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Marcados Por La Unción La Crònica de Un Gran Avivamiento Desde David
Marcados Por La Unción La Crònica de Un Gran Avivamiento Desde David
Samuel Santana
Título:
Marcados por la unción
Autor:
Samuel Santana
ISBN-13: 978-1511862387
ISBN-10: 1511862386
Todos los derechos reservados. Ninguna porción de este libro puede
ser usada de manera mecánica, electrónica o por cualquier otro medio o vía,
Prólogo 7
Introducción 12
Capítulo I
Un lúgubre escenario 16
Capítulo II
Los mensajeros 20
Capítulo III
Testimonios 23
-Primer día 25
-Segundo día 26
-Tercer día 29
-Villa Juana 31
Capítulo IV
La prensa 35
Capítulo V
Reacción católica 43
-Hasta París 52
Capítulo VI
El debate medico 58
-Asociación Médica Dominicana 58
-Doctor Heriberto Peter 63
-Doctor Héctor Read Barreras 68
-Doctor Arturo Damiròn Ricard 70
-Doctor Ricardo Martínez 71
Capítulo VII
Dificultades 79
Capítulo VIII
El discípulo 89
-conversión 94
-Sed de Dios 95
-campañas, viajes y poder 99
-La Normal 111
-Caída 115
-Debate 121
Conclusión 123
Bibliografía 126
Anexos 135
PROLOGO
espiritual nunca visto en toda la historia del evangelio en este país con la
manifestación de milagros, sanidades, reprensiones de demonios y hechos
providenciales. Dios visitó esta nación y lo hizo a través de dos hombres
poderosamente ungidos.
llevó a andar en el Espíritu hasta disponer del poder de Dios para manifestar
una autoridad fuerte contra las fuerzas de las tinieblas y lograr la liberación
de las almas a través de sanidades, milagros, reprensiones demoniacas y
acciones providenciales.
Ellos son la demostración evidente de que la manifestación de los
dones del Espíritu Santo no se limita a un tramo ya pasado de la fe en el
evangelio de Cristo. David García y Luis Urbaez hicieron cosas, altamente
comprobadas, que ponen en dudas esas teorías que buscan descartar la
posibilidad de la manifestación del poder de Dios en este tiempo para ejecutar
milagros y portentos.
El autor
INTRODUCCION
estos dos carismáticos líderes de nuestra fe. Al margen de las fuentes citadas,
virtualmente no existen informaciones fácilmente disponibles que detallen
toda esta riqueza pentecostal. Aparte de que esto permitirá tener una
conciencia clara sobre los hechos portentosos de Dios en un tramo de la vida
de nuestra nación y de América Latina, podría traer un despertar en el alma
de los hombres y mujeres que aman la obra del Señor y que tienen la fe y
esperanza en la llegada, una vez más, de otra unción fresca.
Este libro consta de ocho capítulos. En el primero se narra la
Roma. Fue allí donde su régimen de hierro firmó el Concordato con la Iglesia
Católica. El 16 de junio, luego de la rúbrica entre el Estado Dominicano y la
Santa Sede, el Papa Pío XII lo recibió en audiencia privada y le otorgó la
Gran Cruz de la Orden Papal mediante la cual el tirano quedaba investido
como miembro de la Orden del Vaticano.
El Concordato le daba a la Iglesia Católica un reconocimiento que le
colocaba, en término socio-político, por encima de cualquier otra
manifestación de fe que existiera en República Dominicana. Los curas
estaban exentos del pago aduanal por las cosas que trajeran al país, el Estado
una nación exprimida por un régimen político de sangre y fuego. Muchos con
rostros empapados en lágrimas decidían cada noche aceptar a Cristo como
salvador. Luego (¡Gloria a Dios!), llegaba el momento de los portentos
divinos.
García pedía a su compañero de ministerio unirse en la imploración a
Jesús para tocar a enfermos y a necesitados del cuerpo y del alma. Con ojos
cerrados, la multitud se concentraba en busca de la respuesta de arriba.
Primer día
Segundo día
Esta vez, unas treinta personas afirmaron que su mal había
desaparecido después de la oración de los ministros García y Cardona.
Era evidente que la capital de Santo Domingo recibía la visitación de
un gran mover de Dios. Era una unción poderosa desatada y, virtualmente,
nunca vista en el país, en tiempo cuando la dictadura del Generalísimo
almas infelices.
José Serra, residente en la calle Samaná No. 57, testificó que mientras
los dos siervos del Señor oraban por la salud de los enfermos, sintió que su
hernia desapareció. Fue tal el milagro que impulsivamente se arrancó el
pesado braguetero que llevaba siempre sujeto a la cintura y, ante la mirada de
todos, lo exhibió como si se tratara de un gran trofeo.
“Ya no necesitaré esto”, afirmó con gran vehemencia.
El momento del clamor fue irrumpido furtivamente, otra vez, por el
grito estentóreo de alguien que afirmaba haber recibido el toque divino que le
devolvió la salud.
Alrededor de la plataforma había un equipo de ujieres al servicio del
ministerio y cuya función era recibir y conducir hasta los evangelistas a las
personas sanadas de diversas enfermedades o liberadas de algún espíritu
inmundo.
María Canario, residente en la calle Cuarta No. 27 de Villa Duarte,
testificó que antes no podía mover las piernas. Ahora podía hacerlo con
plena libertad, sin dolencias y sin la ayuda de nadie.
Tercer día
Con un pañuelo sobre su cabeza, la señora Rosa Emilia Fortuna,
residente en la Jacinto de la Concha No. 103, afirmó haber sido curada de
una ceguera que durante veintiocho años la atormentó.
Había gastado todo cuanto tenía en busca de solución a su mal,
siendo todo inútil.
“Gracias a Dios que mi niña ya está moviendo su cabecita y bracito”,
En Villa Juana
Tras ser trasladados a las Calles 6 y 15 (La Moca), del sector de Villa
Juana, los evangelistas García y Cardona reanudaron su jornada de
predicación y ministración a los necesitados.
Ahora el número de asistentes a la actividad pasó de ocho mil a
quince mil personas. Los testimonios sobre los milagros y la manifestación
del poder de Dios se expandían como pólvora por todo el territorio nacional.
Desde temprano en la tarde se veían, por las entradas principales de Ciudad
Trujillo, los vehículos que venían del interior repletos de hermanos y
unirse con él en clamor para que hiciera algo. Con ojos cerrados, gestos y
acciones expresivas de fe, los hermanos pidieron al Señor que despejara los
cielos. A los dos minutos y fracciones de segundos, cesó la lluvia, lo que
arrancó efusivos aplausos de creyentes agradecidos e impresionados por la
visitación del poder de Dios.
CAPITULO IV
LA PRENSA
publicó una sección llamada El Foro Público, donde se exponían las cartas
que eran enviadas al director. Esta sección no era más que una herramienta
que usaba la tiranía para manchar la imagen de aquellos que le causaban
problemas o que eran una amenaza para el régimen. Una mención
desfavorable en El Foro era señal de que cosas terribles le sucederían a quien
fuera referido en la página del diario.
Sin embargo, el trajinar cotidiano del diario tuvo que desviar su
atención hacia lo que estaba ocurriendo en el parque Julia Molina. Hasta
ocurriendo algo que no podía, en ningún modo, ser obviado por las
prestigiosas y ansiadas páginas de su diario. Definitivamente era algo fuera
de lo común, muy extraño y que ameritaba tanto su atención como la de todo
el país.
Fue una decisión que, de seguro, causó gran molestia en el seno de la
alta cúpula de la Iglesia Católica imperante en la nación y única entidad
religiosa que gozaba de aparecer siempre en las páginas tanto de El Caribe
como de todos los medios de comunicación de la época, tanto por su
siempre de un encomillado.
Las enormes manifestaciones demoníacas eran consideradas por los
comunicadores como “ataques de histeria”. Es evidente que la estela de dudas
llevaba a que se le diera una connotación natural a cada acción del Espíritu
Santo.
El diario se concentró sólo en los portentos. En ninguna de las
publicaciones se hizo mención a lo planteado por el evangelista García en sus
predicas. A lo más que llegó, en este sentido, fue a exponer el agradecimiento
las curaciones que afirmaban haber recibido varias personas de la parte alta
de la capital, respondió diciendo: “Dejo esto a la opinión del pueblo, que es el
que recibe la luz”.
Según el reporte periodístico, la gente andaba por toda la ciudad
contando lo que calificaban como una obra de Dios a favor de sus vidas.
Ese día doña Zoraida Álvarez afirmó públicamente haber sido
liberada de sus males que le aquejaban. Y el niño Keiter de Js. Sánchez
caminó por toda la glorieta tras haber sido liberado de su parálisis parcial. Y
doña Rosa Emilia afirmó que había recibido la vista.
Hasta a París
El día 17 de marzo, el clero de la Iglesia Católica abundó más con sus
definiciones y explicaciones sobre lo que es un milagro. Pero en esta ocasión,
se enfocó en la meticulosidad usada por la Iglesia Católica para la
Pero allí existe un protocolo rígido. Los que dicen estar enfermos,
primero deben llevar los certificados médicos, que son examinados en la
oficina para verificar el estado real de la persona. Antes de ser llevados a
hacer oración ante la imagen de Santísima Virgen otros cinco médico han de
reconocer al enfermo y dar su correspondiente información (Antonio, 1954).
Si el enfermo afirma que fue sanado, entonces se le lleva, otra vez, a
la oficina de información de los curados, donde “rigurosamente es examinado
de nuevo”.
EL DEBATE MÉDICO
del cuerpo humano y las que son generadas por cuestiones puramente
emocionales.
Indicó que las enfermedades emocionales pueden desaparecer de las
personas por el simple uso de la sugestión. En este renglón citó la parálisis
parcial, muy propia de los histéricos.
“En ninguno de los casos llamados milagrosos que se le han
presentado las personas que se ha dicho son beneficiaras de ellos, han sido
examinadas por médicos competentes, ni antes ni después de esos milagros.
Esto es, que los casos no han sido controlados científicamente”, afirmó.
los padecimientos del mal que los aquejaban antes y del cual creían haberse
librado después de un breve tratamiento psicopático aplicado por personas
neófita o que no se ciñen a los procedimientos puestos por la ciencia al
alcance de los entendidos en la materia médica”.
Este parecer médico fue apoyado por el psiquiatra A. Pérez González,
quien afirmó ser posible que en ciertos casos de histeria aparente haya cura
por sugestión, aunque la enfermedad permanece en potencia. “Sólo en ese
caso pueden darse los milagros que ellos se atribuyen”.
Con estas declaraciones en manos, el periodista Pouerié Cordero abordó a los
continuamente a la existencia”.
Pitier dijo que son los enfermos quienes mayores beneficios inmensos
derivan de la oración, algo que “ha sido constatado, estudiado y preconizado
por mentalidades de alto valor científico y humanitario. Entre ellos mencionó,
ineficaces, pero sin lugar a dudas este es un campo que tiene sus límites.
Fuera de estos límites está lo que la Iglesia Católica llama milagro. El
milagro se define como un defecto sensible, extraordinario, superior al poder
de la naturaleza, o más brevemente como un suceso extraordinario
sobrenatural.
Hay tres cosas que se reconocen aquí: 1) que la ciencia médica tiene
límites, 2) que ocurren sanaciones mediante recursos puramente psicológicos,
3) que hay casos que van más allá de lo subjetivo.
Explica lo de los milagros indicando que son hechos para los cuales la
ciencia médica no tiene respuesta. Lo sería, según expone, la curación
instantánea de una úlcera profunda atónica con recuperación de todo el tejido
y de las vellosidades; la recuperación de un miembro perdido; el movimiento
manera de sedante, con un efecto algo parecido al que pudiera tener algún
otro sedante de distinta naturaleza.
La complejidad de la personalidad psíquica de las personas es algo
que este galeno reconoció debe ser tratado sólo por los expertos en la materia.
(Luis, 1954).
Las autoridades trataron de curarse en salud dejando entrever que no
se trataba de un atentado contra la libertad de culto, sino que, simplemente, se
buscaba salvar la integridad del área verde. Ante los medios se enfatizó que
podían seguir predicando en cualquier otro lugar del país, salvo la indicación
ya señalada.
La medida produjo gran desconcierto en la población. Una gráfica de
la época muestra a las gentes agolpadas en las inmediaciones del parque Julia
Molina con los brazos cruzados y, otros, con las manos metidas en los
Pero la gente y los creyentes no eran los únicos que andaban detrás de
los evangelistas García y Cardona. Los comunicadores comisionados por El
Caribe recorrieron lugares y hoteles tratando de dar con ellos.
El periodista Pourie Cordero habla de sus tres días de búsqueda. Fue
regresando al Hotel Linda España- ubicado en ese entonces frente al parque
Independencia- que encontró a Cardona. Regresaba después de un día
haciendo diligencias para lograr la reanudación de la campaña. En sus
declaraciones agradeció a las autoridades y al gobierno porque, según
percibía, las cosas iban en vía de ser solucionadas. Reiteró que era Dios
quien estaba haciendo la obra a favor de los necesitados, algo que, según él,
venía ocurriendo en New York, Puerto Rico, California y otros países.
El día 19 el diario exhibió ante el país tres enormes fotografías cuyo
pie detallan que unas ocho mil personas se dieron cita, esta vez, en las
inmediaciones de Calle No. 6 esquina 15, en el populoso sector de Villa
Juana. Sobre la plataforma se aprecian a varios pastores que apoyaban la
actividad, al evangelista García y al hermano Cardona tocando su bandoneón
ante una muchedumbre que expresaba su regocijo con el levantamiento de
manos.
Las diligencias hechas por los ministros evangélicos tuvieron su fruto.
El Concejo Administrativo decidió que la jornada de predicación y oración
por los enfermos continuara en el nuevo lugar. Agradecieron a las
escuchar la palabra de los pastores, aguardaban tal vez que se produjera algún
milagro (Rafael, 1954).
El día siguiente, el fotógrafo Roberto Arriaga muestra varias
imágenes en el periódico en donde se aprecia una multitud compacta que ha
superado en número a la cantidad de almas humanas de las reuniones
anteriores.
Con su reseña cotidiana y con el gran debate concitado-que aún se
mantenía en pie-, los dominicanos sintieron gran atracción por la jornada de
fe.
Quien hace este truco anda acompañado de alguien que hace el papel de
apostador. Y esto para atraer a otros jugadores.
El Mercado Modelo y las inmediaciones del Estadio de La Normal
eran los lugares escogidos para la fechoría. Se trata de espacios donde
pululaba esa delincuencia perversa. En el mercado sus víctimas eran los
campesinos que traían provisiones a la capital. Y en el estadio engatusaba a
jóvenes deportistas incautos. Su habilidad le permitía contar dinero y hacerles
creer a las gentes que estaba completo. Luis (2009) dice que los demonios lo
usaban en esto.
trabajó con los Templos Bíblicos en Barahona y Cabral y que fue, además,
fundador de obras para el Ejército de Salvación en Estados Unidos. El le
pidió una colaboración para comprar un megáfono.
-El Espíritu Santo nos convenció-dijo- y le dimos la primera ofrenda
Conversión
Urbaez se convirtió al evangelio en una de las noches en que el
evangelista David García estuvo ministrando en la ciudad de Santo Domingo.
Aparte del impacto de Dios en la nación, esa jornada de fe captó a muchos
jóvenes (Luís Suazo, 2010).
Empezó a congregarse en la iglesia de la Cruzada, ubicada en la calle
Rabelo, número 150. (La iglesia se trasladó a la calle Doctor Betances. Hoy
Sed de Dios
Después de su conversión, Urbaez abrigó un solo objetivo y pasión en
su vida: llenarse de la presencia de Dios. Quienes le conocieron bien,
sueño en el que veía a Urbaez orando por él. Fue a una de las campañas y,
efectivamente, fue sanado tras la oración del evangelista.
Aunque muy joven y novato en el ministerio, la noticia de lo que
estaba ocurriendo en las iglesias donde Urbaez predicaba llamó
profundamente la atención de los pastores de la época, incluyendo a los más
reconocidos. Lino (2009) dice que en la época le gustaba invitarlo a su
iglesia.
“Es que cuando él predicaba había bendición” dijo. Su iglesia fue el
escenario donde Urbaez llegó a celebrar varias campañas.
Una madre llegó a la iglesia con un hijo muy enfermo. Cuando pasó
al frente para que el evangelista orara, ella cayó al suelo víctima de unos
demonios que hacían que se revolcara y pronunciara cosas terribles. Tras la
ministración, quedó completamente libre esa noche.
Un padre llegó a la campaña con un hijo ciego. Cuando Urbaez le
puso las manos en la cara, el niño no sólo empezó a ver, sino que notaron
tenía dos pupilas negras y brillosas recién creadas.
En otra ocasión, un grupo de adolescentes no cesaba de arrojar tierra
al aire. Su burla permanente llamó la atención de Urbaez.
discriminación que han existido con esta fe en esa nación. El cita el caso de la
visita de un evangelista dominicano de nombre Luís Urbaez a quien Dios
usaba de manera extraordinaria. “La noticia corrió como reguero de pólvora
por todo Managua y cada noche hacían fila centenares de enfermos para que
Urbaez les impusiera las manos”, escribió.
Por allá fue acusado de practicar la medicina sin tener licencia. Lo
arrestaron. Pero esto produjo un gran revuelo y la asistencia a su campaña
evangelistica frente al asilo de ancianos más bien se multiplicó, llegando a los
La Normal
En el 1966 inició la celebración de una campaña en el Estadio de la
Normal, Santo Domingo. Esta actividad fue programada sólo para dos
semanas. Sin embargo, al llegar el último día, buscó la opinión del pueblo.
Con entusiasmo desbordante la multitud respondió de manera positiva. Las
gentes no querían que parara lo que consideraban como una gran fiesta
espiritual.
Carmen (2010) sostiene que el pueblo estaba anhelante de actividades
de esta naturaleza. Todavía estaban bajo los efectos del impacto que
produjeron los predicadores David García y Jaime Cardona.
por toda la plataforma exhibiendo lo que Dios había hecho. Los liberados de
ceguera, cáncer, dolores y parálisis testificaban ante el pueblo sobre la obra
del Señor.
Juan (2009) recuerda a una señora que llegó en condiciones delicadas.
El oro por ella y ordenó a la enfermedad salir de su cuerpo. “Ella vomitó una
cosa negra y quedó completamente sana”, dijo.
Su don de discernimiento le permitía mirar a la distancia a cualquier
lado de la grada y llamar a alguien por su nombre o, de manera específica,
reprender los demonios de una persona. Las gentes caían dando vueltas o
venían a la plataforma caminando como perros y con los puños doblados.
Esto ocurría muy a menudo con jóvenes de los barrios que trataban de dañar
el ambiente con sus burlas y lanzando objetos hacia la multitud.
una sábana blanca delante de la plataforma. Pidió a las gentes depositar una
ofrenda especial. Nada en moneda. No pasó mucho tiempo sin que el largo
lienzo estuviera completamente lleno de billetes de toda clase (Carmen,
2010).
Caída
Algo que surge de manera natural en todos los que hablan de Urbaez
es su resistencia a contar los detalles de su final. Es la tecla que no se quiere
tocar. El lado oscuro para el cual no se desea mirar. Empero, es una triste
realidad imposible de borrar.
En su tiempo de apogeo ministerial, Urbaez empezó a viajar Estados
Unidos y a muchos países de cetro y Sudamérica. Llegó un momento en que
los pastores ya no querían darle el púlpito ni respaldarlo en sus campañas.
Los rumores corrían como pólvora. Juan (2009) cuenta que Jacinto Pérez,
pastor de la Asambleas de Dios Central, recibía llamadas desde fuera
advirtiéndole que tuviera cuidado con Urbaez, “pues no andaba bien con el
Señor”. Esta era una de las congregaciones y uno de los pastores no solo de
Dios y que han contristado al Espíritu Santo. Están operando solo en la carne
y en base a sus propias habilidades. Pero no hay unción de Dios por las faltas
que tienen.
Urbaez no fue el primero y, lamentablemente, no será el último. La
también demanda.
Creo que lo planteado aquí no es sólo para ser tenido únicamente
como patrimonio histórico, sino que debe impulsar a conquistar la repetición
en grande de un hecho que podría cambiar el curso de iglesias, comunidades,
naciones y todo un continente. Dios es el mismo ayer, hoy y por los siglos de
los siglos.
BIBLIOGRAFIA
12. El Caribe, Iglesia rechaza curaciones de tipo nervios, dice cura, Santo
Domingo, R.D., 17-3-1954, p 16
13. El Caribe, Dr. Pieter declara oración es recurso de la medicina, Santo
Domingo, RD., 17-3-1954, p16
14. El Caribe, Afirman protestante lanzó reto pueril a médicos CT, Santo
Domingo, RD., 18-3-1954, p6
15. El Caribe, Afirman que Jesús es quien puede hacer los milagros, Santo
Domingo, RD., 18-3-1954, p6
16. El Caribe, Apoya carta de Dr. Pieter sobre curación milagrosa, Santo
Domingo, RD., 18-3-1954, p 6
17. El Caribe, Disienten del Dr. Pieter sobre supuestos milagros, Santo
Domingo, RD. 19-3-1954, p 9
18. El Caribe, Dicen muchos protestantes no aprueban la “campaña”, Santo
Domingo, RD., 19-3-1954, p. 9
19. El Caribe, Dudan que el hombre tenga poderes divinos para curar, Santo
Domingo, RD., 19-3-1954, p. 9
20. Escorcia Polanco, Carlos. “Los mártires de la fe evangélica interpelan
p.9
25. Matorell, Rafael. “Mudo de Elías Piña recibe desilusión”. El Caribe
(Santo Domingo), 21-3-1954, p. 24
26. Matorell, Rafael. “Cojo deja bastón ante la multitud”, El Caribe (Santo
Domingo), 23-3-1954, p.16
27. Matorell, Rafael. “Multitud de 30,000 despide a García y Cardona al final
de campaña evangelística”. El Caribe (Santo Domingo), 28-3-1954, p. 24
28. NICOLAS HICKS, WINSTON. “Sobre el ministerio de Urbaez”.
Entrevista Personal. Evangelista del Concilio Evangélico de las Asambleas de
ante multitud asistente reunión evangélica; pastor García ora para detener la
lluvia”. El Caribe (Santo Domingo), 21-3-1954, p.24
39. Sánchez Sánchez, Eudoro. “Pastor rechaza testimonio de sujeto que dice
curó por obra y gracia de Dios; exorcizan demonios que los atormentan”. El
Caribe (Santo Domingo), 23-3-1954, p.16
40. SILVA, AZARIAS. “Lo que vi y escuché de Luís Urbaez”. Documento.
Pensilvania, Estados Unidos; 12 de diciembre del 2009
41. SUAZO, LUIS. “Vida de Luís Urbaez”. Entrevista Personal. Pastor de la
LUIS SUAZO
Declaraciones de Luís Suazo, pastor de la Iglesia Evangélica
Pentecostal Getsemaní Inc., y amigo íntimo de Luís Urbaez
Yo no he conocido a un evangelista más usado por Dios que Luís
Urbaez.
Todos esos pastores de la época, Francisco Astacio, Jacinto Pérez,
Lino Lizardo y los demás vieron que en ese joven había algo grande. Era un
hombre con un don de discernimiento tan terrible que al ver una persona
reconocía si estaba o no endemoniada. Uno veía como se producían la
manifestación demoníaca y las liberaciones.
Como él no se ha visto nadie. En las campañas eran sanados los
cojos, los ciegos y los paralíticos, era algo fuera de serie. Lo que pasa es que
calló en la vida de pecado, nueva vez. ¿Usted sabe cómo fue que murió? El
estaba en una discoteca donde lo encerraron y le pegaron fuego. Lo
reconocieron por los dientes. Yo no sé en que parte de Nueva York fue eso.
Pero eso fue así. Como dicen que lo encontraron de rodillas, yo espero que
cabareces buscando mujeres y tomando licor. Es que eso era normal para
nosotros. Los bares eran para nosotros lo mismo que la iglesia hoy.
Después de su conversión, Urbaez decidió buscar a Dios de manera
profunda, empezó a ayunar. Y Dios hizo una excepción con él. A él se le
metió el Espíritu de Dios, tal como se le metió a David, cuando Dios decidió
escogerlo como rey. El ungimiento que tenía Saúl se le traspasó a David.
Aunque cuidaba las ovejas, ya estaba ungido. Y fíjense que eso fue tan
grande que con una simple onda, este muchachito logró colocar una piedra
puede ver el reino de Dios. Nunca te creas que eres la gran cosa. Cuando tú
actúas de esa manera, sencillamente limitas a Dios. Es que tú tienes que
depender de Dios. Los niños dependen de su madre.
Cuando Dios lo llamó, él se metió en serio en una búsqueda
sanada. Era un asunto tan fuera de serie, que en una ocasión llegó de
Estados Unidos y encontró una mujer enferma. Ella le dijo que estaba en esa
condición por su culpa.
-¿Y por qué por mí?, le preguntó él.
Santo Domingo, RD
28 de noviembre del 2009
PABLO VILLANUEVA
-Por ejemplo, con relación a los testimonios de él, ¿qué es lo que más
usted recuerda?
-Lo más grande es que hablamos de un hombre analfabeto. El subía al
púlpito sin ninguna preparación. Sin embargo, Dios lo usó de una manera
enfrentaba con la Policía y por eso lo metieron varias veces en la cárcel. Era
temerario y atrevido. Era un hombre indio y fuerte”.
-Veo que Urbaez fue un hombre que llegó y, luego, desapareció del
escenario.
-Sí, eso es verdad. Es poco lo que se sabe de él. Duele mucho la
forma en que terminó.
-Dicen que falleció encerrado y envuelto en llamas de fuego en New
York.
-Una manifestación grande del poder de Dios. No era tanto por él,
sino que había un pueblo dispuesto. El fue el medio que Dios usó para el
crecimiento. Y, además, Dios respalda siempre su Palabra.
-Muchas gracias Pablo.
Santo Domingo, RD
4 de septiembre del 2009
AZARIAS SILVA
evangelista que Dios haya usado más en los últimos 50 años que al difunto
Luís E. Urbaez.
Nací y me crié en el evangelio, y de mis 60 años que tengo de edad, al
escribir estas líneas, 40 de ellos los llevo en el ministerio. No escribo estas
informaciones para impresionar al lector o cualquier otra persona que
pueda percatarse de lo que informo, pero sí lo hago como evidencia de que
no estoy exagerando lo que conozco de Urbaez.
Lo conocí en la década de los 60, cuando apenas era un adolescente.
micrófono para decir: “En una de las ambulancias hay una señora que sus
pulmones están dañados por completos, el médico la mandó a su casa a
morir y Dios dice que le está poniendo unos pulmones nuevos. Salga de esa
ambulancia ahora y venga aquí”. Al instante salió una mujer caminando
con los tubos de oxigeno puestos hasta llegar a la plataforma.
Esa señora se convirtió y estuvo perseverando por muchos años en la
iglesia de quien fuera mi suegro el reverendo David Pérez Colón, de la
Avenida Jesús T. Piñeiro de Río Piedras, Puerto Rico.
Conocí al esposo de una hermana, miembro de la primera iglesia al
la iglesia. No se perdía una sola de las campañas que se hacían con grandes
evangelistas. Pero nunca tomaba su decisión.
Esta vez, el predicador fue Urbaez (1975). Al final del mensaje lo
señaló directamente y le dijo: “Tu llevas años viniendo a la iglesia, has
abusado de la misericordia de Dios, has hecho sufrir a tu esposa, pero dice
Dios que hoy es tu día y hoy sabrá que Dios es real”. Al instante este
hombre dio un salto como de tres pies y cayó al piso. Desde el último banco
en donde estaba sentado vino rodando por todo el suelo hasta el altar donde
rodaba. Cuando quise levantarlo por temor a una fractura, Urbaez me gritó:
“Déjalo, para que sepa quien es Dios.” Tras unos 20 minutos, se levantó y
me abrazó. Hoy, junto a su esposa, es el pastor de la segunda iglesia que
fundé en el Barrio Bajuras, de Vega Alta, Puerto Rico.
Otro caso fue el de un recién nacido que fue llevado por su madre al
templo de la iglesia que yo pastoreaba en 1975. Su madre, muy emocionada,
llegó con el pequeño hasta la plataforma donde Urbaez predicaba. Con
llantos le pidió que orara por su hijo, pues los médicos se lo entregaron. El
simplemente le dijo que no tenía debía orar ya debido a que Dios había
hecho la obra. Le describió todo lo que los médicos habían dicho. Al día de
hoy este joven vive en New York y reconoce, al igual que su madre, que está
vivo por un milagro de Dios a través de Urbaez.
Ricardo Fonseca Rivera, un miembro en plena comunión de la
primera iglesia que pastoree en Vega Alta, Puerto Rico, muy de madrugada,
su esposa, vino hasta mi hogar para que yo fuera a su casa a orar porque
aparentemente se había vuelto loco. La fecha fue junio del 1975. Fui y me di
cuenta que era un asunto espiritual que requería liberación. Ese mismo día
llego Urbaez a Puerto Rico para iniciar una de sus últimas cruzadas
evangelisticas que pude coordinarle. Le pedí que fuera conmigo a orar por
este hermano. Una esquina antes de llegar a la casa, Urbaez me dijo: “El
demonio nos va a llamar por nuestros nombres propios”. Justamente al
le digo que, antes de que nos vayamos de este lugar, Dios lo va a traer a esta
plataforma y le va a demostrar que él es real.
No pasaron 10 minutos cuando este joven salió de las gradas
corriendo y desesperado llevándose por doquier a todo el que encontraba a
su paso. Nadie pudo detenerlo hasta subir a la tarima. Personalmente me
encargue de interrogar a este joven quien me dijo: “No sé qué me pasa, pero
tengo toda la boca adormida y siento algo extraño en ella. Por favor
ayúdeme”.
Urbaez le examinó la dentadura y, efectivamente, estaba toda llena
su restauración final. Con lágrimas en sus ojos y con sus dos manos puestas
en mis hombros, me dijo:
-Mírame bien. ¿Es cierto que me vas a dejar solo?
Le conteste:
-Así es.
De inmediato me susurro:
-Se me va a hacer muy difícil seguir. Yo no puedo dejar de ayunar y
orar porque tan pronto como salgo de los ayunos le fallo a mi Dios. Soy
débil y le he pedido por mucho tiempo al Señor que quite mis debilidades.