El control de procesos mediante la regulación automática ha jugado un papel vital en el avance de la ingeniería y de la ciencia, convirtiéndose en parte importante e integral de los procesos de manufactura e industriales modernos. Uno de los avances en la teoría y práctica del control de proceso es que por medio de él se logra el funcionamiento óptimo de los sistemas dinámicos, controlando la mayor parte de las variables de interés en los procesos, regulando la calidad, abaratando los costos de producción, expandiendo el ritmo de producción, además se independiza la complejidad de muchas rutinas y las tareas manuales repetitivas, etc. Los procesos son procedimiento llevados a cabo por las empresas para transformar recursos, ideas o materias primas, mediante operaciones especificas desde las más simples hasta la más complejas logrando así un producto o servicio determinado. Cada proceso muestra elementos característicos según el lazo de control típico, entre ellos el transmisor, el controlador y la válvula de control. Donde el equipo transmisor recibe una señal análoga-digital, la cual es emitida mediante un sensor en forma de código o mensaje hasta el controlador. El instrumento controlador compara las variables medidas con la deseada calculando el error, para poder actuar con el fin de corregirlo (reducirlo o eliminarlo). A su vez la válvula de control cumple la función de regulador del lazo cerrado de control del proceso, la cual manipula el fluido para mantener las variables del proceso reguladas en el nivel deseado o lo más cercano posible a él. Siendo los procedimientos de cálculos, medidas, comparación, corrección y más, un circuito cerrado de control, por el contrario se puede evidenciar un circuito abierto de control. El cual carece de elementos detectores de señal de error y controlador, pudiendo ser controladas sus variables de manera manual o automática. Al automatizar los procesos se debe considerar una serie de características, las cuales permiten obtener grandes beneficios a la industria entre ellos mayor producción y costos menores a través del perfeccionamiento de los procesos. Todo ello, al vigilar las condiciones y/o alteraciones del proceso registrando los cambios de la variable controlada y a su vez, observar el tiempo de retardo que tiene una variable para alcanzar un nuevo valor debido a una o varias propiedades implícitas al proceso como: La capacitancia, la resistencia y el tiempo de transporte mejor conocido como tiempo muerto. Siendo este tiempo una de las mayores dificultades para el control de las variables de los procesos industriales, por lo que se deben evitar o reducir siempre que sea posible, ya que un proceso podría ser incontrolable debido a ellos. En la actualidad los procesos industriales controlados utilizan una combinación de sistemas de control que pueden ser manuales o automatizados e incluso ambas, siendo estos los que determinan la reacción del proceso bajo ciertas condiciones de operación. Entre ellos, se pueden encontrar los de dos posiciones también llamados todo-nada, estos controladores son swith que generalmente mueven las válvulas a una de las dos posición estables determinada (abierta o cerrada) según la señal recibida, donde varia la variable controlada a través de una banda diferencial que permite una entrada y salida de energía al proceso; este tipo de controlador podría ser también neumático, electrónico o digital con dos únicas señales de salida lo que sería complicado y costoso. Los controladores todo-nada se pueden convertir en un control flotante denominado control flotante de velocidad constante, esto se obtiene acoplando a una zona neutra un elemento de control final llamado válvula motorizada reversible, que es accionada por la compensación de los cambios de carga lentos del proceso desplazando gradualmente la posición de la válvula; pueden ser de una sola velocidad, con o sin zona neutral y de varias velocidades. El control proporcional de tiempo variable, al igual que los controladores todo-nada son de dos posiciones, con la particularidad de varias su posición según la relación de tiempo de conexión y desconexión, el cual es proporcional al valor de la variable controlada. El control proporcional es un controlador comúnmente usado, donde la señal de salida no es restringida por dos posiciones como los reguladores anteriores, sino que el elemento final se mueve conforme al valor de la variable controlada (dentro de la banda proporcional). Siendo definido su grado de ajuste por la ganancia, que es la relación entre la variación de la señal de salida y la de entrada del transmisor. Presentando la proporcionalidad el inconveniente de la desviación permanente de la variable una vez estabilizada con relación al punto de consigna, lo que se denomina OFFSET. El control proporcional + integral está caracterizado por el tiempo de acción integral de repetición por minutos, lo que obvia el inconveniente del offset, y es utilizado para mantener el valor de la variable igual al punto consigna. Sin embargo cuando la variable sale de los límites de la banda proporcional se habla de una saturación integral, donde la señal de salida del elemento de control es saturada por alcanzar su máximo o mínimo valor, generando el cruce entre la variable y el punto consigna para variar la señal de salida del controlador y el elemento final cierre o se abra. El cual deja una oscilación de la variable que se evita eliminando la acción integral. Sin embargo, el control proporcional + derivada se caracteriza por el tiempo de acción derivado en minutos de anticipo, donde la variación de la señal de salida iguala la variación de la señal derivativa, todo ello con la aplicación de una señal en rampa. La acción derivada es adecuada, cuando exista retraso entre el movimiento de la válvula de control y la variable controlada; siendo el tiempo óptimo aquel que retorna la temperatura al punto de consigna con el mínimo de oscilaciones. Por otra parte, un controlador compuesto por tres acciones proporcional, integral y derivativa (PID) o control proporcional + integral + derivada, simplifica las labores de los operadores y ejerce un mejor control sobre las operaciones, a pesar de no ser obligatorio que se cumplan las tres acciones en los controladores, la señal que llega al elemento final de control es la sumatoria de las señales de acción, pudiéndose encontrar controladores proporcional integral (PI) o proporcional derivada (PD). Este tipo de control en su acción proporcional corrige las señales en tiempo real, movilizando el elemento final de control (válvula) mediante la desviación de la variable con respecto al punto de consigna, tomando en cuenta los cambios de temperatura por la ganancia. Por el contrario la acción integral suma las áreas diferenciales entre la variable y el punto consigna, movilizando el elemento final a una velocidad proporcional a la desviación con respecto al punto de consigna. La acción derivada describe la pendiente de la variable que anticipa la posición del elemento final de control en el tiempo correspondiente a la acción proporcional según los minutos de anticipo, lo que corrige la posición del elemento final proporcionalmente a la velocidad de cambio de la variable controlada. De manera general, las tres acciones generan un control más rápido, pero logrando una mayor acción proporcional con el aumento de la ganancia; una disminución del tiempo de acción para lograr la acción integral; y por el contrario debe existir un aumento del tiempo de acción para alcanzar la acción derivada. Al existir una desviación entre la variable y el punto consigna se presenta el control integral, en donde se integra la desviación del tiempo más la acción proporcional. Sin embargo cuando existen cambios en la variable se muestra el control derivativo, el cual relaciona linealmente y de manera continua la velocidad de variación de la variable controlada con la posición del elemento final de control. Adicionalmente, existen los controladores neumáticos que funcionan como controlador PID y transmiten una señal de aire correctiva al elemento de control final, reflejando una señal de error como diferencia entre el punto de consigna y la variable medida. Han sido muy desarrollados en la actualidad con dotación de diversos elementos y facilidades de instalación, además de que mantiene su funcionamiento así falle la alimentación eléctrica, siempre y cuando exista aire en las tuberías de alimentación neumática de la planta. Sin embargo debido a su poca exactitud ha ido disminuyendo su uso, ya que los sistemas digitales poseen mayor información. De igual manera, se encuentran los controladores electrónicos que usualmente son amplificadores de corriente continua, con un alma de ganancia en tensión en bucle abierto y conexiones de componente adecuados positivo y negativo, además posee una corriente de entrada de 0,5mA que logra variar totalmente la señal de salida. En cambio los controladores digitales, contienen elementos de procesamiento, memoria y equipos periféricos que se conectan entre sí mediante canales de señales o buses; los cuales trabajan de manera conjunta para coordinar el funcionamiento de control auxiliar de los instrumentos neumáticos y electrónicos, todo ello con la aplicación de software que genera las instrucciones y programas que permiten la utilización eficaz del ordenador. Estos controladores trabajan con algoritmos que disponen de las tres acciones PID, con comportamientos diferentes que ajustan las acciones de control ante las perturbaciones periódicas del proceso. Estos algoritmos de control permiten seleccionar que la ganancia actúe sobre los cambios del punto de consigna o bien sobre la variable. Los controladores digitales, debido a su constitución, son configurables a través del teclado y pueden realizar diversas acciones, cambios de datos del proceso y de los instrumentos para generar la comprensión práctica del comportamiento de los lazos de control. Una evaluación del controlador clásico PID es el controlador digital universal, que permite controlar una unidad específica de operación de la planta, convirtiéndose en una herramienta indispensable que soluciona el control de las variables del proceso por el uso de ordenadores personales. Entre los paquetes de software utilizados para el control en tiempo real del proceso está el Labview, que además fomenta el uso compartido del ordenador personal sin limitarse al uso de ordenadores robustos o industriales.