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Estamos muy cerca del bicentenario de la independencia del Perú y el

país ha estado en una constante crisis política desde hace más de 20


años. ¿Alguna vez te has preguntado cómo es que llegamos a esta
situación? ¿Cuáles han sido los puntos clave en el pasado que llevaron
a esta nación a convertirse en un sistema polarizado y donde los
ciudadanos no confían en sus representantes políticos?

En este artículo haremos un recuento de los últimos 21 años de la


política peruana, un tiempo en el que esta se ha judicializado por
distintos casos de corrupción y lavado de activos que involucran a los
expresidentes. Mientras ello ocurre, los ciudadanos -sobre todo los
jóvenes- se han sentido traicionados y manipulados por aquellos que
tienen el poder.

1La política peruana en el siglo XXI ha sido testigo de una compleja


intersección de factores que han dejado una profunda impronta en la
estabilidad gubernamental del país. La consideración de una crisis en el
gobierno actual se encuentra intrínsecamente ligada a una serie de dinámicas
políticas, sociales y económicas que han evolucionado a lo largo de las últimas
décadas. Desde el aumento de la fragmentación del sistema político hasta el
incremento de la polarización ideológica, estos factores han generado desafíos
significativos para la formación de gobiernos estables y la implementación
efectiva de políticas públicas. La complejidad de estas influencias ha
exacerbado tensiones y dificultado el consenso político, dando forma a un
panorama donde la gobernabilidad se ve sometida a una serie de presiones
inéditas. En este ensayo, exploraremos detalladamente los elementos que han
influido en esta situación y analizaremos su relevancia en el contexto peruano
contemporáneo.

2000: Alberto Fujimori Fujimori


El 21 de noviembre de 2000, el Congreso de la República destituyó a
Alberto Fujimori, marcando el fin del gobierno dictatorial que llevó al
Perú a una crisis económica, política y social que ha continuado los
siguientes 21 años. La difusión de los ‘vladivideos’ fueron clave
para la caída de Fujimori. La crisis económica aumentó la dificultad
de emprender y comenzar nuevos negocios con buenas oportunidades.

2El factor económico ha sido un punto crucial en la política peruana del siglo
XXI. La economía peruana ha experimentado altibajos, con periodos de
crecimiento significativo seguidos de desaceleración. La dependencia del país
en la exportación de materias primas ha hecho que sea vulnerable a los
cambios en los precios internacionales, lo que ha impactado en la estabilidad
económica interna. Además, la corrupción ha minado la confianza en las
instituciones gubernamentales y ha socavado la eficacia de las políticas
económicas. La falta de inversión en infraestructura, educación y salud ha
perpetuado las desigualdades sociales y limitado las oportunidades para el
crecimiento económico inclusivo. “La corrupción es un cáncer que socava el
desarrollo económico y social de un país.”(César Nakazaki
Servigón,2018). Cabe resaltar la grave influencia de la corrupción en el
desarrollo económico del Perú. La corrupción no solo afecta la asignación
eficiente de recursos, sino que también disminuye la confianza de los
inversionistas y obstaculiza el desarrollo de políticas efectivas para impulsar el
crecimiento económico sostenible. Por ejemplo, el caso de Odebrecht, una
empresa brasileña que pagó sobornos a funcionarios peruanos para obtener
contratos de obras públicas, tuvo un impacto negativo en la economía peruana.
El caso llevó a la quiebra de empresas peruanas, la pérdida de empleos y la
desaceleración del crecimiento económico.

2000-2001: Valentín Paniagua Corazao


Después de la dimisión de Fujimori, Paniagua tomó el cargo y fue
presidente transitorio del Perú desde el 22 de noviembre del 200 hasta
el 28 de julio del 2001.

2001-2006: Alejandro Toledo Manrique


Los escándalos de corrupción y descontento social que giraron en
torno a su gobierno fueron varios, entre ellos, el llamado
‘Arequipazo’, una huelga en la ciudad del sur en rechazo a la
privatización de la compañía eléctrica Egasa. Pero quizá el escándalo
más grande se conoció años después de haber dejado el gobierno:
el caso Odebrecht. Según han confesado los exejecutivos de la
empresa brasileña y de la propia investigación que ha realizado el
equipo especial Lava Jato, el exmandatario recibió un soborno de más
de US$31 millones, que fueron depositados a cuentas offshore a
cambio del contrato por los tramos 2 y 3 de la Interoceánica sur, una
carretera que unía la parte sur de Perú con Brasil. Esto ocurrió en
agosto de 2005.
Actualmente, Toledo tiene prisión domiciliaria en su casa de
California -que ha incumplido tres veces- y está a la espera de ser
extraditado al Perú.

3En el siglo XXI, la política peruana ha estado influenciada por varios factores
que han contribuido a la crisis en el gobierno actual. Uno de los principales
factores políticos es la inestabilidad institucional, marcada por conflictos entre
el poder ejecutivo y legislativo. Esta tensión ha obstaculizado la
implementación efectiva de políticas y reformas necesarias para el desarrollo
del país. La inestabilidad política se ha manifestado en el Perú a través de
diversos escándalos de corrupción que han salpicado a altos funcionarios del
gobierno, lo que ha minado la autoridad de las instituciones estatales. Esta
inestabilidad se ha manifestado en la sucesión de presidentes en los últimos
años, la polarización de la sociedad y la falta de consensos en el Congreso. “El
Perú tiene que mirarse en el espejo de sus países vecinos. Ecuador es
hoy el caso más dramático: un territorio relativamente pacífico hasta hace
pocos años ha pasado con espanto a ver cómo se eleva el número de
homicidios” (Diario El Comercio,2023). Con el fin de advertir sobre los
riesgos de la inestabilidad política en la región se señala que el caso de
Ecuador es un ejemplo de cómo la falta de gobernabilidad puede conducir a un
aumento de la violencia. En el caso de nuestro país, la inestabilidad política ha
sido un factor constante desde el inicio del siglo XXI. En los últimos 20 años, el
país ha tenido 10 presidentes, algunos de los cuales han sido destituidos por el
Congreso. Esta sucesión de presidentes ha generado una sensación de
incertidumbre y falta de confianza en las instituciones. la polarización de la
sociedad y la falta de consensos en el Congreso han sido factores
determinantes en la crisis del gobierno actual. Estos factores han debilitado la
gobernabilidad y han dificultado la implementación de políticas públicas que
respondan a las necesidades de la población.

4Conclusión:
En conclusión, la economía peruana ha experimentado altibajos, con periodos
de crecimiento significativo seguidos de desaceleración. La dependencia del
país en la exportación de materias primas lo ha hecho vulnerable a los cambios
en los precios internacionales, lo que ha impactado en la estabilidad económica
interna. La corrupción ha tenido un impacto negativo en la política del país,
erosionando la confianza ciudadana en las instituciones públicas, dificultando la
implementación de políticas públicas y contribuyendo a la inestabilidad política.
Para superar estos desafíos, es necesario implementar reformas que aborden
los factores económicos y la corrupción. En el ámbito económico, se deben
promover políticas que diversifiquen la economía y reduzcan la dependencia de
las exportaciones de materias primas. También se deben invertir en
infraestructura, educación y salud para promover el crecimiento económico
inclusivo y reducir las desigualdades sociales. En el ámbito de la corrupción, se
deben fortalecer las instituciones públicas de control y lucha contra la
corrupción. También se debe promover la transparencia y la rendición de
cuentas en el gobierno. Estas reformas son necesarias para garantizar un
desarrollo económico y político sostenible en Perú.

2006-2011: Alan García Perez


Tres principales casos ocurrieron durante su Gobierno. Uno de ellos
fue en el 2008: el llamado “Caso Petroaudios”, cuando se revelaron
conversaciones telefónicas sobre las irregularidades en la adjudicación
de cuatro lotes petroleros entre la empresa noruega Discover
Petroleum y Petroperú. Esto motivó la renuncia de un gabinete de
ministros.
Al año siguiente, ocurrió el caso denominado ‘Baguazo’: Luego de
que el expresidente promueva una política de inversiones y aprobara
un paquete de decretos legislativos como parte del Tratado de Libre
Comercio con Estados Unidos, las comunidades indígenas amazónicas
expresaron su rechazo al considerar que afectaba los derechos sobre
sus territorios. La consecuencia fue que agentes de la DINOES
tuvieron un enfrentamiento con los nativos que implicó armas de
fuego, bombas lacrimógenas y 33 personas fallecidas entre nativos y
policías. Fue una tragedia.
El caso Odebrecht también alcanzó al gobierno García Pérez. El ex
director de contratos de la constructora, Antonio Carlos Nostre,
declaró a la fiscalía que por la licitación de la Línea 1 del Metro de
Lima, que se adjudicó en el gobierno aprista, pagaron US$24′386.000.
Asimismo, Jorge Barata, exjefe de Odebrecht en Perú, declaró que
acordó con Luis Nava, entonces mano derecha de García, un soborno
de US$4 millones a cambio de que el gobierno no obstaculice los
avances de los tramos II y III de la Interoceánica Sur. El expresidente
negó hasta el final estar vinculado con el pago de coimas y postuló sin
éxito a la presidencia en el 2016. El 17 de abril del 2019, cuando un
fiscal adjunto del equipo especial Lava Jato llegó a su casa para
detenerlo, García se quitó la vida.

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