A la opinión pública, es terrible lo que está sucediendo en Solca Quito con las

desvinculaciones y las mal llamadas negociaciones con los trabajadores que hemos
obtenido el derecho de la jubilación patronal puesto que se nos quiere engañar para que a
cuenta de recibir el dinero acumulado pongamos la renuncia y perdamos las
indemnizaciones por el tiempo de permanencia en Solca justificando la imposibilidad de
tener recursos en el tiempo. Esto denota de una práctica deshonesta y mal sana de la
autoridad que allí gobierna sin Dios ni ley, Jorge Cevallos Jácome un neófito en
Administración con sus horrorosas decisiones está llevando a la institución más noble del
país a caerse a pedazos.
Desde que está en el hospital lo único que ha buscado es llenarse los bolsillos con los
recursos de Solca, congraciándose con sus amistades vincula a personas de dudosa
reputación en puestos que lo único que les interesa es mejorar sus decadentes situaciones
económicas como ejemplo están Patricia Becerra, Sebastián Almeida, Cristian Flores,
Santiago Ruiz, y la familia de Ruth Reyes. Este personaje sin ningún reparo a toda costa
trata de borrar la obra de un ser humano en todo sentido de la palabra como lo es el general
Solón Espinoza quien a lo largo de su vida llego para servir y no servirse de Solca y
favorecer a los más necesitados. Promovió la identificación del personal con Solca y que
ahora se diluye.
Ninguno de los proyectos que ha pregonado iniciar dan el resultado esperado lo que está
minando la economía de Solca por todas sus erráticas decisiones, gasta el poco dinero en
vanidades satisfaciendo deseos banales de sus cercanos. Se llena la boca anunciando que su
grupo de abogados Pérez Bustamante apoyan desinteresadamente a Solca pero lo único que
logran es engrosar la facturación del bufet en donde es accionista y permitiendo que su hija
cobre notoriedad. 
Usa los bienes de Solca para figurar y fingir opulencia con sus viajes a Manta, y permite
que el sueño frustrado de su Esperancita se cumpla deambulando y suplantando la labor de
los médicos del hospital fingiendo ser doctora haciendo charlas psicológicas sin tener el
conocimiento.
Los cómplices absolutos de esta debacle Caballero y Núñez que en lugar de asesorar no
ponen cabeza aupando los delirios desquiciados de Cevallos y cediendo a los continuos
errores de Olga González. Se nota la falta de ética pidiendo contribuciones y auspicios a los
proveedores sino de otra forma no les compran.   
Es la hora que el estado investigue a este repugnante tipo y lo ponga tras las rejas por su
manejo dudoso y lleno de corrupción. En poco tiempo no abra un hospital de cáncer en
Quito. Es necesario que nuestro sindicato se fortalezca defendiendo a los empleados que
quedan ya que de parte de la asociación de empleados y médicos no hay apoyo.
El estado no debe permitir que una persona sin escrúpulos dirija a Solca.
Ojo con el amanerado de finanzas, al déspota de desarrollo organizacional Patricia Becerra
y la concubina de Ana Castello que en peso también se están llevando las cosas de Solca.
Fuerza y dignidad