La avaricia está matando nuestro hogar.

La avaricia se entiende como el afán de poseer muchas riquezas por el solo placer de
atesorarlas sin compartirlas con nadie y a pesar de que se les inculque a las personas lo
incorrecto que es esta, de una u otra manera siempre está presente dado a que esta forma
parte de la naturaleza humana. Ahora bien dicha avaricia se puede ver reflejada en muchos
aspectos, pero el que en realidad nos esta matando, es esa avaricia por el dinero, esas
insaciables ganas que cada día está consumiendo a más y más personas, que sin importar
como, donde o de que manera lo consigan, lo único que es importante para ellos es tenerlo,
pero, y para quien no? La verdadera pregunta es, hasta donde estamos dispuestos a llegar?
Sacrificaríamos aquello que llamamos hogar? Destruiríamos al medio ambiente?

Con relación al medio ambiente, este es suministrador de bienes y servicios y, a la vez,

fuente de recursos naturales y materias primas, que a fin de cuentas se convierten en
residuos y calor volviendo al entorno, por tanto a su vez también actúa como deposito.
Asimismo el sector económico termina siendo de los principales problemas ambientales,
dado a que tanto la industria manufacturera como otras industrias siguen siendo responsable
de un elevado impacto ambiental, bien sea por el consumo o la contaminación que genera.
Muchas de las consecuencias se le ha sido mayormente notadas en las últimas décadas,
según la ONU, ocurrieron aumentos en la temperatura del planeta superiores a 1,5°C,
llegando a la conclusión que en las próximas décadas esta tendrá un impacto negativo en la
calidad de vida de los habitantes. William Nordhaus, premio nobel de Economía de
2018, señaló de forma acertada que, si bien deben implementarse iniciativas para
atenuar los efectos del cambio climático como los impuestos al carbón, poner en riesgo
el crecimiento económico puede ser muy costoso en términos económicos y sociales. De
ahí dándole paso a que dicha controversia, tenga más impacto a que países en desarrollo
como lo es Colombia.

Dicho eso, lo más lógico para Colombia, sería encontrar cierto equilibrio entre el
crecimiento económico con la sostenibilidad ambiental, sin embargo actualmente
Colombia, como en muchos otros países, cuenta con una alta tasa de pobreza, de modo que
una parte de la población exige y toma a como mayor importancia un mayor gasto en viene
públicos y bienes económico, mientras que por otro lado, el resto de la población demanda
mayor protección del medio ambiente, pese a esto hay que tener en cuenta los aspectos que
también se relación ya sea directa o indirectamente, tales como los sectores minero-
energético, industrial y de agricultura, de igual forma también está presente el hecho de que
no cuentan con normas tan severas para la producción de sus bienes, por lo que la
fabricación y comercialización de sus productos.

No obstante,