Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1
Índice
Introducción...................................................................................................................................1
Justificación...................................................................................................................................3
El Aborto.........................................................................................................................................3
Noción..................................................................................................................................3
Algunos aspectos histórico-sociales del aborto...............................................................4
Legislación más liberal........................................................................................................5
Legislación que permite causales amplias.....................................................................5
Legislación más restrictiva.................................................................................................6
Legislación que permite el aborto terapéutico..............................................................6
Legislación totalmente prohibitiva....................................................................................6
Posiciones a favor y en contra del aborto......................................................................7
Consideraciones bioéticas sobre el aborto........................................................................7
La autonomía de la mujer: ¿puede la madre decidir por el feto?..............................9
Libertad y dignidad como valores complementarios en el ser humano................10
Dignidad humana, ética y derechos humanos.............................................................11
La autonomía del médico: ¿Puede el médico decidir por el feto?..........................11
Los principios de la Bioética: ¿Autonomía y beneficencia frente a justicia en el
aborto?...................................................................................................................................12
Aspectos legales en República Dominicana....................................................................13
Conclusión....................................................................................................................................15
Anexos...........................................................................................................................................16
Bibliografía....................................................................................................................................20
2
Justificación
El Aborto
Noción
Se llama aborto a la interrupción del embarazo antes de que el feto sea viable.
Suelen distinguir entre “aborto espontáneo”, que consistes en la expulsión
involuntaria del embrión o feto no viable por causas patológicas o accidentales no
previstas, y el “aborto inducido” o “provocado”, que consiste en la interrupción
deliberada del embarazo por la extracción del contenido de la cavidad uterina. Es,
por tanto, la eliminación deliberada y directa de una vida humana, en la fase
inicial, que va desde la concepción hasta el nacimiento.
3
Algunos aspectos histórico-sociales del aborto
4
la historia. En el pasado se intentaba abortar tomando diversas drogas, dejando
de comer, colocándose carbono calientes en el abdomen, saltando desde lugares
elevados, transportando objetos pesados, lanzándose al mar desde acantilados,
sentándose en un recipiente con agua y amoníaco, o insertando agujas o
alambres en el útero a modo de legras. Las complicaciones que producían tales
métodos infrahumanos desencadenaban hipotensión, insuficiencia renal,
trastornos hepáticos, infarto, necrosis del útero e incluso la muerte inmediata de la
mujer.
Este grupo está conformado por cuarenta países, entre ellos se encuentran
Estados Unidos, Canadá, Holanda, Austria, Noruega, Grecia, Dinamarca, Vietnam,
Cuba, China, entre otros.
Las leyes de estos países tienen por lo general, una actitud comprensiva hacia el
aborto. Aunque no es suficiente la petición de la mujer; se incluyen diferentes
motivos válidos para justificar el aborto, como son: la protección de la vida y la
5
salud de la mujer, la violación, el incesto, las razones de eugenesia o los factores
sociales y económicos.
Las leyes de estos países admiten entre dos y cuatro causales de excepción.
Además de permitir el aborto cuando la continuación del embarazo pone en riesgo
la vida de la mujer, también admite los motivos por eugenesia o bien cuando el
embarazo se debe a violación o incesto.
Entre los 59 países que integran este grupo se encuentran Argentina, Brasil,
México, Arabia Saudita, Tailandia, entre otros.
La legislación de este grupo de 45 países sólo permite el aborto para salvar la vida
de la mujer afectada. Entre los países más poblados de este grupo vale mencionar
a Indonesia, Irán, Egipto, Venezuela, Nigeria y Afganistán.
6
Colombia, Chile, Honduras, Filipinas, Somalia, Haití, República Dominicana,
Andorra, El Vaticano, entre otros.
7
Los términos equidad, mérito y titularidad han sido usados por varios filósofos en
sus intentos de explicar la justicia, donde la interpretan como trato igual,
equitativo y apropiado a la luz de lo que se debe a las personas o es propiedad de
ellas. El principio de justicia en términos simples se define como el otorgar a cada
quien lo que le corresponde.
8
individuo por las actitudes y creencias propias de cada uno de ellos. Aun si
tratamos de aplicar los 4 principios bioéticos arriba mencionados, no se podrá
obtener una unanimidad, puesto que de ellos el principio de Justicia es el que nos
lleva a consideraciones más allá de toda discusión político-religioso-social, puesto
que los argumentos vertidos en cualquier discusión pueden ser de total validez
para aquel que los defiende.
Ante esta incapacidad de resolución unánime entra en auxilio una figura si bien no
del todo justa en todas acepciones, sí determinante en el actuar de un grupo social
determinado: la ley.
Se afirma la autonomía como una posesión del individuo que decide con
independencia absoluta sobre sí mismo, conforme a lo escrito por Stuart Mill:
«Ningún hombre puede, en buena lid, ser obligado a actuar o a abstenerse de
hacerlo, porque de esa actuación o abstención haya de derivarse un bien para él,
porque ello le ha de hacer más dichoso, o porque, en opinión de los demás,
hacerlo sea prudente o justo. Éstas son buenas razones para discutir con él, para
convencerle o para suplicarle, pero no para obligarle o causarle daño alguno si
obra de modo diferente a nuestros deseos. Para que esta coacción fuese
justificable, sería necesario que la conducta de este hombre tuviese por objeto el
perjuicio de otro. Para aquello que no le atañe más que a él, su independencia es,
de hecho, absoluta. Sobre sí mismo, sobre su cuerpo y su espíritu, el individuo es
soberano». Pero en la práctica nos enfrentamos muchas veces a pacientes no
competentes o con la competencia do con la competencia disminuida, que hacen
difícil la aplicación inmediata del principio de Stuart Mill, aunque estuviéramos de
acuerdo con él, de forma que debemos ir a decisiones subrogadas, cada vez más
alejadas de esa «soberanía individual». También, en el ámbito latinoamericano, la
familia cumple un papel importante en las decisiones clínicas y en el
consentimiento informado, frente al individualismo más extremo. Esto se presenta
de un modo más complejo en las decisiones de la mujer frente al aborto, por las
9
presiones de su compañero, de sus padres cuando es menor de edad, por la
mentalidad social de rechazo a la madre soltera, etc.
En definitiva, una actuación libre de la madre que aborte su propio feto, no sólo
está provocándole al feto un grave daño privándole del mayor bien que es la vida,
sino que está provocándose a sí misma una pérdida irreparable en su propia
10
dignidad moral como persona. Y en esto tienen también responsabilidad aquellas
personas que prestan su ayuda o promueven esa «solución» para el embarazo no
deseado. Es necesario encontrar soluciones que respeten la dignidad de todas las
personas involucradas en la decisión, donde también se debe incluir al hijo no
nacido.
Lo cierto es que puede existir una presión social hacia los médicos para
encargarles de la realización legalmente aprobada de los abortos, incluso dentro
del propio sistema público de salud, como ocurre en algunos países. Ante esto,
11
debemos tener en cuenta la posición generalizada de la mayoría de las
organizaciones médicas en contra, y las exigencias éticas de protección a la vida
humana no nacida que están expresamente escritas en algunos Códigos
Deontológicos. La Asociación Médica Mundial, en una Declaración sobre el aborto
terapéutico, señala: El primer principio moral que se impone al médico es el
respeto a la vida humana desde su comienzo.
Segundo nivel ético: Autonomía con y para los otros. Articular Beneficencia y
Autonomía.
12
El médico está ligado al paciente por un contrato profesional, y en el marco de una
institución. Es, por tanto, el médico un agente que interviene en lo que denomina
Ricoeur el tercer nivel de la intención ética, el de la justicia. Pero a la vez, debe
establecer relaciones personalizadas con los pacientes que atiende, y por eso su
actuación se mueve en el segundo nivel ético del «con y para los otros». No puede
ignorar la justicia, pero debe actuar con beneficencia, desde una ética de las
virtudes que ayude al otro a conseguir una vida lograda, en la mayor medida
posible. Por otro lado, la mujer con un embarazo no deseado debe también tener
en cuenta los justos derechos del no nacido aún. Cometer una injusticia al no
respetar la vida del hijo supone un acto maleficente para el hijo y para con ella
misma, porque tampoco respeta su dignidad como persona y es, por tanto, injusta
consigo misma. Esta es la raíz más profunda del gran desequilibrio personal que
provoca el aborto en la mujer. No es sólo el posible remordimiento desde sus
convicciones religiosas o ideológicas, sino la conciencia cierta de haber cometido
una injusticia, con su hijo, y consigo misma, que afecta gravemente a su dignidad
como persona.
Por tanto, debemos construir desde el principio de justicia, base de los principios
de autonomía y beneficencia. Por delante de la autonomía de la mujer y del
médico, y de la beneficencia posible de la madre con el aborto, están las
obligaciones de carácter absoluto y que no admiten excepciones, impuestas por
los principios de no maleficencia no hacer daño al feto ni a la propia madre, y de
justicia: respetar el derecho a la vida y a la salud del no nacido.
13
aborto eugenésico o por malformaciones congénitas físicas o psíquicas no está
exento de punibilidad.
El Artículo 317 del Código Penal Dominicano sanciona con penas de dos a cinco
años a toda mujer que se provoque un aborto, con o sin asistencia, en tanto que
impone penas que oscilan entre los cinco y veinte años al personal médico que
interviene en su realización.
14
Conclusión
Cada ser consciente considero que es como la hebra de una gran trama que lo
trasciende. El motivo o propósito que cada uno lleva como parte vital de dicha
trama, escapa y excede por mucho a nuestro conocimiento humano y al final,
quizás todo se trate hacer una elección y luego ver por qué razón tomamos dicha
elección entre infinidad de posibilidades más. Y creo que de todas las elecciones
posibles, ser el juez de quién puede seguir existiendo y quién no, no corresponde
en todo caso a otra de las hebras, ya que no puede ver todas las perspectivas y
solo conoce un poco de la trama a partir de su propia posición en la misma. En
caso del aborto terapéutico, cuando el peligro de muerte es inevitable para la
madre, dependerá de una elección, y la respuesta sobre cuál es la elección
correcta creo que no existe. En el caso del inciso 2 del Código Penal, no se
considera que a una vida se la deba condenar a la no existencia por un motivo que
excede su propia responsabilidad y en el momento en que se produce la
fecundación, la vida ya es un valor autónomo que debería exceder por tanto la
capacidad de someterla a la voluntad de otro ser, ya que la madre, es por su
propia naturaleza que ha servido de instrumento para que dicha forma se exprese
y lo antinatural sería que ella rechazara la condición que la define como tal y es su
capacidad procreadora. A diferencia de la carne que podrá ser fruto de la propia
vida de la madre, es mi opinión que un ser humano no está solo formado por un
cuerpo biológico, sino que tiene una identidad y un carácter y por qué no un
espíritu que en el conjunto lo definen como tal y están más allá de la potestad que
una madre debiera tener y por tanto las leyes humanas deberían protegerle, hasta
tanto pueda seguir independientemente del medio que hasta su gestación sostiene
transitoriamente su existencia.
15
Anexos
16
17
18
19
Bibliografía
20