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PUNO-2023
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
Las enfermedades infecciosas son causadas por microorganismos patógenos como
bacterias, virus, priones, hongos, etc. Estas enfermedades pueden transmitirse de un
huésped susceptible a otro de la misma o diferente especie, ya sea directamente de un
animal o indirectamente por medio de un huésped intermedio de naturaleza vegetal,
animal o de un vector inanimado.
Las enfermedades infecciosas representan un importante problema de salud que
afectan a los animales domésticos, de experimentación, exóticos, salvajes y
ganaderos; que, en muchos casos, causa alta mortalidad y morbilidad a pesar del actual
desarrollo de los antimicrobianos y la inmunoterapia.
La función principal del Médico Veterinario es la de diagnosticar, pronosticar, tratar
y prevenir este tipo de enfermedades, quien requiere una serie de destrezas y
habilidades para llevar a cabo esta tarea con éxito. Por lo tanto, es necesario cultivar
en los estudiantes, futuros Médicos Veterinarios, conocimientos prácticos del proceso
infeccioso, tratamiento, control y prevención.
El presente manual de prácticas brinda herramientas útiles al estudiante para realizar
la atención sanitaria en caso de procesos infecciosos; además, los acerca a
experiencias útiles de profesionales expertos en su campo. Este enfoque aporta
especial valor al aprendizaje práctico y desarrollo de futuras destrezas.
Esta enfernledad descripta en Italia en 1546 es de Q (le 1897 la prinnera entre las del hombre y
otros animales en que se denlostró un origen viral, pero su agente recién pudo ser visualizado en
1958 (1). En Argentina, el primer diagnóstico clínico y el primero empírico se realizó en
bovinos en San José de Flores en 1870. En 1900, entre las reses de la finca Ilmnaa, Mar
Chiquita "S Mal Principio" encajaba bien en esta situación, y como haremos. ver más
adelante, esa era casi la definición. Ha atraído la atención de personas de disciplinas tan
diversas como la medicina humana y veterinaria, la economía, la diplomacia, la
ganadería y la política porque sus efectos inmediatos y tardíos son tan profundos que no
pueden ser ignorados. En el Perú la primera epidemia se dio en el año de 1910. Las
principales epidemias registradas hasta la fecha en el
país corresponden a los años 1947, 1956, 1962 y 1993.
Durante el brote de 1962, considerado uno de los más graves, se
describieron infecciones simultáneas de los tres principales
serotipos (A, O, C) presentes en el continente americano.
La propagación de la epidemia por todo el país ha llevado a la creación
de comités nacionales de emergencia, que incluyen universidades, el
ejército y la policía, para combatir la epidemia1. (2) Esta estrategia
nacional ayuda a controlar enfermedades en animales y observar
cambios en la epidemiología de enfermedades en el país.
Los brotes observados entre 1969 y 1973 fueron esporádicos y
asociados a importaciones de ganado vivo de Argentina, Bolivia,
Ecuador y Colombia.
Estos brotes suelen ser el resultado de una cobertura de vacunación
deficiente en poblaciones susceptibles.
(2)
Todas estas razones llevaron al gobierno en 1973 a iniciar un
programa de erradicación y erradicación
de enfermedades, financiado en parte por el Banco Interamericano
de Desarrollo.
Nivel de producción 3 (NP3): 4 UP con más de 500 animales (10%). Dicho municipio (Bolívar)
se encuentra al noroeste del estado Yaracuy, el cual se localiza en la región centro-norte de
Venezuela. La metodología utilizada para establecer el nivel de rentabilidad fue el Análisis
Costo-Beneficio (ACB), el cual es una técnica idónea y fácil de llevar a cabo por el tipo de
información que requiere (ingresos, costos, pérdidas y productividad), así como por el ámbito
que involucra (un municipio, estado, región o país) y por el tipo de enfermedad (epidémica en
una región), de fácil uso y explicación, ajustable a datos nuevos y posible extrapolación de los
resultados a otros ambientes (3). El ACB se utiliza frecuentemente para comparar
económicamente diferentes opciones, el programa de erradicación en este caso y los
resultados de este tipo de análisis incluyen un conjunto de criterios como son el Valor Actual
Neto (VAN), la Tasa Interna de Retorno (TIR) y la Relación Beneficio-Costo (RBC), todos ellos
componentes de la evaluación de inversiones. Guerra conceptualiza el VAN como la suma de
los valores actualizados de los flujos netos de efectivo para cada año del proyecto menos la
inversión inicial del mismo. La ecuación para calcular el VAN de una inversión es: VAN=
(FNE1 /(1+i)1) + (FNE2 /(1+i)2) +…+ (FNEn /(1+i)n) – C, donde VAN es igual al valor actual, FNE
es el flujo neto en efectivo en el año n, “i” es la tasa de descuento y C es el costo inicial de la
inversión. Si el VAN es 0 o positivo y está actualizado a la tasa de oportunidad del capital.
Indica que la inversión paga el costo de oportunidad de la inversión (3). La TIR por su parte, es
aquella tasa de interés que hace que el valor actualizado de los ingresos sea igual al valor
actualizado de los costos, es decir que hace que el VAN sea igual a cero, dicho en otras
palabras la TIR es aquella tasa de descuento con la cual el valor actualizado de los beneficios
es igual al valor actualizado de los costos. Si la TIR es igual o mayor que el costo de
oportunidad del capital (expresado como tasa de rendimiento), la inversión paga los costos y
es rentable.
Los resultados obtenidos están dentro de los parámetros establecidos, para poder
afirmar que dicho programa fue eficaz desde el punto de vista financiero, según los
criterios señalados por Guerra (3), donde VAN ≥0, TIR ≥ tasa de actualización y RBC ≥ 1.
señala que los beneficios económicos netos obtenidos del control de las enfermedades
animales es muy alto, entre 200 y 1500% de retorno de los fondos invertidos (3), han
encontrado relaciones beneficio/costo iguales a 20 y en algunos casos hasta 200. Los
resultados encontrados en esta investigación no son tan altos como los señalados por
estos autores, pero de acuerdo a los criterios teóricos
Las suspensiones virulentas, además del virus, permiten encontrar otras partículas, como la
cápside vacía, que no posee ARN y no es infectante, otras subunidades de la cápsula, y la
polimerasa viral que aparece como antígeno asociado a la infección y es de utilidad en el
diagnóstico.
El virus es muy variable, debido a su alta tasa de mutación, recombinación genética y presión
selectiva influída por el medio y vacunaciones previas, lo que trae como consecuencia la
formación de poblaciones virales distintas de aquellas que provocan la infección. Estas
modificaciones implican también cambios en las características antigénicas e inmunogénicas
del virus.
El virus F.A. posee un tracto del ácido poliribocitilico cerca del terminal 5' del genoma y el
largo de este segmento presenta significativas variaciones, las que se asocian a la existencia
de tipos de virus aftoso con características antigénicas bien definidas. Hasta la fecha han
sido descritos 7 tipos y 61 subtipos de virus F.A. Los primeros, son A, O, C, SAT1, SAT2,
SAT3, y Asia 1. Los subtipos A, O, C son más comunes. Existen 29 subtipos A, 10 subtipos
O, 5 subtipos C, 7 subtipos SAT1, 3 subtipos SAT2, 4 subtipos SAT3 y 3 subtipos Asia 1 (1).
El virus de la F.A. puede ser replicado en cultivos celulares de los cuales, tiroides y epitelio
lingual son muy susceptibles. Líneas celulares han sido utilizadas especialmente en la
preparación de vacunas (BHK, riñón de hamster lactante).
El virus de la F.A., está considerado entre los que presentan alta resistencia a estos factores
adversos.
[ Especies susceptibles ]
Posiblemente sean el bovino y el búfalo de agua las especies que presentan la más
alta susceptabilidad, seguidos por los porcinos, ovinos y caprinos.
El cerdo sería el animal que presenta además de alta susceptabilidad, un gran efecto
multiplicador del virus. Se puede infectar con las más pequeñas cantidades del
agente. Ello ha permitido usarlo como centinela, en aquellas áreas donde se desea
saber si el virus ha desaparecido o persiste en el medio.
Las especies no tradicionales que se citan como susceptibles, son todos los cérvidos
salvajes, entre ellos nuestro pudú, al que se le ha encontrado sufriendo F.A.
La fiebre aftosa fue reconocida en América del Sur en 1870, casi simultáneamente en la
provincia de Buenos Aires (Argentina), en la región central de Chile, en el Uruguay, en el sur de
Brasil y coincidentemente en la costa noreste de los Estados Unidos de América. Luego de los
primeros brotes y como consecuencia del desconocimiento de su epidemiología y una actitud
pasiva adoptada por los gobiernos, la enfermedad inició un proceso de expansión que afectó
Chile, Perú, Bolivia, Paraguay, para pasar en la década de 1950 a Venezuela y Colombia y desde
ahí a Ecuador en 1961.
En los años 1960, al inicio de los programas nacionales de control de la fiebre aftosa, todo el
Continente estaba afectado; excepto en Guyana, Suriname, Guayana Francesa y la Patagonia
Argentina (4). En los 1970, se orienta una estrategia regional de control y erradicación basada
en el impacto de las relaciones económico-productivas sobre la persistencia del agente. El Plan
Hemisférico de Erradicación de la Fiebre Aftosa (PHEFA) (4), la decisión política de los sectores
publico y privado, las nuevas herramientas de diagnóstico, la vacuna antiaftosa con adyuvante
oleoso y la estrategia regional, fueron los instrumentos del mejoramiento de la situación
epidemiológica a lo largo de los años 1990. La situación sanitaria sufrió un golpe en los años
2000 y 2001 con la aparición de episodios provocados por virus tipo A y O en Argentina,
Uruguay y Brasil. (4)
[ Transmisión ]
La opinión de los autores de los trabajos más recientes, es que el virus de la F.A.
penetraría al huesped preferentemente por la vía respiratoria y la mucosa de esta vía,
especialmente las superiores (faringe, tráquea, aunque no se descarta pulmones)
serían el lugar de inicio de la multiplicación del agente. Las vías, como la oral y la
cutánea tendrían una importancia menor en el bovino, aunque en el cerdo serían de
gran significación.
[ Patogenesis ]
Las lesiones pueden regresar, demorando algunos días para ello, y dentro de un
tiempo, sólo restarán cicatrices.
[ Síntomas ]
El período que dura el proceso se extiende por 2 - 4 semanas, en las que se presenta
emanación y mortalidad, la que puede alcanzar tasas de 5%. En los terneros,
cerditos, cabritos, etc., la mortalidad adquiere tasas mucho mayores.
[ Diagnostico ]
F.A. puede ser confundida con algunas enfermedades que producen signos similares,
como ser estomatitis vesicular, exantema vesicular, enfermedad vesicular del cerdo,
principalmente. Estas enfermedades infecciosas felizmente no existen en Chile, lo
que simplifica el diagnóstico diferencial.
Enfermedades que producen cojeras, como son el foot-rot bovino u ovino, también
deben considerarse al hacer el diagnóstico.
Son muchas las pruebas que practica el laboratorio con miras al diagnóstico de F.A.,
entre ellas las más usadas son: fijación del complemento, neutralización,
seroprotección, pruebas de inmunodifusión, inoculación en animales de laboratorio,
reacciones serológicas cruzadas, pruebas de antígeno anti VIA, etc.
La mayoría de estas pruebas implican contar con la presencia del virus, o perseguir
su aislamiento y no se practican en los países libres de F.A., los que tienen que
recurrir a laboratorios de referencia para ese fin.
La prueba indica que el animal ha estado en contacto con la infección viral. Como en
la prueba no se utiliza virus, se puede realizar en laboratorios de países libres de F.A.
Cuando se requiere del diagnóstico de laboratorio, las muestras a enviar son: epitelio
de las vesículas, el que debe extraerse lo más limpiamente posible; las muestras se
suspenden en un tampón preservador especial para este fin. Para la prueba VIA se
utiliza suero sanguíneo del animal sospechoso.
[ Tratamiento y prevención ]
PREVENCIÓN
Otras vacunas usadas son las a virus vivos atenuados, lo que se ha logrado por
pasajes seriados por conejos, ratón lactante, embrión de pollo o cultivos de tejidos.
Estas vacunas atenuadas no dejan de presentar riesgos y se citan algunos casos de
reversión. Actualmente sólo muy contados países las usan.
Los países con calidad de libres de F.A., cuando se haya presentado algún brote,
deben medir con bastante cuidado, si la aplicación de vacuna satisface mejor las
espectativas, que usar las medidas de cuarentena y eliminación.
[ Control y erradicación ]
Sin lugar a dudas la mejor forma de lograr o mantener una situación de área libre de
F.A., lo constituyen las medidas de cuarentena, vigilancia epidemiológica y educación
sanitaria; ellas se basan en: evitar el ingreso del virus desde el exterior (control de
límites, aduanas, y comercio de importación), verificar permanentemente- la ausencia
de la enfermedad en los lugares de riesgos, y mantener a la comunidad informada y
atenta, sobre los beneficios de estar libre de F.A. y sobre las maneras de evitar su
ingreso.
Brotes
Año
1961 410
1962 873
1963 383
1964 925
1965 745
1966 147
1966 147
1967 508
1968 1,611
1969 1,209
Fuente: SAG., 1981.
Como se observa, previo a la iniciación del Programa, se mejoró la denuncia, lo que
hace aparecer mayor cantidad de brotes los años 1968 y 1969.
- Legislación adecuada
- Catastro predial y censo pecuario
- Estadística sanitaria
- Educación sanitaria
- Vigilancia epidemiológica
- Control de brotes
- Vacunación (con coberturas y frecuencias variables)
- Capacitación
- Asesoría por Organismos Internacionales (OPS)
- Control de vacunas
- Compra de vacunas y su aplicación
- Evaluación
Brotes
Año
1970 1061
1971 515
1972 32
1973 13
1974 20
1975 0
1976 10
1977 32
1978 1
1979 0
Fuente: SAG. 1981.
Una baja brusca en la presentación de brotes, se provocó desde el inicio del
Programa. Posiblemente, y sin minimizar a los demás, los factores que más influyeron
en este éxito, fueron una excelente vigilancia epidemiológica, la educación sanitaria
eficiente y el adecuado control de la vacuna a usar.
El estudio económico en los diez años de Programa define por si solo lo rentable de
éste. Se gastaron en el período US$ 35.717.232, y los beneficios expresados
principalmente en pérdidas evitadas de carne, leche, crías, mortalidad, vacunas, etc.,
fueron calculadas en US$ 94.886.983, lo que arroja un beneficio neto de US$
59.166.751 (dólares del año 1980).
BIBLIOGRAFIA
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