Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
LOS MOVIMIENTOS
Landa Ahumada Adela Lizette
Hernández Ramírez Yatzary Jaquelin
TERRESTRES Y SUS
CONSECUENCIAS Y LAS
CARACTERÍSTICAS DE LA
LUNA
MOVIMIENTOS TERRESTRES
Y SUS CONSECUENCIAS
ROTACIÓN
Estructura
El núcleo tiene un tamaño relativamente pequeño y está compuesto por
varias capas. En la zona más interna se encuentra un núcleo interno
sólido rico en minerales de hierro. Este núcleo interno está formado por
minerales ricos en hierro. Por encima del núcleo interno se encuentra
una capa de hierro fundido y por encima de esta capa fundida se
encuentra otra solo parcialmente fundida que forma la capa más externa
del núcleo.
El manto se extiende desde la capa más externa del núcleo hasta el
límite inferior de la corteza y está compuesto de minerales fundidos
como la olivina y los piroxenos, que contienen elementos como el
magnesio, hierro, oxígeno y silicio.
La corteza lunar, está compuesta por minerales sólidos que contienen
oxígeno, silicio, magnesio, calcio y aluminio, además de pequeñas
cantidades de titanio, uranio, torio, potasio e hidrógeno.
Forma y tamaño de la Luna
La Luna es un satélite de forma aproximadamente esférica con un radio de 1.740
km. Si comparamos su tamaño con el de la Tierra, nuestro planeta es más de siete
veces mayor que su satélite. Se trata pues, de una luna de tamaño considerable: es
el quinto satélite más grande del sistema solar.
Este satélite de gran tamaño es de vital importancia para la Tierra, puesto que la
presencia de la Luna ayuda a estabilizar los movimientos de rotación del planeta
evitando movimientos oscilatorios. Esta estabilidad en el movimiento de la Tierra
que proporciona la Luna es uno de los factores que contribuyen a la estabilidad del
clima.
Movimientos de rotación y traslación
Los movimientos de rotación y traslación de la Luna se encuentran
en sincronía con los de la Tierra. La rotación de la Luna y su
traslación tienen una duración de 27 días. Es decir, Luna tarda el
mismo tiempo en dar una vuelta completa sobre si misma que en
completar su órbita alrededor de la Tierra.
Por este motivo, desde nuestro planeta solo es posible observar
una de las caras de la Luna, mientras que la otra permanece
siempre oculta. Además, observada desde la Tierra, la Luna es uno
de los objetos más brillantes del cielo nocturno y pasa por diversas
fases en función de la parte de su cara visible que quede iluminada
por el Sol.
Composición de la Luna
La Luna está compuesta por los mismos elementos que la Tierra pero su
composición no es exactamente igual. Una de las principales diferencias es que
las rocas de la Luna contienen muy pocos elementos volátiles. Es decir, pocos
compuestos que puedan evaporarse a elevadas temperaturas.
Esta composición de las rocas lunares se explica por las condiciones de altas
temperaturas en que se formó la Luna. La Luna, en sus inicios, tenía una
superficie formada por un mar de magma (roca y metal fundidos). En este mar de
magma los materiales más pesados fueron precipitándose a las profundidades,
mientras que las sustancias más ligeras flotaban en la superficie y que se fueron
solidificando conforme la Luna se enfriaba cada vez más.
En la superficie lunar abundan un tipo de rocas ígneas (roca formada por
enfriamiento del magma) llamadas anortositas. Estas rocas contienen grandes
proporciones de un mineral ligero, la plagioclasta; y muy pocas cantidades de
minerales más pesados. Estas rocas se formaron por la solidificación de las
escorias que flotaban en la superficie del magma.
Superficie de la Luna
Seguimos conociendo las características de la Luna para hablar, ahora, de su superficie. La
mayoría de la superficie lunar está llena de cráteres y agujeros. Producto de impactos de la
lluvia de meteoritos de roca y hielo que impactó en la superficie durante miles de años.
Durante mucho tiempo se debatió sobre el origen de los cráteres y agujeros lunares.
Algunos científicos creían que tenían su origen en la actividad volcánica, mientras que otros
pensaban que se trataba de cráteres formados por el impacto de meteoritos. El análisis de
las muestras de rocas recogidas en el fondo de los cráteres lunares demostraron que estos
cráteres se formaron por el impacto de meteoritos, cuando la superficie de la Luna ya se
había solidificado. Así pues, los numerosos cráteres de la Luna nos hablan de unas primeras
etapas extremadamente violentas en las que la Luna recibió numerosos impactos por parte
de los abundantes objetos que poblaban le espacio.
La superficie de la Luna está cubierta por una capa de material no compactado, formado
por fragmentos de rocas y minerales. Se trata de un fino polvo grisáceo llamado regolito
lunar que descansa sobre la roca sólida y que le da a la Luna su color grisáceo
característico.
Presencia de agua en la Luna
Aunque inicialmente se creía que la Luna no contenía agua en su superficie,
datos recientes han demostrado que no es así. Inicialmente se detectó agua
en forma de hielo en los polos del planeta, en las llamadas trampas frías, que
son zonas de oscuridad permanente y, recientemente, el telescopio SOFIA
en 2020 ha detectado la presencia de agua en la superficie lunar en las
zonas iluminadas, en cantidades superiores a lo que se esperaba.
El descubrimiento de agua en la Luna abre nuevas posibilidades para el
establecimiento de una base lunar permanente.