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Orden de los personajes de la obra

Hijo: ¡Mamá, ya tengo quince años! Quiero salir con mis amigos,
¿por qué no puedo volver después de las doce de la noche?
¡Todos mis amigos pueden!

Mamá: No eres tan mayor como piensas, y no me importa si tus


amigos vuelven tarde a sus casas. Tú eres mi hijo y mientras
vivas en casa harás lo que te digo.

Hijo: ¡No es justo! Tú solo quieres que haga lo que tú deseas, y yo


soy un buen hijo…

Mamá: Veamos, buen hijo… No tienes buenas notas en


Matemática, no lavas los platos cuando te lo pido, no te vas a la
cama temprano… Deberías hacer las cosas cuando te las pido, no
cuando tú quieres. (Derek se sienta con expresión furiosa y
comienza a leer una revista)

Hijo: Como digas… no soy perfecto.

Mamá: Me voy, llego tarde al trabajo. (Mientras se va) Ordena la


sala y tu dormitorio, y no abras la puerta a extraños… (Se va).

Hijo: ¡No voy a hacer nada de eso! ¡Ojalá tuviera otra madre! (Se
escucha una voz)

Padrino: Tu deseo será concedido. (Derek se asusta y mira a su


alrededor)

Hijo: ¿Quién eres?

Padrino: Soy tu padrino mágico.

Hijo: ¿Padrino mágico? ¡Para empezar, ya no soy un niño!

Padrino: Pide lo que quieras, no tengo demasiado tiempo.


Hijo: Yo necesito una madre que me mime, que me dé cariño,
abrazos, besos,
caricias… Una madre amorosa, llena de amor…

Padrino: ¡Deseo concedido! (entra la mamá 1)

Mamá 1: (Caminando toda enamorada, recibe al hijo llenándolo de


caricias) ¡Hola, mi bebito, mi chiquito bello! ¡Cómo te ha ido en la
escuela…? Ven mi amor, que te voy a lavar tus manitos y ponerte tu
babero, para que no te ensucies, mi rey… ¡A que no adivinas qué te
he comprado, mi cielo…!

Hijo: A ver mamá, ¡Qué me has comprado?

Mamá 1: ¡ Un lindo osito de peluche…!

Hijo: ¿Un osito…? ¡Mamá, yo, ya soy un púber…!

Mamá 1: ¡Nada…, tú, para mí, eres y serás siempre mi bebito…!

Hijo: Arrancándose el babero. ¡No, no no…! ¡Yo no quiero una madre


así!

Hijo: No es justo, ¿qué le pasó a mi mamá? padrino mágico, ¿dónde


estás?

Padrino: ¿Por qué te quejas?

Hijo: Yo no quiero esa mamá, si yo, quiero ser en el futuro una


persona fuerte y segura, necesito una madre algo estricta, ¿No…?

Padrino: ¿Estás seguro?

Hijo: ¡Sí! Por favor, ¡hazlo!

Padrino: Concedido. (Entra la Madre 2)

Mamá 2: Vestida de militar, ingresa a paso ligero y se cuadra. ¿Ya


hiciste tus tareas?
Hijo: ¡No, mamá…!

Mamá 2: ¿Ya arreglaste tu cama?

Hijo: Todavía.

Mamá 2: ¿Ya llevaste tu ropa sucia a la lavadora?

Hijo: ¡No, mamá…!

Mamá 2: ¿Y, por qué…? ¡Vamos, rápido! ¡Al piso! ¡50 planchas…! ¿Te estoy
mirando, ah? ¡Empieza, uno…, dos…, tres…!

Hijo: (hace los ejercicios, luego se levanta agotado) ¡Asuu…! ¡Qué es esto…!
¿Ustedes no quieren que yo tenga una madre así, no? (hablando al
público)

Hijo: Padrino mágico, vuelve

Padrino: Y ahora , ¿que necesitas?

Hijo: Yo necesito una madre calmada, que me trate con suavidad, sin
presiones, que viva y disfrute la vida con calma; que sea más relajada…

Padrino: De acuerdo, concedido (entra la madre 3)

Hijo: Hola mamá, que bueno que te encuentro en casa. Mamá, sabes, me
duele la cabeza.

Mamá 3: (Con auriculares y moviéndose al ritmo de una canción…) ¡Hola,


hijo…!

Hijo: ¡Mamá, te digo que toda la mañana me ha estado doliendo la


cabeza…!

Mamá 3: ¡Hijo, sabes, relájate, vive la vida sin apuros, con mucha paz y
mucho amor… ¡Vamos…, súbete a mi nube y verás que se te pasará el dolor
de cabeza!

Hijo: ¿Quéééé….? ¿Subirme a una nube…? ¡Esta mamá está más volada!
¡No, no, no…! Yo no quiero esta mamá.

Hijo: Padrino, aparece de nuevo


Padrino: ¿Y ahora que? Me llamas mucho, nunca te conformas con lo
que pides, rápido, ¿que es lo que quieres?

Hijo: ¡Yo necesito una madre que se preocupe por mí, por las cosas que
me pasen, que viva pendiente de mí…!

Padrino: Está bien, deseo concedido (entra la mamá 4)

Mamá 4: ¡Ay...!, ¡Ya va a ser la una de la tarde y mi hijo todavía no llega!


¡Qué desesperación! ¡Toda la mañana pensando en mi hijo…! Voy a
pararme en la puerta para ver si llega; aunque creo que mejor me voy al
colegio a recogerlo…

Hijo: ¡Hola, mami!

Mamá 4: ¡Hasta que por fin llegaste! Toda la mañana he estado


pensando en ti, hijo. ¿Has comido toda tu lonchera, hijo? ¿No te has
agitado en el recreo, no? ¿Has sudado en el recreo? ¿No te falta nada,
no?

Hijo: ¡Mamá, estoy bien, no me ha pasado nada!

Mamá 4: ¿Qué tal te fue en el colegio?

Hijo: Todo bien, mamá, sólo que el profesor quiere hablar contigo
mañana…

Mamá 4: ¿Qué…?

Hijo: ¡Nada, mamá; no ha pasado nada!

Mamá 4: ¡Ese profesor! ¡Ya se pasó! Ahora mismo voy al colegio…

Hijo: ¡Pero, mamá, es para mañana…!

Mamá 4: ¡Tú, cállate, yo soy tu madre y yo sé lo que hago…!

Hijo: ¡¿Qué?! ¡No! Padrino, regresa por favor

Padrino: ¿No estás conforme otra vez?


Hijo: No, lo que yo necesito es una madre que sea ordenada,
hacendosa, que se preocupe por todas las tareas de la casa.

Padrino: De acuerdo, como gustes (aparece la mamá 5)

Hijo: ¡Hola, mami! Pero, ¿Por qué estás así vestida?

Mamá 5: ¡Estoy así, porque estoy limpiando la casa. Ahora, sácate la


camisa, el calzoncillo y las medias, para lavarlos de una vez, y sal un
rato de tu cuarto, que voy a hacer la limpieza!

Hijo: ¡Pero, mamá…! ¿No crees que estás exagerando?

Mamá 5: Para nada, hijo. ¿Tú sabes la cantidad de bacterias que hay
en el ambiente y el peligro de adquirir enfermedades? Mira, aquí
tienes tu cepillo, tu jabón germicida y tu toalla…

Hijo: ¡Pero, mamá!

Mamá 5: ¡Ah, y aquí tienes la lejía para desinfectar la ducha después


que te bañes…!

Hijo: ¡Nooo…! ¡Tampoco es así, yo puedo hacer las cosas solo, y puedo
ayudar en la casa. No quiero una madre que sea la empleada del
hogar!

Hijo: Padrino mágico, ¡vuelve!

Padrino: ¿Tampoco te gustó está mamá?

Hijo: Yo quiero tener está vez una madre que se vista bonita, con una
blusita y una falda pegadita, con sus manos cuidadas, que siempre
esté arreglada a la moda.

Padrino: (suspira frustrado) De acuerdo, concedido (aparece la mamá


6)

Hijo: ¡Mamá…! ¿Eres tú…?


Mamá 6: ¡Hi, baby! ¿You like to play close to my home? (¡JAI, BEIBI! ¿YU
LAIK TU PLEI CLOUS TU MAI JOM?)

Hijo: ¿Quéeee……?

Mamá 6: ¡Sorry, baby! ¡Qué tal me veo? ¿Te gusta mi look


otoño-invierno 2023?

Hijo: ¡Sí, claro, mamá! Se te ve bien!

Mamá 6: ¿Y qué me dices de mis zapatos? Los compré en “Larcomar",


por si acaso, ah? ¿Y de mi tinte, color palillo, no me vas a decir nada?
¡Estoy toda regia!, ¡Ah, y mis lentes para sol, son “Gucci”! ¡Me siento
divina…!

Hijo: Mamá, pero, son las 10 de la noche… ¡Estarás cansada!

Mamá 6: ¡Ay, hijo, estuve buscando un jean sacapompis, por todo


Gamarra y no pude encontrarlo.

Hijo: ¡Oh, nooo…! Está bien que la moda no incomoda, pero esto es una
exageración….

Hijo: Padrino, ¡regresa!

Padrino: Por lo visto esta no te gustó mucho, ¿no?

Hijo: Pues la verdad no es como yo me lo esperaba, lo que necesito es


una madre jovial, con la que pueda conversar; que pueda ser mi amiga
¡Que sea moderna; Una mujer de este tiempo!

Padrino: Muy bien, concedido (aparece la mamá 7)

Hijo: ¡Mamá…! ¿Qué te pasó…? ¡Estás achibolada…!

Mamá 7: ¡Habla, hijo! ¿Qué dicen tus brothers?

Hijo: Ah, mamá, quería pedirte permiso para ir al cumpleaños de mi


amiga del salón, es el sábado, ¿Puedo ir?
Mamá 7: ¿Una fiesta? ¿Este sábado? ¡Qué bueno! Voy a llamar a toda
mi batería, entonces. Esta fiesta, no me la pierdo.

Hijo: ¡Pero, mamá! la invitación es para nosotros, sólo los amigos del
salón.

Mamá 7: ¿Y eso qué, entonces? Acaso, ¿Yo no soy tu mejor amiga?


No, no, hijito, Esta “Hora Loca”, no me la pierdo por nada. Voy a llamar
por teléfono a mi batería, si? Ya vengo…

Hijo: ¡No, no, no…! ¿Saben…? Ya no quiero tener a estas mamás.

Hijo: Padrino mágico, vuelve

Padrino: ¿Esta tampoco te gustó? Ya son muchas mamás que pediste


y ninguna te agradó, ¿quieres otra?

Hijo: No, en verdad, la madre que necesitamos para toda la vida, la


tenemos a nuestro lado y no sabemos reconocerla ni valorarla. A
veces somos malagradecidos y nos portamos mal con ella. Nuestra
madre tiene los mejores sentimientos y ella es única. Ella sabe
querernos, corregirnos, educarnos, comprendernos y, sobre todo sabe
darnos su amor. ¡En verdad, estoy arrepentido…!

Padrino: Pues me alegra tanto escuchar que aprendiste la lección y


pudiste ver el valor que tiene tú mamá y que no habrá nadie igual a
ella porque cada mamá es única, no hay otra.

Hijo: Si, ahora que aprendí la lección quisiera que me devuelvas a mi


mamá verdadera, por favor

Padrino: Como desees (aparece la verdadera mamá)

Mamá: ¡Hijo! ¡Ya regresé del trabajo! (entra en escena)

Hijo: ¡Mamá! Te tengo una sorpresa!


Mamá: ¿Qué es?

Hijo: Una canción para ti, por el día de la madre

(aparece el segundo número)

Fin

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