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específico que deseas abordar o una pregunta que deseas responder. Este problema debe
estar claramente definido y ser lo suficientemente específico para que puedas enfocar tu
investigación de manera efectiva.
Determinación de lo que se pretende investigar: Una vez que has formulado el problema,
debes determinar qué aspectos específicos del problema deseas investigar. Esto implica
establecer los límites y alcance de tu investigación. Puedes considerar factores como el
tiempo disponible, los recursos y la viabilidad para decidir qué aspectos abordarás en tu
estudio.
1. Identifica el tema: Determina el área o el tema general en el que deseas trabajar. Esto puede
ser cualquier cosa, desde ciencias sociales hasta ciencias naturales o tecnología.
2. Investigación preliminar: Realiza una investigación preliminar sobre el tema elegido para
familiarizarte con los conceptos, las teorías existentes y los problemas relacionados. Esto te
ayudará a comprender el contexto en el que se encuentra tu problema y a identificar las
lagunas de conocimiento que deseas abordar.
3. Define el problema en términos claros: Formula el problema de manera clara y concisa.
Asegúrate de que el problema esté bien definido y sea específico en lugar de ser demasiado
amplio o vago. Esto te ayudará a enfocar tus esfuerzos y evitar confusiones en etapas
posteriores.
4. Identifica los objetivos: Determina los objetivos generales y específicos que deseas lograr
al resolver el problema. Los objetivos deben ser medibles, realistas y relacionados
directamente con el problema que has formulado.
5. Delimita el alcance: Establece los límites y las limitaciones de tu problema. Define
claramente qué aspectos estarán dentro del alcance de tu investigación o proyecto y cuáles
estarán fuera de él. Esto te ayudará a enfocarte en los elementos más relevantes y a evitar
desviaciones innecesarias.
6. Formula preguntas de investigación: Elabora una serie de preguntas específicas que te
ayuden a explorar diferentes aspectos del problema. Estas preguntas pueden estar
relacionadas con la causa del problema, los factores que lo influyen, las posibles
soluciones, etc. Las preguntas de investigación guiarán tu enfoque y te ayudarán a recopilar
información relevante.
7. Revisa y refina la formulación del problema: Una vez que hayas seguido los pasos
anteriores, revisa la formulación del problema para asegurarte de que sea coherente, claro y
aborde los aspectos esenciales del tema. Realiza ajustes si es necesario y asegúrate de que
refleje tus intenciones y objetivos de manera precisa.
EJEMPLO
Tema: Acceso limitado a servicios de salud en una comunidad rural.