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REPUBLICANOS Y UTÓPICOS EN LA INGLATERRA DEL SIGLO XVII

REPUBLICANOS Y UTÓPICOS EN LA INGLATERRA


DEL SIGLO XVII

A partir de la derrota del rey Carlos I de Inglaterra, los grupos radicales o


independientes empiezan a proponer sus ideas políticas en tono anti
absolutista. A partir de distintas experiencias, produjeron textos que
contenían un pensamiento revolucionario en su época. Vamos a estudiar
cada uno de los movimientos y sus textos para finalizar con sus propuestas
políticas evaluadas a la luz de sus influencias contemporáneas.

LOS NIVELADORES
En primer lugar los niveladores o levelers cuyas principales cabezas visible
eran, John Liburne y Wiliam Walwyn.
Representantes de artesanos,
pequeños comerciantes y campesinos
con propiedades, relacionados con
niveles sociales medianos bajos que
formaban el grueso de los ejércitos
parlamentarios. Se hicieron sentir luego
de la ejecución del rey Carlos I y se les
concedió la abolición de la Cámara
de los Lores y la proclamación de la
República (Commonwealth) pero no
las reformas para anular la propiedad
privada.

Presentaron un documento en el que explicaban sus objetivos llamado El


Pacto del pueblo (The agreement of the people) escrito por John Liburne
en 1649 en momentos en que se encontraba encarcelado en la Torre de
Londres. El profesor Claudio Kalicinski lo considera como un verdadero
documento constitucional, aunque fue rechazado por Cromwell.
Comenzó entonces una campaña militar para terminar con ellos pues
producían sublevaciones en el ejército en consecuencia con la derrota
final en 1649, desapareció su poder.

Si bien ellos eran pequeños propietarios, fueron vistos por los puritanos en
el gobierno, como radicales que querían destruir la propiedad. Defendían
el derecho natural frente a la ley heredada por lo que sostenían que los
derechos deben ser iguales para todos. Entendían la nación como un
conjunto de individuos libres, que cooperan por interés personal.

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En El pacto del pueblo, se plasmaba una constitución que contemplaba


el sufragio universal, se elegían unos representantes: legisladores (Cámara
de los comunes) siendo su poder delegado por el pueblo. También este
pacto tenía aspectos contractualitas.

LOS CAVADORES
El otro grupo era el de los cavadores o diggers. Grupo más radical que se
enfrentará al poder presbiteriano. Proponían terminar con la propiedad
privada, que producía la desigualdad, todo esto apelando a argumentos
religiosos que extraían de la Biblia.

Hacia 1649 una serie de cosechas desastrosas provocaron hambre e


inquietud. En medio de esta situación se destaca un representante de
este movimiento Gerrad Winstanley quien nació en 1609 en Wigan, en el
condado de Lancaster. Su padre era comerciante de productos textiles
de considerable importancia en la ciudad. Luego de tener su propia
empresa de paños y que esta se arruinara, se dirigió a la afueras de
Londres para realizar una experiencia en la que junto un grupo de
campesinos se pusieron a cavar tierras comunales para demostrar su
descontento hacia la propiedad privada. Sostenía que había tenido una
serie de iluminaciones o trances en los que una voz le decía: “la
verdadera religión y sin mácula es hacer la restitución de la tierra”
(Winstanley cit. por Becerra: 106) Estas ideas se propagaron en el ejército,
dando lugar a ideas republicanas contrarias a la monarquía.

Algunos regimientos llegaron a pedir el sufragio universal. En Saint George,


donde cuidaba vacas mientras escribía, dio como resultado un famoso
texto La ley de la libertad (The law of Freedom). Criticaba a los
propietarios por tener sus tierras sin cultivas y escribió una serie de
panfletos para formar su comunidad a través de una reforma agraria.
Según el profesor Kalsinski el “comunismo” que propone Winstanley no
puede parangonarse con el marxismo del siglo XIX.

ORGANIZACIÓN POLÍTICA
En cuanto a la organización política al principio propone prácticamente
una anarquía sin autoridades ni leyes pero luego de los primeros fracaso
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de su experiencia, propone leyes y la existencia de una milicia popular


que reprimiera todo intento de volver a la esclavitud. La libertad
quedaba asegurada mediante el derecho de resistencia popular.

Los magistrados durarían 1 año en sus cargos y tendrían como


colaboradores a supervisores, un cargo rentado que se encargarían de
repartir alimentos. Todos debían cumplir las leyes inclusive los holgazanes
que eran quienes no cultivaban la tierra.

La educación era muy importante y se impartía a ambos sexos,


promoviendo a quienes tuvieran capacidad para inventar cosas. Si bien
consideraba a Cristo Jesús como el primer nivelador eran anticlericales.
Esto no quita como dice el profesor Miceli, que la base y los argumentos
de su doctrina sean religioso al modo puritano que había dado origen a
estos movimientos.

Winstanley presento sus ideas a Cromwell pero


este lo rechazó y el movimiento se fue
diluyendo.

CONSECUENCIAS DE ESTAS IDEAS

En cuanto a su pensamiento político algunos lo relacionan con ideas


republicanas, otros con marxistas. El profesor Miceli intenta demostrar que
frente a cierto secularismo la base teológica sigue presente y que si bien
hay ideas republicanas los dos movimientos apelan a la formación de un
poder único y omnímodo que puede ser visto como origen de los
totalitarismos contemporáneos.

Es importante notar que comienza con la convocatoria a un poder


constituyente, una asamblea que creara el nuevo orden político.
Proponen un orden que no puede surgir de otro lugar que no sea el
Parlamento. Su poder es tal que “todas las leyes que fueron o serán
hechas en contra de cualquier parte de este acuerdo son por la presente
nulas y sin validez” (Miceli: 62) Notemos que rompe con todo lo existente
y es verdaderamente creador. Por otra parte hay una idea monista de la
comunidad, como un todo fruto del pensamiento calvinista según el cual
la comunidad no se basaba en la sangre o vínculos personales sino en un
principio de asociación voluntaria. Las leyes anteriores no sirven

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No hay que olvidar el sentido mesiánico de estos movimientos en los que


el líder se transforma en un salvador. Esta fue la manera en fue visto
Cromwell aunque el mismo los rechazó y los hizo caer en desgracia.

El enemigo monárquico es visto como verdadero representante del mal,


se basa en una idea dicotómica de la sociedad política en la que el
contrario es mi enemigo absoluto. De esta manera su accionar político es
el único legítimo frente al poder del mal. Por esto considera que no es
aplicable a un régimen republicano en el que debe haber una política
racional y liberal, con el que piensa distinto. Por otra parte recalca el
profesor Miceli que establece un único y posible tipo de gobierno el resto
es visto como enemigo. Con esto se aleja de la idea de la prudencia (arte
de saber que conviene en cada caso) propuesta por los medievales. La
consecuencia de esta prudencia en las formas políticas había sido la
variedad de formas que se adaptaban a cada realidad política y social.

“De aquí surge una clara conclusión que demuestra cómo estaba
variando la teoría política. Si la legitimidad del poder se funda en aquella
dictadura soberana, si el ideario político es visto en términos dicotómicos
y si se plantea que solo existe una legítima forma de gobierno, aquello
que realmente se está quebrando es la concepción contingente de la
política típica del medioevo, mediante la cual el mantenimiento del
orden y la orientación al bien común pertenecen específicamente al
derecho natural, mientras que la forma de gobierno corresponde al
derecho positivo propio de cada comunidad” (Miceli: 70)

El poder que se ha creado es tan absoluto y centralizado, como el de los


reyes que se pretendía revocar, al que se podría comparar con el
Leviatán hobesiano. No hay control entre los poderes y han
desaparecido los cuerpos intermedios que muchas veces ejercían ese
control.

UNA UTOPIA MODERNA


Otra característica del texto de Winstanley es que se encuadra dentro del
género de las utopías modernas, estilo que algunos remontan hasta Platón y
que había inaugurado con rasgos propios Tomás Moro en el siglo XVI.

Sostenemos que significaron la reacción de los grupos sociales más afectados


frente a las novedades económicas que proponía el liberalismo económico
cuyas consecuencias eran por ejemplo la absolutización de la propiedad
privada a instancias de las oligarquías comerciales.

Durante este período, la búsqueda del mundo perfecto fue parte del diseño
apocalíptico que domina a los revolucionarios en Inglaterra. Muchos de los
pensadores de la época recurrían a argumentos religiosos, utilizaban pasajes
bíblicos como ejemplos.

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Su república ideal era la de una democracia en la que elegían tanto los


magistrados como a los religiosos. Los cavadores de Winstanley formaban una
parte esencial de la revolución: “(…) vosotros que erais de la gentry, cuando
estabais reunidos en el Parlamento invocasteis al pobre pueblo llano para que
acudiera a ayudaros. Aquella alta rama ha sido desgajada del árbol de la
tiranía, y el poder real que radicaba en aquel individuo (el rey) ha sido arrojado
por la borda.” (Winstanley cit. por Becerra: 109).

Cromwell fue percibido como el salvador, pero los rechazos igual.

BIBLIOGRAFÍA

Peluc S. (ed.) Becerra M. I. (coord.)(2017). El Ocaso de la Corona. La Inglaterra


del siglo XVII. Mendoza: Edifyl. Cap. 3 Miceli M. Levellers y Diggers y la
germinación de un paradójico pensamiento político moderno, entre liberalismo,
republicanismo y totalitarismo. Cap. 5 Becerra M. I. Escritos contestatarios de la
Inglaterra revolucionaria del siglo XVII.

Kaliciñski C. (2006) La Inglaterra cromweliana y sus disidentes. Seminario de


Investigación.

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