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Nombre: María Margarita Silva Llicán

Curso: Discipulado III


Profesor: Eduardo Iberico
Título texto: ES TIEMPO DE CRECER – Descubre el camino para lograrlo
Autor: Carlos Villacrés

INTRODUCCIÓN
Carlos Villacrés, un líder cristiano nos da un mensaje a través de este libro: ES
TIEMPO DE CRECER, de como descubrir el camino para lograrlo y el crecimiento
que es una realidad en el ser humano, porque todo lo que tiene vida crece; nosotros
decidimos qué queremos hacer crecer.
En este libro el tiene la finalidad de enseñarnos un camino para descubrir un
crecimiento sincero en todas las áreas de nuestro existir, es más me parece que es justo
lo que yo necesitaba para alimentar mi alma.
CAPÍTULO I: Cree aunque duela
Para fortalecer nuestra fe y crezca, toma tiempo, esfuerzo y dedicación, y esta se
acrecienta a través de las pruebas que lleguen a nuestra vida.
Hay momentos que todo se sale de control, parece que todo terminará mal y queremos
huir, sin embargo, si pasamos la vida huyendo jamás creceremos de una manera segura,
viviremos estancados y escondiéndonos de todo. Detengámonos a enfrentar las
adversidades con fe si queremos crecer. No huyamos a las pruebas porque solo así
desarrollaremos nuestra fe.
Les aseguro que si tienen confianza y no dudan del poder de Dios, todo lo que pidan en
sus oraciones sucederá. Si le dijeran a esta montaña: “Quítate de aquí y échate en el
mar” así sucederá , solo deben creer que ya está hecho lo que han pedido (Marcos 11;
23 – 24)
CAPÍTULO II: Crear
Para crear y hacer realidad una cosa, tenemos que lograr creer en nuestro interior. Esto
es una característica que define al ser humano sin importar su edad, género o condición;
por eso crear es la primera acción después de creer, y el proceso de crear incluye
construir, que es dar estructura física a tu creación.
Cuando creamos algo se debe hacer con excelencia, la excelencia no se hace con las
cosas que mejor existan, sino con lo que mejor tengamos a la mano hoy. Solo así se
llega a ser y crear con excelencia, lo cual revela nuestra fidelidad y asegura el desarrollo
del crecimiento.
“Las cosas no hacen a las personas, sino las personas a las cosas”
CAPÍTULO III: Crecer
En la vida se nos presentan puertas y solo a través de ellas podemos acceder a nuevos
lugares, estos fueron creadas para conectarnos. Pueden estar abiertas o cerradas, pero
rara vez quedarán cerradas para siempre. Cuando una puerta se te cierra no es el fin, es
el comienzo de una nueva oportunidad, pues te obliga a un mejor crecimiento, es decir
te saca de tu zona de confort. Es aquí cuando tienes 2 opciones: el conformarte o
transformarte.
La persona que se conforma acepta fácilmente cualquier circunstancia adversa. Crecer
duele, cuesta, no se crece cuando todo está bien, la posibilidad de crecer la tenemos ante
la adversidad.
La oportunidad de la transformación. La Biblia dice: “No os conforméis a este siglo,
sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que
comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Romanos 12:2)
En lugar de conformarte de conformarte, escoge transformarte, nuestro pensamiento
tiene que transformarse de un pensamiento conformista a un pensamiento de
oportunidad. No tratemos de abrir una puerta que se nos cerró, entendamos que esa
puerta no nos conviene más, y la debemos dejar ir. Dios cierra puertas que no nos
convine y nos abre puertas que nadie puede cerrar.
Debemos crecer en todos los que nos proponemos con actitud correcta sirviendo a los
demás, porque esto nos engrandece y sin perder la esencia que nos llevó a ser grande.
Hay que crecer por quien se es y no por lo que se tiene.
CAPÍTULO IV: Continuar
Somos confiables cuando: somos consistentes en nuestros actos, constantes en nuestros
resultados, la evidencia de nuestro compromiso con nuestra visión, cuando respaldamos
palabras con acciones y tenemos respuestas claras y veraces.
No nos podemos quedar con la gloria del ayer, mientras haya vida, hay oportunidades.
Recordemos que fuimos creados con la capacidad de multiplicar y fructificar.
Somos gente con un propósito que fuimos llamados por nuestro creador. Dios nos dio
de regalo a todos los seres humanos la sabiduría para tener una relación con ella y
saberla usar, ella es la socia del cielo. No debemos pelearnos con ella, ni pretender que
nuestra que nuestra fuerza la desplace, porque ponemos en riesgo nuestro crecimiento.
Darle la espalda a la sabiduría no es aconsejable, porque lejos de ella llegará a nuestro
camino la calamidad que tememos, es entonces que por nuestra necedad ella se reirá de
nosotros y será tarde para volver a buscarla.
“La sabiduría hace más fáciles los trabajos. Es muy difícil cortar con un hacha sin filo;
pero si se le saca filo, el trabajo es muy fácil. Las cosas se hacen bien si se hacen con
sabiduría” (Eclesiastés 10:10)
¡Pide a Dios Sabiduría y él te la dará!

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