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Título: "Caperucita Roja y el lobo feroz"

Personajes:

- Caperucita Roja

- La Abuelita

- El Lobo Feroz

- El Leñador

Escena 1: El hogar de Caperucita Roja

(El escenario muestra la casa de Caperucita Roja)

Narrador: Érase una vez en un pequeño pueblo, vivía una encantadora niña llamada Caperucita Roja.
Caperucita Roja era una niña muy curiosa y siempre llevaba una capa roja brillante que le había regalado
su abuelita. Un día, su madre le pidió que llevara una cesta llena de alimentos a su querida abuelita, que
vivía al otro lado del bosque.

(Caperucita Roja entra en escena con una cesta de alimentos en la mano)

Caperucita Roja: (canturreando) La, la, la, la. ¡Qué día tan maravilloso para visitar a mi abuelita! Voy a
llevarle esta cesta llena de delicias.

Narrador: Caperucita Roja se adentró en el bosque, pero lo que no sabía era que alguien la estaba
observando desde las sombras.

Escena 2: El encuentro con el lobo feroz

(El Lobo Feroz entra en escena, acechando a Caperucita Roja)


Lobo Feroz: (sonriendo astutamente) ¡Hola, Caperucita Roja! ¿A dónde te diriges tan solita y con esa
cesta tan apetitosa?

Caperucita Roja: (sorprendida) ¡Oh! ¡Hola, señor Lobo! Voy a visitar a mi abuelita que vive al otro lado
del bosque. Le llevaré esta cesta con comida.

Lobo Feroz: (frotándose las manos) ¡Vaya, vaya! ¿Y dónde vive tu abuelita, querida Caperucita?

Caperucita Roja: Vive al final del sendero, detrás de los tres grandes robles.

Lobo Feroz: (sonriendo maliciosamente) ¡Qué interesante! Caperucita, ¿sabes qué? Si tomas el camino
largo, podré llegar antes que tú y tal vez haga una visita sorpresa a tu abuelita. ¿Qué te parece?

Caperucita Roja: (inocentemente) Oh, eso suena divertido. ¡Seguro que a mi abuelita le encantará verte!

Escena 3: La llegada del lobo a casa de la abuelita

(El Lobo Feroz corre hacia la casa de la Abuelita mientras Caperucita Roja sigue el camino largo)

Narrador: El Lobo Feroz corrió tan rápido como pudo hacia la casa de la Abuelita. Al llegar, golpeó la
puerta con fuerza.

Lobo Feroz: (fingiendo una voz dulce) Querida Abuelita, ¡soy yo, Caperucita Roja! He venido a visitarte y
traigo una cesta llena de delicias.

Abuelita: (desde adentro) ¡Oh, qué sorpresa! Pasa, Caperucita, la puerta está abierta.

Narrador: El lobo entró a la casa de la Abuelita y se puso una bata y una gorra de dormir, intentando
parecerse a ella.
Escena 4: Caperucita Roja llega a casa de la abuelita

(Caperucita Roja llega a la casa de la Abuelita)

Caperucita Roja: (tocando a la puerta) ¡Abuelita, abuelita! ¡Soy yo, Caperucita Roja! He traído una cesta
de alimentos para ti.

Lobo Feroz: (con una voz ronca) Pasa, Caperucita, la puerta está abierta.

Narrador: Caperucita Roja entró en la casa y se sorprendió al ver cómo lucía su abuelita.

Caperucita Roja: (confundida) Abuelita, ¿por qué tienes una nariz tan larga y unas orejas tan grandes?

Lobo Feroz: (mostrando los dientes) ¡Es para poderte comer mejor, Caperucita Roja!

Escena 5: El rescate del leñador

(En ese momento, el Leñador entra corriendo en escena)

Leñador: ¡Detente, lobo feroz! ¡No te saldrás con la tuya!

Narrador: El Leñador había escuchado los planes del Lobo Feroz y había seguido a Caperucita Roja hasta
la casa de la Abuelita.

Lobo Feroz: (asustado) ¡Oh, no! ¡El Leñador ha arruinado mis planes!

Leñador: (agarrando al lobo) Has cometido un grave error, lobo feroz. ¡No puedes engañar a Caperucita
Roja ni a su abuelita!
Escena 6: El final feliz

(Caperucita Roja y la Abuelita salen de la casa)

Caperucita Roja: (abrazando a la Abuelita) ¡Abuelita, estás a salvo! Gracias al Leñador.

Abuelita: (sonriendo) Sí, querida. El Leñador fue nuestro héroe.

Leñador: (orgulloso) Solo estaba cumpliendo mi deber. Ahora, Caperucita, recuerda no hablar con
extraños en el bosque.

Caperucita Roja: (asintiendo) Sí, Leñador. Aprendí la lección.

Narrador: Y así, Caperucita Roja, su abuelita y el Leñador vivieron felices y en adelante tuvieron mucho
cuidado al caminar por el bosque. Aprendieron que la prudencia y la astucia son fundamentales para
enfrentar los peligros que pueden aparecer en el camino.

El Lobo Feroz aprendió una valiosa lección sobre la importancia de no engañar ni lastimar a los demás.
Prometió cambiar su forma de ser y se alejó del bosque, buscando enmendar sus malas acciones.

Y así concluye nuestra historia de Caperucita Roja y el lobo feroz, una historia que nos enseña que
debemos ser precavidos y desconfiar de aquellos que pueden querer hacernos daño, pero también nos
recuerda que siempre hay personas valientes dispuestas a protegernos y ayudarnos en momentos
difíciles.

Fin.

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