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— Alumno —
INSTITUTO BIBLICO LUZ Y VIDA 1
Epístolas Generales
Plan de Curso
Objetivos:
A. Conocimientos
1. Conocer la biografía de sus escritores
2. Conocer el contenido general de estas epístolas
3. Conocer los temas doctrinales y prácticos que tratan
B. Habilidades
1. Identificar los riesgos que vivía la iglesia primitiva
2. Extraer las enseñanzas prácticas de las epístolas
3. Aplicar en el contexto actual los principios aprendidos
C. Actitudes
1. Desear investigar, retener y aplicar las enseñanzas de las epístolas
2. Apreciar el ejemplo de los apóstoles y su labor pastoral
3. Desear compartir con otros los principios bíblicos
Bibliografía:
• Santa Biblia, Versión Reina Valera, Rev. 1960
• Las Epístolas Generales de Pablo, Fe y Acción.
• Epístolas Pastorales, Carpeta del Instituto Bíblico Patagónico
• Epístolas Generales, Carpeta de la Academia Bíblica para Adultos, CET
• Biblia Plenitud, Reina Valera 1960, Editorial Grupo Nelson
Requisitos de la materia:
• Asistencia y puntualidad
• Elaboración y aprobación del examen final
• Participación activa en clase
• Llevar completa la carpeta de apuntes
Las cartas de Pablo fueron dirigidas a iglesias (como las que estaban en Galacia,
Filipos, Tesalónica, Roma…) y a personas (Como Timoteo y Tito)
Estas siete cartas están distribuidas por todo el período comprendido desde el 45
d.C hasta el año 90 d.C.
2. Autor:
Es probable que él fuera el mayor de los hermanos de Jesús, puesto que se men-
ciona primero en la lista de Mateo 13:55. “¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se
llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas? ¿No están
todas sus hermanas con nosotros?” (Mt 13:55-56).
El Nuevo Testamento dice mucho sobre Jacobo, el hermano del Señor. Jacobo no
era creyente durante la vida de Jesús (Jn 7:2-8). Sin embargo, Jesús se le apareció
después de la resurrección (1 Co 15:7). No sabemos lo que sucedió ese día, pero
sabemos que Jacobo se convirtió en seguidor de Jesús. Él estaba entre los que fue-
ron llenos con el Espíritu el día de Pentecostés (Hch 1:14). Llegó a ser un líder pen-
tecostal importante en la iglesia primitiva. Podemos ver su prestigio en los siguientes
versículos:
2. Fecha:
La epístola de Santiago, como también Gálatas, fue una de las primeras cartas del
Nuevo Testamento. Su referencia a la sinagoga como lugar de reunión para los cre-
yentes, y su énfasis sobre la ley, sugieren que Santiago escribió antes de que la
iglesia se expandiera hasta los gentiles. Muchos eruditos creen que Santiago escri-
bió su carta antes del año 50 d.C.
2. Propósito:
Santiago les escribió como un pastor a los creyentes judíos que estaban enfrentan-
do duras pruebas (Stg 1:2-16; 5:7-11). Algunos creyentes huyeron de Jerusalén de-
bido a la persecución (Hch 8:1). Dondequiera que iban, seguían sufriendo por su fe
y esto fue durante décadas. La carta de Santiago muestra que muchos creyentes
eran pobres y maltratados por los ricos (Stg 2:5-7; 5:1-7). Santiago escribió por dos
razones.
Santiago comienza con un desafío: “…tened por sumo gozo cuando os halléis en
diversas pruebas” (Stg 1:2). Estas palabras no son una sugerencia sino un mandato.
Podríamos pensar que ese gozo es imposible. Pero sí es posible con la ayuda del
Espíritu Santo en nosotros. Él nos permite mirar más allá de la prueba y ver los be-
neficios. Así que con la ayuda de Dios podemos descubrir el gozo en las pruebas.
Dios permite que nuestra fe sea probada con un propósito: desarrollar la paciencia
en nosotros. Paciencia significa “_____________”, la capacidad de continuar a pe-
sar de la adversidad.
Después Santiago les habla a ____________. Observe que Santiago llama “herma-
nos” a los pobres, pero no se refiere a los ricos como hermanos. Algunas personas
ricas son hermanos y hermanas en la familia de Dios, y son una bendición para la
iglesia (Jn 19:38-39; 12:1-8; 1 Ti 6:17-19). Pero cuando Santiago escribió, los ricos
estaban engañando a los pobres. Por lo cual, Santiago frecuentemente se refiere a
los ricos como incrédulos, pecadores que oprimen a los pobres.
Las tentaciones son diferentes de las pruebas. Las tentaciones llegan para hacernos
caer, pero las pruebas se presentan para fortalecernos. Las tentaciones nos derri-
ban, pero las pruebas nos levantan. Nos apartamos de las tentaciones, pero perse-
veramos en medio de las pruebas. La tentación nos lleva al pecado.
El enemigo también nos tienta a través de nuestros conflictos, por eso debemos
responder contrario a lo que el mundo hace siendo:
Muchos cristianos marcan una Biblia sin dejar que la Biblia los marque a ellos. Pien-
san que crecen escuchando un buen sermón o un estudio bíblico. Pero la madurez
no es igual al conocimiento de la Biblia. Cuando lea la Palabra, permita que la Pala-
bra lo lea a usted.
Santiago enfatiza una religión que se manifiesta en la calle. Él nos recuerda que a
Dios le gusta ver nuestra fe en acción.
Cuando Santiago advierte sobre el favoritismo, él quiere decir darles una atención
especial a las personas porque son ricas, influyentes o populares. El apóstol hace
una lista que no es muy distinto a lo que podemos ver hoy en día:
• Oprimían
• Arrastraban a los tribunales (demandaban a los pobres y estos no tenían re-
cursos para defenderse)
• Blasfemaban el nombre de Jesús
Santiago nos dice que la fe verdadera debe producir obras. “… la fe sin obras es
muerta” (Stg 2:20). La fe que no puede producir obras es como un árbol frutal que
no produce ninguna fruta; no tiene valor. Santiago utiliza tres ejemplos para demos-
trar que la fe sin obras es muerta.
a) La fe sin obras es tan inútil como decirle a una persona con hambre que se ali-
mente o a una persona con frío que se caliente (Santiago 2:14-17).
b) La fe sin obras es tan inútil como la fe de los demonios (Santiago 2:18-19)
c) La fe sin obras es tan muerta como el cuerpo sin el espíritu (Santiago 2:26).
La lengua de una persona es pequeña, sin embargo, tiene un gran poder para el
bien o para el mal. Santiago recurre a varias comparaciones para demostrar el po-
der y la influencia de la lengua.
Santiago nos dirige al origen del problema usando tres ilustraciones: una fuente, una
higuera y una vid. Una higuera produce solamente higos; una vid verdadera produce
uvas; un manantial de agua dulce, produce agua dulce. Si una fuente produce el
agua salada, es una clase de fuente incorrecta. Santiago afirma: “ninguna fuente
puede dar agua salada y dulce” (Stg 3:12).
Nuestra lengua no puede producir buenas palabras hasta que purifiquemos nuestro
corazón. Necesitamos permitirle al Espíritu Santo que nos muestre las malas actitu-
des y los valores mundanos que necesitamos eliminar nuestro corazón. El secreto
del agua pura es un pozo o una fuente pura; y el secreto de palabras beneficiosas
es un corazón hecho puro por la presencia de Dios.
2. La sabiduría (3:13-18):
Otro de las formas en las que Santiago trabaja los conflictos existentes en la iglesia
es cortando de raíz la murmuración. El apóstol pone a los que se estaban apartando
al mundo junto a los que juzgaban a otros, dejando en claro que ambas cosas son
pecado.
Santiago reprende al orgulloso. Él advierte a los que dicen: “yo puedo planear mi
futuro sin la ayuda de Dios”. Los creyentes sabios son como Dios; hacen planes con
anticipación. No se preocupan por el mañana (Mt 6:25-34). Pero se preparan para el
futuro, dependiendo de Dios.
• Pecados de acción (errores que cometemos; por ejemplo, culpar a Dios por las
tentaciones, jactarse, maldecir, la concupiscencia, las peleas, las calumnias y las
quejas).
• Pecados de omisión (buenas acciones que omitimos; por ejemplo, descuidar a los
huérfanos y las viudas, o hacer planes sin depender de Dios).
“Pecar no es solamente cometer malas acciones; sino también no hacer lo que Dios
quiere que haga”
Ser rico no es malo. La Biblia elogia a mucha gente rica del Antiguo Testamento,
como Job, Abraham y el rey David. Algunos ejemplos de gente rica y justa del Nue-
vo Testamento incluyen a Nicodemo, José de Arimatea, Filemón y Lidia. Pero San-
tiago 5:1-6 les advierte a los pecadores ricos acerca de cuatro pecados:
Santiago está hablándoles a los creyentes que están luchando y sufriendo. Él está
diciéndoles: “tengan paciencia, sigan fieles, no se rindan”, “porque la venida del Se-
ñor se acerca” (Stg 5:8). El problema es temporal. La venida de Cristo puede ser en
cualquier momento.
• _________________
• _________________
• ________
Cuando Santiago dice “no juréis”, él está prohibiendo los juramentos. En esos días,
la gente solía jurar como parte de la conversación diaria. Una persona podía decir:
“juro por el templo que le pagaré la semana próxima”. Los fariseos, que juraban fre-
cuentemente, decían que ciertos juramentos era obligatorio cumplirlos, mientras que
otros no requerían cumplimiento. Decían que un juramento hecho por el templo no
era nada, pero que un juramento hecho por el oro del templo sí se debía cumplir.
Jesús reprendió esta hipocresía (Mt 23:16-22). Y nuestro Señor enseñó a sus discí-
pulos a decir la verdad y a cumplir su palabra sin usar juramentos
Las pruebas
La tentación
La lengua
La fe
La sabiduría celestial
La riqueza
La oración
2. Autor:
Esta carta no es anónima, sino que declara haber sido escrita por “Pedro, apóstol de
Jesucristo”. Silvano, quien acompañó a Pedro en su segundo viaje misionero, pere-
ce que actuó como su secretario en la redacción de esta carta, lo cual explique el
pulido estilo.
El Nuevo Testamento se refiere a Pedro más de ciento cincuenta veces. Así que sa-
bemos mucho sobre él.
2. Fecha:
Se cree que Pedro murió alrededor del año 64 d.C, esta carta parece haber sido es-
crita más bien al final de su vida por lo que se cree que fue escrita a principios de
los años 60 d.C
3. Propósito:
Esta es sin duda la epístola de “la esperanza en medio del sufrimiento”. El sufrimien-
to es mencionado alrededor de veinte veces en toda la carta, sea directa o indirec-
tamente. El objeto de Pedro es alentar y fortalecer a los cristianos en estas cinco
provincias que están sufriendo pruebas
Pedro escribió esta carta a los elegidos de Dios. Elegido significa “escogido”. Algu-
nas personas se confunden sobre la doctrina de la elección. Un hombre sabio expli-
có: “Dios votó a favor de mi salvación, pero el diablo votó contra mi salvación. Así
que, el voto quedó empatado. ¡Yo voté como Dios, de manera que conseguimos la
mayoría y ganamos la elección!
Esta palabra elegido es importante al comienzo de esta carta de Pedro. ¿Por qué?
Los creyentes dispersos estaban luchando. La persecución les había robado sus
hogares y posesiones y los había separado de sus familias. Mientras trabajaban día
a día, los ricos no creyentes se robaban los salarios de algunos, y asesinaban a
otros (Stg 5:6). En el sufrimiento, ellos necesitaban recordar que Dios los había ele-
gido, y que le pertenecían a Él.
El motivo por el que soportamos las pruebas es por el amor que tenemos a Dios, al
cual seguimos por fe, y eso es lo que nos lleva a la salvación
Pedro les recuerda que otros, con gusto, cambiarían de lugar con ellos. Debido a
que los que están en Cristo tienen una posición de privilegio con respecto a la sal-
vación. Pedro dice que los profetas del Antiguo Testamento cambiarían de lugar con
los creyentes del Nuevo Testamento. Esos profetas buscaron diligentemente. Esta
palabra griega significa “buscar y buscar y buscar”. Los profetas hacían un gran es-
fuerzo para ver el tiempo especial en que vendría el Mesías.
Pedro les explica que ellos, no solamente tuvieron la oportunidad de conocer acerca
de Cristo, sino que también tenían el Espíritu que los acompañaba y fortalecía de
una manera en la que las personas del AT no pudieron experimentarlo
Debido al privilegio que tenemos debemos prepararnos para la batalla en este mun-
do (a lo que se refiere la figura “ceñir los lomos”) y, a pesar de las dificultades, vivir
en santidad.
Humanamente esto sería casi imposible debido a las diferencias de carácter pero
Pedro explica que más allá de lo corruptibles y frágiles que somos los seres huma-
nos, la Palabra de Dios permanece para siempre, y esa es la Palabra que nos salvó
y nos mantiene firmes en ser como Cristo
Por otro lado Pedro ordena a sus lectores que aumenten su hambre de la Palabra
de Dios. Él dice: “Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulte-
rada,” la leche de la que Pedro escribe es la Palabra de Dios. Les recuerda a los
creyentes que nacimos otra vez por obedecer la Palabra de Dios. Entonces él con-
trasta la brevedad de los hombres y su gloria con la Palabra de Dios, que es eterna
La piedra angular era la piedra más importante de un edificio. Era la primera piedra
del fundamento, cuidadosamente puesta, cuadrada y nivelada. Todas las otras pie-
dras estaban alineadas con la piedra angular.
Pedro anima a la iglesia a acercarse a Jesús, la piedra viva que muchos rechaza-
ron, y, continuando con la metáfora, convertirnos en piedras que edifiquen su iglesia.
Pedro hace énfasis nuevamente en nuestra ciudadanía celestial, por la que debe-
mos comportarnos de una manera especial en este mundo en el que no estaremos
para siempre
El apóstol lleva a la iglesia a ver más allá de su propio sufrimiento: el ejemplo dejado
por Cristo
Pedro les dice a las esposas: “Vuestro atavío no sea el externo de peinados osten-
tosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos” (1 P 3:3). Pedro no quiere decir que
usar joyas o ropa bonita sea incorrecto. Él quiere decir que no se debe depender de
esas cosas como la fuente de la belleza. La esposa cristiana no es como la esposa
romana, que usaba ropa costosa y joyería para impresionar a otros
Pedro termina su discusión del matrimonio con una advertencia: “para que vuestras
oraciones no tengan estorbo” (1 P 3:7). Cuando un esposo maltrata a su esposa,
daña su relación con Dios.
• No devolver mal con mal porque el haber sido “provocado” o que nuestra
reacción pecaminosa sea “justificada” no nos hace justos ante Dios. Debe-
mos mantenernos fieles ante el Señor siempre
• Si seguimos el bien nadie puede dañarnos permanentemente porque tene-
mos un futuro eterno, no debemos temer
• Debemos estar preparados para defendernos ante la oposición pero con
amabilidad (por querer “ganar la batalla” no manchemos el nombre de Cris-
to)
• Es mejor que nos juzguen por hacer lo bueno que por hacer lo malo
Pedro utiliza a Jesús como nuestro ejemplo. Nuestro Señor sufrió por un buen pro-
pósito; llevar a la gente a Dios. Y después de que Él murió, el Espíritu lo volvió a la
vida, hasta el lugar de más alto poder, gloria y honor. El ejemplo de nuestro Señor
nos da valor, y quita el miedo al sufrimiento de nuestro corazón. No tememos a lo
que ellos (nuestros perseguidores) temen (1 P 3:14). No tememos la pérdida de es-
tatus, de propiedad, ni siquiera de la vida. Jesús, nuestro Salvador y Señor, es el
que está por encima de toda autoridad y de todo poder.
Debido a que Cristo es nuestro ejemplo no debemos dejarnos vencer por el pecado,
Pedro ejemplifica esto en las siguientes verdades:
• Nuestro tiempo es corto y no podemos vivir lo que nos resta volviendo atrás
al pecado
• El no vivir en la manera del mundo puede traernos oposición de los que no lo
entienden
• La batalla terminará cuando el Señor juzgue a los que están vivos y muertos
espiritualmente
A pesar de las pruebas que estaban viviendo, Pedro hace énfasis nuevamente en
que no será para siempre, por lo que deben prepararse para la eternidad en la ma-
nera en la que vivían diariamente:
• Orar constantemente
• Amarse fervientemente entre los hermanos, a pesar de sus debilidades
• Ser hospedadores y evitar la murmuración
• Aplicar los dones que se recibieron para la edificación de la iglesia
• Servir teniendo siempre la mirada en Dios
Pedro entonces continúa con un mandamiento que hace eco de Santiago 1:2. Él les
dice a sus lectores que respondan a las pruebas dolorosas regocijándose. Los in-
crédulos no entienden el gozo en medio del dolor, pero en Cristo la realidad es dis-
tinta.
Anteriormente, Pedro escribió que el sufrimiento aparta nuestro corazón del pecado
(1 P 4:1). Él comparó el sufrimiento con un fuego que purifica el oro (1 P 1:6-7).
Aquí, él vuelve a este pensamiento. Pedro no está diciendo que toda la persecución
y el sufrimiento se deben al pecado en los creyentes, sino que él está diciendo que
una de las cosas buenas que hace el sufrimiento es purificarnos.
Pedro también hace un contraste entre las pruebas ardientes de los creyentes en
esta vida y el fuego eterno del juicio. No hay comparación entre lo que ahora sufri-
mos y lo que los impíos sufrirán mas adelante.
Los ancianos eran las personas que dirigían la iglesia, los que ahora llamamos pas-
tores. Pedro dedica unas últimas indicaciones para quienes estaban a cargo en me-
dio de la persecución:
Pedro también da instrucciones a los jóvenes, para que mantengan fieles en rela-
ción con la autoridad
2. Autor:
2. Fecha:
La segunda epístola de Pedro fue escrita aproximadamente en el año 66, poco des-
pués de su primera epístola (como podemos ver en 3:1) y poco antes de su martirio
(y aquí podemos leer 1:13-14).
3. Destinatarios:
El apóstol no específica los destinatarios de esta carta, por lo que se puede pensar
que son los mismos que la anterior
3. Propósito:
Así como 1 Pedro alienta a los cristianos que enfrenta la hostilidad del mundo, 2
Pedro advierte contra los falsos maestros que dentro de sus comunidades pueden
conducirlos a la apostasía (abandonar la fe).
GNOSTICISMO
El cuerpo es esencialmente malo y el espíritu esencialmente bueno
Lo importante es el espíritu, lo que el cuerpo haga no es pecado
Jesús no era 100% hombre y 100% Dios sino un hombre “poseído” por Dios
La salvación se alcanza por la búsqueda del conocimiento y la iluminación
Solo unos pocos intelectuales podían alcanzar la verdadera salvación
Pedro inicia la carta bendiciendo a los hermanos por su fe y haciendo énfasis en las
siguientes verdades:
• El es el el dador de todos los dones y el conocimiento, esta verdad es muy
importante frente a la secta del gnosticismo que decía que el conocimiento
humano era el camino para “alcanzar” a Dios, este mensaje aclara que este
se encuentra en Cristo y en la Palabra
• El Señor nos ha dado también una promesa: llegar a ser participantes de su
naturaleza divina gracias a la decisión de haber dejado atrás el mundo y el
pecado por causa suya
Hay solamente una respuesta apropiada y aceptable a lo que Dios ha hecho por no-
sotros, debemos comprometernos con el crecimiento espiritual. Pedro le ordena a
cada creyente con toda diligencia añada a su fe siete cualidades espirituales:
Amor
Afecto Fraternal
Piedad
Paciencia
Dominio Propio
Conocimiento
Virtud
Fe
Al igual que Pablo, Pedro es consciente que se encuentra próximo a partir y es por
eso que tiene la urgencia de afirmarlos en las verdades y hacerles ver sus errores.
El apóstol muestra a la iglesia como identificar a las personas que dicen que ense-
ñan la verdad pero que en realidad están lejos de esta:
• Se mezclan en con los creyentes verdaderos
• Enseñan medias verdades
• Niegan la completa deidad de Cristo
• Hablan mal de cosas que no entienden
• Disfrutan los deseos de la carne
• Seducen a los inconstantes
• Tienen el corazón habituado a la codicia
• Han dejado el camino recto
• Son vacíos como fuentes sin aguas y nubes empujadas por la tormenta
• Hablan palabras infladas y vanas
• Enseñan sobre la “libertad” siendo esclavos del pecado
• Conocieron a Cristo pero volvieron atrás
Pedro hace claridad que estas personas serán castigadas (así en el momento no se
vea) y para eso pone como ejemplo:
• A los ángeles caídos
• Al mundo en tiempos de Noé
• A Sodoma y Gomorra
Sin embargo, en esos ejemplos deja en evidencia como, en medio del castigo a los
malos, Dios preserva a los justos que se mantienen fieles
Pedro pone en evidencia la burla de los falsos maestros acerca de la venida del Se-
ñor, los cuales se quejan de que pasa el tiempo y no ocurre. Para esto el apóstol
aclara lo siguiente:
• La Palabra de Dios se cumplió en el pasado tanto para la creación como
para el diluvio
• Los tiempos de Dios son distintos a los nuestros, no podemos limitarlo a lo
corto de la vida humana
• Lo que para algunos es tardanza es una demostración de la misericordia de
Dios que quiere que todos se salven
• Así como Dios cumplió en el pasado el día del juicio será realidad y la tierra
será destruida
• Para los que le siguen y le aman no hay temor sino el cumplimiento de la
promesa del cielo nuevo y la tierra nuevo junto a El
El apóstol cierra su carta con sus últimas enseñanzas para la iglesia que se encuen-
tra atacada por un lado por la persecución y por otro por los falsos maestros, dejan-
do en claro estas advertencias:
• Ser diligentes en la santidad y la paz
• Guardarse de no dejarse arrastrar por las falsas enseñanzas
• Crecer en la gracia y el conocimiento de Cristo todos los días hasta que el
regrese por su iglesia
A pesar de las pruebas no olvidemos nunca quien es Jesús y de donde nos sacó,
para dejarnos confundir y volver atrás
MIS PRUEBAS Y LO QUE CONOZCO DE
DE DONDE ME SACÓ
DIFICULTADES JESÚS
2. Autor:
El autor se identifica como Judas, “el hermano de Jacobo” y como vimos anterior-
mente en la traducción sería “Santiago”, el líder de la iglesia y escritor de la carta.
En Marcos 6:3 se menciona a Judas como hermano del Señor Jesús
2. Fecha:
Al tener muchas similitudes con 2 de Pedro los eruditos difieren en cual de las dos
se basó en la otra, por lo que se puede fechar desde el 65 hasta el 80 d.C
3. Destinatarios:
Judas no especifica sus destinatarios pero se cree que su carta va dirigida a la igle-
sia en general que tenia creyentes tanto gentiles como judíos (debido a varias refe-
rencias a escritos del A.T)
3. Propósito:
Judas quería escribir sobre las bendiciones de la salvación, pero él sentía que otro
asunto era más importante (Jud 3). Había una crisis terrible. Los falsos maestros se
habían infiltrado silenciosamente y estaban dividiendo a los creyentes (Jud 19).
Judas explica que tuvo que abandonar momentáneamente la escritura de una carta
acerca de la salvación para atender la necesidad urgente de la iglesia.
Desde un inicio remarca la urgencia de, no solo mantenerse firmes en la fe, sino de-
fenderla de los falsos maestros, los cuales señala con las siguientes características
• Convierten la gracia en libertinaje
• Niegan a Dios y a Jesucristo (seguramente desde la perspectiva gnóstica en
donde Jesús fue un hombre mas)
Al igual que Pedro, Judas da tres ejemplos para demostrar que Dios castiga a los
rebeldes: los israelitas, los ángeles y los sodomitas
Con esto se quería hacer énfasis que nadie, por más privilegios o posición que apa-
rente tener, se escapa del juicio final del Señor por sus malas acciones
Judas los trata como soñadores, soñaban que Dios no los juzgaría por el sexo fuera
del matrimonio; que tenían más autoridad que los líderes justos de Dios; que tenían
más poder que los ángeles poderosos y los demonios
Judas dice que los soñadores malvados blasfeman de los seres celestiales, los án-
geles caídos. Judas 8-9 y 2 Pedro 2:10-11 se refieren a la Asunción de Moisés, un
libro Apócrifo (escrituras que la iglesia no consideran como inspiradas por Dios). Ju-
das y Pedro quizás utilizan partes de estos libros para ilustrar una verdad.
Pablo ilustra al Dios verdadero citando a un poeta a quien los griegos de Atenas
respetaban. “Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de
vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos” (Hch 17:28).
Lo que Judas señala es que los ángeles poderosos, como Miguel, demuestran más
respeto por Satanás y los demonios que lo que estas personas demostraban
Judas quiere hacer énfasis en lo peligroso que es aceptar las doctrinas de esas per-
sonas en las iglesias, por lo que los describe de la siguiente manera:
• Hablan mal de lo que no conocen (lo espiritual) y de lo que si conocen (lo
terrenal) se corrompen en el pecado
En los versículos 14 y 15 nuevamente cita a un libro apócrifo para explicar una ver-
dad (1 Enoc 1:9, un libro respetado por la iglesia primitiva pero tiempo después
comprobado que no era inspirado por Dios).
Judas les recuerda a los lectores que ya se había profetizado que iban a haber per-
sonas dentro de la iglesia que iban a torcer la verdad y a justificar sus pecados
Este recordatorio busca llevarlos a darse cuenta que no se trata de situaciones ais-
ladas, era el plan del enemigo para dividir y destruir la iglesia de Cristo
“…toda la gloria sea para Dios, quién es poderoso para evitar que caigan, y para llevar-
los sin mancha y con gran alegría a su gloriosa presencia.” Judas 1:24 (NTV)
• 1 Juan: Jesús es el Hijo de Dios y aquellos que le siguen deben vivir en san-
tidad
• 2 Juan: Advertencia sobre los falsos maestros
• 3 Juan: La hospitalidad hacia los verdaderos maestros cristianos
2. Autor:
La tres cartas fueron escritas por el apóstol Juan, aunque en la primera no lo aclara
específicamente, las tres tienen un estilo similar y evidencias internas que lo confir-
man (1 Jn 1:1; 2:5-6, 24, 27-28)
• Juan se crio en Galilea, era hijo de Zebedeo y hermano de Jacobo, quien fue ase-
sinado por Herodes (Hechos 12:1-2)
• Era pescador al ser llamado por el Señor (Mr 1:19-20) y fue escogido como uno de
los doce apóstoles (Mr 3:14-18)
• Fue llamado “hijo del trueno” por su impulsividad (Mr 3:17)
• Estuvo presente en la Resurrección de la hija de Jairo (Mr 5:37), en la transfigura-
ción de Jesús (Mr 9:2), en el Getsemaní (Mr 14:33) y en muchos otros momentos
importantes de la vida del Señor
• Fue uno de los líderes de la Iglesia Primitiva (Hech 1:13; 3:9-11)
2. Fecha:
3. Destinatarios:
• 1 Juan: Busca orientar a la iglesia respecto a los conflictos que tenían res-
pecto de la deidad de Cristo y su propia salvación; esto era ocasionado por
la infiltración de maestros de falsas doctrinas
• 2 Juan: Busca orientar a la iglesia acerca de no recibir ni hospedar a los fal-
sos maestros, quienes viajaban de iglesia en iglesia contaminándolas si eran
recibidos
• 3 Juan: Esta carta habla de los genuinos maestros que recorrían las iglesias
y que necesitaban ayuda. También denuncia Diótrefes, un líder importante
que no respetaba a Juan ni era hospitalario con estos.
El apóstol habla acerca del mensaje recibido de primera mano dividiéndolo en varias
verdades que contradecían las falsas doctrinas:
• Dios es luz, lo cual habla de su santidad completa, contraria a la doctrina
que decía que era un humano “poseído” por Dios y dejaba en entredicho su
santidad
• Si se tiene comunión con Dios no se debe pecar, debemos también andar en
la luz
• Una demostración de andar en la luz es tener comunión con los demás
• La sangre de Jesucristo es la que nos limpia del pecado, no la “iluminación”
personal
• Todos hemos pecado, contrario a lo que decían los gnósticos donde el peca-
do no existía en el espíritu y el cuerpo podía hacer lo que quisiera
• Para ser limpios debemos confesar nuestros pecados
• Si decimos que no tenemos pecado contradecimos al mismo Dios que pro-
curó el plan de redención para la humanidad
Si bien Juan hace énfasis en que todos pecamos no nos deja con el pensamiento de
que no hay vuelta atrás, hace un paréntesis para aclarar que Jesús es nuestro abo-
gado, el intercesor el que nos libra de las cuerdas del pecado.
Termina esta parte aclarando que no es algo para solo unos pocos, Cristo ofrece su
salvación a todo el mundo, todo el que desee estar en comunión con Él
Muchos de los falsos maestros decían que conocían a Jesús pero no guardaban sus
mandamientos, lo cual hacía dudar a la iglesia. Juan aclara algunas características
que deben tener los verdaderos cristianos
• Guardan los mandamientos de Dios y siguen su Palabra, demostrando que
el amor de Dios ha actuado en ellos
• Andan como Jesús anduvo, practicando sus enseñanzas
• Aman a sus hermanos, la luz se demuestra en la forma en la que tratan a
otras personas
Juan anima a la iglesia mostrándoles cuanto han avanzado en Dios, para que no se
desanimen frente a los estándares que acaba de dar pero también para prepararlos
para las instrucciones que vienen; se refiere a 3 grupos no de acuerdo a la edad
cronológica sino a su madurez espiritual
• Los__________: Sus pecados fueron perdonados y conocieron al Padre
• Los __________: Vencieron al maligno, son fuertes y la Palabra de Dios
permanece en ellos
• Los __________: “conocéis al que es desde el principio”, elogiando su ma-
durez espiritual y su compromiso, han seguido a Dios fielmente.
Sin importar el nivel de madurez espiritual que se tenga el riesgo de caer es inmi-
nente y eso ocurre cuando se ama al mundo estando con Dios
No se puede amar al Padre y al mundo a la vez, el seguir el pecado nos aparta au-
tomáticamente de Dios.
Los deseos de la carne (intenso deseo por el placer físico), los deseos de los ojos
(deseo insaciable por todo lo que vemos) y la vanagloria de la vida (orgullo de nues-
Juan le recuerda a la iglesia sobre la profecía de la venida del anticristo, sin embar-
go muestra que el mismo espíritu esta en los falsos maestros, a quienes llama “anti-
cristos”
Ellos no son personas que no conocen la verdad, estaban dentro de la iglesia y eli-
gieron apartarse y enseñar que Jesús no era el Mesías queriendo seguir solamente
al Padre
Esta doctrina no es muy distinta a muchas que se hablan hoy en día, debemos estar
alertas a todo pensamiento que rebaje al Hijo de Dios y que parezca real, la unción
del Espíritu Santo es la que os guiará a la verdad
Pare vencer los engaños de estos “anticristos” se presentan las siguientes reco-
mendaciones:
• Permanecer en la Palabra que les fue dada, eso les va a ayudar a permane-
cer también en el Señor (muchos querían ser cristianos sin basarse en la Pa-
labra)
• Recordar siempre la vida eterna, no enredarse en cosas pasajeras y en pe-
cados que traen satisfacción inmediata
• Permanecer en la unción, esto se refiere al Espíritu Santo, el que guía a toda
verdad. Con “no tenéis necesidad de que nadie os enseñe” no quiere decir
que no debemos aprender de ningún maestro humano, sino que no debe-
mos reemplazar la comunión con el Señor por las palabras humanas
• Mantener la esperanza de que si permanecemos no tendremos que alejar-
nos avergonzados en la Segunda Venida, sino que recibiremos la recom-
pensa
Nacidos de Dios es una metáfora; una manera de describir a los que tienen una
nueva relación con Dios, en contraste con los injustos. Su punto principal es que el
comportamiento es una señal que identifica al padre de alguien; ya sea a Dios o Sa-
tanás
• El que es nacido de Dios no practica el pecado: Acá no busca el perfec-
cionismo o si no se contradeciría con 1:8 y 2:1; se refiere al deprecio de la
ley pecando habitualmente. El pecado es natural para los impíos pero no
puede serlo para los hijos de Dios
• El que es nacido de Dios ama a su hermano: Se refiere a no cometer in-
justicias ni vivir bajo la envidia y la competencia, a pesar de que seamos juz-
gados por vivir así. La falta de amor por el otro es tan grave como el asesi-
nato, porque no lleva a justificar cualquier acción negativa
Acá Juan sube un poco más la vara y habla, de no solo decir que amamos a otros
sino a demostrarlo a través de acciones concretas, dando nuestra vida con Jesús lo
hizo
Una forma práctica es no retener nuestros bienes si vemos la necesidad en otros,
ser sensibles a la voz del Espíritu Santo que nos lleva a no pensar en nuestro indivi-
dualismo y a recordar que ____________________________, por eso debemos
ayudar a quien lo necesite
Se trata de creer en Jesús y también de amar a otros, y para eso necesitaremos la
ayuda del Espíritu Santo
Como Juan explicó al finalizar el capítulo anterior, es necesario del Espíritu Santo
para nuestra salvación y para caminar en nuestra vida cristiana, sin embargo, tam-
bién los impíos tienen un espíritu de pecado que debe ser identificado
• Pone en duda la deidad de Cristo y su encarnación, cuestionando o su san-
tidad o su humanidad
• Es del mundo y habla más de las cosas del mundo, por lo que es más acep-
tado por todos que el espíritu de verdad
Juan muestra que la fe, el amor y la obediencia se relacionan entre si. La fe nos
conduce a una relación de amor con Dios; ese amor nos lleva a amar a otros cristia-
nos y a la obediencia de sus mandamientos.
Estos no son una carga, porque los beneficios prácticos de obedecer las leyes de
Dios contribuyen por entero al bienestar personal.
Nuestra fe nos trae la victoria sobre el mundo, siendo un arma espiritual con la que
podemos combatir tanto en las tentaciones como en las persecuciones de una so-
ciedad sin Dios
Aquí el apóstol ataca de frente la doctrina gnóstica que creía que Jesús era un
hombre normal hasta el bautismo en donde el espíritu de Dios entró en el y se volvió
a ir al momento de su resurrección.
Este pensamiento le quita su deidad y lo hace un mártir más. También ocasiona que
cualquier otra persona pueda llegar a ser el Mesías si Dios lo “posee” con su espíri-
tu, restando toda importancia a la obra de Cristo en la tierra
Juan enfatiza que Jesús vino mediante “__________________________” (1 Jn 5:6).
Las palabras “mediante agua” se refieren al bautismo de Jesús. Jesús era el Hijo de
Dios antes del bautismo en agua, durante el bautismo en agua, y lo siguió siendo
después. El Padre y el Espíritu testificaron que Jesús es el Hijo de Dios, no sola-
mente un hombre ungido por el Espíritu.
El agua del bautismo y la sangre del Calvario son los testigos terrenales de que Je-
sús es el Mesías, el Hijo de Dios. Pero el testigo principal es el Espíritu, mencionado
primero porque Él es Dios, el testigo más importante (1 Jn 5:7).
El amor de Dios no solo nos libró del pecado, nos ayuda a caminar en santidad y
nos da una esperanza en el cielo, está presente en nuestro día a día a través de la
oración
Juan afirma nuestra confianza en que el oye nuestras oraciones y las responde si
pedimos conforme a su voluntad, lo cual se logra al permanecer en Él y ser guiados
por su Espíritu Santo día a día
En los dos primeros siglos de la iglesia, los evangelistas, los maestros y los misione-
ros llevaron el mensaje del evangelio de un sitio a otro. Muchas de las casas de
huéspedes tenían una mala reputación por la inmoralidad. Así que, era común que
estos predicadores que viajaban se quedaran en los hogares de creyentes. Los que
proveían este amor y esta hospitalidad daban alojamiento y alimento, mientras los
ministros permanecían en el hogar, e incluso les ayudaban para su viaje. Los falsos
maestros, como los gnósticos, también contaban con esta hospitalidad. El propósito
principal de Juan al escribir era animar a los creyentes a practicar el discernimiento
al ofrecer hospitalidad a los maestros viajeros. De otro modo, un cristiano habría
podido apoyar el error en vez de la verdad
En la primera oración de esta carta, Juan les expresa el amor a sus lectores. Dice
que él y todos los que conocen la verdad aman a los creyentes a quienes él les está
escribiendo
Sin embargo, no se puede manifestar el amor sin estar firmes en la verdad, y esta
se encuentra en los mandamientos de Dios
La mayoría de las veces se da en nombre del amor. Pero las Escrituras enfatizan
que el amor necesita la verdad para tener una guía. La hospitalidad es una forma de
dar amor, pero Juan advierte en contra de proveer para causas incorrectas. El an-
ciano apóstol prohíbe dar hospedaje, alimento o incluso saludos a los enemigos del
verdadero evangelio.
A primera vista, las palabras de Juan pueden parecer duras. Pero el asociarse con
los enemigos del evangelio puede dar un mensaje confuso a otros. Si ayudamos a
líderes de enseñanzas y de cultos falsos, ellos pueden utilizar nuestro nombre para
recomendarse.
Otros quizás sigan a los falsos maestros si nos ven con ellos u oyen que les ayuda-
mos. Los ingenuos pueden confundir nuestra amabilidad con nuestra aprobación.
Así que, Juan prohíbe cualquier conexión con los falsos maestros.
Juan cierra la carta con el mismo amor con el que la inició, hablando de su deseo de
ir pronto a visitarlos y poder gozarse juntos. Se evidencia como no es una carta de
reproche sino de advertencia y guía
Juan le escribió la tercera carta a su querido amigo Gayo. La carta se inicia con un
saludo habitual. Juan quiere que todo marche bien para Gayo. Puesto que está
prosperando espiritualmente, Juan quiere que su amigo querido esté bien física y
emocionalmente, y en toda la vida.
También lo elogia por andar en la verdad, mostrando su alegría de saber que a pe-
sar de todas las circunstancias se mantiene fiel
Gayo era un hombre con un corazón abierto y una casa abierta, otros creyentes le
llevaron a Juan buenos informes de Gayo. Declararon su fidelidad a la verdad y su
amor para los hermanos misioneros que viajaban de un lugar a otro (3 Jn 3, 5).
Un posible líder de la
iglesia rebelde, que no
Un creyente fiel que Un misionero que
recibía a los misioneros y
hospedaba a los misioneros enseñaba sana doctrina
quería tener el primer
lugar en la iglesia
Estos cierres nos dejan también la claridad de cuantas cosas no quedaron escritas
pero que fueron vividas en el día a día de las iglesias, y como el Señor eligió algu-
nas para enseñarnos principios puntuales