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El triángulo dramático de Karpman

El triángulo dramático de Karpman es un modelo que describe tres roles que las
personas pueden adoptar en las relaciones interpersonales: víctima, perseguidor y
salvador. Estos roles se suelen intercambiar entre las personas, y el triángulo se
mantiene en funcionamiento a medida que las personas van adoptando diferentes
roles.

El rol de víctima es el de la persona que se siente impotente y necesitada de ayuda.


La víctima suele adoptar un lenguaje pasivo y su comunicación es indirecta. Por
ejemplo, la víctima puede decir cosas como "No puedo hacer nada" o "Siempre me
pasa lo mismo".

El rol de perseguidor es el de la persona que se siente superior a la víctima y que la


critica o la culpa. El perseguidor suele adoptar un lenguaje autoritario y su
comunicación es directa. Por ejemplo, el perseguidor puede decir cosas como "¡No
seas tan vago!" o "¡Siempre tienes que ser el centro de atención!".

El rol de salvador es el de la persona que se siente responsable de la víctima y que se


siente obligada a ayudarla. El salvador suele adoptar un lenguaje paternalista y su
comunicación es indirecta. Por ejemplo, el salvador puede decir cosas como "No te
preocupes, yo me ocupo" o "Déjame que te ayude".

El triángulo dramático es un modelo útil para comprender las relaciones


interpersonales que son conflictivas o tóxicas. Si te encuentras atrapado en el triángulo
dramático, es importante que te des cuenta de los roles que estás adoptando y que
busques formas de salir de él.

Aquí hay algunas maneras de salir del triángulo dramático:

Reconocer los roles que estás adoptando.

Responsabilizarte de tus propias acciones y emociones.

Establecer límites con las personas que te están victimizando o persiguiendo.


Buscar apoyo de personas que te valoren y te apoyen.

Salir del triángulo dramático no es fácil, pero es posible. Si estás decidido a cambiar
tus relaciones, puedes hacerlo.

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