De como el narco bloqueo viene del huevo y nos llegó al huevo
ORDEN A BLOQUEADORES: SE REQUIERE MUERTOS
DE MANERA URGENTE Y ANTES DE CARNAVAL Por Guillermo Torres López * Pese a todos los esfuerzos de los ganapanes que pueblan los bloqueos, la poli tiene instrucciones de dejarlos tranquilos, y que sigan en su cometido a discreción y hasta que les salgan raíces. Como estos mercenarios en su vida diaria no hacen mayor esfuerzo, el estar parados en las diferentes vías del país, recibir el dinero del narcotráfico para el día a día es su aporte de sacrificio para que el Jefe Polvo Blanco pueda volver a sentarse en el curul presidencial, lo que ya es toda una conquista social. Sin embargo, los vientos están cambiando y como que la gente se cabreó de tanto vago metido a bloqueador, por lo que hay peligro que el efecto Milei prenda en el Tahuantinsuyo, y el día de mañana saquemos a patadas a los que la pasan viviendo sin laburar, burlando la maldición bíblica, esa que reza que nos ganaremos el pan diario con el sudor de la frente, léase con el trabajo. Más antiguo que el prevaricato, el ser un ganapán de tomo y lomo es un arte difícil que se puede planificar en vuelo alto o a ras del suelo. El ser vivo, vivillo o vividor es un arte que la mayoría desconocemos gracias a que nuestros padres nos dieron palo y nos curamos de nuestra holgazanería y ahora encabezamos familias honradas. Los avivados de vuelo alto los podemos encontrar en los cargos de directores, máximas autoridades ejecutivas, ministros, servicios de relaciones exteriores designados a dedo y demás fauna que hace del vivir bien a costa del estado una devoción, una profesión, un convencimiento y un arte. Una de las ramas más destacadas en la vida política, es el ser diputado, senador, concejal, asambleísta y si se puede repetir el cargo mejor, y si no hay que renunciar para ser otra vez candidato, mejor que mejor. Esto de ser ignorantes pero representantes no es invento de las actuales hordas políticas, vienen junto con la fundación del país. Si somos sinceros, quién no quisiera vivir sin trabajar, sobre todo si se es joven y le atrae la jarana pagada con plata ajena. Los más viejos hemos aprendido a trabajar pues, por edad las opciones son pocas, en eso hay que ser sinceros. En este país mediterráneo, para bien o mal, el estado, como realizador de progreso y fuente de desarrollo, es casi inexistente y al revés de otros lugares uno es remolón a pagar impuestos, a cumplir aduanas, pues sabemos que esos dineros irán a parar al bolsillo de los mankagastos, es decir, los que comen y no trabajan. Ya no nos preocupan y somos inmunes a las palabras rimbombantes de democracia, descentralización, participación popular, igualdad de género, pues mientras los noticieros muestran cada vez más a chiquillas con poca ropa pese al frio de La Paz, o la pelea por el manejo de las utilidades que trae el proteger al narcotráfico, Marced incluido, nosotros puntualmente partimos al trabajo cada día, temprano en la mañana. Hay los otros vivillos, los sindicateros, que dicen representar a los trabajadores y no trabajan, la fauna criminal en general, los marchistas sicarios de la democracia, todos en una sola bolsa de maleantes y ganapanes sin esfuerzo. Esa plaga es la que ahora nos corta los caminos, impide la exportación, mata animales en las carreteras, sólo para provecho del falso indígena del Chapare. El gobierno no cede, y no quiere proporcionar muertos, como ocurrió en Senkata y el Alto, lo que desespera al Gran Jefe Polvo Blanco, ya que además le están cortando el dinero que recibía del narcotráfico, el que está muy molesto, ya que paga por protección y en vez de eso van cayendo sus toneladas de cocaína. En un último memorándum aún no escrito, el Jefazo pide a sus huestes u hordas sean sacrificados y pongan el muertito que hace falta, así sea un suicidio a lo bonzo, en protesta por la prorroga del órgano judicial o del litio que se entregó a los chinos, según el capo de la banda. No interesa la causa del bloqueo, ya que todos la conocemos. Urge sangre y duelo que justifiquen el golpe de estado del MAS contra el MAS. Este pedido de muerte ha motivado que varios cadáveres políticos estén saliendo de sus tumbas como zombies con la finalidad de avivar la cueca y llevar agua a sus escurridos molinos y podamos ver de nuevo al cementero, al mueble, a los crédulos mezclados en una única bolsa de plañideros contra la prorroga de magistrados, grave peligro para la existencia política de don Huevo. Lo peor es que se acerca carnestolebdas y si no hay muertos que llorar la gente va preferir reír y beber, pues todos saben que la vida es un carnaval y al que le preocupe otra cosa es un gran animal. Ni que decirlo. Somos como somos. El autor ya se prepara para el jueves de compadres.