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LA VERDAD DE DIOS EN LA TORMENTA 9

PLAN DE LECTURA BÍBLICA Y DEVOCIONAL

EL CAMBIO REAL REQUIERE FE


“Que toda la gloria sea para Dios, quien puede lograr mucho más de lo que pudiéramos pedir o incluso imaginar
mediante su gran poder, que actúa en nosotros” (Efesios 3:20 NTV)

Durante los últimos días hemos analizado juntos cómo lograr un cambio real en tu vida. El
cambio real requiere conocer la verdad de Dios, limpiar tu casa espiritual y una comunidad
honesta.Y, como todo lo relacionado con el crecimiento espiritual, el cambio real requiere fe.
—En otras palabras, tienes que creer que puedes cambiar, con la ayuda de Dios.

¿Cómo te ayuda Dios a cambiar? Hay dos formas principales. Él puede transformarte por su
Espíritu viviendo en ti y con su Palabra, la Biblia.
“Que toda la gloria sea para Dios, quien puede lograr mucho más de lo que pudiéramos pedir o incluso imaginar
mediante su gran poder, que actúa en nosotros”

¿Qué es lo más grande que quieres cambiar en tu vida? No importa cuán grande
sea, no es demasiado grande para Dios.

Tal vez hayas intentado y no hayas podido hacer el cambio por tu cuenta. Eso es porque nunca
debiste tratar de cambiar solo. Tu cambias con el poder de Dios. ¿Y cómo obtienes el poder de
Dios? A través de la fe. Dios suministra su poder en respuesta a tu fe en Él.

Filipenses 4:13 es un versículo familiar, pero la Biblia Palabra de Dios para Todos lo dice de
una manera que quizás no hayas escuchado antes:
“Puedo enfrentar cualquier situación porque Cristo me da el poder para hacerlo” (PDT)

Con el poder de Jesucristo, puedes hacer todo lo que Dios te ha llamado a hacer. Su poder fue
infundido en ti cuando te convertiste en su seguidor.

Si deseas cambiar, entonces necesitas una actitud positiva, no un gran ego sobre lo que puedes
hacer, sino una gran fe en lo que Dios puede lograr en ti y a través de ti.

—Jesús dijo:
“Debido a su fe, así se hará” (Mateo 9:29 NTV)

Puedes elegir cuánto cambias. Puedes elegir cuánto bendice Dios tu vida. Tienes que creer con
fe que Dios puede ayudarte a hacer los cambios difíciles.

Tu pastor

DÍA #9

EL TRIUNFO DE LA TRAGEDIA
“He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el
desierto, y ríos en la soledad.” (Isaías 43:19)

“Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el
precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía.
Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca.
Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí, el juez está delante
de la puerta. Hermanos míos, tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que
hablaron en nombre del Señor. He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de
la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo.”
(Santiago 5:7-11)

“Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus
caminos, Y él enderezará tus veredas.” (Proverbios 3:5-6)

Cuando un autor se sienta a escribir una novela, por lo general ya sabe cómo
terminará el libro. Conoce los conflictos a los que se van a enfrentar los
protagonistas y cómo los van a superar.

Es lo mismo con Dios. Él está escribiendo tu historia y ya conoce el final. A


veces, queremos gritar, "¿Qué va a pasar?" Queremos echar un vistazo a la
última página. Sin la historia completa, luchamos por confiar en que el
propósito de Dios para nuestros problemas realmente vale la pena.

Job es un ejemplo perfecto de alguien que debe haber estado muy confundido
acerca del propósito de Dios para su sufrimiento. Clama a Dios en su frustración
y muchas veces se acerca a la desesperación. Pero Dios le recuerda a Job que sus
propósitos y planes siempre prevalecen. Si bien Dios nunca le dice a Job el
propósito de su sufrimiento, le promete a Job que todavía tiene el control.

Es posible que no lleguemos a escuchar la historia más amplia de cómo nuestro


sufrimiento influye en el plan de Dios. Pero debemos sentirnos tranquilos por el
conocimiento de que Dios siempre tiene un propósito para lo que atravesamos.

Podemos esperar pacientemente el plan de Dios cuando sabemos que nunca


fallará. Nuestro sufrimiento es solo una pequeña parte de la historia más amplia
del amor de Dios por el mundo.

Oración:
Querido Dios, a veces es difícil para mí tener fe cuando no puedo ver un
propósito en mi sufrimiento. Dame paciencia y ayúdame a confiar en que Tú
siempre tienes el control. Gracias por Tu plan perfecto para el mundo. Amén.

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