Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Christi
Anno Domini MMXX
Canto
Cantemos al Amor de los Amores cantemos al Señor, Dios está aquí, ¡venid adoradores,
adoremos, a Cristo Redentor!
¡Gloria a Cristo Jesús, cielos y tierra, bendecid al señor honor y gloria a Ti, rey de la
gloria amor por siempre a Ti Dios del Amor!
Unamos nuestra voz a los cantares del Coro Celestial, Dios está aquí, al Dios de los
Altares alabemos con gozo angelical.
Oración
Adoramos, oh Cristo, tu cuerpo glorioso,
nacido de la Virgen María,
por nosotros has querido sufrir,
por nosotros has sido ofrecido víctima en la cruz
y de tu costado traspasado
ha brotado el agua y la Sangre de nuestro rescate.
Oración espontánea.
Himno
Ven, Jesús, mi Salvador
Divino Cordero;
Ven a mí, dulce Señor,
Oh mi Dios, mi amor!
Eres Padre tierno,
Eres buen Pastor;
Eres verbo eterno
Nuestro Redentor.
¡Oh de mi esperanza
Dulce galardón!
Te doy alabanza
Y mi corazón.
En Ti siempre espero,
Aumenta mi fe;
Con amor sincero
Te recibiré.
En esta apariencia,
Divino manjar,
Tu santa presencia
Quieres ocultar.
Oh Sabiduría,
Eterno Señor;
Ven en este día
A darme tu amor!
Jesús de mi vida;
Nunca más pecar;
Sólo a Ti rendida,
Mí alma quiere amar.
Gloria al Padre.
Canto
Pan transformado en el Cuerpo de Cristo,
vino transformado en la Sangre del Señor.
Oración
¡Tarde te amé,
hermosura tan antigua y siempre nueva,
tarde te amé!
Y ves que tú estabas dentro de mí y yo fuera,
Y por fuera te buscaba;
Y deforme como era,
Me lanzaba sobre estas cosas hermosas que tú creaste.
Tú estabas conmigo más yo no lo estaba contigo.
Me retenían lejos de ti aquellas cosas
Que, si no estuviesen en ti, no serían.
Llamaste y clamaste, y rompiste mi sordera:
Brillaste y resplandeciste, y fugaste mi ceguera;
Exhalaste tu perfume y respiré,
Y suspiro por ti;
Gusté de ti, y siento hambre y sed;
Me tocaste y me abrasé en tu paz.
"Nos hiciste, Señor, para ti, y nuestro corazón está inquieto hasta
que descanse en ti"
San Agustín
Oración
Padre, que se haga tu voluntad en cielo como en la tierra,
porque te amo con todo el corazón,
pensando siempre en Ti;
porque te amo con todas mis fuerzas,
siempre desinteresadamente;
porque te amo con toda mi mente,
dirigiendo mis pensamientos a Ti
y mirando todas las cosas que haces;
porque te amo con todo mi ser,
sintiendo el amor que revelaste en la cruz de tu Hijo Jesús.
Para que yo aprendiera amar a mi prójimo como a mí mismo
San Francisco de Asís
Oración espontánea.
Nos unimos diciendo:
Regálanos tu salvación.
Himno
Jesús, amor de las almas,
compañero en las jornadas:
tan cercano y asequible
que en mí tienes tu morada.
Encarnado como Hombre,
tu divinidad ocultas,
y al hacerte Eucaristía,
por completo te despojas.
En tu presencia se rinden
todos los celestes coros,
y en la tierra no se aprecia
que te quedes con nosotros.
De tu costado nacida,
en la Iglesia sigues vivo:
con tu gracia y sacramentos
das la vida al redimido.
Jesucristo, León fuerte
y Cordero obediente;
en tu Corazón conforten
su valor las almas débiles.
Por el Padre coronado,
el Señor de tierra y cielo
nos envíe su Paráclito
que nos guíe al Reino eterno.
Amén.
Gloria al Padre.
Canto
Oh, buen Jesús, yo creo firmemente que por mi amor, estás en el altar; que das tu Cuerpo y Sangre
juntamente, al alma fiel en celestial manjar.
Indigno soy, confieso arrepentido, de recibir la Santa Comunión; Jesús, que ves mi nada y mi
pecado, prepara Tú mi pobre corazón.
Oración
Aquí estamos, Señor, delante de ti, sabemos que no nos engañan porque
creemos firmemente que estás aquí presente y que te vemos con los ojos de la
fe. No te olvides de nosotros, sino que míranos con los ojos llenos de
misericordia, como lo hiciste con Pedro, estamos frente a ti con nuestras malas
obras y nuestros pecados.
¿Cómo podemos permanecer delante de ti? Oh Señor, límpianos de nuestros
pecados, de los pecados que nos alejan de ti, sananos de nuestros males y
haznos dignos de volver en tu gracia. Amén.
San Carlos Borromeo
V/ Bendito, alabado y adorado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
R/ Sea para siempre bendito y alabado.
Oración
Tú eres santo, Señor Dios único, que haces maravillas.
Tú eres fuerte, tú eres grande, tú eres Altísimo.
Tú eres Rey omnipotente.
Tú eres Padre santo, Rey del cielo y de la tierra.
Tú eres Trino y Uno, Señor Dios de los dioses.
Tú eres el Bien, todo el Bien, el sumo Bien, Señor Dios vivo y verdadero.
Tú eres Amor, tú eres Caridad.
Tú eres Sabiduría, tú eres Humildad, tú eres Paciencia.
Tú eres belleza, tú eres Seguridad, tú eres Paz.
Tú eres Gozo y Alegría, tú eres nuestra Esperanza.
Tú eres Justicia, tú eres Templanza, tú eres toda nuestra Riqueza.
Tú eres Belleza, tú eres Mansedumbre.
Tú eres Protector, tú eres nuestro Custodio y Defensor.
Tú eres Fortaleza, tú eres Refugio.
Tú eres nuestra Esperanza, tú eres nuestra Fe.
Tú eres Caridad, tú eres nuestra Dulzura.
Tú eres nuestra Vida eterna, grande y admirable Señor,
Dios Omnipotente, misericordioso Salvador".
San Francisco de Asís
Oración espontánea.
Himno
Esta es mi Sangre,
ofrenda de la tarde:
¡oh gran Misterio!
- Este es mi Cuerpo:
cual víctima me entrego:
¡oh gran Misterio!
Te adoro, Carne,
Pan de hombres y de ángeles:
¡oh gran Misterio!
- Hacedlo en mi memoria
hasta el tiempo sin horas:
¡oh gran Misterio!
- Como víctima única,
mi Carne, Alianza fúlgida:
¡oh gran Misterio!
¿No prolongas tu muerte
por darnos vida siempre?
¡Oh gran Misterio!
Si contigo en el Gólgota,
contigo en la victoria:
¡oh gran Misterio! Amén.
Gloria al padre
Canto
Bendito, bendito, bendito sea Dios
Los ángeles cantan y alaban a Dios
Oración
Yo te adoro, Señor, con reverencia,
oculto en esa cándida apariencia:
A Ti mi corazón está rendido,
y contemplando en Ti, desfallecido.
La vista, el tacto, el gusto se equivoca,
más el oído asenso fiel provoca.
Con gran firmeza creo cuanto dijo
la verdad infalible de Dios Hijo.
En la cruz la Deidad estaba oculta,
aquí aún la Humanidad amor sepulta.
Una y Otra creyendo y proclamando,
pido lo que el ladrón pidió penando.
Como Tomás, las llagas no percibo;
mas ¡oh Dios! te confieso eterno y vivo.
Haz que siempre en Ti crea firme y constante,
que espere en Ti y te sea fino amante.
¡Oh, excelso memorial de tu tormento,
Pan vivo que a los hombres das aliento!
Concédeme que mi alma de Ti viva,
y tu dulce sabor siempre perciba.
Con tu sangre, pelícano sagrado,
lávame de las manchas del pecado;
pues una sola gota es suficiente
para lavar al mundo delincuente.
Oh, Jesús, a Quién velado ahora miro,
hágase lo que tanto yo suspiro:
que amándote yo aquí constantemente,
sea dichoso contigo eternamente.
Adaptación del texto original de Santo Tomás de Aquino
Oración
Quédate todavía cercano a mí, Señor. Ten tu mano sobre mi cabeza y haz que
también tenga mi cabeza bajo tu mano.
Tómame como soy, con mis defectos, con mis pecados, pero hazme llegar a
ser como tú deseas y como yo también deseo. Amén.
Juan Pablo I
Himno
En la cena del Cordero,
habiendo ya cenado,
acabada la figura,
comenzó lo figurado
por mostrar Dios a los suyos
cómo está de amor llagado,
todas las mercedes juntas
en una las ha cifrado:
pan y vino material
en sus manos ha tomado,
y en lugar de pan y vino,
cuerpo y sangre les ha dado.
Gloria al padre
Canto
Ha venido el Señor a traernos la paz.
ha venido el Señor y en nosotros está.
Oración
Amable Jesús mío, viniste al mundo para dar tu vida divina a todas las almas.
Quisiste hacerte nuestro alimento diario para conservar y fortalecer esta vida
sobrenatural, frente a las debilidades y faltas de cada día.
Oración
Oh Dulcísimo Jesús,
que escondido bajo los velos eucarísticos,
escuchas piadoso nuestras súplicas humildes,
para presentarlas al trono del Altísimo,
acoge ahora los anhelos ardientes de nuestros corazones.
Ilumina nuestras inteligencias,
reafirma nuestras voluntades,
revitaliza nuestra constancia
y enciende en nuestros corazones la llama de un santo entusiasmo,
para que, superando nuestra pequeñez y venciendo toda dificultad,
sepamos ofrecerte un homenaje no indigno de tu grandeza y majestad
y adecuado a nuestras ansias y santos deseos.
Amen,
Pio XII
Oración espontánea.
Himno
¡Gloria al Señor! ¡Hossana en las alturas
al Dios que sobre el gólgota sangriento
remidiendo al morir las criaturas
su cuerpo les dejó por alimento!
¡Gloria al Señor en cuya fe seguras
sus almas tornarán al firmamento,
donde se ofrece en celestial comida
germen de luz y manatial de vida!
Gloria al padre
Canto
Este alimento renueva nuestras fuerzas
para caminar a la gran liberación.
Oración
Amado Señor,
ayúdame a esparcir tu fragancia donde quiera que vaya.
Inunda mi alma de espíritu y vida.
Penetra y posee todo mi ser hasta tal punto
que toda mi vida solo sea una emanación de la tuya.
Brilla a través de mí, y mora en mi de tal manera
que todas las almas que entren en contacto conmigo
puedan sentir tu presencia en mi alma.
Haz que me miren y ya no me vean a mí sino solamente a ti, oh Señor.
Quédate conmigo y entonces comenzaré a brillar como brillas Tú;
a brillar para servir de luz a los demás a través de mí.
La luz, oh Señor, irradiará toda de Ti; no de mí;
serás Tú quien ilumine a los demás a través de mí.
Permíteme pues alabarte de la manera que más te gusta,
brillando para quienes me rodean.
Haz que predique sin predicar, no con palabras sino con mi ejemplo,
por la fuerza contagiosa, por la influencia de lo que hago,
por la evidente plenitud del amor que te tiene mi corazón.
Amén.
Beato John Henry Newman
Oración
Nosotros te seguimos, Señor Jesús; pero para seguirte, llámanos, porque sin tu
llamada ninguno podría seguirte. Solamente Tú eres el camino, la verdad, la
vida, la posibilidad, la fe, la recompensa. ¡Recíbenos, afiánzanos, danos la
vida nueva.
San Ambrosio
Oración espontánea.
Himno
Amor de ti nos quema, blanco cuerpo;
amor que es hambre, amor de las entrañas;
hambre de la palabra creadora
que se hizo carne; fiero amor de vida
que nos se sacia con abrazos, besos,
ni con enlace conyugal alguno.
Solo comerte nos apaga el ansia,
pan de inmortalidad, carne divina.
Nuestro amor entrañado, amor hecho hambre,
¡oh Cordero de Dios!, manjar Te quiere;
quiere saber ardor de tus redaños,
comer tu corazón, y que su culpa
como maná celeste se derrita
sobre el ardor de nuestra seca lengua,
que no es gozar en Ti; es hacerte nuestro,
carne de nuestra carne, y tus dolores
pasar para vivir muerte de vida.
Y tus brazos abriendo como en muestra
de entregarte amoroso nos repites:
"¡Venid, comed, tomad: esto es mi cuerpo!"
¡Carne de Dios, verbo encarnado, encarna
nuestra divina hambre carnal de Ti!
Gloria al Padre.
Canto
Tú has venido a la orilla,
no has buscado ni a sabios ni a ricos.
Tan sólo quieres que yo te siga.
Oración
Jesús, Maestro divino, te adoramos como Verbo encarnado, enviado por el
Padre para enseñar a los hombres las verdades que dan la vida. Tú eres la
Verdad increada, el único Maestro; sólo tú tienes palabras de vida eterna.
Te damos gracias por haber encendido en nosotros la luz de la razón y de la fe,
y habernos llamado a la luz de la gloria.
Nos adherimos con toda nuestra mente a ti y a la Iglesia; y rechazamos cuanto
la Iglesia rechaza.
Maestro, muéstranos los tesoros de tu sabiduría, danos a conocer al Padre,
haznos auténticos discípulos tuyos. Aumenta nuestra fe, para que lleguemos a
contemplarte eternamente en el cielo.
Beato Giacomo Alberoni