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Capítulo

1
ORIENTACIONES
PEDAGÓGICAS

1. Introducción
En este documento, en el cual se
proponen los lineamientos técnicos en
alimentación y nutrición para los diferentes
grupos poblacionales, las orientaciones
pedagógicas deben ser el primer punto que
se aborde, teniendo en cuenta los siguientes
planteamientos:
ALIMENTACIÓN Y NUTRICIÓN DE LA POBLACIÓN EN EL CURSO DE VIDA - MANUAL PARA EL PERSONAL DE LA SALUD

• El estado nutricional, los hábitos alimentarios y en general el estilo de


vida de las personas, las familias y las comunidades se pueden mejorar
o transformar por medio de un proceso educativo efectivo.
• Un proceso educativo efectivo requiere un adecuado enfoque pedagógico
que favorezca la interacción con las personas y facilite los medios
para la toma de conciencia, la construcción conjunta y la comprensión
y apropiación de aquello que se busca o espera, tanto por parte del
personal de la salud como de la población.
• Para poner en práctica un buen enfoque pedagógico, es necesario
definir unas orientaciones pedagógicas que sean la base de la actividad
educativa a cargo de los profesionales de la salud o de quien se designe
para esta acción.

2. Objetivo

Brindar orientaciones pedagógicas generales que permitan mejorar el proceso


educativo en alimentación y nutrición como un componente fundamental en la
atención integral de la población; educación que favorecerá un adecuado estado
nutricional, la adopción de hábitos saludables y la toma de decisiones acertadas
y oportunas en bien de la salud de las familias y las comunidades.

3. Profesionales a quienes se dirige el presente capítulo

• Profesionales de la salud que atienden población en general en


los programas de promoción y prevención, u otros servicios de las
instituciones de salud de la ciudad.
• Profesionales de la salud que atienden población en general en
programas sociales de la ciudad de Medellín.

4. Orientaciones pedagógicas

Al enfrentarse a una acción educativa lo primero que se debe considerar es


cómo ve el educador a la población a la cual se va a dirigir. Este aspecto va a
determinar el proceso formativo de principio a fin. En este documento se propone
realizar un cambio del modelo pedagógico tradicional en el cual el profesional
24 es el único que define las conductas a seguir porque sólo él tiene la razón
sustentado en conocimientos científico-técnicos, que aunque son válidos no se
pueden aplicar de manera estándar a toda la población, sin tener en cuenta las
circunstancias y el contexto y sin que medie un proceso de concertación.

Lo anterior implica respeto por la opinión del otro, por las experiencias que ha
tenido y lo aprendido a través de ellas, y un reconocimiento de sus capacidades
para integrar sus conocimientos con los que le brinda el profesional de la salud.
La interiorización y aplicación de estas premisas hace que nuestra práctica
profesional se transforme, independiente de la didáctica o de las técnicas
utilizadas en las actividades educativas.
ALIMENTACIÓN Y NUTRICIÓN DE LA POBLACIÓN EN EL CURSO DE VIDA - MANUAL PARA EL PERSONAL DE LA SALUD
En resumen, esta propuesta alternativa fundamentalmente promueve
la interacción del educador y el educando como seres humanos con iguales
derechos y el empoderamiento de la comunidad, lo cual, para efectos de este
documento, permita tomar conciencia sobre la importancia de la alimentación
saludable en el autocuidado de la salud, y tomar decisiones y acciones oportunas
y acertadas de acuerdo a cada situación.

Las siguientes orientaciones están relacionadas con el enfoque del proceso


enseñanza-aprendizaje, los contenidos y la evaluación.

En cuanto al proceso de enseñanza-aprendizaje, es fundamental que cualquier


actividad educativa parta de los conocimientos, experiencias, expectativas,
dificultades y dudas de los participantes. Este aspecto favorece el diálogo de
saberes, con lo cual se espera generar una construcción colectiva con acuerdos
prácticos entre los profesionales de la salud y las familias, que finalmente
redunden en el bienestar de la población. Partir del sentir de las personas
hace que la educación se encamine a resolver sus verdaderas necesidades,
que las actividades educativas adquieran mayor utilidad y se garantice mayor
satisfacción tanto del personal de la salud como de la población que participa en
los procesos formativos. La insatisfacción de los trabajadores de la salud surge
cuando se siente que la labor que se lleva a cabo no tiene efectos positivos o es
de bajo impacto, lo cual puede desmotivar al personal y amenazar el trabajo que
se requiere realizar en educación para la salud y la nutrición.

La resolución de los problemas y expectativas de la comunidad promoverá una


mayor participación en las actividades educativas ofrecidas en las instituciones
de salud; esta situación ha sido problemática en algunas de ellas, en donde se ha
identificado baja asistencia o poca adherencia a las recomendaciones dadas por
los profesionales de la salud.

Los procesos educativos pertinentes son también aquellos que reconocen


y enfrentan la complejidad de nuestra realidad y la de la población con la que
interactuamos, pues en ocasiones se piensa que los cambios o los buenos
resultados en salud y nutrición se dan sólo por la intención o decisión de la persona,
y se deja de lado el contexto en el que se encuentra inmersa y las múltiples
interacciones sociales, culturales, económicas, ambientales, etc., que tienen un 25
efecto en sus conocimientos y prácticas. En este sentido, Edgar Morin, desde la
teoría de la complejidad, nos invita a reconocer las múltiples dimensiones de la
realidad educativa y cuestiona aquellas miradas que la fragmentan, por lo cual
“propone una reforma del pensamiento en el que el conocimiento pertinente
es aquel que enfrenta la complejidad, considerada como el tejido de eventos,
acciones, interacciones, retroacciones, determinaciones, azares, que constituyen
nuestra realidad”(1). No obstante, el paradigma de la complejidad no es la
solución a todos los problemas de educación sino una propuesta que da apertura
a las diferentes visiones, teorías y propuestas, y nos motiva a identificar y asumir
los nuevos retos que nos impone el día a día, lo que nos permite transformarnos
como profesionales, como ciudadanos y como seres humanos.
ALIMENTACIÓN Y NUTRICIÓN DE LA POBLACIÓN EN EL CURSO DE VIDA - MANUAL PARA EL PERSONAL DE LA SALUD

Por otro lado, las actividades educativas deben responder a un proceso


formativo claramente intencionado y planeado con el equipo de trabajo
responsable de éste. Como ya se dijo, se debe partir de las necesidades de las
personas, pero esto no quiere decir que las acciones de educación se conviertan
en espacios de improvisación donde se va a trabajar sobre las preguntas de la
comunidad. Los contenidos se pueden definir teniendo en cuenta los aspectos
técnicos de mayor relevancia, lo cual implica establecer muy bien los objetivos
de cada actividad, presentarlos y aprobarlos con la población al inicio de la
misma, y hacer los ajustes requeridos a la agenda de la sesión de acuerdo con
las necesidades de los participantes, para luego desarrollar cada contenido
generando una discusión participativa a fin de propiciar la construcción colectiva
de conocimiento, y finalmente realizar una evaluación que permita conocer el
cumplimiento de los objetivos propuestos.

Cuando se menciona que la educación debe responder a un proceso formativo


bien planteado, también se hace referencia a que cuando se va a trabajar con un
mismo grupo de personas por un tiempo determinado, las diferentes sesiones
que se vayan a desarrollar deben responder a una finalidad relevante que enlace
una actividad con otra a través de una secuencia lógica. Por ejemplo, la primera
sesión sería el espacio más propicio para explorar las expectativas, conocer el
nivel de conocimientos y experiencias de los diferentes participantes y negociar
con ellos la propuesta educativa. En las sesiones siguientes se abordan los
contenidos como tales, y en la sesión final se hace una evaluación de todo el
proceso con los participantes, lo cual realimentaría a los profesionales y a la
institución para planear y realizar un próximo proceso formativo.

Por otro lado, es importante tener presente que la reflexión debe ser parte
integral de toda actividad educativa, considerando que la enseñanza reflexiva les
permite a los participantes analizar una situación real en la que ellos mismos son
protagonistas o lo son quienes están compartiendo el espacio educativo. Estas
reflexiones favorecerán la integración de los conocimientos a su vida cotidiana, y
ello transformará su perspectiva de lo que es la salud y la nutrición, sus prácticas
sobre éstas y en general su realidad.

Los anteriores planteamientos se construyeron considerando algunos aportes


26 de la Psicología socio-interaccionista propuesta por Lev Vygotski, y recogidos en
el enfoque de la Pedagogía del Texto (2).

En la figura 1 se presenta un esquema en el que se resumen algunas de las


orientaciones pedagógicas antes mencionadas.
ALIMENTACIÓN Y NUTRICIÓN DE LA POBLACIÓN EN EL CURSO DE VIDA - MANUAL PARA EL PERSONAL DE LA SALUD
Proceso pedagógico

Cómo el educador ve a la
población a la cual se va a dirigir

Partir de los Las actividades


conocimientos, las educativas deben
experiencias, las responder a un proceso
expectativas, las Relación con el otro—igualdad formativo claramente
dificultades y las dudas de de derechos intencionado y planeado
los participantes

Objetivos establecidos
Mayor utilidad, mayor antes de cada actividad y
satisfacción de los actores Respeto por lo que opina el otro, por las negociados con los
involucrados, mejor experiencias que ha tenido y lo aprendido a participantes
resolución de necesidades través de éstas. Secuencia lógica del
Reconocimiento de las capacidades del otro proceso educativo
para integrar sus conocimientos con los
dados por el profesional de salud.
Toma de decisiones como consecuencia de
dicha integración de conocimientos.
Abordaje de la complejidad de la realidad.

Evaluación y reflexión permanente del proceso

Figura 1. Orientaciones pedagógicas: enfoque del proceso enseñanza-


aprendizaje, contenidos y evaluación

Referencias bibliográficas
27
1. Morin E. Introducción al pensamiento complejo. Madrid: Editorial Gedisa;
2007. p. 84.

2. Vygotsky LS. Pensamiento y lenguaje: obras escogidas. Madrid: Visor; 1993.

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