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“Rosario Castellanos”
Dirección Ejecutiva del Campos Virtual
Licenciatura en Derecho y Criminología
• Antecedentes:
De acuerdo con la Real Academia Española (RAE), la cualidad de “ilícito” la tiene aquello
que no está permitido legal o moralmente, empleándose como acepción, en su
vinculación con el delito, como un quebrantamiento de la ley. Observándose, así, como
opuesto a lo lícito que esa misma academia señala como lo conforme a “Derecho”,
entendida ésta como la Ciencia Jurídica creada con el fin de hacer prevalecer el equilibrio
social en torno a la justicia, en donde cada individuo se desarrolle armónicamente en
torno a los derechos y las obligaciones que le son inherentes.
La ilicitud del objeto del acto jurídico puede realizarse de manera efectiva, pero se
invalida. Bajo este entendido, sería fundamental ofrecer un primer contexto general
sobre las regulaciones existentes. Las leyes prohibitivas regulan las relaciones sociales al
reprimir la voluntad de los particulares, los actos ilícitos dañan el orden y la convivencia
social. No obstante, la prohibición siempre deberá ser expresa, no presumible.
Si el contenido de una ley prohibitiva es la de proteger el interés general, de orden
público, el acto ilícito se sancionará con la nulidad absoluta. En caso de que dicha ley
tutela los intereses de particulares determinados a ciertas personas, la sanción del acto
ilícito es la de la nulidad relativa y el acto se destruirá cuando el interesado lo solicite.
Y, si la ley prohibitiva tutela el orden social, pero de la celebración del acto, se derivan
consecuencias de derecho que también necesitan protección y será más grave anular que
tolerar sus efectos. Por su parte, las leyes imperativas ordenan el cumplimiento de
conductas determinadas que interesan directamente a la sociedad. En otras palabras,
prohíben a todos los miembros de la sociedad imponer su voluntad sobre ellas.
Quien realice este acto, no solo va en contra de lo moralmente establecido, sino que
comete un delito y eso lo hace blanco de las críticas sociales. Este es un claro ejemplo de
lo que la ilicitud hace en contra de las buenas costumbres.
En este sentido, un acto es considerado ilícito cuando va en contra de la ley, siendo así
que en el ordenamiento jurídico se establece un sistema de normas que permiten ordenar
y regular el comportamiento humano y cuando se produce una transgresión de las
normas se comete un acto ilícito; de esta manera, en la esfera del derecho los actos ilícitos
pueden tener relación con el derecho penal o con el derecho civil; en tal virtud, quien
comete un acto ilícito ordinariamente es considerado como responsable de una acción
delictiva.
De lo anterior, podemos inferir que la ilicitud puede surgir en cualquiera campo del
derecho. Y, si bien es cierto que, en materia penal tiene matices interesantes, lo cierto es
que en la vida cotidiana se actúa ilícitamente con mayor frecuencia de la que,
lamentablemente, es deseable.
Por lo anterior, se puede afirmar que un acto ilícito es un hecho o una acción que
contraviene la ley y que, además, es contraria a la equidad, a la justicia y a la moral.
Mientras que un acto ilegal es aquel hecho que se encuentra fuera del marco legal vigente,
es decir, que contraviene lo establecido en la ley.
El hecho ilícito, además de ser ilegal es inmoral, es decir, que contraviene la ley, la moral
y la ética. Por su parte, un acto es ilegítimo cuando es contrario a la moral, a la ética o a
la equidad, pero no a la ley. Las asignaturas que se desarrollarán en este semestre te
permitirán reflexionar y cuestionar sobre diversos acontecimientos actuales en el
contexto de la Ciudad de México, valorando en torno a lo siguiente:
¿Cuánto tiempo se debe esperar a que el fenómeno social permee en el mundo jurídico,
propiciando la creación de la norma ad hoc a dicha fenomenología, para que ésta deje
así de propiciar conductas ilícitas?
• Presentación
• Propósito
• Indicaciones
F. Una vez que hayas completado lo anterior, estructura tu entrega bajo los
siguientes requisitos de forma:
• Introducción.
• Desarrollo.
• Conclusiones.
• Criterios de evaluación:
El Estado debe garantizar en todo momento la seguridad de los internos, así como
condiciones de vida digna al interior de los centros penitenciarios. Al respecto, el artículo
18 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que el sistema
penitenciario se organizará sobre la base del respeto a los derechos humanos, el trabajo,
la capacitación para el mismo, la educación, la salud y el deporte como medios para la
reinserción social. Sin embargo, debemos partir del hecho que no se ha logrado constituir
un régimen adecuado de ejecución de penas que garantice la rehabilitación y la
reinserción social efectiva.
De acuerdo con las cifras del Cuaderno Mensual de Información Estadística Penitenciaria
Nacional, de Prevención y Readaptación Social, de la Secretaría de Gobernación, existen
390 centros penitenciarios en el país. A enero de 2015, estos centros contaban con una
población de 257,017 internos, cifra que representa un índice de sobrepoblación del
26.42%, esto es 53,718 personas sobre la capacidad instalada. Tal situación se vincula y
agrava otros aspectos negativos al interior de los establecimientos penitenciarios del
país, como son: la inadecuada atención médica y alimentación; insuficiente personal
técnico y de seguridad y custodia; falta de capacidad para brindar al total de la población
oportunidades de trabajo y capacitación, así como falta de espacios para actividades
deportivas. Esta situación dificulta que existan condiciones de vida digna y de seguridad
para la población penitenciaria, poniendo en riesgo el respeto de los derechos humanos.
En el caso de las mujeres recluidas y de los internos con discapacidad psicosocial, quienes
representan respectivamente el 5.43% y 1.77% del total de la población penitenciaria del
país, se observa mayor vulnerabilidad ya que sus necesidades, en razón de género, no
tiene la atención debida y las condiciones de salud no son adecuadas.
Del total de las personas privadas de la libertad en el país, 197,516 (94.80%) son hombres
y 10,827 (5.20%) son mujeres, de este universo 170,025 (81.61%) se encuentran sujetas al
fuero común y 38,318 (18.39%) al fuero federal, mientras que 79,786 (38.29%) se
encuentran en proceso y 128,557 (61.70%) se encuentran cumpliendo una sentencia.
Es importante señalar que los parámetros bajo los cuales se atienden las quejas y se
efectúan las supervisiones penitenciarias, tiene como base la normatividad nacional e
internacional, siendo el referente normativo internacional fundamental para el trabajo
de la Comisión Nacional, las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento
de los Reclusos (Reglas Nelson Mandela).
A través del DNSP se ha identificado que las principales problemáticas que inciden de
forma preponderante en el Sistema Penitenciario Nacional, y que han permanecido en
índices similares durante los últimos años, se encuentra: la falta de separación entre
procesados y sentenciados (77.8%), deficientes condiciones materiales y de higiene en
diversas instalaciones de los centros (76.3%), el hacinamiento (43.8%), la sobrepoblación
(32%), insuficiente personal médico, de seguridad y custodia (68.7%), deficiencia en la
atención al derecho de protección de la salud (48.8%); así como, la presencia de
condiciones de autogobierno y violencia al interior de los establecimientos
penitenciarios (49.6%).
De acuerdo con los datos de los últimos diagnósticos emitidos, los estados que por más
de tres años permanecen con las evaluaciones más bajas son: Guerrero, Hidalgo, Nayarit,
Quintana Roo y Tamaulipas.
El Sistema Penitenciario Nacional se integra por centros tanto locales como federales y
en este sentido las diversas autoridades responsables que son susceptibles de violentar
los derechos humanos de las personas en reclusión, pudiendo ser el personal directivo,
administrativo y técnico, así como como el de seguridad y custodia.
Ante tal circunstancia, a efecto de mejorar las condiciones de las personas privadas de la
libertad, para hacer efectiva la reinserción social, resulta indispensable que se fortalezca
la protección y observancia de los derechos humanos a través de una política nacional en
la que participen los poderes del Estado.
• Reglas de Mandela
Se trata de un conjunto de 122 reglas que revisan e incorporar nuevos conceptos a las
antiguas normas de Naciones Unidas sobre esta materia de 1955. Otorgan gran
importancia a la protección de las garantías básicas de las personas privadas de libertad,
por ser uno de los grupos más vulnerables y en riesgo de sufrir abusos y malos tratos.
Las reglas reciben el nombre de Nelson Rolihlahla Mandela (1918-2013), uno de los
grandes defensores de los derechos humanos. Un símbolo de la lucha contra el
«Apartheid» dentro y fuera de su país, Sudáfrica.
https://www.unodc.org/documents/justice-and-prison-reform/Nelson_Mandela_Rules-
S-ebook.pdf
o Desarrollo: Es la parte central del ensayo y, por ende, la que más extensión debe
ocupar, concretamente alrededor del 80%. En esta parte presentaras tus ideas y
argumentaciones citando para ello otros autores, revistas o libros de referencia en
la temática escogida. Debes de presentar las ideas principales y las
argumentaciones que posicionan tu tema. Es importante que todas las
explicaciones tengan relación entre sí y queden bien cohesionadas.
Una vez clara la estructura, hay una serie de consejos que te ayudarán mejorar a plasmar
tus ideas y, en definitiva, a poder realizar mejor un ensayo, los cuales te mencionare a
continución.
Por más ordenada que sea la estructura del ensayo, es necesario que el tema en cuestión
sea de gran relevancia. Aborda temas actuales y escribe teniendo en cuenta el público al
que va dirigido. Revisa los medios locales e interiorízate con los temas que estén sobre el
tapete.
Busca fuentes fiables de las que sacar la información para tu ensayo. En el caso de que
prefieras buscar la información en internet, asegúrate de no usar Wikipedia, el Rincon del
Vago, Monografias como fuente.
Encuentra ensayos escritos por profesionales que traten el tema que tienes pensado
desarrollar y aprende de estilos, de tipologías, de contenido, sin embargo, esto debe de
ser unicamente como una guia y asegurate de no plagiar.
El ensayo no pretende agotar todas las posibilidades de un tema, sino que se enfoca solo
a una parte del mismo. Evita escribir párrafos y párrafos de otros aspectos del tema en
cuestión.
Esto dará dinamismo al texto y mantendrá la atención del lector. Es una forma de evitar
aburrir a tu público y que las ideas sean concretas.
Por más objetivo que deba ser tu ensayo, es recomendable que después de la conclusión
incluyas un párrafo que estimule la reflexión e intente cambiar la perspectiva del lector
respecto al tema.
https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv