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2.1.

SISTEMA TEGUMENTARIO (PIEL)

La piel o membrana cutánea, que cubre la superficie externa del cuerpo, es el


órgano más importante tanto en superficie como en peso. En los adultos, la piel
abarca una superficie de alrededor de 2 m2 y pesa 4,5-5 kg, aproximadamente el 16
% del peso corporal total. Su espesor varía entre 0.5 mm en los párpados hasta 4
mm en el talón. Sin embargo, en gran parte del cuerpo mide 1-2 mm (4).

La piel es un órgano porque consta de varios tipos de tejidos que están dispuestos
de un modo estructural para funcionar juntos. Como resultado de esta coordinación,
la piel realiza diversas
funciones, algunas de ellas de
una importancia primordial para
la supervivencia humana (5).

2.1.1. CAPAS DE LA PIEL

Por su estructura, la piel se


compone de dos capas (figura
Figura 1. Capas de la piel (4).
1). La externa o epidermis es Fig. 1. Capas de la piel (captura 1)

epitelial, mientras que la


subyacente más gruesa, o dermis (también denominada corion) se compone de
tejido conectivo. Las dos forman una masa compacta que descansa sobre una capa
subyacente de tejido conectivo más laxo, el tejido subcutáneo o hipodermis, que a
menudo posee abundancia de lípidos y relaciona la piel con las estructuras más
profundas (fascias, periostio, pericondrio).

La piel contiene distintas estructuras de origen epidérmico, como el pelo, las uñas y
las glándulas sebáceas y sudoríparas, que reciben el nombre de anexos cutáneos
o faneras (6).

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2.1.1.1. EPIDERMIS

La epidermis constituye la primera barrera de protección contra microorganismos y


radiaciones ultravioletas, la perdida de agua y de ciertos compuestos químicos,
además de proveer una barrera biológica, química y física eficaz entre los ambientes
externo e interno, la piel contribuye a mantener constante el medio interno a través
de la regulación de la temperatura corporal y la pérdida de agua (6). En la epidermis
existen cuatro tipos principales de células, como son los melanocitos, que inyectan
el pigmento formado por ellos a los queratinocitos; las células de Langerhans, que
tienen funciones inmunológicas, y las células de Merkel, de función sensorial poco
conocida. Este epitelio carece de vasos y nervios, y se ve perforado por los anejos,
unos glandulares (glándulas sebáceas y sudoríparas ecrinas y apocrinas) y otros
queratinizados (pelos y uñas) (8).

Aproximadamente el 90 % de las células epidérmicas son queratinocitos, los cuales


están distribuidos en cinco capas y producen la proteína queratina. La queratina es
una proteína fibrosa y resistente que protege a la piel y los tejidos subyacentes del
calor, microorganismos y agentes químicos (4).

Alrededor del 8% de las células epidérmicas son melanocitos que derivan del
ectodermo embrionario y producen el pigmento melanina. La melanina es un
pigmento de color amarillo-rojizo o pardo-negruzco que le otorga color a la piel y
absorbe los rayos ultravioleta (UV) nocivos. Una vez dentro de los queratinocitos,
los gránulos de melanina se agrupan formando un velo protector sobre el núcleo,
hacia la superficie de la piel. De este modo protegen el ADN nuclear del daño de la
luz UV (4).

La piel actúa como una de las primeras líneas de defensa contra los
microorganismos y está expuesta constantemente a antígenos microbianos y no
microbianos, que son procesados por las células dendríticas intradérmicas
conocidas como células de Langerhans (9).

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Las células de Langerhans derivan de la médula ósea hacia la epidermis, donde
constituyen una pequeña fracción de las células epidérmicas. Secretan factores que
potencian las respuestas inmunitarias innatas y migran desde la piel a los ganglios
linfáticos regionales, donde presentan sus cargas antigénicas a los linfocitos T y
estimulan al sistema inmunitario adaptativo (4, 9).

Las células de Merkel son células que se encuentran en la capa basal de la


epidermis, especialmente de los pulpejos de los dedos, en las mucosas oral y labial
y en la vaina epitelial externa de los folículos pilosos. Presentan características
neuroendocrinas y epiteliales (8).

Varias capas de queratinocitos en distintos estadios forman la epidermis. En casi


todo el cuerpo la epidermis tiene cuatro capas o estratos: basal, espinoso, granuloso
y un estrato córneo fino. Esta es la llamada piel delgada. Donde la fricción es mayor
en la yema de los dedos, las palmas de las manos y las plantas de los pies, la
epidermis tiene cinco estratos: basal, espinoso, granuloso, estrato lúcido y una capa
córnea gruesa. Ésta es la llamada piel gruesa (4).

Estrato basal o estrato germinativo

Se compone de una única capa de células cilíndricas bajas o cúbicas con núcleos
ovales y citoplasma basófilo. Desde el punto de vista ultraestructural, las células
basales se caracterizan por contener un citoesqueleto compuesto por una red
extendida relativamente difusa de filamentos de queratina, cuyos haces conforman
las tonofibrillas. Éstos están compuestos por una proteína que forma la queratina
en las capas epidérmicas más superficiales, y convergen hacia los demosomas, que
unen las células del estrato basal entre sí y a las células del estrato espinoso
adyacente, y los hemidesmosomas, que unen a los queratinocitos a la membrana
basal dispuesta entre de la dermis y la epidermis. Los melanocitos, las células de
Langerhans y las células de Merkel con sus discos táctiles están dispersos entre los
queratinocitos de la capa basal (4, 6).

Estrato espinoso

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Lo constituyen células poligonales que poseen puentes intercelulares, estructuras
que sirven como medio de unión entre ellas y a la vez con las capas adyacentes. El
número de estas células también varía dependiendo de la región corporal de que
se trate, en general es de cinco a siete hileras (10).

Estrato granuloso

Se compone de tres a cinco capas de células aplanadas, con el eje longitudinal


paralelo a la superficie de la piel. El citoplasma contiene una cantidad creciente de
gránulos muy basófilos, denominados gránulos de queratohialina (6).

Estrato lúcido

Está presente solo en la piel gruesa de la yema de los dedos, las palmas de las
manos y las plantas de los pies. Consiste en tres a cinco capas de queratinocitos
muertos, transparentes y aplanados que contienen grandes cantidades de queratina
y membranas plasmáticas engrosadas (4).

Estrato córneo

Se compone de numerosas capas de células planas totalmente queratinizadas y


anucleadas. Las células córneas. Estas células se descaman continuamente y son
reemplazadas por las células de los estratos más profundos. El interior de las
células contiene sobre todo queratina.

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2.1.1.2. DERMIS

Es la capa que sirve de sostén a la epidermis, a la que aporta sus nutrientes, y que
contiene los anejos y las estructuras vasculonerviosas. Es una fascia superficial de
tejido conjuntivo compuesta por células, fibras y sustancia fundamental, que tiene
diferente textura según zonas del cuerpo y edad de la persona, variando su grosor
desde 1 mm en los párpados hasta los 5 mm en la espalda. Es de 15 a 40 veces
más gruesa que la epidermis (8).

En el tejido conectivo dérmico están incluidos los folículos filosos y las glándulas
sudoríparas y pilosas.
La dermis se compone de dos capas no muy diferenciadas: junto a la epidermis el
estrato papilar, más delgado, y por debajo el estrato reticular, más grueso (6).

Estrato papilar

Porción superficial de la dermis (alrededor de una quinta parte), constituida por


tejido conectivo areolar con fibras elásticas; contiene paplilas dérmicas que
albergan capilares, corpúsculos del tacto y terminales nerviosos libres (4).

Estrato reticular

Es mucho más gruesa que la papilar, ocho o nueve veces más. Las bandas
colágenas son más abundantes y más gruesas, de unos 63 nm de diámetro, se
disponen en gruesos haces horizontales al epitelio, de unas 10-40 micras, y hay
mayor número de fibras elásticas, también más gruesas y paralelas a la superficie
cutánea. Proporcionalmente hay menos sustancia fundamental y fibrocitos que en
la dermis papilar (8).

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2.2. TRACTO GASTROINTESTINAL

Es un tubo que se extiende desde la boca hasta el ano. Entre los órganos del tracto
gastrointestinal se incluye la boca, gran parte de la faringe, el esófago, el estómago,
el intestino delgado y el intestino grueso (4).

Tiene por función transportar las sustancias nutritivas en dirección al ano y, en el


transcurso, los somete a digestión mecánica y química con la consiguiente
absorción con los productos de degradación. Los componentes alimenticios no
digeridos o no absorbibles son eliminados como heces, junto con moco, bacterias y
células escamadas (6).

2.2.1. CAPAS DEL TRACTO GASTROINTESTINAL

La pared del tracto gastrointestinal desde el esófago hasta el conducto anal


presenta la misma estructura básica con cuatro capas de tejido, que la profundidad
a la superficie son: mucosa, submucosa, muscular y serosa (figura 2) (4).

Figura 2. Dibujo esquemático que muestra en tres dimensiones las características


histológicas de de la pared del estómago (6).

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2.2.1.1. MUCOSA

Esta es una membrana de epitelio superficial, húmedo, lubricada por moco, apoyada
en la lámina basal y que a su vez está sobre una capa de tejido conectivo
denominada lámina propia y, en muchas regiones, con una capa delgada externa
de musculatura lisa, la muscularis mucosae (11).

La mucosa del tubo digestivo tiene tres funciones principales, de barrera, secretora
y absortiva (12)

El epitelio es la barrera que separa del organismo a la luz del tubo digestivo,
continuo con el medio ambiente. Sintetiza y secreta:

• Enzimas digestivas a la luz del tubo digestivo y a la membrana plasmática


apical de sus células.
• Hormonas
• Mucus
• Anticuerpos que recibe el tejido conectivo

Absorbe selectivamente los productos de la digestión, para sus células y


transportarlos al sistema vascular que los distribuye a los otros tejidos. El epitelio
difiere en las distintas porciones del tubo digestivo, dado que se adapta
especialmente a las funciones específicas de cada parte (12)

2.2.1.2. SUBMUCOSA

La submucosa consiste en tejido conectivo arcolar que une la mucosa a la muscular.


Contiene gran profusión de capilares sanguíneos y linfáticos que reciben las
moléculas de alimentos absorbidas (4).

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Además, en la submucosa se encuentra una extensa red neuronal conocida como
plexo submucoso. En la submucosa también hay glándulas y tejido linfático (4).

2.2.1.3. MUSCULAR

La muscular de la boca, la faringe y el esófago superior y medio contiene músculo


esquelético que produce la deglución voluntaria. El músculo esquelético también
forma el esfínter anal externo, que permite el control de la defecación. A lo largo del
resto del tubo, la muscular consiste en músculo liso que generalmente se dispone
en dos capas: una capa interna de fibras circulares y una externa de fibras
longitudinales. La contracción involuntaria del músculo liso contribuye a degradar
los alimentos, mezclarlos con las secreciones digestivas y propulsarlo a lo largo del
tubo. Entre las capas de la muscular se encuentra un segundo plexo neuronal, el
plexo mientérico (4).

2.2.1.4. SEROSA

Aquellas partes del tracto gastrointestinal suspendidas dentro de la cavidad


abdominal constan de una capa superficial llamada serosa. como su nombre lo
indica, es una membrana serosa compuesta por tejido conectivo areolar y epitelio
pavimentoso simple (mesotelio). La serosa también se denomina peritoneo viceral
porque forma parte de una porción del peritoneo. El esófago carece de serosa: en
su lugar, una capa de tejido conectivo arcolar llamada adventicia forma la capa
superficial de este órgano (4).

Por la serosa transcurren vasos sanguíneos de gran calibre, vasos linfáticos y


troncos nerviosos (desde y hacia el mesenterio) hasta llegar a la pared del tubo
digestivo. En el tejido conectivo de la serosa (y en el mesenterio) se puede
desarrollar gran cantidad de tejido adiposo (12).

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