de los padres respecto del hijo, por ejemplo derivado de la situació n
de ser hijo de filiació n extramatrimonial, por la realidad que vivían hasta antes de la reforma
del añ o 1998, que tenía una serie de consecuencias sociales; o responder de dañ os prenatales,
por hechos que ellos mismos cometieron, como los dañ os que sufren los niñ os producto de
alcoholismo o drogadicció n en esa etapa; de la negativa de reconocer un hijo
extramatrimonial; de la no develació n de la paternidad, respecto de la madre que no quiere
revelar la identidad del padre a demandar potencialmente en sede civil en principio; del
incumplimiento de deberes, como educació n, salud, del deber de tener una relació n directa y
regular, siendo esta ú ltima bastante ambiciosa, por ser muy difícil el exigirlo.
- Art. 181 inc. 2, los efectos se retrotraen a la época de concepció n del hijo; subsisten los
derechos adquiridos y las obligaciones sucesorias, cuando sea llamado en esa calidad;
art. 221, subinscripció n de sentencia que de lugar a reclamació n o impugnació n, sin
perjudicar el derecho de terceros de buena fe que hayan adquirido anteriormente; en
el á mbito de los alimentos, estos no pueden pedirle retroactivamente antes de esa
determinació n; en el caso de la filiació n matrimonial, otro limite que subyace en
relació n con la declaració n que se pudiera hacer, el art. 2049 señ ala que concurriendo
entre si hijos nacidos antes del matrimonio, se contará la edad de cada uno de ellos
desde el día de su nacimiento, esto a propó sito del censo –
138
Hasta hoy en día esta determinació n se da por el hecho del parto, y por la identidad del
hijo que surge (art. 183 CC). El tema hoy en día siempre ha sido el art. 182, que habla en
general de las técnicas de reproducció n humana asistida, pero no refiere “cuales”, y en
funció n de este artículo surge el criterio que debiéramos usar ante una maternidad
subrogada, pues no tenemos certeza entonces respecto de quien es la madre, pues en este
figura probablemente puedan llegar a concurrir 3 mujeres (donante, gestante y madre
comitente). El proyecto de ley que se está tramitando:
139
Como quedaría el art. 184 con el proyecto:
140
23 de Julio 2021
El dilema inicial es: ¿Cuá l es la medida de justicia y adecuada, pensando en la idea del
interés superior del niñ o, y del desequilibrio que se en los derechos de la infancia, para la
regulaciones de las técnicas de reproducció n humana asistida?
141
05-08-2021
- Recordar que una diferencia con la Unió n Civil, no produce efectos filiativos, no así el
matrimonio. La Unió n Civil es una unió n de pareja, no de la relació n de los hijos que
puedan nacer dentro de ella–
La filiació n se trata ahora de manera comú n-El primer cambio a notar, es que los efectos
de la filiació n son iguales para todos los hijos de filiació n determinada. Hoy los efectos de la
filiació n son independientes del vínculo existente entre los padres, porque histó ricamente la
plenitud de efectos de la filiació n, de derechos y deberes respecto de los hijos, solo se
producía cuando los padres estaban casados; y cuando la ley 19.585 iguala en los efectos a los
hijos nacidos dentro como fuera del matrimonio, se termina de independizar los efectos de la
filiació n. Hoy esos efectos de la filiació n son los mismos, sea que los padres estén casados,
convivan, tengan un AUC, entre otros, porque en realidad lo que el derecho de familia fue
haciendo, es transformar al vinculo filiativo, en el ú nico vínculo indisoluble, por lo que los
padres tienen los mismos derechos y deberes sobre los hijos, sea que los padres estén o no
casados.
Efectos genera la filiació n – los efectos son iguales para todos los hijos -
142
Potestad, pero no pareció pertinente dado que no generaba afectaciones negativas el
continuar con la distinció n, y parecería que generaría má s problemas.
Distinguimos los que tienen los hijos respecto de los padres, así como el de los padres
respecto de los hijos.
Derechos de los hijos respecto de los padres. Los de los hijos respecto de los padres son
mucho menores que el de los padres respecto de los hijos, dado por la necesidad y
realidad de los niñ os para poder desarrollarse bajo la direcció n de los padres. El art. 222
CC tras la reforma refiere “La preocupación fundamental de los padres es el interés superior
del hijo, para lo cual procurarán su mayor realización espiritual y material posible, y lo
guiarán en el ejercicio de los derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana de
modo conforme a la evolución de sus facultades. Los hijos deben respeto y obediencia a sus
padres”– con la reforma se cambió el orden de los incisos, para reforzar el interés superior
del niñ o -. Por su parte el art. 223 CC. refiere el respeto y obediencia hacia los padres:
“Aunque la emancipación confiera al hijo el derecho de obrar independientemente, queda
siempre obligado a cuidar de los padres en su ancianidad, en el estado de demencia, y en
todas las circunstancias de la vida en que necesitaren sus auxilios. Tienen derecho al mismo
socorro todos los demás ascendientes, en caso de inexistencia o de insuficiencia de los
inmediatos descendientes”.
Los derechos de los padres respecto de los hijosterminan: a.- Por abandono (art. 238
CC); b.- Por inhabilidad moral (art. 239 CC, en que debe haber una sentencia judicial que
ordene la separació n de los hijos con los padres);c.- Y también se regula expresamente
una tercera causa, como es el art. 240 CC, respecto del hijo abandonado cuando en
definitiva ha pasado a ser criado y educado por terceros, y en ese caso la ley señ ala que
para que ese padre o madre pueda sacarle del poder de ese tercero, debe ser autorizado
por el juez, previo pago de los costos de su crianza y educació n, tasados por el juez. Esta
norma es muy exigente, dado que el juez solo concederá la autorizació n si estima que es
conveniencia para el hijo – aplica no solo para quien tenga el cuidado personal, aplica al
cuidado en los hechos, pudiendo oponerse como acció n o como excepció n -.
143
Derechos de los padres respecto de los hijos
Derecho de correcció n art. 234 CC. “Los padres tendrán la facultad de corregir a los hijos,
cuidando que ello no menoscabe su salud ni su desarrollo personal. Esta facultad excluye
toda forma de maltrato físico y sicológico y deberá, en todo caso, ejercerse en conformidad a
la ley y a la Convención sobre los Derechos del Niño. Si se produjese tal menoscabo o se
temiese fundadamente que ocurra, el juez, a petición de cualquiera persona o de oficio,
podrá decretar una o más de las medidas cautelares especiales del artículo 71 de la ley N°
19.968, con sujeción al procedimiento previsto en el Párrafo primero del Título IV de la
misma ley, sin perjuicio de las sanciones que correspondiere aplicar por la infracción.
Cuando sea necesario para el bienestar del hijo, los padres podrán solicitar al tribunal que
determine sobre la vida futura de aquel por el tiempo que estime más conveniente, el cual no
podrá exceder del plazo que le falte para cumplir dieciocho años de edad. Las resoluciones
del juez no podrán ser modificadas por la sola voluntad de los padres”.Fue reformada,
estableciendo el deber u obligació n respecto de ambos padres, ya que originalmente era
só lo era del padre. No puede traducirse en un maltrato físico ni psicoló gico, y hace
relació n con medidas cautelares que terceros o de oficio pueden solicitarse en favor del
niñ o - el Có digo establece una acció n popular, pues cualquier persona puede recurrir al
juez para solicitar una medida cautelar para el niñ o o niñ a -.
Deber de educació n, crianza y socorro. Art. 224 y 236 CC, a complementarse con las
normas constitucionales de la garantía del deber preferente de los padres de educar a sus
hijos, del art. 19 nú mero 10 de la Constitució n (deber para AMBOS padres). Art. 234 CC
“Toca de consuno a los padres, o al padre o madre sobreviviente, el cuidado personal de sus hijos. Éste
se basará en el principio de corresponsabilidad, en virtud del cual ambos padres, vivan juntos o
separados, participarán en forma activa, equitativa y permanente en la crianza y educación de sus
hijos. El cuidado personal del hijo no concebido ni nacido durante el matrimonio, reconocido por uno
de los padres, corresponde al padre o madre que lo haya reconocido. Si no ha sido reconocido por
ninguno de sus padres, la persona que tendrá su cuidado será determinada por el juez”; Art. 236 CC
“Los padres tendrán el derecho y el deber de educar a sus hijos, orientándolos hacia su pleno
desarrollo en las distintas etapas de su vida”. Ambos no son sino repetició n de la garantía
144
constitucional del art. 18 n° 10 CPR del deber preferente de los padres de educar a sus
hijos, y que se traduce en que no solo en educació n formal, sino integral, para que se
desarrollen en las distintas etapas de sus hijos; de elegir los establecimientos
educacionales en que desean que sus hijos estudien, Si está n casados, recordar que ambos
padres deben aportar, y si está n separados, en proporció n a sus facultades econó mica; y
también puede ser un derecho conferido a un tercero en casos ya analizados (del cese de
los derechos de los padres hacia los hijos)
145
Pueden ir variando en el tiempo, y comprende la alimentació n, el cuidado, la atenció n,
educació n en los valores, la formació n, vigilancia y responsabilidad por los hechos
provocados por los menores interviniendo su culpa.
El art. 225 CC. reconoce cuales son las fuentes de atribució n de cuidado: legal,
convencional, y judicial.Así, quien tiene el cuidado personal depende en primer término del
acuerdo de los padres; en defecto hay una regla legal; y para el caso de un padre o madre que
quiera controvertir esa regla legal, se llegará una sentencia judicial.
146
Una segunda forma de atribució n del cuidado personal, es la atribució n legal
La tercera forma o fuente de atribució n es la judicial, art. 225 CC. En caso de conflicto decide el
juez, y el criterio para determinar quien la ejercerá , será el principio del interés superior del
niñ o, y se introdujeron criterios en el art. 225-2 CC, introducidos para concretar el interés
superior del niñ o, siendo pautas para el juez para determinar ese interés superior y mejor
desarrollo, pautas que no son taxativas, consideradas como un predictor del comportamiento
hacia el futuro.
147
148
06 de Agosto 2021
PATRIA POTESTAD
El art. 243 CC inicia refiriendo el conjunto de derechos y deberes que se tiene sobre el
hijo no emancipado. Pero la particularidad que se tiene en nuestra legislació n, es que solo se
aborda desde el punto de vista patrimonial, no así en el derecho comparado, que el referirse a
la patria potestad, consideran los aspectos personales como patrimoniales. En nuestro
ordenamiento jurídico, esos aspectos personales - como el cuidado personal y régimen
comunicacional, régimen de corresponsabilidad, desarrollo espiritual y material … - toma un
cariz distinto, de la autoridad paterna, por lo que se debe estudiar con cuidado.
149
“De la transformació n de la patria potestad desde la idea de los derechos de los padres
sobre los hijos, a la idea de DEBER – FUNCIÓ N de los padres para con sus hijos” (salvo
derecho legal de goce, aunque se discute)
Otros puntos que llaman la atenció n, está n en las reformas a la ley 19.585, en que se
permite conferir la patria potestad tanto al padre como a la madre (pues antes en principio
era al padre, y a falta del padre, se nombraba un curador); y que se confiere a los hijos con
independencia de la determinació n de la filiació n (antes só lo correspondía en caso de filiació n
legítima, porque se quería evitar “reconocimientos interesados” en el á mbito de la filiació n
natural), pues esta ley asocia el cuidado personal a la patria potestad. Con esto, el que la
madre pueda tener el cuidado personal, ya no es una situació n excepcional, sino la regla
general. Con la ley 20.680 hay una revisió n de la idea, para propender a la participació n de
ambos padres en el cuidado personal como en el ejercicio de la patria potestad.
¿Quiénes pueden ser sujetos pasivos de la patria potestad? Los hijos no emancipados,
con independencia a la forma en que se determinó la filiació n; hijos adoptados; y los derechos
eventuales del que está por nacer (norma que proviene del caso del hijo pó stumo, cuando la
madre no tenía la PP, generando la necesidad de siempre nombrar curador, al no poder la
madre representar al hijo, misma ló gica del hijo no reconocido). – Por sujetos pasivos
entenderíamos a los hijos, pero el profesor entiende cambiar la ló gica, por lo que debería
entenderse que el sujeto pasivo serían los padres, entendiendo derecho deber que tienen
hacia el hijo -.
¿Quienes la ejercen? (son titulares). El padre y/o madre (a diferencia del cuidado
personal, art. 226 CC, que permite que esté radicado en un tercero, la patria potestad
propiamente tal, solo la pueden ejercer el padre o la madre. Si hay que designar a un tercero,
se toman las reglas de las guardas). Es independiente al régimen matrimonial existente entre
ellos en caso de haber matrimonio (art. 247 CC). Pero si hay sociedad conyugal y la patria
150
potestad corresponde a la madre, se le mirará como separada de bienes respecto de los bienes
del hijo que entren en su usufructo y su administració n, rigiéndose por las reglas del art. 150
CC (art. 252 CC). En definitiva, la patria potestad se desvincula de los eventuales
regímenesmatrimoniales existentes entre los padres, porque la relació n se da directamente
con los hijos.
Contenido:
Vemos un mecanismo que busca suplir los problemas que genera la incapacidad
relativa o absoluta de los hijos, sin perjuicio de que en el derecho comparado, esto se observa
en conjunto con el cuidado personal. Este contenido de facultades, derechos y deberes, son los
que se refieren a este derecho legal de goce, de administració n de los bienes, y de
representació n legal.
151
- La ley ya no hablar de usufructo legal, porque no es un usufructo, que es un derecho
real, con características que el derecho legal de goce no tiene -
Administració n y representació n
152
- Bá sicamente se puede tomar cualquier tipo de decisió n, sin perjuicio de que al final se
debe responder de la administració n -
Representación:
153
Cuando hablamos de actos extrajudiciales, no tenemos una regla como en materia
judicial, de poder solicitar una autorizació n judicial supletoria. La doctrina (Alessandri,
Ramos), entienden que no hay posibilidad de autorizació n supletoria judicial para estos actos
que no sean judiciales. Respecto de la posibilidad de celebració n de contratos entre padres e
hijos, la ú nica regla que tenemos es la del art. 1796 CC, la que declara la nulidad de la
compraventa entre padre o madre e hijo sujeto a patria potestad – en principio podría darse el
caso de que un padre tenga la administració n de los bienes del hijo, y arrendarlo a él mismo,
lo que constituye un problema por conflicto de interés, con lo que vemos una regla
insuficiente para conflictos que se pudieran generar, independiente de que al final de su
gestió n deba responder, pero se nota una falta de mecanismos de prevenció n, y no solamente
reparatorios -.
154
¿Quién va ante el tribunal? ¿Quien contrata al Abogado para el menor?:
Esta ley 20.680 es la ú ltima modificació n en esta materia. En un principio solo iba a
tratar el cuidado personal y régimen comunicacional, pero se le fueron incorporando normas
de modificació n a la patria potestad, pero no en cuanto a su contenido de goce, representació n
y administració n, sino que cambios que se refieren a quien se le asigna la patria potestad.
155
Hipó tesis, de si los padres viven o no juntos – ojo, solo se refiere a si viven o no juntos, no si
está n casados o con AUC -. La primera regla es una expresió n de la autonomía privada, pues
aú n cuando vivan juntos, puede que hayan llegado a un acuerdo de quien la ejercerá .
156
Problemas de estas normas
¿Qué pasa si no es inscriben dentro del plazo de 30 días que disponen los art. 244 y 245 CC? –
¿es una formalidad de publicidad o de solemnidad del acto? - Mientas no se inscriba, no tiene
validez segú n el art. 246 CC, a lo que el Registro Civil podría ordenar que se celebre de nuevo.
¿Có mo conoce el tercero si los padres viven o no juntos, para saber que reglas se
aplicará n? Ver las reglas supletorias de los art. 244 y 245 CC, pero su problema es que cuando
atribuyen la Patria Potestad, se basan en cuestiones prá cticas y de certeza jurídica respecto
del tercero, por no tener claridad de la realidad, con incerteza jurídica.
157
Si las partes llegan a un acuerdo respecto de la patria potestad, esta no está sujeta a
control del tribunal – salvo en el acuerdo completo y suficiente que NO se considere
“incompleto” o “insuficiente”-
La patria potestad puede ser compartida, con casos en los que corresponda al padre y
madre conjuntamente.
158
¿Có mo se ejerce la patria potestad conjuntamente? La norma distingue actos de mera
conservaciones de otros actos:
En un caso con desacuerdo de los padres, ella se encuentra en el pá rrafo primero del
título X del libro I del Có digo Civil, por lo que no estaría en competencia de Familia, sino que
podría darse para que sea de conocimiento en materia civil, aunque podría discutirse.
159
¿Esta patria potestad es solo para materias patrimoniales? El Có digo Civil se comienza
a alejar un poco en algunos casos:
160
Suspensión de la patria potestad
Emancipación:
- Si se produce por la mayoría de edad, en principio no hay guarda, salvo que estemos ante un
caso de demencia principalmente -
161
Hay otra causal en el Có digo Penal:
162
07 de Agosto 2021
Regulació n:
Se entiende por relació n directa y regular aquella que propende a que el vínculo
familiar entre el padre o madre que no ejerce el cuidado personal y su hijo se mantenga a
través de un contacto perió dico y estable (art. 229 inc 2 CC). – palabra clave: propender –
- ¿Cuá ndo entendemos que alguien no ejerce el cuidado personal? Esto no solo cuando
no hay un régimen establecido en su favor, sino también en caso del cuidado compartido -
- ¿Cuá les son los pará metros para establecer que es un contacto perió dico y estable -
Los Estados partes respetará n el derecho del niñ o que esté separado de uno o de
ambos padres a mantener relaciones personales y contacto directo con ambos padres de
modo regular, salvo si ello es contrario al interés superior del niñ o (art. 9 nú mero 3,
Convenció n Derecho del Niñ o). Esta ú ltima parte se ve reflejada en nuestra legislació n. Se
habla de relaciones personales, que son má s individuales, y también se refiere a la red
familiar.
Art. 225 inc. 1 CC “Si los padres viven separados podrán determinar de común acuerdo que el
cuidado personal de los hijos corresponda al padre, a la madre o a ambos en forma compartida. El
acuerdo se otorgará por escritura pública o acta extendida ante cualquier oficial del Registro Civil y
deberá ser subinscrito al margen de la inscripción de nacimiento del hijo dentro de los treinta días
163
subsiguientes a su otorgamiento. Este acuerdo establecerá la frecuencia y libertad con que el padre o
madre que no tiene el cuidado personal mantendrá una relación directa y regular con los hijos y podrá
revocarse o modificarse cumpliendo las mismas solemnidades”. Se establece entonces la frecuencia
tendrá relació n con la dinámica familiar, y su forma de relacionarse o enfrentar la situació n.
La excepció n, para poder suspenderla o negarla, se refiere a que sea perjudicial para el menor.
Respecto de que sea perjudicial para los intereses del niñ o, nuestro Có digo nos da
ciertos ejemplos, como lo son el art. 203 CC que habla de determinació n de la filiació n con
oposició n del padre o madre – quedando privado de la patria potestad y de los derechos que
se le conferirían, como la relació n directa y regular, que a pesar de ser un “derecho – deber”, y
se podrían entender como una obligació n, la jurisprudencia la entiende de todos modos
privada -; el art. 238 “Los derechos concedidos a los padres en los artículos no podrán
reclamarse sobre el hijo que hayan abandonado”; y el art. 226 CC que refiere la inhabilidad
física o moral del padre o madre, no se podría dar el cuidado personal a uno de ellos, con
mayor o menor razó n una relació n directa y regular. La Convenció n ya nos advertía de estas
restricciones, cuando sea contrario a su interés superior.
¿Aparte de los abuelos, el resto de la red familiar puede demandar Relació n Directa y
Regular? Art. 48 inc. final ley de menores, “El juez, luego de oír a los padres y a la personaque tenga
el cuidado personal del menor, podrá conferirderecho a visitarlo a los parientes que individualice,en la
forma y condiciones que determine, cuando parezcade manifiesto la conveniencia para el menor; y
podrá,asimismo, suprimirlo o restringirlo cuando pudieraperjudicar su bienestar.”
164
¿Cuá les son los límites del juez?
Otros límites legales de fondo, como el art. 229 CC, 48 de la ley de menores, y 9 de la
Convenció n de los Derechos del Niñ o.
165
- Si el padre del niñ o ya tiene fijada la relació n directa y regular, se complica para los
abuelos, debiendo ser má s acotada, debiendo probar que no podrían verlo cuando
está n con el padre –
Tenemos dos hipó tesis: autorizació n para salir del país de forma definitiva y radicarse
en el país al que se va, y otra de forma temporal.
Forma temporal
1.- No debiera haber problemas. Basta con escritura privada firmada ante notario. Llevar certificado de
nacimiento. Si un padre o madre falleció , bastará el certificado de defunció n.
2.- Puede salir sin autorizació n del padre, pero con autorizació n judicial.Salvo que en el certificado de
nacimiento del hijo, se señ ale que el derecho de relació n directa y regular está suspendido respecto del
otro padre, entonces si necesita esa autorizació n.
166
Beneficio que pudiera reportar, debe ser acreditado. – Si el padre fuera un padre
ausente o desaparecido, debiera pedirse antes la suspensió n del derecho de relació n directa y
regular, de modo que se encuentre subinscrito en la partida –. Debe señ alarse ademá s el
tiempo por el que se concede la autorizació n.
167
Para la autorizació n definitiva, son 3 elementos que se deben analizar: beneficio (que deberá
ser mayor al reportado al padre o madre solicitante, ni igual, siempre debe ser
superior);interés superior del niño (que va relacionado con el aná lisis concreto de los
beneficios que reportará al niñ o, de herramientas para su desarrollo, y un carácter esencial); y
que mantendrá una relación directa y regular con su otro padre o madre. Analizar la red
familiar que tendrá . Por otro lado, se debe acreditar que hay una red familiar que va a acoger
al niñ o, y que habrá un trabajo esperando al padre o madre.
Sustracció n internacional
168
Procedencia de la autorizació n judicial
169
NO procedencia autorizació n judicial
20 de Agosto de 2021
170
Su regulació n se encuentra en la19968, de la mano de la ley 16.618 (ley de menores),
en concreto su art. 30, que constituye la parte sustantiva, y refiere que solo se pueden
conceder 2 medidas de protecció n.
Comenzamos con los siguientes paradigmas. Uno sería patrimonial, considerando que
se trata de un asunto privado, no teniendo injerencia el Estado; el otro sería considerado una
Situació n Irregular. En esta etapa legislativa, se dice relació n con conservar la ló gica
patrimonial, pero creando un enfoque particular sobre los niñ os (abandono e infracció n a la
ley);y un tercer paradigma, como tercer hito, sería la Convenció n Internacional de los
Derechos del Niñ o.
Esta evolució n trae consigo que el legislador ha debido realizar los cambios
pertinentes en la legislació n.
Hemos abandonado la idea de la tutela, de que el individuo pueda buscar una solució n
para su problema, y hoy en día estamos situados en el principio de la autonomía, el que
también se desprende de la convenció n, y que nos permite comprender que el NNA es un
sujeto que debe ser participe activo de la decisió n que se adopte en un tribunal. Así, tenemos
autores que señ alan que oír a un niñ o es un trá mite esencial, y que de omitirse, el
procedimiento sería nulo, y otros que no.
171
Má s allá de estas disposiciones, recientemente el añ o 2016 tenemos la ley de trato
denigrante, que incorporó figuras penales, situaciones que antes quedaban sin sanció n penal
(ley coscorró n)
Medida de Protección
Aplica desde la etapa gestacional hasta antes la mayoría de edad. Para determinar
cuando hay vulneració n, debemos mirarlo desde la ó ptica del interés superior del niñ o.
172
El fin de las Medidas de Protecció n está en ese artículo 30 de la ley de menores: la
asistencia a un programa, o su ingreso a un Centro de Trá nsito y Distribució n, hogar sustituto
o en un establecimiento residencial. La solución colaborativa dice relació n con que las
partes apoyadas con el juez y el consejero técnico, comprendan en que existe una vulneració n,
y es un MEDIO Y NO UNA FINALIDAD, ya que con ello bá sicamente el juez ahorra la
fundamentació n.
- Dignidad de la persona como uno de los bienes protegidos en el caso del niñ o, ojo –
173
- El derecho a vivir en familia, no el derecho a vivir sin familia. Separarlo de la familia
como ultima ratio -
Inicia con el art. 68 a 80 bis ley 19.968 su materia procesal, mirando los artículos del
30 16.618 lo sustantivo, y art 222 del Có digo Civil, ademá s de hacer aplicació n de la
Convenció n de Derechos del Niñ o, artículos 3, 9, 18 y 19, aunque dependiendo de la materia.
Iniciamos con un requerimiento con los requisitos del art. 254 CPC má s otros
mínimos. También puede comenzar por denuncia en las Policías, Tribunal o Fiscalía
174
directamente. También puede oficio, dada su potestad cautelar, por ejemplo cuando advierte
en una causaalgo que puede constituir una vulneració n, puede abrir una causa de oficio.
175
Cautelar de alimentos no existe en las Medidas Cautelares ni de relació n directa y
regular, estaría fallando contra la ley.
176
La sentencia tiene el mismo valor que una sentencia de juicio contencioso, por lo que
puede ser apelada dentro del plazo de 10 días.
177
- La regla de competencia o radicació n DEBIERA ser la del domicilio del niñ o. Sin embargo, esa
regla de competencia no es legalmente explicita, NO HAY REGLA, sino que proviene de una
reminiscencia de la ley de menores, pero esa norma fue derogada, y solo se fue conservando la
ló gica y el principio de que el procedimiento debe favorecer al má s vulnerable -
178
21 de Agosto de 2021
Hoy en día la edad de la adopció n ha ido aumentando, y con ello lograr una forma de
restitució n de sus derechos e intereses.
Cuestiones previas
179
- Se dictó poco después de la Convenció n de los Derechos del Niñ o, por lo que contiene
muchos de sus principios –
- Los dos procedimientos que se establece, uno es contencioso, el segundo no
contencioso-
180
- Se trabajará con la familia de origen, y solo cuando no pueda resultar apta para el
NNA, se le considerará susceptible de adopció n – La practica permite la
inseparabilidad de los hermanos, aunque no se señ ala expresamente – Hay
prevalencia de la familia matrimonial y chilena de residencia permanente en el país –
181
Procedimiento previo a la adopció n o declaració n de susceptibilidad de adopció n (art. 8 y
siguientes de la ley de adopció n)
182
En la práctica ocurre que organismos ya han intervenido, por lo que se realiza la
cesió n de adopció n, y solo se le comunica el plazo de 30 días, pues ya está n los informes
señ alando que no hay vicios de la voluntad, y que no hay otras alternativas para que el menor
continú e con la madre.
Si el otro padre al ser citado, por haber sido la cesió n presentada por uno solo de los
padres, ya no hablamos de entrega en adopció n, en ello la institució n puede desistirsedel
procedimiento, iniciá ndose una Medida de Protecció n en favor del niñ o,para ver si el padre
que se opone está en condiciones de hacerse cargo del niñ o, es decir, el padre podría hacerse
cargo del menor, o iniciar una causa C para determinar las capacidades de los padres,
pudiendo luego de ello, iniciarse un nuevo procedimiento de adopció n, para buscar la
inhabilidad del otro padre.
Este procedimiento va aplicado niñ os recién nacidos, pero recordar que aplica
también a etapa gestacional.
183
Letra c), de los niñ os en situació n de vulneració n
184
No deben ir todas las causales a verificar juntas, puede ir solo una.
Se hace el llamado a matrimonios que han sido declarados idó neos, para ver cual es el
cuenta con las mejores condiciones para el niñ o.
De este modo, antes de que entregar la adopció n definitiva, se puede realizar un enlace
efectivo, que permita por ejemplo que familia pueda arrepentirse del proceso.
- agregar divorciados en el
ú ltimo -
185
Es no contencioso, porque el niñ o ya fue declarado susceptible de ser adoptado.
Adopció n internacional
186
Bú squeda de orígenes
187
Nudos críticos del sistema actual
Que se admitan otros tipos de familia, y se termine con los ordenes de prelació n, pues
se debe buscar la mejor familia posible para el niñ o; los requisitos para ser adoptantes, los
informes costosos; dificultades para conocer orígenes bioló gicos, pues no hay una mayor
regulació n;de la adopció n por parte del có nyuge del padre o madre o los otros ascendientes o
consanguíneos, pues hay problemas con su aplicació n; que se establezcan plazos a los
organismos para la bú squeda de familias idó neas; ¿qué pasa si no se logran vincular?; no
puede quedar en una institucionalizació n permanente; que se regule de mejor manera las
familias de acogida;que los principios que inspiran la ley sean declarados claramente;
causales claras de cuando el niñ o esté en condiciones de ser adoptado; agilizació n en materia
de notificaciones y evaluaciones; clarificar y mejorar requisitos para poder ser adoptantes;
entender cuando fracasa un proceso; regular adoptantes extranjeros en Chile
- Por la finalidad de la adopció n, debería estar limitado hasta los 18 añ os, pues
posterior a ello, podrían haber otros fines, ya que su derecho a criarse y vivir con una
familia ya no podrían cumplirse como cuando se es menor de edad –
03 de Septiembre de 2021
188
189
Normas de prueba en juicios de filiació n
190
Prueba documental
Presunciones
Confesió n judicial
191
Testimonial
192
La regla general es que la prueba testimonial por si sola es insuficiente, salvo la excepció n de
lo establecido en la ley indígena, art. 4.
Prueba pericial
La prueba pericial por excelencia es la prueba pericial bioló gica, ademá s de la relativa
a la posesió n notoria, como lo es un informe social.
193
- es la prueba anterior a la de
ADN, y ya no se usa, pero podría tener un valor probatorio cuando ya no hay otras pruebas –
194
- Realizar siempre el
apercibimiento del art. 199 CC –
195
196
Exhumació n
197
Algunos autores como profesora Lathrop y Corral creen que se debe considerar la
materia relativa al culto, en materia religiosa, el que pudiera ir en contra de su religió n, en
concreto el derecho al culto.
Posesió n Notoria
Art. 200 CC
198
Debemos probar el nombre, trato y fama, ademá s de la temporalidad de al menos 5 añ os
continuos
Debe primar al final de todo la realidad social. Es darle valor a una voluntad de acogida
del padre no bioló gico, a la relació n moral que se establece entre un hijo y padre que lo acoge
como tal, aú n cuando no sea su padre bioló gico.
Como prueba estarían los certificados sociales, informes de carnet de niñ o sano,
certificado de quien es el apoderado del niñ o, entre otros
199
Posesió n notoria en materia indígena
El informe de la Conadi puede ser considerado un informe pericial, que puede por
ejemplo determinar a que etnia o comunidad pertenece, y que entiende cada etnia o
200
comunidad por familia, lo que evidentemente no puede informar un trabajador social que no
esté vinculado a la materia indígena.
04 de septiembre de 2021
Vemos también una diferencia en lo que es la cosa juzgada, por cuanto en esta á rea se
pueden ver las materias en má s de una ocasió n.
201
En estas relaciones de familia, donde hay un conflicto latente y se acentú a, siempre va
a concurrir un interés pú blico y un interés privado. Si se le restara importancia, puede ocurrir
una escalonada de violencia, con derivació n en autotutela e incluso una vulneració n de
derechos.
En las antiguas causas en Juzgados de Menores, había un juez que tenía que ver con
todo lo que pasaba en el tribunal, así como administrar el propio tribunal, como su personal e
implementos; resolver conflictos al interior; hacer seguimiento de los pagos por pensiones de
alimentos – pues se depositaba en el tribunal y existían cajas pagadoras -.
Entonces, se separaron las funciones del juez y otras para un administrador, con lo que
surge la necesidad de hacer diferenciació n entre ellas, lo que significó sin duda un gran avance
respecto de lo que hasta el momento existía. La figura de este juez de familia tiene una unidad
colaborativa. La figura del consejero técnico es una de las mayores innovaciones en la materia,
que aporta un conocimiento interdisciplinario, a objeto de asesorar en temas no jurídicos al
juez, ademá s de incluso previo a una audiencia proponer bases de acuerdo que el juez no
podría realizar; e incluso da su opinió n cuando se ingresan ciertas medidas.
202
- No está el interés superior del niñ o ni
de ser oído, está n en otra disposició n –
Principio de oralidad
203
- Se refiere a que el juicio propiamente tal debe hacerse en audiencias continuas –
204
El rol del juez es mucho mayor en medidas de protecció n y de VIF. También se observa
en materia de prueba, y en como puede salvar incluso omisiones en defecto de la actuació n de
las partes; así como de dar curso progresivo al procedimiento.
Principio de Inmediació n
Principio de Colaboració n
205
Principio de publicidad
206
- Ademá s cuando se trata de
aprobar convenios reguladores, transacciones judiciales; sobre alimentos y RDR provisorias –
Es una consecuencia del principio anterior. Podría ser oído también incluso a través de
peritajes en niñ os muy pequeñ os. Se debe permitir que el niñ o se manifieste.
207
Una vez vistos los principios, tenemos reglas generales aplicables al procedimiento,
salvo claro que haya una regla especial.
208
209
Clase 24 de septiembre 2021
210
El procedimiento contravencional está regulado en un solo artículo de la ley, relativo a
infracciones o faltas que cometen menores de edad, con un rit I.
Esta ley agrupó las disposiciones de la ley de menores y materias que se encontraban
en el Có digo Civil, má s, por el colapso que ocurrió en la implementació n, las materias civiles
fueron devueltas precisamente a sede civil en el añ o 2008, con lo que hubo una alteració n de
las competencias.
211
Conforme a las reglas del art. 5 y siguientes, el Consejo Técnico puede funcionar de
manera colegiada para resolver asuntos materia del tribunal, o conocer y participar de
manera unipersonal, dependiendo de las directrices de que disponga el comité de jueces.
Normalmente los veremos solo en materias de VIF y RDD, no así en alimentos, aunque no
obsta a que puedan actuar en otras materias, como se señ ala, por las directrices que disponga
el comité de jueces.
212
- La regla general es la comparecencia por intermedio de abogado, salvo aquellas
materias de protecció n y de VIF.
- Las reglas de notificació n se replican al sistema civil, con la ú nica precisió n que existe
la notificació n por correo electró nico, e incluso respecto de las partes, desde el añ o
2020, la CS la recoge respecto de las retenciones de 10%; y la especialidad de la
notificació n personal subsidiaria, en que el funcionario notificador no debe pedir
autorizació n para notificar por el art. 23, a diferencia del art. 44, en que se debe pedir
autorizació n, lo cual dice relació n con lo expedito que debe ser el procedimiento.
- Entre los incidentes hay por ejemplo exclusió n de prueba (dentro o fuera de la
audiencia por la prueba nueva), modificaciones de medidas de protecció n, una
excepció n dilatoria como competencia, entre otros.
- No hay regla de competencia para las medidas de protecció n. En materia de VIF prima
el domicilio de la víctima. En el caso de las medidas de protecció n el domicilio del
niñ o.
- de las reglas de competencia del domicilio, con el que habría podido contestar, dado
que hay una discrepancia entre la ley de familia y el COT –
213
Art 147 COT y art. 14.908 . Cual prima? La especial o general? hay una má s nueva y otra má s
antigua. Reflexionar sobre ello Se trata de normas que no son contradictorias entre si. Como
aplica le ppio. Interés superior
Cuales son las propuestas fá cticas, normativas, y que nos llama la atenció n
214
Premisa normativa: segú n el 224 del có digo civil toca de consumo a los Padres o padre
madre sobreviviente el cuidado personal de sus hijos, este se basará en el Principio de la
CORRESPONSABILIDAD en virtud de que ambos padres VIVAN JUNTOS O SEPARADOS
participará n de FORMA ACTIVA EQUITATIVA Y PERMANENTE en la crianza y educació n de
sus hijos, relacionarlo altiro con el 229 de que el padre o madre Que no vive con el niñ o
tendrá derecho a mantener con él un régimen de RDYr
Presupuesto rebaja alimentos: padre paga una suma considerable por alimentos menores,
montos fijados mucho antes de emergencia sanitaria, existiendo actualmente un cambio
de circunstancias domésticas del alimentante, encontrá ndose cesante.
215
o Demandante a pesar de encontrarse cesante, ofrece una suma mensual
La hipó tesis de cada caso tiene particularidades, la que nos hace crear un mapa de
donde estamos, y donde esperamos llegar. Esta historia o relato nos va a permitir explicar de
una buena manera esos hechos, con una línea argumentativa ú nica sin otras alternativas, no
obstante que pudieran surgir en el desarrollo del juicio. Si cambiamos a lo largo del juicio,
debilita nuestra posició n ante el tribunal. El relato que quiero contar debe tener el interés que
pretenda el patrocinado, ademá s de ser autosuficiente y verosímil. Esto será importante para
la acreditació n del caso y rendició n de prueba.
216
Aquel que alega la existencia o extinció n de la obligació n debe probarla. Pero hay
ciertas materias en que la carga de la prueba se suaviza, que es el sentido de la ley 14.908, por
lo que se apercibe acompañ ar presentada una demanda, capacidad econó mica y declaraciones
juradas. Hay un tercer elemento eso si, el elemento colaborador del abogado: ¿oculto o me
anticipo a la prueba?
217
Modelo para elaborar la teoría del caso:
Son los 4 elementos sin los cuales no lograremos un buen ejercicio de la oralidad.
218
219
No podemos construirle a la contraria su teoría del caso, y tampoco el orden de
presentació n de su prueba, por lo que debo ser capaz de anticiparme, aú n antes de oírla, para
poder tenerlo presente en mi teoría del caso. Estar atento a que prueba que presenta la
contraria puede servir a mi teoría.
220
Muy importante que el patrocinado exponga todos los hechos, de modo de evitar ser
sorprendidos en la audiencia.
221
Informar la estructura a los testigos. Tener nuestras preguntas escritas, y preguntas
alternativas, ya que puede haber algunas preguntas que sean objetadas, por lo que también
debe ir redactada de modo distinto.
No hacer 2 preguntas en una. No repetir lo mismo que diga el testigo. EL hacerse el sordo sería
má s para el contraexamen, para el testigo repita la parte que apoya nuestra teoría.
222
En las de opinió n, no siempre resultan objetables, pues hay algunas imperiosas que
dependen de la situació n que pretende relatar.
223
Clase 08 de Octubre de 2021
5.- ¿Por sentencia firme y ejecutoriada por cambio de sexo? Posible nueva causal jurisprudencial?
Muerte presunta:
224
Se modificaron los plazos por efectos del terremoto del añ o 2010
Es una sanció n jurídica. EN algú n momento se discutía respecto de la nulidad y la inexistencia. Esta
nulidad tiene causales específicas señ aladas en la ley:
225
Parentesco: no se puede en línea recta por consanguinidad. En colateral prohibido hasta el tercer grado.
Por crimen: que haya cometido crimen, o sido formalizado incluso, y luego intente contraer matrimonio con el
o la có nyuge sobreviviente.
Por adopció n rigen las mismas reglas respecto del parentesco. Por afinidad se podría (por ejemplo con mi
cuñ ado, caso de Paloma Aliaga)
Respecto de las cualidades personales, respecto de finalidades propias del matrimonio. La causa de
homosexualidad se refiere a una causa de DIVORCIO POR CULPA, pero continuaría como vicio del
consentimiento, precisamente por afectar a las finalidades del matrimonio.
Respecto del lugar en donde se celebraba el matrimonio, anteriormente debía corresponder al domicilio
de uno de los có nyuges, utilizá ndose muy comú nmente para pedir la nulidad. Hoy no se exige el domicilio.
Causales de Nulidad
226
Algunas estadísticas de Divorcio
227
- Causa imputable al otro có nyuge. Nadie puede beneficiarse de su propio dolo –
- Lo intolerable es aquello inaceptable, lo que no puedo tolerar –
228
Fue un proyecto tramitado en apenas 3 meses.
229
Ocurre que veces en los acuerdos completos y suficientes ocurren diferencias, por más que se trate de un
divorcio de comú n acuerdo, pues dentro de las materias a tratar, está la de los hijos y sus alimentos, régimen
comunicacional y cuidado personal, o incluso respecto de los bienes.
Separació n judicial
230
Se puede demandar en cualquier momento. Con ello no hay obligació n de ciertos deberes como
cohabitació n y fidelidad.
- Nota randon: la informació n financiera, que es una excepció n, solo puede solicitarse en materia de
alimentos, no así de divorcio y de compensació n econó mica –
22 de Octubre de 2021
231
232
Principios del procedimiento
233
- Como VIF, que tiene un procedimiento
especial –
6.- Si no hay acuerdo, el juez determinará el objeto del juicio y los hechos que deben ser probados.
234
- Son manifiestamente impertinentes, aquellas que no dicen relació n con el objeto del juicio ni de los
puntos de prueba que fueron fijados. Que tuvieren por objeto acreditar hechos pú blicos y notorios, por
ejemplo uno que pretenda acreditar que estamos en pandemia. Aquellas obtenidas con infracció n a
garantías constitucionales, dicen relació n con la prueba ilícita, y el respeto y protecció n a la vida privada y
comunicació n privada. Todas quedan a criterio del tribunal en un aná lisis caso a caso –
235
- Para la prueba sobre prueba,
incidentarlo al principio de la audiencia, o incluso por escrito antes, aunque se pida ratificarlo en audiencia, de
modo que no se considere que precluya el derecho a solicitarlo –
- 5° o 3° día, respecto de la
“alegació n oportuna” –
- Respecto de la compensació n econó mica, generalmente se interpone con la demanda, pero recordemos que no
está establecida para uno solo de los có nyuges. El problema está cuando la parte demandada de divorcio contesta
la demanda, o bien no la contesta, y en el día de la audiencia preparatoria, el juez debe informar respecto de ese
derecho, por lo que aú n cuando no se haya contestado la demanda, o fuera de plazo, o incluso haber contestado sin
pronunciarse respecto de una demanda de compensació n, igualmente es posible el poder demandarlo a la instancia
del juez. O sea, su derecho no precluye al no haberlo hecho antes de la audiencia. Por practica, debería pedirse la
suspensió n de la audiencia, pues aú n cuando podría interponerse oralmente, la contraria podría no estar
preparada para ofrecer prueba pertinente, o incluso para contestar. Con el plazo podría pedirse que se interponga
por escrito -
236
237
Clase 23 de octubre 2021, continuació n clase anterior.
- Cuando se demanda el cese, hay que ponerse en el caso de que no se acoja. Que en subsidio, para el evento
que no se acoja el cese, se demande la rebaja–
238
- Todos los testigos son há biles –
- Hay una norma transitoria, principio de libertad de prueba del art. 28, se debe interpretar en el sentido de
que puedo acreditar el cese por otros medios. Puedo acreditar por otros instrumentos que den fecha
cierta. No son exigibles, y para evitar que no den curso a la acció n, se acompañ an para que el tribunal lo
considere como antecedente. No se cumplió con el requisito legal pero se acredita por otros medios. Los
abogados en su escrito de contestació n acompañ an esa jurisprudencia – Venezolana
239
- Garantías de objetividad,
de las que carecería un informe por ejemplo pagado, o de la CAJ cuando se litiga contra ellos mismos -
240
- No es absolució n de
posiciones, sino declaració n de parte en estricto rigor. No hay un contrainterrogatorio, y solo después de su
declaració n, el juez puede preguntar. No está establecida la forma en que se le puede preguntar, por lo que son
más abiertas. El abogado de esa persona solo puede objetar preguntas que no digan relació n con el juicio o de
que no tenga noticia. En estricto rigor, la persona llamada a absolver, en caso de no haberse presentado sobre,
no debería tener la obligació n o deber de entrar, sin embargo, el art. 60 refiere que es obligació n comparecer
personalmente, pero no habría consecuencias en sí, si aquella era la oportunidad de rendirla–
241
242
Falta una lá mina
- Random: En materia de compensació n econó mica no se puede pedir declaració n jurada de patrimonio,
que solo se contempla en alimentos.
VIOLENCIA INTRAFAMILIAR
A veces se canalizan bajo procedimientos de protecció n, y en otras por la ley de VIF o ley 21.013, que
integró el maltrato corporal relevante, y el trato denigrante. Así también podemos encontrar VIF entre otras
personas del grupo familiar, como mayores adultos.
243
244
Violencia intrafamiliar
245
- alcanza hasta el primo o el tío inclusive –
246
- la convenció n interamericana si bien habla de violencia
contra la mujer, se incluye aquí porque la mayoría de la VIF se produce contra la mujer –
247
Procedimiento
248
- se van a decretar mientras se tramite el
procedimiento, aunque se no se haya determinado aú n una responsabilidad, es una diferencia por el momento
procesal. En un caso hay medidas cautelares aunque no haya sentencia; y en el otro caso hay medidas accesorias,
que se aplican junto con la multa –
- Estas medidas NO SON TAXATIVAS, puede el juez o los abogados sugerir medidas novedosas, que se crean
atingentes al caso -
249
250
251
252
253
- habiéndose dado cumplimiento se archivan los
antecedentes, sin que haya condena, disponiéndose la omisió n de la anotació n de los antecedentes en el Registro
Especial de del Registro Civil -
254
MEDIDAS DE PROTECCIÓN
255
256
Falta lá mina
257
258
259
- En principio son taxativas, salvo que
lográ ramos hacer una construcció n jurisprudencial para lograr otra –
260
261
262
263
Clase 19 de Noviembre 2021
264
- aquí se concede en ambos efectos, pues en caso contrario se
cumpliría lo que dictó el tribunal de primera instancia –
- Jamá s tratar de Magistrado a jueces de instancia superior. SSA. ILMA o SSA. EXMA. Podemos además dejar
unos minutos para réplica, siempre que lo anunciemos –
___________
265
-
266
La regla general es que la causa sigue al relator y no a la sala.
“Quisiera hacer una precisió n a lo expresado por sr. Relator. En ese sentido…”
¿Es necesario dejar una minuta escrita? La minuta de alegato se recomienda siempre tenerla. Los alegatos
no se pueden leer, sin embargo sirven para saber los ítems que uno debe decir. Este punteo puede ser la
minuta de lo que se va a alegar. Esta solo va a servir si va a quedar en acuerdo. SI va a resolverse de inmediato,
la minuta no se va a ver.
Nunca confiarse en la suspensió n por incomparecencia, pues podría ocurrir que formen sala para el alegato
CLASE 20-11-2021
267
- 1 vez en cada instancia –
- Tomar nota respecto de la incorporació n de nueva prueba . Debe incorporarse en casos que de haberse
tenido a la vista ese antecedente habría cambiado sustancialmente la decisió n del caso, pudiendo usarse
incluso tratá ndose de un documento que no fue incorporado cuando debía –
268
notificada por el estado la resolució n respectiva
A la Corte no le gusta sentir que genera prueba, pero de todos modos se puede. Si se nos niega el derecho
sin un fundamento, se puede reponer, para luego eventualmente presentar un recurso de casació n en la forma.
La prueba testimonial es tomada por un Ministro de Fe de la Corte, y un Ministro del caso. Sería el Secretario
de la Corte más un Ministro de la Corte del caso. Se cita a ambas partes, para la posibilidad de
contrainterrogar.
269
Audio de alegatos:
¿De qué resolució n se apeló ? ¿De qué materia? ¿Quedamos instruidos? ¿Nos gustó el relato?
Relatora hace notar una mala expresió n del juez. Pide se considere el testimonio de un testigo, que fue
desestimada por ser testigo de oídas.
Si es una materia en que la misma sala se ha pronunciado, entonces acompañ ar. Ojalá uno de los
miembros actuales (señ alar “misma sala” “misma integració n”). No se sugiere incorporar fallos aunque sea de
la misma Corte cuando sea de distinta sala. Entonces salvo que conozcamos bien el criterio de la misma sala,
hacerlo, pero no si fue otra sala o distinta integració n. Acompañ arla entonces si fue la misma sala o al menos
un miembro; o si fue dictada por la Corte Suprema. No citar fallos de primera instancia.
La medida para mejor resolver, puede ser insinuada por los litigantes, o derechamente solicitada, aú n
cuando pareciera que es algo que solo puede decretar de oficio el propio tribunal.
Para acompañ ar o citar jurisprudencia o doctrina, debemos pedir autorizació n al tribunal, señ alando qe
también se citará muy brevemente; Y ESPERAR SU RESPUESTA.
Preparar alegato de má ximo 5 minutos. Se espera un alegato breve, que la Sala quede bien instruida de lo
que estamos recurriendo, argumentos de hecho y de derecho.
270