Está en la página 1de 13

38 DAVID COLLIER

En tercer lugar, la extensión de los análisis a los países de Amé-


rica Latina en los que no se ha producido el autoritarismo burocrático,
¿podrá proporcionar
1
nuevas hipótesis sobre los casos en que sí se
produjo, además de servir para avanzar en el entendimiento de aque-
llos? ¿Es posible incorporar más sistemáticamente en el modelo los 11. SOBRE LA CARACTERIZACION DE LOS REGIMENES
casos modelo de los regímenes formahnente democráticos, como Ve- AUTORITARIOS EN AMERICA LATINA
nezuela y Colombia, y de los gobiernos militares reformistas, como el por Fernando Henrique Cardoso
que apareció en Perú en 1968? ¿Puede México incorporarse más
plenamente al modelo? En América Latina, en estos últimos años, se ha acentuado una
Una cuarta serie de preguntas es la siguiente: ¿Cómo evoluciona tendencia al autoritarismo. En sí mismo, el autoritarismo no es,
el autoritarismo burocrático una vez que se ha establecido? Aunque claro esta, un fenomeno nuevo. Durante largo tiempo, el caudillismo*
resulta apropiado caracterizar de autoritarios a estos sistemas, es y el militarismo han sido rasgos dominantes de la vida política en esa
esencial reconocer que a menudo se enfrentan a graves problemas de zona, en la que la democracia ha sido más una planta exótica que el
autoridad y legitimidad. ¿Cuáles son las implicaciones de estos pro- resultado esperado de una tendencia a largo plazo. Sin embargo, el
blemas en la dinámica de cambio bajo un gobierno autoritario? ¿Qué militarismo y el caudillismo tradicionales eran el producto de una
consecuencias tienen para el grado de éxito experimentado por estos sociedad en la que predominaba la hacienda y la economía de expor-
gobiernos en la promoción del crecimiento económico? ¿Cuáles son tación mineral o agraria. Lo que, en cambio, nos sorprende hoy es el
las perspectivas de una reaparición final de los regímines competiti- resurgimiento del autoritarismo en sociedades que, en términos gene-
vos en América Latina? Si se produce ese resurgimiento, ¿cómo se rales, podrían describirse como en un proceso de "modernización".
relacionarían con las preocupaciones de los estudios de este libro las ¿Qué conclusión podemos sacar del hecho de que, simultánea-
prioridades de investigación que plantearían? mente, toda una zona se esté volviendo más modernizada y más
Finalmente, ¿pueden extenderse con utilidad a otras zonas del autoritaria políticamente? ;,Acaso la teoría de la modernización no
mundo los elementos del modelo burocrático autoritario, producien- postulaba un proceso de democratización, discontinuo pero global,
do tales extensiones del análisis mejoras en el modelo tal como se estimulado por la extensión de las actitudes y valores democráticos e
aplica a América Latina? igualitarios en todas las esferas de la actividad social? Hay una clara
Estas son las preguntas a las que se enfrenta este libro. contradicción entre las consecuencias políticas del crecimiento eco-
nómico que postulaba esa teoría y el curso real de la historia política,
marcado por los golpes militares y el florecimiento de los regímenes
autoritarios.
Puesto que la teoría de la modernización nos es de poca ayuda
para explicar este nuevo autoritarismo, ¿cómo vamos a explicarlo?
Hay otra aproximación al tema, la histórica. No debemos olvidar que
en la historia de América Latina el respeto a los derechos políticos, e
incluso la existencia subjetiva de esa noción, y a las normas formales
de participación política ha sido más una ideología para el uso y
disfrute de las oligarquías dominantes que ·una práctica común. Sin
embargo, el reconocimiento de una historia de poder arbitrario no
sirve como explicación del autoritarismo contemporáneo.
* En español en el original (N. del T.)

39
40 FERNANDO,HENRIQUE CARDOSO CARACTERIZACION DE LOS REGIMENES AUTORITARIOS 41
Otra posibilidad de explicación, y para la justificación moral en días de magia y terror de López Rega, para luego ser reemplazados
algunas personas, se centra en las necesidades específicas de los por generales que, aunque deseosos de exorcizar a los magos de la
gobernantes y el estado. Pero incluso las personas más dispuestas a corte de Isabelita, no se han arredrado de utilizar los potros de tortu-
aceptar como normas morales los hechos de la vida, y a creer que la ra y las mazmorras contra la amenaza de subversión del orden exis-
política de los príncipes exige el ejercicio de la violencia, tienen tente.
dificultades para reconocer en la tortura y el rapto medios legítimos Pero el Cono Sur de América no tiene el dudoso privilegio del
en defensa del orden establecido. Si' sus dudas no surgen de una monopolio de los regímenes militares. Aunque en otras partes de
saludable reacción humana ante tales prácticas, saben, al menos, que América Latina la influencia de los militares y su eficacia burocrática
la obediencia sin consentimiento es un débil cimiento para un orden quizás no sea tan grande como en el sur del continente, hace mucho
político estable y duradero. tiempo que en Paraguay hay un régimen militar en el poder, y tam-
Hay otros que, no sintiendo inclinación a justificar el nuevo bién está el autoproclamado gobierno militar revolucionario peruano
autoritarismo, recurren a otros tratamientos para ex,plicarlo. No obs- que subió al poder en 1968, aunque en este último la tortura ha sido
tante, tampoco se enfrentan a una tarea sencilla. Una breve hojeada a escasa o nula. Además, los militares controlan Ecuador, Bolivia,
la ya amplia bibliografía sobre el autoritarismo en América Latina Panamá, Honduras y El Salvador. Y aunque el gobierno de Guatema-
deja perplejo al lector. El estado es definido con toda una gama de la ha convocado elecciones, no es posible caracterizarlo de otro
adjetivos, como "dependiente", "burocrático", "corporativo", "fas- modo que de régimen militar. Si lo hiciéramos de otro modo, ello
cista", "bonapartista", "militarista", "estado policial", etc. No hace significaría que el régimen brasileño (siempre ambivalente al tratar
falta decir que esta proliferación de adjetivos no puede ser el sustitu- del difícil problema de la legitimación) dejaría de ser un régimen
to de una explicación coherente. militar a pesar de controlar toda elección.
A la luz de este estado teórico, debo suplicar clemencia. Si el Aunque hay regímenes militares. en el poder en casi toda Améri-
carácter del autoritarismo dominante en América Latina no ha sido ca Latina, es esencial hacer distinciones entre ellos. En la clasificación
aún definido con precisión, sería presuntuoso por mi parte salir de situaciones tan diversas, debemos evitar la confusión entre el
ahora con una detallada teoría del autoritarismo. No puedo hacer caudillismo del viejo militarismo latinoamericano (como en el caso
más que sugerir, y de una manera muy esquemática, algunos de los de Paraguay) o el caudillismo de base familiar (como en el caso de
problemas subrayados por los autores que se han dedicado al tema, y Nicaragua), y el control más institucional de poder por el cuerpo de
adelantar, quizás, algunas ideas extraídas de mi experiencia directa de oficiales como totalidad que existe en algunos otros países.
alguna de las situaciones autoritarias. Examinaré, por tanto, algunas Con el fin de hacer distinciones más efectivas, los científicos
cuestiones concernientes al autoritarismo contemporáneo en América sociales 'que trataron de caracterizar el nuevo militarismo de América
Latina, sin sugerir que haciéndolo habré agotado el tema o siquiera del Sur añadieron otro adjetivo: "burocrático". Se ha argumentado
habré tocado los puntos centrales. que el rasgo característico de los tipos de regímenes implantados en
América Latina en años más recientes ha sido precisamente el hecho
de que no es un solo general o coronel que, como los caudillos del
AUTORITARISMO BUROCRATICO siglo X IX, impone órdenes personales por decretos. Más bien es la
institución militar la que, como tal, asume el poder en orden a res-
Si miramos al Chile posterior a la caída de Allende, al Uruguay tructurar la sociedad y el estado.
de Bordaberry y de tiempos más recientes, o al Brasilcontemporáneo, No debemos subestimar la importancia de este contraste. El
que ha experimentado ya una década y media de gobierno militar, no régimen burocrático autoritario es diferente de las viejas formas de
debemos sorprendernos de que algunos científicos sociales hayan dominación del caudillo, ya fuera civil o militar. En la América Lati-
proclamado la existencia de una forma de régimen nueva y homo- na contemporánea ha surgido un fenómeno nuevo. Las fuerzas arma-
génea; un régimen militar y autoritario. La tentación de hacerlo así se das no toman el poder como en el pasado, para mantener en él a un
ve además reforzada por la historia reciente de Argentina, que ha dictador (como Vargas o Perón) , sino más bien para reorganizar la
visto tanto la resurrección de Perón y su muerte, junto con los breves nación de acuerdo con la ideología de "seguridad nacional" de la
42 FERNANDO HENRIQUE CARDOSO CARACTERIZACION DE LOS REGIMENES AUTORITARIOS 43

doctrina militar moderna. En contraste con las formas tradicionales cer vínculos corporativos entre ellos, tratando de formar una base
de dominio militar en América Latina, el militarismo contemporáneo política para la dominación. Las vinculaciones entre el régimen buro-
resalta por el hecho ya mencionado del gobierno de la institución crático autoritario y la sociedad civil se logran más bien mediante la
militar en cuanto, que organización. Este fenómeno no era posible en cooptación de individuos e intereses privados en el sistema. Bajo estas
el pasado, dado el menor desarrollo de la estructura profesional de las circunstancias es poco probable que se materialicen grupos estables
fuerzas armadas y el poder mucho mayor de las oligarquías civiles, de presión, o que emerja una red de vínculos realmente corporativa
que para ejercer su dominio sólo necesitaban intervenciones militares entre la sociedad y el estado.
ocasionales. Con respecto a la ideología, en los regímenes fascistas típicos
La preocupación inicial de los autores que han intentado carac- se observa la creencia en una superioridad nacional, basada en la exal-
terizar el nuevo autoritarismo en América Latina, ha sido la de distin- tación de las virtudes de la raza y el destino de la nación. Este
guirlo no sólo de los regímenes autoritarios del pasado, sino también "cemento ideológico" estaba de acuerdo con una orientación a la
del corporativismo y del fascismo europeos. Respecto a este segundo expansión económica y territorial. Los regímenes autoritarios la-
contraste, las diferencias son más sutiles. En primer lugar, el autorita- tinoamericanos, dada su dependencia económica, no podían ambi-
rismo de América Latina es diferente de las formas típicas de fascis- cionar ese nacionalismo. En su lugar, las ideologías oficiales favore-
mo en cuanto que aspira, por encima de todo, a producir apatía en cen una mentalidad conservadora y jerárquica cuya visión de la gran-
las masas. Tienen miedo de la movilización de seguidores, incluso deur se ha limitado al refuerzo del aparato del estado. De ahí que las
aunque pudieran ser reclutados de los estratos medios de la sociedad, afirmaciones ideológicas hechas en América Latina difieran de las que
en lugar de los inferiores. En consecuencia, prescinden de los partidos predominaban en el fascismo clásico europeo.
políticos en cuanto que organizaciones vinculantes del estado y la Apatía y falta de movilización; una mentalidad estatista y jerár-
sociedad civil. El ejército, en cuanto que garante del orden autorita- quica, en lugar de una ideología nacionalista más amplia; estado, pero
rio, prefiere una relación "técnica" y de apoyo entre el estado y los no partido; sí a la jerarquía y no a la representación ... todos estos
grupos sociales, en lugar de una relación basada en la alianza con elementos forman parte de los particulares instrumentos ideológicos
grupos sociales amplios, Por tanto, el autoritarismo burocrático diver- y organizativos del autoritarismo militar contemporáneo en América
ge no sólo del modelo democrático, con vínculos entre los represen- Latina. Parece ser, por tanto, que la caracterización de las formas
tantes y los electores, sino también del fascismo italiano o alemán, en emergentes de dominación política en América Latina como burocrá-
el que era esencial la movilización del partido y el uso de sus miem- tico-autoritarias tienen algo nuevo que ofrecer a la tipología de los
bros extremistas en cuanto que fuerzarepresiva. Tampoco se aproxi- regímenes políticos en general.
ma plenamente a la forma del corporativismo español, pues, a pesar Al pensar en este nuevo tipo de régimen, debemos tener en
de las declaraciones de Onganía o Pinochet en favor de tal modelo, cuenta sus diferencias y semejanzas con otros regímenes de América
en la esfera de la sociedad civil deja sobrevivir a las organizaciones Latina que, aun teniendo rr~uchas características burocrático-autorita-
representativas de las clases liberal-capitalistas sin vínculos orgánicos rias, no son militares. Algunos autores han ampliado el término de
con el estado. El estad<? tiende a excluir del proceso de toma de autoritarismo burocrático más allá de los casos de regímenes estricta-
decisiones a las organizaciones de clase (aunque no a los intereses de mente militares, incluyendo a países como México. Pero si todos esos
clase), manteniendo una estructura jerárquica rígida que es controla- regímenes son burocrático-autoritarios, ¿cuál es el valor de tal con-
da burocráticamente por varias agencias nacionales de seguridad y cepto? Si dicho término cubre una gama tan amplia de regímenes,
por los jefes de las fuerzas armadas. Como en el pasado, se establecen desde la junta chilena (o para el caso cualquier junta militar), pasan-
vínculos corporativos dentro de los sindicatos (entre trabajadores y do por Perú, Panamá, Ecuador y llegando hasta México, ¿cuál es el
empresa), y entre éstos y el estado, y en donde estos vínculos eran contenido analítico de ese concepto? Su grado de abstracción es
históricamente débiles, como. en el caso d.e Chile, los regímenes mili- demasiado grande en tal caso.
tares los estimulan. Pero el estado no adopta una forma corporativa. Tiendo a pensar que la noción de autoritarismo burocrático no
No trata de estimular la organización de clase, de promover una debe utilizarse en un sentido tan amplio. La limitaría a las situaciones
doctrina de armonía orgánica entre los grl¡lpos sociales, o de estable- en que se produjo una intervención militar como reacción contra
44 FERNANDO HENRIQUECARDOSO
CARACTERIZACION DE LOS REGIM:ENES A:UTORIT ARIOS 45

movimientos izquierdistas, y a los.casos en que la política destinada a ricanos. Frecuentemente se argumenta que los regímenes burocráti-
servir para li:i reorganización del estado y la economía, de modo·que co-autol1itarios producen reglamentaciones de exclusión política en
sirvieran al continuo avance del desarrollo industrial capitalista, fue bene:Dicio del sector privado de la economía. Se entiende que los
llevada a cabo por regímenes militares, como en la Argentina y Brasil. intereses económicos predominantes que apoyan a esos regímenes
El motivo de esta aplicación restringida del concepto no es un capri- favorecen la aceleración de la acumulación de capital por medio del
cho analítico, sino más bien la ne.cesidad de subrayar el hecho decisi- control de la fuerza de trabajo; medida ésta que parece un importan-
vo de la militarización del estado. Resulta esencial la diferenciación te concomitante del éxito del desarrollo capitalista. Pero, a este res-
entre los regímenes autoritarios decididamente militares de otros pecto, son evidentes las semejanzas entre el México del PRI y el
que, como el mexicano, aunque no totalmente desprovistos de rasgos Brasil de los decretos institucionales impuestos por el ejército. En
burocrático-autoritarios, poseen un modo de control indudablemen- ambos casos la política apunta a la consecución de un rápido desarro-
te civil. ¿Cómo conceptualizaremos estas diferencias obvias entre Mé- llo capitalista, mientras los gobiernos creen que, a la larga, el empeo-
xico y los regímenes militares del Cono Sur? ramiento continuo de la desigualdad de ingresos y la dependencia no
afectan al destino histórico de sus respectivas naciones. Utilizando
estos criterios, hasta países democráticos como Venezuela y Costa
Rica tienen ese tipo de estado capitalista. En estos dos países hay,
asimismo, una exclusión socioeconfuica de la mayoría. Existen mode-
ESTADO Y REGIMEN POLITICO
los similares de acumulación económica (control de salarios, esque-
mas de distribución de las rentas) e incluso políticas similares favora-
Para clarificar la caracterización de la política autoritaria con- bles a las empresas multinacionales. Así, el estado, visto como pacto
temporánea, es esencial distinguir entre dos conceptos, el de estado y básico para la dominación, es un estado capitalista comparable en
el de régimen político. Por "régimen" me refiero a las normas forma- todos esos países.
les que vinculan a las principales instituciones políticas (al legislativo Una importante deficiencia de los debates sobre el autoritarismo
con el ejecutivo, al ejecutivo con la judicatura, y al sistema de parti- es que no han sido centrados adecuadamente sobre esta distinción
dos con todos ellos), además de a la cuestión de la naturaleza política entre estado y régimen político. Una forma idéntica de estado -capi-
de los vínculos entre los ciudadanos y los gobernantes (democrática, talista y dependiente en el caso de América Latina- puede coexistir
oligárquica, totalitaria o la que sea). con una vadedad de regímenes políticos: autoritario, fascista, coq>o-
La conceptualización del estado es un asunto complejo, pero rativista e incluso democrático. Una línea de razonamiento económico
existe un cierto grado de acuerdo en cuanto a que, en su más alto busca una relación causal de uno a. uno entre estado y régimen.
nivel de abstracción, la noción de estado se refiere a la alianza básica Presupone que para cada "fase" de la acumulación hay un tipo
el "pacto de dominación" básico, que existe entre las clases sociales~ apropiado de régimen. Sin embargo, la misma dificultad histórica que
las fracciones de las clases dominantes y las normas que garantizan su produce este razonamiento en el caso de los países capitalistas madu-
dominio sobre los estratos subordinados. Cuando Marx y Engels se ros (es decir, la ausencia de fascismo en los países anglosajones, que
referían al estado como al "comité para la ejecución de los intereses hicieron las contribuciones más sustanciales al primer desarrollo del
comunes de toda la burguesía", lo caracterizaron en ese nivel de capitalismo), la encontramos también en su aplicación a América
abstracción: el estado capitalista es la "expresión" del modo capita- Latina. El crecimiento de Brasil con Kubitschek y el actual flore.ci-
lista de dominación de clase. Para evitar la metafísica, esta "expre- ·miento de Venezuela son casos claros de estados capitalistas depen-
sión" debía ser concebida en términos organizativos; es decir, las dientes que han mantenido regímenes democráticos.
clases dominantes deben realizar un esfuerzo continuo de articula- No obstante, aunque es mejor descartar la idea de un determi-
ción de sus objetivos diversos y ocasionalmente contradictorios por ·nismo simple económico de la política, podemos explorar el :grado de
medio de las burocracias e instituciones estatales. ·~compatibilidad" entre diferentes formas de estado capitalista depe:n-
La necesidad de distinguir en este sentido entre régimen y esta- ;diente y diferentes tipos de régimen. :Por ejemplo, ¿cuále.s, son Jas
do deviene claramente evidente si comparamos a los países latinoame- .condiciones en las que un régimen democrático puede coexistir con
46 , FERNANDO HENRIQUE CARDOSO CARACTERIZACION DE LOS REGIMENES AUTORITARIOS 47

una dominación de clase basada en una forma de acumulación econó- j~dica~ura es controlada en la práctica, si no en la teoría, por el
mica que imponga una desigualdad creciente entre esas clases socia- ejecutivo.
les? ¿No se encuentran las raíces de las crisis de las tres democracias No obstante, los procedimientos no democráticos de selección
del Cono Sur (Argentina, Chile y Uruguay) en la contradicción entre del presidente y la expansión burocrática de la administración central
. l
un sistema de amplia participación y representación política de las quedan sometidas en estos regímenes a un sistema de contrapeso. Por
masas y la necesidad de acumulación y de control de la fuerza de una pa~t~, la rac~on~lidad forn:tal exige el reforzamiento de un cuerpo
trabajo? Dudo que alguien pueda responder afirmativamente a esta burocratico de ~ecmcos, especialmente en el campo económico; y por
pregunta, y mucho más que pueda generalizar una respuesta afirmati- otra, estos regimenes expresan la voluntad política de las fuerzas
va a toda América Latina. Como ya señalé, los logros económicos de armadas como institución. De este modo, el ejecutivo depende de la
la Venezuela contemporánea y del Brasil durante el periodo Kibits- burocracia tecnocrática y del único partido real, las fuerzas armadas.
chek, entre otros, recuerdan que la historia es más caprichosa de lo La institucionalización de los mecanismos destinados a solucio-
que po'dría parecer a aquellos que rápidamente proclaman que la nar los conflictos entre el ejecutivo y la tecnoburocracia es relativa-
dictadura militar es inevitable para abrir el camino a la "fase actual" n:tente simple. Es más compleja, en cambio, la relación entre el ejecu-
del desarrollo capitalista. Además, es difícil creer que sólo hubiera tivo Y su ~ase real,_lo.s ~i-litares. Podría pensarse que en estos regíme-
motivaciones económicas tras la movilización de los militares y la n~s no existe la distmcion entre el ejecutivo y las fuerzas armadas.
derecha política contra el gobierno de Allende o la administración Sm embargo, en ,cuanto los sistemas militar burocráticos devienen
posperonista. Por todo ello, tenemos necesidad de una nueva inter- estables, las fuerzas armadas, como tales, no determinan ni llevan a
pretación y de un análisis más cuidadoso por lo que se refiere al cabo la política del estado. Los militares tienen el poder de veto a las
estudio de la relación entre un estado capitalista dependiente y las "grandes decisiones" -siendo la más importante de todas ellas el
diferentes formas de régimen político. Hasta la fecha, en su mayor control de la sucesión política-, pero no se ven necesariamente im-
parte el vacío creado por la. falta de investigación de esta relación se plicados en la toma de decisiones referentes a la economía u otras
ha visto rellenado por interpretaciones muy polémicas, y general- cuestiones importantes. Es por esto por lo que surgen problemas con
mente insensibles a la variedad de la experiencia histórica. re~pecto al funcionamiento de estos regímenes, que llevan a enfrenta-
Llegados a este punto, creo que resultará obvio que me parece ~I~nto~ entre e.l ejecutivo. y las fuerzas armadas. Una vez que los
muy útil utilizar el término autoritarismo burocrático para referirme C1Vlles mdependientes empiezan a jugar un papel, por pequeño que
no a la forma del estado como tal, sino al tipo de régimen político. La sea, en el proceso de toma de decisiones, el ejecutivo se convierte en
relación entre ambos está lejos de resultar clara y, dado que es éste el centro de tales decisiones y resultan inevitables los enfrentamien-
un tema complejo y bastante controvertido, sería más prudente avan- tos con los militares de la "línea dura".
zar modestamente por el nada ambicioso camino de la descripción . El. éxito del régimen depende en parte del tipo adoptado de
política de las instituciones de los regímenes burocrático-autoritarios. delegación de la autoridad militar al ejecutivo. Ha habido casos en los
que las juntas y presidentes militares eran directamente responsables
ante el cuerpo d~ oficiales. Cuando el presidente es un general, son
pocas las alternativas con respecto a la duración de su mandato. Estas
LAS INSTITUCIONES DEL AUTORITARISMO van .desde las s~tuaciones, normalmente transitorias, en las que el
pr~s1deJ?!e es el jefe de las fuerzas armadas, por un extremo, hasta la
Casi por definición, los regímenes burocrático-autoritarios orga- preten~10n de una. ~egitimidad presidencial definida por normas no
nizan las relaciones de poder en favOJ; del ejecutivo. Lo que sobresa- ~xclus1vamente militares por el otro. En el caso brasileño hay un
le en tales regímenes es el reforzamiento del ejecutivo y sus capacida- mteJ?to de conservar en parte .la tradición electoral presidencial: el
des técnicas (de su "racionalidad" formal). El reforzamiento del eje- presidente es un general nominado por el mando supremo de las
cutivo implica un incremento de la centralización que mina la tradi- fuerzas armadas, pero ratificado por el congreso. Recibe un mandato
ción federal en donde existía previamente. También implica la elimi- para ~n número limitado de años. En otros casos queda abierta la
cuestlon del plazo presidencial, lo que provoca crisis en el alto mando
nación, o drástica reducción, del papel de la legislatura. Además, la
FERNANDO HENRIQUE CARDOSO 49
48 CARACTERIZACION DE LOS REGIMENES AUTORITARIOS

con respecto a los límites del mandato y el curso de la sucesión: En toma de decisiones, proceso de selección que se irá extendiento hasta
Brasil la sucesión es un acontecimiento traumático, pero las fac- incluir a las fuerzas sociales más poderosas, e incluso a sectores de las
cione~ militares rivales tienen tiempo y esperanzas en su horizonte, clases bajas. Pero nunca suscribirán la idea de representación. No se
dada la limitación temporal del mandato del general-presidente. Qui- estimula la idea de delegación de autoridad desde abajo. Por el con-
zás se deba a este factor el que se hayan evitado las crisis militares trario, la decisión de quién será llamado a colaborar, y durante cuán-
previas a la terminación de los plazos presidenciales, a pesar del he- to tiempo, se toma en el ápice rle la pirámide de poder.
cho de que, hasta la fecha, los presidentes militares del Brasil no hayan Como es natural los grupos de interés de la sociedad civil inten-
conseguido nunca que alguno de sus candidatos hayan sido nomina- tarán penetrar en los círculos de toma de decisiones. Una vez que lo
dos como sucesores. · hayan conseguido, tratarán de promover sus propios interes~s. Sin
La apariencia de un presidencialismo fuerte, casi dictatorial, embargo, no están legitimados como representantes de sus propios
oculta a veces el control efectivo que ejerce la institución militar constituyentes. Quienes deciden la participación de una y otra perso-
sobre los que están en el gobierno, ya sean éstos civiles o milita~es. na son los burócratas o las personas que controlan las altas posiciones
Existe, sin embargo, una gran tensión producida por el enfrentamien- en el aparato estatal. Las personas seleccionadas pueden hablar oca-
to entre el reforzamiento del ejecutivo y su control por parte de las sionalmente en nombre de otras personas o grupos, pero no son una
fuerzas armadas. En los regímenes controlados por instituciones mili- delegación como tal. De ahí que nunca sean reconocidos formalmen-
tares menos profesionales, y por ello menos capaces de aceptar los te como "representantes" o delegados. Gracias a este mecanismo, los
mandatos de la jerarquía, como en los casos de Bolivia y Ecuador, es funcionarios civiles pueden "difuminar" cualquier presión sólo con
constante la amenaza de nuevos enfrentamientos. Pero la tensión impartir las oportunidades de participación según sus propios medios
extrema entre las fuerzas armadas y la presidencia también se ha selectivos. En otra~ palabras, en los regímenes burocrático-autorita-
producido en Argentina; mientras que en Uruguay, las crisis entre el rios, la representación de los grupos o facciones -los partidos políti-
alto mando y Bordaberry ejemplifican la falta de institucionalización cos- no está legitimada per se. El interés que los grupos sociales
de tales regímenes. Aunque de un modo más discreto, en Brasil el consiguen articular en los regímenes autoritarios ha de definirse en el
poder del alto mando se ha opuesto a veces al poder presidencial. interior de la maquinaria del estado, mientras que los partidos políti-
Paradójicamente, el refuerzo del ejecutivo, combinado con su falta de cos de los sistemas democráticos tienden a estar enraizados en la
base institucional, sigue siendo un rasgo característico del autoritaris- sociedad civil. El mecanismo de cooptación permite a los intereses
mo burocrático en su forma militar. Hay una irtiportante diferencia privados establecer sus raíces dentro del estado, pero sólo mediante
entre tal forma de gobierno y el tipo de autoritarismo civil predomi- comités o grupos de consejo especiales controlados por los funciona-
nante en México, en donde el presidente tiene quizás más poder que rios del estado (civiles o militares). Estos pueden convertirse poste-
ningún general-presidente de un gobierno militar de los países del riotmente en los líderes de organizaciones semipolíticas a las que he
Cono Sur. descrito en otro lugar como "anillos" o racimos burocráticos, que
Otra importante dimensión de los regímenes autoritarios es la constituyen los vínculos entre los intereses de la sociedad civil y el
cuestión de los partidos políticos. La ideología (o mentalidad) oficial estado, implicando el pacto entre los intereses privados y estatales.
acentúa el carácter no partidista de los gobiernos militares, así como Aunque se puedan asemejar a la forma clásica del grupo de presión,
el objetivo de poner fin tanto a la "política", en cuanto que expre- estos anillos burocráticos no implican una presión auténtica y autó-
sión de las ideologías en conflicto, como a la existencia de partidos, noma, sino que más bien forman parte del aparato mismo del estado
que socavan la "unanimidad nacional" deseada por los gobiernos y normalml' ntc se encuentran bajo el liderazgo formal de un fun-
militares. Y sin embargo, es evidente que, en la práctica, reaparece la cionario del l'stado.
actividad de las facciones políticas. La relación entre el estado y los No podemos aplicar esta caracterización a todos los regímenes
grupos de interés de la sociedad civil se basa más en los criterios Y autoritarios, y ni siquiera a todas las fases de un mismo régimen. El
mecanismos de la cooptación que en los mecanismos de la representa- grado de liquidación de los partidos y mecanismos representativos
ción. Dicho de otro modo, quienes controlan el aparato del estado depende del grado de desconfianza que esas instituciones inspiraban
seleccionan a varias personas para que participen en el sistema de en las clases dominantes, y especialmente en la institución militar,
CARACTERIZACION DE LOS REGIMENES AUTORITARIOS 51
FERNANDO HENRIQUE CARDOSO
50
forma ordenada y predecible, conjuntamente con otros rasgos impor-
durante la fase previa al ascenso del autoritarismo. El populismo, al tantes de los regímenes autoritarios.
igual que la democracia, permitía la existencia de partidos de izquier-
da, y también las alianzas entre éstos y las fuerzas reformistas. En el EL FUNCIONAMIENTO DEL AUTORITARISMO
clima de ¡a guerra fría de los años 50, la revolución cubana de 1958 Y
la extensión de los movimientos guerrilleros de los años siguientes Parece evidente que la presencia o ausencia de un sistema de
generó un desafío político a nivel local e internacional. Fué la reac- partidos abrirá caminos alternativos a los regímenes autoritarios. Al
ción contra la posibilidad del socialismo la que culminó en el actual menos indicará un grado diferente de autonomía relativa en las orga-
"termidor" de América Latina. Las fuerzas armadas adaptaron y nizaciones políticas controladas por las clases sociales. No existen,
adoptaron las doctrinas francoamericanas de guerra interna y se ocu- que yo sepa, estudios concernientes al modo en que han sobrevivido
paron crecientemente de la represión interna. También se ocuparon los partidos políticos preexistentes bajo los regímenes militares auto-
de la necesidad de llevar a cabo una política que promoviera el creci- ritarios. En el caso del Perú, si sobrevive alguna forma de partido es la
miento económico acelerado, con el fin de pasar rápidamente por Ja del APRA, cuyo programa e ideología fueron adoptados en parte por
fase inicial del "despegue" económico en la que, según las estrategias el gobierno posterior a 1968 en un intento, aparentemente logrado,
contrarrevolucionarias inspiradas por los escritos de W. W. Rostow, de los militares de neutralizar este partido. Para asegurarse el éxito,
existe una probabilidad mucho mayor de que se produzca la revolu- los militares añadieron a su movimiento un tinte de nacionalismo y
ción social. reformismo, e intentaron incluso ciertas formas de movilización polí-
El tiempo de implantación de los regímenes autoritarios con- tica por medio del Sistema Nacional de Apoyo a la Movilización
temporaneos, así como el grado de sus logros económi~os Y político~, Social. Sin embargo, ~ebido a las dificultades inherentes que tienen
ha variado mucho entre los diferentes países. En Brasil, el estableci- los regímenes militares para desarrollar cualquer forma de moviliza-
miento gradual de un orden militar burocrático acarreó con él la ción popular, dichos intentos se han diluido actualmente. El militaris-
herencia de un sistema multipartidista. Un segundo golpe, en 1965, mo predominante en Chile, tras haber destruido las organizaciones
creó el actual sistema bipartidista. En Chile y Uruguay el autoritaris- izquierdistas, pasó a desmantelar las otras alternativas políticas de la
mo burocrático emergió con una fuerza más devastadora que en Ar- sociedad civil, los demócratas cristianos; pero es probable, dada la
gentina, desarrollando una orientación enfáticamente an~i?ar~idista. tradición social y política chilena, que esos partidos estén sólo hiber-
No fué una coincidencia que, antes de la llegada del m1htar1smo a nados y reaparezcan finalmente casi intactos. Lo mismo pudo decirse
esos países, un gran número d~ pa~tidos de iz~uierda.,d.esde los r.ev?- de la Argentina de Onganía y Lanusse, y en el estado de cuasi guerra
lucionarios violentos a los partldanos del cammo pac1flco al sociahs- civil evidente en la Argentina de hoy, se ha producido una retirada de
mo, hubieran llegado a ser una poderosa amenaza al orden esta,ble- la vida política hacia una sociedad prepolítica: una vez más, "el
cido. Para las clases dominantes y las fuerzas armadas de esos pa1ses, hombre es un lobo para el hombre". Sin embargo, aunque es difícil
la "democracia representativa" suena casi tan aterradora como abrir imaginar en estas circunstancias cómo se podrán reconstituir los par-
la puerta al diablo, metáfora ésta bastante apropiada, dado ~u.e los tidos políticos, no creo que las organizaciones sindicales ni los parti-
militares se ven a sí mismos como defensores de los valores cnst1anos dos políticos del sector popular y las clases medias (previamente
y occidentales frente a la amenaza mundial del comunismo. semiorganizadas bajo el peronismo y el radicalismo) hayan sido erra-
dicadas. No me sorprendería que, en un futuro no lejano, las fuerzas
Para desilusión de los coleccionistas de etiquetas claras y expli- armadas argentinas tuvieran que enfrentarse a unas demandas políti-
caciones monocausales, las características del más puro autoritarismo cas demasiado grandes para los estrechos cauces del militarismo.
burocrático no siempre las encontramos en los regímenes políticos y En el análisis del autoritarismo de América Latina, el contraste
económicos más reaccionarios. Por ejemplo, desde un punto de vista entre Brasil y México parece ser uno de los más interesantes. Puede
formal, el llamado "modelo peruano" de tendencias reformistas po- decirse que en esos países la sociedad civil está bastante débilmente
see algunas similitudes con los países del sur gobernados por el organizada en comparación con las sociedades civiles de los países del
autoritarismo militar. Sería un error, por tanto, pensar que las carac- Cono Sur. La tradición de estado fuerte más un control político
terísticas formales que he estado describiendo aparecerán siempre, de
52 FERNANDO HENRIQUE CARDOSO
CARACTERIZACION DE LOS REGIMENES AUTORITARIOS 53
elitista (en el caso de Brasil) y de una jerarquía burocrática (en el
caso de México) aumenta las probabilidades de éxito de esos regíme- sociedad civil frente al gobierno autoritario? Uno de ellos es, clara-
nes autoritarios, a pesar de las diferencias que existen en ellos en mente, la presencia o ausencia de un sistema de partidos preexistente.
cuanto a forma y contenido. Sin embargo, hemos visto recientemente Otros pueden ser el grado de control efectivo que ejercen los regíme-
en Brasil que uno de los dos partidos creados por el régimen militar nes autoritarios sobre la vida cotidiana (y sobre los medios de comu-
para cumplir el papel formal de oposición se ha convertido realmente nicación, así como sobre las reacciones de la gente a ese control). Por
en un partido de oposición efectivo. En las elecciones generales de ejemplo, el autoritarismo militar peruano es marcadamente diferente
noviembre de 1974, la oposición ganó dieciséis de los veintiún esca- a este respecto de los regímenes de Argentina y Uruguay: Perú no ha
ños del senado. En los meses siguientes, el fuerte impacto resultante g~stionado un sis_tema de terror dentro de la sociedad. Aunque es
dio la irónica impresión de que este régimen militar había hecho una cierto que en Peru hay un control estatal de la prensa la formación
contribución bastante original a las formas modernas de autoritaris- d~ l.a opinión pública no se enfrenta a los obstáculos qu~ son caracte-
mo al crear un sistema de partidos basado casi exclusivamente en la nstlcos en Uruguay, por no mencionar a Chile, o en Brasil durante las
oposición. Es cierto que el sistema político dominante reaccionó fases más represivas del régimen.
pronto, utilizando todas las herramientas disponibles para negar a la En América Latina, la ciencia política ha avanzado poco en el
oposición cualquier posibilidad de conseguir el poder por medio del estudio de la capacidad de control de los regímenes autoritarios·
sistema electoral. En cualquier caso, lo significativo es que los objeti- q~izás por c.ausa de una cierta repugnancia a tener que investigar lo~
vos de los militares no se han cumplido plenamente en absoluto. En diferentes tipos de tumor maligno que se considera que son estas
la sociedad civil existe conciencia de la ilegitimidad del régimen, y la formas de autoritarismo. Esta capacidad de control varía, por múlti-
convicción de que, más pronto o más tarde, habrán de reconstituirse ples factores, en los diferentes regímenes autoritarios. El primero de
las organizaciones políticas de la sociedad. esos factores viene dado por las circunstancias en que llegaron al
México, régimen civil, proporciona un ejemplo de gran estabili- poder. En algunos casos, los militares deshicieron el orden constitu-
dad; estabilidad que está muy relacionada con los orígenes del régi- cional mediante un baño de sangre. En otros casos, un pronuncia-
men mexicano que nació de una revolución que incorporó parcialmen- miento radiado bastó para deponer al anterior presidente. En segun-
te a la vida nacional a amplios sectores de la sociedad, estableciendo un do lugar, hay que considerar el grado de debilidad o fuerza de una
sistema político más abierto a las presiones y sugerencias de los de sociedad civil para explicar la capacidad del régimen de controlarla.
abajo, aunque siga siendo controlado desde arriba. Por otra parte, la Obviamente, al régimen le resulta más difícil tratar con grupos socia-
élite burocrática mexicana tiene una capacidad de control de los les autónomos, y por tanto potencialmente más desafiantes, (Chile)
asuntos económicos y sociales que le asegura una cierta hegemonía que mantenerse en el poder en una sociedad en la que la política es
dentro de la sociedad. Un amplio sistema de negociación de los intere- exclusiva de una burocracia elitista (Brasil). En tercer lugar están los
ses económicos, junto con una eficaz gestión económica y financiera factores técnicos que amplían o estrechan la capacidad de ~ontrol de
desde Cárdenas, convirtió al estado mexicano en un eficaz instrumen- esos regímenes. Debemos tener en cuenta que no estamos analizando
to de dominación y control político. El resultado lógico fue el de casos que se asemejen a la Alemania nazi, que podía llevar a cabo y
consenso sin democracia, a pesar de la utilización continuada de los mantener formas de control mucho más completas. El autoritarismo
instrumentos de represión para sofocar cualquier amenaza al orden de Améri~a Latina es aún "subdesarrollado": puede matar y torturar,
político o social. Los aspectos represivos de la política mexicana han pero no ejerce un control completo sobre la vida cotidiana. El estado
quedado diluidos merced al bien conocido mecanismo de la coopta- es lo bastante fuerte para concentrar su atención y aparato represivo
ción de la oposición practicada por el estado, y a una tolerancia ante en los llamados grupos subversivos, pero no es eficaz en el control de
las violaciones de los límites entre interés privado y público. En las universidades, por ejemplo, ni de la burocracia misma. Sería im-
consecuencia, es un tipo de régimen no militar e "incluyente", que prudente, sin embargo, subestimar los recientes avances hechos en
ha logrado una capacidad mayor de duración al dar raíces sociales a este campo, aunque la falta de un partido que controle y denuncie a
un sistema autoritario. los ene~~gos del. régimen dificulta bastante este control. Hasta hoy,
¿Cuáles son los factores que afectan al grado de autonomía de la la repres10n ha s1do una labor que compete más bien a la policía que
a los políticos.
CARACTERIZACION DE LOS REGIMENES AUTORITARIOS 55
54 FERNANDO HENRIQUE CARDOSO
política dirigida a la transformación de los regímenes autoritarios
Creemos que hay que decir algo más sobre el funcionamiento de puede variar en cada coyuntura particular.
los regímenes autoritarios. Los que no están basados en un partido
político (y de nuevo en este aspecto la situación mexicana, basada en
Y, FINALMENTE, LAS BASES SOCIOECONOMICAS
un partido eficaz, no se corresponde con los regímenes burocrático
autoritarios puros), son a veces demasiado débiles para enfrentarse a En este punto debemos dirigir la atención a otra difícil cuestión
sociedades complejas. Además, sería incorrecto suponer que el apara- teórica de la ciencia social: la relación entre estructura y coyuntura.
to del estado opera como totalidad unificada en los regímenes autori- Prefiero evitar las declaraciones teóricas que difícilmente escaparían
tarios de América Latina. La ausencia de un partido, que pueda a la pedantería, por lo que me gustaría plantear simplemente dos o
cohesionar al sistema, y de una ideología verdaderamente totalitaria, tres cuestiones bá~icas que han surgido en recientes debates sobre
impide a los sostenedores de la tecnoburocracia comprometerse con regímenes autoritarios.
la ideología militar del grandeur del estado. En esos regímenes se Tras más de una década de autoritarismo militar en muchos
produce, por el contrario, un considerable grado de privatización del países del continente, y varias décadas de autoritarismo civil en algu-
aparato del estado. Existe más coherencia del régimen a un nivel nos otros, la mayor parte de las antiguas interpretaciones de sus
superior, en los discursos ideológicos de los ministros y generales, que bases sociales han sido suplantadas por la historia. La tradición de un
en la conducta rutinaria de los funcionarios del estado. Con mucha militarismo concebido como la mano armada de los propietarios de la
frecuencia, estos últimos controlan partes del aparato del estado casi tierra y latifundistas, quedó desplazada en parte por la política eco-
con independencia del gobierno, persiguiendo objetivos personales de nómica conscientemente orientada a la industrialización de los regí-
naturaleza económica o burocrática. ~enes burocrático-autoritarios. En ocasiones, esa política ha dañado
mcluso los intereses agrarios; y casi siempre los regímenes militares
Estos rasgos hacen que el funcionamiento de los regímenes bu-
han preferido recibir el apoyo de los que actúan en el campo como
rocrático-autoritarios sea menos consecuente de lo que parece a pri-
hombres de negocios que mantener una estrecha amistad con los
mera vista. Casi siempre están presentes factores potencialmente de- latifundistas.
sestabilizadores, que disminuyen la capacidad gubernamental de ab-
sorber las presiones. Ello provoca una utilización continua de la re- Lo que no está tan claro es qué grupos se han visto favorecidos
presión, con toda la desmoralización y alienación que produce el uso por la política de industrialización de estos gobiernos militares. ¿A
extensivo de la violencia, aunque se lleve a cabo en nombre de la quiénes han dirigido su política y en dónde han buscado apoyo? Los
seguridad nacional contra sus enemigos internos ocultos. Cuando esos efectos inmediatos de la política de estabilización monetaria llevada a
cabo por los militares nada más tomar el poder (normalmente des-
regímenes se enfrentan a situaciones en que los verdaderos grupos pués de un periodo de crisis política, inflación e incertidumbre eco-
"subversivos" son escasos, la reiteración de los mismos argumentos nómica) demuestran claramente qué grupos sociales no han sido to-
sobre las amenazas a la seguridad nacional resultan cada vez menos mados en cuenta: los trabajadores y asalariados en general, así como
convincentes a los empresarios y grupos dominantes que apoyan a los las personas que viven de rentas fijas. Sin embargo, una vez controla-
regímenes, por lo que la oposición de estos grupos puede aumentar das las dos variables económicas crítica~ -inflación y formación de
en una medida apreciable. capital- , es difícil argumentar que los regímenes burocrático-autori-
Así, son muchas las fuerzas que tienden a socavar a estos regí- tarios hayan adpotado una política de distribución de salarios o ren-
menes, incluyendo los factores de erosión antes mencionados, la posi- tas significativamente diferente de la llevada a cabo por los regímenes
bilidad de una reacción política contra} el autoritarismo, más los democráticos latinoamericanos. Por otra parte, el militarismo gober-
cambios en el grado actual de censura y represión. A veces, se produ- nante en PerJ, que es evidente que no adoptó una política socialista,
cen variaciones en la efectividad de la represión con los cambios de al menos nv puede ser considerado como un sostenedor deliberado
gobierno dentro del mismo régimen político, y aun dentro de un perio- de la tendencia a la "concentración de ingresos". Parece ser que, a
do del mismo gobierno. Es evidente que la forma del régimen no este r;spect~, cuenta más el carácter del estado que el del régimen,
dependo sólo del estado de ánimo de quienes están en el poder; aun- ademas del mvel de desarrollo de la economía y, sobre todo, la fuerza
que éste es importante. Las posibilidades de que tenga éxito la acción
FERNANDO HENRIQUE CARDOSO
56 CARACTERIZACION DE LOS REGIMENES AUTORITARIOS 57
de las presiones sociales ejercidas desde abajo. Precisamente' para con- que no puede ser otra cosa que una red social de personas, existe de
trolar esas presiones, facilitando así la acúmulac;iój}: del capital, el propio derecho y posee intereses propios. Las respuestas a la segunda
autoritarismo burocrático se vuelve represivo y deprime el nivel de cuestión son más complejas. No es correcto deducir del carácter for-
vida de los trabajadores y las masas~ Las alianzas entre el gran capital mal de los regímenes autoritarios el tipo de política de crecimiento
y el estado son implícitas, pero existen incluso en situaciones como económico que seguirán. La aceptación de tal interpretación implica-
las del Perú, en donde los grupos dominantes intentan ser considera- ría, precisamente, el error opuesto al que se produce cuando se igno-
dos como los defensores del pueblo. Las consecuencias de un pacto ra el hecho de que el estado es el principal beneficiario del autoritaris-
implícito son las mismas, claro está, que si tuviera un carácter explí- mo burocrático. Ello implicaría que el estado y su burocracia son los
cito:· al fin y al cabo, el autoritarismo burocrático no se puso en prácti- únicos actores históricos reales. El hecho es que, incluso en situacio-
ca para asegurar el bienestar de la gente. Aunque las encuestas socio- nes autoritarias, el estado está vinculado de diversos modos con las
lógicas han puesto de relieve un bajo nivel de conciencia política en clases sociales y sus intereses.
los estratos inferiores, hay una cosa que la gente sabe: este tipo de Otra importante variación en la orientación económica de estos
régimen no se corresponde con el modelo político de sus sueños. regímenes es el relativo énfasis en la promoción de las empresas del
Siempre que es posible, las masas hacen saber su disentimiento al sector público frente al sector privado. El Chile de hoy (bajo la
régimen: votando contra él, con revueltas o simplemente mantenién- influencia directa de la llamada "escuela de Chicago") está haciendo
dose apartadas de él. considerables esfuerzos por socavar el sector estatal de la economía.
También es difícil identificar a los beneficiarios del autoritaris- Los dirigentes chilenos están intentando establecer un tipo peculiar
mo simplemente mirando la política industrial y de desarrollo del de economía "liberal", en el sentido de que el estado redistribuye la
régimen. Las hipótesis iniciales ponían de relieve la afinidad entre riqueza a los grupos de intereses privados que controla económica-
autoritarismo y grandes negocios, y que yo sepa no hay ninguna mente el régimen. En el extremo opuesto, los generales peruanos
evidencia para rechazarlas. Sin embargo, no deberíamos hacer una reforzaron la organización estatal e incrementaron la capacidad de
interpretación mecanicista de estas vinculaciones, argumentando, por tomar decisiones de éstas. Esta construcción del estado se produjo
ejemplo, que sólo un régimen militar puede tener éxito en el ~stable­ anteriormente en otros muchos países, bajo el control político de los
cimiento de la producción de bienes de capital y en la asunción del empresarios y grupos de profesionales, pero en Perú fue necesaria una
control de la tecnología moderna en un país en desarrollo. La políti- intervención militar para reforzar al estado. Posteriormente, desde
ca ec .mómica llevada a cabo en Venezuela, México, Argentina Y Bra- una posición de mayor fuerza, el régimen militar intentó renegociar
sil r, muy similar, pero sus regímenes políticos son claramente distin- los términos de la dependencia. Los generales brasileños, inicialmente
to . De nuevo nos encontramos que tras una hipótesis subyace una enamorados de una ideología económica orientada a los intereses
e mfusión entre régimen político y tipo de estado. privaélos y deseosos de ampliar las relaciones con el capital extranje-
Hechas estas reservas, y dando por supuesto que todos los esta- ro, al final han ampliado la esfera de la producción estatal e incluso
dos capitalistas deben facilitar y garantizar el proceso de acumulación han tenido enfrentamientos con el gobierno americano por la cues-
de capital, las preguntas apropiadas con respecto a este problema son tión de la tecnología nuclear. Por tanto, parece imposible identificar
probablemente las siguientes: ¿qué grupos han obtenido ventajas del una tendencia única entre formas de regímenes autoritarios y una
actual autoritarismo? ¿Qué centros de acumulación de capital se serie de intereses económicos homogéneos.
beneficiaron del gobierno autoritario: el sector de la empresa privada Obviamente, la gama de alternativas tiene algunos límites. Aun-
local, el sector privado del estado o las empresas multinacionales? Ha que existen importantes diferencias entre unos casos y otros, el carác-
hecho falto algún tiempo para que sea obvia la respuesta aceptable: el ter fundamental de este tipo de estado autoritario es sin embargo
autoritarismo burocrático es políticamente provechoso para los buró- capitalista. Similarmente, las decisiones tomadas por las burocracias
cratas civiles y militares que dominan los despachos del estado. La estatales se producen dentro de límites bien definidos. Hasta ahora
dificultad de llegar a esta perogrullada procede de un análisis teórico no han intentado "cambiar de modelo". Es decir, se mantienen las
que ve al estado sólo como la expresión de intereses de clase, sin riormas generales del sistema capitalista local y mundial de produc-
reconocer que dicha expresión requiere una organización que, puesto ción. Sin embargo, sería incorrecto reemplazar el cliché de que los
58 FERNANDO HENRIQUE CARDOSO
CARACTERIZACION DE LOS REGIMENES AUTORITARIOS 59
militares son los guardaespaldas de los terratenientes por el de que
ahora forman una milicia destinada a proteger los intereses de las d~pe.ndencia. deriva de la forma autoritaria militar de estos regímenes.
empresas multinacionales. Los regímenes autoritarios tratan de aco- SI bi~n ~s cierto que P.~sibilitan nuevos acuerdos con las empresas
modarse al•entomo internacional, aprovechándose de las ocasionales multmaciOnales, paradOJICamente estimulan también las aspiraciones
fisuras del sistema económico mundial. Hacen tratos con las empresas a una mayor autonomía entre los militares y entre los ejecuti~os de
multinacionales que en algunos casos implican la renegociación de los las empresas estatales. Además, los escasos países que aún están go-
términos de dependencia en unos límites estrechos; aunque en otros bernados por democracias representativas en América Latina difícil-
casos, como el de Chile, se Hmiten a aceptar los intereses privados mente pu.eden presentarse como prueba del argumento de que la
locales, y eventualmente los internacionales, como si correspondiesen democracia preserva a un país de la penetración extranjera.
a las necesidades de la nación y el pueblo. Pero como norma, a un
nivel ideológico y a veces a un nivel práctico tratan de reforzar no a ALGUNAS CONCLUSIONES INCONCLUYENTES
la nación sino al estado, al menos, si no por otros motivos, para
proteger sus propios intereses en cuanto que burocracia. Me temo que esta incursión breve en tan complejas materias
En el espacio disponible no es posible desarrollar con detalle las puede haber provocado no sólo dudas -lo que no sería una mala
implicaciones de esta formulación. Sin embargo, merece la pena po- c?nsecuencia-: sino más perplejidades y ambigüedades que clarifica-
ner de relieve que si en los últimos años ha habido un rasgo significa- CIOnes. Empece tratando de poner de relieve la utilidad de la noción
tivo en la conducta de las burocracias públicas civiles y militares, ha de aut~ritarismo _b_urocrático para describir, aunque no para explicar,
sido el papel que han jugado en la creación de una base económica las realidades pohticas contemporáneas. No obstante temo haber con-
para su propio poder. Las empresas estatales se están expandiendo en tribuido a extender la creencia de que los factores de diferenciación
la mayor parte de los países; y el autoritarismo burocrático ha sido un entre los regímenes latinoamericanos son tan profundos que la no-
importante factor en esta tendencia. No me estoy refiriendo a la ción amplia de autoritarismo burocrático es casi inútil. Además no he
formación del modo de producción ideal de "capitalismo de estado", con_s~guido ide.nti.ficar un yínculo entre regímenes latinoameric~nos y
sino al uso de las empresas del estado para facilitar el desarrollo poli ticas economicas particulares en relación de uno a uno. Es cierto
capitalista y reforzar la posición de los que están en el poder. Sin que algunos regímenes militares han reforzado los sistemas económi-
embargo, no es probable la tendencia hacia las ideologías y prácticas cos basados en empresas multinacionales así como en las estatales
nacionalistas y antiimperialistas. Antes al contrario, en años recientes q.ue ~ambién controlan. Pero también es dierto que las empresas mul~
las aventuras conjuntas entre las empresas estatales y las multinacio- tmac10nales lograron sobrevivir y expandirse con sistemas democráti-
nales se han visto muy estimuladas. co_s (por no hablar de sus logros en las sociedades autoritarias civiles)
En los términos de la composición del estado, el resultado inme- mientras que se vieron debilitadas, por ejemplo, con el gobierno mili~
diato de este proceso ha sido la creación de estratos burocráticos tarde Perú.
dotados de capacidad empresarial. En ocasiones los altos ejecutivos Pudiera ser que el estado de inconclusión de mi argumentación
de las empresas estatales tienen enfrentamientos con un gobierno que sob~e la relación entre política y economía sea el reflejo de una
ha de hacer frente a los intereses y presiones procedentes de los ansiedad que mis inclinaciones intelectuales· impiden expresar más
diferentes grupos sociales; y en ocasiones los gobiernos tienen que claramente. Y sin embargo, no creo que busquemos en vano cuando
reforzar una política que no se conforma a los intereses expansionis- tratamos de encontrar secuencias y coherencia en la historia, siempre
tas de las empresas estatales. Surge así un estrato social que se ha que te?gamos en m~nte .que no existe mayor irracionalidad que la
creado dentro del estado pero que sin embargo, paradójicamente, c~eencia de q~e la histona puede set plenamente entendida por me-
consigue cierto grado de poder independiente y finalmente puede diO de la raciOnalidad fonnal. El carácter del estado -es decir la
llegar, en determinadas circunstancias, a enfrentarse con el estado. estructura de la dominación de clase y el sistema económico e~ el
Con esta argumentación no se intenta minimizar el significado que descansa esa estructura- impone algunos límites a la fonna del
del crecimiento de los vínculos entre las economías latinoamericanas régimen político. Por ejemplo, las características burocráticas de es-
y el sistema productivo internacional. Pero es difícil creer que la tos ~e~fmenes autori~arios (civiles o militares) no pueden impedir la
apanc10n de la función empresarial que sobre ellos impone la econo-
CARACTERIZACION DE LOS REG 1M ENES AUTORITARIOS 61
FERNANDO HENRIQUE CARDOSO
60
que han de pagar por esta "ayuda" depende del grado de desintegra-
mía capitalista. Pese a todo esto, es vano el esfuerzo de con~iderar los ción política previa a la intervención militar, así como de la capaci-
acontecimientos políticos sólo desde el estrecho punto de vista de los dad de control de las fuerzas armadas sobre los grupos revoluciona-
factores económicos. . . . ., rios.
Es una simpleza imaginar que un proceso de md~stna 1IzaciOn Las fases iniciales del régimen militar son gravemente represivas
capitalista dependiente sólo puede llevarse a cab? ~ediante el a_uto- sobre todo cuando las fuerzaspolíticas de izquierdas eran fuertes y
ritarismo. Como demuestran los recientes acontecimientos e? Chile Y estaban bien enraizadas en la sociedad. En esta fase inicial es en la
Uruguay, una junta militar puede que ni siquiera abra camm?~ nue- que sobresale el componente fascista del militarismo. En cambio, el
vos al crecimiento económico. Por otra parte, sea cual sea el regimen, papel empresarial de estos gobiernos evoluciona gradualmente. Los
y debido a la creciente internacionalización de 1~ producción, ~as intentos de solucionar los problemas económicos y sociales a los que
clases dominantes se ven forzadas a tratar con los mtereses extranje- están enfrentados esos países, así como la aparición de alianzas entre
ros y a reorganizar el sistema interno de explotación económic~ con las empresas privadas miltinacionales y nacionales y las empresas del
el fin de poder hacer frente a las nuevas realidades. Ello exig~ el estado, van confiriendo progresivamente a los regímenes autoritarios
establecimiento de un sistema económico basado en empresas pnva- sus rasgos empresariales peculiares. La represión no deja de ser un
das y estatales, y requiere una política estatal que promu.eva la ex- componente significativo de la vida política, pero se hacen intentos
pansión capitalista. La valoración que hace~ la~ clases domi~antes de de justificar al régimen en nombre de un rápido proceso de acumula-
lo que significa para ellas un régimen autontano, que estara en rel~­ ción. En el proceso de creación y proyección de la imagen del régi-
ción con el apoyo que le presten, dependerá ante todo de la capaci- men, y en su aceptación por parte de las clases dominantes, las altas
dad efectiva del régimen de imponer una política de desarrollo. P:- tasas de crecimiento son tan importantes como la represión. El orden
este respecto son semejantes los sistemas políticos brasileño Y mexi- social con progreso económico es el eslógan utilizado para esconder
cano. Hasta el momento, ambos han logrado reorganizar la so~iedad cualquier pregunta que plantee: "¿progreso para quién? "
para que pueda ésta enfrentarse con las formas más complejas de Quizás deban decirse unas palabras finales acerca de los logros
crecimiento capitalista. Para conseguirlo, han establecid~ formas rela- de los regímenes autoritarios y de su capacidad de imponer una
tivamente estables de control del trabajo y han expandido las buro- conformidad política en la sociedad. Se dice comúnmente que estos
cracias estatales y las empresas públicas, senta~do así un~ base para regímenes son "fuertes". Si lo que se entiende por fuerza es la capaci-
los peculiares vínculos, ya descritos, entre los mtereses pnv~dos. ~ ~! dad de violencia, entonces es tautológicamente cierto. Pero de ello
estado. Así el estado en cuanto que "pacto para la dommacwn no se deduce necesariamente que los regímenes autoritarios sean
muestra ras~os similares en ambos países. Sería erróneo, sin embargo, capac'es de resistir por sí solos a cualquier desafío político. El ejem-
no tomar en consideración las diferencias políticas entre ambos re- plo más espectacular de esa incapacidad fue el "cordob~o", que
gímenes; la forma militar del sistema brasileño representa un contra,st.e puso fin al intento de Onganía de construir un orden autoritario
decisivo frente a la estructura de partidos en que se presenta el regi- estable. Además de sus "conflictos internos", los regímenes autorita-
men mexicano. rios no son capaces de evitar los elementos de incertidumbre que
·Variaciones menos marcadas, pero todavía importantes, pode- invaden toda la vida política. Las actuales dificultades del autoritaris-
mos encontrar entre los regímenes militares de diferentes países. Ta- mo brasileño ejemplifican todo esto. De ahí que en la explicaciones
les variaciones son, ante todo, el resultado de las diferenci~s en el del cambio sea necesario tomar en consideración los niveles diferen-
desarrollo de la lucha de clases. En general, el actual penodo de tes de análisis. El primero se refiere a la interrelación entre las posibi-
gobierno militar es una respuesta a la crisis que p.rovocaron en el lidades estructurales de acción y la conducta real de los dirigentes y
estado los movimientos políticos y las luchas sociales antes de la grupos sociales, pues posibilidades estructurales y conducta real no
toma del poder por los militares. En varios países latinoam~?cano~, coinciden necesariamente. El segundo se refiere al hecho de que los
las clases dominantes han sido incapaces de controlar la pres10n poh- resultados reales de la acción política no coinciden necesariamente
tica de los trabajadores y los sectores radicalizados de las clases me- con los resultados deseados. Por ejemplo, en ocasiones los golpes
dias. En tales circunstancias, las clases dominantes no pueden mant~­ militares se llevan a cabo con el fin de preservar la empresa privada,
ner su poder sin la intervención y el apoyo militar abiertos. El precio
62 FERNANDO HENRIQUE CARDOSO

pero, finalmente, dan lugar a gobiernos que, a pesar de sí mismos,


expanden la empresa estatal, creando contradicciones inesperadas.
PARTE SEGUNDA
Por tanto, es mejor reconocer con franqueza el carácter ambi-
guo de las situaciones históricas que proclamar la nostalgia de unas
explicaciones lógicas y coherentes, que ignorarían los aspectos con- EXPLICACION DEL SURGIMIENTO
tradictorios e inesperados de la vida política real, reforzando así la DEL AUTORITARISMO BUROCRATICO
imagen de que los regímenes militares autoritarios se enfrentarán
probablemente CO!l éxito a cualquier nueva exigencia.
Las ambigüedades de la política dejan abierto el camino a. la.
esperanza. A veces abren caminos favorables al cambio generando
fuerzas dentro de un orden establecido que socavan finalmente al
gobierno autoritario. El funcionamiento mismo de los regímenes
autoritarios y la consecución de los objetivos económicos propuestos
crean nuevos desafíos a los militares, y por ello nuevas formas de
oposición. Los militares no son capaces necesariamente de superar
esas dificultades. En gran medida, la probabilidad del cambio puede
depender de la capacidad política de los grupos de oposición de
proponer alternativas creativas de poder que, frente a esos desafíos
ofrezcan soluciones diferentes y mejores.

También podría gustarte