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La Comercial de Rosario (1938)

FORMA
Podemos pensar en una concepción clásica del proyecto, basada en el estudio y control de las proporciones para
lograr belleza y armonía, donde prevalecen recursos como basamento, desarrollo y remate. Esto se articula con
recursos propios de la arquitectura moderna, que se será un juego de masas cada vez más sencillo, donde
progresivamente se eliminará la decoración y el trabajo compositivo se remitirá a la articulación de volúmenes con
pieles tensas y homogéneas de distintos materiales, llenos y vacíos.
Esta articulación de volúmenes se compone de un basamento de dos niveles donde se ubica la Compañía. De allí
surgen los dos volúmenes sobre ambas calles (Bv. Oroño, Cordoba) que se unen por el cuerpo curvo en
correspondencia con la esquina. La horizontalidad de los aventanamientos enfatiza cada uno de los niveles; y
contrasta con la verticalidad de la torre que llega a los 70 metros, máxima altura permitida.
La proporción casi cuadrada del terreno y la disposición de los volúmenes sobre las líneas de edificación, llevan los
accesos y circulaciones verticales sobre las medianeras, con una clara voluntad de diferenciación, respecto de sus
edificios linderos. Esta disposición de la planta también permite la mejor ventilación e iluminación natural del centro
de manzana. Los departamentos (dos por piso) se relacionan con la calle y con el patio interior, logrando iluminación
natural en todos los locales.
La estructura es independiente, de hormigón armado. El cerramiento es una envolvente de mampostería realizada
con doble muro de ladrillos.
La estructura de hormigón debía subordinarse al juego volumétrico. Por ejemplo, se apela el recurso de Le Corbusier
de separación entre columna y muro, pero estas columnas que aparecen en los balcones curvos del tercero al
séptimo piso son ornamentales, la misión estructural tiene columnas de hormigón armado localizadas dentro de la
masa del muro que separa los dormitorios del balcón, recurriendo a vigas en ménsula para soportar las cargas de las
losas.
La referencia es un lenguaje moderno más que la apelación a una nueva lógica constructiva, las formas son previas.
No obstante, en sus aportes teóricos De Lorenzi enfatiza la “construbilidad” en el sentido de la “ética constructiva”,
de funcionamiento que rige las formas y proporciones.
Las exploraciones formales están sometidas a los nuevos modos constructivos. Podemos pensar en Le Corbusier, en
la figura de un arquitecto moderno, quien incorpora todas las comodidades impuestas por el alto standard de la vida
moderna. Preocupación por ofrecer “lo más novedoso”. Cocina de gas, calefacción y agua central, agua filtrada,
incinerador de basuras, secadores de ropa en todos los departamentos, muebles plegables para servicio. El proveer
de estos equipamientos se asocia con la adscripción a lo moderno como vehículo de legitimación de la clase media
como grupo social.
Los muros exteriores están revestidos con material de frente preparado, aplicado como revoque continuo. El
revestimiento del basamento es de labradorita negra.

EXTRAFORMA
Es un encargo directo de la compañía de Seguros y Sociedad anónima de Crédito reciproco “La Comercial de
Rosario”. Se ubica en la intersección de la calle Córdoba (eje de desarrollo del centro de la ciudad) y el bulevar Oroño
(eje de expansión urbana hacia el oeste). Proyectado por el estudio De Lorenzi, Otaola y Roca, construido por la
empresa Biasutto y Fuentes, se inaugura en 1939.
El edificio tuvo, desde sus orígenes, un programa mixto: oficinas para la empresa en los primeros niveles y 14
departamentos de renta en los nivele superiores. Los dos niveles han tenido con posterioridad diferentes destinos
comerciales.
fue proyectado para un nuevo grupo social que se va a introducir dentro del Bv. Oroño, hasta el momento el
Boulevard alojaba una serie de viviendas de la elite rosarina y este edificio va a permitir la incorporación de la
vivienda a un grupo social nuevo, la clase media en ascenso. Junto con el edificio también proyectado por los mismos
arquitectos que se haya en la esquina de Rioja y Bv. Oroño (Gilardoni), son los primeros que van a introducir una
nueva forma de habitar dentro del Bv. Oroño.
En el momento en que se construye genera un hito urbano en esa esquina que hasta el día de hoy se la sigue
reconociendo como la puerta de entrada a la ciudad.

Ermete Esteban Félix De Lorenzi, nació en 1900 en El Trébol, localidad del centro oeste santafecino, en el seno de
una familia de inmigrantes italianos que han acumulado una gran fortuna por sus inversiones en tierras, silos,
acopios agropecuarios y especialmente por su incursión en el rubro de la cremería donde a partir de la elaboración
de un queso de cáscara dura de excelente calidad logran insertarse durante décadas en el mercado de consumo
argentino con extraordinarias ganancias.
De Lorenzi tuvo una prolífica labor proyectual. Sus primeras obras datan de 1928 y sus últimas obras de 1963. La
comercial se realiza en un periodo de auge de su producción y de máxima exploración proyectual con los nuevos
programas; industria, comercio, edificio de renta.
En los 30 sus obras se destacan del resto de la producción rosarina como “arquitectura moderna”. Desde muy
temprano el tema de los rascacielos había fascinado. La Comercial fue en su momento el edificio mas alto de la
ciudad, formando una serie con el edificio Gilardoni (1938, Oroño 893) y el edificio De Bernardi (1939, Oroño 393).
Hacia el fin de la década el bulevar, Oroño, inaugurado en 1887, estaba articulado por residencias aristocráticas,
siendo estos edificio los primeros en altura sobre esta arteria y los que marcan el comienzo de un proceso de
transformación urbana en el Boulevard, incorporando el programa de edificio de renta y permitiendo el acceso de
sectores medios a un sector restringido a los más adinerados. A su vez, el lenguaje de forma geométrica y muros
desnudos y blancos hablaba de progreso y de una transformación productiva basada en la técnica.

INTERPRETACIÓN
Los Arquitectos rompen en el entorno con un edificio de alquiler, innovador en altura y forma, despojado del
lenguaje clásico, como estrategia de incorporar la clase social media alta y logrando una impronta del movimiento
moderno en la ciudad de Rosario.

PROBLEMA DE RASTREO
Edificio innovador en altura y forma, que rompe en el entorno, generando una propuesta atractiva de consumo.

-PALACIO CABANELLAS (1916)


Ubicación: esquina Sarmiento y San Luis, Rosario.
Arquitecto: Francisco Roca Simó
- Diseñado para su propietario Juan Cabanellas, un reconocido empresario de la ciudad, quien lo concibió como
edificio para alquiler, con locales comerciales en la planta baja y cinco pisos para viviendas. Diseñado originalmente
como una opción de gran hotel.
- Necesidad decorativa sobria y dinámica, inspirada en motivos orgánicos. Su estilo se encuadra claramente en el
Modernismo Catalán. Resulta un conjunto particular y diferente al resto de los edificios.
-BOLA DE NIEVE (1906)
Ubicación: esquina de Córdoba y Comercio (hoy llamada Laprida). Frente a la plaza 25 de Mayo, Rosario.
Arquitecto: Eduardo Le Monnier
- Es un ícono para la ciudad, que marca la evolución y el progreso de la época, generando una propuesta atractiva de
consumo, con un edificio ostentoso y funcional, que aprovecha el espacio interno y utiliza la tecnología constructiva
más moderna del momento.
- Se conoce como el primer edificio para oficinas en altura, inédito para Rosario.
- Reconocido por la incorporación de modernidad utilizando adelantos tecnológicos, primer edificio con ascensor,
materiales innovadores como el hierro (grandes aberturas de vanos vidriados).

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