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EL 9 DE AV

Hace 2500 años aproximadamente, los babilonios destruyeron el Templo Sagrado en Jerusalén.
La fecha de la destrucción fue en el noveno día del mes hebreo Av. Hace dos mil años, los
romanos destruyeron el Segundo Templo en Jerusalén. Toda la ciudad fue saqueada y los
asesinatos fueron tantos que, según se dice, el nivel de sangre en las calles de adoquín llegaba
hasta la rodilla. La fecha de la destrucción y la masacre fue el 9 de Av. En 1096, el Papa Urbano II
inició las Cruzadas, donde decenas de miles de judíos y musulmanes fueron asesinados. La fecha
fue el 9 de Av. En 1290, el Rey Eduardo I expulsó a los judíos de Inglaterra. La fecha fue el 9 de Av.
Cristóbal Colón tenía planeado salir a navegar al Nuevo Mundo en esa fecha, pero él hizo que su
tripulación se quedara sentada todo el día en el barco, esperando a que ese día pasara. Colón
inició su viaje el 10 de Av. El 1° de Agosto de 1914, Alemania le declaró la guerra a Rusia, iniciando
de manera oficial la Primera Guerra Mundial. La fecha fue el 9 de Av. El nazi Heinrich Himmler
presentó el plan de genocidio para la comunidad judía europea y la Solución Final el día 9 de Av.
Los kabbalistas nos dicen que el 9 de Av es el único día del año en que la fuerza llamada Satán
(nuestro Adversario) gobierna por un período de veinticuatro horas. Recuerda que la fuerza
llamada Satán no es un demonio o un diablo, sino una fuerza de conciencia negativa, cuya
naturaleza es puramente recibir, caos, egoísmo y espacio. Esta entidad adversaria, la fuente del
ego humano, fue creada para probar y retar a la humanidad, para que nuestra transformación de
seres egoístas a seres desinteresados fuese difícil y desafiante, asegurando que nos ganemos
verdaderamente nuestro lugar en el paraíso. Tenemos el libre albedrío de gratificar o resistir los
deseos egocéntricos y los impulsos reactivos que se activan dentro de nosotros las veinticuatro
horas del día. Cuando permitimos que estas fuerzas dominen nuestra conciencia, creamos
espacio entre nosotros y las demás personas, lo que por ende crea espacio y desconexión entre
nosotros y el Mundo de Luz. Nuestro comportamiento individual y colectivo determina cuánta
oscuridad y destrucción permea nuestras vidas y este mundo. Si escogemos gratificar nuestros
deseos egoístas, el resultado final será gran destrucción. En el 9 de Av, a la fuerza de Satán se le
da dominio total del universo. Este es el día que el Satán busca entrar en nuestro cuerpo y mente.
Por esta razón, en el día del 9 de Av ayunamos por un período total de veinticuatro horas. En este
día, nos abstenemos de toda comida y bebida, ya que están contaminados con su energía.
También leemos el antiguo manuscrito bíblico de Lamentaciones (Meguilat Eijá), escrito por el
profeta Jeremías para relatar la historia de la destrucción del Templo. ¿Por qué hablar de
destrucción en la fecha más destructiva de la historia? La lectura del manuscrito sirve como
vacuna contra la misma enfermedad que causó la destrucción en primer lugar. Leer este
manuscrito y ayunar nos mantendrá completamente separados de la fuerza y la conciencia del
Satán, por ende, nos da la capacidad de vencer esta conciencia reactiva durante todo el año. Si se
realiza de forma correcta, la tecnología designada para este día nos da la capacidad de erradicar
al Satán definitivamente de la humanidad. Los kabbalistas nos dicen que este día de destrucción
monumental es también el día en que el Mesías (Mashíaj) nacerá. De la mayor oscuridad
emergerá el mayor rayo de Luz. El Mesías no es una persona que vendrá a salvarnos. Más bien, el
Mesías es un de conciencia global donde la humanidad es liberada de todas las formas reactivas
de conciencia. Este estado de conciencia nos permitirá alcanzar la libertad personal y la felicidad
eterna. Cuando una masa crítica de personas alcance este estado interno de Mesías, esta
conciencia dominará toda la humanidad y la inmortalidad y la plenitud eterna se convertirán en la
nueva realidad. Una figura mesiánica global llegará como una señal –no como un salvador– y
como un sello de que la humanidad ha alcanzado finalmente su meta máxima: la creación del
cielo en la tierra.
El 9 de Av es el último día de las 3 semanas negativas. A pesar de ser el último día, aún
no consumimos carne el 10 de Av, ya que el Templo todavía estaba ardiendo en llamas
ese día.

Leemos la Meguilat Eijá (El manuscrito de Lamentaciones) en la noche del 9 de Av y no


hay una segunda lectura durante el día como en otras conexiones de aniversario.

El 9 de Av es un día de ayuno total, es decir, nos deberíamos restringir de alimento y


bebida desde el atardecer hasta el anochecer (aproximadamente 25 horas). Antes de
que el ayuno comience, debemos tener una comida final, y una vez que terminemos esa
comida, debemos lavarnos las manos nuevamente, hacer HaMotsí con pan, sal y
cenizas, y comernos un huevo cocido untado con un poco de cenizas (sólo quema un
pedazo de papel para obtenerlas). Esta comida se hace en el suelo y cada quien hace la
bendición de birkat haMazón por separado.

El Arí nos dio un truco para tener un buen ayuno: bebe un vaso de agua, justo antes de
que ayuno comience, bebe nueve sorbos, gira el vaso en dirección de las manecillas del
reloj entre cada sorbo (concéntrate en la Columna Derecha, Izquierda y Central tres
veces).

Hay cinco restricciones en el 9 de Av:

• No ingerir alimentos • No calzar zapatos de cuero • No tomar baños • No mantener


relaciones maritales/sexuales • No ingerir bebidas
Préstale atención al Sidur y notarás que la oración de la Amidá tiene una meditación
especial para el 9 de Av.

Nos sentamos en el suelo desde el inicio del 9 de Av hasta la 1pm aproximadamente (el
mediodía kabbalístico), hacemos las oraciones de la mañana con los Tefilín. Asegúrate
de ponerte los Tefilín mientras estás sentado en el suelo, para así doblegar al ego. Hay
una corta lectura de la Torá para el 9 de Av que se puede encontrar en el Sidur.

Después de Shajarít se puede hacer Minjá.

Al final del 9 de Av es la bendición de la luna nueva.

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